- Resumen
- Desarrollo
- El psicólogo en el
trabajo - Hacia un modelo
comprensivo de competencia - Hacia un
perfil de competencias de psicólogo - Aplicaciones
del modelo arquitectónico de
competencias - Conclusiones
- Bibliografía
RESUMEN
Al desarrollar estándares europeos para la
profesión psicológica, se han propuesto dos
enfoques principales para la definición de competencia
profesional. Una se centra en los roles y funciones que los
psicólogos deben ser capaces de realizar (modelo de
salida), el otro en los currículos educativos que deben
seguirse en orden a convertirse en psicólogo (modelo de
entrada). Este artículo comienza con un análisis de ambos enfoques, que lleva a la
conclusión de que ninguno de los dos ofrece una base
suficiente para disponer de adecuados estándares
profesionales.
Palabras claves: Psicología,
profesión, universidad
SUMMARY
When developing European standards for the psychological
profession, they have intended two main focuses for the
definition of professional competition. An it is centered in the
lists and functions that the psychologists should be able to
carry out (I model of exit), the other one in the educational
curricula that should be continued in order to become
psychologist (I model of entrance). This article begins with an
analysis of both focuses that takes to the conclusion that none
of both offers an enough base to have appropriate professional
standards.
DESARROLLO
A continuación, se presenta un modelo comprensivo
de competencias
profesionales que comprende factores de "input" y de "output". Se
indica cómo este modelo puede utilizarse para definir los
perfiles de competencias para las especialidades de la
psicología, así como para desarrollar y mantener la
competencia profesional. Las cuestiones tratadas incluyen:
selección de estudiantes, diseño
del currículo académico,
formación profesional inicial, formación
profesional continuada, acreditación individual e
institucional y garantía de calidad.
EL
PSICÓLOGO EN EL TRABAJO
Mientras que los psicólogos han estudiado
extensamente el trabajo de
otras personas, han dedicado escasa atención a su propio trabajo.
Relativamente pocas publicaciones se han dedicado al contenido de
la profesión psicológica. Ver como texto de
referencia los de Peterson et al. (1992), BPS (1995), Pryzwansky
and Wendt (1999), y Hartley y Branthwaite (2000). Aunque hay
diversas posibles definiciones, he elegido para definir al
psicólogo como "un profesional educado
académicamente que ayuda a sus clientes a
entender y resolver problemas
aplicando las teorías
y métodos de
la psicología". Así, la ruta hacia la
profesión, es decir, la educación
académica, es un elemento clave en la definición
del psicólogo. Como en otras profesiones, hay diversas
especialidades dentro de la profesión psicológica.
Así, es habitual diferenciar entre psicólogos
clínicos, psicólogos educativos y psicólogos
infantiles.
Pero también hay referencias a psicólogos
de la salud,
psicólogos del tráfico, psicólogos del
deporte,
psicólogos forenses y psicólogos de la economía (por ejemplo, Anastasi, 1979; Roe,
1984). Dos importantes observaciones deben hacerse. Primera, no
hay una base sistemática simple para diferenciar entre las
especialidades. Las principales áreas de
especialización difieren con respecto al rol de los
clientes o sujetos, el marco institucional en que deben situarse,
el tipo de problemas a los que deben dirigirse, las conductas del
cliente que deben
identificarse como normales o anormales, etc. Segunda, no hay
algo llamado "generalista" en psicología: Todos los
profesionales psicólogos de algún modo ejercen como
especialistas. En este aspecto la psicología se parece a
la profesión de ingeniero y difiere de la profesión
médica.
Ambos puntos son relevantes cuando venimos a definir las
cualificaciones del psicólogo profesional. Puesto que no
hay una base sistemática clara para diferenciar entre
especialidades, es difícil identificar requisitos
únicos y comunes para todos los psicólogos. Y
puesto que no hay solapamiento entre especialidades en la forma
de un "psicólogo general", sólo podemos inferir
elementos comunes desde una comparación entre ellas.
Así, las comunalidades entre el psicólogo infantil
y el psicólogo organizacional y del trabajo deben
fundamentarse abstrayendose de la situación actual de
trabajo, el objeto del trabajo, y las actividades de los
respectivos psicólogos.
Esto significa que estamos forzados a usar
términos genéricos tales como "diagnóstico", "evaluación" o "desarrollo de
un plan de
intervención", que se apliquen a casi cualquier
situación profesional –e ignorar el hecho de que,
digamos, el análisis de la situación familiar de un
niño y el análisis del trabajo de un empleado
requieren diferentes actividades y técnicas.
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