5.2.4. Reveladores líquidos
a.) Violeta genciana
El violeta de genciana es también una de las
técnicas más comunes para el revelado de huellas
latentes, el violeta de genciana o violeta cristal se emplea
para teñir células epidérmicas muertas o
transpiración dejada en casi cualquier tipo de
superficie, especialmente las plásticas y a base de
látex. Su uso es excelente para revelar huellas latentes
que es encuentren en cintas adhesivas como diurex, maskin tape,
micropore, etcétera. Una vez que se tiene la muestra, se
baña en una solución de violeta de genciana. "La
técnica es de rápida aplicación y
eficiente al momento de obtener resultados. Una vez revelada la
huella, se le elimina el exceso de colorante con agua ordinaria
y se procede a su registro fotográfico."
Este químico es ideal para revelar las huellas
latentes que se hallaren en el lado adhesivo de una cinta
adhesiva. Se trata de un tinte proteico que tiñe las
porciones grasas de las excreciones sebáceas dando una
coloración violeta profundo. También puede
adherirse a huellas de sangre. Para preparar la solución
de trabajo sólo debe agregársele agua destilada
al químico.
Figura: Violeta genciana.
5.2.4. Otros reveladores
a.) Isótopos radiactivos
Esta técnica es usada para el revelado de
rastros dejados sobre papel, tela y para huellas
lofoscópicas muy débiles sobre cualquier
superficie, o bien sobre objetos que fueron frotados con un
paño, en su intento de borrarlas, como en perillas de
puertas, armas, volantes de automóvil y otras
superficies.
El objeto en que se sospecha existen huellas latentes,
primeramente se somete a los vapores que se desprenden del
formaldehído combinado con carbón activado, el
cual reacciona con las sustancias químicas desprendidas
de los dedos o palma de la mano (aminoácidos) y
están depositadas en el objeto de estudio;
posteriormente se somete a refrigeración en la que se
fotografiará y revelará la película
expuesta, ya que el carbón radioactivo en contacto con
la película fotográfica sensibiliza a ésta
permitiendo observar las huellas lofoscópicas
depositadas en el objeto de estudio.
De igual forma existen otros isótopos que se
pulverizan sobre la superficie donde se encuentran las huellas
lofoscópicas, adhiriéndose a los
minúsculos residuos de grasa, que son desprendidos de
los dedos y palma de la mano al tocar algún objeto,
dejando la huella lofoscópica en forma
latente.
b.) Técnica láser
Esta técnica aparece aproximadamente en el
año de 1978, cuando los investigadores de todo el mundo
la comenzaron a utilizar liderados por el FBI (Federal Bureau
of Investigation). Su aplicación resulta sumamente
sencilla y tiene la particularidad de no requerir que la
muestra a analizar se someta a preparación o tratamiento
alguno, con lo cual el estado inicial de la misma no
varía.
Se utiliza generalmente un láser (luz
monocromática en concordancia de fase) de argón,
en combinación con lentes para poder observar las
huellas latentes; esto se usa en áreas sospechosas o que
se dediquen exclusivamente para el uso como prueba de este
instrumento. La tecnología del láser, constituye
toda una revolución en el revelado de huellas
lofoscópicas latentes, ya que además la
técnica para su empleo es bastante sencilla.
"No hay necesidad de tratar previamente la muestra, y
con frecuencia el láser se utiliza como la de primera
elección. Sin embargo, debido a que algunos
procedimientos facilitan el revelado de las huellas, a menudo
se alterna el uso del láser con el de otras
técnicas. Los polvos fluorescentes son muy útiles
para mejorar las imágenes antes de ser examinadas con el
Láser."
"Se pone a funcionar el rayo láser de
argón y las áreas sospechosas son barridas por el
haz de luz. El examinador observa la muestra a través de
unas gafas protectoras que sirven como filtros. Es posible
observar muestras grandes a través de un cable de fibras
ópticas, lo que permite al examinador enfocar
áreas específicas. El filtro polarizador
también debe emplearse con la cámara
fotográfica para su respectiva
fijación."
c.) Ruvis scene scope
Durante la última década el Scene Scope
ha sido un avance importante de la tecnología en favor
del descubrimiento de huellas lofoscópicas latentes. Al
ser comercializado por SPEX en 1997, el Scene Scope, ha sido
mundialmente vendido a los departamentos policíacos
más importantes de todo el mundo.
El Scene Scope se basa en el uso de rayos
ultravioleta, a partir de reflejar e intensificar las
imágenes, en lugar de utilizar la fluorescencia. El
Sistema puede descubrir huellas lofoscópicas en la
mayoría de las superficies no porosas incluso puede dar
mejores resultados después de haber utilizado el
cianoacrilato. La técnica de cianoacrilato evaporado se
requiere cuando el examen preliminar con Ruvis no rinde
ningún resultado.
El sistema completo "incluye todos los componentes
para la búsqueda en la escena del crimen, así
como en el trabajo de laboratorio. Cada Scene Scope se calibra
para tomas fotográficas 1:1 y es compatible con
cualquier usuario que adapte una cámara
fotográfica de 35mm, pero que a la vez se ajuste con una
lente de 50mm de longitud focal día."
El Scene Scope ha hecho posible el descubrimiento y
fotografiado de una cantidad sorprendente de impresiones
latentes y aún más cuando se ha combinado su uso
con el del cianoacrilato evaporado, tanto en lugares
iluminados, cerrados y al aire libre; una ventaja importante
del Ruvis es que el tiempo de duración de la
batería es de 8 a 10 horas de trabajo sin recarga. La
óptica de cuarzo dentro del Ruvis ha permitido al
especialista examinar un área grande que se encuentre
impregnada de huellas latentes, consiguiendo detalles
excepcionales. Las lentes están disponibles en
tamaños de 60, 80, y 105mm.
Al trabajar en el laboratorio, el rendimiento de la
caja de mando puede conectarse directamente a un amonestador
y/o sistema de la computadora; de igual forma, es posible la
adquisición de la imagen directamente conectando el
Ruvis a una video grabadora, para posteriormente imprimir las
imágenes reveladas en tamaños normales, reducidos
y grandes, según convenga el caso.
El equipo de Scene Scope completo incluye los
componentes necesarios como lo son 3 baterías
recargables; lámparas de rayos UV (4 tipos); suministro
de poder y caja de mando; los cabezales montados; CCD con
interfase óptica; ópticas de rayos UV; 4
interferencias; adaptador para cámara fotográfica
de 35mm; protectores faciales para exámenes en la escena
del crimen; láser, trípode con cabeza reversible,
cables, brazos flexibles y un aditamento con ruedas.
