Indice
1.
Evolución del país
2. La cría de ovejas en Buenos
Aires
3. El nacimiento de la
SRA
4. La
declinación
5. Características
Zootécnicas y Fisiológicas
6. Principales cortes
ovinos
7. Calidad de la
carne
8. Razas de aptitud carnicera (Caras
Negras Inglesas)
9. El mercado de la carne ovina en la
provincia de Buenos Aires
10. Comercio
11. Adelantos
12.
Conclusión
13.
Bibliografía
En el año 1550, con las corrientes colonizadoras
llegaron los primeros ejemplares de raza ovina.
Su multiplicación como también cambios en
estos animales, se
transformaron en lo que hoy es la "Raza Criolla". Son animales de bajo
peso de vellón, nada de suarda y productores de pelo. Son
de diversos colores, los hay
blancos, "marrones", negros e inclusive overos.
En el año 1813 se realizo la primera exportación de 100 ovejas con sus
respectivos carneros, procedentes de España,
así fue como comenzó nuestra actual ganadería
ovina.
En los años 1825-1826, en la presencia de
Bernardino Rivadavia, se traen al país 200 ovejas Merino,
estos pasaron a mano de granjeros quienes fundaron la primer
cabaña modelo.
En el año 1836, la importación alcanza una cifra de 4.200
cabezas, pertenecientes a la raza Merino Españoles, Merino
Alemanes o Electorales y Merinos Austriacos.
Año 1844, el Sr. R. Newton,
introduce el alambrado eléctrico, con lo que se evita la
dispersión de las majadas y se las puede
mejorar.
Año 1860, se produce el auge de la raza Lincoln,
paso muy importante para la ganadería ovina, de esta raza
no solo se obtiene lana sino también es productora de
carne.
Año 1876, el Ing. Carlos Tellier, inventa la
maquina frigorífica, estas son colocadas en barcos con
trafico a Europa.
Además entraron al país las razas, Romney
Marsh, Hampshire Down y Southdown.
Estadística
El siguiente grafico da idea de la evolución que sufrió la
ganadería ovina en la República Argentina.
Se observa una marcada disminución de cabezas
desde el año 1890 hasta 1970, pero no fue tan marcada la
disminución de cantidad de Kg. de lana debido al
mejoramiento que se logro.
2. La cría de ovejas
en Buenos Aires
En las primeras décadas del siglo, las elites de
las provincias comenzaron a volcar parte de sus esfuerzos en la
ganadería ovina.
La cría de ovejas podría resultar
atractiva, requería menor capital que la
ganadería vacuna y no era tan comercializada por los
estancieros de la ciudad.
Las conexiones con el exterior permitían obtener
animales de raza y otros productos para
la explotación.
Australia, Sudáfrica y el Río de la Plata
se convirtieron de a poco en nuevas regiones productoras
solicitadas por Francia,
Inglaterra y
EE.UU.
En la década del 40 los criadores comenzaron a
industrializar el sebo, también la carne ovina en las
localidades vecinas. La Raza Rambouillet fue la preferida de los
criadores, ya que proporcionaba buena lana y cuerpo
voluminoso.
La primera crisis y la
gran expansión
Durante la década de 1850, la ganadería
ovina seguía expandiéndose. El mestizaje
había avanzado en el corazón
lanero de la provincia.
Se mataba un mayor porcentaje de animales que de
costumbre, con el propósito de vender los cueros y el
cebo, así iban disminuyendo los rebaños y la
producción de los años
posteriores.
En 1865, se dio la llamada "fiebre del lanar" los
rebaños se multiplicaban, la producción crecía, las exportaciones
alcanzaban cifras cada vez mas altas; Bélgica, se
convirtió en el principal comprador de lana del Río
de la Plata, sin duda era el principal producto de
exportación de la provincia y del
país. Así mientras la ganadería vacuna,
constituía una actividad difundida en la provincia
había sido superada por la cría de
ovejas.
La actividad lanera, rendía altos beneficios y
atraía capitales, el estado
provincial comenzó a canalizar fondos hacia la
región: se invirtió en caminos y ferrocarriles, se
venció al indígena, se dispersó la construcción de pueblos y
fortines.
En estos años se dicto el código
rural conformando el núcleo inicial de la Sociedad Rural,
que se crearía en 1866.
"Cultivar el suelo es servir a
la patria"
La Sociedad Rural
Argentina es
parte de la historia económica y
política
de la Nación.
Si bien su fundación recién se plasma en 1866, ya
existían desde principios de
1860 intentos de los sectores vinculados a la explotación
agraria, de organizar entidades que tratasen la
problemática del campo.
