Desde el punto de vista físico, inflamaciones en
la uretra o próstata, pueden ser la causa de algún
problema eyaculatorio. Pero los factores psicológicos son
determinantes. Según Karl Abraham y otros especialistas,
la precocidad es síntoma de una conducta neurótica.
Para Freud, quienes padecen este disturbio en un nivel
inconsciente acogen sentimientos de sadismo contra la mujer, por
considerarla indigna de todo goce. El psiquiatra Clifford Sager,
señala que procuran realmente llegar al orgasmo lo
más pronto posible porque a un nivel inconsciente
interpretan la intención de la mujer al retardar la
eyaculación como un mecanismo de dominación. Para
Masters y Johnson la formación de la sexualidad en los
individuos juega un papel fundamental. Según un estudio a
un determinado número de personas que padecían este
disturbio, era muy común que en su adolescencia su
sexualidad haya sido forzada a culminar muy rápido, debido
a factores como: el trato con prostitutas, relaciones juveniles
en el interior de coches, lugares públicos o por practicar
el coito interrumpido, presuramientos que serían
condicionantes de la eyaculación precoz.Otros autores como
Wardell Pomeroy, coautor del informe Kinsey afirma que el
principal factor desencadenante de la eyaculación precoz
es la ansiedad. Dicho investigador sostiene que todo individuo
experimenta mucha ansiedad cuando alcanza un alto grado de
excitación, siendo para otros investigadores un factor
indirecto de la precocidad eyaculatoria. Una de las terapias
más efectivas para superar la eyaculación precoz
fue la del Urólogo James Semans de la Duke University,
Estados Unidos. Semans publicó en 1956 un pequeño
estudio titulado "Premature Ejaculation": A New Approach
(Eyaculación precoz un nuevo enfoque). En dicho estudio se
desarrolló un tratamiento cuyo objetivo era prolongar el
mecanismo reflejo neuro-muscular de la eyaculación.
Consiste en estimular el pene durante la erección,
hasta que el hombre experimente una sensación inminente de
eyaculación. En ese momento la estimulación debe
detenerse, para que la sensación se
atenúe.
Posteriormente se reinicia, hasta que la
sensación pre orgásmica aparezca de nuevo y,
entonces, debe ser nuevamente interrumpida. Kaplan plantea
una reformulación de la misma técnica. Para ella
los métodos más eficaces son las que refuerzan
gradualmente la percepción de las sensaciones
eróticas genitales. Ella busca hallar en el paciente, el
dominio sobre el reflejo de tensión sexual, porque para
esta psiquiatra el principal factor de la precocidad no es la
rapidez del reflejo orgásmico, sino la ausencia de control
voluntario: "Los eyaculadores precoces no perciben claramente las
sensaciones pre orgásmicas, lo que les priva, a su vez,
del poder regulador de las influencias nerviosas
superiores.
Dicha psiquiatra publicó numerosas
técnicas mundialmente famosas, siendo la más
conocida "la del apretón", la cual se realiza a
través de numerosas fases, pero todos los ejercicios de
ayuda, con sus variantes, provienen de la idea original de
Semans. Finalmente, se debe tener presente que casi todos los
hombres han tenido momentos en que tratando de obtener placer y
satisfacción, se han excitado tanto que han llegado al
orgasmo con demasiada rapidez. Trabajar en el autocontrol es
fundamental para una buena relación sexual y dicha
disfunción tiene solución. La mayoría de
técnicas de ayuda están enfocadas para ser
trabajadas en pareja y con un tiempo mínimo progresivo y
constante de seis meses, pero también se desarrollan
técnicas solitarias con excelentes resultados. No olvidar
los factores psicológicos, el trabajo interior del
paciente debe ir junto con el físico, viviendo más
tranquilamente, sin menos ansiedad y culpa por dicha
disfunción sexual.
En un artículo aparecido en la Revista Mujer de
La Tercera, resultan impactantes los relatos de dos
médicos, el urólogo Reynaldo Gómez y la
psicóloga Fanny Muldman. En dicho artículo hablan
en torno al problema de la eyaculación precoz.
