El eje Orinoco-Apure y su área de influencia geoeconómica (página 4)
Desconcentración de
Población
Ceballos, 1999. Afirma
En el proceso de
estudio de la evolución de la espacialidad en Venezuela nos
apoyamos en la teoría
de las estructuras
espaciales dominantes sustentadas por el geógrafo Georges
Anglade (p. 18). La determinación de estas estructuras
surge de la problemática que plantea la relación
espacio – sociedad
– dependencia. En Venezuela establecer esta relación
nos llevó a discriminar dos estructuras dominantes: la
estructura
espacial seccionada (Colonia, fines del siglo XIX) y la
centralizada (1950 a nuestros días). Entre ellas el
espacio de la Venezuela del petróleo.
En la explicación de la espacialidad de cada
estructura entran en juego las
fuerzas internas y externas que permiten definir la modalidad de
dependencia que ha adoptado el país. Las primeras
están orientadas por la evolución del capitalismo en
sus diferentes fases: mercantilista, industrial y
monopolista.
Las segundas se producen bajo las condiciones concretas
de utilización de los grupos
sociales – nacionales.
Ceballos, (1999).Afirma
El estudio de cada estructura supone una escala de
análisis preferencial. En la Seccionada son
áreas o secciones de base interior de la cual la forma
espacial dominante es la hacienda o plantación (grande y
mediana escala). En la centralizada es el país (p.
18.)
En este sentido, su estudio impone una visión del
conjunto nacional. Lo que permite apreciar la íntima
relación entre el objeto del espacio y su producción histórica.
La periodificación surge del estudio conjunto de
las estructuras económico-sociales dominantes y de
la
organización espacial correspondiente. Tal perspectiva
de estudio conduce a delimitar la estructura "seccionada" desde
mediados del siglo XVI hasta fines del siglo XIX que abarca desde
el período colonial hasta el republicano. Esta estructura
corresponde a la conformación de áreas que
funcionan alrededor de un puerto estableciendo una
relación permanente entre la unidad de explotación,
la ciudad como centro distribuidor y el puerto. Los cambios
políticos no inciden en la estructura espacial. Por el
contrario, el movimiento
independentista consolida a los blancos criollos, clase que se
fue formando apoyada en la apropiación privada de la tierra,
valorizada por la explotación intensiva de la fuerza de
trabajo bajo
la forma esclavista y semifeudal y que al igual que la vieja
nobleza peninsular a fines del siglo XVIII dispone de una serie
de privilegios jurídicos en el orden económico y
social.
En Venezuela, el paso de una estructura seccionada a una
centralizada, obedece no tan sólo al cambio de
actividad económica (agrícola a petrolera) y al
papel del Estado,
único propietario de los recursos del
subsuelo, sino especialmente al cambio estructural del ingreso
fiscal, debido
a la mayor participación de la renta petrolera a mediados
del siglo XX.
Después de 1950 el país entra en la etapa
de mutaciones del proceso de cambios ya introducido con la
actividad petrolera a comienzos de siglo. Se trata del proceso de
petrolización. Este provoca los efectos estructurales de
la actividad petrolera a partir de la transferencia del ingreso
de este producto. La
autonomía relativa de las "secciones" o áreas
propias de la estructura de la Venezuela agraria se rompe. Surge
un nuevo equilibrio
polarizado en la capital y sus
alrededor hacia donde se dirige el incremento cuantioso de los
ingresos
petroleros que provoca la nueva legislación de hidrocarburos
(Ley de 1943) y
las modificaciones de la Ley de Impuestos Sobre
la Renta.
Ceballos, (1999). Afirma
El Polo es el centro donde se concentra la
infraestructura y los servicios, la
construcción, etc. Es el espacio dominante
de la inversión. (p. 20).
Estas transformaciones favorecen la economía urbana en
detrimento de la rural.
La implantación del modelo de la
industrialización sustitutiva da a este proceso un
carácter irreversible. Sin existir un
sector industrial consolidado en lo social y económico se
introduce este modelo sustentado por una avanzada tecnología. El
dominio de la
ciudad sobre el campo y lo subordina. La desestructuración
de la sociedad rural se deja sentir y con ello la
distorsión de los géneros de vida.
Entre lo urbano y lo rural existe una relación
dialéctica que ha variado a través de la historia, adoptando
diferentes significados, de acuerdo con las escalas de
análisis. En la evolución de los países
avanzados, el desarrollo
industrial paralelo al proceso de urbanización marca las
transformaciones de la relación ciudad –
campo.
Anteriormente el campo gozaba de la autonomía, la
ciudad está subordinada a él. Posteriormente es la
ciudad que domina al campo.
En Venezuela la contradicción ciudad-campo ofrece
cualitativamente las mismas notas de los países
desarrollados, es decir la situación del predominio de una
sociedad rural, por sociedad urbana. Sin embargo, las condiciones
concretas que suscitan estos cambios dan una connotación
totalmente diferente.
En efecto, en nuestro país, el efecto de la
petrolización es el responsable de la configuración
del espacio "centralizado". La transferencia del ingreso
petrolero llega aquellos centros o aglomeraciones capaces de
ofrecer la función de
mercados de
consumo y
desde donde se dirige la actividad productiva de sus alrededores
más inscrita bajo la lógica
del beneficio de la burguesía nacional y de los capitales
extranjeros que en atención a las necesidades de las
comunidades.
