Indice
1-
2- Reseña
histórica
3- Importancia
de la Soja en Argentina
4- Cultivo.
Distintas etapas del mismo
5- Zonas de
Cultivo
6- Avances
Tecnológicos
7- La
biotecnología
8- Soja
Transgénica
9- Siembra
10- Cosecha
11- Plagas
12- Producción Mundial de
Soja
13- Exportación Mundial de
Soja
14- Mercado
Nacional
15- Mercado
Internacional
16- Artículo de Actualidad
(Clarín)
17- Artículo de Actualidad
(Nuestro AgrOn Line)
18- Isoflavonas
19- Cultivos en las Provincias de
Córdoba, Buenos Aires y Santa
Fé
20- Alimentos a base de
Soja
21- Alimentación y
Nutrición Humana
22- Conclusiones
2- Origen y
difusión en el mundo
La soja es nativa
del norte y centro de China,
aproximadamente en el siglo XI AC.
En América
fue introducida por Estados Unidos en
1765, sin embargo su gran expansión se inicio en 1840.En
Brasil fue
introducida en 1882, pero su difusión se produjo a
principios del
siglo XX.
Se siembra entre los meses de Noviembre, Diciembre y
Enero. De ella se obtienen aceites y harinas panificables que son
empleadas en productos
alimenticios dietéticos. Es dicotiledónea y posee
hojas alternas.
En la Argentina las
primeras plantaciones de soja se hicieron
en 1862, pero no encontraron eco en el campo argentino. En 1909
se comenzó a ensayar en distintas escuelas
agrícolas argentinas el cultivo de la soja, pero
recién para 1965 se intensificaron los trabajos de
investigación sobre el tema. Si bien los
resultados de los ensayos
realizados fueron buenos, el cultivo no logro obtener
difusión entre los productores.
En la década del 70 se incremento el cultivo
hasta alcanzar en la actualidad un papel
fundamental en la economía
argentina ocupando el cuarto lugar en el mundo como productor
de grano, el primer lugar como exportador de aceite de soja y el
segundo en harina de soja. Como consecuencia, la soja es el
producto de
exportación de mayor incidencia en el PB
agropecuario del país y el mayor generador de
divisas.
3- La importancia de la soja en el complejo
oleaginoso
La importancia de la soja deriva fundamentalmente de su
estrecha relación con el tema de los alimentos. A este
gran capítulo de la actividad productiva accede a
través de su aceite y de su harina. Hoy representa un alto
porcentaje entre las ocho materias primas más importantes
del mundo.
¨Una hectárea de soja puede producir
suficiente proteína para alimentar a una persona por 5.500
días, mientras que la carne producida en la misma
área lo hace por no más de 300 a 600
días¨.
La harina de soja es de aplicación directa al
consumo humano
como integrante de otros productos
alimenticios o como materia prima
para la obtención de proteínas
concentradas o aisladas. El consumo de
aceite se relaciona directamente con la dieta humana, en la que
las grasas son un componente esencial por su valor
energético-dinámico; el de harinas con la
formulación de alimentos
balanceados para la producción de carnes rojas y blancas, que
sigue siendo la aplicación dominante y finalmente, el de
la utilización de la harina o de las proteínas
de soja en la alimentación humana
con el enriquecimiento de otros alimentos.
Mientras los granos predominantemente oleaginosos
dependen casi exclusivamente de la evolución del precio de los
aceites, la soja mantiene una mayor independencia
frente a esas oscilaciones como consecuencia de la importante
proporción de harina de alto contenido proteínico
que se obtiene de su industrialización. Pero no puede
negarse que, por la sustituibilidad que caracteriza a las grasas
vegetales, la evolución de cualquier materia prima
oleaginosa tiene su influencia en el complejo soja. En lo que
hace a la harina, la alta calidad que se
obtiene de esta especie hace algo difícil su
sustitución, aunque la competencia es
también severa como consecuencia de la creciente
sofisticación de la industria de
alimentos balanceados.
3-
Importancia de la soja en argentina
A partir de los últimos años de la
década del `70, la producción de soja ha venido creciendo
constantemente en nuestro país. Este importante aumento de
producción se ha logrado no solo con incrementos de
superficie sembrada, sino también con rendimientos
unitarios que se escriben entre los más altos del mundo.
Esa producción agrícola ha impulsado el desarrollo de
una estructura
industrial para la elaboración de aceites y harinas que ha
ganado rápidamente participación en el mercado
internacional de estos productos, localizada en las áreas
de producción y equipadas con las más modernas
tecnologías a nivel mundial.
El cultivo de la soja en la economía
argentina
Poco conocida a principios de los
70, la soja es hoy la oleaginosa mas difundida del país y,
con sus derivados, el principal producto de
exportación argentino.
