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Punteo de la teoría psicoanalítica (página 2)




Enviado por d_pame3



Partes: 1, 2, 3

CONCEPTO DE FALO Y MADRE
FÁLICA

  • FALO: Es una representación, no es lo
    orgánico, va más allá de lo genital: no
    es el pene. Es un concepto
    organizador de la sexualidad. Es lo que permite la
    valoración. Vamos a buscar cosas que tienen valor
    fálico. Falo como atributo que se le puede asignar a
    diferentes cuestiones. El falo organiza la diferencia entre
    los fálicos y los castrados. Organiza todos los
    conceptos alrededor de la sexualidad. Para SER hay que TENER.
    El falo organiza:
  • No todos son iguales
  • Lo puede perder
  • Le va a crecer. El nene comienza a tener ese
    ordenamiento.
    • MADRE FÁLICA: El falo es algo que
      otorga valoración, el hijo otorga valoración
      a la madre porque la completa, es en la medida en que es el
      sustituto del pene. Todo hijo (no importa si el hijo es
      varón o mujer
      sino que lo que importa es que el hijo tiene cualidades de
      completar a la madre) en la medida en que es siempre hijo
      de una mujer, siempre va a ser el falo de la madre, porque
      esa madre cuando salio de su complejo de Edipo tuvo que
      hacer esta ecuación ( pene= hijo)
      inevitablemente.

 

 

CELULA
NARCISISMO-MADRE FÁLICA

Cuando un hijo nace, se constituye una célula
cerrada que se autoabastece llamada célula "narcisismo-
madre fálica" que quiere decir: narcisismo desde el lado
del hijo y madre fálica desde el lado de la madre. Hay un
narcisismo del lado del hijo porque si el hijo es el falo de la
madre, solo el hijo es aquello que la completa en la medida en
que es el sustituto del pene, de forma tal que el hijo
está situado en una posición narcisista en la
medida en que él y sólo él es el que le
otorga una valoración a la madre. Madre fálica del
lado de la madre significa que también ella es
fálica en la medida en que tiene un objeto sexual, su
hijo, el falo. Tomamos al narcisismo como perfección y
omnipotencia de forma tal que el chico y la madre se completan
mutuamente: el chico es todo para la madre y la madre es todo
para el chico, formando una célula cerrada en la cual no
hay 3 sino 2.

La madre fálica lo es hasta el momento que se
produce la ruptura de esa célula, a través de la
intervención del 3ero que es el padre. La madre deja de
ser fálica y el hijo de ser falo.

EL COMPLEJO DE
EDIPO (SEXUALIDAD FEMENIMA- FALOCENTRISMO)

  • Falocentrismo: El falo es la creencia de que
    todos tienen pene, pero no está indicando una premisa de
    privilegio de lo masculino. El falocentrismo freudiano que
    significa que todos tienen y el que no tiene es porque se lo
    cortaron, no es una primacía de lo masculino. El falo se
    le representa a Freud como una
    premisa necesaria en sus teorías en la medida en que este falo es
    un organizador que dice que existe un sexo que
    tiene y existe otro sexo que no tiene.

En un comienzo, tanto la niña como el
varón tienen la misma relación con la madre, pero
en el caso de la niña tiene dos dificultades en cuanto a
la sexualidad que el varón no tiene porque tiene que
cambiar de objeto ( ya que su primer objeto de amor es la
madre), para pasar a su relación con el padre; y en
segundo lugar, tiene que cambiar de zona erógena porque
lo que está privilegiado en un primer tiempo es el
clítoris).

Freud plantea que habría dos o 3 salidas de
este problema, en la medida en que la niña busca en el
padre el pene que la madre no le dio. Cuando la niña
descubre que ella no está dotada de un pene, le atribuye
la falta fálica a la madre, hay un primer tiempo en que
la relación es fundamentalmente una relación con
la madre fálica.

Esta rivalidad es esencial para determinar el pasaje
hacia el 3ero porque la madre al caer como objeto de amor va a
ser sustituida por el padre. Entonces la niña va a
buscar en el padre lo que la madre no le dio.

La desilusión fálica lleva a la
rivalidad, la niña busca en el padre el hijo que como
promesa va a sustituir el pene que le falta, se produce una
sustitución del deseo de tener un pene por el deseo de
tener un hijo, así se establece la ecuación pene
= hijo.

En la niña, el complejo de Edipo es una
formación secundaria. Las repercusiones del complejo de
castración le predicen y lo preparan. Mientras que el
complejo de Edipo del varón se va al fundamento debido
al complejo de castración, el de la niña es
posibilitado por este último.

