- Concepción
tradicional - Concepción
evolucionista - Concepción
cognitiva - Razonamiento en
Psicología - Inferencias
inmediatas - Inferencias
mediatas - Tipos de
razonamientos - Razonamiento
inductivo - Razonamiento
deductivo - Razonamiento
analógico - Razonamiento
Matemático - Conclusión
- Bibliografía
INTRODUCCIÓN
Las ideas son objetos mentales que nacen de la dinámica entre el medio exterior y el
sistema cerebral
interno. Gracias a estos estímulos externos percibidos por
cualquiera de las vías
inteligentes, se activa la
razón. Esta trata de discernir las
propiedades de cada objeto ideal y de discernir las relaciones
entre las distintas ideas en base a la necesidad del propio
individuo, los
datos externos
memorizados y los recuerdos naturales. Todo ello da forma al
razonamiento.
La coherencia normalmente se refiere a un conjunto de
actividades mentales consistentes en conectar unas ideas con
otras de acuerdo a ciertas reglas o también puede
referirse al estudio de ese proceso. En
este sentido amplio, se observa la dinámica del
razonamiento y como faculta a la especie humana
permitiéndola entender el medio, usando esa facultad de
forma consciente y
volutiva.
El término razonamiento se define de diferente
manera según el contexto, normalmente se refiere a un
conjunto de actividades mentales consistentes en conectar unas
ideas con otras de acuerdo a ciertas reglas o también
puede referirse al estudio de ese proceso. En sentido amplio, se
entiende por razonamiento la facultad humana que permite resolver
problemas.
Se llama también razonamiento al resultado de la
actividad mental de razonar, es decir, un conjunto de
proposiciones enlazadas entre sí que dan apoyo o
justifican una idea. El razonamiento se corresponde con la
actividad verbal de argumentar. En otras palabras, un
argumento es la expresión verbal de un
razonamiento.
El presente trabajo se va
a realizar con la finalidad de obtener más conocimiento
sobre el razonamiento y sus tipos, las inferencias y sus tipos,
las ideas, premisas.
DESARROLLO
Concepción
tradicional.
Históricamente, el razonamiento se ha entendido
como una facultad exclusiva de los seres humanos. El razonamiento
era lo que delimitaba las diferencias entre ser humano o no
serlo. Esta postura era la que mantenía Descartes
y, hoy en día, la siguen manteniendo algunas personas. Sin
embargo, esto se cuestiona con la teoría
de la evolución y, a partir de aquí,
algunos autores adoptan esta concepción.
Concepción
evolucionista.
Para el evolucionismo, el razonamiento es "una actividad
inferencial, más que compartimos con algunos animales de
nuestra escala
evolutiva". La teoría de la evolución dice que no
somos una especie al margen de las otras especies. Algunas
investigaciones han mostrado que los
chimpancés son capaces de llevar a cabo procesos
inferenciales. Se cuestiona la concepción tradicional. No
obstante, hay una limitación en el tipo de inferencias que
pueden llevar a cabo los animales.
Concepción cognitiva.
Para esta concepción, el razonamiento es "aquella
actividad que tiene un objetivo
preciso pero que no suele usar procedimientos
rutinarios" (Jonson-Laird.) Los procesos deductivos no se
realizan, generalmente, de forma automática. Es
independiente del sustrato físico. Aunque animales y
humanos realicen inferencias, es independiente del sustrato
físico, ya que los ordenadores resuelven problemas de
lógica,
tanto inductivos como deductivos.
Premisas: Se denomina premisa a cada una de las
proposiciones de un razonamiento que
dan lugar a la consecuencia o
conclusión de dicho razonamiento. Las
premisas son expresiones lingüísticas que afirman o
niegan algo y pueden ser verdaderas o falsas.
A veces se define el razonamiento como la capacidad de
partir de ciertas proposiciones o ideas previamente conocidas
(premisas) y llegar a alguna
proposición nueva
(conclusión) previamente no
conocida de modo explícito. Este tipo de definición
se corresponde más o menos con el
razonamiento lógico deductivo. Sin
embargo, se considera que en la habilidad humana de argumentar,
razonar y rebatir intervienen igualmente la
imaginación, las percepciones, los
pensamientos y los sentimientos, siendo
los razonamientos de los seres humanos raramente de tipo
lógico-deductivo. En este sentido más amplio el
razonamiento no sólo es cuestión de la
lógica, sino también de
la filosofía, la
psicología o la
inteligencia artificial. La habilidad humana
del razonamiento se compone de diversos componentes:
Razonamiento lógico o quasi-lógico:
que incluiría el razonamiento
deductivo y el razonamiento
inductivo.
Los razonamientos pueden ser válidos (correctos)
o no válidos (incorrectos). En general, se considera
válido un razonamiento cuando sus premisas ofrecen soporte
suficiente a su conclusión. Puede discutirse el
significado de "soporte suficiente", aunque cuando se trata de
un razonamiento no deductivo, el
razonamiento es válido si la verdad de las premisas hace
probable la verdad de la conclusión. En el caso del
razonamiento deductivo, el razonamiento es
válido cuando la verdad de las premisas implica
necesariamente la verdad de la conclusión.
Los razonamientos no válidos que, sin embargo,
parecen serlo, se denominan
falacias.
El razonamiento nos permite ampliar nuestros
conocimientos sin tener que apelar a la experiencia.