Argentina figura como el principal exportador de aceite
de soja y como segundo proveedor de los subproductos proteicos
del cultivo.
Todo esto se debe al esfuerzo conjunto de entidades
publicas y privadas, fortalecidas en su accionar por el apoyo de
la industria
aceitera y los sectores comerciales
El gobierno nacional
fue participe de este proceso, ya
que el 90 % de la producción de la soja esta destinada a
la exportación, fue fundamental la decisión del
gobierno de
desregular la actividad portuaria, eliminar retenciones y llevar
a cabo el dragado del Rió Paraná, la principal
vía de salida de los productos.
Argentina tiene una larga trayectoria en la
producción de oleaginosos, iniciada con los cultivos de
maní y lino. En 1970, en la Argentina, la
industrialización de la soja no-tenia mayor importancia,
las fabricas de aceite trabajaban al 50 % de su capacidad
productiva y no aumentaba la producción de soja por falta
de porotos de soja.
En 1968 el total de semillas oleaginosas que se
elaboraba, correspondía un 76 % a girasol, 14 % a
maní, 9 % a algodón y 1 % a soja.
El auge exportador del complejo soja tubo comienzo a
mediados de los años 70. La expansión productiva se
vio acompañada por la modernización de la molienda
y fue estimulado por la demanda
mundial de soja.
A fines de la década del 70, hubo un aumento en
la superficie sembrada y la producción, comenzó un
proceso de
expansión agroindustrial. El sector aceitero aumenta 39
veces el volumen de
exportaciones,
entre los periodos 70/71- 95/96, mientras que la
exportación de harina de soja aumenta 45 veces en el mismo
lapso.
Con respecto al mercado mundial,
la participación de la Argentina en el mercado de aceite
de soja paso de 1.75 % en el año 1979, a 31 % en 1989,
ocupando de esa manera el primer lugar en el orden mundial,
siguiéndolo en segundo termino EE.UU.
De manera similar, la harina de soja pasa de 2.5 % en
1979, a 22 % en 1989, pasando a ocupar de esa manera el segundo
lugar en el ámbito internacional de este
subproducto.
INCORPORACIÓN DE TECNOLOGÍA:
Como parte del impacto de la soja en los sistemas de
producción, cabe resaltar su efecto "catalizador
en la incorporación de tecnología".
Si bien muchos aspectos del cultivo se realizaron de acuerdo a
conceptos y prácticas tradicionales ( preparación
de tierra,
siembra, laboreo postsiembra, cosecha, etc ) otros,
particularmente los referidos al uso de agroquímicos,
manejo varietal, calidad de
semilla y control de
plagas, requirieron un esfuerzo de aprendizaje por
parte de productores y técnicos. Este aprendizaje debe
valorarse como sumamente positivo, ya que significó una
capacitación en técnicas
de avanzada, de poca difusión anterior, que fueron
transferidas luego a otros cultivos.
El desarrollo de
las plantas de soja
en un cultivo tiene como objetivo
principal el rendimiento en grano. Desde el inicio de este
proceso se plantean para el cultivo requerimientos ambientales (
agua, luz, nutrientes,
temperatura,
etc ) y adversidades que pueden afectarlo ( heladas, granizo,
plagas, malezas, enfermedades, etc
).
El manejo del cultivo, tendiente a un buen rendimiento,
necesita de un conocimiento
detallado del proceso de desarrollo de sus distintas
etapas.
(1)_ Etapa embrionaria:
Esta etapa se extiende desde el comienzo de la
germinación hasta que la pequeña planta, ya
emergida, ha desarrollado su primer par de hojas y se independiza
de reservas acumuladas en los cotiledones ( planta
autótrofa ).
Necesidad de humedad y temperatura:
La semilla de soja es particularmente exigente en
humedad para germinar. La generalidad de las especies de cultivo
extensivo germinan con tensiones de humedad de suelo de hasta
12,5 bares ( cercano a un contenido de humedad del 10% en
suelos
Franco-limosos a Franco-arcillosos ); la semilla de soja es
incapaz de hacerlo con tensiones mayores de 6,6 bares, lo cual
equivale a permitir una imbibición cercana al 50% de
humedad en la semilla, igualmente frente a suelos casi
saturados de humedad. La raíz de la soja detiene el
crecimiento con valores
superiores a -0,3 bares ( cercano a suelos en capacidad de campo
con un contenido de humedad próximo al 30% ), los
microorganismos patógenos se desarrollan sobre la semilla,
mientras que en la raíz crece rápidamente
próximo a la saturación.