Figura: Ruvis scene scope
5.2.6. Accesorios y otros materiales útiles
para el revelado
a.) Scene grabber
Se caracteriza por ser de alta resolución, el
Scene Grabber puede complementar su uso con cualquier Scene
Scope, permitiendo la visualización directa de la imagen
hacia la película. Habilita la fotografía de UV
en tiempo real, para poder enfocarla, no se requiere más
trabajo de lo habitual. Los resultados que se obtienen son de
alta resolución en UV para películas sensibles.
Excede la resolución de dispositivos de Ruvis
convencionales. También permite la fotografía de
imágenes de la Palma."
Figura: Scene grabber.
b.) Cloruro de zinc
El cloruro de zinc es uno de los métodos
más tradicionales para realzar las huellas luego del
procesamiento de la misma con revelador de ninhidrina. La
solución se encuentra disponible en el mercado como
solución pre-mezclada de 1 litro. En esa virtud no se le
tiene como un revelador sino un realzador de las huellas
lofoscópicas previamente reveladas.
c.) Luz ultravioleta y película
infrarroja
Generalmente cuando se toma una fotografía
sobre superficies no contrastadas, se hace indispensable el uso
de filtros, los cuales poseen una serie de colores
complementarios y suplementarios, como lo es el filtro de
herapatita (sulfato de iodoquinina), que tiene la propiedad de
polarizar los reflejos de las superficies pulidas o barnizadas
como son espejos, metales pulidos, vidrio, etcétera; con
solo colocar el filtro delante del objetivo, el plano de
vibración del filtro elimina todos los reflejos que
interfieren para la toma fotográfica
correspondiente.
El empleo de filtros requiere de preparaciones
sensibles a la luz que recubren las películas
fotográficas, y que poseen placas ortocromáticas
y pancromáticas, además de una sensibilidad igual
para cualquier color.
Cuando se tomen fotografías con luz
ultravioleta, es necesario emplear un filtro, así como
una película ortocromática de contraste o
especial para ultravioleta, así mismo podrá
utilizarse un polvo fluorescente y fotografiarlo con luz
ultravioleta, dando una imagen clara y con contraste, no
importando cuál sea el color que se encuentre en la
superficie donde está depositado el rastro
lofoscópico.
Por lo tanto, las fotografías en las que se usa
fluorescencia, luz ultravioleta, rayos X, radiaciones
polarizadas, o película infrarroja, son una valiosa
ayuda para detectar rastros que son muy
débiles.
Figura: Luz ultravioleta
5.2.7. Materiales y técnicas para el
transplante de huellas latentes
El transplante consiste en que una vez que las huellas
latentes han sido reveladas con polvos, se les pueda
transportar y manipular mejor para su estudio de
investigación y comparativo, evitando se tenga que
transportar los objetos en donde se les encontró
impresos, por lo que se transplantarán a otro soporte
adecuado al tipo de rastro, para su mejor estudio, así a
continuación se mencionan algunos
procedimientos.
a.) Película virgen o velada
La película fotográfica virgen se somete
a un baño con fijador, después a un lavado con
agua y posteriormente secado; se corta al tamaño de la
huella revelada, evitando colocar los dedos sobre la
película ya tratada, ya que marcan las impresiones y
puede confundirse en la investigación. Para efectuar ya
el transplante, se humedece la película y por el lado de
la emulsión más adhesiva, se hace presión
sobre la huella revelada, con el objeto de que se adhiera a la
película y pueda estudiarse e incluso
fotografiarse.
b.) Uso de papel fotográfico
Este papel se somete de igual forma que la
película virgen a fijación, lavado y secado, pero
teniendo el inconveniente de que sólo
transplantará huellas lofoscópicas reveladas con
polvos oscuros, como es el negro de humo y el grafito, pudiendo
entonces fotografiar de inmediato.
c.) Uso de cinta adhesiva
transparente
"Una huella dactilar latente puede transferirse,
sosteniendo el extremo doblado o suelto de la cinta con el
pulgar y el dedo índice de una mano y el rollo de la
cinta en la otra, extrayendo suficiente cinta como para cubrir
la superficie que debe de ser transferida, por lo general 5
pulgadas aproximadamente, asegurando el extremo suelto de la
cinta al lado de la huella a ser transferida y
manteniéndolo ahí con el dedo índice.
Luego deberá deslizarse el pulgar a lo largo de la parte
superior de la cinta, forzándola suavemente hacia abajo,
el rollo que se encuentra en la otra mano no deberá
soltarse durante la operación. La cinta deberá
ser colocada suavemente sobre la huella para permitir la salida
de las burbujas de aire."
Es más conveniente el uso de placas de
celuloide o de plástico, ya que éstas no
serán absorbentes, en cambio las tarjetas de cartulina
son porosas y tienden a absorber los reactivos y las sustancias
oleosas que éstas poseen, por lo que se les puede
impermeabilizar con laca, o con protectores comerciales,
ofreciendo de esta manera un buen resultado; sólo se
requiere que antes del transplante esté perfectamente
seco, para que no se adhiera la base del soporte y perjudique
el rastro.
d.) Accesorios
Cinta adhesiva transparente Lupa
portátil
Lupa de mango Lupa fija de lentes
cambiables
Lupa con luz Lupa cuello de cisne
Almohadillas para fijado de huellas en
fichas
Estación toma de huellas Estación toma
de huellas portátil
Cámara fotografiar huellas Horno de
convección
Visores para comparado de
huellas
Cámaras para el resguardo de
huellas
kit básico para
lofoscopía
CAPÍTULO
VI
MÉTODO,
TÉCNICAS Y PROCEDIMIENTOS
LOFOSCÓPICOS
DE IDENTIFICACIÓN
PERSONAL
6.1. La lofoscopía como método y
técnica
Antes de abordar el tema es importante recordar los
conceptos que tienen ciertos términos en relación
con el objeto de estudio, con la finalidad de tener clara idea
de lo que se expone.
Método: Modo de decir o hacer con orden. Modo
de obrar o proceder, hábito o costumbre que cada uno
tiene y observa. Obra que enseña los elementos de una
ciencia o arte. Procedimiento que se sigue en las ciencias para
hallar la verdad y enseñarla.
