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Concepción y Desarrollo de la Modalidad Educativa Blended Learning o Modelo Integrado en el Sistema Universitario Iberoamericano (página 3)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

2.3. LAS TECNOLOGÍAS DE LA
INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN EN LAS UNIVERSIDADES
DE IBEROAMÉRICANA

La telemática constituye la punta del iceberg que
nos transporta aceleradamente a lo que se ha denominado la
sociedad de la información en transito a la del
conocimiento. Sin lugar a dudas, se vive una gran metamorfosis
social y tecnológica en el terreno educativo,
especialmente en las universidades, con la implantación de
los «campus virtuales», conformada por "aquella
infraestructura de redes y ordenadores que genera nuevos espacios
para que la comunidad universitaria desempeñe sus procesos
de comunicación, gestión y servicios,
investigación, enseñanza y aprendizaje. Un campus
virtual va más allá de la redes e infraestructuras,
es una comunidad educativa que crece intercambiando conocimiento
y desarrollando proyectos conjuntamente." (Cebrian,
2003)

Ante este horizonte de cambios y considerando que uno de
los propósitos vitales de la institución
universitaria en el siglo XXI, es encontrar los medios que
favorezcan su calidad y efectividad; es oportuno, repensar
estrategias para su redimensionamiento, a través del uso
de los potenciales comunicativos, recurriendo a la
telemática en general y a las redes globales de
información, en particular; así como, el
establecimiento de modelos de gestión eficiente del
conocimiento, que permitan conceptualizar a dichos
establecimientos como auténticas industrias de la
información y de la generación del
conocimiento.

Los significativos avances y el auge de las TIC’s
en la educación universitaria han suscitado la
renovación de los modelos de educación a distancia,
pasando de los medios convencionales y/o tradicionales a la
acción telemática multimedial de nuestros tiempos;
este suceder, se presenta como la posibilidad de hacer más
próximo e inmediato el proceso educativo, a través
de la promoción de una cultura de la interactividad entre
el profesor y los estudiantes, de estos últimos entre
sí, del estudiante y los contenidos y sus fuentes;
generando un portentoso fenómeno social que esta
replanteando las actividades del enseñar y aprender,
alcanzando un notable protagonismo en los procesos formativos
mediante una democratización de la información y el
acceso masivo a sus fuentes; "estamos ante la posibilidad de una
enseñanza en la que cada alumno dispone de un enlace que
le permita acceder a un torrente de textos y gráficos de
contenido y formato inimaginables y procedentes de diferentes
instituciones y lugares." (Garcia, 2001).

Estos desarrollos se deben, en gran medida, a la
incorporación de las TIC’s y de los fundamentos
pedagógicos y socioculturales del aprendizaje y de otras
innovaciones educativas, como el Blended Learning.

Las TIC’s han favorecido el desarrollo de estos
enfoques, proveyendo un buen soporte para la interacción y
la construcción conjunta de conocimiento. Situación
propiciada en las universidades, en cuya estructura y talante
están plenamente involucradas y en que se centran muchas
de sus expectativas para la investigación, desarrollo e
innovación de las demandas y necesidades del entorno
circundante. Internet, la red de redes, es sin duda, una de las
magnas contribuciones de la universidad a la sociedad.

Se esta configurando un estadio formativo renovado para
la acción educativa, en una doble vertiente: para la
docencia y la enseñanza, implica un rediseño
de su quehacer, dado "que en la actualidad no debemos centrarnos
exclusivamente en los objetivos de conocimiento, lo que el alumno
debe saber o conocer, sino también los de habilidades (que
debe saber realizar el alumno) y de actitudes (con los que se
busca motivar a los alumnos en apreciar la importancia de la
materia objeto de estudio). Internet puede ser muy relevante en
los tres ámbitos, como la mayor fuente de referencia y
conocimiento que existe, como medio para aprender a realizar
actividades y como sistema de motivación al presentar
diferentes visiones de lo enseñado por otros
interlocutores a veces mas próximos al sentir del alumno"
(Martínez, 2002); mientras que, para la discencia y el
aprendizaje
constituyen un medio que "pueden ayudar a adoptar
un procesamiento activo y favorecer el descubrimiento
autónomo, tanto indirectamente por su efecto motivante,
como directamente, ya que estos procedimientos exigen con
frecuencia la interacción, la toma de decisiones y, en
general, una actitud más activa." (Viscarro y León,
2001)

Las TIC’s con su inimaginable "capacidad de
extender la comunicación en el tiempo y la distancia,
está transformando la educación. No obstante esta
amplia influencia y lo mucho que se habla sobre el tema, los
avances en la tecnología de la información y su
adopción por parte del mundo académico han ido
más deprisa que nuestra comprensión sobre
cómo usarlos para potenciar la experiencia educativa."
(Garrison y Anderson, 2005) Las universidades tienen ante
sí, el reto de determinar las posibilidades para una
utilización óptima que explote todas sus
potencialidades; es decir, la capacidad para formular y
transformar el conocimiento en un ambiente donde no existen
reglas ni recetas para su maximización sino que impere la
creatividad al enfrentar las contingencias específicas de
cada contexto.

El desarrollo de las TIC’s en las universidades ha
permitido contar con entornos virtuales de enseñanza y
aprendizaje, entendidos éstos, como "materiales
informáticos de enseñanza-aprendizaje basados en un
sistema de comunicación mediada por el ordenador" (Gros
2002). Dichos entornos permiten transitar desde modelos de
aprendizaje basados en la transferencia de conocimiento a modelos
fundados en la construcción de conocimiento; de esta
forma, los estudiantes se vuelven participes del proceso de
aprendizaje y los profesores en mediadores para la
construcción y la apropiación del
conocimiento.

En las universidades iberoaméricanas, conforme al
orden situacional existente, existen contrastes notorios que
marcan singularidades en la aplicación de las TIC`s en los
procesos de enseñanza-aprendizaje, subsistiendo el riesgo
de que continúen incorporando la nueva tecnología,
principalmente como ‘adiciones’ a la enseñanza
y al programa de estudios tradicionales, sin los correspondientes
cambios en la función de producción de
instrucción, que son necesarios para obtener ganancias
provechosas de productividad. (Johnstone, 1998)

Esta realidad subsistente, tiene que caminar en
dirección contraria, en su "adaptación a una nueva
sociedad, a una nueva forma de pensar la educación, de
aprender nuevos sistemas culturales y de comunicación o
incluso, de la adaptación a un nuevo paradigma." (Ortega,
2004) Así, el problema de la universidad, no será
dónde encontrar información sino cómo
ofrecer su acceso sin exclusiones; además, cómo
enseñar y aprender a seleccionar, procesar y aplicar para
elaborar conocimientos o una nueva información.

Los pueblos iberoamericanos presentan realidades que
muestran las posibilidades diferenciadas de las TIC’s en
sus sociedades, mostrando sus limitaciones, que según el
informe para el «Desarrollo de la Sociedad de la
Información en América Latina y el Caribe»,
el «Índice de la Sociedad de la Información
(ISI), establece para 1997 la siguiente relación de los
diez países mejor situados: Argentina (31), Chile (32),
Brasil (36), Colombia (38), Venezuela (39), Costa Rica (40),
México (41), Ecuador (42), Panamá (43), Perú
(48). El resto del continente, se caracterizaba por su retraso
respecto a este indicador de potencialidad del desarrollo y de
inserción en la globalización. Aunque, desde 1997
hasta los albores del siglo XXI, en Latinoamérica ha
corrido mucho agua o mas propiamente, se ha expandido y
potencializado el uso de Internet, que a julio de 2000
había alrededor de 1 585 460 nodos de Internet, que supone
un aumento del 1 210% respecto a los 1 310 que existían en
1991.

