- Resumen
- Antecedentes y
actualidad - Valoración
ética - Derechos
de los animales: ¿realidad o
utopía? - Bioética:
humanidad y necesidad - Requerimientos
bioéticos de la experimentación
animal - Conclusiones
- Bibliografía
RESUMEN
Los animales de
experimentación constituyen factores clave en el desarrollo
científico en general y biomédico en particular,
tanto en los proyectos de
investigación como en las pruebas
diagnósticas y en los controles de productos
farmacológicos. Una evidencia de lo anterior es que los
países que han logrado un gran avance en el control de las
enfermedades
humanas y animales son aquellos que han dedicado recursos y
tiempo al
desarrollo de la Ciencia de
los Animales de Laboratorio. Para lograr un rendimiento
idóneo y garantizar resultados consistentes, se debe tener
en cuenta los requerimientos de manejo, alimentación,
factores ambientales y de confort de las especies utilizadas a
partir del conocimiento y
aplicación de los principios
bioéticos.
1 INTRODUCCIÓN
Se han descrito más de 1:200.000 especies de
animales, pero el 97 % de los utilizados en
experimentación biológica pertenecen a 9
categorías: rata, ratón, cobayo, conejo,
hámster, perro, gato, pollo y mono. Otros, menos comunes,
son peces,
víboras, lechuza, murciélagos, ovejas, palomas,
armadillo, etc (OPS, 1991). Se estima que el número de
animales que se utilizan anualmente con fines biomédicos,
oscila entre 1 000 000 en la India y 6 000
000 en el Japón,
con una cifra intermedia de 2 000 000 en Canadá. (Universidad de
la
República, 2004).
La Ciencia de
Animales de Laboratorio
surge como ayuda a la comunidad
científica para mejorar todos los aspectos concernientes a
la experimentación animal. Ya a partir del año
1959, los científicos ingleses W. M. Russell y R. L. Burch
escribían en sus Principios de Técnicas
de Experimentación Humanitarias que la excelencia
científica y el uso humanitario de los animales de
laboratorio estaban fuertemente ligados. En dicho tratado
describieron por primera vez el hoy conocido lema de las tres
«R» en el uso de animales de experimentación:
reducción, refinamiento y reemplazo.
La búsqueda de métodos
alternativos que reemplacen los animales en la
experimentación es una responsabilidad y debería ser una inquietud
de todos los investigadores, el refinamiento de los experimentos y la
reducción en el número de animales utilizados son
aspectos fundamentales que conciernen a esta nueva rama de las
ciencias
biológicas.
El refinamiento involucra, fundamentalmente, la normalización según
parámetros
internacionales, la definición genética y
del estado
microbiológico de los animales utilizados (animales
definidos) y la calidad del
ambiente donde
son criados, antes y durante la experimentación. Los
progresos en el refinamiento de los experimentos llevarán,
por sí solos, a la reducción en el número de
animales utilizados.1
Según refiere Barassi y col (1996), un análisis de estos aspectos en la literatura científica
a puesto en evidencia un uso ineficiente de animales debido al
pobre diseño
experimental, al inapropiado análisis estadístico
de los resultados, o a ambas causas. Cabe destacar que el
número de animales utilizados debe ser el mínimo
necesario para poder evaluar
la hipótesis y dar resultados
estadísticamente útiles. Teniendo en cuenta lo
anteriormente expuesto podemos definir que la Ciencia de Animales
de Laboratorio se ocupa, simultáneamente, de mejorar la
investigación científica y de
asegurar el bienestar animal.
2 ANTECEDENTES Y
ACTUALIDAD
La preocupación por el bienestar de los animales
en general, y el de los animales utilizados en investigación y docencia en
particular, surgió de parte de la sociedad civil y
no de parte de los investigadores. Ya desde 1875 existía
preocupación por no cometer abusos ni actos de crueldad
con los animales, es así que en ese año el
Parlamento Británico publicó "Cruelty Animal Act",
documento que regula la realización de experimentos que
podrían ocasionar dolor a los animales vertebrados (De
Jesús, 2002).
Pero los preceptos bioéticos de bienestar animal
no solo tienen una sustentación moral, desde
el punto de vista técnico, es necesario el cuidado
adecuado de la salud y el bienestar de los
animales de experimentación debido a que cualquier
deficiencia en su cuidado puede modificar o disminuir las
respuestas del animal lo que llevaría a resultados
experimentales inadecuados y con poco valor
científico. Se requiere también de la
estandarización del dramatipo, el cual es
consecuencia de la genética del animal y su
relación con el ambiente, así como el determinar la
calidad para el uso. Estos dos últimos
requerimientos son necesarios para que el experimento pueda ser
replicado en cualquier lugar del mundo (Rosenkratz, 2004). Es
necesario., además, para la mayor parte de las investigaciones,
que se disponga de una población lo más homogénea
posible en sus características. Esta reflexión
requiere de cambios de actitudes por
parte de los investigadores.
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