Técnica: Perteneciente o relativo a las
aplicaciones de las ciencias y las artes. Dicho de una palabra
o de una expresión: Empleada exclusivamente, y con
sentido distinto del vulgar, en el lenguaje propio de un arte,
ciencia, oficio, etc. Persona que posee los conocimientos
especiales de una ciencia o arte. Miembro del cuerpo de
Policía. Conjunto de procedimientos y recursos de que se
sirve una ciencia o un arte. Pericia o habilidad para usar de
esos procedimientos y recursos. Habilidad para ejecutar
cualquier cosa, o para conseguir algo.
Procedimiento: Acción de proceder.
Método de ejecutar algunas cosas. Actuación por
trámites judiciales o administrativos.
La Lofoscopía, enfocada como método y
técnica, está basada en cuatro principios
fundamentales, para que sea el sistema de identificación
perfecto. Esto porque se considera que los dibujos formados por
las crestas papilares de las yemas de los dedos, las palmas de
las manos y las plantas de los pies tienen la cualidad de ser
perennes ya que aparecen desde la vida intrauterina y se
conservan hasta la putrefacción del cadáver, son
inmutables ya que nunca van a sufrir modificaciones; tienen
variabilidad porque varían de personas e individualizan
a cada ser humano; y pueden ser clasificadas y confrontadas, al
contar con un sistema apropiado de clasificación, ya que
si en un momento no se contara con éste, se
perdería eficacia y además la búsqueda
sería extremadamente lenta en los diferentes
archivos.
Esto último lo podemos corroborar en el libro
"Criminalística" de Juventino Montiel Sosa, donde dice
que su utilización se basa en el hecho de que los
diseños que se encuentran en la cara palmar de los
dedos, presentan una variedad infinita." Esta variabilidad
infinita va sumada a la individualidad de éstos, o sea
que cada persona tiene en sus dedos, palmas de las manos y
plantas de los pies dibujos que no se encuentran iguales en
ninguna otra y permanecen iguales, salvo el crecimiento
correspondiente, desde los primeros meses de vida intrauterina,
hasta que la descomposición cadavérica o un
accidente destruya la piel."
6.2. Metodología de la
investigación
Un aspecto histórico cultural existente en la
Criminalística, servirá como preludio para este
apartado, Helmut Koetzsche menciona en su libro
"Técnicas Modernas de Investigación Policial",
que en Alemania el término Kriminalistik se utiliza para
describir la ciencia del control, combate y prevención
del delito, en los Estados Unidos la palabra Criminalistic,
describe la rama de las ciencias forenses que trata del
reconocimiento, análisis, identificación,
individualización e interpretación de la
evidencia física por medio de la aplicación de
las ciencias naturales."
"En su mayor parte, el criminalista es el
científico forense que maneja las pruebas o evidencias
que se envían al laboratorio de Criminalística.
En Alemania, el Kriminalist, es el oficial de la
policía, sobre todo el detective que investiga el delito
y lucha por prevenirlo."
Como en toda investigación
criminalística es de suma importancia proteger y
conservar el lugar del hecho, ya que con esto, se
conseguirá dos fines principales, que son los inmediatos
y los mediatos. El primero consiste en tratar que el escenario
del delito permanezca tal cual lo dejó el infractor, a
fin de que toda la evidencia física conserve su
situación, posición y estado original. A este
respecto, algunos investigadores señalan que no siempre
hay indicios en el lugar de los hechos, sin embargo, el
principio de Intercambio de Locard, señala que al
cometerse un delito siempre hay un intercambio de indicios
entre el lugar y el actor. A estas palabras también hace
mención el mexicano Carlos Rougmagnac: "No hay malhechor
que no deje detrás de él alguna huella
aprovechable." Por lo tanto en toda investigación,
siempre debe de haber recolección de indicios, que se
encuentren asociados al hecho perseguible; de lo contrario
podemos estar señalando de manera categórica que
la investigación no fue bien llevada a cabo o que los
expertos en estas investigaciones, no supieron buscar dichos
indicios.
El fin mediato será la reconstrucción de
hechos, así como el identificar al posible autor,
mediante un examen minucioso y cuidadoso de los indicios, hecho
en un laboratorio adecuado y provisto de los materiales
idóneos para el estudio de esas evidencias
físicas encontradas.
Los indicios son testigos mudos de los hechos; al
estudiar algunos tratados de Criminalística apreciamos
cómo, mediante la aplicación de la
metodología adecuada, logramos hacer hablar a esos
testigos, a fin de resolver las siete preguntas de oro que ante
todo hecho criminal el investigador criminalista se debe
formular: ¿QUÉ?, ¿QUIÉN?,
¿CUÁNDO?, ¿CÓMO?,
¿DÓNDE?, ¿CON QUÉ? y ¿POR
QUÉ?, preciosa máxima recomendada por el Dr.
Hanne Grosa."
Tenemos que recordar que dentro de la
investigación criminalística la huella
lofoscópica constituye un indicio, cuyo hallazgo es
posible encontrarlo en cualquier tipo de delito. Se considera
de los indicios más importantes y comúnmente
encontrados son las huellas dactilares, siguiéndole en
frecuencia las palmares, labiales y plantares.
Las huellas lofoscópicas, son marcas que quedan
en una superficie. Estas marcas corresponden al patrón
de la piel de los dedos, palmas de las manos o plantas de los
pies que tocaron dicha superficie. Ahora bien, tenemos que las
huellas lofoscópicas son quizá uno de los medios
más definitivos que hoy en día existe para la
identificación de personas, no sin olvidar que se
empiezan a utilizar técnicas genéticas para el
mismo fin, pero a diferencia de las primeras esta última
resulta ser más costosa y laboriosa. La importancia de
recoger las huellas lofoscópicas del lugar de los hechos
radica en que son un excelente medio de investigación.
Por lo que al momento de su localización y embalaje debe
seguirse toda una metodología con técnica
precisa, para poder obtener fragmentos útiles de cotejo
lofoscópico.
Citando nuevamente a Koetzsche, menciona: "el hecho
psicológico que existe detrás de la validez de la
identificación por medio de huellas digitales, consiste
en que cada huella es única y nunca se han encontrado
dos que sean idénticas."
En cualquier tipo de hecho presuntamente
ilícito que se investigue, la búsqueda de huellas
lofoscópicas para poder establecer la identidad de los
directamente involucrados, debe efectuarse lo más
cuidadosamente posible, con el fin de no borrar las huellas que
se pudiesen encontrar en el lugar de los hechos; por otra
parte, dentro de las técnicas de búsqueda debe de
incluirse la exploración de lugares en donde
éstas lógicamente puedan hallarse y que a la vez
tengan relación con el hecho que se
cometió.