Estos datos son más significativos si tenemos en
cuenta que en el mismo período el crecimiento a nivel
mundial fue de 79.8%; mientras que, en la Europa ibérica,
sus sociedades se encuentran ante el reto de alcanzar niveles de
acción que los emplacen en expectativa respecto a los
países vecinos, pues en el año 2000, la
situación no les era muy favorable, debido a que la media
de la UE es del 37.7%; donde tres países tienen más
del 60% (Holanda, Suecia, y Dinamarca), y cuatro están por
debajo de la media (Francia, Portugal, España, Grecia).
(Cabero, 2003)

Es este el contexto en el que conviven las sociedades
iberoamericanas, y por consiguiente, desarrollan su quehacer las
universidades. En América Latina está cambiando la
desarticulación por el progreso y bienestar, la
complementariedad ante el desarrollo por un perfil de universidad
que se integra y que comparte su destino con el país, se
esta reduciendo considerablemente la masificación,
redefiniendo las relaciones de enseñanza y aprendizaje;
donde la educación a distancia o educación virtual
o educación semipresencial, aparecen como algunos de los
factores dominantes de esta transformación. En esa ruta,
las TIC’s representan la emergencia para encauzar la
visión de una universidad para el desarrollo; aunque, este
hecho no signifique una generalidad, porque la progresiva
expansión de plataformas y ambientes educativos
universitarios virtuales ha tenido desigual impacto social y
educativo. Muchas de ellas están implementando programas
de educación a distancia con una fuerte tendencia hacia la
virtualización de los mismos. Sin embargo, este desarrollo
no resulta homogéneo en la región y al interior de
cada país, como señala el informe de la
IESALC–UNESCO. En consecuencia, el derrotero de las
universidades en Latinoamericana, será implicarse en los
desafíos que contrasten con: 1) las repercusiones
económicas asociadas al fenómeno de la
globalización, 2) la innovación tecnológica
como nuevos espacios para acceder el conocimiento y 3) los nuevos
tiempos culturales de la posmodernidad. (Vilera, 2004)

En el panorama ofrecido por los países
ibéricos, son las "necesidades de cambio de las propias
universidades europeas, derivadas, entre otras cuestiones, de la
consolidación de la sociedad del conocimiento, de la
globalización y de las características de una
sociedad sin fronteras", (Alfaro, 2005) las que redefinen la
reconstrucción de sus estructuras. Las universidades
necesitan operativamente establecer un marco estructural de
cooperación: por cuestiones prácticas de movilidad
e intercambio de información relacionada con la
compatibilidad de los planes de estudios de los estudiantes que
transitan por la región; por el desarrollo de proyectos de
intercambio científico entre profesores; por la
transparencia en el perfil y la empleabilidad de las
titulaciones; por la competitividad internacional con otros
países, cuyas universidades lideran la respuesta
académica y científica más competitiva;
así como por el establecimiento de políticas de
cooperación con países en desarrollo.

Estas tendencias ejercen impactos sobre las actividades
universitarias, provocando la adopción de renovados
modelos y métodos para la satisfacción de
éstas nuevas necesidades; esencialmente, de los
estudiantes adultos (que disponen de un menor tiempo para la
educación presencial a causa de sus deberes laborales o
familiares) que desean actualizar sus conocimientos, emprender
una nueva carrera o postgrado, o ampliar su educación; sin
restricciones de horarios, lugares geográficos o incurrir
en gastos de tiempo y dinero al instalarse, permanentemente o por
temporadas, en la ciudad donde opera la universidad.

Emprender políticas y estrategias para resolver
los problemas que afectan a las universidades, son imperativos
para satisfacer las necesidades y demandas sociales, donde el uso
y las diversas aplicaciones de las TIC’s pueden ser el
remedio a algunos de estos problemas o carencias. Las
universidades tienen que liderar tales soluciones; asimismo,
implementarlas, según estrategias cuidadosamente
formuladas (p.ej. la modalidad mixta o Blended
Learning)

Pensar Iberoamérica en torno a las TIC’s
aplicadas a la educación, es ciertamente disímil.
El número de usuarios y el porcentaje de población
que utiliza internet se amplía cada año, pero
aún existen importantes lagunas a la hora de hacer llegar
las nuevas tecnologías a la mayoría de la
población, conforme a lo descrito en Ciberamérica.
Sin embargo, la realidad va acercándonos a escenarios
propicios para emprender proyectos relacionados con las
TIC’s en educación, dado el incremento del
número de usuarios y la penetración de internet en
los países iberoamericanos.

CUADRO Nº
04

PENETRACIÓN DE INTERNET EN
LOS PAÍSES IBEROAMERICANOS

PAIS

POBLACION ESTIMADA
2005

USUARIOS DE INTERNET
2005

PENETRACION

CRECIMIENTO

(2005-2006)

Portugal

10.463.170

6.090.000

58,2%

143,6%

España

43.435.136

16.129.731

37,1%

199,4%

Chile

15.514.014

5.600.000

36,1%

218,7%

Andorra

68.584

24.500

35,7%

390,0%

Costa Rica

4.301.172

1.000.000

23,2%

300,0%

Uruguay

3.251.269

680.000

20,9%

83,8%

Argentina

37.584.554

7.500.000

20,0%

200,0%

México

103.872.328

16.995.400

16,4%

526,6%

Perú

28.032.047

4.570.000

16,3%

82,8%

Brasil

181.823.645

22.320.000

12,3%

346,4%

Venezuela

24.847.273

3.040.000

12,2%

220,0%

Panamá

3.074.146

300.000

9,8%

566,7%

El Salvador

6.467.548

587.500

9,1%

1368,8%

Rep. Dominicana

8.978.654

800.000

8,9%

1354,5%

Colombia

45.926.625

3.585.688

7,8%

308,4%

Guatemala

12.328.453

756.000

6,1%

1063,1%

Ecuador

12.090.804

624.600

5,2%

247,0%

Bolivia

9.073.856

350.000

3,9%

191,7%

Honduras

6.569.026

223.000

3,4%

457,5%

Paraguay

5.516.399

150.000

2,7%

650,0%

Nicaragua

5.766.497

125.000

2,2%

150,0%

Cuba

11.295.969

150.000

1,3%

150,0%

TOTAL

580.281.169

91.601.419

15,8%

365,4%

Fuente: Ciberamérica. El portal
iberoamericano.

El cuadro muestra un incremento significativo de los
usuarios de Internet respecto de la población, que avizora
un alentador panorama para la construcción progresiva de
la sociedad de la información. Aunque también, es
apreciable, notables atrasos en relación a las sociedades
industrializadas; en síntesis, transitamos en la senda de
la información, aunque con pies de barro, pero con la
mirada puesta en ella.

  1. DEMANDAS Y OPORTUNIDADES PARA LA
    EDUCACIÓN UNIVERSITARIA DE
    IBEROAMÉRICA

La universidad iberoaméricana ha de replantear su
actuación, en términos de las necesidades e
intereses de la sociedad de la información; considerando
la brecha entre propósitos y realidades de su quehacer, en
un entorno cada vez mas entramado, interinfluenciable y
globalizador produciendo "una polarización entre quienes
tienen acceso a las nuevas tecnologías y quienes no lo
tienen, tanto a nivel de las naciones como al interior de los
países." (Filmus, 2003)

Una modernizada agenda universitaria
iberoaméricana, considerará los desafíos
contemporáneos relacionados con el desarrollo social.
Asumiendo de matriz de instancias, la reducción de las
profundas desigualdades sociales, las repercusiones
económicas asociadas al fenómeno de la
globalización, la promoción de la innovación
tecnológica como nuevos espacios para acceder el
conocimiento, la incorporación de los nuevos tiempos
culturales de la posmodernidad, y la construcción de
instituciones promotoras de desarrollo. En ello, es irrenunciable
la responsabilidad del Estado y por ende de la universidad,
respondiendo a las demandas que la sociedad actual requiere.
(Tedesco, 2000)

La comprensión de estas cuestiones, tiene que
abordarse como una proposición de implicación de la
universidad con las demandas de desarrollo, al enfrentarse a los
retos del siglo XXI; de modo, que su aporte configure
posibilidades que provoque en "cada persona a descubrir,
despertar e incrementar sus posibilidades creativas, actualizando
así el tesoro escondido en cada uno de nosotros lo cual
supone transcender una visión puramente instrumental de la
educación, percibida como la vía obligada para
obtener determinados resultados (experiencia práctica,
adquisición de capacidades diversas, fines de
carácter económico), para considerar su
función en toda su plenitud, a saber, la
realización de la persona que, toda ella, aprende a ser."
(Delors, 1996)

Las universidades de los países, llamados
desarrollados, entre ellos Andorra, España y Portugal y
otros países latinoamericanos; asumieron o les fue
asignado un decisivo rol como impulsoras de la ciencia y
tecnología, involucrándolos en procesos de
innovación relacionados estrechamente con el mundo
económico y empresarial, promoviendo su crecimiento y
sostenimiento.

