Indice
1.
Introducción
2. Las invariantes de la arquitectura
del movimiento renovador europeo de
entreguerras
3. La adquisición Americana de
estos lenguajes
4. Azucarera En Tucumán, Raul
Prebisch 1927
5. Bibliografía
Consultada
1. Introducción
Las cuestiones de la modernidad y la
identidad han
sido problemas
presentes en la arquitectura
Iberoamericana del S XX.
El surgimiento del movimiento
racionalista en América
latina puede explicarse con el proceso de
modernidad,
considerada ésta como sinónimo de progreso, y
concebida como un salto histórico, un sueño y un
imperativo compartido por todos: si se presentía que el
progreso traería cambios irreversibles, en una postura
ingenua se pensó que éste, al abolir lo que se ha
ido eliminaría la pobreza, la
ignorancia y la enfermedad trayendo consigo un mayor conocimiento
del mundo y un mayor poder sobre la
realidad. Algunos arquitectos se dieron cuenta del riesgo y
propusieron la alternativa de una arquitectura
nacional y regional que explotara la temática y los
recursos
relacionados con la localidad, de esta manera redescubrieron su
contexto, tomaron conciencia de su
manera de ser y de las características que los hacen diferentes
hasta llegar a hablar de "Escuelas" como la mexicana o la
brasileña.
El ingeniero Dieste declaró en una entrevista
realizada por Damián Bayón: "A mí me parece
que una ciudad o una región, en el fondo expresan
plásticamente lo que esa región o esa comunidad es; …
cuando una abertura da sobre un paisaje que no tiene
ningún interés,… entonces hay que pensar en
función
del clima, en
función de una imaginación compleja… Imaginarlo
todo con complejidad y riqueza y proceder en consecuencia, eso es
lo que nos va a llevar a una arquitectura que va a tener su
acento original, porque la sociedad nuestra
es bastante original, es original porque la naturaleza es
distinta, porque el clima
aparentemente es igual, pero no lo es, en el fondo hay una cierta
cosa en América
que de alguna manera nos marca, y expresa
esa relación entre el hombre y la
naturaleza."
2. Las invariantes de la
arquitectura del movimiento
renovador europeo de entreguerras
La génesis vanguardista del Movimiento Moderno,
como se le llamará, mantuvo ciertas características comunes por encima de las
diversas interpretaciones que los movimientos hicieron acerca de
esa renovación.
Marina Waisma señala que":.. Si aceptamos como
hipótesis de trabajo que los movimientos
arquitectónicos producidos inmediatamente después
de la primera guerra… han
sido movimientos de vanguardia,
nuestra definición podría formularse en los
siguientes términos: se trata de movimientos que niegan el
pasado y pretenden construir ex novo una arquitectura
inédita, para una sociedad nueva ,
sobre las bases de un lenguaje
inventado no heredado, con el empleo de
técnicas y materiales
propios de los mayores avances de la industria
moderna (quizás algunos momentos primeros del Expresionismo,
movimiento de individualismo extremo, puedan escapar a esta
definición).
Ruptura con el pasado, pues, al igual que las otras
artes; entusiasmo por la modernidad, que en el Futurismo y en el
Constructivismo
ruso llegan a la modernolatría; universalismo y
cosmopolitismo, creencia en la validez universal de sus
propuestas o en la validez de hacer propuestas universales;
actitudes
polémicas, sobre todo en el Fururismo;
desacralización de valores
existentes (exaltación del artesano o de la imagen del
ingeniero a costa de la imagen
tradicional del arquitecto – artista)"
La creación de ese lenguaje dio
lugar a ejemplos, no siempre construidos, paradigmáticos
de las aspiraciones de este movimiento.
Mies Pabellón Alemán En
Barcelona 1929
(Reconstrucción Actual)
Estudio Neoplasticista Para Una
Casa
Melnikov : Pabellón
Soviético En París 1925
Si bien las formas variaban el espíritu de
renovación era el mismo, con una fuerte inclinación
hacia la transformación no solo de la arquitectura sino,
también, y sobre todo, de la vida del hombre.
Esta pretensión, era propia de la idea de
Progreso elemento motor de la
ideología Iluminista subyacente y que
proporcionaba el marco conceptual general a la cultura
occidental .
"Ya en el siglo XIX, toda búsqueda de modelos
culturales en la historia se abandonó,
y se estableció una oposición total entre
tradición y presente. Esta Modernidad es la que se ha
extendido a lo largo de nuestro propio siglo, y tiene
caracteres que la distinguen claramente de las
anteriores, Ante todo la ideología del progreso estaba
ahora centrada en el avance de la ciencia
(aplicada) y ya no el
conocimiento en sí, relacionada así con la
técnica y la producción de bienes y sin
conexión con el progreso moral. … La
ideología de la modernidad, a su vez, ha dado lugar al
surgimiento de un sistema
autónomo, la modernización. La modernización
es el proceso
técnico-económico-social que, producido a partir de
las premisas de la Modernidad, se ha separado de esas bases
conceptuales, ya desacreditadas, adquiriendo una especie de
‘rutina’ (el progreso como rutina) que le hace
continuar con sus propias leyes en un
proceso/progreso indefinido."
3. La adquisición
Americana de estos lenguajes
El desarrollo de
los estados nacionales en lIberoamérica – que, posterior a
la fase independentista se puede situar entre 1850 y 1930-
implica correlativamente el afianzamiento de ciertas propuestas
arquitectónicas decididamente ajenas e
internacionales.
Se le dio "carta de
ciudadanía" a la arquitectura internacional – la europea
específicamente- como la representativa del estado o de
las clases altas, la cual fue simplemente "europea" pero
realizada en América. Muchas veces diseñada
directamente en Europa por
profesionales que nunca habían estado en
América.
Teatro Colón de Buenos Aires,
Vitorio Meano
Villa De Pedro II En
Petrópolis
Pero también los arquitectos americanos adoptaron
los sucesivos lenguajes modernos pues, debemos señalar,
que la Modernidad no es un concepto absoluto
sino relativo en tanto que cada momento histórico tuvo su
propia modernidad.
4. Azucarera En
Tucumán, Raul Prebisch 1927
A partir de los años 30, en las ciudades
Iberoamericanas se imponen las premisas de las arquitecturas
racionalistas. El proceso de internacionalización de las
propuestas de Gropius, Mayer y la bauhaus, stam, Oud, Mies, Le
Corbusier y otros, define en nuestras ciudades, el
fortalecimiento de importantes ejecutores de tal arquitectura,
demostrando con numerosas obras el grado de aporbación que
contó este lenguaje con una producción continua y extendida, para darle
a la ciudad Iberoamericana un aspecto moderno tal como se
concebía en esos años.
Edificio Kavanagh, Sánchez, Lagos
Y De La Torre, Buenos Aires
1933
La obra seleccionada como ejemplo significa una
apropiación del lenguaje de Le Corbusier y, al mismo
tiempo una
adecuación a ciertas circunstancias locales así
como la asunción de valores
propios tradicionales, reinterpretados en clave
moderna.
Le Corbusier proponía una arquitectura que fuera
"el juego
inteligente, correcto y magnífico de los volúmenes
asociados bajo la luz". Esta
definición resulta profundamente clásica en tanto
que concibe la arquitectura como una composición
"correcta" de volúmenes. Estos volúmenes eran los
sólidos elementales de la geometría
euclidiana, cubo, cilindro, pirámide, esfera, que no solo
consideraba bellos intrínsecamente sino los más
bellos.
A esa definición esencial agregaba algunos
medios como el
pilote para separar el volumen puro del
suelo lo cual,
además, significaba la victoria de la técnica sobre
la gravedad, o sea sobre la naturaleza.
Ville Savoye, 1929
Al mismo tiempo
desarrollaba una idea de ciudad, eficaz, funcional, geometrizada,
de volúmenes implantados en el verde signos de higiene, equidad
social y pureza de valores.
Estudio Para Ciudad
Estudio Sobre Los Pilotes
Plan Vosin Para París,
1922
Le Corbusier fue un gran propagandista de las ideas del
Movimiento Renovador y, caso excepcional, se relacionó
fluidamente con los arquitectos de Iberoamérica visitando
Argentina y
Uruguay en
1929 y Brasil en 1931 y
1937. Producto de
esas visitas fue su enorme influencia por estas latitudes pues,
además, reconciliaba la formación clásica de
los arquitectos locales con la renovación
moderna.
Incluso aventuró algunas intervenciones
urbanísticas para las ciudades de la costa
atlántica no siempre de gran rigurosidad.
Estudio Para Río De
Janeiro
Es con esas influencias y dentro de una coyuntura
histórica específica del Brasil – el
intento desarrollista nacionalista de Getulio Vargas- que un
importante equipo de arquitectos brasileños diseñan
el Ministerio de Educación y Salud para Río de
Janeiro.
"Desde 1930 el crecimiento demográfico era
considerable ( se pasó de unos 33 millones de habitantes a
aproximadamente 46 millones en 1945). El varguismo asistió
al despertar de la expansión urbana, al arranque
industrial y al éxodo de millares de campesinos
atraídos por el espejismo de mejores condiciones de vida.
… La creación de puestos de trabajo en los sectores
secundario y terciario contribuyó a la formación de
una expansiva clase media y de un todavía incipiente
proletariado. … Los primeros esfuerzos sistemáticos para
implantar un modelo
económico basado en el desarrollo
industrial habrían de esperar a la década del 50.
Pero el sector creció palpablemente a partir de 1940. …
La siderurgia fue uno de los objetivos del
programa
nacionalista. Ya en 1931 Getulio Vargas había declarado
que 'la era del acero marcaba el
período de la opulencia económica de Brasil'. …
El Estado se
colocaba por encima del cuerpo social y desde arriba planificaba,
regulaba, distribuía y velaba por el bienestar de los
ciudadanos."
Un Estado así concebido como el motor del
desarrollo, lanzando al Brasil hacia la modernidad, necesitaba
sus signos construidos que materializaran tales pretensiones. El
Ministerio de Educación y Salud sería uno de ellos,
y es importante recalcar que el edificio corresponde a unas
nuevas funciones
asistenciales de ese estado que pretendía atender al
bienestar de la población
El equipo de diseñadores estuvo integrado por
Oscar Niemeyer, Lucio Costa, Alfonso Reidy , Roberto Burle
Marx, este
último como paisajista, colaborando Le Corbusier como
asesor.
Ministerio de educación y salud.
Fachada norte
Explica Lucio Costa: "Esta fase experimental
debía conducir, de modo imprevisto, a la construcción de carácter
simbólico, en que la doctrina y las soluciones
preconizadas por Le Corbusier pudieron expresarse por primera vez
en su verdadero sentido monumental y en que la nueva arquitectura
brasileña adquirió, simultáneamente, el
derecho de ciudadania."
La obra se formaliza con dos volúmenes, uno
desarrollado en horizontal y otro en vertical. Se adopta el lenguaje
formal de la arquitectura renovadora de claro corte
lecorbusieriano, especialmente en el volumen vertical:
un prisma rectangular, separado del suelo por medio
de pilotes, con las caras mayores vidriadas y una
cafetería en el techo. Punto por punto se cumplen, en un
edificio de importante porte, las ideas del programa
arquitectónico de Le Corbusier.
Ministerio de educación y salud.
Fachada sur y jardines
El volumen horizontal cruza por debajo del vertical y en
su lenguaje recoge también los elementos del lenguaje
antes mencionado.
Pero de modo muy singular estos elementos de la
modernidad internacional son objetos de apropiación para
darle un carácter local a una obra que procura expresar la
modernidad, pero una modernidad que es ante todo
brasilera.
Sobre la fachada norte, expuesta al riguroso sol
tropical se disponen parasoles de hormigón evocadores de
los "muxarabis" de madera tallada
en la edificiación tradicional del Brasil.
Detalle De Los Parasoles
Ouro Preto Con Sus Bien Conservados
Edificios Coloniales
Pero el intento de darle localización
específica a lo moderno no queda solo en eso. El espacio
del norte ocupado por el jardín principal, relee el
sentido de las plazas coloniales con pórticos, que en este
caso resultan ser los pilares de hormigón. De modo que un
recurso técnico moderno sirve para recrear un espacio
tradicional de reunión como es la plaza.
Por otro lado el jardín será una de las
primeras muestras de los que se llamaría "escuela
paisajística brasileña". Decía Burle
Marx: "Al
proyectar un jardín o un área verde tenemos que
comprender lo que existe, lo que no ha sido elaborado por
el hombre y
crear algo que tenga relación con ello. Lo mismo ocurre
con la arquitectura: uno no puede hacer una arquitectura que sea
buena para Noruega y que sea buena para Brasil."
El jardín diseñado para el Ministerio
utiliza plantas
autóctonas del Brasil, buscando generar una
combinación de formas, colores, texturas
e incluso la fauna de aves que se
asocian a las distintas plantas.
Como plaza enjardinada, pilotes, vegetación,
caminería se propone ofrecer a la ciudad un espacio de uso
cotidiano caracterizado como propio y apropiable por el
habitante.
De este modo arquitectura y paisaje se funden en una
unidad que se plantea como moderna y como local sin que haya en
ello forzamiento o contradicción.
5. Bibliografía
Consultada
Siglo xx. Historia
universal. Vol.23
La Arquitectura Moderna Desde 1900. William Curtis
Historia
Crítica De La Arquitectura Moderna . Kenneth Frampton
Le corbuiser. Norbert huse
Un proyecto de
modernidad. Marina Waisman
Modernidad El Ocaso De Las Vanguardias. Marina Waisman
Le corbusier. Vittorio Franchetti Pardo
Panorámica de la arquitectura latinoamericana.
Damián Bayón y Paolo Gasparini
Nueva Arquitectura En America Latina: Presente Y Futuro. Antonio
Toca
La Arquitectura Del Brasil. Folleto de una exposición. Prólogo de Lucio
Costa
Autor:
Roberto