Éste problema que afecta hoy a 1 de cada 3 hombres,
tratando de ahondar en las causas de éste problema. El
artículo dice así: "Antes el hombre no se
preocupaba por el tiempo de duración del coito ni por el
control del reflejo eyaculatorio.
La sexualidad era contemplada sólo para fines
reproductivos y no como una forma de comunicación y
expresión de afectividad". En los 60"s con el auge de la
píldora anticonceptiva y la salida de la mujer al mercado
laboral, se produce un cambio en 180º a los usos y valores
de la sexualidad: hoy se concibe una sexualidad destinada al
placer y otra a la reproducción sexual, aunque a veces
pueden coincidir. En los 70"s la eyaculación precoz
comenzó a considerarse dentro de las llamadas disfunciones
sexuales. En la actualidad el hombre es exigido por la mujer y
por ello se auto impone prolongar la duración de la
relación sexual sin eyacular.
Se define como eyaculador precoz al hombre que no
puede ejercer control voluntario y razonable sobre el reflejo
eyaculatorio, dejando insatisfecha a su pareja sexual en
más del 50% de los casos. Hoy el sexo está tan
a la mano, tan desprovisto de misterio, que ha perdido su
esencia. Los jóvenes se exponen a vivencias sexuales sin
estar preparados, no sólo por falta de educación,
sino porque lo enfrentan sin vínculo afectivo con la
pareja. Esto es tremendamente estresante para el hombre, porque
tiene que ir a la segura, quiere quedar como rey, sin entender
que el sexo es una consecuencia y no un objetivo. Son muy
frecuentes entre los adolescentes los juegos masturbatorios
grupales, donde la rapidez de la eyaculación es aplaudida
y alabada. Esto sumado a creencias populares erróneas,
como la que señala que a mayor rapidez, mayor
número de relaciones sexuales. La doctora Muldman agrega:
"Estos hombres, en general, tienden a preliminares amorosos muy
breves por temor a perder la erección. La pareja,
entonces, no alcanza un estado elevado de excitación
suficiente para llegar al orgasmo a través de la
penetración. En muchas ocasiones, los varones culpan a la
mujer del problema. Ellos, por lo general se ponen muy tensos, le
tienen terror al juego erótico, por que temen excitarse
demasiado y eyacular extravaginalmente, por lo tanto el encuentro
sexual suele ser torpe, mecánico, poco natural. Se
concentran tanto en la eyaculación que no permiten que se
los toque, se muestran distantes frente a su pareja". Explica
Muldman. La mujer comienza a experimentar un gran
resentimiento, porque siente que es una falta de deferencia hacia
ella. Se produce generalmente una ruptura de la
comunicación afectiva, sensual y erótica. El hombre
por otro lado se siente desmotivado hacia la sexualidad y su
propia imagen, su masculinidad, se
desvaloriza. Si ésto evoluciona mucho, puede
llegar incluso a la impotencia psicológica.
El famoso sexólogo William Reich, en su libro "La
Función del Orgasmo", afirma que la eyaculación
precoz (escrita en algunos lugares de baja educación como
ellaculacion precoz) es vivida como una
"evacuación seguida de una sensación de
insatisfacción". .
En los casos más graves, el fluido seminal se
libera sin control ni presión por un pene flácido y
lánguido. "Es la peor humillación que un hombre
puede experimentar frente a su pareja".
El diccionario de la RAE, define eyacular como
"Lanzar con rapidez y fuerza el contenido de un órgano,
cavidad o depósito, en particular el semen del hombre o de
los animales" y precoz como "Proceso que aparece antes de lo
habitual".
Existen varias expresiones sinónimas de
eyaculación precoz, tales como eyaculación
prematura, eyaculación rápida, eyaculación
inoportuna, falta de control de la eyaculación, y control
eyaculatorio inadecuado o pobre.
Hasta antes de las investigaciones de Kinsey (1948), en
occidente el hombre no se había preocupado por su tiempo
de duración coital ni por la velocidad de su
eyaculación. Con anterioridad a la década de los
setenta, la eyaculación precoz era considerada como un
subtipo de impotencia, la que era definida como "la imposibilidad
de practicar normalmente el coito vaginal. Comprende trastornos
de la erección y de la eyaculación". Mientras que
para otros autores "la impotencia psíquica puede
afectar…los actos preparatorios, la
erección (que puede ser incompleta o estar ausente), la
eyaculación (que puede ser retardada, selectiva o precoz)
y los trastornos del orgasmo (que pueden ser totales o
parciales)."
