Obviamente, los autores de ciencia ficción sólo
adecuan sus argumentos al suspenso y al drama, sin interesarse
mucho por el punto en el que las especulaciones con algún
fundamento llegan a convertirse en burdas fantasías. Una
de estas posibilidades infundadas, que es expuesta a pesar de su
incoherencia, es que la realidad, en el presente, se transforma
"mágicamente" a medida que es cambiada en el pasado.
Sólo así, no habría nada "ilógico" en
que el viajero se matara a si mismo antes de nacer. En
películas tales como "Timecop" y "Frecuencia
Mortal", los objetos rotos se recomponen
espontáneamente en el presente cuando son arreglados en el
pasado. Si el viajero, luchando por su vida en el pasado, amputa
la mano al villano, éste ve en el presente, con horror,
cómo su mano desaparece. Si en el pasado es impedida la
muerte de un pariente, en el presente los nuevos recuerdos en su
compañía aparecen espontáneamente en la
mente del protagonista que lo conoció. Inclusive, dicho
pariente, salvado de la muerte en el pasado, surge
físicamente a su lado, con la edad que tendría
actualmente…
Otra posibilidad sin consistencia es suponer que la realidad
está estructurada de tal manera que cambiar la historia
es imposible. En esta versión, el Universo es una
especie de "entidad vigilante", que no tolera ningún
cambio en la secuencia de sus acontecimientos capaz de alterar
substancialmente su devenir. Si un conocido del viajero ha muerto
en el pasado, se plantea que es imposible que éste,
viniendo desde el futuro a advertirle, o mediante cualquier otro
medio, pueda salvarlo. En "La Máquina del Tiempo",
es la novia del viajero la que muere al resultar asaltada. El
viajero retorna al fatídico momento y consigue ahuyentar a
los delincuentes. Piensa que ha cambiado felizmente el destino de
su amada, pero no es así. ¡Minutos después de
quedar a salvo, ella es atropellada por un carruaje!… Del mismo
modo, según este supuesto, para el caso de la "paradoja
del progenitor", no importa los intentos que el viajero haga en
el pasado para impedir su nacimiento: jamás podrá
lograrlo porque, de alguna manera, la realidad
"conspirará" para anular todos los actos que realice en
contra de su concepción, o repetirá aquellos
acontecimientos que finalmente la produzcan.
Podemos imaginar muchos argumentos a favor de ambas
posibilidades (de la "transformación del presente en
función del pasado" o de "la imposibilidad de afectar el
pasado"). Pero igualmente pueden existir muchos otros argumentos
en contra. Y, lo más importante, no existen hechos ni
principios físicos, biológicos o
psicológicos, que apoyen cualquiera de estas suposiciones.
No hay ninguna forma de comprobar que el presente esté
"ligado" de manera simultánea con el pasado, de manera que
los cambios en éste repercutan instantáneamente en
el presente. Y, si la hubiese, de todos modos ello sólo
podría ser probado una vez que las excursiones temporales
puedan realizarse. Por otra parte, es menos justificable
todavía sostener que existe una supuesta "rigidez
histórica" de la realidad, que no sea la que imponen sus
propias leyes naturales conocidas. Y mucho menos razonable
todavía es creer que esté dotada de una especie de
"retroalimentación conspiradora" contra todo posible
cambio en el devenir de sus acontecimientos. De este modo, la
única guía que tenemos, por ahora, para ofrecer un
bosquejo coherente de la experiencia del viaje temporal, sigue
siendo la interpretación de Everett, con toda su
extravagancia, debido al éxito lógico que ha
demostrado al interpretar los fenómenos
mecánico-cuánticos.
La
lógica de los viajes a través del tiempo
Si la realidad es una colección infinita de universos,
ordenados como una serie de acontecimientos paralelos, en muchos
de estos universos habrá una copia idéntica a cada
uno de nosotros. Para continuar con nuestro ejemplo extremo,
habrá muchos idénticos viajeros potenciales, con la
idea fija de frustrar su existencia, y muchos padres que lo
engendraron ignorando la trágica determinación que
anima a su vástago. Sigámosle la pista a uno solo
de estos "autohomicidas". Veremos que la única forma de
eludir las infundadas ideas sobre una supuesta
"transformación del presente en función del pasado"
o sobre una no menos misteriosa "imposibilidad de afectar el
pasado", es que el viajero transite al pasado de otro
universo paralelo. Allí, podrá cumplir con su
propósito en cualquier forma imaginable, sin necesidad de
suponer ningún obstáculo de parte de una realidad
inexplicablemente rebelde a ser cambiada. Y el que haya evitado
su propio nacimiento, en el pasado de este otro universo,
no es en modo alguno tampoco algo incoherente, ni supondrá
que él desaparezca espontáneamente. Pues,
seguirá formando parte de ese universo distinto al que ha
llegado y en el que, por su intervención, nunca
nacerá una copia idéntica de él. Sin
embargo, ya no estará más en el universo desde el
cual salió y en el que, efectiva y necesariamente, ha
nacido. En resumen, en el contexto de la interpretación de
Everett, la "paradoja del progenitor" se resuelve
satisfactoriamente, sin necesidad de acudir a suposiciones
adicionales e injustificables, asumiendo simplemente que el
viajero temporal nunca vuelve al pasado de su propia
"línea de universo". Su viaje, ya sea que lo haga hacia el
pasado o hacia el futuro, invariablemente irá a dar a
"pasados" o a "futuros" de otros universos paralelos, si
bien idénticos a aquél del cual salió,
distintos del mismo (Ver fig. 5).
