- Organización de la
delincuencia - Cooperación
Internacional en la lucha contra el crimen
organizado - Cooperación
Jurídica Internacional - Qué
instrumentos utilizar en la Cooperación
Internacional - Papel
del Derecho Penal ante el crimen organizado - ¿Cómo
combatir la criminalidad organizada? - Conclusión
- Bibliografía
Introducción
Realidades muy graves, con manifestaciones especiales en
determinados países (mafias italianas, rusas, Japonesas,
chinas, ítaloamericanos, turcas, carteles mexicanos,
colombianos, etc.), puede decirse hoy sin exageración, que
la criminalidad organizada alcanza una dimensión sin
precedente y prácticamente afecta a la totalidad de los
países, produciendo una criminalidad grave y creciente que
amenaza aspectos fundamentales de la vida económica,
social e intelectual y que una amplia mayoría de la
población mundial considera que debe ser
combatida con prioridad, así se manifiesta por los amplios
medios de
difusión y telecomunicación en el mundo.
La comunidad
internacional, ya no es exclusivamente interestatal, pues los
actores que en ella actúan son muy diversos en su naturaleza,
con lo que su estructura se
ha hecho mas compleja y diversificada. Los estados,
además, se ven expuestos a una critica situación al
comprobarse que son incapaces de resolver por si mismo problemas que
exigen un esfuerzo de cooperación internacional, y al
verificarse que existen otras entidades no estatales (empresas
transnacionales, organizaciones
internacionales no gubernamentales, etc.) que operan con
creciente relevancia en la vida internacional, sin que ninguna
organización internacional, incluyendo la
ONU o la Corte
Internacional de Justicia,
pueden ponerle freno.
La comunidad internacional en definitiva ha
experimentado rápidos y hondos cambios que se resumen en
una palabra: GLOBALIZACIÓN, resulta innegable que
estamos ante un nuevo sistema mundial o
planetario, profundadamente fragmentado, heterogéneo y
complejo, crecientemente trasnacionalizado, interdependiente de
los EEUU y políticamente no estructurado o
integrado.
La relevancia del problema de la delincuencia
organizada es innegable, basta señalar que el
tráfico ilícito de personas afecta anualmente a
cuatro millones de personas y supone unas ganancias que se
sitúan entre cinco y siete mil millones de dólares.
De ahí la necesidad de fortalecer la cooperación
internacional en la lucha contra el crimen
organizado, siendo una realidad que aun cuando aparece en
convenios y pactos internacionales, los Estados hacen caso omiso
y no están cooperando como debieran.
Organización
de la delincuencia
La delincuencia se está convirtiendo
progresivamente en una grave amenaza para la sociedad, tal
y como lo entendemos a partir del comportamiento
que esta teniendo del año 2000 para acá.
Las acciones
delictivas han dejado de ser patrimonio
exclusivo de individuos aislados para serlo de organizaciones que
se infiltran en las diversas estructuras de
la sociedad civil y
por ende de la sociedad en su conjunto.
La delincuencia se esta organizando día a
día a través de las fronteras nacionales de los
países, aprovechando la libre circulación de
mercancías, capitales, servicios y
personas.
Las innovaciones tecnológicas como Internet y las operaciones
bancarias electrónicas están resultando ser
vehículos bien adaptados, tanto para cometer delitos como
transferir los beneficios resultantes de los mismos en
actividades de apariencia lícita.
El fraude y la
corrupción
adquieren proporciones masivas, defraudando tanto a, los
ciudadanos como a las instituciones
estatales por igual. El principal móvil de la delincuencia
organizada es el afán de lucro, la delincuencia misma ha
demostrado la capacidad de aprovechar en beneficio propio la
rapidez y el anonimato ofrecidos por las formas modernas de
comunicación. Esta evoluciona muy
rápidamente, por lo que una atención continua, tanto por parte de, los
Estados y Gobiernos implicados, como por las autoridades
encargadas de cumplimiento de la Ley.
Este objetivo
habrá de lograrse mediante la prevención y la lucha
contra la delincuencia organizada o no, en particular el TERRORISMO el
cual hoy toma nuevos matices con las guerras y la
hegemonía de los EU. La trata de seres humanos, los
delitos contra los niños,
el tráfico ilícito de drogas y de
armas, la
corrupción y el fraude son entre otras
manifestaciones delictivas contra las que también tenemos
que luchar y enfrentar.
En esta lucha se han insertado varios tratados, entre
ellos el denominado PLAN DE ACCION
para luchar contra la criminalidad organizada de 15 de agosto de
1997, firmado por la Unión
Europea, que tuvo su origen en la Reunión del Consejo
Europeo celebrado en Dublín en diciembre de 1996,
aquí se destaco las firme voluntad de luchar contra la
delincuencia organizada y puso de relieve la
necesidad de que la Unión adoptase un enfoque coherente y
un grupo de
medidas encaminadas a frenar la delincuencia.
El Tratado de Ámsterdam, firmado el 2 de octubre
de 19997, que entro en vigor el 1 de mayo de 1999, establece las
disposiciones relativas a la Cooperación Policial y
Judicial en Materia Penal.
Así también la Convención de la Naciones Unidas
contra la Delincuencia Organizada Trasnacional, de los que son
parte, los Estados y las Organizaciones Regionales de Integración
Económica de los países miembros.
Un elemento importante para frenar en alguna manera la
criminalidad organizada es la Cooperación Internacional
que se necesita, donde se integren los estados y gobiernos con la
firme voluntad de luchar todos contra este flagelo difícil
de controlar.
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