- Contexto social de la
conferencia - Temas
tratados en la conferencia episcopal - Medellín,
aportes, frutos y consecuencias - Bibliografía
"LA IGLESIA EN LA
ACTUAL TRANSFORMACIÓN DE AMÉRICA LATINA
A LA LUZ DEL
CONCILIO"
INTRODUCCIÓN
La Iglesia expresó su preocupación por las
tierras Latinoamericanas, pues ve en ellas las esperanzas de un
mundo mejor.
Tal preocupación se vió reflejada en la II
Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano, que se realizó en
Medellín. Aquí, los Obispos, Sacerdotes y Laicos de
América
Latina, discutieron sobre temas propios de este continente en
cuanto a la fe y la liberación del pueblo mediante el
Evangelio.
En la Conferencia Episcopal conocían el proceso de
transformación de América
Latina, faltaba entonces, pensar en el papel de la Iglesia para
acompañar estos cambios. Puesto que la Iglesia hace parte
del ser latinoamericano, ha estado con
nuestros pueblos en el proceso de colonización,
liberación y organización.
"Por ello nos sentimos solidarios con las
responsabilidades que han surgido en esta etapa de
transformación de América Latina".
La intención de la Iglesia al respecto no es de
competir con otras organizaciones
que apoyan las soluciones de
América frente a sus conflictos,
sino que propone y acompaña un proceso de
liberación y de cambio a la
luz de los valores
evangélicos.
La Iglesia quiere sentir los problemas de
América Latina, percibir sus exigencias, compartir las
angustias, descubrir los cambios y colaborar con las
soluciones.
La Conferencia menciona además de todo esto, las
condiciones de vida menos humanas como: las carencias materiales de
los que están privados del mínimo vital y las
carencias morales de los que están mutilados por el
egoísmo.
Las estructuras
opresoras, que provienen del abuso del tener y del abuso del
poder, de las
explotaciones de los trabajadores o de la injusticia de las
transacciones. Igualmente exhorta a vivir en condiciones de vida
más humanas como: el remontarse de la miseria a la
posesión de lo necesario, la victoria sobre las
calamidades sociales, las ampliación de los conocimientos,
la adquisición de la cultura, el
aumento en la consideración de la dignidad de
los demás, la orientación hacia el espíritu
de pobreza, la
cooperación en el bien común, la voluntad de la
paz, el reconocimiento por parte del hombre de los
valores
supremos y de Dios.
Y van a ser precisamente estos temas, el análisis propuesto por la Conferencia par
dar a luz al documento final de Medellín.
CONTEXTO SOCIAL
DE LA CONFERENCIA
El Concilio Ecuménico Vaticano II, realizado en
la Ciudad del Vaticano entre los años de 1962-1965, le
otorgó a la Iglesia una teología profunda y
actualizada, en la cual, la Iglesia se muestra joven,
dando a conocer la verdad de su misterio y mostrando su rostro
auténtico.
El Concilio, en especial la Constitución Gaudium et Spes, aportó
muchos elementos para la construcción y la planeación
de la II Conferencia Episcopal Latinoamericana, cuyo lema fue
precisamente "La Iglesia en la Actual Transformación de
América Latina a la Luz del Concilio".
En esta misma línea, el Papa Pablo VI publica su
encíclica social "Populorum Progressio", en marzo de 1967,
la cual alentó mucho más la planeación de la
Conferencia.
La Conferencia se desarrolla en el marco de la
evangelización, y además, el tema principal de la
Conferencia es el desarrollo
integral del hombre: de todo el hombre y de
todos los hombres, el cual es apreciado desde la óptica
de la liberación integral.
Esta perspectiva acaba de dar a Medellín su
identidad
doctrinal, espiritual y pastoral.
Recordando además el "Mensaje a los Pueblos de
América Latina", podemos rescatar lo siguiente como un
tipo de análisis social del momento:
"América Latina parece que vive aún
bajo el signo trágico del subdesarrollo,
que no solo aparta a nuestros hermanos del goce de bienes
materiales, sino de su misma realización humana. Pese a
los esfuerzos que se efectúan se conjugan el hambre y la
miseria, las enfermedades de tipo masivo
y la mortalidad infantil, en analfabetismo
y la marginalidad,
profundas desigualdades de ingresos y
tensiones entre las clases
sociales, brotes de violencia y
escasa participación del pueblo en la gestión
del bien común".
Somos conscientes de la realidad que afrontaba
América Latina en plena década de los 60´s,
sin embargo, también somos conscientes de que "su
potencial humano, más valioso que las riquezas escondidas
en su suelo, hacen de
América Latina una realidad prometedora y cuajada de
esperanzas".
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