LA
DEGRADACIÓN DE LA VIDA AMOROSA

En la conducta amorosa
plenamente normal hay dos corrientes que podemos distinguir como
la tierna y la sensual. La tierna proviene de la infancia, se
ha formado sobre la base de los intereses de la pulsión de
autoconservación y se dirige a las personas que integran
la familia y a
las que tienen a su cargo la crianza del niño. Corresponde
a la elección infantil primaria de objeto. De ella
inferimos que las pulsiones sexuales hallan sus primeros objetos
apuntalándose en las estimaciones de las pulsiones yoicas.
La ternura de los padres y personas a cargo de la crianza
contribuye a acrecentar los aportes del erotismo a las
investiduras de las pulsiones yoicas en el
niño.

Estas fijaciones tiernas del niño
continúan a lo largo de la infancia, tomando consigo cada
vez más de un erotismo que, por esa vía, es
desviado de sus metas sexuales. En la pubertad se
añade la corriente sensual que no deja de investir con
montos libidinales más intensos, los objetos de la
elección infantil primaria. Pero ahí tropieza con
los obstáculos de la barrera del incesto.
Exteriorizará entonces el afán de hallar lo
más pronto posible el paso desde esos objetos,
inapropiados en la realidad, hacia otros objetos, ajenos con los
que pueda cumplirse una real vida sexual. El varón
dejará a su padre y a su madre y se allegará a su
mujer, asi quedan conjugadas ternura y sensualidad.

Freud extrae las siguientes conclusiones de cuadros
clínicos: Pacientes con una intensa libido;
exteriorización: impotente sexual. Freud infiere que la
afección se debe a una fijación incestuosa de madre
y hermanas que permanece en el icc. No une la corriente tierna y
sensual (inhibición en el desarrollo de
la historia
libidinal) dos factores que llevan al fracaso:
frustración: denegación y desvalorización de
la nueva elección de objeto; atracción: como la
medida que son capaces de exteriorizar los objetos parentales. La
corriente sensual activa de estos pacientes afectados solo busca
objetos que no recuerden a las personas incestuosas prohibidas.
Buscan objetos a quienes no necesiten amar a fin de mantener su
sensualidad alejada de los objetos amados.

EL
CONCEPTO DE PROHIBICIÓN

Prohibición: Prohibición del
incesto y homicidio que
comanda la entrada al vínculo social.

Cuando se pierden los objetos edípicos- dice
Freud – esos objetos son conservados en el aparato
psíquico pero ahora como instancia prohibidora, lo que
antes era una prohibición externa pasa ser una
prohibición interna porque está en el propio
sujeto.

Se puede definir entonces al superyó como la
interiorización de las prohibiciones parentales, no es la
prohibición que ejercen los padres, sino que es una
prohibición que existe en la cultura
mediatizada por los padres.

La prohibición solo produce sus efectos
notificada en la palabra.

LA NOVELA
FAMILIAR

La novela familiar de los neuróticos es un
estadio con una particular actividad fantaseadora, que se revela
primero en los juegos
infantiles y luego desde la pubertad se apodera del tema de las
relaciones familiares. La fantasía del niño se
ocupa en la tarea de librarse de los menospreciados padres y
sustituírlos por otros, en general, de posición
social mas elevada. Las vivencias casuales ( conocer al
señor del castillo o al terrateniente en el campo, a los
nobles, etc) despiertan la envidia del niño que luego
halla expresión de una fantasía que le sustituye a
sus dos padres por unos de mejor cuna.

Una vez que el niño tiene noticia sobre las
condiciones sexuales de padre y madre, la novela
familiar experimenta una limitación: enaltece al padre, no
poniendo ya en duda la descencia de la madre, inmodificable. Esta
segundo estadio (sexual) tiene por portador lo que le faltaba al
primero (asexual). Con la noticia sobre los procesos
sexuales nace una inclinación a pintarse situaciones y
vínculos eróticos en que entra como fuerza
pulsional el placer de poner a la madre en situación de
infidelidad escondida y secretos amorosos.

 

NARCISISMO: SU RELACIÓN CON LA PRIMER
TEORÍA DE LAS PULSIONES. NARCISISMO PRIMARIO Y SECUNDARIO.
AMOR POR APOSICIÓN Y ELECCIÓN NARCISISTA DE OBJETO.
EL YO IDEAL E IDEAL DEL YO.

Primer teoría
de las pulsiones: Es una teoría dividida en dos grandes
agrupamientos:

  • pulsiones del yo o autoconservación: que
    tienen como energía al "interés".
  • pulsiones sexuales: que tienen como energía la
    "libido"

Narcisismo es el "amor a si mismo", es la
catectización libidinal del yo. Es aquel que vuelva su
libido en su propio yo. Si la energía que entra en
juego es la
libido, a la estructura la
llamamos narcisismo y si la energía que entra en juego es
el interés a la estructura la llamamos egoismo.