Cuando se habla de buscar en lugares "lógicos"
significa que en la residencia, oficina, fábrica o lugar
de los hechos seria imposible polvorear con reactivos para
revelar huellas todos los objetos, puertas, vidrios, muebles y
demás enseres que conforman el lugar, por lo que es
necesario esforzar un poco la imaginación para descubrir
los lugares y objetos que pudo haber tocado el delincuente y
descubrir allí sus impresiones.
Los sitios donde se pueden encontrar las huellas
lofoscópicas en un hecho delictuoso es un apartado muy
importante en la investigación que efectúa el
experto en criminalística, ya que éste al contar
con los suficientes conocimientos, técnicos,
científicos y empíricos, guiará
perfectamente la investigación.
Una vez que se ha realizado la investigación,
se deben obtener todos los objetos que pudiesen contener
huellas lofoscópicas, la colecta debe ser con esmero y
sumo cuidado, ya que este tipo de indicio así lo
requiere. En la medida que sea posible se debe de evitar que la
evidencia física se contamine, ya por el contacto de los
dedos o bien mediante roces, pues estas pueden originar
daños por completo en las huellas latentes. "Toda
superficie sospechosa de portar huellas dactilares latentes,
será convenientemente protegida de contaminaciones,
roces o frotamientos. El embalaje del objeto se ajustará
a cada caso en particular, con la condición de que su
superficie no establezca ningún tipo de
contacto."
No hay que olvidar que todo indicio que se embale, sin
importar su tipo y cantidad, se lo debe establecer y mantener
una rigurosa cadena de custodia, ya que esto será en
beneficio de la investigación que se realice.
De igual forma Koetzsche, menciona que: "mientras
mayor sea el número de personas que manejan o tocan
objetos en la escena del delito, después de la
comisión del mismo, mayor también será el
número de huellas digitales que aparezcan y que no
tienen nada que ver con el ilícito. De ahí que es
una buena táctica obtener las huellas digitales de todas
aquellas personas que por razones legales están
presentes en la escena del delito, por que así pueden
eliminarse pruebas que no corresponden al caso."
Los hechos delictivos donde es más frecuente
encontrar éste tipo de indicios, son el homicidio y el
robo, por ejemplificar.
Ubiquémonos en el caso de un homicidio, en cuya
escena es más factible encontrar estos
indicios:
- Armas de fuego y arma blanca; ya que generalmente
son los instrumentos que más frecuentemente utilizan
los criminales. - En los lavamanos ya que el delincuente generalmente
los usa para el aseo de sus manos o accesorios,
también es muy frecuente encontrarlas en las llaves de
los mismos, así como en las manijas. - En las chapas y manijas de puertas y ventanas,
interruptores de luz ya que generalmente el delincuente hace
uso de ellas en algún momento del hecho
delictuoso. - Botellas de refresco, de vino, de licores, vasos de
cristal o de algún otro material, así como
ceniceros. - Muebles, especialmente aquellos que están
forrados con materiales plásticos.
En los casos donde los hechos delictivos estén
relacionados con robo, los lugares más frecuentes en
donde se dejan estas huellas son los siguientes:
Chapas y manijas de puertas y ventanas.
- Utensilios de cocina y en algunos muebles,
especialmente mesas y muebles de soporte de
electrodomésticos. - Aparatos electrodomésticos.
- Botellas de licor, vasos, ceniceros, así
como herramientas propias, como desarmadores, cortadores de
vidrio, etc. - En el robo de vehículos, las encontraremos
en las zonas de las manijas, volante, palanca de velocidades,
espejos retrovisores, radio, etc.
Un punto muy importante es que en la literatura
encontramos que: "en los ceniceros, vasos y objetos de cocina
que se presume han sido manipulados por el ladrón, es
muy probable hallar huellas, y también en los objetos
que llevó y dejó abandonados en predios vecinos,
como botellas de licor o herramientas que deja en su huida, ya
que si es sorprendido con ellas, pueden servir para
inculparlo." Entonces aquí estaremos hablando de un
indicio o material sensible significativo relacionado
especialmente con el hecho delictivo efectuado.
"Cuando la huella está presente en la
superficie de un objeto intransportable, se intentará
separar con cuidadoso corte la parte que la contiene; en caso
contrario, necesariamente la huella será revelada en el
sitio del suceso."
Ahora bien, tenemos que cualquier huella visible o
latente que pueda fijarse fotográficamente en el
instante mismo de la observación, deberá
realizarse dicho acto, la importancia de esta fotografía
radica en el hecho de que constituye una prueba fehaciente
dentro de la investigación.
Aspecto digno de mencionar es la cita el tratadista
Reyes Calderón, en su Tratado de Criminalística,
donde menciona que "generalmente, son las huellas latentes las
que merecen mayor atención y existen muchos medios o
procedimientos para activarlas, principalmente en
función a la naturaleza y color del soporte como a la
edad de la huella."
No hay que olvidar que las huellas lofoscópicas
se pueden encontrar de tres formas diferentes: moldeadas,
visibles y latentes. Ahora bien tenemos que las huellas
moldeadas "se encuentran estampadas en materias
plásticas como el jabón, la masa de maíz,
plasticina, etc." Las huellas visibles se caracterizan por
estar impresas con colorantes como lo podría ser la
pintura, tinta, o bien sangre, por lo "regular son muy poco
útiles para la identificación del delincuente por
lo borrosas que suelen quedar al imprimirlas, en cambio, tienen
otro valor que no puede menospreciarse, y que consiste en que
indican el camino seguido por el delincuente o su presencia en
determinados lugares."
Las huellas latentes son quizá el medio de
identificación que más frecuentemente podemos
encontrar en el lugar de los hechos, tenemos así que
dentro del vasto campo de la investigación criminal, una
de las más importante tareas del investigador es la de
descubrir las huellas dejadas por el delincuente en el
escenario del crimen; hay muchos tipos de huellas, pero una de
las más difíciles de encontrar, y si se quiere
las más importantes, son, sin duda alguna, las huellas
latentes dejadas por las crestas papilares, ya sean de la palma
de la mano, de los dedos o de la planta de los pies. "Estas
huellas son, pudiéramos decir, la tarjeta de visita
dejada por el delincuente en el escenario de sus
fechorías."
Se llama huella latente a la marca invisible que dejan
las crestas papilares impregnadas de sudor sobre cualquier
superficie lisa que se ponga en contacto con ellas. "En el
lenguaje de la Dactiloscopía, todos los rastros
invisibles a los ojos sin cristales de aumento, dejados por las
crestas papilares en el escenario del crimen son llamados
huellas latentes." También dentro del lenguaje
lofoscópico el significado de latente, proviene del
latín "Latens" y su significado es oculto o escondido,
que no se manifiesta exteriormente.
