1.
Introducción
2. Antecedentes
3. Circunstancias que
envolvieron la crisis de 1994-1995
4. Objetivos Básicos
De La Superintendencia – Reestructuración
(1995)
5.
Conclusión
6.
Bibliografia
Las instituciones
financieras están en el negocio de la selección
y manejo de riesgos, debiendo
el banquero asumir desde la intermediación de baja
contingencia y escaso dinamismo económico, hasta la
financiación de innovaciones que se asocian a la
más alta exposición, pero que, de suyo constituyen
la clave del crecimiento
económico. De allí que el gran acto de los
banqueros y de los reguladores, es determinar el grado
óptimo de exposición que las instituciones
financieras deben asumir para impulsar desarrollo
económico manteniendo al mismo tiempo los
riesgos
implícitos para los depósitos.
Se entiende por crisis
financiera el estado que
se produce cuando un número importante de intermediarios
bancarios con severos problemas de
solvencia, no puede continuar cumpliendo con las obligaciones
contaídas frente al público. Esta circunstancia
fuerza a las
autoridades a decretar su intervención y adoptar otras
medidas de emergencia que impidan la reproducción de situaciones similares en el
resto del sistema bancario,
afectando tanto al mecanismo de pagos como el normal
desenvolvimiento de las actividades productivas, e incluso,
dependiendo de las características y falta de las
instituciones involucradas, las relaciones económicas
internacionales del país.
Las crisis bancarias son fenómenos
multidimencionales provocados por la prolongada gestación
de diversos factores micro y macroeconómicos característica que hace extremadamente
difícil determinar correctamente la respectiva
relación de causalidad. Más aun, su complejidad
puede llegar a dificultar una adecuada ponderación de los
distintos factores que la originaron, así como a
diferenciar, con grado razonable de objetividad y
precisión, entre estos y los elementos que simplemente
contribuyeron a retardar o acelerar su desarrollo.
Durante el primer semestre de 1994, el escenario
nacional se vio fuertemente estremecido período episodio
fundamentales. En primer lugar, es estallido de una crisis
sistemática en la industria
bancaria, la cual tuvo como detonante el cierre y la posterior
intervención del Banco Latino-
segundo en importancia en el país, cuya onda expansiva
arrastro nueve bancos
comerciales, nueve bancos
hipotecarios y diez sociedades
financieras. La prolongada incubación del proceso de
insolvencia hizo que el sistema bancario
venezolano acumulara pérdida cuantiosas, que con la
emergencia de la crisis, se traducirían en costos
económicos y sociales muy elevados, aún en el
supuesto negado de que las autoridades diseñaran una
estrategia
efectiva, viable y coherente para combatir sus efectos más
perniciosos y erradicar sus causas.
En segundo lugar, la manifiesta ineptitud de todos los
organismo públicos encargados de manejar la crisis
financiera (Ejecutivo Nacional, Banco Central de
Venezuela,
Superintendencia de Bancos, FOGADE), para detectar medidas que
detuviesen su propagación, originasen sus efectos adversos
sobre la actividad económica en general y la propia
banca en
particular, y sentasen las bases para la estabilización
del sistema
financiero en el madiano plazo. El comportamiento
que mantuvieron los organismos públicos a lo largo de este
proceso,
aumentaron los costos de la
crisis a dimensiones aún mayores que las imaginadas
incluso por los sectores más pesimistas del
país.
La Crisis Bancaria
Se entiende por crisis financiera el estado que se
produce un número importante de intermediarios bancarios
con severos problemas de
solvencia, no puede continuar cumpliendo con las obligaciones
contraías frente al público. Esta circunstancias
fuerza a las
autoridades a decretar su intervención y adoptar otras
medidas de emergencia que impidan la reproducción de
situaciones similares en el resto del sistema bancario, afectando
tanto al mecanismo de pagos como el normal desenvolvimiento de
las actividades productivas, e, incluso, dependiendo de las
características y talla de las instituciones involucradas,
las relaciones económicas internacionales del
país.Las crisis bancarias son fenómenos
multidimensionales provocados por la prolongada gestación
de diversos factores micro y macroeconómicos
características que se hace extremadamente difícil
determinar correctamente, en cada caso, la respectiva
relación de causalidad.
