Es más sencillo detectar ciertas oportunidades de
negocios para
desarrollar cuando el futuro emprendedor no posee
pre-conceptos (creencias) sobre un sector económico
en particular, ya que hay una actitud
flexible y por ende más abierta a la reflexión y al
análisis objetivo,
basado en la conveniencia. Cuando nos "enamoramos" de nuestras
ideas nos asemejamos a "nenes caprichosos" y no admitimos ninguna
observación, ya que las "escucharemos" como
si tuvieran la intencionalidad de jaquearlas.
Un aspecto fundamental a considerar es la
determinación con cierto nivel de exactitud de los
ingresos futuros que pueden generarse a través del
emprendimiento. Normalmente, cuando una persona decide
iniciar una actividad independiente tiene necesidad de generar
ingresos en
forma inmediata. Esto puede jugar en contra del proyecto ya que
el mismo requiere un período de maduración,
no sólo previo al lanzamiento, sino una vez que el negocio
se ha puesto en marcha. Los mayores inconvenientes se presentan
en aquellas personas que en el pasado habían logrado un
alto standard de vida, ya que, frente a su decisión de
impulsar un negocio independiente deben adecuar su presupuesto
económico a su nueva realidad. Un error típico,
y fatal, suele ser el de presupuestar los ingresos futuros desde
las necesidades actuales, lo que termina hipotecando el proyecto,
incluso antes de ser puesto en marcha.
Dada la alta acción
competitiva actual, que aunque muchas veces es de escaso
resultado, se requiere afinar la comunicación que
se utilizará para el lanzamiento. El ruido
existente es mucho, lo que provoca la generación de
anticuerpos en los potenciales clientes. Este
punto se relaciona con el capital inicial requerido para
el negocio, no siempre considerado en el plan comercial
previo. En la práctica, es notoria la cantidad de
personas que abren un local, invirtiendo en el alquiler y/o
compra, en la remodelación y decoración, en las
instalaciones y en la mercadería, pero en el momento de la
inauguración se dan cuenta de que se han quedado sin
capital para
el anuncio de su existencia. Muchas veces nos dejamos
"seducir" por la auto referencia; Si consumimos o
consumiríamos tal o cual producto,
seguramente captaremos muchos clientes.
También es frecuente que los lanzamientos de los
emprendimientos no cuenten con una investigación
previa (cantidad de habitantes, competencia,
tránsito de personas, posibilidad de estacionamiento y/o
habilitación comercial) de la zona elegida, ni de las
tareas ("know how") involucradas con la actividad a
desarrollar. Lo que previamente se había percibido como
muy sencillo, en la práctica no lo era tanto y la zona en
la que se decidió establecer el negocio, que a primera
vista no presentaba competencia, cuenta con gran cantidad de
negocios del mismo rubro.
Para evitar caer en potenciales recetas milagrosas se
hace necesario marcar un quiebre entre el antes y el ahora,
de lo contrario se produce un bloqueo inmovilizador. El pasado es
lo que fue y el presente es lo que se tiene para construir el
futuro. Hay que rescatar valores del
pasado para reforzar justamente el presente. Gran cantidad de
gente se encuentra inmovilizada añorando el pasado y
justificando su accionar (incluyendo la inacción) en la
mala situación de su país. Excusas sobran,
sólo hay que buscarlas.
Creo que es muy importante que el emprendedor se junte
con otros emprendedores, que escuche a otros que viven una
situación similar. No creo que asistir a clases
teóricas de capacitación temática resulte
suficiente. El emprendedor requiere reflexionar y un espacio de
contención y esto, generalmente no se encuentra en la
capacitación tradicional.
En el actual contexto globalizado, la técnica ha
dejado de ser el pilar fundamental de los emprendimientos,
convirtiéndose en una herramienta del conocimiento.
