Comentario de texto de
la novela
"Arráncame la vida" de la escritora mexicana Ángeles
Mastretta.
Uno de los aspectos que la novela
contemporánea gusta de presentar en sus líneas es
la vida cotidiana de las personas de todos los estratos sociales.
Ángeles Mastretta (Puebla 1949 – ) es una escritora
mexicana reconocida internacionalmente por presentar retratos de
este tipo en sus obras, entre las que encontramos novelas, ensayos y
poemas, cada
uno con un alma distinta
que retrata escenas fundamentales de la vida de un país:
México. La
poblana se da a conocer de manera mundial con su primera novela
–y segunda obra publicada, siendo la primera el libro de
poemas La pájara pinta
(1978) –
Arráncame la vida en 1985, obra con la que
consigue obtener el Premio Mazatlán para posteriormente
ser traducida a once idiomas, cautivando un gran público,
principalmente femenino.
En Arráncame la vida se capta la vida de
una muchachita de pueblo a quien la vida y los contactos hechos
en ella la transfieren de su hogar en el campo a su
mansión en la capital en
compañía de su marido, un político mexicano
empecinado con obtener el poder, a
cualquier precio.
Más que una historia de poder y estrategia
políticas, ésta es una historia de
ambición y descubrimiento personal,
mostrando en sus 25 capítulos la travesía de
Catalina Ascencio desde la comodidad de su hogar paternal hasta
los vestigios de su vida de lucha intensa al lado de un hombre quien
se encarga de convertir todo lo que alguna vez hubo de inocencia
en la protagonista en astucia y complejidades.La obra de
Mastretta es en general catalogada de feminista por la crítica
nacional e internacional, y, como señalado anteriormente,
goza de un lugar bien merecido en el corazón de
las lectoras mujeres. En Arráncame la vida se
exaltan las ansias de toda mujer por buscar
igualdad
frente a su contraparte masculina, mostrando los estragos que una
educación
altamente conservadora puede llegar a causar en los
espíritus libres. Educada en la espera del amor perfecto,
en la búsqueda de la felicidad al lado de un hombre y en
la plena confianza de sus protectores, la mujer poblana
retratada en esta fábula del México post
revolucionario se lleva una gran decepción al percatarse
de que la vida no es como en lo cuentos de
hadas, que su hombre fuerte y gallardo no es más que un
malandrín mal viviente quien para ascender (tal y como su
nombre lo indica) se vale de las espaldas de los demás,
haciendo caso omiso de todo el mal que causa a quienes lo
rodean.
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