Una vez que se han mencionado los tipos de huellas
dactilares, la preservación del lugar de los hechos,
búsqueda, embalaje, cadena de custodia y estudio en el
laboratorio criminalístico, no debe olvidarse que hay
ciertas variables que determinan la duración que pueden
tener las impresiones lofoscópicas, éstas van a
estar dadas por las condiciones climáticas,
características físicas y fisiológicas del
individuo, así como por la naturaleza de la superficie
soporte, entre los principales factores.
Con respecto a los primeros, podemos mencionar que las
huellas al estar expuestas al medio ambiente o en la intemperie
reducen de manera drástica su utilidad. Precipitaciones
pesadas como la lluvia, por mencionar alguna, destruyen
rápidamente estos indicios; por otra parte, el calor
producido por los rayos del sol y otros cuerpos que lo emitan,
las hará desaparecer de una manera rápida, debido
a la evaporación del sudor; el viento también
influye de manera sorprendente, ya que al igual que el calor,
hacen que se evapore el sudor, la acumulación de polvo
también bajo ciertas condiciones puede hacer que las
características dermopapilares impresas se
pierdan.
Con lo que respecta a las características
físicas y fisiológicas del individuo, influye
mucho la constitución física de la piel, ya que
una persona con piel gruesa dejará huellas más
prominentes a diferencia de una con piel delgada; ahora bien
del Dr. Luis Alfredo Diego Diez en su obra "la
identificación del delincuente a través de las
huellas dactilares", menciona que "una persona que esta muy
excitada, generalmente deja huellas con un alto contenido de
humedad que la huella dure más tiempo."
La naturaleza de la superficie soporte juega un papel
importante en la impresión de lofogramas latentes, ya
que si éstas se dejan en superficies lisas y no porosas
como papel, metal, vidrio, cerámica, etcétera,
generalmente las huellas durarán más tiempo que
aquellas que se dejan en materiales porosos o absorbentes como
tela, madera sin barnizar, etcétera. Estas
últimas superficies absorben la humedad de las huellas
lofoscópicas y reducen el término durante el cual
se pueden usar los polvos de revelado de manera
efectiva."
6.3. Clases de huellas
lofoscópicas
6.3.1. Huellas visibles
Son aquellas que pueden observarse a simple vista, sin
la necesidad de emplear elementos para revelarlos. En ellas
media una sustancia entre el lofograma natural y el soporte.
Podemos distinguir las siguientes:
a.) Rastros por impregnación:
Dejados en la superficie por dedos, palma de la mano o
planta de los pies que han tomado contacto previamente con
sustancias no pulverulentas tales como pintura, sangre, tintas,
grasas, aceite, etc. Cuando un dedo, palma de la mano o planta
de los pies es impregnado por cualquiera de estas sustancias y
posteriormente este se aplica contra una superficie plana y
limpia, quedarán impregnadas las crestas papilares. Si
el dedo, palma de la mano o planta del pie está
demasiado impregnado con esta sustancia, en principio la huella
será una mancha; pero en sucesivas impresiones las
sustancias se irán eliminando paulatinamente y se
producirá la huella no empastada. En estas condiciones,
las huellas pueden ser identificables. Obviamente, en un hecho
criminal, cuando la huella se manifiesta por
impregnación de sangre, debemos tener en cuenta que la
misma no sólo pertenecerá al victimario, sino que
también puede ser de la víctima u otras
personas.
b.) Rastros por sustracción:
Se producen cuando un dedo, palma de la mano o planta
del pie presiona sobre una capa de polvo no muy gruesa y parte
del mismo queda retenido en las crestas. Al retirar el dedo,
palma de la mano o planta del pie, se sustrae del plano
original parte del sólido, reproduciéndose en
forma mas o menos fiel los dibujos papilares. Estos dibujos no
tienen valor desde el punto de vista de la
identificación, puesto que carecen de detalles
importantes, pero puede utilizarse como elemento de juicio para
orientar la investigación.
c.) Rastros por depósito:
En este caso, el depósito será
pulverulento de cualquier sustancia que se encuentre finamente
dividido como los pigmentos, el hollín, harina, talco,
polvo atmosférico, etc. La presión de los dedos,
palma de la mano o planta del pie sobre cualquiera de estas
sustancias hace que las mismas queden retenidas sobre las
crestas. Al aplicar el dedo, palma de la mano o planta del pie
sobre cualquier superficie limpia, esta dejara impresa las
huellas la cual en la mayoría de los casos será
apta para el cotejo.
d.) Rastros por ataque:
Son aquellos que se producen sobre superficies que
reaccionan químicamente con los componentes de la
exudación, dando figuras que reproducen fielmente los
dibujos originales.
6.3.2. Huellas latentes
Son originadas cuando la sustancia química que
exudan los poros (agua, aceites, aminoácidos y sales),
se deposita sobre una superficie determinada, produciendo de
esta manera la huella latente y por ende no observable a simple
vista. Se hacen visibles aplicando reveladores físicos,
químicos o líquidos, entre los cuales se
encuentran los siguientes:
- Revelado por métodos físicos
pulverulentos (polvo negro, blanco, de otros colores,
magnéticos, fluorescentes, etc); - Revelado por vaporización, que se lleva a
cabo con vapores de yodo cristalizado, con el fin de que
produzcan una reacción química. Este
procedimiento solo puede aplicarse en caso de huellas muy
recientes, ya que la humedad y los aceites se secan
rápidamente en superficies porosas como el papel,
cartón, cartulina o madera; - Revelado químico con ninhidrina: Es un
procedimiento de revelado que hace reaccionar los
aminoácidos presentes en el objeto. Una vez aplicada
la ninhidrina, se acelera el proceso por medio de la
aplicación de calor. Debe efectuarse utilizado guantes
y equipo de protección pues la base del procedimiento
es un producto sumamente peligroso; - Revelado químico con Nitrato de Plata: Se
lleva a cabo aplicando revelador químico de nitrato de
plata con el fin de que las sales emanadas de las
glándulas sudoríparas reaccionen con el
producto formando una capa de cloruro de plata; este
último sensible a la luz, por lo tanto su
exposición acelera el revelado. El nitrato de plata se
encuentra en forma de aerosol, debiendo tomarse la
precaución de utilizarlo en lugares ventilados.