Ceballos, (1999). Afirma
Estos centros coinciden territorialmente con la parte
centro-norte del país, la cual se convierte en el espacio
de la petrolización que denominamos el centro. Este es el
espacio de inversión desde donde se dirigen las acciones
políticas. Económicas e
ideológicas del ámbito venezolano. Este es el
momento cuando la contradicción campo-ciudad se deja
sentir bajo el dominio de la ciudad sobre el campo. (p.
21.)
El modelo agroindustrial es el exponente de la
cristalización de esta tendencia. Este modelo ha supuesto
la subordinación del campo bajo los mecanismos propios de
un capitalismo dependiente.
Provoca cambios en las estructuras del agro en beneficio
del sector poderoso representado por el sector empresarial.
Incluso el sector latifundista queda inserto en los mecanismos
del modelo agroindustrial al orientar la explotación de la
tierra hacia
la maximización de los beneficios, provocando el
desplazamiento de sistemas de
cultivos apoyados en el campesino como
agente productor. La población rural se convierte bien en simple
instrumento del sector empresarial, especialmente si está
bajo el programa de
Reforma
Agraria (Asociada al modelo) o se proletariza o en la
mayoría de los casos pasa a engrosar la masa de
reempleados o subempleados que habitan en las áreas
marginales o barrios de las grandes ciudades y en especial la
capital.
Tovar, (1986). Afirma
La Venezuela contemporánea que se acostumbra
llamar petrolera, crea un espacio donde la población y la
riqueza se concentran en una minoría de localidades y que
extiende por oposición la pobreza en el
resto del territorio". (p71). Si en nuestra Venezuela podemos
ordenar el espacio en tres grandes zonas: la de los cultivos
(Costa-Montaña), la de la ganadería
y los pastos (Llanos Centrales) y la selva (Guayana), en la de
nuestros días no se encuentran los elementos suficientes
para ofrecer una organización en términos
equivalentes.
La nota común viene a ser la de los países
imbricados de espacios superpuestos propio en los enclaves que
producen la oposición ciudad – campo que informa en
la actualidad el país.
Se ha tocado el espacio estructural de Venezuela en las
distintas etapas señaladas anteriormente y elementos que
intervienen en este proceso. Desde otra óptica,
se quiere desarrollar o enfatizar sobre lo siguiente,
Tovar,(1986), afirma:
Para 1936 más de la mitad de la población
económicamente activa, casi dos terceras partes (61%) se
localizaba en las actividades agrícolas y apenas
el
5.40% de los residentes habitaban en nueve centros. Para
1981, se invirtió; sólo un 11.20% se clasifica como
agrícola y el 84.10% aparece como urbano; con el agravante
de un 57.80% (Más de la mitad de la población) en
apenas 36 centros aquellos con 50.000 y más efectivos" ).
(p. 72)
Todo esto implica que tres ciudades (Caracas, Maracaibo
y Valencia), con más de 500.000 habitantes se reservan
más del sexto: 17.60%.
El espacio venezolano opone una especificidad que
reproduce la dinámica de la contradicción
campo-ciudad y ofrece una muestra parlante
de la categoría "presente neohistórico, que
debería ser la guía para la organización
espacial, fiel a esa especificidad.
1.- Proceso 1936-1981. Distribución espacial de la
población:
– Los llanos centrales es un dominio de entidades
débiles con excepción de Anzoátegui. Esta
universalidad espacial la rompe Anzoátegui cuando
cambió por la actividad petrolera (1937, El
Tigre).
– Guayana registra un comportamiento
similar a los llanos. Bolívar
funcionó como Anzoátegui, salvo que el cambio se
produjo en la década de los setenta, asociado a la
siderúrgica e instalaciones de El Gurí. El
Territorio Federal Amazonas sigue estable.
– La Costa Montaña es la que ofrece mayores
cambios en el cuerpo de sus entidades con excepción de
Yaracuy y Nueva Esparta que se mantienen en el mismo grupo desde
1936.
Es de destacar el centro norte del país se
homogeniza al estar formado por entidades del grupo más
fuerte que concentra mayor cantidad de población. (37.40%)
en menos del 3% de la superficie del país, una
relación de más de 12 a 1. Tiene acaso asiento el
área metropolitana de Caracas y ha incorporado las
instalaciones manufactureras de mayor peso en el territorio
asociado al eje Guaira – Puerto Cabello con la
autopista.
Las entidades que han descendido en población
están asociadas a las actividades agrícolas de
corte tradicional. (Café,
cacao); todas las que se han mantenido o ascendido están
adscritas bien a la actividad petrolera, bien a la industrial o
las agrícolas de nuevo signo de inversión
capitalista como Lara, con la caña de azúcar
procesada en los centrales.
Asistimos a un conflicto u
oposición de la ciudad que organiza el espacio tanto en
sus ámbitos inmediatos como aquellos del campo que
incorpora a sus intereses. El espacio reproduce las distorsiones
con paisajes imbricados.
Tovar, (1986).Afirma
Se ha impuesto la ley
de "maximizar los beneficios" y la gestión
capitalista vinculada estrechamente con la concentración
así como con las mejoras infraestructurales, funciona de
acuerdo con su especificidad selectiva, tanto en términos
económicos como territoriales.
