- Hueso Maxilar
Superior - Hueso
Palatino - Hueso
Vómer - Cornete
Inferior - Hueso
Cigomático (Malar) - Hueso Maxilar
Inferior - Huesos Propios
de la Nariz - Conclusiones
- Bibliografía
INTRODUCCIÓN
Los huesos representan la mayor diferencia entre los
tejidos de sostén. En un tejido rígido que
constituye la mayor parte del esqueleto de los vertebrados
superiores. Está formado por células y una matriz
intercelular. Su principal componente orgánico, las fibras
colágenas, forma un armazón de refuerzo, invisible
en las preparaciones con los métodos usuales, pero
demostrable con tinciones especiales. Las fibras colágenas
contribuyen en gran parte a la fuerza y resistencia del hueso. El
mineral óseo, cuyo principal componente es la
hidroxiapatita está dentro de las fibrillas
colágenas como cristales de apatita. El contenido de
minerales del hueso aumento en el curso del desarrollo,
alcanzando al 75% del hueso de los seres humanos
adultos.
Los huesos de la cara se disponen adosados a la
porción anteroinferior del neurocráneo formando dos
bloques óseos, el complejo maxilar superior y la
mandíbula. El elemento central del complejo maxilar es el
hueso maxilar. Este hueso se sitúa a ambos lados de las
fosas nasales y en torno a él se articulan mediante
uniones inmóviles el resto de los huesos de la cara,
excepto la mandíbula. La mandíbula es un hueso
impar, y el único que posee movilidad, cuya función
está, principalmente, al servicio de la
masticación.
Hueso Maxilar
Superior
Es un hueso irregular que ocupa una
posición central a cada lado de la cara. Participa en la
formación de la pared lateral y del suelo de las fosas
nasales, y de la pared interna y del suelo de la órbita.
Contribuye, en mayor o menor medida, a las paredes de otras fosas
y cavidades craneales (infratemporal, pterigopalatina y cavidad
bucal). Sus características principales son, por un lado,
que la zona central es hueca y forma el seño maxilar que
se abre a las fosas nasales; por otro lado, que posee un amplio
borde alveolar, la apófisis alveolar, donde se implantan
las piezas dentarias superiores.
Cuerpo: Tiene forma de pirámide truncada
en la que se pueden distinguir cuatro caras, una superior, una
anterior y otra posterior, que convergen en un vértice
truncado, y una medial, que corresponde a la base de la
pirámide.
La Cara Medial: Consta de una porción
superior denominada superficie nasal, porque mira a las fosas
nasales en la que destaca un gran orificio del seño se
muestra una superficie irregular con hemiceldillas que se
articula con la cara inferior del laberinto etmoidal. Por
detrás del orificio del seno se dispone una superficie
rugosa recorrida por un surco oblicuo hacia abajo y hacia
delante, el surco palatino mayor. En esta región se acopla
l lámina del palatino transformando el surco en
conducto.
Por delante del orificio del seno hay un surco vertical
muy marcado, el surco lagrimal que se continúa hacia abajo
por una superficie lisa que forma parte de la pared nasal. El
hueso lagrimal, al articularse con el maxilar transforma el surco
en un conducto nasolagrimal. A poca distancia por debajo del
orificio del seno, se origina una gran apófisis
horizontal, apófisis palatina.
Por debajo de la apófisis palatina la cara medial
del maxilar dispone de una superficie bucal, que forma parte del
paladar duro, y está limitada por un borde inferior
prominente, la apófisis alveolar, donde se implantan las
piezas dentarias.
La Cara Superior o Cara Orbitaria: Es una
superficie lisa y horizontal que forma parte del suelo de la fosa
orbitaria. En la proximidad de su extremo posterior presenta un
surco marcado, el surco infraorbitario, que se prolonga por un
conducto infraorbitario que discurre en el espesor del hueso
hasta abrirse en la cara anterior del maxilar. El conducto
está ocupado por el nervio infraorbitario y en el curso de
su trayecto posee unas ramificaciones, el conducto alveolar
superior anterior por donde finas ramas nerviosas alcanzan las
piezas dentarias anteriores.
La Cara Anterior: Se dispone bajo la piel de la
mejilla. Por arriba, se separa de la cara orbitaria por un borde
que contribuye a formar el reborde orbitario.
La Cara Posterior: Es una superficie abombada que
se hace más voluminosa en su parte alta formando la
tuberosidad maxilar. A los largo de esta cara, se aprecian dos o
tres orificios de conductillos que descienden por la pared
ósea hacia las piezas dentarias posteriores.
El Vértice del Maxilar: Es una zona
prominente que recibe el nombre de apófisis
cigomática. Tiene una superficie articular donde queda
adosado el hueso cigomático.
Bordes: De los bordes del cuerpo del maxilar, hay
que resaltar algunos detalles del borde anterior y del borde
posterior.
Borde Anterior: Separa la cara anterior de la
cara nasal y presenta una zona escotada, la escotadura nasal que,
junto a la del lado opuesto, delimita la entrada a las fosas
nasales óseas.
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