- Resumen
- Objetivos
- Material y
métodos - Discusión
y resultados - Conclusiones
- Referencias
Bibliográficas - Anexos
En el área de salud Río de Janeiro.
2003-2006
Resumen
Se realizó un estudio descriptivo retrospectivo
del comportamiento
del embarazo en
las adolescentes
en el área de salud de Río de Janeiro, Sucre en el
Distrito Metropolitano de Caracas, durante agosto 2003-agosto
2006, con el objetivo de
caracterizar el comportamiento del embarazo en la adolescencia,
a las cuales se le aplicó una encuesta. El
grupo
etáreo de adolescentes embarazadas de 16-19 años
predominó en el área de salud de Río de
Janeiro durante el año 2003-2006 en un 53%, coincidiendo
también con el inicio de las relaciones
sexuales precoces en un 63.8%; en su mayoría con
estado civil
acompañadas, el 46%; con mala situación
económica en un 63.8 %; inadecuado patrón familiar,
66.6%; con dinámica familiar inadecuada predominante.
Las relaciones
interpersonales de las adolescentes embarazadas en el
período estudiado se clasificaron de malas en un 66.6%,
las cuales mostraron inadecuado nivel de conocimientos sobre la
salud reproductiva en 91.4%.
Introducción
El embarazo en la adolescencia es la principal causa de
muerte en las
mujeres que tienen edades comprendidas entre 15 y 19 años.
De acuerdo a los estudios y análisis de UNICEF, cada año 15
millones de adolescentes dan a luz en el mundo.
La cifra representó poco más del 10% del total de
los nacimientos. En muchos países, los adolescentes llegan
a representar del 20 al 25% de su población. En 1980 en el mundo había
856 millones de adolescentes y se estima que en el 2000
llegarán a 1,1 millones. La actividad sexual de los
adolescentes va en aumento en todo el mundo, incrementando la
incidencia de partos en mujeres menores de 20 años.
Más del 10% de los nacimientos que se registran anualmente
en el mundo se producen en madres adolescentes. Cada año
nacen 15 millones de niños
de madres adolescentes. Cada día 41095, cada hora 1712.
(1)
EE.UU. es el país industrializado con mayor tasa
de embarazadas adolescentes, con una tasa estable del 11,1% en la
década de los 80. Canadá, España,
Francia, Reino
Unido y Suecia, han presentado un acusado descenso de embarazos
en adolescentes, coincidiendo con el aumento en el uso de los
contraceptivos. En España, en 1950, la tasa de
recién nacidos de madres entre 15 y 19 años era del
7,45/1000 mujeres; en 1965 llegaba al 9,53; en 1975 alcanzaba el
21.72, para llegar al 27,14 en 1979. Descendió, en 1980,
al 18/1.000 mujeres y al 11 en 1991. Los últimos datos hablan de
un 35,49/1000 mujeres en 1994, descendiendo al 32,98 en 1995 y al
30,81 en 1996. (2)
Según el Ministerio de Sanidad y Consumo
español,
el 12% de las jóvenes con edades entre 14 y 15
años, han mantenido relaciones sexuales alguna vez, lo que
significa 160.000 en números absolutos, previéndose
que alcanzarán 400.000. Deben tenerse en cuenta,
además de los nacimientos de madres adolescentes y el
porcentaje de adolescentes sexualmente activas, los más de
6.000 abortos ocurridos en mujeres entre los 14 y 19 años
por lo que, el supuesto descenso de la tasa de embarazadas
adolescentes, no lo fue tanto.
En América
Latina los países con mayor tasa de maternidad en
adolescentes se encuentran en las regiones de: Nicaragua y
Guatemala (3).
Situación en América
Latina y Caribe: excepto Haití (integra el grupo de
países con Mínimo Desarrollo)
todos los demás han sido incluidos en el grupo de
países en Vías de Desarrollo. En la región
de América Latina y el Caribe, existen diferencias
notables. El país que presenta mayor porcentaje de
adolescentes embarazadas es Nicaragua, con 148 mil, mientras que
el menor es de Barbados, con 60 por cada mil. En los
últimos años se han realizado diversos seminarios,
talleres y congresos para reorientar los programas que
tienen como adjetivo disminuir el embarazo adolescente en
países de la región Latinoamericana y
Caribeña. La fecundidad de los adolescentes de
América Latina y el Caribe ha disminuido a lo largo de los
últimos 15 años. Se prevé que entre 1995 y
2020 los partos de madres adolescentes disminuirán
notablemente en los países más desarrollados de la
región. No obstante, el embarazo no deseado y la
procreación muy prematura siguen siendo comunes,
especialmente en los países más pobres. Las
repercusiones de ello en los padres, los hijos y la sociedad
pueden ser graves y perdurables.
La procreación prematura está
profundamente arraigada en las culturas Latinoamericanas y
Caribeñas, tal como ocurre en muchas otras partes del
mundo. El matrimonio y la
procreación a menudo se consideran como los
acontecimientos capitales en la vida de una mujer joven. Pero
las repercusiones médicas, económicas y
psicológicas de la procreación prematura pueden ser
considerables, especialmente para las mujeres que no están
casadas. (4)
La fecundidad de los adolescentes sigue siendo alta en
América Latina, se considera debido:
- El mejoramiento de las condiciones generales de salud
y nutrición que se ha venido produciendo
contribuye a disminuir la edad de la menarquia y a que los
niveles de fecundidad de los adolescentes sean hoy más
altos que hace 25 años. Aproximadamente 35 por ciento de
las jóvenes latinoamericanas tienen su primer hijo antes
de los 20 años. Según se calcula, las mujeres que
comienzan la procreación cuando aún son
adolescentes acaban teniendo dos a tres veces más hijos
que las que retrasan el primer nacimiento hasta que tienen
cuando menos veintitantos años. - Veintiocho por ciento de las mujeres guatemaltecas
tienen su primer hijo antes de los 18 años.
Aproximadamente, una de cada cinco jóvenes menores de 18
años en México y Bolivia han
tenido ya un hijo. En Colombia,
Guatemala y Paraguay, las
mujeres actualmente tienen más probabilidades de tener
un hijo durante la adolescencia, por comparación con lo
que ocurría con las adolescentes en los años
setenta.
Las tasas de natalidad son más elevadas para
las adolescentes que viven en las zonas rurales. En un estudio
de nueve países de América Latina y el Caribe se
observó que entre 40 y 60 por ciento de las mujeres
rurales habían tenido su primer hijo antes de los 20
años, por comparación con 25 a 36 por ciento de
las mujeres urbanas. (5)
En Guatemala, las tasas de natalidad de las adolescentes
son las más altas en las que no acudieron a la escuela. Las
adolescentes que posponen la procreación tienen cinco
veces más probabilidades de terminar su educación secundaria
que aquellas que no posponen el nacimiento de su primer hijo
hasta tener por lo menos 20 años. El porcentaje de
adolescentes que habían tenido un hijo o se habían
embarazado alcanzó el nivel más alto en las que
nunca asistieron a la escuela (37 por ciento) y fue más
alto entre las indígenas que entre las latinas (26 por
ciento frente a 29 por ciento). (5)
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