Un país donde más de la mitad de sus
habitantes, el 55,40%, reside en seis entidades: dos en Occidente
(Zulia y Lara) y cuatro en el centro norte (Carabobo, Aragua,
Miranda y Distrito Federal); en oposición al resto (18
entidades), con un 45% escaso, imagen de un
subdesarrollo
con los matices de la Venezuela agraria (pág.
75).
Esto demuestra la desigual ocupación espacial del
territorio.
- Tendencias espaciales:
Se precisan dos tendencias opuestas:
a.- En las tres del Occidente (Zulia, Lara y
Táchira). Sólo Lara registra tendencia ascendente
que asumió en el último intercenso (1971 1981)
porque desde 1936 acusaba tendencia descendente; comportamiento
que la identificaba con el Táchira. Por su parte Zulia
reviste la situación decreciente en el intervalo (1971 –
1981); hasta 1971 su tendencia era ascendente.
b.- En el Oriente Guayana (Sucre, Anzoátegui,
Bolívar). La única ascendente
resultó Bolívar, incorporada en el
intervalo 1971 -1981.
c.- En el Centro Norte, salvo el Distrito Federal que
cae en el último intercensal, las otras tres denuncian una
tendencia ascendente; compensan así al Distrito Federal
que sufre la competencia del
Distrito Sucre del estado Miranda, donde reside más de la
mitad de la población de esta última entidad
absorbe la localización industrial del área
Metropolitana de Caracas.
La correlación crecimiento demográfico
– dinamismo económico se reproduce como una
fragmentación espacial indiscutible, expresión de
la anarquía del capitalismo. El capitalismo, ya se dijo,
es selectivo, no persigue sino su propio interés.
Queda comprobado a su vez como toda sociedad crea un espacio
dentro de condiciones históricas determinadas, lo que
confirma al espacio dentro de las condiciones históricas
determinadas, lo que confirma el espacio geográfico como
categoría neohistórica.
Pero el Centro Norte aparece en el agrupamiento como el
área más dinámica asociada a la
metropolización que tiene su asiento en el Área
Metropolitana.
Lo anteriormente expresado se presenta como un
antecedente para reflejar algunos parámetros sobre
ocupación espacial de la población en
Venezuela.
Ahora, la planificación del desarrollo territorial
es, necesariamente, una actividad de nivel nacional, en la cual
se usan "regiones proyectos" como
instrumentos de trabajo, con un espacio y un tiempo
definido por la acción
o grupo de acciones concatenadas, que sobre él se van a
planificar. Estas "Regiones Proyecto" con
frecuencia solapan, su territorio puede no ser continuo, llegando
incluso a incorporar espacios en otros países, y
desaparece cuando se considera que ya han cumplido su misión.
Esta planificación se hace de manera permanente
respetando el ritmo de planificación y ejecución de
los grandes proyectos, y es necesariamente de carácter
nacional, con el objeto de mantener una visión de la
totalidad que lo haya coherente.
Travieso y Pacheco. (1999). Afirma
En la ordenación del territorio, por su parte
es un insumo estático sobre el cual se incorpora la
visión dinámica definida por el estilo de
desarrollo socio-económico que se quiere implementar y
el proyecto de país que se quiere lograr.
En el caso de Venezuela, esta concepción de la
planificación territorial es totalmente ajena, lo que ha
generado un proceso de ocupación territorial con marcada
tendencia hacia la concentración de población y de
actividades productivas en algunos núcleos urbanos. Esta
desequilibrada ocupación del territorio nacional le ha
restado dinamismo y creado graves problemas
sociales y ambientales en sus principales ciudades.
(p.1).
La gravedad de los problemas
generados por los desequilibrios regionales en Venezuela
(estancamiento, migraciones, marginalidad,
pobreza y deterioro ambiental), es hoy foránea a la
discusión sobre nuestro modelo de desarrollo, vitrina de
las generalizaciones implantados por el totalitarismo
ideológico reciente, el cual no concibe otras
argumentaciones que las macroeconómicas, ni otro
ordenamiento social que el producido por el libre mercado.
El continuo deterioro de la situación territorial
del país, producto de la irresponsabilidad de los
últimos gobiernos de no tener una política al respecto,
nos ha llevado a una encrucijada que puede ser fatal sino se
actúa pronto con inteligencia y
decisión. Ello obliga a recuperar el tema de convertir su
tratamiento en una alta política del Estado.
En el período 68-73 se regionalizó el
país y se hicieron planes e instituciones
regionales con el objetivo de
lograr una mejor ordenación territorial. Este proceso se
fue posteriormente haciendo cada vez más ineficiente,
hasta prácticamente desaparecer. Sin embargo, dejó
un legado de estudios y personal
capacitado que facilita la reintroducción de la
planificación territorial en el país, permitiendo
la corrección de aquellos errores regionales que
incidieron en su declinación.
En cuanto a la problemática puramente ambiental,
la cual es otro de los aspectos a considerar una política
territorial, su permanente deterioro parte también de lo
estrecho del enfoque aplicado para contrarrestarlo. La defensa
aislada de los valores
ambientales es una batalla perdida. Es necesario hacer
compatibles el ambiente,
calidad de la
vida y el desarrollo, esto se logra mediante una adecuada
planificación del territorio nacional, regional y
local.
Morín, (1998), Afirma
Debemos pensar en términos planetarios la
política, la economía. La demografía, la ecología, la
salvaguarda de los tesoros biológicos, ecológicos y
culturales regionales, por ejemplo, en la Amazonía, las
culturas indias y la selva al mismo tiempo de las diversidades
culturales, fruto de experiencias multimilenarias que son
inseparables de las diversidades ecológicas.
