CAPÍTULO
V
FACTOR DE
SOPORTE Y REACTIVOS, SOLUCIONES E INSTRUMENTOS
EN LA PRUEBA
LOFOSCÓPICA
5.1. El papel
Dentro del trabajo criminalístico es de suma
importancia conocer los diversos tipos de soportes que existen,
pero en especial en este caso, por el tipo de
investigación que se lleva a cabo, sólo nos
referiremos al papel como uno de los soportes más
empleados, donde por la importancia que reviste, es muy
frecuente encontrar huellas latentes sobre él. Al hablar
de lofoscopía y por el titulo del presente
capítulo, se verá la relación directa que
hay entre ésta, el soporte y los distintos
métodos existentes para el revelado de huellas latentes,
igualmente mencionaremos las características
fisicoquímicas de algunos de los diversos reactivos
utilizados para el revelado de huellas latentes sobre
papel.
El papel, es un "material en forma de hojas delgadas
que se fabrica entretejiendo fibras de celulosa vegetal. El
papel se emplea para la escritura y la impresión, para
el embalaje y el empaquetado, y para numerosos fines
especializados que van desde la filtración de
precipitados en disoluciones hasta la fabricación de
determinados materiales de construcción. El papel es un
material básico para la civilización del siglo
XXI, y el desarrollo de maquinaria para su producción a
gran escala ha sido, en gran medida, responsable del aumento en
los niveles de alfabetización y educación en todo
el mundo."
5.1.1. Antecedentes
históricos
Ahora bien, al conocer la definición de lo que
es el papel, se mencionarán algunos de los aspectos
históricos del mismo, por lo cual tenemos que,
según la tradición, el primero en fabricar papel,
en el año 105, fue Cai Lun (o Tsai-Lun), un eunuco de la
corte Han oriental del emperador chino Hedi (o Ho TI). El
material empleado fue probablemente corteza de morera, y el
papel se fabrico con un molde de tiras de bambú. "El
papel más antiguo conservado se fabricó con
trapos alrededor del año 150. Durante unos 500
años, el arte de la fabricación de papel estuvo
limitado a China; en el año 610 se introdujo en
Japón, y alrededor del 750 en Asia central. El papel
apareció en Egipto alrededor del año 800, pero no
se fabricó allí hasta el año
900."
El empleo del papel fue introducido en Europa por los
árabes, y la fábrica de papel se
estableció en España alrededor del año
1150. "A lo largo de los siglos siguientes, la técnica
se extendió a la mayoría de los países
europeos. La introducción de la imprenta de tipos
móviles a mediados del siglo XV abarató
enormemente la impresión de libros y supuso un gran
estímulo para la fabricación de
papel."
El proceso básico de la fabricación de
papel no ha cambiado a lo largo de más de 2.000
años, e implica dos etapas: trocear la materia prima en
agua para formar una suspensión de fibras individuales y
formar láminas de fibras entrelazadas extendiendo dicha
suspensión sobre una superficie porosa adecuada que
pueda filtrar el agua sobrante.
En la fabricación manual del papel, la materia
prima (paja, hojas, corteza, trapos u otros materiales
fibrosos) se coloca en una tina o batea y se golpea con un mazo
pesado para separar las fibras. Durante la primera parte de la
operación, el material se lava con agua limpia para
eliminar las impurezas, pero cuando las fibras se han troceado
lo suficiente, se mantienen en suspensión sin cambiar el
agua de la tina. En ese momento, el material líquido,
llamado pasta primaria, está listo para fabricar el
papel. La principal herramienta del papelero es el molde, una
tela metálica reforzada con mallas cuadradas o
rectangulares. El molde se coloca en un bastidor móvil
de madera, y el papelero sumerge el molde y el bastidor en una
tina llena de esta pasta. Cuando los saca, la superficie del
molde queda cubierta por una delgada película de pasta
primaria. El molde se agita en todos los sentidos, lo que
produce dos efectos: distribuye de forma uniforme la mezcla
sobre su superficie y hace que las fibras adyacentes se
entrelacen, proporcionando así resistencia a la hoja.
Mientras se agita el molde, gran parte del agua de la mezcla se
filtra a través de la tela metálica. A
continuación se deja descansar el molde, con la hoja de
papel mojado, hasta que ésta tiene suficiente
cohesión para poder retirarse del bastidor.
Una vez retirado el bastidor del molde, se da la
vuelta a este último y se deposita con suavidad la hoja
de papel sobre una capa de fieltro. Después se coloca
otro fieltro sobre la hoja, se vuelve a poner una hoja encima y
así sucesivamente. Cuando se han colocado unas cuantas
hojas de papel alternadas con fieltros, la pila de hojas se
sitúa en una prensa hidráulica y se somete a una
gran presión, con lo que se expulsa la mayor parte del
agua que queda en el papel. A continuación, las hojas de
papel se separan de los fieltros, se apilan y se prensan. El
proceso de prensado se repite varias veces, variando el orden y
la posición relativa de las hojas. Este proceso se
denomina intercambio, y su repetición mejora la
superficie del papel terminado. La etapa final de la
fabricación del papel es el secado. El papel se cuelga
de una cuerda en grupos de cuatro o cinco hojas en un secadero
especial hasta que la humedad se evapora casi por
completo.
Los papeles que vayan a emplearse para escribir o
imprimir exigen un tratamiento adicional después del
secado, porque de lo contrario absorberían la tinta, y
el texto y las imágenes quedarían borrosas. El
tratamiento consiste en conferirle aspecto al papel
sumergiéndolo en una disolución de cola animal,
secar el papel aprestado y prensar las hojas entre
láminas de metal o de cartón liso. La intensidad
del prensado determinan la textura de la superficie del papel.
Los papeles de textura rugosa se prensan ligeramente durante un
período relativamente corto, mientras que los de
superficie lisa se prensan con más fuerza y durante
más tiempo.
Aunque los procedimientos esenciales de la
fabricación mecanizada de papel son los mismos que los
de la fabricación manual, el proceso mecánico es
bastante más complicado. La primera etapa es la
preparación de la materia prima. Los materiales
más usados hoy día son los trapos de
algodón o lino y la pulpa de madera. En la actualidad,
más del 95% del papel se fabrica con celulosa de madera.
Para los papeles más usados, como el papel prensa
empleado en los periódicos, se utiliza sólo pulpa
de madera triturada; para productos de más calidad se
emplea pulpa de madera química, o una mezcla de pulpa y
fibra de trapos, y para los papeles de calidad se utiliza
sólo fibra de trapos.