El conflictivo contexto político de la
época (guerra con el
Paraguay y
guerra civil
entre la Confederación y la Provincia de Buenos Aires) no
fue un obstáculo para el empuje de algunos pioneros. Sus
objetivos no
expresaban solamente la defensa de sus propios intereses. Muy por
el contrario, eran la manifestación de las imperiosas
necesidades nacionales de lograr el desarrollo de
una economía
estancada, en un territorio lleno de recursos
naturales.
Aquellos visionarios como Eduardo Olivera, José
Martínez de Hoz y otros auténticos forjadores de
nuestro suelo,
cristalizaron sus anhelos, el 10 de julio de 1866, con la
fundación de la Sociedad Rural Argentina.
Hoy como ayer, la SRA sigue siendo fiel a sus ideas
rectoras:
"Artículo 1°- La Sociedad Rural
Argentina, fundada en 1866, es una Asociación Civil que
tiene los siguientes fines: velar por el patrimonio
agropecuario del país y fomentar su desarrollo
tanto en sus riquezas naturales, como en las incorporadas por el
esfuerzo de sus pobladores; promover el arraigo y la estabilidad
del hombre en el
campo y el mejoramiento de la vida rural en todos sus
aspectos; coadyuvar al
perfeccionamiento de las técnicas,
los métodos y
los procedimientos
aplicables a las tareas rurales y al desarrollo y adelanto de las
industrias
complementarias y derivadas, y
asumir la más eficaz defensa de los intereses
agropecuarios".
Una crisis sin
parangón
El sector usado en la explotación ovina y la
exportación de lana fue el más afectado por la
crisis desatada en esos años (1865), que se fue
recuperando en la década siguiente. Sufrió problemas
financieros, los intereses aumentaron durante la etapa de la
esquila, hasta un 30 porciento de interés
anual, sobre los prestamos; a esto se sumaba una crisis comercial
internacional, resultado de la sobre producción. Los
precios de la
lana bajaron, también disminuyeron las exportaciones de
lana Argentina. La situación se complico cuando en 1867
los EE.UU. impusieron una tarifa aduanera que grababa la
importación de lana sucia. Hubo serios problemas
internos como la Guerra del Paraguay.
Los campos se sobre poblaron, los precios
cayeron y para librarse del ganado, los ovejeros liquidaron parte
de su stock, vendiendo a saladeros y graserías.
La Guerra del Paraguay, afecto la oferta y el
precio de la
mano de obra; ante esta situación los estancieros que
tenían intereses en este rubro consolidaron su organización como grupo de
presión, creando la Sociedad
Rural.
Pusieron medidas para promover el desarrollo de la
agricultura y
la industria con
el propósito de estimular la diversificación de la
estructura
productiva. La sociedad Rural siguió promoviendo la
defensa de los derechos aduaneros logrando
que estos fueran reducidos al 2% en 1870.
Un periodo de moderada expansión
Durante la década del 1870 y 1880 el sector
siguió en expansión. En los años 1873 y 1874
la exportación de lana y los ingresos por ese
concepto
experimentaron un aumento durante toda la década. Aunque
el stock de ganado lanar no creció debido a la mortandad
provocada por la epidemia de 1873/4 y las inundaciones de 1877,
las mejoras técnicas y tecnológicas permitieron
mayores rindes por oveja. Los estancieros se quejaban por la
falta de mano de obra y escasez de tierras, en el campo
financiero el volumen de
prestamos destinados a los empresarios rurales quienes usaron
el dinero para
remodelar las estancias e introducir nuevas técnicas; los
ferrocarriles ya se iban estirando por los principales distritos
de mayor explotación ovina, las estancias y
establecimientos seguían en aumento y hacia fines de la
década los precios de la lana volverían a subir,
habría nuevas tierras para explotar y se
garantizaría la seguridad de la
frontera.
En la década del 80, la cría de ovejas,
era la principal actividad productiva, los derivados del ovino,
ocupaban el primer lugar entre los productos de
exportación.
La lana siguió siendo el primer producto de
exportación, a partir de la década del 80 se
experimento cambios decisivos, que desembocaron en la
declinación de la cría de ovinos.
Se ensayo,
primero con la exportación de animales en pie, pero pronto
se ensayo, con el
congelado luego de instaladas las cámaras
frigoríficas en los barcos de
exportación.
En 1880 no se exportaba carne de cordero, pero
más tarde fueron enviadas 1 millón de cabezas a
Francia e
Inglaterra.
Estos ensayos, se
hicieron con carne de oveja de raza Merino, como estos no
brindaban un buen tipo de carne, se los mestizo con animales de
raza Lincoln.