Con posterioridad a los estudios de Masters y Johnson en
los años sesenta y setenta, la eyaculación precoz
es reconocida como un problema independiente de la impotencia,
sin embargo, surge la dificultad de definirla con
precisión. A lo largo de la historia, se la definió
acorde a diversos criterios, que apuntaban al tiempo de
duración coital (30 segundos), al número de
movimientos peneanos intravaginales, o al porcentaje de orgasmos
alcanzado por su pareja.
Para algunos autores, la eyaculación precoz es
aquella que se produce antes de la penetración, siendo
eyaculado el semen fuera de la vagina. Es así como
Kusnetzoff, hace una distinción entre eyaculación
precoz y rápida. "La eyaculación puede suceder
antes de la introducción vaginal (eyaculación
precoz verdadera) o casi inmediatamente después de
introducir (eyaculación rápida)". Sin embargo, para
otros autores, se trataría de una eyaculación
ultraprecoz. Existe una línea teórica que entiende
como precoz a aquella eyaculación que se produce fuera de
la vagina o a los pocos instantes de la penetración.
Gindin y Huguet establecen una diferencia entre lo que denominan
eyaculación ante portas ("antes de la puerta") o
inter femora ("entre las piernas") que "comprende los casos de
eyaculación cuando se está por introducir el pene.
El eyaculado se produce entre las piernas o nalgas de la pareja",
con la eyaculación precoz, donde lo más
común es que la eyaculación y el orgasmo tengan
lugar al poco tiempo después de la introducción del
pene, en menos de veinte segundos y con no más de diez a
quince movimientos.
Sin embargo, lo esencial y característico es
la imposibilidad de decidir el momento para eyacular o de tener
control voluntario y no el tiempo o el número de
movimientos.
Otra línea teórica, se centra en el tema
del control del reflejo eyaculatorio por parte del hombre. Entre
los principales autores que siguen esta línea, se
encuentran:
– Helen Kaplan, la cual afirma que un hombre con
problemas en la fase orgásmica no tiene control sobre el
orgasmo. "El aspecto crucial de la precocidad es más
bien la ausencia de control voluntario sobre el reflejo
eyaculador, independiente de si esto se da después de dos
impulsos o cinco, de si ocurre antes de que la mujer alcance el
orgasmo. Podemos decir, pues, que existe eyaculación
precoz cuando el orgasmo se da de una manera refleja, esto es,
cuando se halla fuera del control voluntario del individuo una
vez alcanzado un intenso nivel de excitación
sexual".
– Masters, Johnson y Kolodny siguen esta línea
teórica cuando definen a la eyaculación precoz como
una "eyaculación incontrolada durante los escarceos
amorosos, o bien cuando el hombre intenta la penetración,
o al poco de iniciado el acto sexual".
Sin embargo, para otros autores, la esencia del
diagnóstico, de la definición y de la
calificación de precoz de la eyaculación, se
encuentra en la opinión "subjetiva" de al menos uno de los
miembros de la pareja: Es así como para Alex Comfort,
denomina precoz "a la eyaculación que se produce antes
de lo que desean ambos componentes de la pareja".
Una definición más completa de esta
línea es la que da la American Psychiatric Association
(APA) en el DSM-IV, donde se refiere a la eyaculación
precoz diciendo que "la característica esencial de la
eyaculación precoz consiste en la aparición de un
orgasmo y eyaculación persistente o recurrente en
respuesta a una estimulación sexualmínima antes,
durante o poco tiempo después de la penetración y
antes de que la persona lo desee".
Masters, Johnson y Kolodny distinguen acorde a la
intensidad del problema, a los casos más graves, donde la
eyaculación sobreviene de modo invariable antes de la
introducción del pene en la vagina; a los casos menos
extremos donde la eyaculación se produce cuando se intenta
la penetración o a los pocos segundos después de la
misma; mientras que la forma más leve es aquella en la que
los hombres consiguen contenerse hasta que ya están
practicando el coito, pero pierden el control tras unos cuantos
movimientos peneanos intravaginales. Los temas del control y de
la subjetividad se pueden observar en la definición que
dan Gindin y Huguet, al calificar a la eyaculación como
precoz cuando "se presenta mucho antes de lo que el sujeto desea.
