- Composición
química - Células
procarióticas y eucarióticas - Partes de la
célula - Mitocondrias y
cloroplastos - Membranas
internas - División
celular
Hooke, Robert (1635-1703), científico
inglés,
conocido por su estudio de la elasticidad.
Hooke aportó también otros conocimientos en varios
campos de la ciencia.
Nació en la isla de Wight y estudió en la
Universidad de
Oxford. Fue ayudante del físico británico Robert
Boyle, a quien ayudó en la construcción de la bomba de aire. Hooke
realizó algunos de los descubrimientos e invenciones
más importantes de su tiempo, aunque
en muchos casos no consiguió terminarlos. Formuló
la teoría
del movimiento
planetario como un problema de mecánica, y comprendió, pero no
desarrolló matemáticamente, la teoría
fundamental con la que Isaac Newton
formuló la ley de la
gravitación. Entre las aportaciones más importantes
de Hooke está la formulación correcta de la
teoría de la elasticidad (que establece que un cuerpo
elástico se estira proporcionalmente a la fuerza que
actúa sobre él), conocida como ley de Hooke, y el
análisis de la naturaleza de
la combustión. Fue el primero en utilizar el
resorte espiral para la regulación de los relojes y
desarrolló mejoras en los relojes de péndulo. Hooke
también fue pionero en realizar investigaciones
microscópicas y publicó sus observaciones, entre
las que seencuentra el descubrimiento de las
células vegetales.
Célula
La célula es
una unidad mínima de un organismo capaz de actuar de
manera autónoma. Todos los organismos vivos están
formados por células, y
en general se acepta que ningún organismo es un ser vivo
si no consta al menos de una célula. Algunos organismos
microscópicos, como bacterias y
protozoos, son
células únicas, mientras que los animales y
plantas
están formados por muchos millones de células
organizadas en tejidos y
órganos. Aunque los virus y los
extractos acelulares realizan muchas de las funciones propias
de la célula
viva, carecen de vida independiente, capacidad de crecimiento y
reproducción propias de las células
y, por tanto, no se consideran seres vivos. La biología estudia las
células en función de
su constitución molecular y la forma en que
cooperan entre sí para constituir organismos muy
complejos, como el ser humano. Para poder
comprender cómo funciona el cuerpo humano
sano, cómo se desarrolla y envejece y qué falla en
caso de enfermedad, es imprescindible conocer las células
que lo constituyen.
Características generales de las
células
Hay células de formas y tamaños muy
variados. Algunas de las células bacterianas más
pequeñas tienen forma cilíndrica de menos de una
micra o µm (1 µm es igual a una millonésima de
metro) de longitud. En el extremo opuesto se encuentran las
células nerviosas, corpúsculos de forma compleja
con numerosas prolongaciones delgadas que pueden alcanzar varios
metros de longitud (las del cuello de la jirafa constituyen un
ejemplo espectacular). Casi todas las células vegetales
tienen entre 20 y 30 µm de longitud, forma poligonal y
pared celular rígida. Las células de los tejidos
animales suelen ser compactas, entre 10 y 20 µm de
diámetro y con una membrana superficial deformable y casi
siempre muy plegada.
Pese a las muchas diferencias de aspecto y
función, todas las células están envueltas
en una membrana —llamada membrana plasmática—
que encierra una sustancia rica en agua llamada
citoplasma. En el interior de las células tienen lugar
numerosas reacciones
químicas que les permiten crecer, producir
energía y eliminar residuos. El conjunto de estas
reacciones se llama metabolismo
(término que proviene de una palabra griega que significa
cambio). Todas
las células contienen información hereditaria codificada en
moléculas de ácido desoxirribonucleico (ADN); esta
información dirige la actividad de la célula y
asegura la reproducción y el paso de los caracteres a la
descendencia. Estas y otras numerosas similitudes (entre ellas
muchas moléculas idénticas o casi idénticas)
demuestran que hay una relación evolutiva entre las
células actuales y las primeras que aparecieron sobre
la
Tierra.
Composición
química
En los organismos vivos no hay nada que contradiga las
leyes de la
química y
la física. La
química de los seres vivos, objeto de estudio de la
bioquímica, está dominada por
compuestos de carbono y se
caracteriza por reacciones acaecidas en solución acuosa y
en un intervalo de temperaturas pequeño. La química
de los organismos vivientes es muy compleja, más que la de
cualquier otro sistema
químico conocido. Está dominada y coordinada por
polímeros de gran tamaño, moléculas formadas
por encadenamiento de subunidades químicas; las
propiedades únicas de estos compuestos permiten a
células y organismos crecer y reproducirse. Los tipos
principales de macromoléculas son las proteínas,
formadas por cadenas lineales de aminoácidos; los ácidos
nucleicos, ADN y ARN, formados por bases nucleotídicas, y
los polisacáridos, formados por subunidades de
azúcares.
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