Ahora bien. Del mismo modo en que el viajero podría
conocer a sus ancestros, viajando unos pocos años, e
inclusive, sólo horas o minutos hacia el pasado,
podría encontrarse con el doble de si mismo en el universo
paralelo al cual fuese a dar. Un argumento, construido
magistralmente sobre esta paradoja, se desarrolla en el film
"Doce Monos", de Terry Guilliam. Aquí, el
protagonista tiene pesadillas recurrentes sobre un sujeto que vio
morir cuando niño, balaceado por policías. Ya
adulto, es encarcelado y, luego, utilizado como conejillo de
indias para ensayar viajes a través del tiempo. En una de
sus incursiones al pasado, se rebela y decide quedarse en esa
época. Vuelto sospechoso de portar un virus
mortífero, intenta huir de la policía y, entonces,
es acribillado en presencia de un niño… ¡que
resulta ser él mismo! Por perturbador que resulte, hay que
agregar que la posibilidad de que, con los viajes hacia el
pasado, se den semejantes experiencias circulares, tienen
sólidas justificaciones dentro de la lógica de las
líneas de universos paralelos.
Siempre hay que partir acotando un subconjunto de "universos
posibles" para la situación considerada, el cual, en este
caso, debe estar constituido por todos aquellos universos
paralelos en que el niño llega a vivir por lo menos hasta
la edad en la cual es enviado hacia el pasado. Para ser precisos,
el niño no se ve morir a si mismo, sino a su
copia, ya adulta, habitante de otro universo. Y,
empleando rigurosamente la lógica sugerida por la
interpretación de Everett, en la mitad de los
universos en que el viajero llega a ser adulto y viaja en el
tiempo, de niño nunca se verá a si mismo muriendo.
Eso sólo le tocará experimentarlo a sus
copias-niños de la otra mitad de universos, a los
cuales llegará el viajero adulto salido de la primera
mitad de universos mencionada. Por supuesto, para esta "segunda
mitad" de copias-niños, esto es simple retórica,
pues nada parece poder impedir que, ya de adultos, vuelvan a
tener el mismo destino en el pasado de otro universo, en el que
otra copia infantil de si mismos los vea morir de nuevo… y
así sucesivamente, ad infinitum.
En la saga de los films de Spielberg "Volver al
Futuro", el genial profesor protagonista expone brevemente la
lógica de universos paralelos para tratar de explicar
cómo son posibles sus aventuras a través del
tiempo. Sin embargo, lo que no se ajusta a dicha lógica es
que el presente al cual retorna una vez que ha manipulado el
pasado, sea precisamente el mismo en el cual ha producido
los cambios. Esto se deja ver toda vez que el futuro al cual
retorna aparece mostrando consecuencias indeseables, producto de
las alteraciones que el atribulado protagonista introdujo en el
pasado. Inclusive, hay relatos escritos por físicos
connotados que incurren en una falacia parecida. Es el caso de un
famoso cuento de Isaac Asimov, en el cual cierta "agencia
turística" de nuestra época ofrece "safaris" a
sesenta y cinco millones de años en el pasado, con el fin
de vivir la emocionante, pero peligrosa, experiencia de cazar un
tiranosaurio. Ocurre que el aventurero que contrata el servicio
no puede sobreponerse al terror que le causa la vista de
semejante bestia y huye despavorido, despreocupándose del
delicado protocolo del safari, que prohibía intervenir el
escenario de tan remoto pasado. En su huida a través del
terreno fangoso, aplasta a una pequeña mariposa y descubre
el hecho sólo una vez que los guías lo han hecho
retornar, sano y salvo a la máquina. Sin embargo, ese
minúsculo descuido ha transformado la cadena de
acontecimientos evolutivos que, a lo largo de millones de
años, termina desencadenando un presente muy distinto al
que abandonaron. El relato termina cuando los viajeros,
horrorizados, constatan que la raza dominante en el presente no
son los humanos y ni siquiera alguna otra especie de
mamíferos… ¡sino que los propios
descendientes de los terribles dinosaurios!