Cuando un banco pierde su capital y
opera con apalancamiento financiero que técnicamente
tiende a infinito(estructura de
Ponzi), se hace tremendamente vulnerable a los cambios en el
entorno competitivo, por lo que su colapso es sólo
materia de
tiempo. La
pérdida de capital supone
que el banco no dispone de fondos prestables sin costo y, en
consecuencia, todo activo improductivo está correspondido
con pasivos onerosos y sujetos a devolución.
La creación de activos
financieros ficticios para encubrir problemas estructurales no
tiene un efecto neutro, puesto que genera una demanda
endógena de fondos que permanentemente presiona los
límites
del mercado,
afectando negativamente tanto la selección de deudores
como los depósitos básicos del instituto. Esta
situación empuja al banco a captar fondos para continuar
operando y ocultando sus pérdidas, lo que fuerza a pagar
tipos de interés
superiores a los del mercado. Cuando
una institución financiera alcanza ese grado de
descapitalización, permitirle la captación con
prima de nuevos depósitos o activar mecanismos para
suministrarle auxilio financiero, sólo promueve el
desarrollo de
un círculo vicioso, que estimula la búsqueda de
salidas heterodoxas o circunstanciales, generalmente vinculadas
con operaciones
eminentemente especulativas, las cuales elevan el nivel potencial
de riesgo, de los
activos, por
ende, la posibilidad de incurrir en pérdidas más
elevadas, circunstancia que aumenta sus necesidades de liquidez.
A l mismo tiempo, se posponen las iniciativas encaminadas a
procurar una solución racional y permanente a sus
rigideces operacionales y financieras, mediante la
recapitalización y el acometimiento de programas de
acciones
correctivas que paulatinamente promuevan una estructura de
balance más equilibrada y compatible con el objetivo de
desarrollar una ventaja competitiva sostenible.
Politicas publicas para controlar el desarrollo y
amortiguar los efectos de la crisis bancarias
Intercambio entre investigadores y banqueros de diversos
países industrializados, cuyo objetivo
central ha sido estudiar las causas que las originan, fortalecer
la capacidad real de los organismos de supervisión para prevenirlas, y definir
políticas dirigidas a aliviar sus adversos
y restituir rápidamente el normal funcionamiento del
sistema
financiero.
Fortalecer la malla preventiva del sistema bancario, el
realzamiento de la función
capital, atribuyéndole exclusivamente el éxito
bancario a la combinación de una gerencia
eficiente y una abundante liquidez sistémica.
El concepto de
patrimonio se
subdividió en dos tramos o niveles: acciones
comunes y preferidas, la reserva legal, las otras reservas de
capital y utilidades no distribuidas.
Finalmente, ha habido avances importantes respecto a la
conveniencia de dotar al organismo fiscalizador de todos los
instrumentos legales, técnicos y humanos, que hagan
posible anticipar los procesos de
insolvencia bancaria y cortar de raíz su avance antes de
que se afecten los intereses de los contribuyentes.
El papel de la
banca del
organismo de supervisión y control, ha
permitido mejorar la capacidad de las entidades de crédito
para absorber pérdidas operativas ocasionales, provocadas
tanto por eventuales fallas gerenciales como por desmejoras de la
coyuntura económica, y promover mecanismos que faciliten
la eliminación de las redundancias en el sistema bancario,
sin tener que soportar los efectos nocivos y traumas que
generalmente acompañan a las liquidaciones.
La administración extraordinaria tiene como
objetivo determinar las causas de la crisis y la
identificación de los modos de saneamiento de la entidad
(recapitalización, fusión,
etc.), plazo máximo de 18 meses, conforme a procesos muy
rigurosos y transparentes.
La cesión de activos y pasivos de la entidad
permite, en ese marco, salvaguardar los intereses de
depositantes, clientes y
trabajadores.
En los Estados Unidos de
América, la Corporación Federal de
Seguros de
Depósitos (FDIC) es la autoridad
competente para el tratamiento de la crisis bancarias, se inicia
con la declaratoria de insolvencia del banco por el Contralor de
la Moneda y la designación de este organismo, surgiendo
así la obligación de hacer frente al reembolso de
los depósitos asegurados, mediante u pago en efectivo a
los depositantes o transfiriendo una cantidad equivalente a otro
asegurado que asuma tales obligaciones.
