Análisis narratológico del cuento: Alguien desordena estas rosas de Gabriel García Márquez
- Subsistema
ideotemático - Narrador y
narratario - Focalización
- Los
personajes - Cronotopo
- Técnicas
Narrativas - Aspectos
Estilísticos - Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
¨ La narración es una praxis que, al
desarrollarse, segrega su propia teoría.¨
Juan José Saer.
Este trabajo
pretende realizar un análisis narratológico del cuento:
Alguien desordena estas rosas, de
Gabriel García
Márquez. Se apoya para esto en un examen superficial
de la vida y obra del autor, breves señalamientos sobre la
fuente del texto y
algunas motivaciones y dificultades propias que me impulsaron a
desarrollarlo, así como un estudio minucioso de los
diferentes subsistemas presentes en el relato: el subsistema
ideotemático (tema, subtemas, argumento, conflicto), el
narrador y narratario, la focalización, el subsistema de
los personajes, el cronotopo, todo esto sin olvidar las técnicas
narrativas que se vislumbran en el mismo y aspectos en el orden
estilístico.
El texto fue extraído del libro Todos
los cuentos de
Gabriel García Márquez, obra que logra recoger
en sí misma a otros tres libros:
Ojos de perro azul, Los funerales de la mamá
grande y La increíble y triste historia de la
Cándida Eréndira y de su abuela desalmada. La
ficción proviene del primero entre los tres trabajos
expuestos anteriormente.
Seleccioné paradójicamente este cuento por
su grado de complejidad. Se inserta el mismo dentro del realismo
mágico que comienza a surgir en la literatura iberoamericana
durante la segunda mitad del siglo XX. Esta tendencia, es
esencialmente ecléctica. Funde la realidad narrativa con
elementos fantásticos y fabulosos, no tanto para
reconciliarlos como para exagerar su aparente discordancia. El
reto que esto supone para la noción común de la
"realidad" lleva implícito un cuestionamiento de la
"verdad" que a su vez puede socavar de manera deliberada el texto
y las palabras, y en ocasiones la autoridad de
la propia ficción.
En cuanto a las referencias del autor, se puede citar
que: Gabriel García Márquez (nacido en 1928)
fue escritor, periodista y premio Nobel colombiano. Es
considerado una de las figuras más representativas de la
narrativa del siglo XX.
Nace en Aracataca (departamento de
Magdalena), y muy pronto su familia
abandonó esta población atlántica para trasladarse
a Bogotá. Allí se formó inicialmente en el
terreno del periodismo,
aunque también estudió derecho. A mediados de la
década de 1940 comenzó a publicar en varios
periódicos sus primeros artículos, cuentos y
crónicas de cine; en 1946
trabajó como redactor de El Universal, periódico
de Cartagena de Indias; entre 1948 y 1952 en El Heraldo de
Barranquilla y a partir de 1952 en El Espectador de
Bogotá. Entre 1959 y 1961 fue representante de la
agencia cubana de noticias La
Prensa en
Bogotá, La Habana y Nueva York. Debido a sus ideas
políticas, se enfrentó con el
dictador Laureano Gómez y con su sucesor, el general
Gustavo Rojas Pinilla, y hubo de pasar las décadas de 1960
y 1970 en un exilio voluntario en México y
España.
El compromiso político de García
Márquez está integrado en su obra y se
originó en el marco histórico de la Colombia del
Bogotazo y todo el periodo de violencia que
le siguió. Como otros escritores del boom de la Literatura
latinoamericana, defendió la Revolución
Cubana pero, a diferencia de muchos de ellos, continúa
apoyando a Fidel Castro y
mantiene polémicas en la prensa y en encuentros con otros
escritores sobre la actual situación de ese país,
especialmente en lo que respecta a los derechos
humanos.
En 1986, ya premio Nobel, y
precisamente por la repercusión internacional que tiene
cualquiera de sus actividades, promovió la
fundación de la Escuela
Internacional de Cine y Televisión
de San Antonio de
los Baños (Cuba) junto
con el cineasta argentino Fernando Birri, participando en varios
guiones cinematográficos, tanto de obras propias como en
colaboración con otros escritores. Esta escuela, que
impulsa la formación de realizadores del llamado Tercer
Mundo, forma parte de la Fundación del Nuevo Cine
Latinoamericano, que también impulsó y de la cual
es presidente.