El Merino, fue desplazado a otras zonas, Entre
Ríos, Corrientes.
De a poco otros rubros fueron disputando a la lana el
lugar de prominencia el cual había ocupado por
décadas.
En la década del 80 hubo una caída en
términos del ingreso que aportaban estas exportaciones, la
declinación era ya irreversible y hacia fines del siglo la
lana cedió su lugar a la ganadería vacuna y a la
agricultura
cerealera que proveerían al país de productos
exportables.
La historia de un
desplazamiento
La cría de ovejas comenzó a desarrollarse
en una región limitada cercana a la capital, las
actividades rurales se habían iniciado en los partidos que
rodeaban la ciudad de Buenos Aires,
para expandirse más tarde hacia el norte, sur y oeste,
hasta alcanzar las áreas de fronteras.
En el caso de la cría de ovejas, fueron los
partidos ubicados al sur de la ciudad, también luego se
integraron otras ciudades.
Mientras los partidos del sur se ocupaban de los ovinos,
el norte comenzaba por desplazar definitivamente al lanar de la
región de donde se había iniciado su
expansión. En esta nueva región nunca se
había abandonado la agricultura y la ganadería
vacuna, se mantuvieron como actividades complementarias, aunque
la oveja había desplazado al vacuno de esta región
todavía existía algún plantel de bovinos,
para la producción de cuero, grasa y carne.
A fines del 1880, el vacuno había reemplazado
totalmente al ovino y a partir de lo ocurrido se empezó a
exportar carne vacuna en un proceso que
necesito de la agricultura para fortalecerse.
Los ovinos ya habían sido desplazados hacia zonas
de menor riqueza, por ultimo las arrinconaban en el extremo sur o
las expulsaban hacia otras provincias.
5. Características Zootécnicas y
Fisiológicas
Es de sumo interés
que se conozcan estas características, en razón de
resultar orientadoras y favorecer la comprensión de la
vida y productividades singular e importante para la economía de nuestro
país.
Ubicación del Ovino en la Escala
Zoológica
Tipo: Cordados
Subtipo: Vertebrados
Clase: Mamíferos
Orden: Euterios
Suborden: Ungulados
Grupo:
Artiodáctilos
Subgrupo: Rumiantes
Genero:
Pécoras-Cotilóforos
Especie: Ovis Aries
Rol:
El ovino es productor de lanas, cueros y carne para la
mayoría de los continentes, pero para Europa y Asia agregaremos
la producción de leche.
Peso vivo: varia según la raza y la
edad.
Edad: 6 dientes.
Kg. 40 a 50 laneros (Merino)
Kg. 50 a 60 doble propósito.
Temperamento:
Tranquilo, asustadizo y siempre alerta. Son de gran
mansedumbre cuando se los cría en su casa desde
recién nacidos, "guachos".
Rusticidad:
Es extraordinaria, compite con la cabra en cuanto al medio o tipo
de alimentación.
Longevidad:
Se conocen limites de hasta
18 a 20 años, un caso ocurrido fue el de una madre (Black
Face) que murió después de parir su cordero los 18
años de edad.
Vida útil:
Desde los primeros días de vida (Karakul) hasta los 8 o 9
años en otras razas.
Capacidad materna:
Tiene vida reproductiva desde los 7 u 8 meses de vida hasta los 9
o 10 años.
El instinto materno, es muy fuerte, no abandona la cría ni
en situaciones extremas.
Capacidad lechera:
Esta muy relacionado al peso vivo del animal y a el lugar donde
viva. Sin considerar a las ovejas de raza lechera puras, las
comunes dan de 1 litro a 1 ½ en los campos
Patagónicos y aumentan a 2 litros o más en la
Pradera pampeana.
Pierna: carne relativamente fibrosa y seca, pero tiernas
y de buen sabor. Su preparación puede ser al horno o a la
parilla.
Vació: carne de tejido y grano fino, de
características tiernas y jugosas. Se prepara al horno, a
la parrilla, etc.
Paleta: carne de grano relativamente fino y tejido algo
fibroso, de características secas, pero de buen sabor. Su
preparación puede ser al horno o a la parrilla.
Costillar: carne de grano fino y tejido relativamente
fibroso, de características tiernas y buen sabor. Su
preparación puede ser al horno, a la parrilla o
frito.
Pechito con vació: carne de tipo fibroso, de
características secas y relativamente tiernas. Se prepara
al horno, guisada, hervida, a la parrilla.
Cogote: carne de grano grueso y tejido fibroso. Puede
prepararse hervida, guisada, o bien usarse picadas de diversas
formas.
