1.
Introducción
2. Que son los iones?
3. Los Materiales que nos
rodean
4. Los iones en el
automóvil
5.
Bibliografía
Existe una cierta electricidad
contenida normalmente en la atmósfera de la tierra, y
por ende, en el aire que
respiramos todos los días.
Esta electricidad esta
formada por partículas llamadas Iones, de las cuales hay
positivas y negativas en proporciones diversas. Vivimos inmersos
en un mar de radiaciones y ondas y rodeados
de factores que impactan directamente en nuestro organismo.
Incluso, según muchos autores, estamos sumergidos en un
océano de ondas
telepáticas humanas, de distinta fuerza e
intención, que también nos alteran física y
psicológicamente.
Pero sin considerar un panorama tan amplio, sino
remitiéndose a lo mas físico o material o mas
mensurable científicamente, sabemos que estamos expuestos
a numerosas variables,
entre las cuales podemos enumerar: radiaciones ultravioleta,
infrarrojas, radioactividad de la tierra, fases
de la luna, gravitación, magnetismo
terrestre, partículas de rayos cósmicos,
fenómenos climáticos como tormentas, lluvias,
vientos, humedad, temperatura,
presión
atmosférica, entre otras.
También nos interpenetran ondas de radio y televisión
que recorren el globo, sobre las que no tenemos información de cómo podrían
afectar o no la futura evolución biológica del hombre y el
planeta en general.
Para comprender que son los iones, debemos primeramente
explicar brevemente lo que es un átomo.
Para nuestros fines alcanza con decir que un átomo se
compone de un núcleo central, cargado de electricidad
positiva, alrededor del cual giran electrones, cargados de
electricidad negativa.
La carga del núcleo iguala a la suma de la de los
electrones; en ese caso, el total es eléctricamente
neutro, pues las cargas están equilibradas.
Lo mismo sucede con la molécula, cuando sus
cargas eléctricas están compensadas. Si por alguna
circunstancia un átomo o una molécula pierden uno o
varios electrones, aparece una carga positiva puesto que
predomina la carga eléctrica del núcleo. Aparece
así un ion positivo denominado cation.
A la inversa, si el átomo o molécula
incorpora en sus orbitas uno o mas electrones, al predominar la
carga de estos sobre la carga del núcleo, aparece una
carga total negativa; es decir un ion negativo o
anion.
Los átomos de oxigeno tienen
la particularidad de capturar fácilmente dos electrones
libres, convirtiéndose así en átomos de
oxigeno
negativos. Existen además lo que se han llamado iones
grandes o pesados, que no son mas que aglomeraciones
eléctricas alrededor de granos de polvo o smog, a los que
también se los llama lentos por su escasa movilidad y sin
valor
biológico.
Los iones negativos y positivos existen normalmente en
el aire que
respiramos; es una electricidad presente en la atmósfera de la tierra, con
variaciones locales a veces muy pronunciadas. La relación
usual en el campo es de cuatro negativos contra cinco
positivos.
Los iones positivos se forman por la acción de
los rayos ultravioleta del sol y por los rayos cósmicos,
mientras que los iones negativos se forman por las descargas
eléctricas de los rayos y por la emisión de la
radioactividad natural de la tierra.
Otra fuente natural de iones negativos consiste en la
pulverización del agua durante
las lluvias fuertes, en las cascadas y en el flujo y reflujo del
mar cuando esta muy agitado.
Refiriéndonos a zonas concretas del planeta,
existen factores que alteran drásticamente la
proporción de iones de un signo y del otro.
Hay vientos perfectamente localizados que traen en sus
zonas de influencia una elevada proporción de iones
positivos, con el consiguiente malestar que ello
provoca.
También existen pequeñas zonas donde la
ionizacion negativa especialmente buena; en nuestro país
tenemos Merlo, San Luis, donde existe el famoso "microclima".
Allí hay un tenor mayor de ionizacion negativa debido a
que el subsuelo de Merlo es ligeramente mas radioactivo que lo
común.
Hidroionizacion:
Una forma natural de producción de iones negativos consiste en
el uso de agua
pulverizada. Se ha demostrado que cuando el agua se
nebuliza, la parte mas grande de la gota queda cargada
positivamente, mientras que la parte mas fina y volátil,
negativamente.