(P199-200).
Pero no basta con inscribir todos los casos y los
acontecimientos en el marco o en un horizonte planetario. Se
trata de buscar siempre la relación inseparable y de
Inter.-retro-acción entre cualquier fenómeno y su
contexto, y de cualquier contexto con el contexto
planetario.
En este documento se presenta la primera versión
del Plan Nacional
Territorial para el desarrollo regional, constituida en su
primera parte por el diagnóstico de la problemática
territorial nacional donde destacan los efectos de los diez
años de implantación del modelo neoliberal en el
país. Dentro de este diagnóstico se analizan los
procesos de
desarrollo y subdesarrollo dentro del contexto de la macro
realidad económica, política y social del
país, ya que el patrón nacional de ocupación
del territorio está tan condicionado por esta realidad
como las potencialidades y limitaciones de dicho
territorio.
La segunda parte es una propuesta alternativa para el
desarrollo regional, la cual se apoya esencialmente en fuerzas
desconcentradotas, cuya aplicación da lugar a una imagen
territorial futura deseable y factible, basada en el desarrollo
de tres grandes ejes de desconcentración: Occidental,
Oriental y Orinoco –Apure.
En la tercera parte se presenta una propuesta del
soporte institucional para la formulación, coordinación y control de dicho
plan.
Desconcentración para el desarrollo
sustentable. El modelo de desarrollo adoptado por el
país durante los últimos cuarenta años ha
generado un proceso de ocupación territorial con marcada
tendencia hacia la concentración de la población y
de sus actividades productivas en un reducido número de
núcleos urbanos. Esta desequilibrada ocupación del
territorio nacional le ha restado dinamismo a la provincia y ha
creado graves problemas sociales en sus principales
ciudades.
Los espacios al norte del Orinoco-Apure albergan un 90%
de la población y en su franja norte-costera (desde Zulia
hasta Sucre) se concentra el 60% de las mismas en apenas el 15%
de territorio. La gravedad de los problemas generados por los
desequilibrios regionales en Venezuela.
Los desequilibrios territoriales en Venezuela son
excepcionalmente graves.
Chávez (1999) Afirma. "La propuesta para
Transformar a Venezuela"
En los estados Centro-Norte-Costeros (Distrito Capital,
Vargas, Miranda, Aragua, Carabobo) hay una excesiva
concentración ya que en ellos se ha ubicado el 40% de la
población, poco más del 70% de los establecimientos
industriales y las tres cuartas partes del empleo
manufacturero.
Es de destacar lo siguiente, allí se genera la
mitad del valor agregado
en las diferentes actividades productivas, se acumula casi el 50%
del capital fijo generado de más del 60% de la
producción bruta no petrolera todo ello en un espacio que
ocupa menos del 2% del territorio nacional.
(Tovar, 1986).Afirma
Ya para 1945, Gastón Bardet nos alertaba acerca
del advenimiento de las masas; la multitud desplaza a los
grupos, las
poblaciones de los grupos locales diseminados en las regiones,
lejos de organizarse a sí mismas o de reordenarse en
nuevos grupos individualizados, a la escala humana, se concentran
en aglomeraciones monstruosas al servicio de la
industria. (p.
7).
Es de destacar que Venezuela cuenta con 10 millones de
hectáreas de tierra alta de moderada calidad para utilizar
en agricultura
vegetal, 18 millones de hectáreas aptas para la
agricultura forrajera (ganadería) y 19 millones para
agricultura forestal.
También Venezuela cuenta con extraordinarios
recursos hídricos, siendo su disponibilidad anual de
agua dulce
(reciclable por habitante) entre los mayores en el mundo y siendo
su plataforma continental una zona pesquera de singular variedad
y valor. Además promover de manera interna e internacional
el turismo mediante
el equipamiento territorial, aportando divisas,
generando empleo y ayudando a ser una fuerza
desconcentradora.
Chávez. (1999). Afirma
Otro elemento son las cooperativas y
pequeñas empresas que
complementan la desconcentración territorial. "Son ellas
las que más revierten localmente, estimulando el mercado
inmediato, creando circuitos
económicos que se cierran en su misma región
generando una alta democratización del empleo.
(P.8).
El transporte
como mecanismo esencial ordenador del territorio, ya sea
terrestre, ferroviario, metros, tranvías y el sistema de
transporte fluvial como uno de los medios
descongestionadotes del problema de transporte. Venezuela cuenta
con una gran extensión de costas marítimas,
lacustres y fluviales. La ruta marítima que va desde
Maracaibo hasta Carúpano, es de 1.050 Km., y
hasta
Ciudad Bolívar alcanza a 2º03 Kms. Es de
resaltar que entre las vías fluviales más
importantes tenemos: Matanzas – Ciudad Bolívar
– Puerto Ayacucho sobre el río Orinoco, así
como sus afluentes tales como el río Apure, el Capanaparo,
El Meta y otros, el río San Juan en el estado
Monagas, y los ríos Encontrados y Catatumbo (estado
Zulia). Todo este potencial marítimo y fluvial se presenta
como un elemento descongestionador que ayudaría abaratar
el costo del
transporte de pasajeros y materia prima
y procesada.
