Tibidabo: el significado de dar y de recibir en las
navidades, desde una perspectiva funcional…
Decía Séneca que el mundo se compone de
los que dan y los que reciben. Y que quizá los que reciben
coman mejor, pero los que dan duermen mejor.
Montjuic, punto más alto que domina la
expansión de la ciudad de Barcelona. En ese lugar, la
leyenda nos cuenta, Satanás dice a Jesucristo: "…
ex dixit illi haec tibi omnia dabo si
cadens adoraveris me" — "Y a
Él le dijo, todas esas cosas te daré, si tú
te postras ante mí y me
adoras" (Mateo 4:6).
Tibidabo, entonces; una tentación. Hoy un parque
de diversiones que conserva la memoria de
esa oferta,
olvidada, que hiciera el demonio.
La tradición de dar y recibir no existe de modo
exclusivo en el repertorio de comportamiento
de nuestra especie. Muchas otras, durante el noviazgo, conducen
elaborados rituales, vuelos, piruetas y danzas nupciales.
Mientras que otros animales, como
hace el ave de paraíso, construyen enramadas ornamentadas
de modo profuso, las que ofrecen a la hembra que desean
conquistar.
Entre los simios grandes, a los que nosotros
pertenecemos, las ofrendas de
comida y de favores sexuales, o cepilladas de pelo se
intercambian entre todos para mantener paz y armonía
dentro de la tribu.
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