Un apreciable contingente de universidades
iberoamericanas, mayoritariamente de latinoamericana, sufrieron
un proceso de estancamiento -y en otros casos de
involución-, manteniéndose al margen y enfrentados
a problemas para los que estaban escasamente preparados al asumir
su responsabilidad ante el desarrollo, a través de la
producción de conocimientos o la formación en el
uso del conocimiento disponible. En ese periodo "la
investigación en el ámbito universitario se ha
caracterizado, generalmente, por su dedicación al trabajo
de base o investigación pura, con una importante cuota de
aislamiento respecto al resto de la sociedad, y, por supuesto,
del mundo económico-empresarial, teniendo, en la
mayoría de los casos, un mínimo impacto sobre los
procesos de innovación tecnológica."
(Martínez, 1999)

En los últimos tiempos, las transformaciones
sociopolíticas producidas en Iberoamérica, suscitan
como consecuencia una demanda masiva insatisfecha de servicios
universitarios, propiciando un replanteo de las condiciones
orgánicas que permitan acceder a niveles de desarrollo
acordes con sus potencialidades y perspectivas; exigencias
razonablemente planteadas por las sociedades de las que dependen
y a las cuales tributan con su actuación.

En una actualizada síntesis de los cambios
acaecidos a las universidades en los últimos años,
Zabalza recoge seis retos a enfrentar:

  • Adaptarse a las demandas del empleo;
  • Situarse en un contexto de gran competitividad donde
    se exige calidad y capacidad de cambio;
  • Mejorar la gestión, en un contexto de
    reducción de recursos públicos;
  • Incorporar las nuevas tecnologías tanto en
    gestión como en docencia;
  • Constituirse en motor de desarrollo local, tanto en
    lo cultural como en lo social y económico;
  • Reubicarse en un escenario globalizado, implica
    potenciar la interdisciplinariedad, el dominio de idiomas
    extranjeros, la movilidad de docentes y estudiantes, los
    sistemas de acreditación compartidos. (Zabalza,
    2002)

Este es el contexto para situar el rumbo de la
universidad iberoamericana en la construcción de un modelo
superador; donde la realidad tolera una entorno dual,
países pobres o subindustrializados y países ricos
o industrializados.

Situado en el contexto latinoamericano, Brunner,
reflexiona sobre el significado de las demandas para la
educación superior, sintetizándolas en:

  • Nuevas demandas por estudios superiores en el
    contexto de la masificación educacional.
  • Nuevas demandas por cambios en el contexto de
    información y conocimiento.
  • Nuevas demandas ocupacionales.
  • Nuevas demandas del contexto de
    desarrollo.
  • Nuevas demandas del contexto cultural. (Bruner,
    2000)

En suma, la educación universitaria
latinoamericana se encuentra ante renovadas peticiones devenidas
del cambio de época y sociedad, fijadas por la
globalización, los retos del desarrollo
socio-económico y la transformación cultural. Son
demandas de acceso -por oportunidades, logros, competencias,
maestría y niveles de desempeño-; de
utilización de la información y el conocimiento
avanzados; de conexión con las volubles condiciones del
mercado de ocupaciones profesionales y técnicas; de
contribución al desarrollo de los países y de
participación en el foro público intelectual.
Brunner, afirma que, en ninguna de esas dimensiones están
preparadas las universidades de la región para responder
innovativamente. No han construido, dentro de sí, las
capacidades para hacerlo. Carecen de liderazgos,
organización y medios. Su cultura institucional es
pesadamente corporativa. El poder se usa para preservar el status
quo, sin modificarlo. Se requieren cambios esenciales, que si no
se hacen pronto, la región quedará rezagada,
separada de la dinámica mundial por la brecha del
conocimiento. (Brunner, 2000)

En ese reto, incumbe a la universidad asumir el
desafío, incorporando cambios propicios para el uso cada
vez mas extendido de las TIC’s, y el fácil acceso a
un mayor volumen de información; de modo, que esta
dinámica reconfigure una forma distinta de construir
significados, interpretar sistemas de símbolos y valorar
el mundo interno de los propios sentimientos; suscitando, la
participación activa de los sujetos en la sociedad local y
global. No está mejor informado quien más datos
posee, sino quien dispone de mejores medios para obtener los
datos que necesita, asimilarlos y usarlos correctamente. (Roca,
2001)

En tal perspectiva, les incumbe a las universidades
iberoaméricanas ejercer las acciones necesarias para
satisfacer las demandas de la sociedad en torno a la
información; propiciando su desarrollo a partir de la
comunicación, la discusión, la aceptación y
la discrepancia; sin duda, este es un imponderable para
socializar el conocimiento y la información.

Su participación en la sociedad global
requerirá de una práctica de intercambio que
será exitosa en la medida en que se dé bajo
principios de igualdad entre las partes, así como de
capacidades y competencia similares que garanticen la calidad y
eficiencia exigida por la norma del grupo; la cual, tendrá
que ser competitiva a nivel de grupo, región y mundo; su
logro es necesario para tener acceso a la información
producida en el mundo, y por supuesto, a la producida en nuestro
entorno, localidad, país y región. Usar
información y acercarnos al conocimiento requerido
dependerá de que exista información y la
infodiversidad; por lo que todos, en especial las universidades,
pueden propiciar esta infodiversidad, para que exista gran
variedad de fuentes de información, reflejando la
diversidad de pensamiento, protegiéndonos de un discurso
monopólico, doctrinario o de Estado; así se hace
necesario estimular la multiplicidad de ideas y opiniones
manifestadas en el mundo de ayer, hoy y futuro. La existencia de
la infodiversidad permite fortalecer el diálogo de
iguales, dentro o fuera de nuestra región de competencia,
no aislarnos. (Morales 2004)

El rol de la universidad en la satisfacción de
estas demandas, requiere de una política educativa que
cumpla eficientemente sus objetivos; haciendo que las capacidades
adquiridas sean ejercidas en un contexto de desarrollo social y
económico, generando expectativas positivas. (Coraggio,
2004)

Una perspectiva distinta ofrece la UNESCO en su apuesta
por la universidad, afirmando su viabilidad en el tiempo y su
capacidad para transformarse y propiciar el cambio y progreso de
la sociedad. "Dado el alcance y el ritmo de las transformaciones,
la sociedad cada vez tiende más a fundarse en el
conocimiento
, razón de que la educación
superior y la investigación formen hoy en día parte
fundamental del desarrollo cultural, socioeconómico y
ecológicamente sostenible de los individuos, las
comunidades y las naciones. Por consiguiente, y dado que tiene
que hacer frente a imponentes desafíos, la propia
educación superior ha de emprender la
transformación y la renovación más
radicales que jamás haya tenido
por delante, de forma
que la sociedad contemporánea, que en la actualidad vive
una profunda crisis de valores, pueda trascender las
consideraciones meramente económicas y asumir dimensiones
de moralidad y espiritualidad más arraigadas." (UNESCO,
1998)

Avanzar en la búsqueda de oportunidades de
desarrollo socio-económico de la subregión
latinoamericana, exige de sus universidades, la superación
progresiva de las deficiencias de infraestructura, capacidad
productiva y competitividad, que aunadas a los altos niveles de
inequidad en la distribución de los recursos y el ingreso,
dificultan el acceso pleno a las ventajas y logros de la ciencia
y la tecnología, impidiendo la promoción
armónica de sus ciudadanos hacia mejores condiciones de
vida. En ello, la propuesta de la Asociación
Iberoaméricana de Instituciones de Enseñanza de la
Ingeniería, es sumamente plausible:

  • La superposición de intereses y compromisos
    entre la sociedad y la universidad, hasta el punto de que
    ésta, sea cada vez más una institución
    integrada a la sociedad y cada vez menos una referencia alejada
    de ella.
  • La producción y difusión de
    conocimientos (especialmente los de mayor y más
    rápido efecto social e impacto económico) en
    centros de investigación, laboratorios y corporaciones
    independientes de las universidades.
  • La aceptación de la universidad de las
    definiciones y demandas externas de conocimiento para atender
    los requerimientos sociales. (ASIBEI, 2006)

En ese esfuerzo, la subregión
iberoaméricana, originaria de Europa, son referencia para
Latinoamérica, representan el contacto con las sociedades
avanzadas. La naturaleza relacional de estos componentes de la
región -la europea y la americana- evoluciona hacia formas
más estrechas de cooperación y relaciones
comerciales, culturales, científicas y
tecnológicas, no exentas de conflictos y dificultades, los
cuales han de seguir profundizándose, aún
más, en la educación universitaria; como factores
de cohesión, de desarrollo económico y social de la
comunidad iberoaméricana. En ese contexto, son
comprensibles los esfuerzos conjuntos de formación de
profesionales, académicos e investigadores capaces de
interpretar las señales provenientes del escenario
extendido de la región iberoamericana,
constituyéndose en referentes de talla mundial.