Se define por la ausencia de su control voluntario". Según
Masters, Johnson y Kolodny, "tener una pauta prolongada de
eyaculaciones claramente rápidas es el distintivo de la
eyaculación precoz. Por este motivo, los hombres que
tienen problemas para controlar la rapidez de sus eyaculaciones
sólo en determinadas circunstancias no sufren realmente
esta disfunción". No estamos totalmente de acuerdo con
ninguna de las definiciones anteriormente mencionadas por
considerarlas parciales.
Respecto a las que se centran en el tiempo, coincido con
Masters, Johnson y Kolodny, quienes afirman que considerar como
criterio determinante de la eyaculación precoz el que
ésta ocurra "poco después de la penetración
es algo sometido a debate.
Algunas parejas piensan que el coito supuestamente debe
acabar en unos diez a veinte segundos y están
perfectamente contentas con esa situación, mientras que
otras parejas se sienten angustiadas o decepcionadas si el
varón no es capaz de aguantar quince minutos de vigorosas
acrobacias coitales". En relación al control voluntario
absoluto, estos autores critican la parte que se refiere a que la
eyaculación ocurre antes de que lo quiera la persona, ya
que para ellos la eyaculación es "al fin y al cabo una
reacción refleja que habitualmente no está sujeta a
un estricto control de la voluntad, razón por la cual, a
pesar de que muchos hombres desean tener un mayor poder de
contención en sus relaciones sexuales, en este caso el
deseo o voluntad no hacen mucho para definir si existe un
problema".
Consideramos para una adecuada definición de
eyaculación precoz los tres aspectos esenciales de los
postulados de la gran mayoría de los autores antes
mencionados, pero de manera interrelacionada. Es decir,
encontrándose involucrada una combinación de los
aspectos relativos a la subjetividad de la pareja, al tiempo de
duración del coito intravaginal y al control, pero
éste último respecto del grado de excitación
y no del reflejo eyaculatorio en sí. De acuerdo a lo
anterior, consideraremos como precoz a aquella
eyaculación anterior a la penetración o en lo que
la pareja considere un breve tiempo después de
ésta, en donde el hombre no posee un control de voluntario
del nivel de excitación previo al momento de inevitabildad
del reflejo eyaculatorio y que al menos uno de los miembros lo
experimente como un problema.
Un estudio revela que el tiempo medio de las
relaciones sexuales de los hombres que padecen eyaculación
precoz es de 1,8 minutos. Factores como el estrés y
la ansiedad influyen de manera decisiva en esta disfunción
masculina.
El exceso de excitación es uno de los factores
que puede desencadenar la eyaculación precoz, la
disfunción sexual masculina más frecuente. Un nuevo
estudio revela que los varones afectados por este trastorno
tardan una media de 1,8 minutos en eyacular desde que empieza la
relación sexual, frente a los 7,3 minutos que duran los
hombres sin este problema. El trabajo, que se publica en "Journal
of Sexual Medicine", demuestra que las personas que sufren
eyaculación precoz también padecen más
estrés e insatisfacción personal y mantienen
una relación más tensa con su pareja, ya que
ésta sufre las consecuencias de la "rapidez sexual" del
varón. "Cuando hay un problema de eyaculación
precoz la relación sexual es insatisfactoria para la
mujer, porque casi no tiene tiempo de disfrutar", explica el
doctor Carlos Hernández, jefe del Servicio de
Urología del hospital Gregorio Marañón en
Madrid.