El egoísmo es la preocupación que el
sujeto tiene sobre si mismo pero en beneficio de las pulsiones de
autoconservación (por ej: protección a la vida,
alimentación).

El narcisismo es la preocupación del sujeto por
sí mismo en beneficio de las pulsiones
sexuales.

Hay dos formas de narcisismo:

  • narcisismo primario: es la primitiva imagen
    idealizada que el sujeto tiene de si al superar la etapa auto
    erótica del desarrollo, como un paso previo a la
    posibilidad del narcisismo secundario. Sería un estado en el
    que el niño carga toda su libido sobre si mismo. El
    narcisismo primario se constituye en esa primitiva
    identificación con la imagen idealizada que los padres
    tienen del niño. No hay una vuelta desde el objeto hasta
    el yo, como en el caso del secundario, sino que la libido
    originariamente está en el yo.
  • Narcisismo secundario: Es aquel narcisismo que
    se produce cuando la energía de la pulsión sexual
    o libido vuelve de los objetos al yo. El yo es el objeto que ha
    retraído la carga del objeto sobre sí mismo. Y
    ahora es el objeto idealizado y la libido del yo.

Elecciones de objeto:

  • por apoyo/ aposición/ apuntalamiento/
    anaclítica
    : Se elige un objeto según el
    modelo de
    las primeras relaciones de objeto que el chico tiene en su
    vida. Las pulsiones que entran en juego en este tipo de
    lección de objeto son las pulsiones de
    autoconservación. Se lo elige porque tiene determinado
    tipo de cualidades nutricias o protectoras.
  • narcisista: Se elige a alguien según
    dos posibles caminos, de imagen o semejanza o para restituir la
    autoestima.por ej: una relación entre un
    hombre
    adulto y un adolescente. Considera que el homosexual que elige
    a un adolescente como objeto sexual, reproduce, la
    relación entre la madre y el mismo. El adulto
    está identificado con la propia madre e identifica al
    adolescente con el mismo cuando era chico. Así queriendo
    al otro, se está queriendo a sí
    mismo.

La introducción del narcisismo le permite a
Freud mostrar que el primer dualismo pulsional en algo falla.
Falla en el hecho que el narcisismo significa que el yo
también está sexualizado, el narcisismo como
investimiento libidinal del yo. Esto trae una crisis a la
bipartición funcional. En 1920 va a decir que el dualismo
pulsional es el dualismo referido a las pulsiones de vida y las
pulsiones de muerte.

Yo ideal e ideal del yo:

  • Yo ideal: La construcción de la representación
    que el sujeto se hace de si mismo integra siempre elementos
    valorativos. Los atributos del yo que se ubican en el
    extremo de máxima valoración conforman un yo
    ideal, que lo es en un doble sentido: perfecto y anhelado de
    ser como él y también ideal en tanto
    ilusorio.
  • Ideal del yo (núcleo del
    superyó):
    Implica la posibilidad de existencia de
    otro yo, que es el ideal y que se caracteriza por estar ubicado
    en el lugar de la menor valoración.

El Yo ideal y su negativo se encuentran ubicados sobre
el mismo eje semántico, en los polos del mismo, pudiendo
existir puntos intermedios entre uno y otro.

 

 

IDENTIFICACIÓN: LOS TRES TIPOS DE
IDENTIFICACIÓN DESCRIPTOS POR FREUD: PRIMARIA, SECUNDARIA
E HISTÉRICA.

Identificación: Forma más temprana de
enlace afectiva con un objeto o con otra persona.

Identificación primaria: Resulta de
un proceso que
tiene que ver con el complejo de Edipo. El padre es aquel que se
ofrece como soporte de una identificación. La mujer
prohibida es aquella que es posesión del padre, es decir,
la madre. Esto se paga con un precio, que es
que en el mito
Edípico es el precio de la rivalidad al padre. Actitud
masculina en la medida en que el quiere ser el padre. Esta
identificación con el padre prepara el camino al complejo
de Edipo, porque si el quiere ser como el padre, esto le abre la
posibilidad de acceso a la madre en su deseo. Si él es
como el padre, puede desear a la madre.

La identificación primaria es directa e
inmediata. Es un concepto teórico. No se ve en la
clínica. Hay una identificación con el padre de la
prehistoria.
Incorporación. Se identifica con el "devorar". El
caníbal se come lo poderoso que ve en el otro, se apodera
de las cualidades del enemigo. El niño incorpora al padre
y hay rasgos de ese padre que va a incorporar. La
identificación es un mecanismo que tiene que ver con lo
oral. Quiere ser el padre, ocupar su lugar. Y esta
identificación primaria es previa a la elección de
objeto.