Puede apreciarse cómo, en ambos casos, se está
apelando al argumento implícito de que el presente
cambiaría espontáneamente a raíz de los
cambios suscitados en el pasado. Lo cierto es que la
lógica de Everett muestra otra cosa. Por ejemplo, el
profesor de "Volver al Futuro" podrá lograr que, en
el pasado, las cosas cambien de modo que el futuro de esa
"línea de universo" en la que interviene sea mucho
más placentero y benigno. Pero, ineludiblemente, este
futuro "mejorado" sólo podrá disfrutarlo su doble,
su otro yo que nacerá y crecerá en ese universo
intervenido. Si él sale de nuevo de esta época con
la intención de volver al futuro del que viniera, no
podrá jamás llegar al mismo futuro que ha
arreglado, sino que, ineludiblemente, llegará a otro
distinto (porque esa es la condición para eludir
suposiciones sin fundamento, tales como la "transformación
espontánea del presente en función de los
cambios operados en el pasado"). Y ese otro futuro al cual
llegará será, obviamente, muy parecido a
aquél desde el cual saliera inicialmente hacia el pasado,
pero diferente en un aspecto; un detalle no menor: ¡con una
copia de él mismo, que (dependiendo de si vuelve poco
antes o poco después de su partida) se dispone a viajar o
que ya ha viajado en el tiempo, al igual que lo ha hecho
él! De nuevo, la lógica de Everett impone que, en
la mitad de los universos de cuyo pasado sale,
jamás llegará al futuro de estos mismos universos,
pudiendo sí llegar al futuro de la otra mitad de
los universos en cuyo pasado estuvo. Y aquí, al profesor
no le quedará más remedio que compartir este nuevo
futuro con un doble de él. Pero la situación
podría volverse todavía más caótica
si, por ejemplo, los dos profesores, al encontrarse, insisten en
viajar de nuevo hacia el pasado, para luego retornar poco antes
de su partida… ¡Porque, entonces, (por lo menos en el 50
por ciento de los universos en que esto ocurre), ambos se
reencontrarían con sus primeros dobles, y habría
cuatro profesores idénticos, compartiendo el mismo
paradójico espanto!
Deutsch y Lockwood exponen esta consecuencia con lo que han
llamado "separación asimétrica". Si salgo de este
universo en un viaje hacia el pasado o hacia el futuro,
prometiendo a mi pareja regresar, el 50 por ciento de mis dobles
en universos paralelos jamás podrán cumplir esa
promesa. No, por lo menos, a la pareja que abandoné en el
50 por ciento de los universos de los cuales salí.
Invariablemente, iría a dar al otro 50 por ciento de los
universos en que esa situación ocurre, en los que la
reencontraría junto al correspondiente doble de mi mismo,
oriundo de dichos universos…
Conclusiones
La posibilidad de los viajes a través del tiempo no
contradice ningún principio físico conocido hasta
ahora. Por el contrario, los conceptos de la Física
contemporánea (sobre todo, la idea de "relatividad del
tiempo", el concepto geométrico de "espacio-tiempo", el
Principio de Incertidumbre y la noción de "energía
fluctuante del vacío") facilitan el imaginar cómo
realizarlos. Ello nos lleva a suponer que semejantes excursiones
podrían algún día llevarse a cabo, siempre y
cuando las restricciones actuales referentes al inconmensurable
"interés cuántico" que hace falta comprometer en
energía para abrir "agujeros de gusano" estables, puedan
eludirse. Cabe que estemos siguiendo el camino equivocado, al
igual que Leonardo al diseñar alas móviles
semejantes a las de los pájaros, pero que el organismo
humano no tenía la fuerza necesaria para poder batir. O,
simplemente, puede ocurrir que tales restricciones resulten
insalvables, y los futuros desarrollos teóricos obliguen a
decretar la imposibilidad del viaje trans-temporal mediante
algún principio limitante, semejante al de Invariancia o
al de Incertidumbre.
Cabe también suponer que esté prohibido efectuar
viajes a través del tiempo "de cuerpo presente", y que no
podamos jamás llegar a trasladarnos físicamente a
otras épocas. Pero, cuando menos, podría ser
posible el envío de "señales" hacia el pasado o
hacia el futuro; una especie de comunicación entre dos
espacio-tiempos diferentes. El film "Frequency" inaugura
un paradójico drama en base a esta alternativa. Una
actividad inusitada en el Sol altera los campos
electromagnéticos del "viento solar", provocando auroras
boreales espectaculares y serias distorsiones en las
comunicaciones radiales. Esto ocurrió, primero, a fines de
los cincuenta (cuando el protagonista era sólo un
niño) y luego, treinta años más tarde.
Manipulando un radiotransmisor, antigua reliquia familiar, el
protagonista logra comunicación con un misterioso
interlocutor, que resulta ser su propio padre, transmitiendo
desde el mismo escritorio en el que él se
encuentra… ¡pero treinta años antes! La
justificación para tan singular fenómeno es
explicada (vagamente por supuesto) planteando que el tiempo puede
tener, no una, sino varias "dimensiones" e "interconexiones"
insospechadas. Y se apela a las relativamente recientes
propiedades descubiertas en los "campos de cuerdas", para
explicar lo sucedido: un "tercer tipo de tiempo" se ha extendido
como un puente entre el "tiempo pasado" y el "tiempo futuro",
juntándolos en un "rizo", en una estructura
espacio-temporal mayor que ambas. En este caso, la
comunicación lograda entre el fallecido padre del pasado y
el hijo del futuro, ya un adulto, tiene el efecto de modificar
sus conductas de tal manera que tanto el pasado como el futuro
cambian también. Nuevamente, hay que dejar de lado la
suposición (ya discutida y descartada como
"injustificada") acerca de que dos espacio-tiempos distintos
puedan alterarse mutuamente en la misma "línea de
universo", porque cualquier tipo de señal que sea posible
de enviar al pasado o al futuro ha de respetar los principios
básicos de la Interpretación de Everett.