Sin necesidad de aparatos nebulizadores, todos hemos
experimentado una sensación especial cerca de las
cataratas, en saltos de agua, y quizá la olla con yuyos y
sus vapores, antigua receta de la abuela, en problemas
respiratorios, fuera simplemente una forma de darnos una buena
ionizacion. El calzado con suelas aisladoras (caucho o cualquier
material sintético) impide la descarga a tierra de las
cargas eléctricas que se producen en múltiples
circunstancias en las que nuestro cuerpo puede cargarse, a
potenciales de decenas de millones de voltios,
convirtiéndonos en "condensadores". Esto a veces causa trastornos como
por ejemplo, un falso crup, que nuestra madre solucionaría
con un baño de vapor, y que podía haberse prevenido
con un ionizador de aire.
Será por ese efecto que en todas las plazas del
mundo, pulmones de las ciudades, suelen haber fuentes de
agua desde tiempos inmemoriales?
Vientos malignos:
Existen en el mundo, perfectamente identificados,
ciertos vientos que provocan desarreglos en la composición
iónica de la atmósfera de las zonas por donde
soplan.
Tales vientos proceden normalmente de zonas
cálidas y secas, transportando una alta dosis de iones
positivos. Dichas cargas eléctricas no son neutralizadas
por la tierra por la alta resistividad del aire, consecuencia de
la falta de humedad.
Uno de estos vientos especialmente malignos es el Foehn,
viento seco del sur de Suiza que, que sopla en los Alpes al
comienzo de la primavera y del otoño. Las estadísticas policiales revelan claramente
que, durante los días que recorre el Foehn, aumentan los
casos de suicidios, asesinatos y accidentes de
transito en mas del 50%. Otros vientos son: el Mistral, al sur de
Francia, el
Siroco de Italia, el Santa
Ana en California, el Chinook al oeste de EEUU y Canadá,
el Sharav en Israel y Medio
Oriente.
Nosotros no podíamos ser menos: tenemos nuestro
propio viento: el Zonda. Los malestares que provoca en la gente
de su zona de influencia son bien conocidos.
Cierra el escritor Soyka en su libro con esta
frase: "En forma similar, cada uno puede ser igualmente una
víctima de los vientos de los brujos del siglo XX hechos
por el hombre, que
hemos creado en las ciudades, en modernos edificios con
calefacción central y aire
acondicionado, y en coches y otros medios de
transporte".
El aire envenenado de las grandes ciudades:
Hay dos factores principales en la contaminación atmosférica de las
grandes ciudades: el polvo y las sustancias
químicas.
El polvo atmosférico se compone de un tercio de
materias orgánicas y dos tercios de materias
inorgánicas. Las inorgánicas están formadas
por hierro,
carbón, sílice, sustancias terrosas provenientes
del desgaste de las cales, etc., mientras que las
orgánicas se originan de los desechos de los tejidos y restos
vegetales y de alimentos.
"Las partículas carbonosas que componen los humos
están constituidas por granos vitrificados, erizados de
puntas," escribe Tocquet. Actúan como un verdadero polvo
de esmeril, corroyendo los frágiles tejidos
pulmonares y fijándose en ellos, de lo que se deriva una
disminución progresiva de la oxigenación
cerebral.
Las sustancias químicas presentes en la
atmósfera son de origen variado y algunas de acción
altamente tóxica, como plomo, cobre,
arsénico, etc., y las mas abundantes son de origen
gaseoso. Citaremos los óxidos de carbono, el
anhídrido sulfuroso, los vapores de aldehídos y el
tetraetileno de plomo, sin contar los hidrocarburos
y alquitranes que abundan en las ciudades.
La mayor parte de esta polución es debida a los
gases
expulsados por el caño de escape de los
vehículos.
No tenemos a mano relevamientos de la ciudad de Buenos Aires,
pero como referencia indicaremos que, estudios realizados en la
ciudad de París, indican que el volumen de di
oxido de carbono por
los vehículos asciende en 24 hs. A 50 millones de metros
cúbicos. Quizá la ciudad de Buenos Aires, en
especial el Microcentro, tenga valores
similares de contaminación.
La absorción de estos gases y
vapores es en extremo venenosa, produciendo trastornos
cerebrales, cierto grado de anemia, debilitamiento de las
defensas orgánicas, y predispone al cáncer
pulmonar.
La ionizacion negativa a partir de un equipo, mejora la
atmósfera de las habitaciones, precipitando la
polución.
3. Los Materiales que
nos rodean
Si nos detenemos a considerar que están
compuestos los objetos de uso cotidiano, descubriremos que
estamos literalmente "invadidos" por materiales
plásticos.
Esto no es ninguna novedad, pero quizá no hemos tomado
conciencia exacta
del altísimo porcentaje que representa, disimulado bajo
variadas formas y colores.
Desde electrodomésticos hasta alfombras, desde
cortinas hasta bolsas de residuos, desde sabanas hasta ropa
interior, desde asientos de inodoros hasta hamacas de
jardín, todo o esta construido con material plástico o
tiene una elevada proporción.
El material plástico, excelente desde otros
puntos de vista, tiene el gran pecado de envenenar ionicamente el
medio que nos rodean.
¿Quién no ha jugado, de chico, frotando el
peine contra la ropa y recogiendo pequeños trozos de
papel con la
carga estática
adquirida por la fricción del peine?
Lo mismo, a escala mucho
menor, nos ocurre todos los días con una gran cantidad de
objetos que manipulamos, o con los vestidos que usamos. Es una
experiencia usual al desnudarnos, sentir que la ropa de material
sintético se nos "pega" al cuerpo, siendo común
oír chasquidos de chispas eléctricas. Muchas veces,
con la luz apagada, es
posible ver tales chispas.
No es para temer una descarga mortal, pero de seguro que hemos
desarrollado contra nuestro cuerpo una carga de varios miles de
voltios.
Nuestro organismo esta surcado por cientos de
pequeñas corrientes de voltajes diversos, según ha
sido comprobado. La propia acupuntura, para muchos tratadistas,
maneja la energía canalizando las corrientes
eléctricas naturales del organismo.
Nosotros sin saberlo y siguiendo las marcas
comerciales que nos ofrecen tales productos,
seguimos alegremente agrediendo nuestro sistema
bioeléctrico.
Mientras tanto, seguimos echando la culpa de nuestros
pequeños o grandes malestares a problemas
familiares, económicos, de trabajo, o mil excusas mas.
Vivimos cansados, con estrés,
insomnio, etc., y no pensamos, que en gran parte el problema es
la
contaminación iónica que nos rodea.
Los únicos, quizá, que se han preocupado
por el tema han sido los instructores de yoga. Desde la
aparición de la ropa de plástico, ellos han
insistido con sus alumnos que deben usar solamente vestidos de
algodón, lana o hilo, como asimismo alfombras que no
contengan plástico, ósea de lana o paja.
Análogamente debería rechazarse el calzado
con suela de plástico o goma porque impide la descarga a
tierra. Debemos andar descalzos y sobre el suelo natural lo
mas que nos sea posible.
No debe confundirse campo
eléctrico con ionización. Los campos
eléctricos negativos son los que rechazan los iones
negativos y atraen los positivos.
De la revista
"Product Engeneering", de EEUU., publicada en 1967:
"Algunos espacios constituidos de plástico, tal
como el interior de las carrocerías de los autos, pueden
incluso generar campos eléctricos negativos. El mobiliario
y la tapicería de plástico, aceleran la fatiga
mental de los ocupantes de la habitación o el
vehículo."
"Los objetos y recubrimientos de polietileno, por
ejemplo, producen campos eléctricos negativos de 5.000 a
10.000 V/m; en un espacio completamente cerrado mediante
polietileno, el campo negativo puede alcanzar los 100.000
V/m."
El Aire
Acondicionado:
Los aires acondicionados que contaminan ionicamente son
los centrales. El aire acondicionado central proviene de un
equipo que filtra, calienta o enfría el aire y corrige la
cantidad de agua o humedad necesaria. Luego de lo cual es enviado
por ductos, extrayéndose una parte del aire viciado e
inyectando porciones de aire nuevo.
Hasta ahora, todo va bien. Pero, porque tantas personas
sienten que el aire acondicionado les da pesadez, somnolencia,
falta de energía, escasa concentración en el trabajo y a
veces dolor de cabeza?
La explicación es sencilla y fácil de
entender: el aire acondicionado ha contaminado la
atmósfera respirable con un exceso de iones positivos, es
decir, de cargas estáticas, provenientes de los
frotamientos del aire contra las paredes de las tuberías
de distribución.
Estas cargas llegan a los miles de voltios, pero no
electrocutan porque no tienen el amperaje suficiente, pero
destruyen totalmente la ionización
ambiental.
Otras fuentes
contaminantes:
Los tubos fluorescentes, si bien iluminan con bajo
consumo de
energía, son una fuente maligna de ionización
positiva. Un par de tubos seria aceptable – recordemos que lo que
afecta de la mayoría de las cosas es solo el exceso, pero
es usual ver techos enteramente tapizados en tales
tubos.
Las estufas eléctricas al rojo son una fuente de
alta contaminación. Es común que al tiempo de estar
en funcionamiento, sintamos pesadez, malestar y sensación
de falta de aire. Decimos que el aire se "quema", pero lo
único que estas estufas hacen es llenar la
habitación con un exceso de iones positivos. Este malestar
se acentúa con la disminución de la humedad
relativa del ambiente, pues
el aire queda mas seco con estas estufas.
Otra fuente contaminante es la pantalla de la TV. Esta
origina en el aire de la habitación una excesiva carga
estática o de iones positivos, aparte de
otras radiaciones indeseables. Conviene por esto ver TV a una
distancia de mas de 2 mts. Del televisor y no muchas horas al
día. Si no se dispone de una mesa de luz o un
generador de iones negativos que corrija la situación, no
debería verse TV en los dormitorios, pues estaremos
contaminando el aire del ambiente, que
respiraremos el resto de la noche.
La pantalla de la computadora
tiene una acción similar a la de la TV, con el agravante
de que el operador esta de lleno frente al equipo, generalmente
muchas horas por día, respirando esa
Atmósfera nociva. Existen ionizadores
específicos para computadora,
que corrigen la situación.
Merece una especial consideración lo que sucede
en el miniespacio de un automóvil. El grado de
disminución de iones negativos es alarmante.
Para ver esto en forma comparativa, transcribiremos la
tabla de ionización publicada por R.Tocquet:
Después de una tormenta
alrededor de 2000
En la montaña
alrededor de 1500
En el campo
alrededor de 750
En una ciudad pequeña
alrededor de 250
En una ciudad contaminada
alrededor de 50
En un automóvil
menos de 10
Esto se debe a varias causas, entre las cuales
principalmente hemos de destacar: el revestimiento
plástico interior, en especial de los asientos, contra los
que nos frotamos permanentemente.
Otro factor es el "olor a coche" que hay en el interior,
proveniente de pequeñas fugas de gases, que también
es un gran destructor de iones (mini smog).
Si además agregamos la polución del humo
del cigarrillo, el panorama es totalmente desastroso y no se
arregla con "colitas" o cadenas arrastrando por la calle, puesto
que la carrocería metálica del auto forma lo que
los físicos llaman "jaula de Faraday", que aísla el
exterior del interior del automóvil.
Los equipos generadores de iones son una buena
solución para el auto, ya que reducen la fatiga,
somnolencia, reducen el stress y aumentan
la agudeza visual, mental y la capacidad de respuesta
rápida.
Influencia de la Luna:
Todos conocemos personas, a las que llamamos
"lunáticas", porque les afecta especialmente la luna
llena, que los convierte en individuos altamente irritables y
malhumorados. En esta circunstancia, lo que interviene es la
ionización atmosférica, que pasaremos a
explicar.
La luna se desplaza en órbitas alrededor de la
tierra, por fuerza de la
zona que llamamos ionosfera. Tal como sucede con la tierra, la
luna esta cargada negativamente desde el punto de vista
eléctrico.
En los días de luna llena, esta mas cerca de la
tierra que en cualquier otro momento, por lo que repele la cara
externa de la ionosfera. La ionosfera queda así
"comprimida" hacia la tierra, y se establece como una
acción reciproca entre la cara interior de la ionosfera
(descarga positiva) y la tierra ( de carga negativa) que hace
que, cerca de la superficie de la tierra, es decir, en la
atmósfera, aumente la cantidad de iones positivos, o, lo
que es lo mismo, disminuya la cantidad de iones
negativos.
Sabemos que los iones positivos elevan la producción de serotonina en nuestro
organismo, la "hormona del estrés".
El Dr. Al Lieber dirigió una investigación de la Universidad de
Miami, analizando 2000 asesinatos entre 1956 y 1970, concluyendo
que los valores de
punta coincidieron con fases de luna llena.
El Dr. N.Shealy, cirujano jefe del Pain clinic, de
Wisconsin, observo que cuando se producen fuertes hemorragias en
pacientes sometidos a operaciones,
solía coincidir con periodos de luma llena. Se afirma que
los bancos de
sangre reciben
durante esta fase lunar una mayor solicitud para transfusiones.
Un registro sobre
1000 personas reveló que un 82% de las hemorragias
excesivas correspondían a días de luna
llena.
También se ha reconocido la influencia de la luna
sobre la fecha de los partos y ello podría también
estar relacionado con las variaciones de la ionización
atmosférica aportada por el influjo de la luna.
Con referencia al parto,
agreguemos que en muchos hospitales suizos (también Rusia
y Hungría) se han instalado generadores de iones negativos
en salas de parto y
recuperación, reduciendo
así el numero de muertes durante el parto, las
hemorragias, y ayudando a la mujer agotada
a recuperar rápidamente sus energías.
Internet:
– www.yahoo.com
– www.altavista.com
– www.salvatetierra.com
– www.loquesea.com
Autor:
Jean Marie Van de Moortele