Identificación secundaria: Se da
cuando resignamos o perdemos un objeto. Se toman rasgos, hay
identificación. Hay un objeto de por medio, y cuando se
pierde se toma un rasgo y lo retengo vía
identificación. (Es en función de
un rasgo, no de la totalidad). En el complejo de Edipo, las
investiduras de objeto son resignadas y sustituidas por
identificación. La autoridad del
padre o de ambos progenitores, introyectada en el yo forma el
núcleo del superyó.

La identificación tiene que ver con el SER. Tiene
que ver con el narcisismo. En el complejo de Edipo hay momentos
en que el objeto es el padre para el nene y la madre para la nena
(identificación homosexual).

 

EL DUELO

 

El duelo es la reacción frente a la
pérdida de una persona amada o de una abstracción
que haga sus veces como la patria, la libertad, un
ideal, etc. A raíz de idénticas influencias, en
muchas personas se observa, en lugar de duelo, melancolía.
A pesar de que el duelo trae consigo graves desviaciones de la
conducta normal en la vida, nunca se nos ocurre considerarlo un
estado patológico ni remitirlo al médico para su
tratamiento.

La melancolía se singulariza en lo
anímico por una desazón profundamente dolida, una
cancelación del interés por el mundo exterior, la
pérdida de la capacidad de amar, la inhibición de
toda productividad y
una rebaja en el sentimiento de sí que exterioriza en
autorreproches y auto denigraciones y se extrema hasta una
delirante expectativa de castigo. El duelo muestra los
mismos rasgos, excepto uno; falta en él la
perturbación del sentimiento de si. El duelo pesaroso, la
reacción frente a la pérdida de una persona amada,
contiene idéntico talante dolido, la pérdida del
interés por el mundo exterior, la pérdida de la
capacidad de escoger algún nuevo objeto de amor, el
extrañamiento respecto de cualquier trabajo
productivo que no tenga relación con la memoria del
muerto. Esta inhibición y este angostamiento del yo
expresan una entrega incondicional al duelo que nada deja para
otros propósitos y otros intereses.

¿En qué consiste el trabajo que
el duelo opera?
El examen de realidad ha mostrado que el
objeto amado ya no existe más, y de él emana ahora
la exhortación de quitar toda libido de sus enlaces con
ese objeto. A ello se opone una comprensible renuencia; el hombre no
abandona de buen grado una posición libidinal, ni aun
cuando su sustituto ya asoma. Esa renuencia puede alcanzar tal
intensidad que produzca un extrañamiento de la realidad y
una retención del objeto por vía de de una psicosis
alucinatoria de deseo. Lo normal es que prevalezca el acatamiento
de la realidad. Pero no puede cumplirse enseguida. Se ejecuta
pieza por pieza con un gran gasto de tiempo y energía de
investidura, y entretanto la existencia del objeto perdido
continúa en lo psíquico. Cada uno de los recuerdos
y cada una de las expectativas en que la libido se anudaba al
objeto clausurados, sobreinvestidos y en ellos se consuma el
desasimiento de la libido. ¿Por qué esa
operación de compromiso, que es el ejecutar pieza por
pieza la orden de la realidad, resulta tan dolorosa? He
ahí algo que no puede indicarse con facilidad en una
fundamentación económica. Pero una vez cumplido el
trabajo del duelo el yo se vuelve otra vez libre y
desinhibido.

En el duelo hay una perdida de objeto conciente. En
éste inhibición y falta de interés se
esclarecían totalmente por el trabajo del duelo que
absorbía al yo. En el duelo, el mundo se ha hecho pobre y
vacío; en la melancolía, eso le ocurre al yo
mismo.

El duelo normal vence sin duda la pérdida del
objeto, mientras persiste absorbe de igual modo todas las
energías del yo. Para cada uno de los recuerdos y de las
situaciones de expectativa que muestran a la libido anudada con
el objeto perdido, la realidad pronuncia su veredicto: el objeto
ya no existe más; el yo, preguntado, si quiere compartir
ese destino, se deja llevar por la suma de satisfacciones
narcisistas que le da el estar con vida y desata su
ligazón con el objeto aniquilado. Esa desatadura se cumple
tan lentamente y tan paso a paso que, al terminar el trabajo,
también se ha disipado el gasto que
requería.

Si el objeto no tiene para el yo una importancia tan
grande, una importancia reforzada por millares de lazos, tampoco
es apto para causarle un duelo o una melancolía. Ese
carácter, la ejecución pieza por
pieza del desasimiento de la libido, es por tanto adscribible a
la melancolía de igual modo que al duelo…Así
como el duelo mueve al yo a renunciar al objeto
declarándolo muerto y ofreciéndolo como premio el
permanecer con vida, de igual modo cada batalla parcial de
ambivalencia afloja la fijación de la libido al objeto
desvalorizando este, rebajándolo; por así decir,
también victimándolo.