Generalidades:
Las preferencias del consumidor tienen
relación con las diferentes características de la
carne y de la grasa. Estas propiedades se juzgan luego que la
carne ha sufrido transformaciones, como consecuencia de la
producción, sacrificio, conservación, troceo, etc;
hasta su presentación en el mercado y
finalmente cuando llega al consumidor luego
de cocida.
Son muchos los factores que influyen en su
determinación y que son interesantes para trabajos
selectivos y de mejoramiento, destinados a incrementar ciertas
cualidades en los animales carniceros.
Factores involucrados en la calidad de la
carne
La preferencia por la carne se determina
según:
A- Aspecto
* Color.
* Cantidad de grasa.
B- Suculencia o valor
gustativo
* Terneza.
* Jugosidad.
* Sabor y aroma.
Color: la superficie recién cortada, presenta las
siguientes tonalidades: rosa (pálido rosado o rosado
fuerte) y rojo (claro a oscuro).
El color varia
según:
Edad: los colores intensos
a oscuros son característicos de animales adultos. La
intensidad del color aumenta con la edad. Los mamones poseen
colores claros. Los corderos, rosado pálido a fuerte, los
borregos, de rosado fuerte a rojo y los capones, de rojo claro a
oscuro.
Gimnasia funcional: los músculos más
activos son los
de colores más oscuros, ya que la demanda de
oxigeno es
mayor por la actividad que realizan y a consecuencia de esto
poseen más concentración de mioglobina.
Exposición de la carne: (o superficie de corte)
al aire sufre
modificaciones de color hasta oscurecerse totalmente, debido a la
desecación superficial.
Cantidad de grasa: se refiere a la grasa de cobertura
que se aprecia en la res entera y a la intramuscular que se ve
cuando ya está asada.
Terneza: ocupa el primer lugar; la carne de mayor
terneza, proviene de animales jóvenes. La estructura
muscular es uno de los factores que la determina, como
también la textura y el grano (diámetro de la fibra
muscular).
Jugosidad:
La jugosidad se relaciona con el sabor y la
palatabilidad.
Influyen además:
-Grasa.
–Agua.
-Tipo de cocimiento.
Grasa: la grasa que aumenta la jugosidad durante el
cocimiento, es la intramuscular.
Agua: el agua labil
es la que se desprende como "jugo" cuando se la
cocina.
Tipo de cocimiento: el calor seco es
deshidratante, y si se descuidan, el tiempo, la
temperatura y
el método de
cocinado, se afecta negativamente la jugosidad.
8. Razas de aptitud
carnicera (Caras Negras Inglesas)
Hampshire Down
Habitad de origen:
Su cuna fue al sur del Río Támesis, hasta
el Canal de la Mancha, en Inglaterra. Zona suavemente ondulada,
con clima y suelo
relativamente secos pero con buena cobertura vegetal.
Evolución:
William Humphrey (1800-1868) considerado fundador de la
raza, ya que realizo cruzamientos entre ovejas oriundas de la
zona con carneros de tendencia a producir carne; (Southdown).
Mediante la selección
y el cruzamiento fueron dando crías con las que se pudo
fijar un tipo al que se las llamo Hampshire.
Difusión:
A la República Argentina, llegan las primeros
reproductores a fines del siglo XIX y fue Héctor Casares
el primer criador, difundiéndose en las provincias de
Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, La
Pampa, Corrientes y Neuquen.
Características zootécnicas:
Cabeza: característica por el color negro de su
cara, las orejas son largas, negras y algo inclinada hacia abajo
y adelante. No debe tener pelos blancos, la que posee cuernos se
considera impropia de la raza.
Cuerpo: pecho ancho, lomo recto y plano, el anca al
mismo nivel y bien cubierta. El costillar de buen arqueo, los
carneros suelen pesar 110 Kg. y las ovejas hasta 75
Kg.
Piel: ha de se ser blanca rosada y sin manchas. El
textil de estos animales casi no se usa en hilandería de
nuestro país, pero son dedicadas a la fabricación
de artículos de costos
bajos.
Productividad y usos: el cordero puede llegar a 35 Kg. a
los 90, días con un rendimiento aproximado del 60 % de res
en el gancho. Tiene carne firme y sabrosa con excelente cobertura
grasa, pudiendo sus cuartos pesar alrededor de 5 Kg. esta raza es
muy usada para obtener corderos tempranos.
Southdown
Habitad de origen:
Fue criada al sur de Inglaterra, en Sussex,
caracterizado por los "Downs" (Medanos o pequeñas
colinas), del sur (South).