Partiendo de 1990, en Venezuela al
igual que otros países de América
Latina se caracterizo por tener un nivel de protección
razonable, cuyo objetivo primordial era estimular el crecimiento
de las actividades productivas del país. Su financiamiento
provenía principalmente de los ingresos del
petróleo y
la materia prima
que apuntaba los procesos de reconstrucción y
expansión de la economía mundial le
permitió disfrutar de una posición privilegiada en
los mercados
internacionales. Esta economía se
basó en un modelo
económico caracterizado por un razonable nivel de
protección.
Para 1968 el PIB real
creció a una tasa acumulada anual de 7,02%, lo que
permitió una adopción
de políticas
fiscales monetarias relativamente alta y por lo general creciente
manteniendo a la vez un grado de inflación evidentemente
baja.
Condiciones Macroeconómicas
Con los incrementos del precio del
petróleo a
finales de los años 1973-74 el gobierno emprende
una política
de gasto
público desenfrenadamente expansiva, circunstancias
que forzó hacia nuevas expansiones de la actividad
productiva. Durante todo este lapso el gobierno apoyado
en los descomunales ingresos
petroleros y el flujo creciente de endeudamiento externo
asumió una postura cada vez mas intervencionista en las
actividades reales y financieras invadiendo sectores y renglones
productivos propios de la esfera privada lo que ocasionó
una caída sintematica de los niveles de eficiencia
económica y engendro un déficit fiscal
cuantioso cuyo financiamiento
requirió nuevos endeudamientos para ser cubierto. Se
produjo una crisis en la industria
bancaria colapsando el sistema bancario entre los cuales se
destacaron el Banco Nacional de Descuento en 1978, Banco de los
Trabajadores de Venezuela en 1982, el Banco de Comercio en
1982, a un régimen de flotación de las tasas de
interés lo que naturalmente agravó la
situación financiera de las instituciones especializadas
en el financiamiento a mediano y largo plazo hecho que obligo a
crear mecanismos de subsidio a ciertos deudores de la Banca
Hipotecaria y del sistema nacional de ahorro y
préstamo.
El deterioro del cuadro macro económico
adquirió un carácter
verdaderamente critico en el año 1982 produciéndose
una preocupación en el sector extranjero, las cuentas
corrientes mostraban saldos rojos, se observo caída en las
exportaciones y
aumentos de las importaciones y
un nivel critico en las reservas internacionales; debido al
déficit de 4246$ millones ocasionado básicamente
por la caída del 18,16% en las exportaciones y
un aumento del 12,05 en las importaciones lo
cual significo una perdida de reservas 7860$ millones.
Para 1983 se observaba fuga de capital y la negativa de
la banca acreedora internacional continua renovando las
obligaciones a corto plazo. Esto se hace insostenible hacia fines
del año 1988 lo que obligó a la nueva administración crear un improvisado
programa de
ajustes a mediano plazo cuyos efectos propone un conjunto de
reformas estructurales.
En el aspecto financiero se pretendió alcanzar
los siguientes objetivos
generales.
Promover un marco normativo más simple
ágil y transparente que permitiera una estructura
reguladora más equilibrada y eficiente.
Reducir gradualmente la simetría creada por la
participación directa del sector
público en las actividades financieras
Eliminar duplicaciones y fortalecer las facultades individuales
de los organismos responsables de la regulación y
supervisión financiera.
Impulsar el desarrollo de una estructura financiera de largo
plazo mediante el robustecimiento del mercado de
capitales.
Situación general del sistema
financiero
En lo que respecta al Sistema financiero la nueva
orientación de la reforma económica permitió
ampliar considerablemente el grado de libertad
operativa de los intermediarios. Entre los procedimientos
más importantes que contribuyeron a ocultar
paradójicamente y al mismo tiempo profundizar el proceso
de insolvencia fueron:
Determinar las barreras entre el sector financiero y el
sector real de la economía lo que dio lugar a compras
desenfrenadas de empresas de las
más diversas índole.
Diluasión de la frontera entre la banca de
depósito y la banca de inversión, lo que permitió a las
bancas comerciales adquirir valores
bursátiles para su cartera de inversiones.
Exagerado involucramiento de los intermediarios
bancarios en el proceso de financiamiento.
Otros procedimientos
adicionales de encubrimientos fueron la creación o
potenciación de los circuitos
"OFESHORE" que consistió en la creación de oficinas
y organizaciones
financieras con domicilio legal fuera del territorio nacional,
que además sirvió para aparcar operaciones
activas y pasivas realizadas por los bancos matrices
establecidos en el país.