A pesar de todo lo anteriormente expuesto, existen otros
elementos que pueden tener fundamentación en el proyecto
desconcentrador, de la población por parte del gobierno
nacional.
Cunill, (30-01-2000).Afirma
Actualmente 93% de la población venezolana vive
en centros urbanos, sean ciudades grandes o pequeñas y
las perspectivas indican que este porcentaje seguirá
creciendo, minimizando la población rural, que
está en franco proceso de concentración
cuantitativa, lo que representa un gran problema prospectivo de
ordenamiento territorial. (p. 4-1)
Esto significa que esos venezolanos seguirán
emigrando del campo a la ciudad y están en capacidad de
formar nuevas urbes organizadas o se sumarán a la
población de las ya caóticas ciudades.
El caso del Área Metropolitana, sin duda es el
más grave, pues se extiende al sur, este y oeste sin
ninguna planificación, lo que replantea la posibilidad de
comenzar de cero en otro punto del país, tal como
sucedió en Brasil al mudar
en 1960 la capital desde la Costa Atlántica (Río de
Janeiro) al Amazonas (Brasilia).
Esta idea fue medianamente exitosa, porque al fundar
Brasilia se cometió un error de no prever viviendas para
la población que trabaja en el área de los
servicios y esa gente que se instaló en los alrededores de
la capital. Pero Brasil le ha sacado provecho geopolítico
a ese proyecto que indudablemente cambió su imagen de
país.
¿Será factible en Venezuela?
Cunill, (30-01-2001).Afirma
No es utópico. En caso de que no se tomen
medidas a mediado todos los futuros gobiernos estarán
agobiados por los problemas caraqueños. No hay que ser
agoreros para prever las consecuencias de la irresponsable
planificación territorial que se ha hecho en Venezuela.
(p. 4-1).
La idea sería partir de cero, fundando una nueva
capital en la Gran Sabana o Amazonas, tomando en cuenta que el
siglo XXI será el siglo de la sed y el hambre, por lo que
hay que aprovechar muy bien los recursos.
La mudanza de la capital no es la única ni la
más viable solución, y mientras se analiza la idea
la población sigue creciendo.
Por ello propone como alternativa inmediata
invertir la tendencia del crecimiento en las ciudades ya
caóticas con movimientos marinos voluntarios de
población acompañados de atractivas ofertas
laborales, que permitan establecer ciudades rurales, de
vocación agropecuaria, forestal, pesquera, artesanal u
otras alternativas productivas, donde el tamaño del centro
poblado garantice la satisfacción de todos los
servicios.
Toda política que intente movimientos voluntarios
de población hacia enclaves sin dinamismos
económicos y carentes de servicios
públicos estará condenada al fracaso. Para
planificar el territorio más que el dinero,
hace falta criterios y metas claras. Cunill cita el caso de la
vecina Araba, cuyo único gran recurso son 10 Kms. de
playa, muy bien aprovechadas turísticamente, y
además, la isla cuenta con plantas
desalinadoras que garantizan agua mucho más potable que la
nuestra, porque eso no puede hacerse en Venezuela.
Esto puede significar que el doblamiento de Venezuela
sea realizado a espaldas de la planificación.
Es necesario señalar lo siguiente, en lo
referente a la planificación del ordenamiento
territorial.
Unidos los cinco distritos que conforman New York
(UUEE), están habitados por 8 millones de personas, pocas
veces falla el servicio eléctrico y de agua, el transporte
público es eficiente, cuando llueve o neva, nadie teme
perder su vivienda, y aunque se ven pocos árboles
por las calles, abundan las áreas recreativas. Allí
los ciudadanos dominan a la ciudad. También en América, pero más al sur, el
área metropolitana de Caracas está habitada por 4
millones de habitantes, distribuidos en 5 municipios. El servicio
de agua, electricidad y
transporte es irregular. Cuando llueve, ricos y pobres sienten
sus viviendas temblar, y aunque se observa mucho verdor, existen
pocas áreas de esparcimiento. Aquí la urbe domina a
los ciudadanos.
Ambos caso, diametralmente opuestos, evidencian la
diferencias entre los conceptos ordenamiento territorial y
doblamiento.
El primer caso implica una planificación activa
del emplazamiento y de la situación estratégica de
los asentamientos urbanos o rurales con sus correspondientes
obras de infraestructura, con un específico medio
geográfico, para alcanzar una adecuada calidad de vida de
sus actuales y futuros habitantes, junto a una idónea
conservación ambiental.
Explica el doctor en geografía, Cunill
Grau; uno de los más respectados en su campo en
Iberoamérica, por su parte, el doblamiento fenómeno
tan tradicional en Venezuela, consiste en la acción
espontánea del proceso de asentamiento de un grupo de un
determinado medio geográfico.
Las consecuencias son la masificación del habitad
humano en sitios de riesgo y de la
destrucción ambiental. En estos casos, agrega el
ordenamiento territorial, es indispensable para superar los
embates de la pobreza y la geografía del azar.
En la mayoría de las naciones latinoamericanas,
no ha existido una ordenación territorial en forma
integral. Ha dominado una espontánea ocupación de
países urbanos, industriales y rurales.