Para llegar a estos resultados, unos investigadores
analizaron durante cuatro semanas las relaciones sexuales de
1.587 varones mayores de 18 años con pareja estable con el
objetivo de intentar definir con más precisión en
qué consiste la eyaculación precoz, ya que no
existen muchos trabajos sobre el tema. Los científicos, de
la Universidad de Washington en Seattle, la Universidad de
Minnesota, la Facultad de Medicina Robert Word Jonson de New
Jersey y de la Universidad Valparaíso en Indiana, todas en
Estados Unidos, dieron a las compañeras sentimentales de
los participantes en el estudio un cronómetro para poder
medir el tiempo que tardaban los hombres en eyacular. Así,
observaron que los 207 varones, de los más de 1.500
analizados, a los que se les diagnosticó
eyaculación precoz no duraban más de dos minutos en
la práctica del sexo, mientras que el resto podía
controlar la eyaculación durante más de siete
minutos (7,3). Como si no fuera suficiente con padecer esta
disfunción sexual, el 64% de los eyaculadores precoces
sufre angustia personal, el 31% reconoce que no está
satisfecho sexualmente y un 72% confiesa no tener ningún
control sobre su eyaculación, lo que les genera una
situación de estrés.
Tratamiento Para la eyaculación
Precoz:
1. EJERCICIO: TOMA DE CONCIENCIA DEL PROPIO
CUERPO
EJERCICIO: RESPIRACIÓN
Inspiración abdominal
Inspiración abdominal y
ventralInspiración abdominal, ventral y
costalEspiración
Ritmo inspiración
–espiración
2. La Técnica de Detener –
Comenzar o Masturbación Controlada.2. Técnica de los Ejercicios de
Kegel
Localización de los músculos
pubococcígeos (PCContracción de los músculos
pubococcígeosAumento de repeticiones
Series rápidas e inclusión
psicológicaAumento de repeticiones
3. Técnica de Parar y
Apretar
Técnicas para controlar la
excitaciónTécnica de la zona anti
eyaculatoriaTécnica del control de la
respiraciónPenetración:
La importancia de la relajación y la
seguridad en sí mismo
4. Posturas que retardan la
eyaculación
El hombre se relaja y apoya todo su cuerpo y la mujer se
incorpora levemente, logrando así una penetración
profunda. El ritmo lo lleva ella y el movimiento que sale con
más facilidad es el arriba-abajo que la mujer debe
realizar sobre su compañero. Las manos de ella pueden
tocar el pecho de él y viceversa.
Esta postura clásica también se realiza
con la mujer en la posición dominante, lo que resulta muy
excitante para muchos ya que modifica sustancialmente lo
tradicional en la "Cara a cara" que es el hombre sobre la mujer.
De esta forma ella puede frotar su clítoris en el vientre
de su compañero con más facilidad y según su
antojo. Es ideal para las mujeres a las que les cuesta llegar al
orgasmo y necesitan una estimulación muy directa del
clítoris y los labios vaginales. Además el hombre
puede tocar los glúteos de su compañera y atraerla
hacia su cuerpo con fuerza tomándola de las
nalgas.
El hombre se sienta (preferentemente en una superficie
dura, no la cama), con las piernas flexionadas y se toma la parte
posterior de sus rodillas. De esta manera, recibe a la mujer que
se hace penetrar acomodándose en el espacio que queda
entre las piernas de él y su tronco.
El presiona con las rodillas el cuerpo de su
compañera, la atrae hacia el suyo provocando el
vaivén de ambos mientras, por ejemplo, le besa los pechos
que están a la altura de su rostro.
Bibliografía
l. La Sexualidad Humana. 3
volúmenes. Master, Johnson y Kolodny. Ed.
Grijalbo.
2. El placer de amar. Confort,
Alex. Ed. Blume.
3. Homosexualidades. Informe Kinsey.
Kinsey, A. Ed. Debate.
4. Manual de Sexología.
Zwang,G. De.Toray-Masson.
5. Información sexual para
jóvenes. Claeson, B.H. Lóguez ed.
1988.
6. Educación Sexual.
López Sanchez, F. Fundación
Empresa-Universidad. Madrid. 1990.
7. La nueva terapia sexual. 2
volúmenes. Kaplang, H. Ed. Grijalbo.
8. The joy of sex. Confort,
Alex. De. Grijalbo.
9. Trampas y claves sexuales.
Calvo, M. Ed. lcaria.
10. La eyaculación precoz.
Kaplang, H. Ed. Grijalbo.
11. El sentido del Sexo. Kaplan
S., H. Ed. Grijalbo. Barcelona. 1981.
Autor:
Analía Ramos
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