El proceso de insolvencia se acentuó a partir de
1989 y alcanzó proporciones verdaderamente alarmantes e
insolventes para el año 1993. La crisis bancaria que
vivió Venezuela en los años 90 afectó a un
40% el sistema financiero e hizo que el Banco Central de
Venezuela otorgara auxilios financieros por un monto mayor que
los concedidos en el año 1994.
En la mayoría de la crisis bancaria los problemas
de balanza de pagos
e inestabilidad bancaria fueron causados principalmente por los
SHOCKS externos y por el crecimiento acelerado en los
períodos de expansión económica.
Características
Antes de la crisis 1994-1995, tres
características resultaban completamente notorias en la
estructura del sistema financiero venezolano. La primera era
la
organización de diversas instituciones financieras a
través de los denominados grupos
financieros. Estos usualmente se enucleaban alrededor de una
banca comercial y se extendían en una amplia red de instituciones que
abarcaban sociedades
financieras, bancos hipotecarios, fondos de activos
líquidos, arrendadoras financieras, casas de bolsas y en
algunos casos hasta compañías de seguros.
La segunda característica resaltante era su alta
concentración ya que un número reducido de
instituciones controlaba una alta proporción de las
principales variables del
sector.
La tercera característica se refiere a la poca
diversidad institucional que presentaba el sistema financiero, no
obstante el amplio número de unidades que lo
conformaban.
Causas que originaron la crisis de 1994-1995
- Cambio en los factores macroeconómicos
producidas por la incertidumbre política y social del periodo, esta
incertidumbre produjo una disminución de los
depósitos que condujo a la quiebra a
un grupo de
instituciones bancarias. - Falla en la supervisión y regulación
del sistema financiero, este argumento señala que en
el período de crisis las instituciones financieras
fueron desreguladas por otra parte fueron las regulaciones
preventivas, las tecnologías mínimas para
evaluar los centros de computación en los bancos y
demás instituciones financieras supervisadas,
también se manifestaron intermediarios capaces de
utilizar las inspecciones, etc., muchos de estos ocasionaron
la imposibilidad de evitar las deficiencias y desviaciones
que ocurrieron en el sistema financiero venezolano para ese
período. - Liberación de las tasas de interés en un entorno
macroeconómico inestable, la deficiente
regulación y supervisión del
entorno.
El desarrollo de la crisis financiera
1994-1995
La intervención del Banco Latino marca el
estallido de la crisis financiera. La crisis se manifiesta en
enero de 1994, cuando la Junta de la Superintendencia de Bancos
decidió intervenir el Banco Latino y parecía que se
contendría con la estratificación del Grupo
Latinoamericano Progreso, entre cuyas fechas, 13 de enero y 15 de
diciembre respectivamente, se desploman más de una docena
de instituciones. Pero no se contiene: Febrero de 1995 comienza
con la estratificación de tres entidades más: Banco
Principal, Banco Italo y Banco Profesional.
Las instituciones auxiliadas y luego intervenidas en
junio de 1994 son el Banco Amazonas, Bancor, Barinas, Construcción, La Guaira, Maracaibo,
Metropolitano, y Sociedad
Financiera Fiveca. Más tarde son estatificados el Banco de
Venezuela (09 de agosto) y el Banco Consolidado (11 de
septiembre). Un tercio de la Banca Comercial había sido
afectada, trece bancos, representantes del 37% de los
depósitos totales del sistema, habían desaparecido
mientras tradicionalmente percibidos como los bancos más
sólidos, experimentaron un crecimiento de grandes
proporciones al ser los receptores de buena parte de los
depósitos de los bancos afectados, captaciones de
depósitos del país.
Durante todo el año 1993, el país
observaba un clima
político y económico de gran
inestabilidad.
En mayo de 1993, el presidente Carlos Andrés
Pérez había sido eximido de sus funciones en la
primera magistratura y reemplazado internamente por Ramón J.
Velázquez. El nuevo presidente maximizó esfuerzo
por restaurar el clima de
estabilidad política en medio de una crisis
económica recrudecida por la caída de los ingresos
petroleros, la amplitud del déficit fiscal y la
enorme inestabilidad del tipo de
cambio.
Para el cierre del año 1993 las tasas de
interés registraban niveles tan elevados que no solo
ponía en alto riesgo la
disponibilidad de los depositantes sino además afectaban
el riesgo de morosidad de los prestatarios.