Por supuesto, la lógica de los viajes a través
del tiempo aquí aplicada, derivada de la
interpretación de Everett de la Mecánica
Cuántica y reformulada por Deutsch y Lockwood, no es
concluyente. Pero es la hipótesis sobre la posible
experiencia trans-temporal más fiel a los principios
físicos de que disponemos. Obviamente, como toda
hipótesis científica, sólo podrá ser
confirmada o refutada cuando dicha experiencia sea realizada.
Mientras tanto, dentro de su probable validez, nos ofrece cuando
menos una orientación acerca de lo que deberíamos
esperar de semejantes excursiones a través del tiempo.
Hay físicos connotados que, a pesar de todo, se
muestran escépticos ante los viajes por el tiempo.
Hawking, en particular, ha dicho que no existe mejor prueba
contra la posibilidad de tales viajes, que el hecho de que no
estemos invadidos por hordas de "turistas" del futuro. Pero
Deutsch y Lockwood se atrincheran en la lógica de Everett,
argumentando en el fondo (aparte de otras propuestas, a mi juicio
más débiles, referentes a la "escasez" de los
"túneles de gusano" y a la falta de interés por
nuestra época que tendrían los viajeros del tiempo)
que el hecho de que nuestra "línea de universo" particular
no haya recibido hasta ahora visitas trans-temporales no es
prueba de que éstas excursiones no puedan
realizarse; simplemente, muestra que la posibilidad de ser
visitados desde (o de visitar nosotros) otros espacio-tiempos,
queda abierta hacia el futuro.
A esta réplica, yo agregaría dos más. En
primer término, asegurar, como lo hace Hawking, que
nuestra "línea de universo" nunca ha sido visitada
desde el futuro de algún universo paralelo es, por decir
lo menos, arriesgado. No solo porque no hay un criterio que
permita afirmar con seguridad que nuestra evolución e
historia no han sido jamás "intervenidas" y, por lo mismo,
cabe la posibilidad de que esto sí haya ocurrido,
aunque lo desconocemos. Sino que, además, por el hecho de
que existen varios hallazgos arqueológicos de "objetos
fuera de lugar", que violan absolutamente la idea de una
cronología evolutiva coherente. Los ejemplos más
espectaculares de estos hallazgos son, quizás, las huellas
de calzado encontradas en el Desierto del Gobi (sureste de
Mongolia), en un estrato de hace doscientos millones de
años. O el martillo de hierro, encontrado en Texas en
1934, incrustado en una roca que tenía sesenta millones de
años, cuyo mango de madera, carbonizado y petrificado,
mostraba todos los signos de la fosilización esperable en
semejante antigüedad. O esa especie de bujía, hecha
de un cilindro metálico con componentes electroconductores
y revestimiento de cerámica, encontrada a mediados del
siglo XX, también en Texas, al interior de una piedra de
unos cuatro millones de años. O el curioso artefacto con
engranajes hallado entre los restos de un naufragio
helénico en Antikithera, Grecia, cuyo análisis,
llevado a cabo en 1950 por Derek de Solla Price, docente de la
Universidad de Yale, demostró que podía definir las
órbitas de los planetas e, inclusive, predecir eclipses.
Para explicar estos y otros muchos casos, registrados por
especialistas serios y simplemente "archivados", la idea de un
universo evolutivamente coherente, es insuficiente.
¿Cómo pudieron existir estos objetos en
épocas tan remotas y totalmente aislados de alguna otra
evidencia, que señale inteligencias y civilizaciones en
cuyos contextos pudiera explicarse su origen?
Una explicación probable es que la cronología
evolutiva, construida hasta ahora, sea errónea. Pero
desecharla, junto con todos sus logros, por incorporar la
incertidumbre de estos pocos casos extraños, es un costo
demasiado elevado e injustificado. Otra explicación menos
"costosa" es esta que parece estar siendo sugerida desde la
Física de los viajes por el tiempo. "Turistas del futuro"
podrían ser los responsables de haber salpicado
nuestra "línea de universo" con estas curiosas evidencias.
En efecto: ¿quién, yendo de excursión
aérea a selvas inaccesibles, no ha perdido un celular o
una brújula y, con ello, dejado en lugares absolutamente
vírgenes, objetos que resultaría inexplicable
encontrar allí si no es aceptando la posibilidad de tales
viajes? Por supuesto, muy bien puede ocurrir que estos hallazgos
tuviesen otra explicación. El reto que se impone entonces
es que semejante explicación, de haberla, resulte tan
"económica", cohesionadora y sugestiva como
ésta.
Por otra parte, siempre es conveniente recordar la
función que una idea, como la de los "universos paralelos"
de Everett, desempeña en el contexto de una
explicación científica. No es lo adecuada al
sentido común o lo carente de extravagancias lo que decide
su verdad o falsedad. Su "valor de verdad" depende de
cuántos cabos sueltos, colgantes de otras teorías,
amarra ("valor contextual") y de cuántos hechos
observables consigue explicar ("valor pragmático"). El
"valor contextual" de la interpretación de Everett,
aplicada a los viajes trans-temporales, es evidentemente superior
al de cualquier otra idea, en la medida en que los vincula con
principios físicos sólidamente establecidos. Queda
por ver, en los futuros experimentos relacionados con la
"energía negativa", si su "valor pragmático"
conserva la misma superioridad frente a ideas alternativas que
vayan surgiendo.