Los trapos empleados para la fabricación de
papel se limpian mecánicamente para quitarles el polvo y
otras materias extrañas. Tras esta limpieza, se cuecen
en una gran caldera giratoria a presión, donde se
hierven con cal durante varias horas. La cal se combina con las
grasas y otras impurezas de los trapos para formar jabones
insolubles, que se pueden eliminar más tarde mediante un
aclarado, y al mismo tiempo reduce cualquier tinte de los
trapos a compuestos incoloros. A continuación, los
trapos se transfieran a una máquina denominada pila
desfibradora, una cuba larga dividida longitudinalmente de
forma que haya un canal continuo alrededor de la misma. En una
mitad de la pila hay un cilindro horizontal con cuchillas que
gira rápidamente; la base curva de la pila
también está equipada con cuchillas. La mezcla de
trapos y agua pasa entre el cilindro y la base, y los trapos
quedan reducidos a fibras, en la otra mitad de la pila, un
cilindro hueco de lavado cubierto con una fina tela
metálica recoge el agua de la pila y deja atrás
los trapos y fibras. A medida que la muda de trapos y agua va
fluyendo alrededor de la pila desfibradora, la suciedad se
elimina y los trapos se van macerando hasta que acaban
separados en fibras individuales. A continuación, la
pasta primaria se pasa por una o más desfibradoras
secundarias para trocear aún más las fibras. En
ese momento se añaden los colorantes, las sustancias
para aprestarlo, como la colofonia o la cola, y los materiales
de relleno, como sulfato de caldo o caolín, que aumentan
el peso y la consistencia del papel terminado.
"La preparación de la madera para la
fabricación de papel se efectúa de dos formas
diferentes. En el proceso de trituración, los bloques de
madera se aprietan contra una muela abrasiva giratoria que va
arrancando fibras. Las fibras obtenidas son cortas y
sólo se emplean para producir papel prensa barato o para
mudadas con otro tipo de fibras de madera en la
fabricación de papel de alta calidad. En los procesos de
tipo químico, las astillas de madera se tratan con
disolventes que eliminan la materia resinosa y la lignina y
dejan fibras puras de celulosa. El proceso químico
más antiguo fue introducido en 1851, y emplea una
disolución de soda cáustica (hidróxido de
sodio) como disolvente. La madera se cuece o digiere en esta
solución en una caldera a presión. Las fibras
producidas con este proceso no son muy resistentes, pero se
utilizan mezcladas con otras fibras de madera. Un proceso
empleado con frecuencia en la actualidad utiliza como
disolvente sulfato de sodio o de magnesio."
"Los papeles especiales se someten a tratamientos
adicionales. El papel súper satinado es sometido a un
proceso posterior de satinado a alta presión entre
rodillos metálicos y otros rodillos cubiertos de papel.
El papel estucado, como el empleado para la reproducción
fototipográfica de calidad, se apresta con arcilla o
cola y se satina."
"Desde 1995 se fábrica papel con fibras de
nylon, dacrón y orlón, y con mezclas de estas
fibras y pulpa de madera. Este tipo de papel se produce con las
máquinas habituales de fabricación de papel y
puede tener una gran variedad de aspectos y
características, desde el papel brillante parecido al
normal hasta materiales que parecen tejidos. Las
características únicas de los papeles de fibra
sintética hacen que tengan muchas aplicaciones para las
que el papel corriente no resulta adecuado, en particular como
aislantes eléctricos, filtros para aparatos de aire
acondicionado, cintas magnéticas para grabación
de sonido, tejidos para calzados o entretelas de prendas de
vestir."
"El aumento de la demanda de papel para la vida
cotidiana ha multiplicado la posibilidad de utilizar papel de
desecho y cartón como pasta de papel; con ello se
consigue un gran ahorro de energía en el proceso de
fabricación de la pasta primaria y la ventaja de no
tener que utilizar madera de los bosques. Las técnicas
de reciclaje han evolucionado con mucha rapidez: desde la II
Guerra Mundial, y los dos sistemas principales de
recuperación se aplican sobre papel impreso, que incluye
el lavatorio de la tinta, y sobre papel de envoltorio y
cartón, de mayor rugosidad y porosidad y con ausencia de
grabados."
Debemos mencionar que aunque ya se haya hablado del
papel, haremos un paréntesis para poder establecer las
diferentes clases de Papel Bond existentes en el mercado; por
qué esto? porque la toma de las muestras de las huellas
lofoscópicas de ésta investigación fueron
hechas sobre este tipo de papel.
Así tenemos el papel bond premier 20 libras 75
gramos/m2, el cual tiene como características "una
excelente textura, soporte, además de un precio
accesible, el cual se presenta en tamaño estándar
o medida especial sobre medida." Tenemos el papel bond de
precisión, 20 libras 75 gramos/m2, este tipo de papel se
caracteriza por "tener una textura lisa de doble calandrado con
una blancura superior, se presenta en tamaño
estándar o medida especial sobre pedido." Finalmente
tenemos papel bond "prime white" 20 libras 75 gramos/m2, sus
características son que tienen el más alto grado
de blancura, es extra liso y de alta resistencia, se maneja
hoja estándar o especial sobre pedido.
Al hablar de papel, no se debe olvidar que tanto el
espesor, la densidad aparente y el volumen, también
forman parte de las características propias del mismo.
Así tenemos que el espesor, llamado también
calibre se define como la distancia perpendicular que existe
entre las dos caras del papel bajo condiciones
específicas, su valor se expresa en milímetros,
micras y puntos que son milésimas de pulgada.
Normalmente se determina el espesor del papel para
comprobar si corresponde al valor solicitado al comprarlo, sin
embargo resulta mucho más interesante comprobar la
uniformidad del espesor en diferentes puntos de una hoja y de
una hoja a otra de una misma partida, si se tiene en cuenta la
forma en que se fabrica la hoja de papel durante su
fabricación se puede comprender que su superficie no es
perfectamente plana y que puede presentar irregularidades que
afectan directamente al espesor.
La uniformidad del espesor varía según
el tipo y el grado de acabado del papel, por ejemplo, los
papeles marquilla que se emplean para dibujo, tienen la
superficie áspera, tienen una uniformidad más
bien deficiente en su espesor de un punto a otro, o bien entre
diferentes hojas, conforme van siendo más lisos los
papeles, la uniformidad de su calibre va siendo mayor, hasta
llegar a los papeles súper calandrados y los
recubrimientos en los que la uniformidad del espesor debe ser
alta.
Otro punto importante es también que no es lo
mismo papel que cartón, ya que el espesor del papel
depende de su peso base, sin embargo, papeles del mismo gramaje
pueden tener diferente espesor, dependiendo de su
composición fibrosa, la refinación que se le haya
dado a la pasta, la compresión a la que haya sido
sometida la hoja durante el proceso de fabricación,
tanto en el prensado como en el calandrado y la porosidad. El
contenido de humedad de la hoja también puede afectar su
espesor. Esta variación en el espesor para un peso base
dado, corresponde a una variación en la densidad
aparente de la hoja de papel que es una de sus propiedades
fundamentales más importantes.
El espesor es una propiedad muy importante desde el
punto de vista de la transformación y el uso final del
papel, su importancia se debe a que al variar el espesor, el
manejo del papel en las máquinas se dificulta;
además se ven afectadas en este caso todas lo
propiedades físicas y eléctricas del papel,
pudiendo provocar problemas en su uso.