En febrero de 1994 el nuevo gobierno electo topó
con la poca envidiable tarea de recoger las piezas del desarmado
cuadro del sistema financiero Venezolano. Uno de los problemas de
mayor envergadura que el gobierno debió confrontar fue la
delicada situación del Fondo de Garantías de
Depósitos, FOGADE lucía sin ninguna capacidad
financiera para manejar la envergadura de la crisis. La perdida
de confianza se hizo presente y esto aunado a la carencia de un
plan coherente
para afrontar la crisis condujo a un severo desorden monetario.
Una caída notable en la demanda de
dinero y un
incremento importante en las salidas de capital caracterizaron
estos primeros meses del año 1994.
Entre diciembre de 1993 y marzo de 1994 (en sólo
tres meses) las reservas internacionales cayeron en 2.060
millones de dólares. El gobierno y el BCV no tomaron
acción alguna finales de abril cuando el sistema de
crawling peg había virtualmente colapsado e inmediatamente
reemplazado por regimen de flotación. Al anuncio de la
medida siguió una fuerte devaluación. En mayo de 1994 un sistema de
subasta bajo el control del BCV
reemplazó el sistema de flotación.
Con la intervención y control de ocho grande
instituciones bancarias a mediados de junio, las autoridades
regulatorias se vieron forzadas a admitir públicamente que
varios bancos presentaban situación de gran riesgo y que
la crisis del sistema era de naturaleza
sistemática. La aprobación de la Ley de Emergencia
Financiera a mediados del mes de marzo la facultad que ahora
tenia el Estado para
aportar recursos a FOGADE
era indicativos de que las cosas no andaban bien.
Hay que recordar que la prolongada incubación del
proceso de insolvencia hizo que el sistema bancario venezolano
acumulara pérdidas cuantiosas, que con la emergencia de la
crisis, se traducirían en costos económicos y
sociales muy elevados. Que la magnitud de los referidos costos
imposibilitaba que su financiamiento se sufragara con recursos
ordinarios de la Tesorería Nacional, por lo que resultaba
imperativo una decidida participación del Banco Central de
Venezuela, circunstancia que engendraría un déficit
cuasifiscal cuantioso e imposible de financiar por medios
ordinarios.
El creciente deterioro operativo y financiero del Banco
Latino, desde finales de 1992, venía enfrentando problemas
de liquidez con la misma agudeza y recurrencia registrada en
1988.Aún más ostensibles y notorias a partir del 13
de enero de 1994, obligando al Consejo Superior de la
Superintendencia de Bancos, integrado por el Ministro de
Hacienda, quien lo preside, el Presidente del Banco Central de
Venezuela y el Presidente de FOGADE, a decretar su
intervención, inspección practicada entre Junio y
Noviembre del año anterior se había detectado una
insuficiencia de provisiones que apenas alcanzaba a BS. 6.104
millones, monto equivalente a la suma de las reservas y un tercio
del capital pagado, era superable si esa institución
reforzaba proporcionalmente la base patrimonial y se
sometía a un plan de ajustes
preventivo. Cifras de pérdidas que multiplicaban por 40 o
50 el monto previamente calculado por dicho organismo, ni las
autoridades reguladoras sabían que hacer ante la
situación planteada y, mucho menos, adelantar iniciativas
que coadyuvaran a mitigar los efectos adversos de la crisis y
evitar el contagio hacia otras instituciones, donde había,
al menos, fundados motivos para presumir graves problemas de
solvencia y liquidez, el Banco Latino, venían presentando
apreciables y frecuentes dificultades para cubrir los saldos
negativos de la Cámara de Compensación.
El gobierno que asume los destinos del país en
1994, en lugar de admitir la existencia de una crisis financiera
y rectificar el rumbo que la
administración saliente le había impreso a su
conducción, decide ignorar la gravedad de la
situación planteada y adopta una actitud
totalmente pasiva e indiferente ante las nuevas dificultades y
complicaciones que comienza a emerger por los coletazos de la
caída del Banco Latino.
El Gobierno decide nombrar una nueva Junta Interventora
del Banco Latino y coloca al frente de ese cuerpo al Presidente
saliente de PDVSA.
La desinformación reinante en los círculos
oficiales, incapacidad del Estado para
orientar adecuadamente a la colectividad, dio lugar a una ola de
rumores sobre la situación financiera y solvencia de todo
el sistema financiero, tradujo en fuertes retiros de
depósitos en otros bancos, graves desequilibrios
estructurales, entre otras razones porque mantenían
vínculos patrimoniales con instituciones financieras y
empresas
relacionadas del Grupo Latino.