  1. LAS TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN
    Y COMUNICACIÓN EN LA DOCENCIA UNIVERSITARIA DE
    IBEROAMÉRICA

Las tareas de la educación universitaria,
históricamente, se emplazan en la investigación, la
formación profesional y la extensión social; en la
actualidad, en la mayoría de universidades
iberoamericanas, su misión esencial, es la
formación de profesionales altamente capacitados que
demanda la sociedad; y en consecuencia, actúen como
ciudadanos responsables, competentes y comprometidos con el
desarrollo social. (UNESCO, 1998)

Implicarse en tan significativa misión, formar un
profesional competente, responsable y comprometido con el
desarrollo social; significa trascender el estrecho esquema de
que un buen profesional es aquel que posee los conocimientos y
habilidades que le permiten desempeñarse con éxito
en la profesión; y, sustituirlo por una concepción
más amplia y humana del profesional, entendido como un
sujeto que orienta su actuación con independencia y
creatividad sobre la base de una sólida motivación
profesional que le permite perseverar en la búsqueda de
soluciones a los problemas profesionales, auxiliado en esta labor
por sus conocimientos y habilidades en una óptica
ética y creativa. (Gonzáles, 2000)

En este plano de representaciones deseables, los
procesos educativos de transmisión/construcción y
reconstrucción de conocimientos, habilidades, destrezas,
actitudes, afectos, formas de comportamiento y valores; abogan
por una inevitable revisión de sus quehaceres, habida
cuenta, la naturaleza emergente de la universidad, que es en si
mismo, un ente en movimiento continuo, que en los últimos
años ha vivido una situación de cambio, recibiendo
continuas demandas de formación e investigación y
políticas a las que tiene que responder con reformas
adecuadas a la dinámica cultural de nuestros
días.

La dinámica universitaria va incorporando
estratégicamente las relaciones, la cooperación
internacional y los procesos de internalización como parte
inherente de su misión institucional, además de
desarrollar los procesos sustantivos que la caracterizan,
trascendiendo las fronteras institucionales y territoriales en el
desarrollo de una economía digital; adaptándose de
ese modo, a los nuevos requerimientos sociales y contribuyendo a
superar la posición desventajosa actual de los
países del área frente a los procesos de
globalización. La Cumbre de Lima sobre Cooperación
Universitaria en Iberoamérica, al respecto, ha
señalado que, se ha remodelado específicamente el
sentido y papel de la cooperación en el ámbito
universitario, asignándole un valor intrínseco y
estratégico para el fortalecimiento institucional y como
instrumento en la internalización de la educación
superior, concediendo a las universidades el papel de verdaderas
promotoras del desarrollo pleno de la sociedad.

Cabe una reflexión profunda sobre este papel
asignado a las universidades, ¿Están los docentes
universitarios preparados para afrontar este reto? ¿Tienen
éstos docentes, la formación pedagógica
necesaria para potenciar el desarrollo pleno del estudiante como
profesional competente, responsable y comprometido con el
desarrollo social? ¿Cómo concebir el proceso de
enseñanza-aprendizaje y el rol del profesor y el
estudiante en el centro universitario de manera tal que tributen
a la formación del profesional que esperamos?
(Gonzáles, 2000)

En el desarrollo de la pedagogía como ciencia,
técnica y arte se observan distintos enfoques o tendencias
que abordan de manera diferente a la educación y, por lo
tanto, a las concepciones acerca de los procesos de
enseñanza y aprendizaje y del rol del profesor y el
estudiante en la dirección de dichos procesos; y
cómo desarrollar estos procesos en la
universidad.

En la universidad iberoamericana anidan diversas
concepciones pedagógicas: van desde pedagogía
tradicional
, donde los contenidos de enseñanza,
constituyen los conocimientos y valores acumulados y transmitidos
por el docente como verdades absolutas desvinculadas del contexto
socio-histórico del estudiante; el método docente
es expositivo, la evaluación del aprendizaje es
reproductiva, centrada en la calificación del resultado,
la relación profesor-estudiante es autoritaria, se
fundamenta en la concepción del estudiante como receptor
de información, como objeto del conocimiento; hasta la
pedagogía constructivista, donde se plantea ante
todo el reconocimiento del carácter activo del estudiante
en el proceso de construcción del conocimiento, su
desarrollo en condiciones de interacción social,
así como el hecho de que se aprenden no sólo
conocimientos y habilidades, sino también valores y
sentimientos que se expresan en la conducta del hombre como
motivos de actuación.

Independientemente de las virtudes de las propuestas
pedagógicas, cabe preguntarse ¿puede la universidad
iberoamericana propiciar la formación del hombre que hoy
demanda la sociedad, reflexivo, crítico, independiente,
flexible, creativo y autónomo, que logre convertirse en
sujeto de su desarrollo personal y profesional y contribuir al
desarrollo de su entorno social? ¿Son las TIC’s un
recurso para contribuir a cualificar la formación
universitaria en Iberoamérica?

En la Conferencia Mundial sobre la Educación
Superior en el siglo XXI (UNESCO, 1998) en relación con la
mejora de la calidad de la enseñanza en los centros
universitarios y la necesidad de la capacitación del
personal docente, se plantea que las universidades deben formar a
los estudiantes para que se conviertan en ciudadanos bien
informados y profundamente motivados, provistos de un sentido
crítico y capaces de analizar los problemas, buscar
soluciones para los que se planteen a la sociedad, aplicar
éstas y asumir responsabilidades sociales; y, asimismo,
establecer directrices claras sobre los docentes de la
Educación Superior, que deberían ocuparse sobre
todo, hoy en día, de enseñar a sus alumnos a
aprender y a tomar iniciativas, y no a ser, únicamente,
pozos de ciencia. Deberían tomarse medidas adecuadas en
materia de investigación, así como de
actualización y mejora de sus competencias
pedagógicas mediante programas adecuados de
formación del personal, que estimulen la innovación
permanente en los planes de estudio y los métodos de
enseñanza y aprendizaje, y que aseguren condiciones
profesionales y financieras apropiadas a los docentes a fin de
garantizar la excelencia de la investigación y la
enseñanza.

En consecuencia, una de las rutas cardinales de la
docencia universitaria, es su preparación
pedagógica para afrontar los retos que la sociedad impone.
Ser docente universitario no sólo es ser un conocedor de
la materia que explica, sino también de los contenidos
teóricos y metodológicos de la pedagogía
contemporánea; que lo capacite para diseñar en sus
disciplinas un proceso de enseñanza y aprendizaje que
potencie el desarrollo del estudiante. Con la insurgencia de las
TIC’s en la educación, se esta propiciando nuevas
formas pedagógicas (un caso de esta renovación
educativa, lo constituye la modalidad educativa Blended Learning)
para afrontar con eficacia y eficiencia las limitaciones de
espacio y tiempo, promoviendo trabajos cooperativos y ampliando
la cobertura de servicio.

No existe un consenso sobre las competencias ha poseer
por los docentes universitarios; pero si, acuerdos sobre un
determinado perfil que responda a las necesidades formativas de
la universidad. La propuesta siguiente, parte de considerar
competencias diferenciadas para ese ejercicio.

CUADRO Nº
05

COMPETENCIAS PARA LA DOCENCIA
UNIVERSITARIA

PROFESOR
UNIVERSITARIO

COMPETENCIAS
GENERALES

COMPETENCIAS
ESPECIALIZADAS

  1. Identificar las tendencias en su campo
    profesional.
  2. Conducir y coordinar actividades
    grupales
  3. Habilidad para innovar, indagar,
    crear
  4. Capacidad para enfrentar la diversidad
    sociocultural
  5. Capacidad de trabajo colaborativo y en equipos
    interdisciplinarios.
  6. Desempeño crítico y creativo del
    rol profesional.
  7. Habilidad para aplicar conocimientos
    disciplinarios.
  8. Investigar sobre los requerimientos de su
    comunidad local.
  9. Traducir las necesidades de recursos humanos en
    términos de objetivos de aprendizaje.
  10. Conocer las secuencias de aprendizaje de los
    estudiantes para lograr ciertos comportamientos y
    actitudes.
  1. Revisar, criticar, formular o modificar
    objetivos del aprendizaje.
  2. Explorar las necesidades e intereses de sus
    estudiantes.
  3. Definir y describir los contenidos de una
    actividad docente para su especialidad y fijar
    prerrequisitos para asignaturas.
  4. Seleccionar y preparar material
    didáctico para la actividad docente y
    diseñar un sistema de evaluación del
    aprendizaje.
  5. Adecuar la relación entre actividades
    prácticas y teóricas.
  6. Involucrar a los estudiantes en la
    configuración de las unidades de aprendizaje y
    analizar los resultados de las evaluaciones en el
    aprendizaje de sus estudiantes.
  7. Evaluar el proceso docente en su
    globalidad.
  8. Promover hábitos de estudio adecuados a
    la profesión de sus estudiantes.