Debemos recordar que las superficies del fondo se irán
oscureciendo paulatinamente si se exponen a la luz. Una vez
reveladas las huellas por este procedimiento deben
conservarse por cortos períodos para evitar su
exposición a la luz; - Revelado químico con Cianoacrilato: Se lleva
a cabo por medio de vaporización; el elemento base es
altamente tóxico por lo que deberá ejecutarse
en una campana extractora de olores. El procedimiento es
conocido como "la gotita" por ser esa la cantidad de reactivo
que debe aplicarse. Se utiliza comúnmente sobre
superficies de plástico, metal, vidrio, etc. El
análisis se hace sobre la fotografía que se
toma de la huella revelada.
6.3.3. Huellas moldeadas o
plásticas
También denominadas por impronta, con
relación a la superficie que las contiene. Este rastro
se produce cuando se toma, se toca o se apoyan los dedos,
palmas de la mano o planta del pie sobre sustancias
semi-sólidas, las cuales tienen un elevado grado de
densidad, tal como la pintura semi seca, los adhesivos, las
sustancias que se ablandan o funden fácilmente (lacre,
chocolate, parafina). En estos casos la impronta quedará
en negativo, por lo que deberá invertirse a
través de una fotografía.
6.3.4. Identificación de
cadáveres
En relación a la identificación de
cadáveres podemos mencionar que la clave radica en el
estado de putrefacción o rigidez en el que se encuentre
el mismo. Para esto consideraremos que la rigidez
cadavérica comienza luego de las 4 a 8 horas de
producido el deceso, inicia por la mandíbula, siguiendo
por el cuello, tórax, llegando a las extremidades. Es
importante no confundir la rigidez cadavérica con el
espasmo cadavérico producido por una lesión en el
sistema nervioso, como es la rigidez característica en
la mano suicida que apretó la cola del disparador de un
arma. Se estima que la rigidez se instala en todo el cuerpo
alrededor de las 12 horas y comienza a ceder entre las 18 y 24
hrs.
El perito al trabajar con cadáveres cuyo estado
es previo a la rigidez, es decir, en momento en que los tejidos
todavía conservaran la elasticidad necesaria para poder
realizar una toma bajo condiciones convencionales con el uso de
la planchuela, tinta litográfica, papel liso, etc., como
fue descrito anteriormente. Al trabajar el perito con
cadáveres ya con rigidez cadavérica, es decir, en
estado temporal de rigidez, que luego cederá para dar
comienzo a la putrefacción. Por esta razón, para
realizar la toma de impresiones no se encuentran grandes
inconvenientes en recuperar parte de la elasticidad necesaria
para realizarlo con los procedimientos convencionales. Para
lograr esto se intenta flexionar suavemente el hombro, luego el
brazo, el codo, la muñeca y por último los
dígitos recuperando cierta movilidad con cuidado de no
producir fracturas.
En la identificación de cadáveres con
comienzos de putrefacción, es recomendable que el perito
comience por limpiar los erizamientos de la piel con la
asistencia de un pequeño cepillo, agua y jabón,
cuidando de no dañar el tejido. Si este estado ya se
encuentra suficientemente avanzado como para impedir la
legibilidad de la impresión se podrá recurrir a
dos métodos alternativos:
- Con un bisturí se produce un corte por
debajo del pliegue de flexión de la tercer falange con
el propósito de retirar la capa epidérmica como
si fuera un dedal. En ocasiones es necesario sumergirlo en
agua caliente de 5 a 7 minutos para lograr la elasticidad del
tejido. Una vez retirado se invierte y se colocan en las
manos del técnico, el cual realizará el
procedimiento de entintado y estampado utilizando sus manos
con los dedales colocados. Es de suma importancia recordar
que como resultado de dicho procedimiento, obtendremos una
doble inversión de la estampa; las presilla internas
serán externas y los surcos serán
crestas. - En el segundo proceso se procede a retirar la
epidermis trabajando directamente sobre la dermis, donde
también encontraremos el dibujo papilar. Cabe destacar
que las eminencias serán de muy bajo relieve, por lo
que se deberá utilizar muy poca tinta, sumo cuidado
para evitar empastamientos y papel satinado.
En la identificación de cadáveres
rígidos, es decir aquellos cadáveres en los
cuales, a diferencia del rigor mortis, la rigidez se ha
instalado en forma de momificación o
corificación; al ser la matriz dura, el soporte
deberá ser blando, por lo que el perito podrá
inclinarse por cualquiera de los dos métodos
siguientes:
a) Método borrego de identificación de
cadáveres:
Se toma un papel de nylon y se entinta; al mismo
tiempo se forma una bollita de masilla la cual se envuelve en
el nylon entintado; se toma la bolilla y se presiona contra
el dígito, que al estar rígido solo se
entintarán las crestas dejando los surcos sin
entintar; a continuación se formará otra
bolilla de masilla la cual se cubrirá con un nylon
limpio; se repetirá el proceso de presionado pero en
este caso el dibujo papilar quedará impreso en el
nylon limpio, el cual se recortará y
fotografiará.
2. Método mota de goma
látex:
Se realiza un molde del dígito en goma
látex. Se retira, se invierte, se entinta y se toma la
impresión. Nuevamente, esta será una doble
inversión del dibujo. El procedimiento se
completará con un nuevo molde de látex sobre el
primero, con el cual se obtendrá una réplica
exacta del dígito, sobre el cual se podrán
tomar las impresiones.
La toma de huellas en cadáveres saponificados,
especialmente aquellos que han estado sumergidos por largos
períodos, el entintamiento destruiría de forma
permanente el diseño, por lo que se recurre a la
fotografía como método de réplica. Si por
el contrario, el cuerpo estuvo sumergido por un corto
período (12 a 24 horas) excretará agua
continuamente, lo cual podrá ser salvado sumergiendo la
mano en agua hirviendo, luego secado, entintado y
estampado.
En el caso de tener que identificar cadáveres
quemados, es decir, en casos en que un cuerpo se expone al
fuego, presenta una contracción de músculos y
tendones conocidos como la posición de "boxeador". Al
contraerse y cerrar el puño, el individuo no permite la
combustión de esa zona, protegiendo las crestas que
serán claras de no haberse producido la
carbonización. Para estos casos bastará con
quebrar los dedos para tomar las impresiones. En aquellos casos
donde la epidermis resultó afectada, podrá
retirarse y trabajar sobre la dermis.
6.4. Procedimientos para el revelado de
huellas
Como apuntamos anteriormente las huellas latentes son
las que no se ven a simple vista. Se hacen visibles hasta que
el experto o perito en lofoscopía aplica un revelador,
que puede ser físico, químico o líquido.