Los redoblados esfuerzos del Ente Emisor para mantener
líquido el sistema bancario, con medidas dirigidas a
reducir, eximir y modificar el sistema de encaje legal vigente,
activar el apoyo al mercado interbancario, diferir
casuísticamente la hora de cierre de la Cámara de
Compensación, facilitar las operaciones de mercado abierto
y expandir el crédito
de última instancia hasta los límites permitidos
por las garantías disponibles. Esta conducta, que
tardíamente pretendía restablecer la tranquilidad
ciudadana, sólo sirvió para continuar encubriendo
la verdadera situación financiera y solvencia de
instituciones con problemas irreversibles, no tiene precedentes
en la historia
bancaria de la República.
La imposibilidad de continuar financiando, a
través de los medios
ordinarios antes descritos, los retiros de depósitos que
experimentaban un número cada vez mayor de instituciones y
grupos
financieros, cuyos activos representaban una proporción
importante del mercado bancario nacional, colocó a las
autoridades ante la disyuntiva de intervenir o procurar
mecanismos sustitutivos de liquidez.
La medida de intervención, aun siendo la
más dura y compleja de las opciones disponibles, se
justificaba plenamente y era, la más conveniente para el
país en el mediano plazo.
Problemas de tesorería un carácter
transitorio ni respondían a factores coyunturales, sino
que eran consecuencia de una abierta insolvencia que simplemente
las situaba en la fase terminal de una enfermedad
incurable.
El órgano supervisor debía designar uno o
varios interventores, a los cuales se les confiarían las
más amplias facultades para que, en un lapso muy breve,
pudiesen determinar la situación financiera real de las
instituciones en cuestión, requisito indispensable para
decidir sobre su correspondiente liquidación o
rehabilitación.
La intervención:
Suponía que el Gobierno debía admitir la
existencia de una crisis sistémica, contradiciendo
abiertamente la posición mantenida por todos los voceros
oficiales, quienes de manera reiterada venían
atribuyéndole al problema bancario un carácter
eminentemente temporal.
Incapacidad de la Superintendencia de Bancos para
diagnosticar correctamente el grado de insolvencia de las
instituciones financieras en problemas, y la actitud
elusiva del Ministerio de Hacienda frente a los nuevos y
más complejos desarrollos de los acontecimientos
bancarios, Banco Central de Venezuela, extralimitándose en
sus funciones,
debía asumir, en la práctica, la responsabilidad política de las
intervenciones.
Fuerte liderazgo para
conducir y coordinar los esfuerzos dirigidos a solventar la
crisis.
FOGADE podrá otorgar auxilio financiero a bancos
e instituciones financieras que no hubiesen sido objeto de
intervención, en los casos en que ello fuera necesario
para salvaguardar la estabilidad del sistema bancario, siempre y
cuando existiese el voto favorable de al menos cinco de los
miembros de su Junta Directiva y previa opinión favorable
del Banco Central de Venezuela.
Al utilizar el camino del referido las autoridades
financieras venezolanas volvieron a innovar en materia de
"statu bancario", puesto que a las únicas
categorías universalmente aceptadas de banco en
operación y banco intervenido, y a la de "banco
suspendido", "banco auxiliado", lo que se materializó el
26 de enero de 1994, cuando el Banco Maracaibo recibió la
primera asistencia financiera de este tipo, cual se sumaron, el
Construcción, Barinas, La Guaira,
Metropolitano, Bancor y Amazonas, así la Sociedad
Financiera Fiveca.
La Crisis Financiera Trajo Como Consecuencia
Riesgos altos e incontrolables en las transacciones de la
economía
Inestabilidad en los depósitos, sistemas
financieros y de los pagos, altas tasas en los intereses en
bonos
quirografarios, plazo fijo.
Fuga de capital hacía el exterior.
Instituciones bancarias se tornaron insolventes, no solo
aumenta la propensión al riesgo de sus directivos y
propietarios si no que también se hace excesivamente
oneroso para estos tratos de recuperar la institución,
porque el capital necesario para responder los depósitos
perdidos y evitar la intervención pública
sería demasiado elevado.