Fuente: de los Ríos, Herrera, Letelier y otros
(2000).

Una de las características demandadas por los
profesionales formados en las universidades, es la creatividad y
la capacidad de innovación, por lo que, compete incorporar
estrategias para el desarrollo del pensamiento y la acción
creativos. Para ello hace falta investigar sobre las
técnicas y los procesos de la creatividad y capacitar a
los docentes universitarios en su aplicación.

El desarrollo de las estrategias docentes que incorporan
el uso de medios y materiales, provenientes de las TIC’s,
implican costo, tiempo y trabajo muy especializado para la
preparación y aplicación del material, pero pueden
verse compensados por la magnitud de la cobertura y por los bajos
costos de operación una vez que el sistema está
instalado y funcionando. (Bello, 2000)

Los retos del docente universitario del siglo XXI, se
hallan en relación directa con la complejidad de su rol,
añadido al hecho de que la aplicación de las
TIC’s supondrá cambios en el modelo universitario de
enseñanza, en las funciones del profesor, en la
responsabilidad que la sociedad deposita en el docente y en la
relación profesor-estudiante.

La incorporación telemática a la
metodología universitaria, ubica a la universidad ante el
reto de construir el conocimiento basada en una educación
de calidad. Pese a, que la generalización de su uso no
garantiza por sí sola la consecución de los
objetivos propuestos; y es, por tanto, una condición
necesaria pero no suficiente. Dicha consecución pasa
ineludiblemente por una profunda transformación de los
fundamentos pedagógicos del sistema
universitario.

Un estudio sobre educación y comunicación
de la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (CEPAL) señala en su análisis del uso
de las TIC’s en América Latina, una "baja tolerancia
a la frustración, dificultad de racionalizar esfuerzos,
deslegitimación de la autoridad de profesores y excesivo
utilitarismo en la relación con el conocimiento son
algunos de los problemas que plantea el uso cotidiano de las
nuevas tecnologías de la información y la
comunicación en el campo educativo." (Finquelievich y
Prince, 2006)

Estamos ante inevitables cambios pedagógicos
provocados por las TIC’s que debemos superar en el
ámbito de la universidad, revolucionando las formas del
enseñar y aprender, como lo señala el Prof.
Área (Área, 2000), a partir de:

  1. Este es uno de los efectos más llamativos e
    interesantes de la telemática al servicio de la
    educación: se rompen las barreras del tiempo y el
    espacio para desarrollar las actividades de enseñanza
    y aprendizaje.

  2. Las redes telemáticas permiten extender los
    estudios universitarios a colectivos sociales que por
    distintos motivos no pueden acceder a las aulas.

    Hasta la fecha el docente era la única
    referencia que ha tenido el alumnado para el acceso al saber.
    El profesor posee el monopolio del conocimiento especializado
    de la asignatura: domina los conceptos, las teorías,
    los procedimientos, los métodos, la
    bibliografía, las escuelas o tendencias. Hoy en
    día, Internet, permite romper ese monopolio del saber.
    Cualquier alumno puede acceder al website no sólo de
    su profesor, sino al de profesores de otras universidades de
    su país, y por extensión del resto del
    mundo.

  3. La red rompe con el monopolio del profesor como
    fuente principal del conocimiento
    .

    Todo el conocimiento o saber que un docente necesita
    comunicar a su alumnado puede ser "colgado" en la red,
    utilizable cuando lo deseen. Internet se presenta como una
    gigantesca biblioteca universal accesible desde cualquier
    punto a todo el entramado mundial de ordenadores
    interconectados en el World Wide Web. El problema
    pedagógico, por tanto, no es la mera
    transmisión del "saber", sino enseñar al
    alumnado a hacer frente de modo racional a la ingente y
    sobrecogedora cantidad de información disponible en
    una determinada disciplina científica. El profesor
    deja de ser un "transmisor" de información para
    convertirse en un tutor que guía y supervisa el
    proceso de aprendizaje del alumnado

  4. Con Internet, el proceso de aprendizaje
    universitario no puede consistir en la mera recepción
    y memorización de datos recibidos en la clase, sino la
    permanente búsqueda, análisis y
    reelaboración de informaciones obtenidas en las
    redes
    .

    Las TIC’s en el contexto de la
    educación universitaria exigen un modelo educativo
    caracterizado, entre otros rasgos, por el incremento de la
    capacidad decisional del alumnado sobre su proceso de
    aprendizaje, así como por una mayor capacidad para
    seleccionar y organizar su currículo formativo. Esto
    facilita un aprendizaje abierto y flexible, entendida,
    como la capacidad que se le ofrece al alumnado para que
    establezca su propio ritmo e intensidad de aprendizaje
    adecuándolo a sus intereses y necesidades.

  5. La utilización de las redes de ordenadores en
    la educación requieren un aumento de la
    autonomía del alumnado.

    Lo relevante desde un punto de vista
    pedagógico, no es el número de horas que
    están juntos en la misma clase, el docente y el
    alumnado, sino la cumplimentación por parte de los
    estudiantes de las tareas establecidas y tutorizadas (en
    muchos casos telemáticamente) por el docente. Para
    ello, el horario debe reformularse y a su vez, dotar de nuevo
    sentido y utilidad a los espacios físicos del aula.
    Uno de los efectos más interesantes de las TIC’s
    sobre la enseñanza es que ésta adoptará
    un carácter de semipresencialidad, es decir, el tiempo
    de aprendizaje debe ser repartido equitativamente entre la
    realización de tareas con máquinas y entre la
    participación en grupos sociales para planificar,
    discutir, analizar y evaluar las tareas
    realizadas.

  6. El horario escolar y el espacio de las clases deben
    ser más flexibles y adaptables a una variabilidad de
    situaciones de enseñanza
    .

    Con las redes telemáticas es posible que esta
    interacción se produzca de forma sincrónica
    (mediante la videoconferencia o a través del chat) o
    bien asincrónica (mediante el correo
    electrónico o el foro de discusión). Significa
    que cualquier alumno puede plantear una duda, enviar un
    trabajo, realizar una consulta, a su docente desde cualquier
    lugar y en cualquier momento. Lo cual implicará una
    reformulación del papel docente del profesor, en un
    tutor del trabajo académico del alumno, que como un
    expositor de contenidos.

  7. Las redes transforman sustantivamente los modos,
    formas y tiempos de interacción entre docentes y
    alumnado.
  8. Internet permite y favorece la colaboración
    entre docentes y estudiantes más allá de los
    límites físicos y académicos de la
    universidad a la que pertenecen.

Los sistemas de comunicación e intercambio de
información que son posibles a través de redes de
ordenadores (WWW, chat, e-mail, ftp, videoconferencia, foros,
etc.) facilitan que grupos de alumnos y/o profesores constituyan
comunidades virtuales de colaboración en
determinados temas o campos de estudio. De esta forma cualquier
docente puede ponerse en contacto con colegas de otras
universidades y planificar experiencias educativas de
colaboración entre su alumnado.

La docencia universitaria ante el avance
protagónico de las TIC’s en los procesos educativos,
se ve ante el dilema pedagógico que "ni la
enseñanza presencial presupone comunicación
efectiva y apoyo al estudiante, ni la enseñanza a
distancia deja enteramente todo el proceso de aprendizaje en
manos del alumno" (Salinas, 1998), lo que en definitiva debe
conducirlo a considerar otras propuestas educativas; una
perspectiva en ese sentido, lo constituye la combinación o
integración de ambos modelos educativos, discurriendo en
un modelo mixto de enseñanza y aprendizaje como
alternativa viable para el ejercicio docente y la
formación competente en Iberoamérica. Se pretende
con ello, contribuir óptimamente a la mejor perfomatividad
del sistema social, mejorando los procesos educativos que
desarrollan las universidades.

CAPÍTULO
III:

¿QUÉ
ES EL BLENDED LEARNING O MODELO INTEGRADO DE
EDUCACIÓN?

En todos los casos, según nuestra
opinión, el modelo pedagógico debe primar, orientar
y coherentizar toda la propuesta, estableciendo los principios y
criterios que permitan no sólo seleccionar la
tecnología adecuada, sino también guiar para su
utilización y evaluación posterior.