  • Un duelo implica abandonar un
    objeto y poder
    elegir nuevos objetos. Duelo patológico no existe. Un
    duelo se realiza sobre cualquier cosa que resulta
    significativa para el sujeto (cualquier cosa que no tenga
    sentido). El duelo es un proceso inconciente por el cual se
    retira la significación o valor que se le daba a
    cualquier objeto pudiendo trasladar esa significación
    a otro objeto.
  • La melancolía Es un fenómeno
    patológico causada por la inexistencia del duelo. En
    la melancolía no se es conciente de lo que produjo la
    pérdida. Melancolía es cuando no se puede
    realizar un duelo.

 

 

LA SEGUNDA
TÓPICA. FUNCIONES DEL YO
Y DEL SUPERYÓ

Yo, ello y superyó

Un humano al nacer es todo ello, luego va habiendo
diferenciaciones y se va a constituir el aparato, compuesto por
ello, yo y superyó. El ello es el que se va a ir
especializando en las diferentes instancias con el contacto con
el mundo externo.

El ello es todo lo pulsional. Lo inconciente tiene que
ver con el ello y con lo reprimido. El ello es el núcleo
del ser y el núcleo de donde sale el Yo es del ello. Y lo
reprimido sale del Yo ; el mecanismo de defensa propio del Yo es
inconciente. Por eso decimos que lo inconciente está
también tanto en el yo, como en el
superyó.

Por identificación con el mundo externo, el Yo se
conforma y le da satisfacción al ello. El ello busca
satisfacción. El Yo es el mediador con el mundo externo,
es perfeccionamiento, modificación, del ello. El yo tiene
que mediar, es moral, su
función es encontrar una buena manera de satisfacer al
ello, su función es reprimir, y el que manda al Yo a
reprimir es el superyó. El superyó obliga a
satisfacer al ello, pero al mismo tiempo tiene que
frenarlo

El ello va a investir los objetos que van a constituir
mi carácter.

La identificación es una instancia
psíquica que tiene que ver con la conformación del
yo y el superyó.

El yo es un cúmulo de indentificaciones que nos
van constituyendo, es el resultado de todas las identificaciones.
Uno se ha identificado con todos los objetos que pasaron por su
vida. El núcleo del yo está compuesto por
identificaciones y este se va a oponer al resto de las
identificaciones.

De la identificación con las figuras parentales
surge el superyó. El núcleo del superyó es
el ideal del yo, son las identificaciones que se dieron en el
complejo de Edipo que tiene que ver con las figurar paternas. El
superyó es esta parte que se contrapone con las
demás identificaciones. Se va a identificar con todo lo
que tenga autoridad entre nosotros. El superyó es obsceno.
Exige al yo dar satisfacción al ello. Es una resistencia.

El superyó es el heredero del complejo de Edipo.
El superyó va a defender al ello, está sumergido en
él, busca que obtenga satisfacción.

La identificación es de lo que está hecho
el superyó que sirve para auxiliar a las pulsiones de
muerte (que apuntan a morir, a la destrucción). La
energía que usa para castigar al yo es pulsión de
muerte. El superyó tiene relación con el
ello.

Funciones del superyó:

  • Conciencia moral
  • Autoobservación
  • Ideal del yo o yo ideal

EL SUPERYÓ COMO HEREDERO DEL COMPLEJO DE
EDIPO.

El superyó es el heredero del complejo de Edipo,
cuando el niño renuncia a la madre como objeto sexual, la
madre queda desinvertida de libido y se conserva la figura de los
padres como una instancia del aparato psíquico, que es una
instancia prohibidora que constituye una parte diferenciada del
yo. Cuando se pierden los objetos edípicos, esos objetos
son conservados en el aparato psíquico, pero ahora como
instancia prohibidora, lo que antes era una prohibición
externa pasa a ser una prohibición interna porque
está en el propio sujeto.

Se puede definir entonces al superyó como
la interiorización de las prohibiciones parentales, es
decir que no es la prohibición que ejercen los padres,
sino que es una prohibición que existe en la cultura
mediatizada por los padres.

El superyó se constituye a la salida del complejo
de Edipo en el varón, a raíz de esta
resolución del conflicto en
dónde el varón opta por salvar su narcisismo;
porque si renuncia a la madre, la madre y el padre pasan a
intoyectarse en el aparato psíquico y constituir una
instancia psíquica que es el superyó.

El superyó es un representante de las normas de las
normas correspondientes a una cultura; el niño abandona al
objeto deseado pero sigue conservando las normas parentales de
prohibición. El superyó se constituye
fundamentalmente por identificación con el superyó
de los padres. El superyó pasa a ser el representante de
las normas dominantes en la cultura, es algo así como el
representante de la moralidad de
la cultura en el psiquismo. El superyó se constituye
porque hay un argumento que determina el abandono del objeto
sexual, y su instauración como instancia prohibidora: la
angustia de castración.