La densidad del papel es probablemente el problema
fundamental más importante; esta propiedad nos
proporciona información sobre la estructura de la hoja y
está relacionada con la mayoría de las
propiedades del papel, especialmente porosidad, rigidez, dureza
y resistencia, aunque de hecho influye en todas las propiedades
ópticas y físicas excepto el peso base,
también afecta la absorción y la facilidad para
ser impreso.
Mientras que el peso especifico o volumen, es
recíproco de la densidad, o sea el volumen en cm3 de un
gramo de papel, en algunos casos se acostumbra utilizar volumen
cuando se trata de papeles voluminosos, pero puede considerarse
un equivalente de la densidad aparente y lo que influye en que
una se aplica también a la otra.
La densidad aparente del papel se ve afectada por
muchos factores, que se pueden dividir así: Los factores
que afectan el número de uniones entre fibras, entre
éstos son importantes el diámetro y la
flexibilidad de las fibras, el grado de refinación, el
prensado a la hoja húmeda y la cantidad de
hemicelulosas; la presencia de materiales que llenan los vados
en la hoja, los principales son: cargas, colorantes y
almidón.
5.1.2. Cronología de la historia del
papel
- 300 A.C. En China, se escribía sobre una
superficie de residuos de seda. - 100 A.C. Probablemente en China, se produce el
papel. - 105 D.C. En China, Tsai-Lun, desarrolla un
método para elaborar papel. - 300 Producción de papel en Asia
Central. - 500 Producción de papel en
Corea. - 610 Producción de papel en
Japón. - 650 Producción de papel en
Nepal. - 794 Producción de papel en Bagdad,
Irak. - 850 La fabricación del papel se
extendió de China a Nepal y la India. - 900 Producción de papel en el Cairo,
Egipto. - 1036 Producción de papel en Córdoba,
España. - 1100 La fabricación de papel se
extendió de Bagdad a El Cairo. - 1144 Producción de papel en Xatvia,
España. - 1189 Producción de papel en Hérault,
Francia. - 1260 Fabriano, produce papel en Italia.
- 1388 Producción de papel en Augsburg,
Alemania. - 1390 Producción de papel en Nuremberg,
Alemania. - 1400 Producción de papel en Marly,
Suiza. - 1411 Producción de papel en
Portugal. - 1428 Producción de papel en Gennap,
Holanda. - 1443 Producción de papel en el taller
Allenwinden, en Basle, Suiza. - 1490 Jhon Tate, produce papel en Hertfordshire,
Inglaterra. - 1491 Producción de papel en
Polonia. - 1499 Producción de papel en
Bohemia. - 1532 Producción de papel en Motala,
Suecia. - 1536 Producción de papel en
Bavaria. - 1540 Producción de papel en
Dinamarca. - 1546 Producción de papel en
Rumania. - 1558 John Spilman, elabora papel en Dartford,
Kent. - 1565 Producción de papel en
Rusia. - 1570 Sten Bille, produce papel en
Dinamarca. - 1590 Producción de papel en Darly,
Escocia. - 1610 Producción de papel en Wookeyhole,
Inglaterra. - 1620 La familia Romani establece un taller en
Capellades, España. - 1690 William Rittenhouse, produce papel en
Germanstown, USA. - 1693 Producción de papel en Lessebo,
Suecia. - 1698 Producción de papel en Oslo,
Noruega. - 1706 Producción de papel en
Wales. - 1726 William Bradford, produce papel en New Jersey,
USA. - 1802 Producción de papel en Québec,
Canadá. - 1818 En Finlandia, se establece el taller de papel,
Tervakoski. - 1900 Producción papel en Florida,
USA.
5.1.3. El calandrado
La densidad del papel o cartón es su peso por
unidad de volumen, se calcula dividiendo el peso basado en
gramos por centímetro cuadrado entre el espesor en
micras. Es más correcto utilizar el término
densidad aparente, debido a que se incluye en el volumen el
aire que existe en el papel atrapado entre las
fibras.
Algunos valores normales de densidad aparente del
papel en gramos por centímetro cúbico van de 0.5
en papeles voluminosos hasta 0.75 para papeles con alto
número de uniones (más comprimidos) como el bond,
algunos papeles como el couché y el glassine, tienen
densidades de 1.0 gramos por centímetro cúbico o
mayores. La celulosa tiene una densidad de 1.5 lo que indica
que la mayoría de los papeles no recubiertos, contienen
más del 50% de aire.
Una vez que hemos visto lo que es el papel, su origen,
forma de manufacturarse y tipos de papel, procederemos a ver
cual es la relación que guarda con la impresión
de dactilogramas, quirogramas y pelmatogramas latentes y los
diferentes reactivos que existen para poder hacer a estas
visibles al ojo humano.
Retomando algunos aspectos anteriormente vistos
recordemos que las huellas dactilares, palmares y plantares
son, hasta hoy irrefutables identificadores de las personas,
resulta realmente difícil que quién ha estado en
un lugar pueda borrar por completo los rastros que su presencia
ha dejado.
El delito perfecto (muy a pesar de los avances
técnicos empleados por la delincuencia) sólo
existe en la medida en que subsisten la imperfección en
los métodos investigativos y la falta de elementos
apropiados para revelar las pruebas indiciarias. Dentro de la
técnica policial revelar huellas lofoscópicas
constituye una prueba definitoria o irrebatible de la presencia
del delincuente en la escena de un delito
determinado.
Las pericias de identidad preparadas con base a ellas,
que se fundamentan en principios científicos
irreversibles, hacen plena prueba de sus conclusiones. Muchos
fallos judiciales, la doctrina y la jurisprudencia, lo
demuestran con frecuencia alentadora.
Se puede hallar restos papilares visibles y/o
latentes, los primeros los observarán, como es
lógico a simple vista en el caso que el delincuente
hubiera manchado sus manos o pies con sangre, pintura, grasa, o
cualquier otro colorante o sustancia arcillosa que permita
dejar sus huellas en ella.
Los rastros latentes son producidos por las
glándulas sudoríparas y sebáceas al
excretar su contenido por los poros, de manera tal que se
reproducirá fielmente el dibujo papilar en la zona que
se haya apoyado.
Las huellas visibles se transportarán al
laboratorio, si el o los objetos que las contienen, no pudieran
transportarse, se procederá al fotografiado directo,
para su posterior revelado por el técnico apropiado, se
debe practicar en primer lugar un minucioso examen de la escena
del crimen, tratando de reconstruir el camino seguido por el
delincuente de principio a fin. Para ello se valdrá de
las constancias sumarias o del relato de la victima, pero
más que nada de las deducciones que su propia
observación le aconseje al perito.
No debemos olvidar, que por más acucioso e
inteligente que sea el delincuente, siempre tendrá un
momento de distracción en el cual dejará
estampada su personalidad física.