También sirve para justificar o aportar razones en favor
de lo que conocemos o creemos conocer. En algunos casos, como en
las matemáticas, el razonamiento nos
permite demostrar lo que sabemos es que
aquí hace falta el razonamiento cuantitativo.
El termino razonamiento es el punto de separación
entre el instinto y el pensamiento,
el instinto es la reacción de cualquier ser vivo. Por otro
lado el razonar nos hace analizar, y desarrollar un criterio
propio, el razonar es a su vez la separación entre un ser
vivo y el
hombre.
Razonamiento no-lógico: que tendría
que ver con el uso e interpretación del lenguaje,
la lógica difusa, los
sentimientos, etc.
Existe otro tipo de razonamiento denominado razonamiento
no-lógico o informal, el cual no sólo se basa en
premisas con una única alternativa correcta (razonamiento
lógico-formal, el descrito anteriormente), sino que es
más amplio en cuanto a soluciones,
basándose en la experiencia y en el contexto. Los niveles
educativos más altos suelen usar el razonamiento
lógico, aunque no es excluyente. Algunos autores llaman a
este tipo de razonamiento argumentación. Como ejemplo para
ilustrar estos dos tipos de razonamiento, podemos situarnos en el
caso de una clasificación de alimentos, el de
tipo lógico-formal los ordenará por verduras,
carnes, pescados, fruta, etc. en cambio el tipo
informal lo hará según lo ordene en el
frigorífico, según lo vaya cogiendo de la tienda,
etc.
En este razonamiento se generaliza para todos los
elementos de un conjunto la propiedad
observada en un número finito de casos. Ahora bien, la
verdad de las premisas (10.000 observaciones favorables) no
convierte en verdadera la conclusión, ya que en cualquier
momento podría aparecer una excepción. De
ahí que la conclusión de un razonamiento inductivo
sólo pueda considerarse probable y, de hecho, la información que obtenemos por medio de esta
modalidad de razonamiento es siempre una información
incierta y discutible. El razonamiento sólo es una
síntesis incompleta de todas las
premisas.
En un razonamiento inductivo válido, por tanto,
es posible afirmar las premisas y, simultáneamente, negar
la conclusión sin contradecirse. Acertar en la
conclusión será una cuestión de
probabilidades.
Razonamiento cuantitativo: relacionado con la
habilidad de comparar, comprender y sacar conclusiones sobre
cantidades, conservación de la cantidad, etc.
El cociente de
inteligencia, por ejemplo, medido por test no
lingüísticos, es una combinación de
razonamiento cuantitativo y razonamiento lógico. Es un
hecho constatado que aunque estos tres tipos de razonamiento
están presentes en todos los seres humanos, el nivel
alcanzado en cada uno presenta cierta variación en
función
de la
educación, el entorno y la genética.
RAZONAMIENTO EN
PSICOLOGÍA
Las ideas: son objetos mentales que nacen de la
dinámica entre el medio exterior y el sistema cerebral
interno. Gracias a estos estímulos externos percibidos por
cualquiera de las vías
inteligentes, se activa la
razón. Esta trata de discernir las
propiedades de cada objeto ideal y de discernir las relaciones
entre las distintas ideas en base a la necesidad del propio
individuo, los datos externos memorizados y los recuerdos
naturales. Todo ello da forma al razonamiento.
Naturaleza coherente: La coherencia normalmente
se refiere a un conjunto de actividades mentales consistentes en
conectar unas ideas con otras de acuerdo a ciertas reglas o
también puede referirse al estudio de ese proceso. En este
sentido amplio, se observa la dinámica del razonamiento y
como faculta a la especie humana permitiéndola entender el
medio, usando esa facultad de forma
consciente y
volutiva.
Así pues, la coherencia es un conjunto de
proposiciones enlazadas entre sí que definen la
situación de las diferentes ideas, y como cada una de
ellas demuestran sostener la razón, evidenciando
así el ejercicio dinámico de dicha facultad
denominada razonamiento; dando apoyo o justificando una idea
general. El razonamiento se corresponde con la actividad verbal
de argumentar. En otras palabras, un
argumento es la expresión verbal de un
razonamiento.
El razonamiento es el acto mental por el cual, a partir
de lo que ya se conoce, se adquiere un nuevo conocimiento.
Implica un "antes" y "después", ya que va de lo conocido a
lo desconocido.
Todo razonamiento se forma en dos partes, un antecedente
que se integra por proposiciones dadas (premisas); y un
consecuente que es la proposición nueva que se obtiene
(conclusión). El nexo que liga el antecedente con el
consecuente, se le llama raciocinio y el proceso mediante el cual
se obtiene la conclusión, se llama inferencia.
Así tenemos también que la materia de un
razonamiento, son los juicios, que a su vez, estos se integra de
conceptos.
En ese mismo orden de ideas, una serie de palabras
forman una proposición, mientras que una serie de
proposiciones concatenadas, forman un argumento.
Inferencia: Una inferencia es una evaluación
que realiza la mente entre conceptos
que, al interactuar, muestran sus propiedades de forma discreta,
necesitando utilizar la abstracción
para lograr entender las unidades que componen el
problema, creando un punto
axiomático o circunstancial, que nos
permitirá trazar una línea lógica de
causa-efecto, entre los diferentes puntos inferidos en la
resolución del problema.
Las inferencias pueden ser a su vez mediatas o
inmediatas, las primeras son aquellas que se obtienen a partir de
dos o más proposiciones, mientras que las segundas, se
obtienen a partir de una sola proposición.
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