El superyó es una identificación lograda
con éxito
con la instancia parental y esa instancia parental debe
entenderse como identificación con normas prohibidotas. El
superyó se forma más bien por identificación
con el superyó del padre.

El superyó es una autoprohibición
relacionada con la prohibición mayor de la cultura en la
medida en que el sujeto ahora él mismo se prohíbe
el incesto, está también preservando el
narcisismo.

La formación de un ideal es la condición
necesaria para la represión, el sujeto para reprimir algo
tiene que tener siempre en su aparato psíquico una
determinada instancia que seleccione lo permitido y lo
prohibido.

 

PRIMER MODELO DE LA ANGUSTIA: LA ANGUSTIA Y LA LIBIDO
REPRIMIDA

  • 1er modelo de la angustia: La represión
    crea la angustia
  • Primer teoría
  • Segunda teoría
  • 2do modelo de la angustia: Es la angustia la
    que crea la represión. Se imprime por angustia de
    castración (la castración es la que crea la
    represión). La angustia de castración es
    estructurante. Va a obligar a la represión a la
    conformación del aparato.

 

Primer teoría
(concepción)

La angustia es un estado afectivo
displacentero.

La angustia carece de objeto, no se siente angustia
frente aun objeto en especial porque ya eso es el miedo
específicamente.

En cuanto al afecto de angustia, es el acto del
nacimiento, en el que se produce ese agrupamiento de sensaciones
displacenteras, mociones de descarga y sensaciones corporales que
se ha convertido en el modelo para los efectos de un peligro
mortal y desde entonces es repetido por nosotros como estado de
angustia. La primera angustia fue una angustia tóxica. Ese
primer estado de angustia se originara en la separación de
la madre. La predisposición a repetir el primer estado de
angustia se ha incorporado tan profundamente al organismo, que
ningún individuo
puede sustraerse a ese afecto.

El acto del nacimiento es la fuente y el modelo del
afecto de angustia.

Freud diferencia la angustia real de la angustia
neurótica. La angustia real es
forma de reacción frente a un peligro frente a los hechos
exteriores.

Dentro de la angustia neurótica
aparecen distintos cuadros psicopatológicos:

  • la neurosis
    de angustia (sin objeto)
    ,
  • la histeria de angustia (fobia, con objeto)
    y los llamados equivalentes (significa que un estado de
    angustia es reemplazado por un síntoma intenso, lo que
    sucede en la histeria y en las neurosis obsesivas,
    sustitución de la angustia por un síntoma, de
    forma tal que el sujeto al tener el síntoma (como una
    especie de defensa frente a la angustia) ya no siente
    angustia).

En la angustia neurótica el peligro es un
peligro interior, existe en el mismo sujeto, y ese peligro
no es concientemente reconocido.

La angustia neurótica es un estado general de
angustia, una angustia libremente flotante. Está dispuesta
a prenderse del contenido de cualquier representación
pasajera. Un grado llamativo de angustia expectante corresponde,
por regla general, a la <neurosis de angustia>.

La neurosis de angustia es el prototipo de la angustia
flotante, y esta es una angustia que pude adherirse a cualquier
objeto o a cualquier situación, por ejemplo en Juanito,
cuando al principio siente una angustia flotante y no sabe a
qué, hasta que se localiza en un objeto o situación
(caballo).

La angustia expectante, libremente flotante, y la unida
a las fobias son independientes entre si. Las dos se presentan
juntas y cuando lo hacen es por casualidad.

Freud dice que la neurosis de angustia es una
energía que todavía no es libido, porque "libido",
es la expresión psíquica de la energía de la
pulsión sexual; en este primer modelo no hay
energía psíquica, sino que es una energía
puramente somática.

La neurosis de angustia hay:

Una condición necesaria: constitución hereditaria.

Una causa específica: fundamentalmente una
insatisfacción sexual.

Un factor desencadenante: estado de tristeza, de
apatía, etcétera.

La causa de los cuadros de angustia es el coitus
interruptus, una insatisfacción sexual que determina una
imposibilidad de descarga de una energía sexual (física).

En esta primera teoría, entonces, la angustia
surge como una transformación de una energía
física, sexual no descargada. La angustia es
acumulación o estancamiento. En la histeria también
hay una acumulación de la tensión sexual pero que
se descarga produciendo efectos corporales.

En el primer modelo de angustia que incluye la primer y
segunda teoría, es la energía física
acumulada lo que determina la neurosis de angustia.