Como ya hemos visto, las huellas lofoscópicas
son las que resultan del contado del pulpejo de los dedos, las
palmas de las manos o plantas de los pies con la superficie de
un objeto, cualquiera que sea y dependiendo de la
presión que se lleve a cabo sobre esta superficie, de la
naturaleza del cuerpo tocado, y de los materiales o substancias
colorantes impregnados sobre la piel, se tienen los siguientes
tipos de rastros:
Rastros Latentes: El revelado, fotografía y
recolección de huellas lofoscópicas en el lugar
de los hechos, donde se cometieron actos presuntamente
delictivos, forman parte de una identificación
lofoscópica, cuyo objetivo es revelar las huellas
latentes, con el fin de hacerlas visibles, de manera que se les
pueda conservar y comparar, ya que este tipo de rastros son
aquellos que son producidos por la secreción natural de
los poros de la piel y que a simple vista no se observan. Con
el objeto de hacer visibles estos indicios se utilizan diversos
reactivos y soluciones químicas que más adelante
se detallarán. Cuando una huella es visible a simple
vista, hay que fotografiarla antes de cualquier intento para su
traslado al laboratorio. Este tipo de huellas pueden
encontrarse sobre objetos tales corno: superficies lisas,
pulimentadas, vidrio, madera barnizada, madera laqueada, papel,
metales, plásticos, etc., y para su revelado se requiere
de algún reactivo.
Rastros Bajorrelieve: Este tipo de rastros se
encuentran en materias blandas, endurecidas o ambas, pero por
la secreción emanada de los poros se resaltan las
eminencias papilares, pudiendo estudiarse en estas las
salientes de las crestas, y sus depresiones con facilidad. Este
tipo de rastros se encuentran, por ejemplo sobre bloques de
cemento, yeso, lodo, arena, no requiriendo de ningún
reactivo para su estudio, ya que las salientes pueden
apreciarse a simple vista, y con la ventaja de que al secar
estos materiales, queden impresas definitivamente, si al
imprimir la huella estos materiales se encontraban
frescos.
Impresiones Visibles: Estas impresiones son visibles
cuando la piel se encontraba impregnada de substancias
colorantes, o cuando la superficie tocada, estaba recién
pintada, o barnizada, y que por dichas circunstancias se
observa el dibujo papilar, y debido a la multitud de detalles
que integran el dibujo, es conveniente reactivarlos para un
mejor estudio. Este tipo de rastros se encuentran en
superficies tales como: papel, madera, metal, vidrio, cuero,
piel humana, etc., llevando a cabo la impresión con
sustancias colorantes, ya sean sólidas, o liquidas,
tales como sangre, pintura, tinta, etc.
Tenemos así que para el revelado de huellas
latentes existen dos métodos básicos o
principales: físico y químico, respectivamente.
Los primeros se caracterizan porque en su mayoría son
reveladores que se presentan en polvo; mientras que los
segundos se dividen en líquidos y gaseosos, aunque hay
que recordar que no son los únicos, ya que por ejemplo
el revelado a partir de técnica láser, por sus
características, no coincide en ninguno de los dos
métodos antes mencionados.
5.2. Reactivos y soluciones para revelado
lofoscópico
5.2.1. Reveladores físicos
pulverulentos
Como ya se expuso, el sudor al ser secretado contiene
agua y otras sustancias. El agua tiene por resultado que se
aproveche la utilización de ciertos polvos,
principalmente hidrofilillos, en el revelado de huellas
latentes lofoscópicas.
Tenemos así que dentro de los primeros esbozos
del revelado de huellas latentes, los técnicos o
personas encargadas de realizar tal trabajo, se veían en
la necesidad de preparar sus propios polvos reveladores. Esta
técnica tenía varios inconvenientes, ya que esos
polvos eran utilizados indistintamente para el revelado de todo
tipo de huellas. Con el paso del tiempo la práctica, la
necesidad y el desarrollo de nuevos productos, fueron los
indicadores o detonantes para utilizar diferentes polvos para
cada caso en particular, puesto que éstos fueron
haciéndose selectivos y especializándose para
ciertos materiales y/o soportes de huellas
lofoscópicas.
Dentro del incipiente uso de polvos para revelar
huellas latentes sobre superficies claras, fue muy usado para
este fin el polvo negro de humo y el carbón molido muy
fino; para las superficies oscuras el polvo de grafito y ceniza
de tabaco, entre los principales.
A medida que las técnicas de revelado fueron
progresando, se perfeccionaron los reactivos para el revelado
de huellas latentes. Los comercios dedicados a la venta de
objetos utilizados en los servicios policíacos y de
identificación forense fueron ofreciendo a la venta
diferentes tipos de polvos, en variados colores, muchos de
ellos excelentes reveladores.
a.) Negro de humo
Desarrollado en 1936, el polvo original Negro de humo
(Lightning Black) es conocido por su color negro-carbón
y por su propiedad de adherirse a la huella latente, pero no al
fondo de la superficie. Es un polvo pesado que no flota en el
aire y no ensucia al técnico así como a la
impresión. El polvo negro de humo es recomendado para la
mayoría de situaciones de revelado de huellas, su
aplicación puede realizarse con una brocha de fibra de
vidrio o una brocha de pelo de camello. Este polvo negro ha
sido el polvo de elección por parte de muchos
técnicos en huellas latentes y lofoscopistas por
más de sesenta años.
Este polvo es muy sensible al contacto por lo cual
debe manejarse cuidadosamente debe usarse seco y libre de
partículas oleosas, las cuales al reactivar huellas
formarán manchas compactas que inutilizaran la huella;
también se caracteriza por ser volátil y
ennegrecer demasiado los fondos, por lo que para su uso se
recomienda mezclarlo con tres partes de cuarzo pulverizado y
cuatro partes de licopodio, que le darán consistencia,
produciendo el contraste deseado sobre blancos o claros sin
producir demasiado color que impida que pueda apreciarse el
rastro sobre superficies claras o blancas tales como: vidrio,
metal, papel, madera, etc.
Figura: Polvo negro de humo.
b.) Polvos blancos
El polvo Blanco (Lightning White) es útil
cuando se desea tener un gran contraste sobre una superficie
oscura. Se debe usar siempre la misma brocha de fibra de vidrio
en la aplicación del polvo blanco para evitar la
contaminación de ésta con otros polvos de
colores. Se aplica el polvo Blanco sobre la superficie y se
levantan las huellas del mismo modo que se haría con el
polvo negro. Sin embargo, cuando se levanta una huella revelada
con cinta (tape transparente) o con un acetato, se debe
utilizar una tarjeta o acetato con fondo negro.
Los polvos en color blanco son útiles para
hacer revelados sobre fondos negros o cristales; "un buen polvo
blanco se puede preparar con dos onzas de plomo blanco, y media
onza de polvo de yeso francés." Es muy importante tener
siempre en cuenta que el plomo puede producir envenenamiento al
ser absorbido por el organismo. Comercialmente no se fabrican
polvos que contengan una base de plomo debido a su
peligrosidad. Tampoco están siendo preparados
comercialmente polvos que contengan mercurio, ya que este metal
se vaporiza a la temperatura ambiental, resultando altamente
tóxico.