Retiros masivos, de depósitos inclusive por
factores que escapan del control directo, de los banqueros, como
SHOCKS de orden macroeconómico, probablemente los
aseguradores privados se verán generalmente en
dificultades financiera para atender el volumen de
depósitos.
Falta de supervisión y regulación y de los
problemas de la gerencia
bancaria que con extraordinaria frecuencia se repiten en casi
todos los bancarios del mundo y de los cuales Venezuela no es la
excepción incluyendo los aspectos de ética y
corrupción
de la gerencia bancaria y los reguladores
públicos.
El deterioro del entorno macroeconómico.
Fallas de regulación y supervisión sobre el sistema
financiero y corrupción
de la gerencia bancaria.
Inestabilidad o deterioro macroeconómico que procedieron a
los colapsos bancarios.
Diferencia y debilidades de la supervisión y
regulación bancaria
El aumento compulsivo de las tasas de interés durante el
periodo previo a la crisis financieros.
Bajo niveles de capitalización aumentando la
propensión al riesgo por parte de los banqueros, puesto
que la proporción de los recursos propios que
intervinieron en las operaciones de colocaciones y prestamos
resultaron muy bajos.
La crisis financiera duró 18 meses, durante los
cuales se aplicaron distintos enfoques y después de la
cual vino el retroceso por la imposición de controles y la
suspensión de garantías constitucionales,
económicas, a la propiedad y a
las derechos humanos,
aplicada a una sociedad insegura, atemorizada y
complaciente.
También se ha criticado reiteradamente la
actuación del BCV ante la crisis financiera, considerando
débil y hasta imprevisiva Banco por no decir incompetente.
Probablemente faltó una política de Estado, una
estrategia
coherente de poderes públicos en una coyuntura de
emergencia sin precedente al país. Ejm. De esto fue, que
al inicio del mandato del Dr. Caldera, la crisis estaba en marcha
y tenia que procederse sobre la marcha.
Consecuencias Macroeconómicas de la
crisis
Una contracción del PIB de casi
3%
Contracción de la demanda agregada
interna de 4,5%
Una salida de capital cifrada en US$ 3.730
millones
Una tasa de inflación de 71%
En julio de 1994, hubo la necesidad de establecer un
régimen de restricciones cambiarías, con un tipo de
cambio nominal
fijo de Bs. 170 por un dólar de EUA, que se mantuvo hasta
diciembre de 1995, cuando el gobierno decidió devaluar la
moneda en una proporción de 70%, situándolo en
relación con el dólar en un nivel de Bs.
290.
Argumentos que originaron la crisis de
1994-1995:
- Cambio en los factores macroeconómicos,
producidos por la incertidumbre política y social del
período, esta incertidumbre produjo una
disminución de los depósitos que condujo a la
quiebra de
un grupo de instituciones bancarias. - Fallas en la supervisión y regulación
del sistema financiero, este argumento señala que en el
período de crisis las instituciones financieras fueron
desreguladas; por otra parte fueron pocas las regulaciones
preventivas, las tecnologías mínimas para evaluar
los centros de computación de los bancos y demás
instituciones financieras supervisadas, también se
manifestaron intermediarios capaces de utilizar artificios
contables para maquillar los estados
financieros presentados a la Superintendencia sin que esta
lo detectara, poco personal
capacitado para realizar las inspecciones, etc., muchos de
estos hechos ocasionaron la imposibilidad de evitar las
deficiencias y desviaciones que ocurrieron en el sistema
financiero venezolano para ese período. - Otro argumento, se refiere a la liberalización
de las tasas de interés en un entorno
macroeconómico inestable y a la deficiente
regulación y supervisión del entorno
financiero.
Todas estas hipótesis, menos la primera suponen que no
se conocía la magnitud del deterioro del sistema
financiero, pero la realidad era otra, ya que se disponía
de información suficiente, incluso
suministrada por los propios bancos, como para advertir que la
ocurrencia de la crisis era inminente.
Es importante aclarar que ninguna de estas tres
hipótesis por
sí solas, constituyen un argumento que se pueda considerar
causa principal de la crisis. Lo que resulta clave para explicar
la misma es analizar la interacción de todas estas causas,
y observar como los agentes económicos perciben la
insolvencia de ciertas instituciones financieras y retiran
masivamente sus depósitos cuando el entorno
macroeconómico se deteriora.
La interacción de estos eventos se
explica al señalar las circunstancias bajo las cuales se
desarrollo la crisis de 1994.
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