Desarrollo y emergencia de la
Plántula:
Producida la imbibición, las semillas
originalmente casi esféricas se tornan arriñonadas
inclusive las muertas. La radícula es lo primero que
emerge desgarrando el tegumento. Al segundo o tercer día
puede extenderse unos, dos a tres centímetros hacia abajo
y poco después emite las primeras ramificaciones. Con
estos apoyos de anclaje, el alargamiento del hipocótilo
proyecta a los cotiledones hacia la superficie arrastrados por el
gancho hipocotilar. La oscuridad y la resistencia del
suelo
determinan la formación del gancho, el que se endereza
recién luego de la emergencia. Este mecanismo presente en
las semillas con vigor, representa las ventajas de una menor
resistencia al
arrastre de los cotiledones por su unión, los que protegen
a su vez el epicótilo. La luz provoca el
enderezamiento del gancho hipocotilar, promueve la síntesis
de clorofila en los tejidos expuestos
al sol, incluso los cotiledones, que se vuelven verdes y quedan
horizontales a cada lado del eje comenzando la expansión
de las dos hojas unifoliadas y la primera trifoliar. Si bien los
cotiledones forman clorofila, su contribución
fotosintética es baja, siendo muy importante lo que sigue
aportando desde sus reservas a los jóvenes tejidos de la
plántula. Los daños de los cotiledones en esta
época ( primera semana después de la emergencia ),
retrasan considerablemente el crecimiento inicial y total de la
planta. Luego los cotiledones caen. El tiempo requerido
para el establecimiento de la plántula variará
substancialmente en relación a la temperatura ambiente.
Aspectos críticos de la etapa
embrionaria:
- Semilla de alto vigor: podrá
desarrollar una plántula aún cuando las
condiciones mencionadas de temperatura y humedad no sean
óptimas. También tendrá un mejor comportamiento ante una excesiva profundidad de
siembra o encostramiento. - Humedad, temperatura y aireación del
suelo: Estos factores están definidos por la
preparación de la cama de siembra, la fecha de siembra y
las condiciones climáticas. - La profundidad de siembra: influirá
también sobre la disponibilidad de humedad, temperaturas
y resistencias
que encuentre la plántula para la
emergencia. - Encostramientos: una compactación
superficial dificulta la emergencia de los cotiledones, tanto
más cuando menor sea el vigor de la semilla. Las
plantas
presentan en este caso el hipocótilo
engrosado. - Daño en los cotiledones: por plagas o
laboreos mecánicos, deben ser evitados ya que los
cotiledones son la principal fuente de energía para la
pequeña planta, incluso durante la primera semana
posterior a la emergencia.
(2)_Etapa vegetativa:
Desde que las plantas se autoabastecen con la
expansión de la primera hoja trifoliada, y hasta la
floración se desarrolla la etapa vegetativa en la que se
construye la fábrica fotosintética que luego
servirá para formar y alimentar las vainas y los granos.
La magnitud del crecimiento vegetativo resulta fundamental para
la producción de granos.
Una planta bien desarrollada
poseerá:
- Superficie foliar suficiente para lograr la mayor
intercepción de luz solar. - Nudos suficientes como para alojar un elevado
número de vainas. - Un sistema
radicular bien desarrollado que le permita absorber nutrientes
y agua para
abastecer un alto rendimiento en grano.
Cuando las condiciones ambientales son favorables,
rápidamente se expanden las hojas y cada dos días
se forma un nuevo nudo con su correspondiente primordio foliar y
yema axilar. Aproximadamente a los 35 días de la siembra
posee cinco hojas trifoliadas expandidas y alrededor de 19 nudos
en el tallo principal. Las ramificaciones de las raíces
comienzan a ocupar los 15 cm. superiores del suelo y allí
estarán concentradas la mayor parte de ellas durante todo
el ciclo. El período de crecimiento vegetativo
dependerá del cultivar y del fotoperíodo reinante.
Condiciones ambientales favorables de temperatura, disponibilidad
de agua y fertilidad del suelo contribuyen a una mayor tasa de
crecimiento.
No obstante, cuando el cultivo alcanza valores de
índice de área foliar ( superficie foliar /
superficie del suelo ) entre cinco a ocho, este valor y
también el rendimiento en granos se estabiliza sin sufrir
nuevos incrementos. Esto es debido a que las hojas superiores
sombrean a las inferiores en una magnitud tal, que el proceso
fotosintético de estas hojas es insuficiente para
compensar la respiración de mantenimiento;
por lo cual se desencadenan los procesos de
envejecimientos que conducen al amarillamiento y finalmente
caída de la hoja. Igualmente, frutos no desarrollados, e
insuficientemente abastecidos manifiestan decaimiento y abortan.