Cunull. (30-01-2000).Afirma
Sin embargo, en Venezuela hay excepciones como la
génesis planificada de Ciudad Ojeda, Puerto Ordaz, Los
Módulos de Mantecal, el Proyecto Sur del Lago de
Maracaibo, o la reciente formación de Ciudad Sucre. Pero
salvo esas iniciativas, puntuales, se ha dejado avanzar el
espontaneismo habitacional y productivo, junto a singulares
corrupciones de la iniciativa pública y privada que ha
perseguido un logro inmediatista. (p.4-1).
En el presente prolifera una cuestionable
pulverización estatal, cuyos peligros se evidencian en
todo el territorio, ello se ejemplifica en la inviabilidad
estadal de Vargas, una ficción política aún
antes de la tragedia; y en la falta de una audaz
organización del territorio capitalino, donde se agrupan
graves conflictos
socioeconómicos a corto plazo, dando el desorden
urbanístico, el descontrol del crimen, la violencia y el
buhonerismo, y la proliferación de burocratizadas y
múltiples autoridades municipales.
Y a su vez el Plan Nacional de Ordenamiento Territorial
ha quedado en el limbo, aún siendo singularmente
valioso.
Cunull. (30-01-2000).Afirma
Ante la urgencia se ha replanteado probar el eje Orinoco
Apure.
Desde hace más de 20 años vengo luchando
en pro de la apertura planificada del eje Orinoco –
Apure, pues es una iniciativa audaz para un nuevo ordenamiento
territorial. Pero deben tomarse las debidas precauciones de
cuidado ambiental para no dañar la rica biodiversidad. Felizmente hay excelentes
estudios al respecto. Considero que el uso ordenado de esa zona
tendrá grandes posibilidades si se conecta con los ejes
estratégicos que he insinuado para reforzar la presencia
venezolana en la deprimida frontera
occidental. (P4-1)
De seguir la tendencia actual, se vislumbra una
versión venezolana de la caótica ciudad de México,
Sao Paolo, El Cairo o Calenta, por ello se debe crear en el
país un sistema regional de ciudades mayores y mediana que
vayan liberando el desarrollo sostenido y sustentable en forma
equilibrada.
Ejes de Desarrollo para la Descentralización
Desconcentrada
Sobre la base que el desarrollo
económico y social de un país no puede
concebirse separado de su planificación territorial. Pues
ella determina, en buena medida, el auge de la actividad
económica de las regiones, revisamos cómo ha
influido el proceso de descentralización y las
políticas de Estado en esa redistribución de la
población en Venezuela durante los diez años que
alcanza.
En nuestro país la concepción de la
planificación territorial ha estado ausente en el diseño
de políticas públicas y ello ha generado un proceso
de ocupación territorial con marcada tendencia hacia la
concentración de la población y de las actividades
productivas en un número reducido de núcleos
urbanos. Ello ha traído como consecuencia un marcado
desequilibrio territorial que resta dinamismo a la provincia y
crea significativos problemas sociales y ambientales en las
principales ciudades.
Estancamiento, migraciones, desempleo,
marginalidad, pobreza, deterioro ambiental y criminalidad, son
apenas algunas consecuencias de esta desigual distribución
de la población, en un país
-paradójicamente- con recursos naturales que no
sólo permitan también propiciarían el
desarrollo de muy disímiles y rentables actividades
económicas en sus 23 estados.
La Descentralización en su Primera
Etapa
La descentralización es un proceso complejo y al
tiempo beneficioso, incluso en un país desordenado
territorialmente como el nuestro. Su primer gran alcance, la
elección directa de Alcaldes y Gobernadores, es un paso
fundamental hacia la consolidación y desarrollo de cada
espacio del territorio.
De igual manera la asignación y traspaso de
recursos que hagan viables la realización de proyectos,
con miras al desarrollo de una región, debe implicar mucho
más que autoridades electas directamente.
Son fundamentales proyectos favorables y viables con
recursos económicos para llevarlos a cabo. De hecho, el
impacto de los planes de ajuste puestos en práctica
durante el período 1989-1994 se sintió
significativamente en todos los sectores de actividad
económica y resultó en una amplia
concentración en lo territorial y la negación
práctica de las ventajas de la
descentralización.
Así, la experiencia señala, sin lugar a
dudas, que sólo una estrategia global
que considere las políticas económicas, sociales y
ambientales en lo territorial puede redundar en resultados
socialmente favorables dentro de una ocupación territorial
equilibrada.
Descentralización: Concentrada Versus
Desconcentrada
La descentralización política y
administrativa junto a un desarrollo económico más
equilibrado que el actual en su distribución territorial,
son necesidades imperantes de la sociedad venezolana.
En la región centro norte costera de nuestro
país que representa a lo sumo 2% del territorio se ubica
40% de la población, 70% de los establecimientos
industriales, 75% de la manufactura y
el poder central.
Si a esta región sumamos la zona occidental del
país (estados Zulia, Falcón, Lara) y la costa este
(norte de Anzoátegui y Sucre) encontramos que en esa
franja de territorio vive 76,8% de la
población.
En contraste con tal situación, la zona media y
sur del mapa territorial, alberga sólo 23% de la
población y exhibe 90% de los recursos hídricos,
95% del potencial hidroeléctrico, 80% del potencial
forestal, alrededor de la mitad de los suelos
susceptibles a cultivos anuales, un potencial de 7 mil toneladas
para pesca
continental por año y las mayores reservas mineras y
petroleras del país. (El Nacional, 25 de junio 2000.
p.10).