Figura: Polvo blanco.
c.) Sangre de drago
Se cuenta también para revelar huellas latentes
con un polvo sumamente útil, el cual recibe el nombre de
"Sangre de Drago" o "Rojo de Drago"; éste se obtiene de
la resina de un árbol que se pulveriza muy finamente; su
uso no se limita exclusivamente al especto del revelado
lofoscópico, pues es utilizado también en la
manufactura del grabado del zinc. Una de las grandes ventajas
que representa el utilizar sangre de drago es que, al aplicarle
calor una vez que se ha revelado alguna huella
lofoscópica latente, se tendrá su
conservación por mucho tiempo.
Figura: Polvo sangre de
drago.
d.) Polvos fluorescentes
Cuando se presentan huellas latentes sobre fondo
multicolor, tales como marquillas, portadas de revistas,
etcétera, lo indicado es utilizar un polvo fluorescente.
Su aplicación es idéntica a los polvos
convencionales y posteriormente de polvoreados los objetos, se
llevan a un cuarto oscuro exponiéndose a luz
ultravioleta. En caso de existir huellas, estas fluorescen al
someterse a este tipo de luz y puede ser fotografiada en la
oscuridad. Una de sus ventajas es que los colores del fondo no
aparecerán en la fotografía.
Figura: Polvos
fluorescentes.
e.) Polvos magnéticos
Los Polvos Magnéticos para huellas latentes son
similar en apariencia a los polvos normales, pero contienen un
metal por lo que se adhieren a un imán. Cuando se
introduce un aplicador magnético dentro del frasco de
polvo, este se congrega en la punta del aplicador y toma la
forma de una "brocha". Cuando se termina de aplicar el polvo,
se sostiene el aplicador encima del frasco y con un
pequeño jalón en la parte alta del aplicador se
alza el imán, dejando caer el polvo en el frasco. Por
esta razón se gasta una pequeña cantidad de polvo
en cada aplicación.
El frasco de boca ancha evita el derramamiento de
polvo al momento de guardar grandes cantidades del mismo
acumuladas en forma de pelotas en la punta del aplicador
magnético. Se recomienda la aplicación de polvo
magnético sobre superficies de papel, papel brillante
(tales como portadas de revistas), pañuelos
desechables, madera áspera o pulida, piel,
plásticos, vidrio, y caucho. Trabaja excepcionalmente
bien sobre cubiertas de plástico después que han
sido tratadas con cianoacrilato. Este tipo de polvos contienen
diminutas fracciones imantadas que se aplican con un pincel
igualmente imantado.
Figura: Polvos
magnéticos.
El descubrimiento de la brocha o aplicador de polvos
magnéticos se le atribuye a Herbert L. MacDonefi; se
considera un medio efectivo para el revelado de huellas
latentes sobre papel, vidrio, plástico y superficies en
general no metálicas.
Figura: Pinceles, aplicadores o brochas
para polvos magnéticos.
Los polvos magnéticos son un revelador
apropiado para superficies rugosas y porosas, siempre que
reúna las condiciones mínimas de limpieza. Los
colores que suelen utilizarse son el "plata" para lugares
oscuros, el "gris" para áreas coloreadas ligeramente, el
"negro" en dos tonos (negro para sitios de cuero y
plástico y negro azabache para papel), "especial oro"
para zonas de aluminio o cuero y color "especial blanco"
empleado en los mismos soportes que el carbonato de
plomo.
Entre las ventajas de este revelador están que
apenas deja residuos alrededor de la huella revelada. Son
reactivos limpios en contraposición a uno de los
alternativos: el "Negro de Marfil". En algunas
superficies metálicas proporcionan resultados
óptimos (a pesar del problema, más
teórico que real, que representa la atracción
imán-metal). Uno de sus inconvenientes es su
ineficacia en el revelado de huellas producidas con cierta
antigüedad (salvo en el caso de soportes metálicos
o bien de porcelana), otro inconveniente es que su
aplicación se dificulta en soportes
verticales.
El costo, en caso de utilizarlos como revelador
preferente, sería muy elevado debido al alto precio
de los polvos propiamente dichos (no del ingenio
mecánico que permite su aplicación), y ello en
base a que, si bien en teoría deberían ser
recuperados en su mayor parte, en la práctica la
pérdida que su aplicación origina es
importante.
f.) Otros reactivos con presentación en
forma de polvo
Hay además de los antes descritos, una cantidad
importante de polvos que han sido ensayados y utilizados en el
pasado, así como productos nuevos con gran éxito
técnico, entre los que destacan los siguientes:
Antraceno (polvo fluorescente), Rojo Sudán, Ceniza,
Negro marfil, Azul de metileno, Bermellón,
Bióxido de manganeso, Oxido de plomo, Oxido rojo de
mercurio, Oxido de cobalto, Minio, Grafito, Sulfato de calcio,
Calomel, Yeso, Óxido férrico, Polvo de oro,
Kaolín, Carbonato de plomo, Sulfato de plomo, Licopodio,
Carbonato de magnesio, Nitrato de mercurio, Óxido de
magnesio, Potasio, Óxido cúprico, Talco, Sulfuro,
Óxido de zinc, Betún de Judea, Cloruro de plata,
Dióxido de titanio, Pardo bismark, Ácido pardo,
Fucsia, Cerusa, Vesubina, etcétera.
Figura: Reactivos
pulverulentos.
Cabe aclarar que en la lista anterior sólo se
mencionaron algunos de los más conocidos reactivos,
existiendo una cantidad sorprendente de componentes en polvo
para su uso en lofoscopía. Para la aplicación de
polvos en el revelado de huellas latentes, se usan con muy
buenos resultados las brochas de pelo de camello, con cerdas de
dos a tres pulgadas de largo. No es recomendable el uso de
brochas con cerdas cortas ya que se corre el riesgo de alterar
o inutilizar la huella.
5.2.2. Aplicadores de reactivos en
polvo
a.) Brocha de fibra de
vidrio
Esta brocha se distingue por no contener fibras
gruesas ni aceites naturales, se suaviza con el uso, y es mucho
más resistente al desgaste que otras brochas. La brocha
de fibra de vidrio fue desarrollada en todo el mundo para la
aplicación de los polvos utilizados en la
investigación de huellas latentes. Las
características excepcionales de la brocha son su larga
vida, su capacidad para tomar y retener grandes cantidades de
polvo y el hecho de que las puntas de los filamentos se hacen
más suaves con el uso.
Figura: Brocha de fibra de
vidrio.
b.) Brocha de pelo de
camello
En vez de utilizar una brocha de fibra de vidrio para
la aplicación de polvos, algunos expertos o peritos
prefieren las brochas de pelo de camello. Las brochas de pelo
de camello pueden emplearse para la aplicación de polvos
(no magnéticos) de todos los colores.
Figura: Brocha de pelo de
camello.
c.) Otras brochas
También existen brochas fabricadas con pelo de
caballo, con plumas de diferentes aves y hasta de fibras de
cristal; sin embargo, los mejores resultados en la
aplicación de polvos para el revelado de huellas
latentes se han obtenido con brochas de pelo de
camello.
Figura: Brocha de pelo de
caballo.
Figura: Brochas de plumas de
aves.
d.) Técnica para polvorear huellas
latentes
Hay diversas formas de revelado lofoscópico
pero pueden aplicarse de la siguiente manera:
- Introduciendo la brocha en el depósito del
polvo. - Regando polvo sobre la superficie.
