- Concepto de
músculo - Función del
músculo - Clases de
músculo - Tipos
de músculo - Anatofisiología
del músculo esquelético - Mecanismo de la
contracción muscular - Tipos de
contracción muscular - Patologías
por contracción muscular
INTRODUCCIÓN
La observación de las diferentes formas de
movimiento ha
despertado la curiosidad del hombre desde
épocas remotas y ha estimulado en él, el deseo de
conocer y comprender los mecanismos que lo hacen
posible.
La motricidad es un atributo esencial de los organismos
vivos que puede expresarse de formas muy diversas.
La diversificación de la maquinaria
contráctil para el desarrollo de
funciones
especializadas se produjo ya en las etapas iniciales de la
evolución.
Los músculos tienen una propiedad de
contraerse y relajarse, es decir, pueden modificar su longitud y
dar lugar así a cientos de efectos
mecánicos.
En el cuerpo humano
se puede presenciar 640 músculos diferentes, los cuales
cada uno realizan una función
específica.
Unos son los músculos lisos, que están
controlados por el sistema nervioso
autónomo y cuya acción
no depende de nuestra voluntad. Son los que se hallan en la
mayoría de las vísceras y hacen posible, por
ejemplo, modificar el diámetro de las arterias, vaciar la
vejiga urinaria o los movimientos del estómago y de los
intestinos.
Otros son los músculos estriados, que se llaman
así porque, observados por un microscopio
electrónico, presentan unas estrías
características. Uno de los más especiales es el
músculo estriado cardiaco, el músculo del corazón
cuya acción es involuntaria y automática. El resto
corresponde a los músculos estriados esqueléticos,
también llamados voluntarios o somáticos, porque
están controlados por el cerebro y se
contraen y se relajan según sea nuestra
voluntad.
Alrededor del 40% de nuestro organismo esta compuesto
por músculo esquelético y quizás el otro 10%
por músculo cardiaco y liso.
CAPÍTULO I
CONCEPTO DE
MÚSCULO
El músculo es uno de los tejidos del
cuerpo humano y de otros animales de
naturaleza
contráctil, es decir, caracterizado por su capacidad para
contraerse, por lo general en respuesta a un estímulo
nervioso.
La palabra músculo proviene del diminutivo latino
musculus, mus (ratón) culus
(pequeño), porque en el momento de la contracción,
los romanos decían que parecía un pequeño
ratón por la forma.
La unidad funcional y estructural del músculo es
la fibra muscular. Estructura
filiforme muy pequeña formada por proteínas
complejas.
Cada célula
muscular o fibra contiene varias miofibrillas, compuestas de
miofilamentos de dos tipos, gruesos y delgados, que adoptan una
disposición regular. Cada miofilamento grueso contiene
varios cientos de moléculas de la proteína miosina.
Los filamentos delgados contienen dos cadenas de la
proteína actina. Las miofribrillas están formadas
de hileras que alternan miofilamentos gruesos y delgados con sus
extremos traslapados.
Durante las contracciones musculares, estas hileras de
filamentos interdigitadas se deslizan una sobre otra por medio de
puentes cruzados que actúan como ruedas. La energía
que requiere este movimiento procede de mitocondrias densas que
rodean las miofibrillas.
Los músculos realizan el trabajo de
extensión y de flexión, para aquello tiran de los
huesos, que
hacen de palancas. Otro efecto de trabajo de los
músculos es la producción de calor. Para
ello regulan el funcionamiento de centros nerviosos.
En ellos se reciben las sensaciones, para que el sistema nervioso
elabore las respuestas conscientes a dichas
sensaciones.
Los músculos gastan mucho oxigeno y
glucosa,
cuando el esfuerzo es muy fuerte y prolongado, provocando que los
músculos no alcancen a satisfacer sus necesidades, dan
como resultado los calambres y fatigas musculares por
acumulación de toxinas musculares, estos estados
desaparecen con descanso y masajes que activen la
circulación, para que la sangre arrastre
las toxinas presentes en la musculatura
CAPÍTULO II
FUNCIÓN
DEL MÚSCULO
- Produce movimiento.
- Generan energía mecánica por la transformación de
la energía química
(biotransformadores). - Da estabilidad articular.
- Sirve como protección.
- Mantenimiento de la postura.
- Es el sentido de la postura o posición en el
espacio, gracias a terminaciones nerviosas incluidas en el
tejido muscular. - Información del estado
fisiológico del cuerpo, por ejemplo un cólico
renal provoca contracciones fuertes del músculo liso
generando un fuerte dolor, signo del propio
cólico. - Aporte de calor, por su abundante irrigación,
por la fricción y por el consumo de
energía. - Estimulante de los vasos linfáticos y
sanguíneos, por ejemplo la contracción de los
músculos de la pierna bombean ayudando a la sangre
venosa y la linfa a que se dirijan en contra de la gravedad
durante la marcha.
El músculo liso se encuentra en órganos
que también están formados por otros tejidos, como
el corazón e intestino, que contienen capas de tejido
conjuntivo. El músculo esquelético suele formar
haces que componen estructuras
musculares cuya función recuerda a un órgano. Con
frecuencia, durante su acción retraen la piel de modo
visible.
Tales estructuras musculares tienen nombres que aluden a
su forma, función e inserciones: por ejemplo, el
músculo trapecio del dorso se llama de este modo porque se
parece a la figura geométrica de este nombre, y el
músculo masetero (del griego, masétér,
'masticador') de la cara debe su nombre a su función
masticatoria.
Las fibras musculares se han clasificado, por su
función, en fibras de contracción lenta (tipo I) y
de contracción rápida (tipo II). La mayoría
de los músculos esqueléticos están formados
por ambos tipos de fibras, aunque uno de ellos predomine. Las
fibras de contracción rápida, de color oscuro, se
contraen con más velocidad y
generan mucha potencia; las
fibras de contracción lenta, más pálidas,
están dotadas de gran resistencia.
La contracción de una célula muscular se
activa por la liberación de calcio del interior de
la
célula, en respuesta probablemente a los cambios
eléctricos originados en la superficie celular.
Los músculos que realizan un ejercicio adecuado
reaccionan a los estímulos con potencia y rapidez, y se
dice que están dotados de tono. Como resultado de un uso
excesivo pueden aumentar su tamaño (hipertrofia),
consecuencia del aumento individual de cada una de las células
musculares. Como resultado de una inactividad prolongada los
músculos pueden disminuir su tamaño (atrofia) y
debilitarse. En ciertas enfermedades, como ciertas
formas de parálisis, el grado de atrofia puede ser tal que
los músculos quedan reducidos a una parte de su
tamaño normal.
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