Entre sus primeras novelas se
encuentran: La hojarasca (1955), El coronel no tiene
quien le escriba (1961).Su obra más conocida es
Cien años de soledad (1967), escrita durante su
exilio en México.
Otras obras narrativas son: El otoño
del patriarca (1975), en torno al poder y la
corrupción
política;
Crónica de una muerte
anunciada (1981), historia de un asesinato cometido en una
pequeña ciudad latinoamericana; El amor en los
tiempos del cólera (1985), historia de amor que sigue
las pautas clásicas del género
pero con un trasfondo de sabia pasión, y El general en
su laberinto (1989), narración ficticia de los
últimos días de vida de Simón Bolívar,
enfermo y despojado de su poder. García Márquez
también es autor de los libros de cuentos: La
increíble y triste historia de la cándida
Eréndira y de su abuela desalmada (1972) y Doce
cuentos peregrinos (1992).
Ha recibido numerosos premios, como el
Rómulo Gallegos en 1973 y el Nobel de Literatura en 1982.
Después de obtener este galardón fue formalmente
invitado por el gobierno
colombiano a regresar a su país, donde ejerció de
intermediario entre aquél y la guerrilla. García
Márquez ha despertado admiración en numerosos
países por la personalísima mezcla de realidad y
fantasía de sus textos periodísticos, como en
Noticia de un secuestro (1996), un reportaje novelado
sobre el narcoterrorismo colombiano. En 1998 publicó La
bendita manía de contar y su autobiografía
Gabriel García Márquez, y decidió
comprar la mitad de las acciones de la
revista
colombiana Cambio para poder hacer realidad sus ideas
sobre el periodismo. En 2002 vio la luz la primera
parte de sus memorias,
Vivir para contarla, cuyas páginas repasan sus
años de infancia y
juventud,
desde los recuerdos de su Aracataca natal hasta 1955. En 2004
retomó el género novelístico con la
publicación de Memoria de mis putas tristes, una
novela que
narra la relación amorosa entre un anciano de 90
años y una adolescente.
Subsistema
ideotemático
¨ Tiene que haber un hombre
detrás del libro.¨
Emerson.
El suceso trágico que se materializa con el
fallecimiento del niño (personaje testigo), marca el comienzo
de la historia narrada en retrospectiva. Márquez se apoya
en lo fantástico para trasmitirnos mediante este personaje
las acciones que se producen. Selecciona el espectro del
niño para relatarnos el pasado y presente abstracto de
este, sin descuidar a su antigua compañera de juegos, la que
constituye el personaje protagónico y a quién
está vinculado espiritualmente.
En el cuento el autor implícito plasma como tema
principal: la fuerza del
espíritu más allá de la muerte, ese
poder de trascendencia del alma incluso
después de la inexistencia física.
También se observan una serie de subtemas como: el
recuerdo, la soledad, la impotencia al tratar de alcanzar
constantemente las rosas, la religión que se
evidencia con el altar para sus santos, la inseguridad y
el deseo.
El conflicto que mueve la trama es la muerte del
niño, que a la vez se convierte en un conflicto interno de
este personaje principal. El fallecimiento será el punto
de partida con el que el personaje protagónico (la
muchacha) y el otro personaje principal se apartan
físicamente, aunque el segundo sigue manteniendo una
conexión mística. Existen también otros
conflictos
como: la presencia de la mujer, que no
le permite al fantasma alcanzar las rosas para realizar su
voluntad:
[…] desde hace tres o cuatro domingos estoy
tratando de llegar hasta las rosas, pero ella ha permanecido
vigilante frente al altar; vigilando las rosas con una
sobresaltada diligencia […]
El cuento desde el principio nos muestra un
carácter oscuro, en el se aprecia un
argumento interesante: tras la caída de una escalera, un
niño que ha sido acompañado por una pequeña
de cinco años a coger nidos en un establo, muere
instantáneamente, en una lluviosa tarde de agosto. Luego
del terrible accidente, la familia
decide abandonar la casa, todos, menos el fantasma del muchacho y
sólo veinte años más tarde la niña,
transformada ahora en una muchacha, regresa otra vez. Transcurren
entonces otros veinte años, y la mujer, que se
dedica a cultivar rosas, se convierte en guardiana celosa de la
habitación donde tiene un altar para los santos, les
coloca flores y cree inseguramente que alguien "el viento"
se las desordena.
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