La incongruencia, amenaza y consecuencia de esta
concentración poblacional, se verifica cuando se realizan
análisis de inversión, recaudación
tributaria, transferencias y empleo. Por ejemplo, si
revisamos:
* Los índices de empleo en el sector
manufacturero nacional tienen una distribución similar: la
concentración en las regiones capital y central alcanzan
60% y si sumamos la cifra correspondiente a Zulia y Nororiente
aumenta a más de 70%. Mientras, centroccidente y los Andes
se reservan sólo 20% del sector industrial manufacturero y
el resto del país únicamente 10%.
* La recaudación tributaria no petrolera bajo
jurisdicción del Seniat, se concentra nuevamente en las
regiones capital y central y contempla 65% de la totalidad. Y
aquí es aún más grave, si sumamos las
regiones zuliana, nororiental y centroccidental tendremos 90% de
lo recaudado.
* Los recursos transferidos (por el FIDES. Situado
Constitucional y Asignaciones Especiales) a las regiones Capital
y Centro-occidental alcanzan 600 millardos de bolívares,
si agregamos a esto lo que han recibido las regiones central,
andina, nororiental y zuliana, que asciende aproximadamente a
1.000 millardos y lo comparamos con los 300 millardos que han
percibido Guayana. Los Llanos y la zona insular, tendremos
índices igualmente claros de la tendencia concentradora
que ha marcado el hacer de los últimos
años.
El Plan Desconcentrador
La excesiva concentración y el descuido a la
acción planificadora del Estado venezolano son factores
claves en casi todos los problemas económicos,
políticos y sociales que padecemos. Las cifras antes
expuestas son apenas algunos indicadores de
la imperante necesidad de cambiar el enfoque de la
descentralización. Surge entonces la necesidad de
profundizar el proceso de descentralización bajo la
óptica de una estrategia desconcentradora: servirse de la
descentralización con el propósito de aprovechar
las potencialidades del país para lograr una
distribución más equilibrada y sostenible de las
actividades productivas, las inversiones y
la población en el territorio nacional.
Tres objetivos
operativos definen las acciones preliminares del Plan
desconcentrador:
* Mejorar la capacitación profesional de la
población.
* Promocionar las actividades productivas.
* Incrementar el fínanciamiento a las
áreas seleccionadas.
Como resultado del cumplimiento de estos objetivos, se
concibe una imagen territorial a mediano y largo plazo con las
siguientes características:
* La extensión de la frontera efectiva de
ocupación hacia el Sur, más allá del Eje
Orinoco-Apure y en conexión en Guasdualito y Santa Elena
de Uairén con Colombia y
Brasil, respectivamente. Desarrollo del eje de penetración
fluvial Orinoco – Río Negro (Brasil).
* El fortalecimiento del terciario superior de
Barquisimeto, Maracaibo, Puerto La Cruz, Barcelona, San
Cristóbal y Ciudad de Guayana, de tal manera que mediante
un proceso de crecimiento urbano ordenado puedan desarrollar sus
infraestructuras para convertirse en centros de servicios
especializados a escala nacional e internacional.
– La consolidación de una red de centros urbanos
de apoyo a los sectores industriales potencialmente competitivos,
a la agricultura en gran escala, al desarrollo minero y al
desarrollo del Eje Orinoco-Apure.
* El establecimiento de un sistema multimodal de
transporte estructurado alrededor de los grandes ejes de integración internacional: Caracas-Caribe,
Caracas-Bogotá y Caracas-Manao.
* La estimulación del empleo en el campo a
través de la integración de la producción
agrícola con la localización de agroindustrias en
las grandes zonas de producción (Apure, Barinas,
Portuguesa, Cojedes,
Guárico, Anzoátegui, Monagas y la Cuenca
del Lago de Maracaibo).
* La implementación de programas para el
uso racional de los recursos naturales en las Zonas Protectoras
(con una superficie estimada de 100.000 kilómetros
cuadrados, ubicadas en cuencas altas desde donde se abastecen de
agua las principales ciudades y donde tienen asiento poblados
campesinos).
* El establecimiento de una comunicación aérea y fluvial para el
desarrollo de aldeas sustentables y la protección de
fronteras internacionales en un proyecto a largo plazo que
contempla un proceso de integración con nuestros vecinos
de Colombia y Brasil.
* La estricta planificación territorial de las
zonas impactadas por el proceso de apertura petrolera con el fin
de aprovechar al máximo las ventajas derivadas de los
procesos y minimizar sus impactos negativos.
Ejes de La Descentralización
Con base en las condiciones geográficas,
económicas, culturales y ambientales la estrategia
contempla el desarrollo de tres grandes Ejes de
Desconcentración:
Eje Occidental Maracaibo – Guasdualito
El occidente del país tiene numerosas ventajas
comparativas a escala nacional e internacional que bien pueden
convertirse en ventajas competitivas. Entre ellas se cuentan su
potencial en explotación de materias primas de
hidrocarburos, hidroelectrícidad, carbón, fosfatos
y otros minerales
metálicos y no metálicos, a los que se suman
recursos agropecuarios y un marcado potencial industrial- En esa
transformación de ventajas comparativas a competitivas
juega un rol fundamental la construcción del puerto de
aguas profundas en el Golfo de Venezuela.
Otro factor clave lo constituye la situación de
encrucijada del occidente venezolano, abierto tradicionalmente al
Caribe y Colombia y cuya área de acción se
ampliará en un futuro inmediato gracias a su
vinculación con el Atlántico a través del
Eje Orinoco-Apure.