No se trata de cepillar o aplicar polvos a impresiones que
aparezcan marcadas en el polvo, pues hacerlo sería
destruirlas. Los objetos que han estado húmedos o
sumergidos en el agua, tienen más posibilidades de
conservar las huellas latentes e identificables. Sin embargo
antes de examinar el objeto deberá estar seco. El secado
del objeto que las tiene puede ser en forma natural o por medio
de mecanismos especiales como cámaras especialmente
fabricadas para ese efecto.
El polvo que es cepillado suavemente sobre una
superficie que tenga una impresión latente, se
adherirá a la grasa o humedad de las crestas de la
impresión latente, haciéndose de esa forma
visible. Obviamente deberá utilizarse un polvo cuyo
color haga evidentes y notorias las huellas latentes; el color
deberá contrastar en la imagen, pues una vez se haga
visible la huella se procederá a fotografiarla. Los
polvos magnéticos actúan muy bien puesto que se
adhieren mejor a la superficie en la que se aplican que los
demás.
Para la aplicación, se pone una cantidad de
polvo muy pequeña en el pincel, cepillo o brocha y se
procede a aplicarlo suavemente. Una vez que se hace visible el
contorno de una impresión, deberá pasarse el
cepillo siguiendo la dirección de las crestas. Todo el
polvo que sobre (que estará entre las crestas)
deberá ser cepillado. Los principiantes cometen dos
errores básicos: aplican demasiado polvo y cepillan muy
poco.
El polvo gris se emplea en superficies de color
oscuro, en los espejos y en las superficies metálicas
pulidas con acabados brillantes, como los automóviles;
pues estas superficies serán fotografiadas en negro con
la cámara para impresiones
lofoscópicas.
El polvo negro se aplicará sobre superficies
blancas o de colores claros. El polvo plateado ofrece el mismo
contraste que el gris. Los polvos de bronce rojos y dorados se
usan sobre superficies claras. El polvo llamado sangre de drago
es un polvo fotográficamente neutro y puede ser empleado
sobre superficies claras u oscuras. Sobre vidrio claro o
transparente puede usarse tanto el polvo gris como el negro y
al fotografiarse se precisa ponerle un fondo de contraste negro
o blanco.
Una vez fotografiadas las impresiones deben ser
levantadas. Para estos fines se utilizan cintas transparentes
adhesivas o de goma. La cinta de goma para levantar impresiones
se obtiene en hojas de 10 por 22 cms. y la superficie adhesiva
está protegida por una cubierta de celuloide.
Indudablemente, una impresión con polvo negro
deberá ser levantada con cinta blanca y una
impresión con polvo gris con cinta negra.
Después de cortar un trozo de cinta que sea lo
suficientemente grande como para cubrir toda la
impresión latente, se sacará la cubierta
protectora de celuloide y se aplicará el lado adhesivo
sobre la impresión latente. La cinta deberá ser
apretada con suavidad y firmeza sobre la superficie, teniendo
especial cuidado en no cambiar su posición.
Después se procede a levantarla suavemente y se vuelve a
colocar la pieza de celuloide sobre la impresión para
protegerla. El perito deberá hacer todo esto cuidando de
no dejar sus propias impresiones en la cinta. Cuando se haya
aplicado demasiado polvo, generalmente se debe hacer dos
levantamientos con la cinta adhesiva, pues es la segunda en la
que se harán más evidentes sus
características.
El revelado de impresiones latentes por medios
químicos se hace en distinta forma. El empleo de medios
químicos para el revelado de impresiones
lofoscópicas en papel, cartón y madera
recientemente trabajada o sin pintar puede requerir una
técnica ligeramente más complicada que la
mencionada con anterioridad relativa al uso de polvos, pero los
resultados justifican este mayor esfuerzo.
Se recomienda que se apliquen reactivos
químicos a los artículos mencionados en el
párrafo anterior. Las razones: el polvo no puede ser
sacado del papel y posiblemente puede interferir en el examen
de algunos tipos de documentos y más aún, es
probable que impida la restauración de la legibilidad
del espécimen. Los polvos no revelan tantas impresiones
latentes en papel como lo hacen los productos químicos.
En algunos casos los polvos llegarán a oscurecer las
impresiones que posteriormente se revelan con medios
químicos. El Nitrato de plata y el yodo son los medios
químicos de revelado de huellas más utilizados,
dado a que son relativamente económicos,
fácilmente obtenidos, efectivos y fáciles de
utilizar.
Cuando los cristales de yodo se someten a una
pequeña cantidad de calor se vaporizan
rápidamente, desprendiendo vapores de color azul
violeta. Estos vapores son absorbidos por las grasas y
materiales aceitosos con los que entren en contacto, y de esa
forma se hacen visibles las huellas latentes. Las impresiones
reveladas con yodo no son permanentes y comienza a esfumarse
una vez que han dejado se ser sometidas al vapor. Por lo tanto,
es necesario que el operador obtenga una imagen con la
cámara fotográfica, tan pronto como se puedan
apreciar las huellas. Los vapores deben ser controlados usando
los cristales en un gabinete de vaporización, o bien
mediante un fumigador. El gabinete o fumigador puede ser
preparado por el mismo perito o bien, puede ser adquirido en
las tiendas que se especializan en artículos para
lofoscopía.
Figura: Gabinete de
vaporización
Es importante tener en cuenta que el yodo no revela
todas las huellas que se hallan en el objeto, solamente las que
contengan más grasas o aceites. Precisamente por esto y
porque el yodo se evapora de la superficie, este proceso se usa
antes que el tratamiento de nitrato de plata.
El contacto con pequeñas cantidades de vapores
de yodo no ha presentado efectos nocivos. Sin embargo, el
excesivo o prolongado contacto con este material, sí
puede causar irritaciones en la piel y en las vías
respiratorias.
El revelado de impresiones latentes con nitrato de
plata depende del hecho que el cloruro de sodio (la misma
sustancia que la sal de mesa común) presente en la
transpiración que se forma en las crestas de la
mayoría de las impresiones latentes, reacciona con la
solución de nitrato de plata para formar cloruro de
plata. El cloruro de plata es una sustancia blanca pero
inestable a la exposición a la luz y se descompone en
sus componentes (plata y cloro).
Las impresiones aparecerán de un color
castaño o rojizo. La inmersión en la
solución de nitrato de plata hará desaparecer los
rastros de agua y de aceite del papel. Por lo tanto, es
imprescindible someter los especimenes al vapor de yodo antes
de hacer el tratamiento con nitrato de plata para revelar las
impresiones latentes de ese tipo.