Por último, necesitamos responder a la pregunta que nos
hicimos inicialmente, en relación a si los viajes al
pasado nos permitirían "arreglar" nuestro presente. Si la
lógica de Everett es correcta, la respuesta definitiva es
"no". Aunque los viajes trans-temporales fuesen posibles,
sólo podríamos arreglar el presente del universo a
cuyo pasado viajemos; nunca, aquél presente del universo
del cual saldremos para siempre. Cabe presumir entonces que la
motivación básica para efectuar excursiones a
través de las épocas no sería la eventual
"corrección" de la historia. Pero esto no significa que
tales excursiones no atraigan poderosamente la atención de
nuestros descendientes por otras razones.
Sin duda, los viajes trans-temporales serán una
experiencia límite, que posiblemente desencadenará
un desarraigo incomparablemente más profundo. De modo
semejante al indígena que ve disuelta su identidad
étnica, patrimonio inútil en la cautivadora urbe
postmoderna, o al cosmopolita que no se siente parte de nada y
para el cual ningún lugar sobre la Tierra es diferente al
otro sino por su novedad o belleza, así también,
los "crononautas" irán saltando de universo en universo,
una sola vez. De la manera más radical imaginable, se
hará patente la intuición filosófica de
Heráclito, que compara al tiempo con un río en el
que jamás nos sumergimos dos veces. El espacio-tiempo para
los "crononautas" jamás será igual.
Convivirán con infinitos seres idénticos, pero que
no serán los mismos. Tratarán con innumerables
copias de sí, inclusive, experimentando en extremo el
dilema de la inexistencia de un referente objetivo para su
identidad personal. Y, más profundamente que ahora, la
vida será entonces una sucesión de avatares sin
más propósito que la búsqueda, en el pasado
o en el futuro, de una caleidoscópica variedad, lo
suficientemente abigarrada como para eludir el aburrimiento.
Es pensable que, ante tanta abundancia de universos completos,
que se repetirán sin cesar durante nuestras incursiones,
agotemos incluso los últimos reparos morales que,
todavía a la mayoría, nos permiten medianamente
respetar la integridad y la vida de otros. Total,
¿qué importaría esclavizar, violar y
asesinar, y vivir tan extrema experiencia, si siempre
existirán infinitas copias de mis víctimas, en
infinitos universos paralelos?
Quien sabe… Quizás, el "turismo temporal", al estilo
imaginado por Asimov, llegue a convertirse en el negocio
más rentable para quienes, en ese entonces, diseñen
o puedan adquirir la tecnología de los viajes a
través del tiempo.
* * *
NOTAS:
- 1) "Fáustico" es una expresión que
alude al mito de Fausto, el personaje de la tradición
alemana del siglo XVI, popularizado por la obra de Goethe.
Fausto adquiere juventud, sabiduría y poderes
mágicos de parte del Demonio, quien se compromete a
servirle a cambio de su alma inmortal. En "La Decadencia de
Occidente", Oswald Spengler representa con este término
el temperamento que caracteriza al hombre moderno y lo empuja a
determinar su propia existencia mediante el conocimiento y el
dominio de la naturaleza. - 2) Bergson, Henri: "Ensayo sobre los Datos Inmediatos de
la Conciencia". 1889. - 3) Concepto introducido por el matemático ruso
Hermann Minkowsky y adoptado luego por Einstein. Véase
Einstein, Albert: "Sobre la Teoría de la Relatividad
y otras Aportaciones". Sarpe, Madrid, 1983. - 4) Las pruebas realizadas por vuelos comerciales en 1971
indican que los relojes que viajaron hacia el este sufrieron un
retraso de unos 60 nanosegundos (60 milmillonésimas de
segundo) con respecto a los ubicados en tierra, valor que
encuadra perfectamente con la predicción de 40 ±
23 nanosegundos, arrojada por la teoría relativista.
