- Características
generales - Fonética:
fenómenos diacrónicos - Características
regionales - Fenómenos
lingüísticos: metaplasmos - Frases y
expresiones actuales - Bibliografía
El castellano
llegó a Santo Domingo con los españoles que
descubrieron la isla y al igual que sucedió en los
demás países de América
Latina, este nuevo idioma desplazó por completo las
lenguas de los
aborígenes (Lengua Taina,
Lengua Ciguaya y Lengua
Macorije), hasta hacer que desaparecieran totalmente,
del mismo modo que en pocos años murieron todos los
habitantes que los españoles encontraron en la isla,
muchos por enfermedades traídas
por los invasores, otros como resultado de los abusos y maltratos
a los que fueron sometidos; los menos por tristeza y
frustración.
Se afirma, según consigna Pedro Henríquez
Drena en su obra El Español en
Santo Domingo, escrita entre 1935 y 1961, que "la Española
fue en América
el campo de aclimatación donde empezó la lengua
castellana a acomodarse a las nuevas necesidades…" Sin embargo,
conservamos, apenas, algunas palabras con las cuales los nativos
designaban algunos objetos, plantas y frutos
desconocidos por los españoles y que éstos
asimilaron, enriqueciendo el castellano. Entre estas palabras
pueden señalarse: ají, arcabuco, batata, bejuco,
bija, cabuya, ceiba, eurí, guama, sabana, yuca, barbacoa,
guazábara, hamaca, macana, anón, caimito, caguasa,
corozo, guanábana, guayaba, hobo o jobo, lerén o
lirán, mamei, mamón, maní, papaya (lechosa),
jagua.
No se tiene precisión sobre a partir de
cuándo puede hablarse de un español dominicano
propiamente dicho, pero, obviamente, los colonizadores que se
establecieron en la isla y asimilaron palabras de las lenguas
locales fueron los que iniciaron el proceso de
reacción del dialecto dominicano. Con el paso del tiempo por
evolución natural, adecuación
idiomática, influencias del español de otros
países y de otras lenguas, se ha constituido lo que
conocemos como el español dominicano y que Carlisle
González Tapia define como "La modalidad dialectal del
español general que se habla eri la República
Dominicana y que presenta características particulares
en el orden fonético, en las construcciones
morfosintácticas y en el vocabulario y los distintos
significados de los vocablos, con relación a los
demás dialectos del español general".
CARACTERÍSTICAS GENERALES
Arcaísmos: uso de palabras o frases anticuadas.
Sobre el español de Santo Domingo, en su época,
Pedro Henríquez Drena escribió: "Mi tesis
principal es que al español de Santo Domingo lo
caracteriza su aire antiguo, que
en ocasiones llega al arcaísmo"1 "…el español de
Santo Domingo presenta como rasgos distintivos la
conservación de la lengua tradicional, con matices
antiguos y hasta arcaicos más abundantes que en
ningún otro país del Nuevo Mundo…" Entre los
arcaísmos utilizados aún por hablantes cultos,
señala: acesar, agonía (esfuerzo),
alfeñique, alferecía, alquilarse una persona,
amujerado, anafe, aparente, apeñuscado, atollarse,
barcino, mancar, mata (planta de cualquier especie, hierba o
árbol y no solamente maleza), pollera por falda,
agüela por abuela, vide por vi, agora por ahora, repite por
regaño, etc. Otros arcaísmos muy escuchados a nivel
rural son: sernos, vide, haiga. Sin embargo, la afirmación
de Henríquez Drena no puede considerarse válida en
la actualidad, como lo demuestra en su estudio Max A.
Jiménez Sabater al señalar que una buena parte de
los 258 arcaísmos referidos por Henríquez Drena son
casi completamente desconocidos por los jóvenes
universitarios de hoy. Concluye señalando: "Es probable
que muchos de esos términos fueran bastante usuales hace
un siglo o que todavía se oiga alguno de ellos en tal o
cual rincón de la
República. No obsta para que, en líneas
generales, semejantes vocablos hayan pasado a ser hoy día
tan arcaicos en Santo Domingo como en el resto de la comunidad
hispánica.
Por su parte, Carlisle González, afirma sobre el
particular: "El panorama actual del español en Santo
Domingo no es el que plantea Henríquez Drena.
Creemos que aunque se conservan muchos arcaísmos
tanto en el lenguaje
hablado como en el escrito, no existe "el fuerte sabor arcaico" a
que alude don Pedro, salvo en zonas rurales muy apartadas.
Además, la influencia por contacto con otras lenguas ha
enriquecido en gran manera al castellano dominicano"
FONÉTICA:
FENÓMENOS DIACRÓNICOS
El seseo dominicano Igual que sucedió en el resto
de los países hispanoamericanos, en la República
Dominicana, los antiguos fonemas que la grafía medieval y
la clásica representada con s, ss, c y z se unificaron en
el fonema sordo /s/. En nuestro medio se tienen evidencias
gráficas de las confusiones que
causó esta pronunciación indiferenciada, al momento
de escribir, en documentos del
1581. Pueden apreciarse errores como "nesesarias", "jueses",
"pareser", "rresebido", "haserle", "marsso", "provinssia",
"fransesses", "Yglecia", "hassiendas", "destruyssion", entre
otros.
Eliminación de /s/.
En las clases populares y campesinas, por lo general, se
aspira la S final de sílaba, y ésta es quizá
la característica más notoria del español
dominicano actual: má comida, por más comida; do
día, por dos días; tre peso por tres pesos, etc. En
las clases cultas puede observarse lo mismo en conversaciones
relajadas entre amigos, sin embargo, en conversaciones formales,
discursos y en
el lenguaje
escrito, se cuida caer en esos errores. A pesar de ello, Carlisle
González Tapia afirma que sólo alrededor de un 33 %
lo consigue, aun "en estilo totalmente formal" Jiménez
Sabater refiriendo sus impresiones al respecto señala:
"…en la República Dominicana la pérdida total de
la aspiración procedente de /s/ final de sílaba se
halla mucho más avanzada hoy día entre las
generaciones jóvenes -menores de treinta años- que
entre personas de mayor edad. Contemplé con asombro
cómo en una misma familia la abuela
conservaba buen número de aspiradas, mientras que en el
habla de sus hijos el número de éstas era menor y
en la pronunciación de los nietos se manifestaba ya la
omisión casi sistemática de dicho sonido"3.
Concluyendo que la evolución de este fonema tiende hoy en
día a la desaparición total en el habla de los
dominicanos, después de haber pasado por la etapa de la
aspiración.
La S ubicada en medio de palabras, también
se aspira en nuestro medio, en condiciones similares a las de la
S final de sílaba y de palabra: fóforo por fósforos, totone
por tostones, uté por usted, pecao por pescado, juto por
justo, satre por sastre, critiano por cristiano, ecuela por
escuela, embute
por embuste, repeto por respeto,
etc.
En personas de nivel alto y medio se produce una
aspiración de la /s/, pronunciándose como una 11,
Ejemplos: chidme por chisme, tardajte por tardaste.
Igualmente se aspira la S en el grupo ST, por
ej.: tar por estar, etante por estante, etc.
Se observa, también, en nuestra población campesina y popular, la tendencia
a sustituir la S por H aspirada, ej.: nojotro por
nosotros.
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