Evolución:
Es una de las mas antiguas razas, fue utilizada para
mejorar todas las razas "Downs" (Caras Negras
Inglesas).
Difusión:
Además del Reino Unido fue llevada a Nueva
Zelandia, por condiciones climáticas donde tuvo muy buena
aceptación, también se la encuentra en Argentina y
Chile.
Características zootécnicas
Es el menos "cara negra" de los "Caras Negras Ingleses",
de reducido tamaño y gran fortaleza. Su cuerpo es
cilíndrico y musculoso, de cabeza pequeña con lana
hasta las orejas y en la frente. Cara cubierta con pelos cortos,
color gris tostado o gris "topo". Su vellón es denso y
áspero, su rendimiento es de 2 Kg. en hembras a 2,5 Kg. en
los machos.
Productividad y usos: animal precoz, de excelente
calidad de carne, aumenta fácilmente 30 Kg. en 90
días, los capones de 2 años superan los 60
Kg.
En Argentina, se los encuentra en la provincia de Buenos
Aires, zonas de Azul, Tandil y en zonas de excelente condiciones
climáticas y pastoriles.
Shropshire Down
Origen y caracteres generales: es el resultado de varias
razas (Ryeland, Southdown y Leicester). De aspecto parecido al
Hampshire Down, con la ventaja de alcanzar mejores pariciones y
de no producir fibras negras en su vellón.
Antiguamente Argentina poseía gran número,
pero fue absorbida por la Hampshire Down.
Oxford Down
Es la más corpulenta de todas las Caras Negras
Inglesas y se la considera muy recomendable para la
producción de capones pesados en razón del gran
tamaño que alcanzan las reses en los adultos.
Origen: resulta de la cruza de carneros Cottswold, con
ovejas Hampshire. Al principio los corderos eran de cara manchada
pero seleccionándolos se logro fijar el color
"marrón" oscuro en la cara y en los miembros.
Difusión: el éxito
logrado con los corderos resultantes, dio pie a que se ampliara
su campo de acción y que fuera tomado en
consideración para su reconocimiento como raza. Las
primeras majadas se encontraron en Inglaterra y
Escocia.
En América
del sur quedaron radicadas en las ricas provincias Argentinas;
Buenos Aires, Santa Fe y La Pampa.
Características zootécnicas
Ovino de escasa precocidad, los adultos son de gran
tamaño y de buena conformación.
Cabeza: grande, de color negro o castaño oscuro,
la cara y la zona de los ojos, esta cubierta por lana blanca.
Labios y ollares negros. Orejas grandes, bien redondeadas y de
color oscuro que les es característico.
Cuerpo: de buena conformación y fuerte tendencia
carnicera.
Vellón: es de color blanco cremoso, áspero
como todas las razas carniceras, con fibras negras o
"marrones".
Rusticidad: muy buena, grandes posibilidades hacia la
producción de carne en buenos campos de
pastoreo.
Productividad: apropiados para la comercialización en el rubro de capones
pesados y no como corderos. Su lana es apta para la
fabricación de telas fuertes y para la industria de
la colchonería.
9. El mercado de la
carne ovina en la provincia de Buenos Aires
Introducción:
La producción ovina ha sido una de las
actividades tradicionales en la Argentina, sin embargo, desde
hacia varias décadas se encuentra en franco retroceso. La
provincia de Buenos Aires es una de las zonas más aptas
para cría de ovinos de doble propósito, no obstante
encabeza el proceso de
reducción del stock nacional, a la vez que presenta los
mayores ajustes, cambiando su importancia relativa dentro del
sistema
agropecuario, pasando a conformar una producción que se
destina principalmente al consumo
interno de la exportación.
Existencias
A nivel mundial, las existencias ovinas alcanzan en
promedio para el periodo de 1885-90, alrededor de 1.158.698 miles
de cabezas. Los principales países productores son en
orden de importancia para el mismo periodo: Australia (157.718
mls/cab.), Comunidad de
Estados Independientes- ex URRS- (140.536), China
(102.524), Comunidad
Económica Europea CEE- 12 (94.768) y Nueva Zelanda
(58.334), quienes encuentran el 48% del stock ovino mundial. Muy
lejos de ellos se encuentra Argentina con 29.144 (miles cab.),
participando con el 2,5%.
El censo nacional agropecuario de 1888, registra
20.857.131 ovinos, en 65.519 explotaciones agropecuarias, a nivel
nacional, de las cuales la provincia de Buenos Aires cuenta con
4.527.303 cabezas distribuidas en 22.398 explotaciones, estas
cifras representan el 34% de las explotaciones del país y
el 22% de las existencias.