Véase Tarrach, R.: "El Tiempo: Nacimiento, Vida y
Muerte". Inv. y Ciencia. Abril 1986, p. 36. - 5) La luz viaja a la enorme velocidad de, aproximadamente,
300.000 kilómetros por segundo. - 6) Generalmente, se trata de sistemas de estrellas dobles,
que giran una en torno a la otra, como dos bailarines de vals,
siendo una de ellas un "agujero negro" que está
constantemente devorando la materia ígnea de su
compañera. Uno de los más conocidos de estos
sistemas estelares dobles es "Cygnus X-1". Véase
Hawking, Stephen: "La Mecánica Cuántica de los
Agujeros Negros". Inv. y Ciencia. Marzo 1977. - 7) En los últimos años del siglo XX se ha
avanzado mucho en la comprensión de lo que ocurre con la
materia que cae dentro del "hoyo negro", utilizando
modelos matemáticos de cuerdas. Véase Susskind,
Leonard: "Los Agujeros Negros y la Paradoja de la
Información". Inv. y Ciencia. Junio 1997, p.17
ss. - 8) En algunos artículos parece hablarse
indistintamente de "agujeros negros" y de "agujeros de gusano"
(véase infra: John A. Wheeler). La
ambigüedad se da a consecuencia de que ambas entidades son
aún objetos hipotéticos cuya existencia es
más bien matemática. Así, cuando se afirma
de ciertos "agujeros negros", que giran o están dotados
de carga eléctrica, que podrían servir de
túneles espacio-temporales porque no poseen
singularidades, más que de objetos estelares se
está hablando de cierta clase de modelos
matemáticos de "agujeros de gusano". Véase
"Los Agujeros Negros, ¿Una Máquina del
Tiempo? Inv. y Ciencia. Febrero 1989, p. 33 y Ford,
Lawrence H. & Thomas A. Roman: "¿Qué es la
Energía Negativa?". Inv. y Ciencia. Marzo 2000, p.
10. - 9) En rigor, el concepto de "cuanto" y la constante
referida fueron introducidas en 1900 por el físico
alemán Max Planck, con el fin de dar explicación
a la brusca emisión y absorción de energía
que delataban ciertas líneas que aparecen en los
espectros luminosos que se obtienen de los cuerpos calentados.
La Constante de Planck (que suele simbolizarse con una
"h") es un valor de energía por unidad de tiempo,
extremadamente pequeño: 6,6256 x 10-34 Joule por
segundo. - 10) Véase Freedman, Daniel Z. & Peter van
Nieuwenhuizen: "Supergravedad y la Unificación de las
Leyes de la Física". Inv. y Ciencia. Abril 1978, p.
82. - 11) Véase Yam, Philip: "Aprovechamiento
Energético del Punto Cero". Inv. y Ciencia. Febrero
1998. - 12) Aparte de ser una teoría más complicada
que la relatividad General, predice un valor enorme para la
energía del vacío, lo cual debiera manifestarse
en un espacio-tiempo sumamente curvado y no
prácticamente plano, que es como lo experimentamos
cotidianamente. Véase Abbot, Larry: "El Misterio de
la Constante Cosmológica". Inv. y Ciencia. Julio
1988, p.80 y De Witt, Bryce: "Gravedad Cuántica".
Inv. y Ciencia. Febrero 1984, p.65, 68 ss. - 13) Véase "Contacto". Director: Robert
Zemeckis. Warner Bros. - 14) El diámetro de un núcleo atómico
es del orden de los 10-12 centímetros; vale decir,
0,000000000001 décimas de centímetro. La "escala
espacial de Planck", en la que vienen recién a hacerse
importantes las fluctuaciones del vacío cuántico
que permiten el surgimiento de "agujeros de gusano", es del
orden, muy inferior al anterior, de 10-33 centímetros. Y
la "escala temporal de Planck", que señalaría
cuánto duraría como mínimo una
fluctuación en forma de "agujeros de gusano", es del
orden de 10-44 segundos. Véase De Witt, Bryce:
"Gravedad Cuántica". Inv. y Ciencia. Febrero
1984, p.58. - 15) Véase Deutsch, David & Michael Lockwood:
"Física Cuántica de los Viajes a Través
del Tiempo". Inv. y Ciencia. Mayo 1994, p. 52. - 16) El artículo referido aparece en una
publicación del Physical Review Letters de 1988.
Véase Inv. y Ciencia. Febrero 1989, p. 33. - 17) Véase Lawrence H. Ford & Thomas A. Roman:
"¿Qué es la Energía Negativa?".
Inv. y Ciencia. Marzo 2000, p. 6-7. - 18) Véase Slusher, Richard E. & Bernard Yurke:
"Luz Comprimida". Inv. y Ciencia. Julio 1988. - 19) Entre otros, por Éanna E. Flanagan, de la
Universidad de Cornell, Michael J. Pfenning, de la Universidad
de Tufts, Christopher J. Fewster y Simon P. Eveson, de la
Universidad de York, y Edward Teo, de la Universidad Nacional
de Singapur. - 20) Véase Ford, Lawrence H. & Thomas A. Roman:
Op. cit., Inv. y Ciencia. Marzo 2000, p. 10-12. Véase
también "The Quantum Interest Conjecture".
Physics Review D, vol. 60, n° 10, art. 104018, 15 noviembre
1999. (). - 21) Para mayores detalles, véase Visser, Matt:
"Lorentzian Wormholes: From Einstein to Hawking".
American Institute of Physics Press, 1996. - 22) Véase Green, Michael B.: "Supercuerdas".
Inv. y Ciencia. Noviembre 1986, p. 26-27. - 23) Véase Deutsch, David & Michael Lockwood:
"Física Cuántica de los Viajes a Través
del Tiempo".Op. Cit., p. 50. En rigor, el
artículo habla de que, de este modo, se pueden crear
"curvas de tipo tiempo cerradas" (CTC), lo que viene a ser lo
mismo que "agujeros de gusano" hacia el pasado. - 24) Véase D’Espagnat, Bernard:
"Teoría Cuántica y Realidad". Inv. y
Ciencia. Enero 1980, p.80-95 y Sánchez-Gómez, J.