- Utilizando un atomizador.
- Usando un rociador.
- Utilizando una pequeña
jeringuilla.
Al polvorear una superficie donde se presume que
existe una huella latente es necesario tener muy presente que
debe ser aplicado el polvo escasamente y en forma muy ligera.
Si se aplica mucho polvo los surcos papilares se llenaran del
mismo y, por lo tanto, habrá un cúmulo el cual
hará que la huella no este bien revelada o se presente
borrosa. Cuando se pasa una brocha con polvos sobre las
huellas, las partículas se adhieren a los lugares
húmedos; de esta forma, solamente los dibujos formados
por las crestas aparecen separados, contrastando con el color
del fondo.
Para obtener buenos resultados, es importante que, tan
pronto comiencen a aparecer los dibujos de las crestas, se
hagan los movimientos de la brocha siguiendo el sentido de los
sistemas crestales.
También se pueden obtener buenos resultados,
cuando el objeto es pequeño y puede ser movido con
facilidad, regando polvo ligeramente sobre la parte que se
supone tiene la huella y moviendo en todas direcciones el
objeto, lo que hace que el polvo corra libremente sobre toda la
superficie. Cuando comiencen a aparecer los dibujos, el
movimiento se mantendrá solamente lo suficiente para que
acaben de aparecer las crestas papilares, y que estén
suficientemente claras para poder ser utilizadas. Una vez
logrado esto, se remueve el polvo excedente colocando el objeto
hacía abajo. Muchas veces las huellas reveladas en esta
forma aparecen mucho mejor que las reveladas con
brocha.
Figura: Revelado
lofoscópico
5.2.3. Reveladores químicos
Indudablemente que los reveladores químicos
tienen ventajas sobre los reveladores físicos; no
deterioran el dibujo de las crestas, como ocurre algunas veces
con los reveladores pulverulentos, por el contrario, la
mayoría de las ocasiones da más detalles, nitidez
y contraste, siendo importante cuando se tiene un fragmento
pequeño de huella latente en donde es muy necesario el
poder apreciar claramente la estructura y dibujos de las
crestas y los poros.
a.) Revelador químico gaseoso: vapores de
yodo
Entre los reveladores gaseosos tenemos, como el
más importante de todos el yodo. Este es uno de los
procedimientos más usados y recomendado para su uso en
documentos y soportes de papel, ya que tiene la ventaja de no
manchar ni dañar el soporte donde se localizan las
impresiones; su principal desventaja es que desaparecen
rápidamente las impresiones, por lo cual se deben fijar
fotográficamente en forma casi inmediata, existiendo la
opción de repetir la técnica varias
veces.
"El yodo es un sólido cristalino gris oscuro a
temperatura ambiente, pero cuando se calienta se convierte en
un gas color violeta. Es un halógeno por tanto soluble
en los disolventes orgánicos y en menor medida en agua.
Forma soluciones coloreadas cuando se disuelve en
líquidos como el alcohol etílico o tetracloruro
de carbono. Todos los halógenos son venenosos y
corrosivos por lo que es requiere un manejo especial, puesto
que ataca a la mayoría de las sustancias".
Figura: Reveladores de yodo en
cristales.
El yodo, dentro de la tabla periódica de
elementos químicos su símbolo es la "I" mientras
que su número atómico es el 53".
Es conveniente recalcar la alta toxicidad de los
vapores de yodo, por lo que hay que tomar todas las
precauciones necesarias, como trabajar en lugares bien
ventilados y/o dentro de la campana de extracción de
olores, para evitar accidentes. Sí las huellas que se
pretenden revelar se encuentran sobre cartón o madera
sin pintar o papel muy poroso, con frecuencia los peritos
tienden a utilizar el rociado de vapores químicos. Se
trata de elementos que, expuestos al calor, tienen la
particularidad de producir vapores que penetran en las
superficies y son absorbidos por los aceites provenientes de la
piel. Dentro de este tipo de técnicas se pueden citar a
las cámaras o fumigadores en base a vapores de yodo.
Estos cristales, sometidos al calor, producen violentas
emanaciones que pueden contenerse en una cámara en la
que se depositen los papeles, cartones u objetos donde se
pretenda revelar huellas, o rociarse sobre las mismas mediante
una pistola especial.
Con cualquiera de los métodos los vapores de
yodo al mezclarse con los aceites de la piel, revelerán
los trazos de una huella lofoscópica de color
café amarillento, que sólo será visible en
tanto duren las emanaciones, por lo que resulta necesario
fotografiarlas inmediatamente.
Esta técnica tiene como desventaja importante
que los vapores son muy corrosivos para los equipos
metálicos y tóxicos para el personal
técnico que los aplica, por lo que su
manipulación debe ser bastante cuidadosa.
Cabe destacar además que no resulta efectivo
para huellas antiguas, hablando de tiempo en meses y
años, siendo una mejor alternativa el uso de la
ninhidrina.
Los vapores de yodo son específicamente
recomendables, para superficies grasosas; los reveladores en
polvo en estos casos, tienden a adherirse indiscriminadamente,
llenando los espacios entre crestas y hasta sobre las mismas
crestas, inutilizando las huellas para su posterior
estudio.
Como se ha mencionado las imágenes producidas
por los vapores de yodo no son permanentes, por lo tanto, es
necesario tener lista la cámara fotográfica y en
posición, con el objeto de que la exposición
fotográfica sea tomada lo más rápidamente
posible, siendo el momento ideal cuando la imagen aparece en su
más alto contraste.
Un método efectivo y rápido de examinar
fragmentos de papel puede ser hecho con el procedimiento del
yodo; se han logrado hacer revelados sobre fondos de cobres
brillantes que pudiera ser imposible con otros
procedimientos.
Para utilizar los vapores de yodo con la finalidad de
revelar huellas latentes podemos emplear dos diferentes
sistemas: Para objetos pequeños portátiles, tales
como cartas, documentos, etcétera, se puede usar una
cámara de vapores de yodo; ésta consiste en una
cámara de madera, teniendo en su frente un cristal
móvil y de un tamaño no mayor de 25" x 15". Esta
cámara deberá tener en su base una abertura
circular donde se colocará un crisol en el que se
depositarán los cristales de yodo. La cámara
deberá colocarse dentro de la campana de
extracción del laboratorio; los documentos
deberán colocarse suspendidos por lo menos a seis
pulgadas del crisol y el cristal del frente deberá estar
cerrado, los vapores de yodo harán el revelado de las
huellas, apareciendo los dibujos papilares de un color
café oscuro, si se quiere acelerar el proceso se
dará un poco de calor al crisol pero esto no es tan
satisfactorio, debido a que los vapores saldrán en mayor
proporción, lo que daría como resultado huellas
latentes muy gruesas y posiblemente dañadas.