Una vez reunido el equipo necesario, el proceso se
desarrolla en la siguiente forma: La evidencia se sumerge en la
solución, se seca, se expone a la luz y se
fotografía cuando resulte apropiado el contraste de la
impresión latente. Para obtener éxito en la
aplicación de este proceso, no se precisan
fórmulas químicas exactas, pues si bien la
práctica y experiencia dicen que la solución
más adecuada es la del 3%, hay ocasiones en que se han
usado soluciones al 10% que resultan eficientes. En realidad,
en este como en cualquier procedimiento de una determinada
disciplina es la experiencia la que se impone.
Para la identificación de la persona a quien le
corresponden las huellas reveladas, el lofoscopista debe
primero examinar la huella revelada, la clasifica conforme a
sus características más evidentes e inicia el
proceso de comparación con las huellas que forman el
registro existente. Para el efecto el perito puede beneficiarse
con la utilización de un comparador, como el que aparece
en la siguiente fotografía.
Figura: Comparador
lofoscópico
6.5. Confrontación de huellas
Una vez que se ha realizado la inspección
criminalística del lugar de los hechos y se aportan
diversos tipos de indicios, en este caso las huellas
lofoscópicas, será en el laboratorio donde se
procederá a hacer la confronta de las huellas
encontradas en el lugar de los hechos, contra huellas
contenidas en los archivos o del o los sospechosos de la
acción criminal.
En la mayoría de las ocasiones, las huellas
lofoscópicas no estarán completas, es decir,
únicamente se encontraran fragmentos, no bien definidos,
con lo que se debe de trabajar. En algunos casos, los
fragmentos no reúnen el número suficiente de
puntos característicos o tal vez éstos no pueden
estudiarse por estar borrosos y mal impresos, por estas razones
en ocasiones no será posible determinar
categóricamente el resultado del estudio. En la
confrontación de dos impresiones debe de tenerse en
cuenta que si en las halladas en el lugar de los hechos se
encuentran varios fragmentos que sea posible, por su
morfología y características especiales,
establecer que pertenecen a un mismo dedo, y entre ellos se
reúnen doce puntos característicos requeridos
para la identificación, esta puede declararse plenamente
establecida."
"El descarte de huellas será realizado mediante
la obtención de dibujos dactilares de la victima,
familiares de la misma o de cualquier persona que probablemente
haya dejado sus huellas en el sitio de suceso."
6.6. Levantamiento de rastros en la escena del
crimen
Para el Criminalista y Criminólogo José
Adolfo Reyes Calderón: "Se entiende por escena del
crimen el lugar donde los hechos sujetos a investigación
fueron cometidos, los rastros y restos que quedan en la
víctima y victimario y en algunos casos en personas
presenciales de los hechos u omisiones."
Respecto a la escena del crimen, Rafael Moreno
González comenta: "Si queremos reconstruir con cierta
seguridad un hecho delictuoso o identificar al infractor, es
necesario, en primer lugar preservar y conservar el lugar de
los hechos…" En esa virtud este aspecto es de vital
importancia para la investigación puesto que como indica
Carlos Rougmagnac: "No hay malhechor que no deje detrás
de él alguna huella aprovechable."
Sobre el concepto de evidencia tomaremos el que nos da
el Dr. Reyes Calderón, que dice: "Es la prueba que se
presenta a favor o en contra de una cuestión. Certeza
manifiesta y tan perceptible de una cosa que nadie puede
racionalmente dudar de ellas. Material sensible significativo
que ha sido objeto de peritación." Mientras que para
Pabón Gómez: "Es el rastro, vestigio, huella,
circunstancia y en general todo hecho conocido, o mejor dicho
debidamente comprobado, susceptible de llevarnos por vía
de inferencia al conocimiento de otro hecho
desconocido."
En relación a indicio Germán
Pabón Gómez, en la obra "Del Indicio en Materia
Criminal" homologa indicio y presunción por cuanto la
legislación mexicana las utiliza indistintamente, y
añade: "Un indicio es un hecho que está en
relación tan íntima con otro hecho, que un juez
llega del uno al otro por medio de una conclusión muy
natural." La relacionada obra asimismo cita el concepto de
indicio de Antonio Dellepiane que dice: "Es todo rastro,
vestigio, huella, circunstancia y en general todo hecho
conocido o mejor dicho debidamente comprobado, susceptible de
llevarnos por vía de inferencia al conocimiento de otro
hecho desconocido." Por su parte, para el tratadista y profesor
Jorge Arenas Salazar, "Indicio es el medio de prueba resultante
de una operación lógica, mediante la cual a
partir de una circunstancia fáctica plenamente
demostrada en el proceso se infiere la existencia de otro hecho
llamado indiciado."
De lo anterior deducimos que ni entre los más
notables autores existe criterio unificado en cuanto a
determinar lo que es indicio y evidencia; ni sobre las
diferencias que entre sí tienen ambos conceptos. Toda
vez que en el estudio del tema que nos ocupa nos basta tener
una idea de ambos conceptos, no entraremos a analizar la
discrepancia de criterio que hay entre los distintos autores;
tan solo señalaremos que nuestra legislación
procesal penal vigente utiliza el término evidencia,
para referirse a los rastros levantados en la escena del
crimen, los cuales son objeto del análisis de los
peritos.
El levantamiento de rastros es muy importante para la
investigación del hecho delictivo, ya que del resguardo
y forma del levantamiento de rastros dependerá la
posibilidad de averiguar la verdad del hecho, tarea primordial
de la Criminalística. El perito o criminalista que se
apersone a la escena del crimen deberá cuidar que la
misma no sea vulnerada ni contaminada sin que antes él y
otros peritos hagan el trabajo que les corresponde.
La tarea del perito en el levantamiento de rastros
consiste en:
- El levantamiento de rastros papilares (dactilares,
palmares y plantares) de superficies absorbentes o porosas y
no absorbentes, mediante técnicas y reactivos
adecuados, según el objeto continente y el lugar, con
los cuales se puede determinar la identidad física
humana de manera fehaciente e indubitable. - Traslado de objetos al laboratorio, para someterlos
a diferentes técnicas de estudio. - Levantamiento de indicios orgánicos
(material piloso, semen, saliva, sangre) e inorgánicos
(huellas de calzado, huellas de rodado, huellas de
efracción) para luego ser confrontadas con calzados,
neumáticos o herramientas remitidas para tal
efecto. - Toma de individuales lofoscópicas para ser
confrontadas con los rastros papilares obtenidos en los
objetos tratados, así como también con fichas
de personas que surjan relacionadas en una
investigación.
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