Segunda
teoría(concepción)

En esta teoría la energía no es
física, sino que la energía que se acumula y
transforma es energía psíquica, es libido. En esta
teoría también hay acumulación,
estancamiento y transformación.

La angustia surge porque hay un obstáculo, una
defensa a la descarga de una energía, y por lo tanto, esto
que se acumula se transforma en angustia; entonces la
represión o esta defensa que obstaculiza la descarga es la
causa de la angustia, porque al obstaculizar la descarga esa
energía acumulada se transforma en angustia.

De las observaciones hechas sobre la neurosis de
angustia inferíamos que la desviación de la libido
de su aplicación normal, desviación generadora de
la angustia, se produce en el campo de los procesos
somáticos.

Como sabemos, el desarrollo de angustia es la
reacción del yo frente al peligro y la señal para
que se inicie la huida. En el caso de la angustia
neurótica, el yo emprende un idéntico intento de
huída frente al reclamo de su libido y trata este peligro
interno como si fuera externo.. Ahí donde aparece
angustia, tiene que existir algo frente a lo cual uno se
angustia.

La angustia que significa una huída del yo frente
a su libido no puede haber nacido sino de esa libido
misma.

En las fobias ocurre lo mismo que en la angustia
infantil; una libido que permanece inaplicable se trasmuda en una
aparente angustia realista y, de ese modo, un minúsculo
peligro externo se erige como subrogación de los reclamos
libidinales.

En el adulto, para la mudanza de la libido en angustia
no basta que aquella, se haya vuelto momentáneamente
inaplicable. Cuando la libido pertenece a una moción
psíquica que ha experimentado la represión, se
restablece una situación parecida a la del niño que
todavía no posee ninguna separación entre conciente
e inconciente. Y por la regresión a la fobia infantil se
abre, el desfiladero a través del cual puede consumarse
cómodamente la mudanza de la libido en
angustia.

El desarrollo de angustia se muda estrechamente al
sistema
inconciente.

La descarga en la forma de angustia es el destino
más inmediato de la libido afectada por la
represión; no el único ni el definitivo. En las
neurosis hay en marcha procesos que se empeñan en ligar
este desarrollo de angustia. En el caso de las fobias, es posible
diferenciar nítidamente dos fases del proceso
neurótico. La primera tiene a su cargo la represión
y el transporte de
la libido a la angustia, que es ligada a un peligro exterior. La
segunda consiste en la edificación de todas aquellas
precauciones y aseguramientos destinados a evitar un contacto con
ese peligro considerado como algo externo. La represión
corresponde a un intento de huída del yo frente a la
libido sentida como peligro. Sobre la <contrainvestidura>
que el yo gasta a raíz de una represión y que debe
mantener permanentemente para que esta persista, recae la tarea
de ejecutar las diversas formas de protección contra el
desarrollo de angustia tras la represión.

 

La represión desliga el afecto de la
representación, los separa.

Si aparece un síntoma en el pensamiento es
porque liga el afecto y la representación.

Si la energía del afecto se acumula se transforma
en ANGUSTIA.

La pulsión se da cuando el afecto y la
representación están ligados.

ANGUSTIA:

  • Genera sufrimiento. Afecto displacentero.
  • Afecto universal, constitutiva (no
    patológico).
  • No tiene objeto, no ligado a
    representaciones.
  • PulsiónReprimida
    genera–à
    acumulación de energíaes vivenciada
    como
    –à
    ANGUSTIA

No hay nadie que no se sienta angustiado. En el caso de
la angustia nunca específicamente sabemos por qué
estamos mal. Se desconoce la causa de la angustia.

LA ANGUSTIA ES EL UNICO AFECTO QUE NO TIENE OBJETO, NO
ESTA LIGADO A REPRESENTACIONES.

La angustia se siente en el cuerpo. La angustia
propiamente dicha es la angustia neurótica.

 

SEGUNDO MODELO DE LA ANGUSTIA: LA ANGUSTIA
SEÑAL

En este segundo modelo de la teoría de la
angustia-señal Freud plantea que no es la represión
la que origina la angustia sino que más bien, la angustia
es el motor del
mecanismo de la represión.

Aquí ya no hay una explicación de tipo
hidráulico económica de acumulación de una
energía, sino que se habla de una señal de angustia
que el sujeto percibe en un determinado momento frente a lo cual
entonces se defiende.

La angustia es anterior a la represión y pro lo
tanto la represión no puede ser la causa de la angustia.
Esta angustia es frente a un peligro exterior, o sea la angustia
real. Es exacto que el niño sufre angustia ante unas
exigencias de su libido, en este caso el amor a su
madre. Pero este enamoramiento solo le parece constituir un
peligro interior al que tiene que sustraerse con la renuncia a
tal objeto porque provoca una situación de peligro
exterior.