Debido a que las imágenes producidas por los
vapores de yodo no son permanentes y con el fin de resolver
ésta situación, se emplean con bastante
éxito las hojas de transferencias de plata. Tienen la
ventaja de que son flexibles; y pueden ser usadas en diferentes
superficies. Para hacer una transferencia, primeramente la
huella latente es sometida a los vapores de yodo, hasta obtener
el máximo contraste, siendo el momento en que la hoja de
plata se aplica directamente sobre la huella revelada,
sosteniéndola en el lugar firmemente hasta lograr la
transferencia, lo que ocurre generalmente en poco tiempo. El
yodo de la impresión reacciona inmediatamente con la
plata del disco o de la lámina, efectuándose
entonces su revelado mediante la exposición de la lamina
a la luz de una bombilla o del día,
obscureciéndose poco a poco hasta ser completamente
visible. Una precaución a tomar es que los discos
deberán estar bien pulidos cada vez que sean usados;
debe tomarse en cuenta que la imagen de la impresión en
el disco aparece invertida, lo que deberá corregirse en
su estudio.
Cuando se han utilizado los vapores de yodo para
revelar huellas latentes sobre papel y éste tiene una
cantidad considerable de almidón en su encolado, es
posible fijar las huellas pasando el papel
momentáneamente a través de una corriente de
vapor. La reacción entre el yodo en la huella y el
almidón del papel dará una coloración azul
profundo que persistirá por algún
tiempo.
En ocasiones puede ser necesario conservar la huella
original sin el uso de la fotografía o de la hoja de
plata para transferir, para este propósito varios
autores recomiendan el uso de una solución cuya
fórmula es como sigue: Cloruro de calcio, 1/2 onza;
bromuro de potasio, 50 gramos; y agua, 4 onzas. Una vez rociada
esta solución sobre la huella revelada previamente con
vapores de yodo la fijará permanentemente. La
solución puede durar varias semanas en buenas
condiciones, pero es más aconsejable usarla fresca y en
pequeñas cantidades, auxiliándose de un
atomizador que facilita su aplicación evitando
dificultades.
Cuando se trabaja con huellas sobre superficies de
papeles que contienen escritos o grafías, hay que tener
cuidado de no producir encimaduras ni escurrimientos de tintas.
Es muy aconsejable el preparar una máscara de papel
grueso o cartulina con una pequeña abertura, lo
suficientemente amplia para exponer solamente la huella que va
a ser fijada. De esta manera la solución será
pulverizada solamente sobre la huella y deberá usarse
poca cantidad de la solución si hay posibilidad de
dañar la grafía del documento.
También se ha recomendado usar, para fijar una
huella revelada con yodo, la aplicación con una brocha
de una solución al 10% de ácido tánico.
Este procedimiento se caracteriza por no ser tan efectivo como
es la aplicación de la solución de cloruro de
calcio y bromuro de potasio.
Otra técnica para fijar huellas reveladas
consiste en la aplicación, con un pulverizador, de un
compuesto de goma arábiga, alumbre y
formaldehído, aunque ésta técnica hoy en
día se considera obsoleta por su baja eficacia y
eficiencia.
b.) Vapores de cianoacrilato
Dentro de los diversos reactivos que se utilizan en
lofoscopía, se tiene el cianoacrilato, siendo una
técnica bastante utilizada en la actualidad. Esta
sustancia fue descubierta en 1982 por los examinadores de
huellas dactilares latentes del "U.S. Army Criminal
Investigation Laboratory en Japón (Laboratorio de
Investigación Criminalística del Ejército
de los Estados Unidos con base en Japón) y el Bureau of
Alcohol, Tobacco and Fire Arms (Oficina para el Control de
Bebidas Alcohólicas, Tabaco y Armas de Fuego); los
vapores de este reactivo se aplican particularmente cuando se
intentan revelar rastros de huellas lofoscópicas
latentes en objetos tales como bolsas de plástico, papel
plastificado, láminas de aluminio, celofán, goma,
bandas de goma, armas de fuego, entre los principales.
También se recomienda su uso para la búsqueda de
huellas lofoscópicas en piel humana, en aquellos casos
de violación, homicidios por estrangulación, por
mencionar algunos.
El cianoacrilato es una sustancia química
proveniente del pegamento superglue, que se adhiere a los
restos aceitosos emitidos por la sudoración de la piel,
endureciéndose y fijando el dibujo de las crestas
papilares; este efecto se incrementa en la medida que se
condensan más partículas. Es importante, para que
el efecto se produzca, que la muestra a examinar se coloque
dentro de una cámara hermética que contenga los
vapores liberados por el pegamento.
Una de las características más
importantes de éste reactivo, es que al reaccionar con
los aminoácidos que provienen de la
transpiración, los plastificará, dando como
resultado la fijación de todos los detalles de las
crestas y surcos interpapilares de la huella en forma
permanente.
Es importante mencionar que después de la
fijación de la huella dactilar con éste reactivo
se debe de hacer la elección de un polvo que contraste
con el soporte en donde se encuentre dicho indicio.
En conclusión, podemos decir que los
cianoacrilatos, son adhesivos simples y de gran fuerza que se
curan rápidamente a temperatura ambiente para formar
resinas termoplásticas. Existen diferentes formulaciones
del cianoacrilato, tanto en viscosidad, tiempo de curado;
así como también tiene diferentes propiedades de
fuerza y resistencia térmica. "Su fijación se da
en segundos, siendo permanente ya a las 24 horas."
Figura: Cianoacrilato.
c.) Nitrato de plata
Otra técnica para el revelado de huellas
latentes es la aplicación de nitrato de plata; se usa
con el objeto de producir una reacción entre el nitrato
de plata y las sales que son excretadas en el sudor de la piel;
por lo tanto, cuando una impresión se deja en forma
latente, el agua del sudor se evapora quedando un deposito de
cloruro de sodio, que al hacerlo reaccionar con la
solución del nitrato de plata se transforma produciendo
nitrato de sodio y cloruro de plata. Se trata de un reactivo
con base en nitrato de plata con Fe2+ y
Fe3+ y dos detergentes.
La solución del nitrato de plata deberá
aplicarse en una concentración del 3%, bajo el siguiente
procedimiento:
- Esparcir y embeber perfectamente el documento u
objeto en la solución de nitrato de plata,
dejándolo secar en un cuarto oscuro. - Cuando el papel u objeto esté seco se expone
a la luz solar o a una fuente de luz solar o a una fuente de
luz artificial rica en rayos ultravioleta, hasta que las
huellas se hayan oscurecido lo suficiente. - Ya obtenidas las imágenes lo suficientemente
oscurecidas, nítidas y contrastadas, se
procederá a fotografiarías. Para conservar
éstas huellas reveladas, se deberá colocar el
papel u objeto entre dos hojas de papel negro y guardado en
una caja carente de luz.
Si no se encontraran huellas en un documento de papel
y se deseara restaurar el mismo, se podrá hacer esto
sumergiendo el documento en una solución de cloruro de
mercurio. La reacción que se produce es color blanca y
puede ser removida solamente con agua. Desde luego, esto puede
ser detectado en el encolado del papel y algunas veces en la
grafía o escritura. Lo anteriormente descrito puede ser
especialmente útil cuando se decide intentar otra
técnica para el revelado de huellas latentes.