Marta MENA

  1. EVOLUCIÓN DE LA
    MODALIDAD

Previo a definir, en que consiste la modalidad Blended
Learning, corresponde indagar en sus orígenes, es decir,
en la génesis de su desarrollo.

La enseñanza y el aprendizaje es un proceso
único y continuo en la vida de las personas; permanente e
inherente a su naturaleza educativa; permitiendo niveles
óptimos en el ejercicio de las competencias y destrezas,
es decir, de los conocimientos, habilidades, actitudes,
creencias, sentimientos, fortalezas, comportamientos, etc.,
indispensables para la convivencia social.

Los procesos de evolución científica y
tecnológica nos trasladan a un contexto social donde las
TIC’s concurren como cooperación renovadora en los
procesos educativos. Sin duda, éstos son instrumentos
valiosos para su quehacer; sus posibilidades están
forzando una especie de reingeniería educativa o
pedagógica, de modo implicativo, a partir de los
métodos telemáticos.

La presencia de las TIC’s en los escenarios
educativos, permite avizorar "cuatro concepciones
diferentes:

  1. Evasiva: la distancia no existe.
  2. Compensatoria: la distancia es un
    obstáculo.
  3. Complementaria: la distancia forma parte de
    una estrategia formativa.
  4. Sustitutoria: la formación a distancia
    es una opción que el estudiante puede elegir en
    sustitución de lo presencial." (Bou, Cascudo y
    Borén, 2004)

Sobre estas nociones se organizan formas y modos
innovadores para educar. Uno de los primeros, que se entronizo,
fue el e-learning, incorporándose al bagaje conceptual
académico de la última década del siglo
XX.

Conforme avanzaba el uso de las TIC’s y del
Internet como soporte y medio de comunicación más
extendido para compartir y transmitir información y la
ampliación de su uso en la sociedad; se emprenden diversos
programas educativos, organizados a partir de plataformas
electrónicas de aprendizaje, que dieron auge al e-learning
como "modalidad formativa; fomentando el uso intensivo de las
TIC’s, facilitando la creación, adopción y
distribución de contenidos, así como la
adaptación del ritmo de aprendizaje y la disponibilidad de
las herramientas de aprendizaje, independientemente de
límites de horarios o geográficos." (Wikipedia,
2007)

Al tratar de e-learning, usamos extensivamente,
teleformación, formación on line, teleaprendizaje,
educación virtual, aprendizaje en línea, cursos por
Internet, etc.; se entiende, en su desarrollo, no se ha producido
ninguna interacción presencial, de modo que la
formación pueda darse en cualquier lugar y
momento.

Apuntan Aiello y Cilia que, desde inicios del siglo XXI
y la crisis experimentada por el sector "a partir del aumento
indiscriminado de la empresas «DotCom», que
tuvo su correlativa crisis con la sobreoferta de cursos de
postgrado a distancia, se empezó a, por lo menos,
relativizar el término de e-learning y
apareció el uso de otro concepto: Blended
Learning
." (Aiello y Cilia, 2004)

El Blended Learning va constituyéndose en una
nueva modalidad educativa que emerge y se desarrolla tan igual
que otras. Su aparición "tiene una evolución hasta
cierto punto natural, fundamentada en el constante experimentar
del ser humano para perfeccionar todo aquello que juzgamos
perfectible desde nuestra perspectiva personal y grupal."
(Wikilibros, 2006)

Siguiendo la reflexión del Dr. Antonio
Bartolomé "para hablar de Blended Learning, antes hablemos
del fracaso del e-Learning." (Bartolomé, 2004) Aunque en
su totalidad esta afirmación no sea compartida plenamente,
habida cuenta que hay otros itinerarios que explican el devenir
del auge de esta modalidad.

En la década en transcurso, el e-learning, se
ubica como modalidad formativa con un ambicioso impulso y
sólido respaldo de la tecnología; ante la
frustración experimentada por la Enseñanza Asistida
por Computadora y el Vídeo Interactivo en los años
80; en los que, además de los discos flexibles de 5", se
usaban aquellos discos láser, antecesores del CD-Rom y el
CD-i. En esta oleada del Internet y el e-business, se
abrió paso el e-learning, alrededor del año 2000,
amparado en la tecnología de la Red y en los campus
virtuales. Consistía en aquella enseñanza
programada impresa, que luego se empaquetó en soportes
magnéticos y ópticos, y que finalmente se
ofrecía on line." (Wikilibros, 2006)

La creciente emergencia del e-learning comenzó a
generar otro concepto: el campus virtual; como resultado de la
creciente incorporación de tecnologías
computacionales e Internet en el proceso de
enseñanza-aprendizaje. Situación que fue generando
serios cuestionamientos a la eficacia y eficiencia del
e-learning, donde "los propios proveedores de e-learning parecen
aceptar la necesidad de una combinación de métodos
para llegar al suficiente desarrollo de las competencias
profesionales…" (Enebral, 2004)

Son varios los factores del "fracaso" del e-learning
como modalidad formativa pura. Entre ellas, la necesidad de un
equipo interdisciplinario para la elaboración del
proyecto; así como la interacción entre los
responsables de crear el contenido y los encargados de
proporcionar tutorías; etc. La disfuncionalidad de estas
áreas, conlleva a una pésima asimilación del
conocimiento a impartir. Otro factor, es creer que al contar con
una determinada plataforma tecnológica se origina per se,
un sistema de formación virtual, cosa mas errónea;
pues, es tan sólo una de las herramientas del sistema, al
igual, que los contenidos y recursos humanos. Un elemento de
dificultad del e-learning, también lo es, la
percepción de autores y tutores, que con mucha frecuencia,
plasman los conocimientos sin atender las necesidades educativas
de los alumnos. (Fabian, 2006)

La alternativa de si agregar presencialidad al
e-learning aumentaría su eficacia, es nimia; quizás
lo era desde el principio, habida cuenta que esas decisiones
tienen que ver menos con la fidelidad a determinados modelos que
con las necesidades específicas de cada proyecto
educativo.

Definir los límites entre las modalidades no es
una tarea fácil de precisar, más aún,
delimitar como se establecieron. Sin embargo, es importante
remarcar "que el origen del Blended Learning se debe tanto a la
‘cultura de la presencialidad’, como a aquellos
remendones que se hicieron a los cursos de e-learning que no
funcionaban en la medida de lo esperado." (Valzacchi,
2005)

En efecto, el e-learning no resultaba, salvo alguna
excepción, suficientemente satisfactorio, "aunque la
insatisfacción podría apuntar tanto al
método como a los contenidos ofrecidos, e incluso a
problemas técnicos, o a la orquestación u
organización de los programas de formación on
line
." (Enebral, 2004)

Ante estos resultados poco alentadores del e-learning
aparece el Blended Learning como solución,
concibiéndose como una mezcla del e-learning con sesiones
de presencialidad. Aiello y Cilia, sitúan su origen
temporal en los albores del siglo XXI, su iniciación
geográfica y posterior expansión corre en paralelo
en varias latitudes; aunque, pensado con distintas denominaciones
mantienen similar paradigma metodológico. (Aiello y Cilia,
2004) "Uno de los puntos geográficos que mayor
énfasis ha dado a las teorías, tendencias y
modalidades educativas en el mundo es precisamente América
Central, sin embargo, no podemos descartar que el concepto
aparece en otras ubicaciones geográficas como
América del Norte y Europa de manera prácticamente
simultánea." (Wikilibros, 2006)

La insurgencia del Blended Learning, no se debe tan
sólo al fracaso del e-learning sino a la
comprensión que desde la presencialidad se requiere este
recurso. Es más, la modalidad, responde a un nuevo
contexto social que demanda una renovada organización
pedagógica, relacionando el proceso tecnológico y
social de cambio con la innovación educativa. (Aiello y
Cilia, 2004)

Conforme avanza el Blended Learning, encuentra otras
vías. "No ya agregándole presencialidad al
e-Learning o educación virtual, sino sumando virtualidad a
la educación presencial." (Valzacchi, 2005) O, "ha sido
una evolución, más que de e-learning desde los
procesos presenciales de formación en la empresa a los que
hoy se han sumado instituciones tradicionalmente presenciales,
buena parte de ellas, universitarias." (Garcia, 2004)

En este panorama, la capacidad futura del Blended
Learning va fundiendo la educación on line o e-learning
con el "face to face" (cara a cara) o educación
presencial; integrándolo, bajo el respaldo de un modelo
pedagógico acorde a las exigencias de la sociedad actual;
garantizando la flexibilidad de tiempo, espacio y contenidos del
aprendizaje; y, la construcción participativa del
conocimiento, a través de sesiones presenciales o de
tecnología que les permita concretar.