El modelo de angustia-señal no es como el primer
modelo (tipo económico) sino que implica una
relación entre una representación y un estado
corporal. Este modelo se basa en lo siguiente: hay primero una
situación biológica de desequilibrio. Por ej: lo
que sucede en el acto de nacimiento.

El afecto (porque la angustia es un estado afectivo)
tiene dos polos:

  • Un polo corporal, donde se exteriorizan todas las
    reacciones de tipo fisiológico (enrojecimiento,
    taquicardia, etc.)
  • Un polo psicológico, caracterizado por la
    representación del peligro y por la de la
    reacción corporal.

La señal de angustia es la repetición
atenuada de una primitiva reacción de angustia que se
padeció en la situación que Freud llama de tipo
"traumática", dónde lo que existía era
angustia automática.

Situación traumática à angustia
automática

Situación peligrosa à angustia señal

El prototipo de la angustia automática para
Freud es la angustia de nacimiento

Angustia súper yo, yo y ello. El yo es el
único almácigo de la angustia, solo el puede
producirla y sentirla. Las tres principales variedades de
angustia pueden ser referidas a los tres vasallajes del yo. La
función de la angustia como señal para indicar una
situación de peligro

No es la represión la que crea a la angustia, si
no que la angustia esta primero ahí. Vale decir una
angustia realista. En el caso del varón que siente
angustia antes una exigencia de su libido, en este caso ante el
amor de su madre, es un caso de angustia neurótica. El
peligro pulsional interno resulta ser una condición y
preparación de una situación de peligro objetiva
externa.

Vida pulsional: organización pregenital infantil. Aparece
la angustia ante el castigo de la castración, para el nene
la perdida de su miembro La angustia frente a la
castración es uno de los motores
más frecuentes e intensos de la represión y, con
ellos de la formación de neurosis.

En la niña aparece la angustia ante la
pérdida de amor. Estas condiciones de angustia repite en
el fondo la situación de la originaria angustia de
nacimiento que también implico una separación de la
madre.

Lo temido, el asunto de la angustia, es en cada caso la
emergencia de un factor traumático que no pueda ser
tramitado según la norma del principio del placer. La
angustia es despertada como señal de una situación
anterior de peligro.

Origen doble de la angustia: en un caso como
consecuencia directa del factor traumático y en otro como
señal de que amenaza la repetición de un factor
así.

¿qué es lo que produce angustia? Lo que
produce la angustia es el momento-acontecimiento
traumático. Puesto que no es propio del ser humano partir
de una situación inicial homeostática de placer y
equilibrio en
la unión al objeto amado sino que en el inicio es el
trauma, la indefensión más absoluta.

Se sitúa entonces lo traumático como algo
estructural. En el inicio del psiquismo humano se encuentra ese
exceso de energía =trauma = angustia; sin la cual nada
puede ocurrir, puesto que es una condición de la
estructura.

La angustia es la que posibilita la operación de
la represión y no al revés. La primera
concepción de la angustia decía que uno de los
efectos de la represión era el desarrollo de la
angustia.

La inversión de los términos
sitúa a la angustia como algo que es fundamental para toda
posible elaboración psíquica.

La angustia es:

Un afecto, es la condición de posibilidad de la
represión.

Es una señal. La angustia señal es la que
constituye un esbozo del acontecimiento traumático que
propicia la puesta en marcha de la represión que
evita.

Es una señal al yo. La señal ocurre en el
yo; se produce la división del sujeto a expensas de la
represión.

La angustia es un afecto de carácter displaciente
que corresponde a un incremento de la excitación en la
cual participan inervaciones motoras. La angustia tiene un
carácter histórico; hacemos referencia al trauma de
nacimiento. El infante responde angustiosamente ante la
advertencia de la ausencia-pérdida del objeto
amado.

El miedo a la castración tiene por contenido el
temor a la pérdida del objeto materno; ahora se trata del
temor a la separación del pene.

Con la resolución del complejo de Edipo, la
angustia de castración toma la forma de un temor al
superyó. La angustia es un afecto, una señal al yo
que corresponde a la irrupción de la situación
traumática que remite a la que corresponde en el complejo
de castración, al temor a la separación de los
genitales, o a su consecuencia, una vez sepultado el complejo de
Edipo. Toda forma de angustia es angustia de
castración.

La angustia crea la represión.

El afecto angustioso de la fobia no procede del proceso
de la represión ni de la carga libidinal de los impulsos
reprimidos.

La energía del impulso reprimido no se transforma
automáticamente en angustia.

Procede del miedo a la castración.

La angustia traumática correspondería al
miedo de perder la vida, por lo tanto depende de las pulsiones de
conservación.

 

Partes: 1, 2, 3
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