L. & J. M. Sánchez-Ron: "Quantum Mechanics and
Macroscopic Separability: A Critical Review". Anales de
Física, Serie A. Vol. 79, 1983, p. 85-93. - 25) Un experimento muy ilustrativo que demuestra esto es el
denominado de "elección retardada", realizado en 1988
por dos equipos diferentes: el de Carroll O. Alley, Oleg G.
Jakubowicz y William C. Wickes, de la Universidad de Maryland
en College Park, y el de T. Hellmuth, H. Walter y Arthur G.
Zajonc, de la Universidad de Munich. Se hacen incidir fotones
individuales en un dispositivo, cruzado el cual cada
fotón tiene la misma probabilidad de seguir por dos
caminos diferentes. Mientras no se sabe por cual vía
siguió, al hacer converger los dos caminos se forma un
diagrama de interferencias (señal del extraño
hecho de que el fotón debió recorrer los dos
caminos al mismo tiempo). Sólo introduciendo detectores
en las trayectorias, se sabe por cual camino transitó el
fotón. Pero entonces, el diagrama de interferencias
desaparece. La superposición del fotón
recorriendo ambas trayectorias se desvanece (la
expresión usual es: "colapsa") al detectarse el
fotón en una de ellas. Véase Shimony, Abner:
"Realidad del Mundo Cuántico". Inv. y Ciencia.
Marzo 1988, p. 33-34. - 26) Véase Hofstadter, Douglas R.: "Falacias del
Principio de Incertidumbre y Paradojas de la Mecánica
Cuántica". Inv. y Ciencia. Septiembre 1981, p.115.
Véase también Davies, Paul: "Other
Worlds". Simon and Schuster, 1980. - 27) Véase "Terminator", Terminator II:
Juicio Final, Terminator III: Rebelión de las
Máquinas". Intermedia/IMF Production & C2
Pictures y Mostow/Lieberman Productions. - 28) Véase Ford, Lawrence H. & Thomas A. Roman:
Op. cit., Inv. y Ciencia. Marzo 2000, p. 4-5. - 29) Deutsch y Lockwood la llaman "paradoja del abuelo".
Véase Deustch, David & Michael Lockwood:
"Física Cuántica de los Viajes a Través
del Tiempo". Op. cit., p. 48. - 30) Véase "Timecop". Director: Peter Hyams.
Lago Entertainment & JVC Entertainment. - 31) Véase "Doce Monos". Director: Terry
Guilliam. Universal Pictures & Atlas/Classico. - 32) Una de las suposiciones implícitas en la
interpretación de Everett, necesaria para conservarla
como una idea coherente, es que los universos paralelos que han
de considerarse son todos aquellos en los cuales los
acontecimientos ocurren según las leyes físicas
fundamentales. - 33) Véase Deustch, David & Michael Lockwood:
"Física Cuántica de los Viajes a Través
del Tiempo". Op. cit., p. 54. - 34) Véase "Frequency" (Doblada como
"Desafío al Tiempo"). Director: Gregory Hobblit.
New Line Cinema. - 35) Véase Deutsch, David & Michael Lockwood:
"Física Cuántica de los Viajes a Través
del Tiempo". Op. cit., p. 54. - 36) Véase "La Gaceta del Sur" N° 1307 (31
Octubre 1999). - 37) Véase Agazzi, E., M. Artigas & G. Radnitzky:
"La Fiabilidad de la Ciencia". Inv. y Ciencia. Noviembre
1986, p. 66-74.
BIBLIOGRAFÍA:
- 1) Abbot, Larry: "El Misterio de la Constante
Cosmológica". Inv. y Ciencia. Julio 1988. - 2) Agazzi, E., M. Artigas & G. Radnitzky: "La
Fiabilidad de la Ciencia". Inv. y Ciencia. Noviembre
1986. - 3) Davies, Paul: "Other Worlds". Simon and Schuster,
1980. - 4) D’Espagnat, Bernard: "Teoría
Cuántica y Realidad". Inv. y Ciencia. Enero
1980. - 5) Deutsch, David & Michael Lockwood: "Física
Cuántica de los Viajes a Través del Tiempo".
Inv. y Ciencia. Mayo 1994. - 6) De Witt, Bryce: "Gravedad Cuántica". Inv.
y Ciencia. Febrero 1984. - 7) Einstein, Albert: "Sobre la Teoría de la
Relatividad y otras Aportaciones". Sarpe, Madrid,
1983. - 8) Freedman, Daniel Z. & Peter van Nieuwenhuizen:
"Supergravedad y la Unificación de las Leyes de la
Física". Inv. y Ciencia. Abril 1978. - 9) Ford, Lawrence H. & Thomas A. Roman:
"¿Qué es la Energía Negativa?".
Inv. y Ciencia. Marzo 2000. - 10) Ford, Lawrence H. & Thomas A. Roman: "The
Quantum Interest Conjecture". Physics Review D, vol. 60,
n° 10, art. 104018, 15 noviembre 1999. - 11) Green, Michael B.: "Supercuerdas". Inv. y
Ciencia. Noviembre 1986. - 12) Hawking, Stephen: "La Mecánica
Cuántica de los Agujeros Negros". Inv. y Ciencia.