La materialización de este último se refleja a
través de la innovación, la imaginación, la
creatividad y
la inventiva, que afloran, indefectiblemente, como consecuencia
de la duda reflexiva. La técnica ha sido durante mucho
tiempo la base
fundamental de la competencia, ya que la diferenciación
competitiva se basaba en la búsqueda constante de la
eficiencia.
En los últimos años se apeló a la
capacitación técnica como la llave milagrosa con la
que se abriría la puerta de la "antesala del
éxito". Es claro que es más sencillo
enseñar técnica, que provocar la reflexión
en aquellos que desean incrementar su conocimiento para aplicarlo
a emprendimientos personales. Obviamente, la técnica
participará implícitamente en los encuentros
referidos, ya que conformará el límite requerido
para que la reflexión resulte positiva, evitando
dispersiones. El producto ofrecido, deberá ser
eficientemente producido, pero lo fundamental es, primeramente,
enfocar los esfuerzos para detectar o decidir el producto a
ofrecer.
Es muy "aliviador" poder
compartir sentimientos con otros que están "en la misma".
Aunque todos los participantes hayan decidido emprender un
negocio, no todos lo podrán enfrentar con la misma
entereza emocional. Cada uno presentará su propia, y
entendible, problemática que la enfrentará
según sus posibilidades (personalidad y
carácter). Si se trata de una persona que
ha perdido su empleo,
seguramente presentará una autoestima
baja, que terminará influyendo negativamente en sus
decisiones. El grupo oficia
de red de
contención.
El recurso fundamental de un microemprendimiento es
el propio emprendedor. Esto no siempre es comprendido por el
mismo emprendedor ni por aquellos que le aportan consejos desde
afuera con la mejor intención de darle una mano. Hay que
estar, o haber estado, en el
pellejo de alguien para poder comprender lo que
siente.
Los emprendedores, sólo por mencionar algunas,
presentarán diferentes situaciones referidas con su
actividad presente:
1- Con actual actividad independiente
(incluidos los profesionales)
- Situación buena o estabilizada
- Situación mala o decadente
2- Con actividad dependiente
- Buscan mejorar su situación
económica. - Estiman que perderán el actual
empleo
3- Sin actividad o empleo
- Con capital propio para invertir.
- Sin capital propio.
- Con capacitación o conocimiento.
- Sin capacitación
específica
Cada emprendedor debe ser muy cuidadoso con su idea de
negocio y considerar a la etapa previa al lanzamiento como parte
del mismo emprendimiento, como la "cocina" del futuro negocio.
Esto brinda la sensación de estar ocupado en la que
será la nueva actividad. Esta etapa es fundamental para
que cuando llegue el momento de lanzar la idea al mercado el
emprendedor se sienta sólido para afrontar las
incertidumbres (inclemencias) del mercado.
Si bien no hay recetas que remitan al éxito,
es conveniente que todo emprendedor considere las siguientes
posibles acciones:
En estos encuentros, lo fundamental es que cada
emprendedor se de cuenta que lo que siente no es tan
"original" y que hay otros que sienten lo mismo.
Además, muchas veces podemos dejar de expresar algo de
lo que nos pasa y alguno otro del grupo se encarga de
hacerlo. Podemos escucharnos en otros y además ser de
utilidad para
otros.El avance del sistema
económico actual va consolidando nuestra soledad y
esto alienta a que busquemos alargar los encuentros grupales.
En este caso no es conveniente que esto suceda. Del mismo
grupo puede surgir la ayuda entre los miembros para efectuar
ciertas tareas en las que es bueno un ojo desprovisto de las
emociones que
se ponen en juego ante
un hecho que para algunos puede resultar muy significativo.
Así, por ejemplo, se puede efectuar un pequeño
estudio de
mercado para conocer la cantidad de locales que hay del
rubro en cuatro manzanas a la redonda.Ayudar y dejarse ayudar nos energiza. Damos y
recibimos.- Trabajo grupal tendiente a enmarcar la actividad
económica en un contexto de alta competencia.