Las existencias superan las 100.000 cabezas, agrupadas
en tres grandes zonas, la cuenca del salado, centro y sudoeste de
la provincia de Buenos Aires, concentran el 56,8% de las
existencias provinciales en 6.762 explotaciones agropecuarias
(30%). En cuanto a la composición racial en la zona
sudoeste es Corriedale y en menor medida Merino, en tanto en la
cuenca del salado predomina Romney Marsh y Lincoln.
Faena
Observaremos que la faena ha decrecido en un 52%,
pasando de 176.142 Tn. Peso en playa en 1970 a 85.000 Tn. Peso en
playa en 1990 además se corrobora, la sensible
reducción del consumo per
capita, el que en la década del 70 se ubicaba alrededor de
4,03 Kg/Cab/año y en la década del 80 solo alcanza
los 2,7 Kg/Cab/año.
La faena total en el país es de 90.000 Tn. de las
cuales 60.000 Tn. se faenan y consumen en el establecimiento
agropecuario, en tanto que el resto (30.000 Tn.) a través
de frigoríficos habilitados a tal fin, la faena realizada
en frigoríficos, el 90% tiene como destino la
exportación, correspondiendo el 10% restante al consumo
interno.
Mercado Mundial
Los volúmenes transados en el mercado
internacional alcanzan en promedio para el periodo 1988/90 las
853.920 Tn/año, distinguiéndose tres áreas
compradoras: la Comunidad Económica Europea, norte de
África y Medio Oriente.
Los volúmenes exportados por Argentina en el
periodo 1988/91, alcanzan en promedio las 16.665 Tn.
correspondiendo a la Comunidad Económica Europea los
mayores volúmenes comercializados (54%). Para el
año 1990 nuestras exportaciones representan el 4,3% del
total importado por la Comunidad Económica Europea-12. su
principal abastecedor es Nueva Zelanda quien coloca en ese
mercado alrededor del 74,5%, como muy lejos se ubica Australia
con el 7,2% y Hungría con el 4,5%.
En cuanto a la características de
producción de carnes comunitaria se puede decir que
presenta una gran heterogeneidad, debido a razones tales como: la
diversidad de razas utilizadas, los diferentes medios de
producción y sistemas de
explotación, la edad y el peso del animal al momento del
sacrificio. En este sentido, se aprecia una diferencia entre la
producción del norte y del sur de la comunidad, basada en
el peso de la res. Para los primeros el peso se encuentra entre
20 y 28 Kg. mientras para los segundos es de 8 a 15
Kg.
En cuanto al precio de
nuestra carne en el mercado internacional, la misma se pago en
promedio en el periodo 1985-1990, 1.190 dólares la Tn.,
registrándose el mejor precio en 1986 con 1.262
dólares la Tn., siendo en 1990, el más bajo con
1.099 dólares la Tn.
Recomendaciones para los exportadores
Argentinos
Como corresponde a un país que cuenta con uno de
los mayores PIB per
cápita del mundo (1998: U$S 37.028), el consumidor suizo
queda definido por su alto poder
adquisitivo que lo hace muy exigente no sólo en materia de
calidad del producto sino también en cuanto a su diseño,
presentación, embalaje, etc. Cabe señalar que si
bien no es fácil el proceso de iniciar operaciones
comerciales en un mercado abierto como el suizo, acostumbrado a
la llegada de nuevos productos tanto nacionales como extranjeros,
una vez obtenido el ingreso el comprador/importador local es fiel
a su proveedor ofreciendo estabilidad y certeza acerca del futuro
en el negocio, naturalmente en la medida en que este
último cumpla con sus compromisos. Es sumamente importante
que el exportador respete dichos compromisos ya que, de lo
contrario, pone en serio riesgo su
presencia en el mercado, no sólo con su comprador habitual
sino que, al ser Suiza un mercado de reducidas dimensiones y
manteniendo la mayoría de los profesionales del sector
estrechos contactos entre sí, la información sobre la notoriedad de un
proveedor circula con rapidez.
Es recomendable que la correspondencia con el potencial
importador suizo se efectúe, preferentemente, en inglés.
Es importante ofrecer información acerca de la empresa
argentina exportadora, acompañándola de
catálogos y brochuras actualizados, redactados
preferentemente en idioma inglés,
que contengan amplio material gráfico informativo acerca
de las plantas
productoras e instalaciones destinadas a elaboración y
manipulación del producto. Se recomienda, asimismo,
facilitar información comercial acerca de su presencia en
el mercado interno e internacional, si la hubiera, controles de
calidad, referencias bancarias, etc.
