El petróleo ("aceite de
piedra") es una mezcla compleja no homogénea de hidrocarburos
insolubles en agua.
Es de origen orgánico, fósil, fruto de la
transformación de materia
orgánica procedente de zooplancton y algas, que
depositados en grandes cantidades en fondos anóxicos de
mares o zonas lacustres del pasado geológico, fueron
posteriormente enterrados bajo pesadas capas de
sedimentos.
La transformación química (craqueo
natural) debida al calor y a la
presión
durante la diagénesis produce, en sucesivas etapas, desde
betún a hidrocarburos cada vez más ligeros
(líquidos y gaseosos).
Estos productos
ascienden hacia la superficie, por su menor densidad, gracias
a la porosidad de las rocas
sedimentarias. Cuando se dan las circunstancias geológicas
que impiden dicho ascenso (trampas petrolíferas: rocas
impermeables, estructuras
anticlinales, márgenes de diapiros salinos, etc.) se
forman entonces los yacimientos petrolíferos.
Puede presentar gran variación en diversos
parámetros como color, densidad
(entre 0.75 g/ml y 0.95 g/ml) , gravedad, viscosidad,
capacidad calorífica, etc. (desde amarillentos y
líquidos a negros y viscosos).
Estas variaciones se deben a las diversas proporciones
presentes de diferentes hidrocarburos. Es un recurso natural no
renovable, y actualmente también es la principal fuente de
energía en los países desarrollados.
El petróleo
líquido puede presentarse asociado a capas de gas natural, en
yacimientos que han estado
enterrados durante millones de años, cubiertos por los
estratos superiores de la corteza terrestre
Construcción de una
plataforma
Esquema de una bomba para sacar el
petróleo
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