Nada es por siempre, la durabilidad de los
acontecimientos no es previsible, los procesos cambian
continuamente, interesa más el devenir que su perpetuidad;
en tal sentido, es cuasi inevitable, en un futuro muy cercano y
dado la incorporación progresiva de las TIC’s en la
educación universitaria, la modalidad Blended Learning se
encamine a decisiones, en torno a:

  • La desaparición de las distinciones
    conceptuales entre la educación a distancia y la
    educación presencial.
  • El cambio de los roles tradicionales del profesorado,
    tutores adjuntos y staff administrativo y de apoyo.
  • Proporcionar una oportunidad, que nunca
    existió antes, de crear una red de estudiantes, un
    ‘espacio’ para el pensamiento colectivo y acceso a
    los pares para la socialización y el intercambio
    ocasional. (Salinas, s/f)

La resolución de estos eventos, conducirá
por disolver la modalidad, fundiéndola en el acto
educativo, sin mayor distinción de modelos, formas o
circunstancias.

  1. Desde nuestra óptica, la modalidad de
    educación conocida como Blended Learning
    (aprendizaje mezclado en español), es un modelo de
    enseñanza y aprendizaje mixto o semipresencial, es
    decir, que incluye tanto formación presencial como
    la virtual (una educación bimodal o dual). Significa
    esto, que el diseño instruccional o programa
    formativo deberá considerar tanto instancias on line
    (vía Internet u otras tecnologías digitales)
    como sesiones presenciales, estructuradas
    pedagógicamente; aprovechando los aspectos
    favorables de cada una; complementando, eliminando o
    minimizando los problemas que suelen presentarse por
    separado.

    Lo que en apariencia, suele comprenderse
    claramente, sin embargo, tropieza con una serie de
    cuestionamientos; unos, por el carácter
    aparentemente mercantil de la modalidad; y otros, por su
    pretensión de erigirse en un nuevo tipo de
    educación; por tanto, es vital, un esclarecimiento
    al respecto. Además de la atención que
    suscita el término, esta ha adquirido diversas
    denominaciones que amplifican su actuación. Para
    avanzar en una clarificación conceptual de la
    modalidad, se requiere previamente analizar las
    aportaciones, definiciones, opiniones y pareceres en torno
    a ella.

    Para Neil Coaten, "el aprendizaje mezclado ha
    estado siempre a la vanguardia de las actividades del
    e-aprendizaje. Reconoce que los mejores resultados para
    aprender son alcanzados generalmente logrando un equilibrio
    razonable entre el uso tradicional y los nuevos medios,
    seleccionado y utilizando cuidadosamente los productos y
    las herramientas que son más adecuados para cada
    curso." (Coaten, 2003)

    En una apretada síntesis, Paula Greciet,
    Directora de Contenidos de Santillana Formación,
    define al Blended Learning como el "desarrollo completo de
    los dos métodos didácticos que se han
    demostrado más eficaces en el ámbito de la
    formación soportada en Internet: el aprendizaje
    colaborativo y la práctica de la actividad."
    (Greciet, 2003)

    Situado en la tendencia denominativa del Blended
    Learning como modelo de enseñanza semipresencial, el
    Dr. Bartolomé de la Universidad de Barcelona, lo
    define como un modelo "que trata de recoger las ventajas
    del modelo virtual tratando de evitar sus inconvenientes.
    Aprovecha la importancia del grupo, el ritmo de aprendizaje
    y el contacto directo con el profesor de la
    enseñanza presencial, pero trata de desarrollar en
    los alumnos la capacidad de autoorganizarse, habilidades
    para la comunicación escrita, y estilos de
    aprendizaje autónomo. Especialmente importante en
    este modelo es el desarrollo de habilidades en la
    búsqueda y trabajo con información en las
    actuales fuentes de documentación en Internet."
    (Bartolomé, 2002)

    Ana Landaeta, del Centro de Estudios Financieros
    afirma que el Blended Learning, es "una modalidad de
    enseñanza mixta que combina la formación
    presencial tradicional con las nuevas tecnologías
    (e-learning)." (Landaeta, 2003)

    En respuesta a ¿Qué es el Blended
    Learning?, encontramos, "es la modalidad de
    enseñanza en la cual el tutor combina el rol
    tradicional o presencial con el rol a distancia o
    no-presencial. Donde el profesor combina sus habilidades de
    "formador" con habilidades propias de "tutor" ya que pasa
    de una modalidad a otra, tratando de tomar lo mejor de cada
    una de ellas. Utiliza herramientas de internet, de
    multimedia para la parte on line y herramientas comunes
    para sus clases presenciales." (Wikilearning,
    2006)

    Maria Pau Pascual, psicopedagoga y periodista,
    ubica la modalidad como formación mixta, situada "en
    primer lugar, en el intento de mejorar el proceso de
    enseñanza-aprendizaje y superar las dificultades
    pedagógicas que comporta un curso puramente on line
    (donde alcanzar un aprendizaje significativo basado en la
    experiencia y el trabajo cooperativo y activo del alumnado,
    a veces, es demasiado difícil). Y, en segundo lugar,
    en la reducción de costes que supone para las
    empresas; pues a pesar de que el Blended Learning reduce el
    ahorro del e-learning, la formación mixta sigue
    siendo más barata que la presencial. En resumen, con
    el Blended Learning se reduce el ahorro de la
    formación on line pero se gana en calidad."
    (Pascual, 2003)

    Partiendo de la combinación del modelo de
    formación on line con la posibilidad de disponer de
    un profesor como supervisor de los cursos, se plantea la
    formación combinada o enseñanza mixta,
    definida como la "combinación de clases
    presenciales con tutorías on line (mezcla de
    formación presencial y formación a distancia,
    e-learning).
    " (Ciberaula, 2006)

    "Definimos modelo bimodal educativo como un modelo
    flexible en el que se conjuntan armónicamente las
    posibilidades que las Tecnologías de la Sociedad de
    la Información (TSI) ofrecen (presencialidad/aula
    interactiva, videoconferencia, campus virtual,…)
    para poder realizar una formación según las
    necesidades del colectivo a formar y del contenido a
    impartir, con las actividades tradicionales de
    formación como son las clases magistrales o
    determinados tipos de prácticas." (Yabar,
    Barbará y Añaños, 2000)

    En la misma orientación de propuesta
    bimodal, pero, señalando su complementariedad, se
    propone que "la presencialidad de la
    educación tradicional y la virtualidad que
    posibilita la educación a distancia no son
    incompatibles ni excluyentes, sino que pueden considerarse
    como dos extremos de un mismo continuo que permite
    diferentes grados de combinación posible."
    (Villegas, 2002) Agrega, seguidamente, "la bimodalidad
    entiende la educación presencial y la
    educación a distancia no como extremos
    irreconciliables, sino como puntos de un continuo. Entre
    los extremos de presencialidad y de virtualidad existen
    infinidad de dispositivos pedagógicos posibles que
    capitalizan las ventajas educativas de las nuevas
    tecnologías, integrándolas en el quehacer
    docente de carácter presencial."

    En opinión del autor, el "blended
    e-learning combina lo positivo de la formación
    presencial (trabajo directo de actitudes y habilidades) con
    lo mejor de la formación a distancia
    (interacción, rapidez, economía….), esta
    mezcla de canales de aprendizaje enriquece el método
    formativo y permite individualizar la formación a
    cada uno de los destinatarios y cubrir más objetivos
    del aprendizaje… es un método de
    formación multicanal, donde interactúan
    distintos canales de comunicación,
    información y aprendizaje, y el alumno se ve
    obligado a participar de forma muy activa para poder seguir
    las enseñanzas, razón por la que
    aprovechará mejor el aprendizaje." (Rodrigo,
    2003)

    Reflexionando sobre el carácter del Blended
    Learning, se señala que "no es otra cosa que la
    formación semipresencial de toda la vida usando las
    ultimas tecnologías, cosa que siempre se ha hecho
    también. En este sentido, no es posible que el
    e-learning ‘evolucione’ hacia el Blended
    Learning porque se trata de modalidades distintas, que
    deben aplicarse en contextos con condiciones distintas. En
    cualquier caso, se trataría mas de una
    ‘involución’ que no de una
    evolución." (Sangrà, 2003)