Debe tenerse en cuenta que el "nitrato de plata
elimina restos de aceites y aminoácidos, lo que limita
la posterior aplicación de ninhidrina para la
búsqueda de huellas latentes; por lo tanto, en un examen
sistemático de las muestras, la aplicación del
nitrato de plata debe ser posterior a la aplicación de
la ninhidrina."
Una vez que las huellas han sido reveladas, se
fijarán con el objeto de proporcionarles la
protección y duración adecuadas; para ello se
aplicará una capa de barniz transparente, rociado
finamente sobre la huella revelada y su soporte; una vez que ha
secado esta primera capa, se aplicarán las necesarias
para su protección.
El nitrato de plata también es útil en
superficies porosas y ofrece resultados satisfactorios al ser
utilizado sobre superficies húmedas o superficies que
han sido previamente humedecidas (donde todos los elementos
solubles en agua han sido removidos).
Figura: Nitrato de Plata
d.) Ninhidrina
Otro buen reactivo para el revelado de huellas
latentes sobre superficies como el papel es el empleo de
ninhidrina o hidrato de tricetohidrindeno, que es una sustancia
conocida por su reacción con los aminoácidos,
descubierta en el año de 1954. Este químico fue
también usado primariamente en superficies porosas.
Tiene la reputación de revelar huellas antiguas (15
años). La Ninhidrina es un químico que reacciona
con los aminoácidos hallados en la transpiración
y forma un producto azul-violeta que es conocido como
púrpura de Ruhemann. Es un polvo que necesita ser
disuelto en un solvente y luego puede aplicarse sobre el papel.
El revelado ocurre después de unas horas o puede ser
acelerado incrementando la temperatura y humedad mediante la
utilización del horno de convección. Utilizando
especiales combinaciones de solventes puede ser utilizado para
aplicaciones específicas, por ejemplo, para evitar que
el solvente disuelva la tinta de un documento.
En el mercado suele hallarse disponible en viales con
solución concentrada lista para usar y solución
premezclada con base de metanol o acetona. Los viales
contienen una cantidad pre-medida de ninhidrina que se mezcla
con 1 litro de solvente, dándole la concentración
de solución exacta que se necesita para
trabajar.
La ninhidrina o hidrato de tricetohidrindeno, como ya
se mencionó, reacciona con los aminoácidos
provenientes de la transpiración de la piel revelando
impresiones lofoscópicas en un período de
reacción que oscila de una o cinco horas, pero si se
aplica calor, puede acelerarse el proceso hasta en menos de
diez minutos.
"La reacción de la ninhidrina cuantifica la
reacción de los aminoácidos del grupo alfa amino.
La ninhidrina reacciona rápidamente con el grupo amino,
lo oxida y libera amonio el cual se condensa con la ninhidrina
reducida, y con otra molécula de ninhidrina libre, para
producir un aducto púrpura."
En la técnica de revelado se usará la
ninhidrina en una solución con alcohol etílico o
acetona (Ninhidrina 0.5 gramos, en 10 ml. de acetona),
aplicándose con un atomizador, lo cual hará que
aparezca una fina neblina que permita embeber en forma completa
y uniforme el documento; posteriormente se deja a luz solar, o
bien se puede acelerar el proceso aplicándolo calor, a
través de una fuente productora del mismo como puede ser
una plancha u horno de convección, teniendo especial
cuidado en no dañar (quemar) el objeto de
estudio.
Si se utiliza la técnica de revelado por luz
solar, es recomendable esperar varios días, con el fin
de obtener mejores resultados; las huellas van a adquirir con
el transcurso del tiempo una profunda sombra rosa.
Se debe evitar toda contaminación con las
huellas dactilares del perito, aún cuando el papel
esté ya seco, pues se corre el riesgo de que aparezcan
nuevas huellas lofoscópicas reveladas; por lo anterior
es imprescindible que siempre se haga uso de guantes de
látex para la protección de las manos.
Cuando se aplica la técnica de ninhidrina en
unión de otros reactivos, tales como vapores de yodo o
nitrato de plata, el uso de la ninhidrina limita el
subsiguiente revelado con vapores de yodo, pero aparentemente
no decrece la sensibilidad de las huellas latentes al uso del
nitrato de plata. La ninhidrina también puede utilizarse
en su presentación en cristales.
Es importante mencionar que las huellas dactilares
frescas, responden mejor al reactivo del nitrato de plata,
mientras que las huellas antiguas lo hacen al reactivo de la
ninhidrina.
El mecanismo de reacción se da de la siguiente
manera:
- Los aminoácidos al contado con la ninhidrina
producen una reacción colorida. - El alfa aminoácido, es hidrolizado para
formar el alfa-ceto-ácido el cual se descarboxila bajo
condiciones de reacción. - El aminoácido, produce la reacción
con cantidades equimoleculares de ninhidrina reducida y
oxidada, para formar un compuesto azul púrpura, el
cual es proporcional a la cantidad de aminoácidos
presentes.
Figura: Ninhidrina.
e.) Negro de amido (amido black)
También conocido como azul naftol negro, este
tipo de reactivo es de uso muy reciente; tenemos así que
el azul naftol negro es básicamente un tinte de
proteínas de sangre. Puede usarse para reforzar o
desarrollar impresiones latentes que estén contaminadas
con sangre, e incluso en aquellos casos en donde se sospeche la
existencia de huellas latentes cubiertas por sangre y que sean
completamente inobservables al ojo humano; su uso
preferentemente se basa al papel, a la tela o bien a la madera.
Ya en el laboratorio se prepara a partir de dos
soluciones:
Se prepara una solución con 2 gramos de
azul naftol negro + 100 ml. de ácido acético.
Se afora a 1000 ml. con metanol.- Solución A: Amido Black
- Solución B: Para lavado
100 ml. de ácido acético + 900 ml de
metanol.
Para la realización de este tipo de
técnica, la muestra lofoscópica debe estar
impregnada con sangre, la cual esté contenida en un
soporte de papel, tela o madera, una vez que se tiene, se
aplica la solución A, es decir el negro de amido o azul
naftol negro, el cual se tiene en un recipiente que cuenta con
aspersor, se lava la muestra, hasta empezar a notar la
presencia del lofoscograma, una vez que se es conseguido el
propósito, se fija con la solución B (ésta
se aplica igual que la solución anterior), por un
periodo aproximado de 5 minutos, una vez terminado el
procedimiento se lava al chorro de agua corriente por cinco
minutos y finalmente se toma su registro
fotográfico.
Numerosos métodos de teñido son usados
para revelar o realzar huellas latentes contaminadas con
sangre. Estos métodos dependen de la capacidad del
reactivo para teñir los componentes proteicos de la
sangre para formar una impresión más visible.
Entre estos métodos se encuentran el Negro de amido,
Leuco-cristal violeta, Azul de Coomassie, y fucsina
ácida. El Negro de amido ha sido usado asimismo para
revelar y realzar impresiones de zapatos y
neumáticos.
Figura: Negro de amido.
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