Para que una oferta sea
tomada en consideración debe ser lo más completa,
clara y precisa, ofreciendo una información detallada y
suficientemente descriptiva del producto, con sus
especificaciones, calidades, cantidades, plazos de suministros,
precios CIF o FOB, ya sea en francos suizos o en dólares
USA y forma de pago.
Mercado Interno
Para analizar el mercado interno, la primer
consideración que debe plantearse es si existe un mercado
de carne ovina. La comercialización en el mercado de Liniers
de alguna manera indica que de existir es muy reducido, no
obstante, los matarifes y carniceros locales de la provincia
tienen durante algunos meses del año, (agosto / diciembre)
una participación muy activa en la comercialización
de corderos durante un corto periodo.
Una respuesta a esta situación en la provincia de
Buenos Aires, puede encontrarse en que la mayoría de las
exportaciones que tienen ovinos son majadas de consumo y no se
conciben como una unidad productiva dirigida al mercado,
determinando una oferta fuertemente atomizada y
estacional.
Es necesario destacar que de los ingresos
registrados en el mercado de Liniers, el 75% de las entradas
corresponden a la categoría de corderos,
corroborándose la alta estacionalidad de este producto, al
analizar la faena en forma mensual.
La modalidad de compra mas frecuente es en estancias
mediante la revisada de los animales por parte del comprador,
quien fija el precio, en función de
tamaño y estado.
Dada la baja representatividad del mercado de Liniers a
fin de ajustar con mayor precisión las cotizaciones se
consulta a consignatarios y casas de remates y ferias de la zona,
quienes proporcionan precios de remates especiales anuales para
todas las categorías, los que se comparan con los precios
registrados en el mercado de Liniers.
Demanda Interna
La demanda
interna, registra un bajo índice de consumo, el que se
aplica a través de varias razones, entre ellas se puede
mencionar la existencia de una oferta reducida y continua, el
escaso hábito de consumo urbano y la identificación
de esta carne con alto contenido en grasas.
Este bajo consumo interno de carne ovina que alcanza
solo el 2,25 Kg/Cab. En el último año, no ha sido
compensado por un incremento en las exportaciones, a tal punto
que no se cumple con las cuotas asignadas en el mercado
internacional, cubriendo solo el 50% de las mismas.
Si bien se detecta que en la mayoría de las
carnicerías y supermercados se ofrece carne ovina –
en especial cordero- si se analiza en el año 1991 con
respecto al año 1986, la participación de esta
carne con respecto a la composición del consumo carnico,
ocupa el último lugar con apenas el 0,8% en tanto la carne
vacuna ocupa el 52,3%, la aviar el 25,6%, chacinados 17,8% y la
porcina el 3,5%. No obstante, si se profundiza el análisis se observa que el consumo de carne
bovina ha cedido lugar al resto, aprendiéndose una
diversificación en el consumo.
También, aunque levemente el consumo de carne
ovina ha crecido, demostrando en cierta medida que contar con una
oferta con mayor continuidad y mejor calidad favorecería
el aumento de los volúmenes comercializados.
El tamaño promedio de los corderos ofrecidos
oscila alrededor de los 10 Kg. en general este producto es
comprado en los fines de semana para el tradicional asado.
Durante las fiestas de fin de año el consumo de corderos
aumenta notablemente, coincidiendo con el periodo de mayor
oferta.
Oferta agroindustrial: los
frigoríficos
El frigorífico es la primer agroindustrial del
país, que tuvo un importante papel en la
economía nacional, al provocar el incremento del comercio exterior
y la llegada al país de capitales extranjeros.
En nuestro país existen 11 frigoríficos
habilitados para la exportación, los que en el periodo
1985-1991, produjeron en promedio 8258.258 Tn. res con
hueso.
En la provincia de Buenos Aires se encuentran ubicados
tres frigoríficos de exportación, localizados uno
en el interior de la misma y dos en Gran Buenos Aires, quienes
concentran en el periodo 1985-1991, en promedio el 50% de la
faena ovina para exportación. En términos generales
se puede afirmar que una estrategia que
han llevado adelante estas empresas es la
diversificación, dado que dos de ellos se dedican
también a la faena del ganado bovino, mientras el tercero
lo hace con liebres, contando en todos los casos con la
respectiva habilitación para exportar esas
especies.
En cuanto a la procedencia de los ovinos pa2ra faena,
los animales pertenecen a un área geográfica
extensa que cubre la provincia de Buenos Aires, Entre
Ríos, sur del paralelo 42 y eventuales importaciones del
Uruguay.