Marzo 1977. - 13) Hofstadter, Douglas R.: "Falacias del Principio de
Incertidumbre y Paradojas de la Mecánica
Cuántica". Inv. y Ciencia. Septiembre 1981. - 14) Sánchez-Gómez, J. L. & J. M.
Sánchez-Ron: "Quantum Mechanics and Macroscopic
Separability: A Critical Review". Anales de Física,
Serie A. Vol. 79, 1983, p. 85-93. - 15) Shimony, Abner: "Realidad del Mundo
Cuántico". Inv. y Ciencia. Marzo 1988. - 16) Slusher, Richard E. & Bernard Yurke: "Luz
Comprimida". Inv. y Ciencia. Julio 1988. - 17) Susskind, Leonard: "Los Agujeros Negros y la
Paradoja de la Información". Inv. y Ciencia. Junio
1997. - 18) Tarrach, R.: "El Tiempo: Nacimiento, Vida y
Muerte". Inv. y Ciencia. Abril 1986. - 19) Visser, Matt: "Lorentzian Wormholes: From Einstein
to Hawking". American Institute of Physics Press,
1996. - 20) Wheeler, John A.: "Los Agujeros Negros, ¿Una
Máquina del Tiempo? Inv. y Ciencia. Febrero
1989. - 21) Yam, Philip: "Aprovechamiento Energético del
Punto Cero". Inv. y Ciencia. Febrero 1998.
Chile, Ciudad de Concepción, 2004.
Autor:
Alejandro Andrés Rocha Narváez
BIOGRAFÍA DEL AUTOR:
Alejandro Andrés Rocha Narváez,
nació en la ciudad de Concepción, Chile, el 6 de
Octubre de 1965. Cursó estudios superiores en la
Universidad de Concepción, durante 1984-1989 (egresando en
esta oportunidad como Profesor de Biología) y durante el
período 1995-2000 (egresando como Contador Auditor).
Inquisitivo y multifacético, ha ejercido alternativamente
ambas profesiones a lo largo de su vida y se ha interesado por
los más diversos asuntos, buscando siempre una perspectiva
integradora y novedosa. El Movimiento Universitario y sus
manifestaciones políticas y culturales, surgidos en la
década de los ’80 en las postrimerías del
Régimen Militar y las contradicciones de la
Transición, vivenciados en el contexto de los cambios
mundiales que representaron el fin de la Guerra Fría y la
Globalización, fundaron en él puntos de vista muy
personales en torno a la idiosincrasia, la ética, la
política y la sociedad chilena, todos los cuales ha
vertido en narraciones, ensayos y cómics, algunos de los
cuales fueron publicados en fanzines y revistas durante los
años de estudio. Ha participado en concursos de novelas y
de cuentos, logrando el reconocimiento al segundo lugar en un
certamen auspiciado por Empresas Wackenhut.
Actualmente, ejerce como Profesor en un colegio de la zona.
Equipos de estudiantes preparados por él han sido
finalistas en concursos de Ciencias organizados por Universidades
de la zona y se le ha distinguido por su esfuerzo permanente, a
través de Talleres, en el logro de una comprensión
fidedigna y actualizada de lo que son las Ciencias en los
estudiantes. Paralelamente, ha creado y ejecutado, en conjunto
con otros docentes, obras de "Cine Escénico",
novedosas producciones en que se combinan la actuación de
los alumnos y los recursos teatrales con grabaciones en estudios
de sonido, proyección de escenarios y videos originales,
con finalidades pedagógicas y formativas. El Ministerio de
Educación lo ha calificado como "Profesor de Excelencia"
el año 2007 y como "Maestro de Maestros" el año
2008.
Su interés por la Ciencia es estimulado por el
carácter paradojal que introducen teorías como la
de la Relatividad y la Mecánica Cuántica en la
comprensión del mundo, así como también por
el impacto ético y existencial de los avances
tecnológicos y su capacidad de refundar el mundo y la
conciencia. Tales circunstancias constituyen evidencia vigorosa
de la relevancia, de la actualidad y de la urgencia que tienen
aún hoy en día, no sólo la reflexión
filosófica sobre las Ciencias y sus aplicaciones, sino que
también sobre las decisiones de acuerdo con las cuales los
seres humanos estamos articulando estos poderes.
PUBLICACIONES:
Cómics:
El Encargo (1989).
Angie (1990).
Esperanza Nuestra (1995).
Revistas y Fanzines:
No Wave (1989).
Síntoma (1990 – 1993).
Dis-Idencia (1993).
Ensayos:
La Crisis de la Revolución Socialista (1989).
El Horizonte de la Postmodernidad (1993).
Fukuyama vs Marcuse: El Umbral de la Posthistoria (1993).
¿Y si otro Mito nos Guiara? Ensayos para el Tercer
Milenio (2000).
La Falacia de la Creación (2006).
Heráclito: Fragmentos para una Sabiduría de la
Tierra (2008).
Narraciones:
Confesiones de un Cuerpo (Cuentos, 1998).
El Séptimo Dígito (2003).
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |