1.
Introducción
2. Las diversas ciencias enfocan el
tema desde distintas perspectivas
3. Existen disparidades en el acceso a
la educación
4.
Conclusión
5. Propuesta
6.
Bibliografía
Nuestro interés
por abordar este tema es debido a que queremos indagar con
profundidad esta problemática ya que no tenemos suficiente
conocimiento
sobre el mismo. Nos interesa mostrar los elementos mas relevantes
de esta problemática.
Previo a la investigación, la idea que teníamos
acerca de deserción
escolar, era escasa, cuando se hacia referencia al tema, lo
vinculábamos con el abandono de los estudios por parte de
una persona y
también directamente con la situación
económico-social.
En base a lo leído, pudimos dar cuenta que la
deserción
escolar "se manifiesta en el hecho de que un alumno/a o un
grupo de
algunos no alcancen el nivel de conocimientos y capacidades
exigidas para el logro de determinados objetivos
educativos".
Históricamente, es un fenómeno
relativamente reciente; aparece después de implantarse en
la mayoría de los países una educación
generalizada, una escolaridad obligatoria, y se acentúa
con el proceso de
democratización de la educación
(Ezequiel Ander-Egg).
Las causas por las que se abandona el colegio pueden ser
diversas. Según Telma Barreiro Licenciada en
Filosofía (UBA), tradicionalmente los chicos
pertenecientes a las clases socioeconómicas más
humildes de la sociedad han
tenido dificultades con el rendimiento escolar y han registrado
índices de fracasos mucho mayor que de los niños
que no son víctimas del flagelo de la
pobreza.
Este hecho fue explicado a lo largo del tiempo de
diferentes maneras, generándose paradigmas
enfrentados. Desde un primer momento, no le cabe a la escuela ni rol,
ni responsabilidad, en esta dirección.
Los aportes de las ciencias
humanas y ciertos cambios ideológicos decisivos, lograron
mostrar la falacia de este tipo de explicaciones y llevaron a
invertir el vinculo de la causalidad, promoviendo un cambio
importante de concebir este problema.
He aquí un nuevo paradigma de
óptica
importante, surge la propuesta de la escuela como
posible niveladora social.
La escuela debe brindar igualdad de
oportunidades, de modo que a partir de una educación todos
tengan las mismas oportunidades.
Pero adoptar esta mirada tampoco parece haber incidido
significativamente en la situación de las poblaciones
marginadas.
Formas severas de desigualdad en el rendimiento escolar
se mantuvieron, esto es bastante lógico, dirá la
línea del "Reductivismo Pedagógico" porque la
escuela esta llamada a reproducir y sostener la forma vigente de
estructura
social y ella no contribuirá nunca a acortar las
diferencias entre ricos y pobres. La escuela no es mas que un
"aparato ideológico del estado".
Según Adriana Puiggrós los ejes centrales
del sistema
educativo, en 1880, en la cual la sociedad argentina hizo un
pacto profundo, acordaron que la escuela pudiera desarrollar el
sistema de
educación pública como el espacio fundamental de
construcción de la cultura
colectiva, de transmisión de los valores,
de aprendizaje de
las normas
compartidas, de aprendizaje de
los lenguajes.
En ese espacio público llamado escuela se decide
no solamente formar el ciudadano, sino también cuidar a
los niños y a los adolescentes.
Los nuevos índices que denotan un incremento de la
matriculación en la escuela primaria son ciertos,
habría menos desertores de la escuela primaria
También sería cierto que el octavo
año, en la provincia de Buenos Aires, se
inscribieron muchísimos chicos en marzo, ya que se esta
trabajando en algunos programas de
prevención de la deserción escolar.
"La deserción escolar fue un problema
clásico del sistema educativo argentino, fue una
disfunción del sistema, pero fue una disfunción
porque nunca puso al sistema en peligro de
desarticulación, es decir, el desertor escolar
generalmente dejaba la escuela entre tercero y cuarto grado o en
zonas rurales y muy alejadas entre primero y segundo, pero
además dejaba la escuela y alguien lo cobijaba. Y
además había un programa de
educación de adultos, alguna escuela fábrica en la
época de Perón,
algunos cursos en algunos
centros de cultura
socialista."
"Una maestra de la provincia de Buenos Aires, nos
dijo: "es que los desertores están todos adentro de la
escuela, los desertores van a comer, los desertores van a buscar
ropa, y otro nos dijo: no, no solamente; los desertores van
porque no tienen ningún otro lugar, van porque es un
lugar, porque lo que hay afuera de la escuela es un caos, no es
un lugar estructurado… y alguien dijo también: lo que
pasa es que hubo una implosión, estalló el sujeto
alumno y también el sujeto docente.
Si bien hay chicos que van al grado y que siguen al
maestro, hay otros chicos que se van perdiendo y que son
repetidores, por lo cual las tasas de repetición en la
Argentina son muy
altas. Por tanto, hay sobre edad, casi siempre precede a la
deserción.
Lo importante es analizar las causas del fracaso en
cuestión y buscar las mejores soluciones
posibles. En ocasiones el fracaso escolar no se debe al
niño, sino a la escuela, a la poca calidad de la
educación, la formación del profesorado, el
número de alumnos por aula, la
dedicación.
Es importante tener en cuenta que la capacidad y
rendimiento del alumno no vienen determinadas por su nivel
intelectual sino también de otras circunstancias como el
medio cultural, la salud, la
personalidad.
Las calificaciones son una manera de evaluar
fundamentalmente administrativa y para nada tienen en cuenta
algunos de los objetivos
más importantes de la educación. Entre sus
ventajas: operatividad, predictibilidad, impacto personal y social
que poseen.
No todo el que repite, abandona o no obtiene la
titulación prevista es ya un fracasado, por el contrario
puede ser la forma de evitarlo, afianzando sus conocimientos o
tomando un nuevo camino más acorde con sus posibilidades
reales. Es pues que no existe un límite que marque con
claridad los fracasos y los éxitos.
2. Las diversas
ciencias
enfocan el tema desde distintas perspectivas
- La Psicología: recurre
a la inteligencia
del sujeto, a su motivación, etc. - La Sociología: se fija en los factores
sociales, la presión
de la sociedad sobre los resultados académicos del
alumno. - La Pedagogía: se fija en la
organización escolar, evaluación, interacción didáctica, etc.
Todos estos factores junto con el desempleo y la
falta de motivación
conllevan que se vea el estudio como algo de oscuro porvenir y de
dudosa utilidad. La
verdadera y profunda causa del fracaso escolar sería la
existencia de una escuela que tiene como finalidad mantener la
situación privilegiada de la clase dominante.
La función
especifica de la escuela (enseñar y aprender), se
encuentra muy desdibujada. El discurso que
circula en las instituciones
privilegia los aprendizajes socio-afectivos (el control social,
en su carácter
de disciplinamiento) por sobre los cognitivos resaltando la
importancia de la función educadora en la
preservación de los jóvenes del riesgo
social.
La situación de repetir, hoy, significa acceder a
la misma oferta
educativa, a los mismos profesores, los mismos programas y
contenidos, la misma evaluación; pero también trae
aparejado el alejamiento del grupo de
compañeros y el ingreso a un nuevo grupo en el cual
probablemente el adolescente será mirado desde el comienzo
como el "repitente".
El impacto de la repitencia en la familia es
una situación compleja que se asume, se niega, se oculta,
se minimiza, de acuerdo a múltiples variables
culturales, en las que opera el grado de instrucción de
los padres y la valoración que atribuyen a la
educación de sus hijos, las posibilidades
económicas de hacer frente al mismo año
"nuevamente", la conciencia sobre
el derecho a reclamar una educación de mayor calidad para sus
hijos.
La falta de afecto en el núcleo familiar (
amén de otros problemas) es
un factor desencadenante en más de un 50 % de los casos
del fracaso escolar. La primera escuela y el pilar básico
en la educación de un niño es su familia. Todo lo
que el niño viva, vea, oiga, etc va a condicionar su vida
y le va a tomar como persona. Los
niños son como esponjas y todo lo que ven les llama la
atención y más en el caso de sus
padres, que son como ejemplos a seguir. Por eso es muy
común que ante acontecimientos familiares tan
desagradables como un divorcio o la
desaparición de alguno de los cabeza de familia, el
niño vea desintegrado su ambiente y
empiece a sentirse desprotegido, abandonándose. Pero en
ocasiones las causas de este abandono que desencadena el fracaso
no son sólo por problemas
familiares, sino por una mala o inadecuada calidad de la enseñanza, falta de medios
.
Otro factor incidente en la problemáticas,
según Cintia Rajschmir, el accionar del docente el cual
puede agravar o mejorar la situación de los alumnos,
aparece así la diferencia entre los factores
exógenos y endógenos.
Cuando hablamos de factores exógenos, nos
referimos a aquellos que en gran medida no dependen de nosotros,
en la educación formal contra el éxito
posible. Los factores endógenos, son los factores
internos, la escuela puede agravar la situación del
niño o mejorarla.
La realidad económica es un factor mas de la
deserción, en general el niño desertor es primero
choco trabajador y después de un niño de la
calle.
En algunos casos la deserción esta centrada en la
necesidad de que el hijo suplante al padre desempleado, en el
sustento del hogar.
Junto a las condiciones socioculturales de marginalidad en
la que crecen estos chicos, se suma una creciente violencia del
medio y la imposibilidad de la enseñanza formal de
acompañarlo con una elasticidad en
sus programas, de tal manera que si el escolar no puede asistir a
clases porque tuvo que ir a trabajar no quede fuera de la
currícula.
Según palabras de Puiggros (Investigadora
educativa y Asesora del programa de
Recuperación de Desertores Municipal), la Ley de
Educación General Básica ahondara la brecha entre
las familias que tienen recursos para
hacer frente a los gastos de la
formación de sus hijos y las que no. "Propician que sea
mayor la cantidad de desertores, que los hijos de los desocupados
no sean recogidos institucionalmente y se sigan cayendo del
sistema educativo.
Los problemas educativos de los niños marginados
constituye un grave problema social, porque perpetua el circulo
de la pobreza y
marginación, y un problema político porque la
democracia se
base en la distribución equitativa de beneficios
básicos como la educación y la salud y su
consolidación se deteriora en sociedades con
altos niveles de exclusión y marginalidad.
3. Existen disparidades en
el acceso a la educación
- A nivel mundial la proporción de adolescentes
de 14 a 17 años de hogares con necesidades
básicas insatisfechas que no asisten a la escuela y que
nunca asistió o que no completó la escuela
primaria, alcanza uno de cada cinco (19 %). Mientras este
porcentaje para los adolescentes sin necesidades básicas
insatisfechas corresponde al 4%. - En Argentina los niños de 3 años de las
familias más carenciadas raramente tienen acceso al
jardín de infantes. En niños de 5 años de
edad, el nivel de escolaridad es más elevado.
Además de las disparidades visibles en el acceso a la
educación básica por parte de los niños,
la permanencia de ellos en éstas instituciones es visiblemente
heterogéneo.
En principio, si bien se verifican un descenso
importante en los niveles de abandono, el mismo no
consiguió eliminar las pronunciadas desigualdades
existentes. Así por ejemplo, el abandono escolar en Buenos
Aires es de 4,5 %, en provincias como Chaco y Corrientes alcanza
el 20 %, de la población de 15 a 19
años.
- En Rosario, los alumnos que cursan primero y segundo
año de la escolaridad media en los barrios marginales,
el nivel de deserción escolar alcanza el 20
%.
En base a lo investigado, pudimos dar cuenta de que
existen varios factores determinantes.
El problema que se vive actualmente, deja a la
institución escolar como receptora de demasiadas demandas,
no teniendo esta los medios
necesarios para hacerse cargo de las mismas.
No es necesario pararse a pensar mucho para darse cuenta
de la gran influencia que ejerce sobre nosotros la sociedad, pues
es ella sin duda la que marca los
límites
entre fracaso y éxito. Vivimos en una sociedad enormemente
competitiva, meritocrática y con una clara tendencia a la
valoración cuantitativa. Si a todo esto añadimos
que se está fomentando una cultura del ocio y del
consumismo, vemos que el conjunto desemboca en la falta de
comunicación ya no sólo dentro del
núcleo familiar, sino incluso fuera a veces. El
número de horas que se pasa un niño delante de la
TV, es mayor que las que pasa delante de los libros. Desde
luego que niños criados en este tipo de ambientes no
pueden generar más que estrés,
tensión y nervios.
Los padres deben favorecer el desarrollo y
la
motivación de sus hijos, pues son para sus hijos el
principal modelo y
objeto de identificación. El fracaso escolar no es
sólo un fracaso de los niños sino que puede abarcar
a padres profesores…e incluso alcanzar extremos tan radicales
como el suicidio. Es de
vital importancia que los padres se vuelquen en la
educación de sus hijos desde pequeños, pues es la
manera más eficaz de evitar futuros fracasos.
Es importantísima la coordinación entre todas las personas que
traten al niños, la familia
como principal núcleo formativo del pequeño,
deberá dar al niño una estabilidad emocional,
seguridad,
protección, confianza en si mismo, un sistema de valores… que
constituyan las mejores garantías de una infancia feliz
y de un desarrollo
armonioso de la personalidad:
"cuando se cierra la puerta a la voluntad, se abre la ventana del
fracaso".
Todo lo que pasa en casa repercute en el niño y
en su rendimiento escolar. Una actitud sobre
proteccionista por parte de los padres puede llevar a una
excesiva dependencia, falta de confianza en si mismo,
infantilización y conductas regresivas, poca tolerancia a la
frustración.
La edad de los padres es un factor a tener en cuenta a
la hora de tratar el fracaso escolar, es mayor le número
de casos de retraso escolar en los hijos nacidos de padres
mayores, así como también en el caso de madres
demasiado jóvenes.
La excesiva exigencia por parte de los padres puede
llevar al niño a un desinterés, en el que su
amargura y frustración le hagan disminuir sus
aspiraciones. Todo niño tiene unas necesidades que deben
ser respetadas.
La doctora, Veinsten identifica tres tipos de
estudiantes: los carbónicos creativos (ambos adaptados al
sistema escolar) y los anarquistas o deambuladores. Estos
últimos son los que comúnmente se conocen como
desertores escolares.
Según Veinsten, los carbónicos son alumnos
sumisos, que buscan reconocimiento por ser "buenos". Estudian
para obtener notas altas y se identifican con leyes
inamovibles. Los conflictos,
para ellos, deben ser acallados.
Los "creativos" por el contrario, toman los contenidos
de aprendizaje como el desafío, que puede ser criticado y
transformado. Y convierten los conflictos en
problemas para poder darles
una solución. Finalmente, a los deambuladores. Estos se
oponen a todo e intentan "chocar" en su entorno para expresar su
identidad. No
estudian solo aprenden lo que les ofrece una gratificación
inmediata, como la música y el deporte.
No piensan que su futbolista o su músico
preferido tuvieron que esforzarse mucho para llegar a donde
están. Cuando tiene un conflicto, en
lugar de buscar una solución, huyen o atacan y sienten una
sensación visceral de malestar.
Por eso, la escuela, que no ofrece gratificaciones
inmediatas, aparece con pérdida de tiempo, fuente de
aburrimiento.
Los deambuladores, señaló la especialista,
ven cómo se viola en forma impasible casi todo lo
establecido. Sus padres se desautorizan entre sí y los
políticos a la ética. El
adolescente, entonces, deja de creer en la palabra que le
enseñó la familia o la escuela, y se dedica a la
acción, que tiene un efecto inmediato, en un presente
continuo", aseguró.
La mayoría de los padres de los adolescentes
desertores investigados sufren desavenencias matrimoniales o
están separados.
El 40 % de los chicos que participaron de la muestra tienen
rasgos depresivos cíclicos en especial las mujeres, que
suelen utilizar no palabras y gestos despreciativos.
El 60 % restante demostró una clara
rebelión a través de actos delictivo crisis
violentas. Los delitos
comenzaron con el hurto de dinero a
familiares y productos en
los supermercados. Dos de los jóvenes llegaron a integrar
una banda para asaltar a otros jóvenes.
Aunque no son claustrofóbicos y pueden permanecer
muchas horas en casa o trabajar en una empresa, ven a la
escuela como un lugar de encierro y sumisión.
Sobre 18 chicos que se sometieron a la investigación, sólo tres relataron
proyecto
posible de futuro y expresaron su deseo de continuar los estudios
en una escuela nocturna. Pero, en la práctica, comenzaron
y abandonaron a la mitad de año.
En nuestro país, la deserción escolar
afecta principalmente a los estudiantes secundario.
Hace años el menor número de estudiantes
hacia que el fracaso fuese menor y los hijos de las clases menos
favorecidas se conformaban con continuar el destino ocupacional
de sus padres, que por regla general eran trabajos que
requerían pocos conocimientos.
El fracaso en la escuela no implicaba el fracaso en
el trabajo y
en la vida.
Actualmente la situación ha cambiado, la
educación obligatoria se ha generalizado a todos se han
ampliado los años de escolaridad y se esperan del alumno
muchos más conocimientos. Sin duda la causa de esta mayor
exigencia actual de conocimientos obedece a la progresiva
expansión del desarrollo científico y
tecnológico el saber y la educación tienen una
función económica y de supervivencia.
Actualmente el éxito en la vida depende en gran
parte del éxito escolar. Las carreras universitarias son
condición para ocupar los puestos más remunerados
económicamente y de mayor prestigio social.
La salud y la alimentación,
condiciones fundamentales para la sobrevivencia, son derechos a los que acceden
en forma inequitativa los niños en nuestro país.
Pablo Vinocur explicó las causas y las consecuencias de
esta situación básica, que reclama urgente
atención y solución en cualquier país
democrático, especialmente como aspecto previo al planteo
de una reforma educativa.
La situación que hoy presentan los niños y
adolescentes argentinos, en lo que a sobrevivencia se refiere,
sufre, la dificultad de no disponer de buena información.
Deserción escolar que se asevera es producto de la
escasez de fuentes de
empleos y de extrema pobreza en la
cual se encuentran sumergidas gran número de
familias.
Creemos, como Paulo Freire, que el hombre
tiene vocación ontológica, es decir, siendo sujeto
puede transformarse en objeto de estudio de sí mismo y de
su relación con el entorno, para poder resolver
problemas con una mirada superadora. Es desde esta
concepción que interpretamos a los actores: alumnos,
docentes, padres, cooperadores, como sujetos de la praxis social
y escolar, que se repiensa para transformarla.
Consideramos a la escuela un espacio social, donde se
transmiten y se general conocimientos. Justa Ezpeleta define a la
escuela como "el espacio donde la transmisión se
materializa de diferentes maneras, con o al margen del currículo prescripto; el lugar donde los
padres manifiestan su apoyo o resistencia a las
políticas escolares, vigilan o reclaman el
derecho a una buena educación de sus hijos; donde los
maestros construyen su profesión y donde los niños
se apropian y descubren los más variados contenidos
sociales. Esto es, el lugar privilegiado donde todos los
días se intercambian prácticas sociales
específicas: prácticas
pedagógicas".
Otros factores que también contribuirían a
un mayor éxito escolar serían:
Reajuste de la escala de
valores
imperante en la sociedad, redefinición del
éxito.
Creación de puestos de trabajo, fomentar la
cohesión y estabilidad de la familia, tener un lugar de
estudio y un material favorable, estimular éxitos y
logros, desarrollar la
motivación por el estudio, recriminar la mala conducta cuando
sea necesario, fomentar la auto-confianza, orientar personal y
progresivamente a los alumnos.
Ante el fracaso de un estudiante lo primero que se
deberían cuestionar los padres, es si su hijo dispone de
las necesidades intelectuales requeridas por los programas
escolares del curso, y en su defecto cuál sería la
manera más objetiva de hacer frente al
problema.
Cuántas veces los padres depositan sus
aspiraciones insatisfechas sobre su hijo, mal estudiante. El
padre confía en que los cambios en la adolescencia y
la escuela podrán solucionar los problemas de estudio de
su hijo y abandonan asi todas sus responsabilidades, sin darse
cuenta de que claudicando está abriendo las puertas al
fracaso de su hijo.
El exceso de trabajo puede llevar a desbordar las
capacidades intelectuales y por tanto afectar al rendimiento
escolar.
Para nosotras un grupo es un espacio de trabajo donde
intervienen varios docentes y otros agentes institucionales; es
un espacio donde otros miran los logros y dificultades y con
otros se deciden experiencias, se evalúan
producciones
Debería darse una educación que siguiera
de manera individual a cada alumno, llegando a conocerlos como a
uno ,mismo, o sea, lo que podríamos llamar
educación personalizada, nosotras entendemos que este
debería ser el rol del Trabajador Social.
En la enseñanza sólo se triunfa cuando uno
es capaz de situarse en el lugar de aquellos a los que uno se
dirige. "Hay quienes dan la vida a la filosofía y la
Filosofía les hace vivir, pero hay otros que sólo
engordan con ello".
Para nosotras un buen profesor debería
preocuparse de saber desarrollar la tensión en sus
alumnos, el sentido crítico, la facultad de
expresión, pero también el valor, la
honradez intelectual y el entusiasmo. Conducir a todos a tomar
conciencia de lo
que son, de su necesidad interior, de su propia vocación.
La humildad abre muchas puertas. Decía bien San
Agustín: "Para llegar al conocimiento
de la verdad hay muchos caminos: El primero es la humildad, el
segundo es la humildad y el tercero es la humildad".
Además adherimos a Naddeo que admite que no
suelen cumplirse la legislación vigente, que establece que
cuando se descubre que un chico no va a la escuela la Justicia debe
citar a los padres y enviar al hogar a un trabajador
social.
Otra propuesta que propone un diputado justicialista, la
tuvimos en cuenta en el presente trabajo para hacer notar la
oposición de opiniones y las diferentes soluciones que
se pueden plantear con respecto a la deserción
escolar.
Aclaramos que los integrantes del grupo no encuentra
realizable la proposición de diputado.
Proponen encarcelar a los padres que no envíen a
sus hijos a clases.
Deserción: la iniciativa fue presentada por el
diputado justicialista Juan Carlos Vermendi, pero ya
cosechó severas críticas.
Un rechazo generalizado provocó en sectores de la
educación el proyecto de
ley impulsado
por el diputado nacional Juan Carlos Veramendi, del Partido
Justicialista, que propone la sanción con penas de
prisión y la pérdida de la patria
potestad para los padres de todo el país que no
envíen a sus hijos a la escuela.
La iniciativa también contempla otras sanciones,
como la pérdida de la tutela y la revocación de la
adopción
simple para tutores y adoptantes, respectivamente, que no cumplan
con la educación general básica y obligatoria (de
diez años de duración) o con la educación
especial.
En la Argentina hay cerca de 200.500 chicos de 6 a 12
años que no van a la escuela, según datos del
último censo nacional de población proporcionados por el Ministerio
de Educación. Esa cifra representa el 4,3 % de la
población escolar total de esa edad, que según la
misma fuente es de 4.650.967 alumnos.
Sanguinetti advirtió que "la familia ha desertado
tremendamente de su función educativa" y sostuvo que,
aunque los padres envíen a sus hijos a buenos colegios,
muchas veces abandonan su misión
educativa, que es acompañar a los hijos a su etapa de
crecimiento.
- Tres perspectivas básicas. Universidad
Nacional de Rosario
Facultad de Ciencias Médicas. Rosario
1995.
- Novedades Educativas Nº 110 Pág. 30
Cintia Rajschmir. - Novedades Educativas Nº 94 Pág.
27. - w.w.advance.com.ar/usuarios/ sin techo
- w.w.w.un.org.ar/infancia
- w.w.w.unic.org.ar/noticias
- w.w.w.cc.rffdc.educ.ar/documentos
- Revista tercer sector Nº 10
- Novedades Educativas Nº 92 Pág.
6 - Novedades Educativas Nº 101 Pág.
30 - Novedades Educativas Nº 102 Pág.
48 - Diccionario de Pedagogía Ezequiel Ander – Egg.
Editorial Magisterio Enero 1997 - Propuesta Educativa Nº 12 Pág.
79 - Diario La Capital,
Lunes 16/03/98 - Diario La Capital,
Domingo 21/09/97
Autor:
Luna natalia – Lusardi Romina – Margherit Mariana –
Baez Natalia-