Las compras se
realizan generalmente en "estancias" cuando su destino es la
exportación, debido a las imposiciones sanitarias
requeridas por los países importadores. Otras modalidades
de compra es a trabes de representantes en zonas, consignatarios
y remates ferias. Los plazos de pago generalmente oscilan entre
los 20, 30 y 45 días.
Tradicionalmente el principal destino de la
producción de estos frigoríficos ha sido el mercado
interno, siendo sus principales compradores de carne la Comunidad
Economía Europea y Medio Oriente y en el caso de
menudencias, Perú y el caribe. No obstante existe una
reorientación hacia el mercado interno, debido a la
estructura de precios relativos y la perdida de competitividad
internacional.
En cuanto al mercado interno, estos frigoríficos
abastecen los grandes centros de consumo, tales como Capital
Federal, Gran Buenos Aires, Mar del Plata y la Costa
Atlántica. La producción se comercializa en
hipermercados, supermercados y carnicerías.
Corderos en feedlot
Introducción:
Lo que hace un feedlot es alimentar a los animales con
todos los nutrientes necesarios bajo confinamiento. El
área disponible para los animales es muy chica así
sus movimientos son restringidos y minimizan la perdida de
energía.
El feedlot de corderos es a menudo una actividad
circunstancial y con valor
agregado, tiene el objetivo de
llevar a los corderos sin terminar hasta las exigencias del
mercado cuando hay alimentos de baja
calidad en el campo. Algunos que utilizan este sistema tienen
sus corderos bajo galpón, para dar protección de
los inviernos fríos y lluviosos.
Implicancias
En situaciones de feedlot, el forraje procesado puede
ser utilizado para producir efectivamente corderos con carcasas
magras y grandes.
El tamaño de las partículas forrajeras y
el contenido de humedad afecta mucho la ingesta de materia seca y
la performance de los animales, aun cuando el forraje es una
especie con madurez similar. Los días de alimentación y los
porcentajes de rinde son criterios económicamente
importantes que difieren deb8ido a la forma del forraje aun
cuando las eficiencias alimenticias son similares. Sin embargo,
el marketing de
los corderos puede ser promocionado durante un largo periodo de
tiempo
mediante la alteración de la forma de alimento forrajero
en una situación de feedlot sobre la base de una dieta con
forrajes.
Argentina, solo contribuye con el 1% de la oferta
mundial de carne ovina, con alrededor de 16.600 Tn. promedio en
el periodo 1988-1991.
Aún cuando nuestro principal comprador en el
mercado internacional (CEE), asigna una cuota de carne congelada
de 23.000 Tn. que nunca fue alcanzada. Por otra parte, en el
mercado interno tampoco se registra un alto índice de
consumo.
En cuanto a factores que inciden sobre el mercado
interno, se deben considerar entre otros, la ausencia de investigación en la generación de
nuevos productos, la falta de presencia y continuidad de la
oferta, la pérdida de hábito en la búsqueda
y preparación de esta carne y la carencia de
tipificación que afecta la transparencia del
mercado.
Es indudable que revertir la crisis de esta actividad
exige un cambio tanto a
nivel de la producción como de la industria
frigorífica.
El mismo puede experimentarse a través de
incrementos en la producción que permitan una mayor
oferta, a la vez que contemple un cambio en la
calidad de las reses, mediante la selección entre las
razas existentes, o bien, por cruzamientos con razas
especializadas en la producción de carne.
Por ultimo no debe olvidarse que en el proceso de
integración, participa un importante
productor –Uruguay- y un
potencial consumidor, por lo que es necesario discutir cual es el
rol que le cabe a nuestro país en el MERCOSUR, a fin
de debatir una política para esta
actividad.
Solo la acción conjunta del sector productivo y
el Estado
pueden iniciar los cambios necesarios para revertir la
crisis.
H. Sabato, "Capitalismo y
ganadería en Buenos Aires: La fiebre del lanar 1850-1890".
Ed. Sudamericana
O. Dellavedova "El mercado de la carne ovina en la provincia de
Buenos Aires". Forrajes y granos journal.
Asociación Argentina Criadores de Merino, Diciembre
de1999, Nº 23.
C. A. Calvo. 1978. "Ovinos".
Panorama Ganadero, diciembre de 1999, Nº 7.
Producción ovina, Cátedra de la Facultad de
Agronomía. U. B. A., Clases teóricas año
1983.
F. Garay, "Carne ovina y
caprina".www.monografías.com
Autor:
Juan Ignacio Carissimo
19 años
6to año, Escuela de
Educación
Agropecuaria N º 1, Duggan.
San Antonio de Areco- Provincia de Buenos Aires