    Bajo la orientación de estrategia
    pedagógica, se aborda la modalidad Blended Learning
    como aprendizaje combinatorio, que "denota estrategias que
    combinan o mezclan metodologías o formatos para
    lograr mejores resultados de aprendizaje. ‘Blended
    Learning´ específicamente se usa para
    referirse a la combinación de educación
    presencial y en línea, y podemos definirlo como la
    integración de elementos comunes a la
    enseñanza presencial, con elementos de la
    educación a distancia por Internet." (Olalla,
    2007)

    Siguiendo la deliberación pedagógica
    sobre el carácter del Blended Learning, otra autora,
    propone como definición el ser un "sistema flexible
    de formación a distancia, apoyado en las TIC’s
    (tecnologías, redes de telecomunicaciones,
    videoconferencia, TV digital, materiales didácticos
    multimedia…) que permite, según las circunstancias
    y las características de cada acción
    formativa, combinar diferentes elementos
    pedagógicos: la instrucción clásica
    (presencial o de autoformación), la
    realización de actividades, los contactos en tiempo
    real (presenciales, videoconferencias, chats…) y los
    contactos diferidos (consultas al tutor, foros de debate,
    correo electrónico…), etc." (Perol,
    2003)

    Teniendo como base el planteamiento de la
    innovación sin despreciar las formas y
    métodos convencionales, el Dr. Jesús Salinas
    (Salinas, 1999) propone la educación flexible como
    síntesis integradora frente al Blended Learning,
    señalando a este tipo de estudio, como de Campus
    Extens y no campus virtual. No lo hemos llamado así
    porque no lo es: No queremos un campus virtual, en el
    sentido de que tiene existencia aparente y no real
    (implícito, tácito). La propuesta
    desarrollada plantea retos para la organización del
    proceso de enseñanza-aprendizaje que ofrecen dichas
    implicaciones, que dependerán en gran medida del
    escenario de aprendizaje (el hogar, el puesto de trabajo o
    el centro de recursos de aprendizaje), es decir el marco
    espacio-temporal en el que el usuario desarrolla
    actividades de aprendizaje. El apoyo y la
    orientación que recibirá en cada
    situación, así como la diferente
    disponibilidad tecnológica son elementos cruciales
    en la explotación de las TIC’s para
    actividades de formación en esta nueva
    situación, pero en cualquier caso se requiere
    flexibilidad para cambiar de ser un alumno presencial a
    serlo a distancia y a la inversa, al mismo tiempo que
    flexibilidad para utilizar autónomamente una
    variedad de materiales.

    La naturaleza mixta de la modalidad, como
    configuración estructural, queda expresada en el
    desarrollo de actividades, algunas "son totalmente
    virtuales y el resto totalmente presenciales o bien
    combinando actividades parcialmente virtuales y
    parcialmente presenciales. En este último caso, la
    flexibilidad es mucho mayor y permite un gran margen de
    maniobras sobre todo a las universidades convencionales que
    pueden decidir con gran libertad ampliar su oferta
    aprovechando tanto su estructura como su infraestructura."
    (Mena, 2004)

    Esta sumaria revisión, ha permitido
    esclarecer las aproximaciones adelantadas inicialmente,
    permitiendo entender que el Blended Learning sigue una
    tendencia marcada por la Psicología escolar, en la
    que destaca el término «aprendizaje»
    como contrapuesto a la «enseñanza». La
    modalidad va más allá de la selección
    de los recursos más adecuados en cada acción
    de aprendizaje, el estudio de estos recursos, sus
    funcionalidades y posibilidades es el quid del modelo; dado
    que su dinámica no consiste en colocar materiales en
    Internet sino en aprovechar los que existen. Un ejemplo es
    el World Wide Web. Se trata de no cambiar de medio sin
    necesidad y de aprovechar lo existente. (Bartolomé,
    2004)

    Resalta de estas recopilaciones, la
    ubicación del tutor como "elemento o factor"
    importante en el desarrollo de la modalidad Blended
    Learning, tanto como la calidad de los materiales de
    apoyo.

    Otro asunto esclarecedor, esta en el deslinde,
    respecto a las nociones propuestas; el modo mixto no
    responde plenamente a la definición de la modalidad
    Blended Learning, lo mismo que la definición de
    aprendizaje combinatorio. Esto, en razón de que se
    conceptúan como escenarios separados a
    complementarse en el desarrollo del hecho educativo, lo
    cual difiere de carácter conjunto sustentada en la
    propuesta.

    Un agregado clarificador para comprender la
    esencia de la modalidad Blended Learning "no es, así
    pues, un modelo de aprendizaje basado en una teoría
    general del aprendizaje sino la aplicación de un
    pensamiento ecléctico y práctico."
    (Bartolomé, 2004)

    En consecuencia, el Blended Learning es una
    modalidad educativa, expresión apropiada para
    entenderla, aunque tenga otros significados como
    enseñanza semipresencial o formación mixta o
    aprendizaje combinado o mezclado; no es entonces, un nuevo
    modelo educativo sino el desarrollo de una modalidad
    educativa alternativa; que viene del mundo de la
    formación en la empresa (y tiene obviamente una
    fuerte intencionalidad de promoción y marketing),
    más, actualmente sus mayores logros están en
    el ámbito universitario.

    Sumado a las aproximaciones definitorias del
    Blended Learning, planteada inicialmente, queda establecido
    el uso racional e integrado de dos modalidades educativas:
    presencial y virtual, eso sí, no mezclados sino
    integrados, hibridizados, donde no se reconocen las partes
    que la constituyen; y las estrategias empleadas son de
    naturaleza colaborativa, sostenidas o no con recursos
    provenientes de las TIC’s, tal como lo plantea Garcia
    Aretio (Garcia, 2004a), ¿Quién puede dudar
    del sabrosísimo cóctel que
    surgirá?.

    El Blended Learning es algo más, que lo
    entendido como punto intermedio entre dos modalidades o la
    intersección entre dos modelos; presencial y
    virtual; se presenta como una opción que integra,
    armoniza, complementa y conjuga los medios, recursos,
    metodologías, actividades, estrategias y
    técnicas planteadas por ambas modalidades. Visto
    así, será un ente en si mismo, con una
    estructura programática y discurso propio. O,
    más convenientemente, una modalidad educativa en la
    que se han disuelto estos modelos en uno solo, encontrando
    el equilibrio perfecto para su adaptación a las
    exigencias de nuestros tiempos.

    La expresión Blended Learning es la
    denominación más conocida y asequible que las
    otras, aunque últimamente insurge la
    denominación Blended e-Learning. Insistimos en el
    término Blended Learning, sobre todo, por que
    facilita la búsqueda de información y una
    mayor comprensión y comunicación; por ello,
    es preferido en su uso, que no implica desprenderla de la
    esencia integral de la educación, que comprende a la
    enseñanza y el aprendizaje; y, no como se pretende
    en el uso del término, la prevalencia del
    aprendizaje, ni la hegemonía de la enseñanza,
    como explica la enseñanza semipresencial.

    Sintetizando todas estas apreciaciones
    conceptuales en una definición de la modalidad,
    entendemos la propuesta del Blended Learning, mejorando
    nuestra aproximación inicial, más
    propiamente, como un proceso de Enseñanza y
    Aprendizaje Integrados (EAI), categorizada como una
    modalidad educativa alternativa, que integra a la modalidad
    presencial con la virtual en su naturaleza colaborativa,
    combinatoria y complementaria; recurriendo a la
    utilización de las TIC’s para desarrollar
    procesos formativos, situando su énfasis en una
    interactividad didáctica mediada por la necesidades
    e intereses del programa.

  2. APROXIMACIONES A UNA
    DEFINICIÓN
  3. DESAFIOS DE LA MODALIDAD

Cuando de educar se trata, no se precisa de una toma de
decisión a priori y definitiva sobre cuál es la
mejor solución o estrategia para cada situación. Lo
apropiado, es experimentar varias de ellas, cada una será
adecuada para un propósito, y luego conjugar con las
combinaciones. En ese proceder, se pueden concertar formatos
tradicionales con formatos más innovadores para introducir
paulatinamente a los estudiantes y docentes en nuevos derroteros,
estilos y/o estrategias de enseñar y aprender.

El planteamiento de los desafíos de la modalidad
Blended Learning presupone, primariamente, determinar las
finalidades del contexto que resulten más eficaz en cada
situación. Por ejemplo, si se trata de presentar
información conceptual bien estructurada, la red es el
medio idóneo; por el contrario, para cambiar determinadas
actitudes, las situaciones de provocación o tensión
emocional, el ‘cara a cara’ resulta mucho más
impactante que en su réplica virtual. El cuadro adjunto
presenta los fines de los entornos, motivos de los retos
planteados.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
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