Un crecimiento excesivo predispone también al vuelco de
las plantas. El vuelco es una barrera para el rendimiento ya que
desorganiza completamente la ubicación de las hojas en el
cultivo. La proporción de luz interceptada es menor y
además disminuye la eficiencia
fotosintética de cada hoja, consecuentemente la del
cultivo. La compactación de la masa vegetal predispone a
las enfermedades. Las
pérdidas de chauchas por la imposibilidad de ser
levantadas por las cosechadoras, suelen alcanzar magnitudes
importantes.
(3)_Etapa reproductiva:
Inducción Floral:
Al aparecer las primeras flores el cultivo comienza la
etapa reproductiva. Para que esto pueda ocurrir debe haberse
producido previamente el proceso de inducción floral, estímulo
fisiológico que induce a la planta a producir
órganos reproductivos. El factor más importante de
inducción es el fotoperíodo, o sea
la duración del día o cantidad de horas de luz en
un período de 24 horas. La inducción se produce
cuando el fotoperíodo es menor a un valor dado, variable
según el material genético. La inducción
floral se produce entonces cuando los días o el
fotoperíodo son menores que el límite superior del
cultivar.
Una planta de soja recién establecida cuenta con
suficiente superficie foliar para captar el estímulo
fotoperiódico. Si los días son suficientemente
cortos para el cultivar, comienza el período de la
inducción floral que requiere un mínimo de
alrededor de tres días para que se complete. Cuando
más cortos son los fotoperíodos respecto del
límite superior del cultivar, más rápido es
el desarrollo de los órganos reproductivos, es decir la
formación de los pimpollos y las sucesivas
transformaciones hasta el fruto maduro.
Con condiciones fotoperiódicas más largas
que el límite superior para la inducción floral, la
planta crece vegetativamente formando nuevos nudos con hojas y
nuevos brotes, crece en tamaño. En latitudes altas,
superiores a 40º las temperaturas relativamente bajas de la
primavera contribuyen a una baja tasa de desarrollo reproductivo,
de modo que aún cuando se encuentran tempranamente
inducidos por los días cortos, la floración se ve
demorada.
Senescencia del Cultivo:
Es la última etapa que se extiende desde la
madurez fisiológica del grano hasta la madurez comercial o
punto de cosecha.
En ella se produce el amarillamiento y caída de
las hojas mientras paralelamente el grano pierde humedad hasta
alcanzar la humedad de cosecha.
Consumo de agua:
El consumo de agua de la soja depende como en la
generalidad de los vegetales, del área foliar y su
arquitectura,
de la disponibilidad de agua a nivel de las zonas absorventes de
las raíces y de la demanda
evaporativa de la atmósfera. Por esta
causa los valores
del consumo difieren considerablemente de situación en
situación. El agua sale
por los estomas de las hojas luego de evaporarse en su interior.
La succión se transmite a través de los conductos
de la planta hasta la raíz. Se ha logrado determinar que
el paso más lento del trayecto del agua, desde el suelo
hasta los estomas en las hojas, se encuentra en la corteza de la
raíz.
Éste "cuello de botella " en el transporte del
agua determina que aún en suelos con alto contenido de
humedad, se observan hojas marchitas en días
cálidos y secos, que durante la noche, cuando disminuye la
demanda atmosférica se recupera. No es posible evitar la
transpiración ya que a través de los orificios de
los estomas, la planta absorve el anhídrido
carbónico para realizar la fotosíntesis.
Sequía y fotosíntesis:
Uno de los procesos
fisiológicos mas tempranamente afectados por un potencial
agua negativo es el crecimiento celular, que requiere turgencia
para su expansión. Es por ello, el lento y pobre
crecimiento de los órganos cuando se enfrentan a un
periodo de sequía. La perdida de turgencia foliar se
origina por la perdida de turgencia de sus células,
incluyendo las estomáticas y con ello, se produce el
cierre de sus poros. Este es un mecanismo de regulación
que posee la planta para evitar la perdida de agua; el cual sin
embargo, trae aparejado paralelamente la disminución de la
entrada del anhídrido carbónico para la fotosíntesis. Recuperada la turgencia y la
apertura estomática, la actividad fotosintética
normal se alcanza recién al día
siguiente.
Sequia y estado
fenologico:
La cantidad de agua consumida y la susceptibilidad a un
período de sequía dependen del estado
fenológico o momento del proceso de desarrollo en que se
encuentre el cultivo.
El consumo de agua es creciente, tal como lo demuestra
un experimento realizado por los autores con plantas de la
variedad halesoy 71, donde el factor determinante del consumo
durante el período vegetativo fue el área
foliar.
Período Consumo de
agua
( gr. de agua /gr . materia
seca)
Estado Vegetativo (50 días desde la emergencia
). 140
Plena Floración ( 98 días desde la
emergencia ). 200
Llenado de Granos ( 133 días desde la emergencia
). 265
El efecto de una sequía puede afectar el
rendimiento con distintas magnitudes según el estado
fenológico en el que actúa. Algunos investigadores
indican por ello como los más sensibles, a los estados de
floración, de formación de frutos y de llenado de
las semillas.
Las plantas que se adaptan a una alta disponibilidad de
agua durante el período vegetativo, desarrollan una amplia
superficie foliar. Esta situación resulta contraproducente
cuando posteriormente sobreviene un período de
sequía, ya que las plantas se verán más
severamente afectadas que si hubieran sufrido restricción
en la disponibilidad de agua desde un principio.
Sequía, precocidad y disponibilidad de
nitrógeno:
Los cultivares de ciclo más largo, son menos
susceptibles a la diferencia hídrica. Un buen estado
nutritivo de la planta no solo permite un óptimo
funcionamiento de sus procesos fisiológicos, sino
también la capacidad para enfrentar en mejores condiciones
las situaciones adversas.
Consumo de nutrientes:
La absorción durante los primeros 30 días
desde la emergencia es baja; sin embargo, como la tasa de la
misma es más alta que la tasa de crecimiento de la planta,
la concentración de los nutrientes en los tejidos, es
mayor en esta etapa. Los órganos vegetativos constituyen
importantes reservorios de nutrientes minerales, que
luego se trasladan hacia las semillas. Alrededor del 50 al 60 %
del N, P y K de las semillas provienen de estas fuentes;
mientras que el resto, es tomado durante su crecimiento y llenado
de granos. La fertilización incrementa la
concentración del elemento agregado en todos los
tejidos.
La fertilización foliar:
La fertilización foliar permite el suministro en
el momento y lugar de utilización de los elementos
esenciales, disminuidos aceleradamente por el traslado de
nutrientes a la semilla. Completado el llenado de los granos,
coincidente con los menores niveles de concentración de
elementos minerales en los
tejidos vegetativos, se inicia el proceso de senescencia y
caída de las hojas, que ocurre normal y
sincrónicamente en corto tiempo.
Los días cortos naturales del final del ciclo
contribuyen a homogeneizar la maduración, la cual
acompañada con bajas temperaturas y baja humedad relativa,
conducirán a una cosecha de calidad.
Incidencia del cultivo de soja sobre la fertilidad
del suelo:
Pueden distinguirse dos aspectos diferentes:
(1)_Incremento de la fertilidad
actual:
Tal vez sea este el aporte más significativo para
los sistemas de
producción agrícola donde entró la soja.La
actividad de fijación simbiótica de las colonias de
Rhizobium Japonicum en las raíces, abastece a la planta de
nitrógeno, elevando además su disponibilidad para
el cultivo siguiente. En zonas en rotación con pasturas,
el aumento de la fertilidad actual permitió alargar los
ciclos agrícolas, mejorando el margen global.
(2) Incidencia sobre las condiciones físicas
del suelo:
El rastrojo remanente de un cultivo de soja presenta un
escaso volumen en
relación a los cultivos de especies gramíneas
(maíz,
sorgo y trigo ).
El sistema radicular
también difiere sustancialmente por ser de raíz
pivoteante, de menor volumen y más fácil
descomposición. Resulta evidente, para quién halla
comparado lotes que salgan de soja y maíz, la diferencia
en el estado de
agregación del suelo, la tierra se
encuentra más "suelta" en un rastrojo de soja. Esta
diferencia en las condiciones físicas tiene un aspecto
positivo en el menor requerimiento de labranzas de un rastrojo de
soja.
El marco natural de la zona nucleo
La Zona
Núcleo de la Región Pampeana es la principal
área productiva de la República Argentina.
Desde el punto de vista económico, las tres cuartas partes
del valor total de la producción agropecuaria corresponden
a la Región Pampeana, dentro de la que la Zona
Núcleo ocupa 5 millones de has.
Solamente Buenos Aires
(alrededor del 40 %), Santa Fe (16 %) y Córdoba (14 %)
generan casi el 70 % de la producción agropecuaria del
país.
La Zona Núcleo, o núcleo
maicero concentra además del importante sistema
agroproductivo una infraestructura construida que le da sustento.
El eje urbano industrial, paralelo al río Paraná,
con innumerables puertos cerealeros le dan salida a la
producción de manera rápida y cada vez más
eficiente.
En términos generales, el 70 % de la soja cosechada es
transformada en las plantas aceiteras ubicadas en nuestro
territorio.
El consumo interno tanto de aceite como de subproducto es
mínimo: 6 % en caso del aceite de soja y 1,2 % de los
subproductos. Todo lo demás, el 93 % del aceite de soja y
el 98 -99 % de los subproductos salen por estos puertos.
El Núcleo Maicero (Morello et al., 1997) está
ubicado en el centro Este de la República Argentina, entre
los 32 y los 35 º Lat. S y los 59 y 63º Long. O.
Comprende la zona sur de la provincia de Santa Fe, el centro-este
de Córdoba y centro-norte de Buenos
Aires.
Zona Núcleo de la Región Pampeana.
Argentina
En el contexto mundial, el núcleo maicero o Zona
Núcleo es el centro de una de las principales áreas
que por su ubicación geográfica, es isomorfo con el
área del SE australiano, con la porción sur de los
Great Plains de Estados Unidos y
con las dos grandes manchas de loess de China
Central.
6- El espacio
temporal: la nueva onda tecnológica.
La velocidad,
producción e incorporación de tecnología en
el contexto de los últimos años no tiene
precedentes. Mientras hasta hace poco tiempo los criaderos y
empresas de
agroquímicos realizaban importantes inversiones en
investigación que recuperaban cuando sus
productos eran exitosos probablemente en el término de una
década, en la actualidad el ciclo de retorno es más
acelerado aún.
Algunos criaderos retroalimentan sus programas de
investigación, aprovechando la estacionalidad y
alternancia de estaciones de sus diferentes filiales en todo el
mundo, acelerando el proceso de producción de semillas
elite tradicionales.
La biotecnología, como veremos, permite por su
relativamente fácil sistema de inserción de genes,
una vez creados aumentar la velocidad de
los procesos productivos.
Esta tarea no necesariamente debe ser realizada por grandes
compañías, sino que el proceso de búsqueda,
mejora e inserción de genes puede llevarse adelante por
medianas y hasta pequeñas compañías que
trabajan para un mercado específico.
La inserción de un nuevo gen, con una característica determinada, una vez
descubierto y estabilizado, demandaría aproximadamente no
más de tres años de nueva investigación,
para poner un nuevo producto en el mercado. La escala de
laboratorio,
con que en los albores del desarrollo biotecnológico, era
manejada la producción de la industria
farmacéutica, ha dado paso a una liberación sin
precedentes de organismos desarrollados por ingeniería genética
para uso agrícola probados primeramente en campos
experimentales bajo condiciones controladas y ahora en forma
extensiva de la mano de los productores agropecuarios. "El
genio ha salido de la botella".
Productividad y sustentabilidad en el subsistema
soja.
Nuestro país en general y la Zona Núcleo
en particular, se encuentran frente al dilema de una
producción económicamente rentable cuyos
commodities -principalmente los productos y subproductos de la
soja- tienen como principal destino un mercado externo
globalizado, sensible y competitivo y la continuidad de estos o
más altos niveles de productividad
asegurándose asimismo el mantenimiento
y cuidado del soporte biofísico del que se
nutre.
Si bien la presión
económica es muy fuerte y el contexto agroproductivo de la
ecoregión responde generalmente a estos intereses de corto
plazo, no escapa al productor, la importancia que los recursos con que
dispone, especialmente el suelo, tienen para la producción
de sus campos.
La década venidera nos enfrenta entonces al
importante desafío de producir preservando los recursos que
utilizamos.
Productividad con Sustentabilidad:
Hasta ahora, si bien hubo técnicas
conservacionistas disponibles, nuestros productores extrajeron
recursos con muy poca reposición, aplicando una agricultura
minera y acelerando los ciclos productivos de una manera que
impedía la recuperación del ambiente
biofísico.
Aún hoy, ese tipo de agricultura
intensiva prevalece en toda la Zona Núcleo en su cultivo
más representativo, la soja, y es evidente que en el corto
y mediano plazo, en función de
una componente agroexportadora dependiente, seguirá de
esta manera.
Esta nueva revolución
verde apoyada directamente en una tecnología de insumos
basada principalmente en el uso de moléculas
sintéticas que permitiesen controlar las plagas y malezas
principales junto a cultivares de altos rendimientos -pero muy
dependientes del ambiente- han permitido mantener y aún
aumentar tales rendimientos, sobre un soporte edáfico de
la producción que cada ciclo se presenta más
deteriorado.
El desplazamiento de la ganadería
en la rotación agroganadera y la consolidación la
agricultura continua como ha sucedido últimamente,
continuará en los albores del siglo XXI.
El centro del sistema continuo es el cultivo de soja, en
rotaciones con trigo y maíz, y eventualmente girasol. Ello
ha obligado a la generación de un amplio espectro de
herramientas
tecnológicas conservacionistas que se reflejan en el
aumento continuo de la
productividad pero con una consideración especial
en el cuidado de los recursos
naturales involucrados (suelo, agua y recursos
biológicos).
Por lo tanto será muy interesante analizar en
este contexto como evolucionará la producción de
soja en la Zona Núcleo en el mediano plazo, especialmente
desde el punto de vista de sus relaciones con el sistema
ecológico en que discurre y las implicancias de las
herramientas
tecnológicas disponibles para este cultivo que sin duda,
afectarán de una manera u otra la sustentabilidad del
agroecosistema, cosa que haremos en este trabajo.
Tecnologías como la siembra directa, los sistemas de
riego, el uso racional de los agroquímicos, las variedades
de altos rendimientos, la eficiencia de
cosecha, los sistemas de manejo integrado de plagas, enfermedades
y malezas, los OGM (cultivares genéticamente modificados
por bioingeniería) son las principales herramientas que
están siendo incorporadas más o menos velozmente
por los productores de la zona.
Descripción e interacciones del subsistema
soja.
Por la dimensión territorial de su cultivo, su
velocidad de difusión del paquete tecnológico, la
asimilación por los productores en el mediano plazo y su
alto impacto
ambiental, se analizarán las principales interacciones
que la siembra directa, el control integrado
de plagas y los cultivos transgénicos tienen y
tendrán en el medio agroproductivo desde el punto de vista
del manejo de la tecnología y sus consecuencias
ambientales
La soja es el primer cultivo de grano que se ha adaptado
a la práctica de la siembra directa.
Esta tecnología ha permitido disminuir la
erosión
de los suelos mediante una continua cobertura por rastrojo y un
ajustado control químico de las malezas.
En cuanto a agroquímicos, el control integrado de
plagas (CIP), permitiría un uso más racional y una
reducción sustancial de los mismos.
El aprovechamiento de los predadores naturales, la
interrupción de los ciclos biológicos de muchas
especies dañinas, mediante prácticas culturales y
rotaciones y otras tecnologías vinculadas, importantes en
un cultivo que como la soja recibe la mayor carga de pesticidas
en nuestro país.
Las sojas transgénicas, incorporadas
recientemente a nuestro mercado, producirán cambios
significativos en el sistema de producción. Su importancia
aumenta, cuando consideramos que es el primer cultivo incorporado
como organismo genéticamente modificado de difusión
masiva y que en los años venideros ingresarán al
sistema, maíz, girasol, canola y trigo, obtenidos
también por ingeniería
genética, con diferentes propiedades.
Estos nuevos productos y las interrelaciones de los
mismos y sus sistemas de manejo con el medio biótico –
cultivos tradicionales, otras especies, insectos,
artrópodos, peces,
mamíferos menores -, el medio
abiótico – suelo y agua principalmente -, el medio
antrópico – en sentido de producto alimenticio y sanitario
-, la siembra directa y la implementación de
tecnologías de Control Integrado son consideraciones a
tener en cuanto a la sustentabilidad del medio ambiente
de la región.
Consideraciones tecnológicas
Evolución del cultivo de soja. Cultivares
tradicionales y biotecnología.
En el último cuarto de siglo, el cultivo ha
tenido una evolución sin precedentes. Desde los
años 70, la superficie sembrada ha crecido en forma
sostenida.
Mientras que en la campaña 70/71 se ocupaban
con soja tan sólo 37.700 has. durante la década
siguiente se habían alcanzado ya 2.226.000 has y en la
campaña 96-97 se sembraron más de 6.000.000 de
has.
En un principio, el aumento del área sembrada, la
producción y los rendimientos han venido
acompañados de técnicas culturales y de variedades
introducidas de los Estados Unidos .La expansión fue
estimulada por el programa de
promoción desarrollado por el INTA, por
multinacionales de la agroproducción y por extensionistas,
pero el factor de control fue el dinamismo de la industria
aceitera y de los sectores comerciales que vieron en la soja un
producto con futuro (Morello, 1997).
Es decir, la expansión ha sido netamente
territorial, dado que el cultivo, a diferencia de los ya
asentados en la región como el maíz,
provenía desde sus inicios con un alto componente
tecnológico importado.
Las oleaginosas, que incluyen el girasol, soja, lino,
maní y recientemente la canola han tenido un aumento
ininterrumpido en superficie. Este espectacular incremento del
área sembrada con oleaginosas se debe a la soja y al
proceso de agriculturización.
Si, como la infraestructura aceitera instalada en la
última década permite preverlo, el papel que se
le ha asignado a la Argentina como productor de granos no es
más de país cerealero sino de país aceitero
y productor de harinas para alimentos de animales, en el
año 2000 quizás pueda surgir en la Argentina otro
slogan: "Argentina aceitera" (Di Pace et al.,
1992).
Ningún otro cultivo experimentó una
expansión semejante y una trascendencia económica
tan importante como la soja en este período. La soja ha
entrado a nuestro sistema produciendo cambios sin precedentes en
el plan de
rotación agroganadera desde el mismo momento de su
aceptación y adaptación del paquete
tecnológico por parte de los productores
agropecuarios.
En este aspecto se complementó con el desarrollo
de las variedades de trigo con germoplasma mejicano de ciclo
corto, con lo que la combinación trigo-soja tuvo una
acelerada expansión en pocos años. El doble cultivo
significó un fuerte impacto sobre la rentabilidad
de la empresa y
sobre el flujo de fondos, al aportar ingresos en dos
épocas del año.
La difusión casi explosiva de la soja desde la
década de los '70, sobre todo en el área maicera,
ha obedecido no sólo a los buenos resultados
económicos del cultivo sino también al papel que
ocupó en la rotación agrícola, ya que
contribuyó en gran medida a dar solución a problemas sin
resolver. En forma paralela también se han presentado
problemas
nuevos.
Hace quince años en los Estados Unidos, se pudo
transferir por primera vez a una célula
vegetal superior resistencia a los antibióticos,
incorporando el plásmido de Escherichia coli, utilizando
al Agrobacterium como vector. En 1984 se logra detectar y clonar
de la planta de Petunia el gen que determina la acción de
la enzima EPSPS (enol piruvil shinkimato fosfato sintetasa) y un
año más tarde el clon que genera resistencia al
RoundupÒ.
Es muy amplia la bibliografía sobre el
desarrollo hasta llegar a las sojas resistentes, que no se
citarán en el presente trabajo.
En 1994, se obtiene la aprobación de la Food and
Drug Administration (FDA) y del United States Deparment of
Agriculture (USDA) y en 1995 la Agencia Ambiental de ese
país (Environmental Protection Agency) da su
aprobación, con lo cual la soja transgénica
resistente al glifosato de Monsanto puede ser comercializada a
nivel mundial desde el año 1996 en EE.UU. Un año
más tarde, el evento es aprobado para su liberación
comercial en Argentina teniendo una expansión
explosiva.
En la campaña 96/97, se siembra un 4 % de la
superficie, un año después la cifra alcanza el 20 %
de la misma, mientras que en la última campaña
98/99, el área con sojas RR llega a casi el 80 % de la
superficie.
Pero más allá de la eficiencia
productiva de la oferta,
Argentina no ha tenido totalmente en cuenta, la situación
de nuestros mercados
compradores, nuestra demanda, poniendo en una situación de
riesgo, frente
a la presencia de barreras o imposición de preferencias de
los consumidores de esos mercados, al no
querer elementos transgénicos en sus
alimentos.
Mientras tanto, como país productor,
deberíamos tener en cuenta estas cuestiones de mercado, y
preguntarnos para quién producimos y de que manera lo
hacemos, a todos vista, que el precio de los
commodities seguirá bajando en el mercado
mundial.
Entonces, porque no volver a preguntarnos si, con las
excelentes condiciones naturales, un análisis sistémico de nuestro
ambiente productivo y un gerenciamiento más eficiente y
menos simplista no podemos aprovechar los nichos de esos mercados
de alto consumo y ofrecerles producciones más naturales,
de valor agregado, y de menor complejidad y riesgo
comercial.
Se habló de ventajas competitivas y posicionamiento
comercial de nuestras sojas hace pocos meses. Será
más importante fortalecer la ventaja comparativa
existente, y aprovechar la ventaja competitiva de país
libre de contaminación química antes que
perderla.
Es la combinación de genes, o parte de genes,
para producir diversas variedades. La Biotecnología
Agrícola trata de mejorar la calidad, cantidad y
resistencia a enfermedades y plagas de los cultivos del agro. La
misma agrega valor siempre y cuando el atributo deseado
(resistencia a insectos, herbicidas, etc.) se incorpore en
híbridos y/o variedades de mayor potencial de
rendimiento.
La Biotecnología es hoy una realidad en la
actividad semillera, los actuales cultivos son el resultado de
cientos de años de evolución. A lo largo del
tiempo, los productores han ido seleccionando aquellas semillas
que permitían una potenciación de ciertas características, como la productividad a
la vez que se desechaban otras que poseían rasgos no
deseables, como por ejemplo, el poco vigor de
crecimiento.
La Biotecnología Agrícola es una
actualización de esa técnica. Gracias a ella los
productores pueden contar con semillas mejoradas con la
máxima precisión, ya que las particularidades
deseadas han sido incorporadas en los mismos genes de la futura
planta. Todo esto da por resultado una menor necesidad de mano de
obra, agroquímicos y laboreo mecánico.
La Biotecnología Agrícola logra
incrementar la calidad, confiabilidad y productividad de los
cultivos, con claros beneficios para los productores, los
consumidores y el medio
ambiente. Un ejemplo de ello es la Soja Tolerante al
Glifosato.
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