Coloquial, con escaso contenido de "debate
técnico y político". Si no conoce algún
taller (hay muchos), es posible crearlo. Un emprendedor que
lo desea puede convocar a otros potenciales emprendedores
para reunirse y charlar sobre sus planes, sus deseos y sus
temores. La energía grupal es muy fuerte y
cobija. Es muy importante limitar el tiempo de los
encuentros para que no se conviertan en largas reuniones de
amigos que terminan siendo inconducentes.Cuando uno puede circunscribir la
problemática, la consulta se puede focalizar
estrictamente al tema y dejar para otra oportunidad ciertos
aspectos que están esperando ser revisados.Es de un visionario rodearse de expertos que puedan
ayudarlo a llevar adelante su aventura. Para qué jugar
a "ser todo poderosos" si podemos jugar a ser lo que somos.
Algo podremos, todo, no. - Contención individual para aquellos que
lo requieran. Muchas veces, el miedo al fracaso en lugar de
actuar como sensor para evitar cometer errores, se convierte en
un paralizante. Ante esta situación es conveniente
consultar a un profesional. Si el emprendedor comienza por
respetar lo que siente y busca soluciones,
tiene un gran camino recorrido. Reconocerse uno mismo es un
enorme paso para poder reconocer a los demás. No podemos
dejar de mencionar que toda actividad económica (de esto
es de lo que estamos hablando) requiere tener en cuenta al otro
(mercado, clientes, proveedores,
contactos, empleados, etc.). - Efectuar una evaluación
individual del proyecto o idea. A modo de guía
sugiero los pasos siguientes ya que sirven como un mapa del
camino a recorrer.
- Factibilidad operativa y comercial (es importante
relacionarla con la experiencia personal del
emprendedor). El proyecto tiene que ser viable tantro en lo
operativo como en lo comercial. - Determinación de las fortalezas competitivas
(diferencias). Conviene listarlas. - Definición clara del valor
agregado. Si es necesario se deberá reformular la
idea. - Análisis del mercado (clientes, proveedores y
competencia). - Plan comercial y económico.
- Objetivo cuantificado (medible). De nada sirve eso de
"que me dé para vivir". - Estrategias comerciales. ¿Dónde
pretendo posicionarme? ¿Quiénes serán mis
clientes objetivo? - Presupuesto económico para el
lanzamiento. - Estimado de ventas y
utilidad. - Estimado de inversión.
- Diseño de la
comunicación y/o promoción del emprendimiento. - Plan de acción previo al lanzamiento
(qué, quién y cuándo). - Lanzamiento.
- Paciencia y mucha fe en el proyecto
lanzado.
El mercado muestra una
enorme cantidad de proyectos que
terminan abortándose por falta de algunos de los pasos
mencionados en la evaluación. Pero lo que considero
más importante es que se pueda llevar adelante el trabajo
grupal. Es una manera de enraizar el proyecto, de volar y al
mismo tiempo estar pisando tierra, los
otros nos aportan ideas y nosotros les aportamos las nuestras.
Acompañamos y nos dejamos acompañar.
Ojalá que esto resulte de utilidad para aquellos
que desean iniciar una actividad económica. Siempre hay
tiempo para hacer mejor las cosas que se hacen. Lo fundamental es
hacer lo que hay que hacer y para esto no hay nada mejor que ser
respetuoso de lo que uno siente.
Por último, es muy importante que el proceso desde
la idea hasta el lanzamiento sea considerado en su totalidad,
como una unidad. No se trata de partes, sino de etapas que
harán al todo: el proyecto puesto en el
mercado.
Vivirlo como un proceso nos aporta la tranquilidad de
estar en marcha desde el mismo momento en el que hemos comenzado
a pensar en hacer tal o cual cosa por nuestra cuenta. Es
fundamental sentirnos empresarios rumbo al éxito y no
meros probadores de suerte.
La confianza en uno mismo y en el proyecto opera de
energía que es tan importante como el proyecto en
sí.
¡Suerte para todos!
Autor:
Oscar Osvaldo Conti
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