Otros ejes dentro del área occidental lo
constituye la prolongación de Los Andes tachirenses hacia
las tierras bajas del llano. Ello se verificará mediante
la construcción del eje Abejales – La Pedrera, que
permitirá desarrollar proyectos de explotación de
la roca fosfática y plantaciones algodoneras, y el Eje
Guasdualito – El Amparo (en la
frontera con Colombia) para transformarlo en un núcleo de
actividades de movilización fluvial y de uso racional de
los recursos del área.
Poblaciones y regiones que se verán beneficiadas
con su implementación y exigirán a sus autoridades
regionales y a las centrales su continuidad y con ellos se
convertirán en garantes de su evolución y, para
concluir porque estos desarrollos seguirán atrayendo la
inversión privada, local y foránea, y decimos
"seguirán" porque algunos de ellos ya forman parte de los
proyectos.
Saraos para El Desarrollo
A principios de
junio, en el Estado Miranda, concretamente en la población
de Chaguaramas, se implemento el primero de una serie de Sistemas
de Aldeas Rurales Autoorganizadas y Sustentables (SARAOS). Se
trata, según Gilberto Buenaño, vice-ministro de
Planificación y Desarrollo, de una respuesta vitrina de
cómo abordar el problema de la concentración de
población, marginalidad, desempleo en la zona norte
costera del país.
El proyecto consiste en dotar de todos los servicios y
estimular la producción agrícola a un número
establecido de hectáreas con un grupo definido de
población. A ellos se les garantiza vivienda y una parcela
para la siembra y al mismo tiempo la cobertura de necesidades
básicas, en las que se incluye salud, educación y seguridad.
El tipo de economía que favorezca la productividad de
la región obviamente variará según el
territorio. En Chaguaramal, por ejemplo, se establecieron como
cultivos bandera raíces y tubérculos, Finalmente,
las tierras altas de los estados Mérida y Trujillo tienen
un gran potencial turístico y han diversificado sus
tradicionales cultivos de trigo para dar paso a la horticultura,
floricultura de riego, ganadería bobina y
truchicultura.
Eje Oriental Margarita – Ciudad
Guayana
El Eje Oriental está ubicado a ambas
márgenes del Orinoco. Se inicia en la Isla de Margarita y
alcanza Ciudad Guayana. La región norte del eje tiene el
potencial inmediato para superar el empobrecimiento generado por
la producción exclusivamente petrolera que lo
caracterizó hasta hace poco tiempo. Las tierras
agrícolas de la zona, a pesar de ser consideradas de
mediana y baja calidad, son propicias para el desarrollo de
actividades agrícolas si se aplican sistemas de riego que
le permitan superar sus condiciones climáticas. Asimismo,
los recursos pecuarios y Forestales están
aumentando.
Tanto los recursos pesqueros como las privilegiadas
características físico – naturales y
biológicas de la región nororiental, revelan la
alta potencialidad de la zona. Por otra parte, el Eje cuenta con
significativas reservas de petróleo y
gas,
explotables en los campos tradicionales y en la Faja
Petrolífera del Orinoco, así como en los nuevos
yacimientos al norte de Monagas. en las grandes refinerías
y desarrollo petroquímicos al norte de Anzoátegui.
Tiene igualmente recursos minerales y carboníferos,
salinas, azufre y arenas silíceas, entre otros.
Al norte, el atractivo turístico de Margarita es
susceptible de amplia y ordenada explotación, mientras al
sur del Orinoco se han desencadenado procesos innovadores en la
utilización de recursos petrolíferos, mineros,
forestales y de otras materias primas.
En Ciudad Guayana se concentran las industrias
básicas emplazadas en el complejo siderúrgico que
procesa hierro,
acero y
ferroaleaciones: el complejo de aluminio, con
procesamiento de bauxita, aluminita y aluminio; el complejo de
productos
fluorados, de producción de cemento y
varias industrias privadas.
La abundancia de yacimientos de hierro y bauxita,
así como de energía hidroeléctrica actual y
potencial, garantizan el futuro de este desarrollo.
Finalmente, hacia el sur está El Callao,
núcleo minero aurífero en franca expansión
por nuevas inversiones en la minería de
oro. En esta
zona dos problemáticas exigen atención con
urgencia: por una parte, los desmanes de mineros
espontáneos requieren políticas de
protección ambiental y en segundo término, el
asentamiento de etnias indígenas cuyos procesos de
integración tienen que respetar su cultura y
permitirles formar parte integral del desarrollo de la
zona.
El proyecto del Eje Orinoco-Apure tiene como objetivo
fundamental la estructuración de un Eje de Desarrollo en
el área de influencia inmediata de los ríos
Orinoco-Apure, a través del fomento, impulso y
reactivación del desarrollo de actividades productivas
agrícolas e industriales, que contribuyan a impulsar y
estabilizar el crecimiento poblacional.
* Incentivación de mecanismos que faciliten la
integración de las diferentes economías de los
espacios geográficos que conforman el
área.
* Promoción del desarrollo de los centros
urbanos intermedios: Guasdualito, El Amparo, El Nula, La
Victoria, Mantecal, Elorza, Bruzual, Puerto Nutrias, San
Fernando, Puerto Páez, Caicara, Mapire, Barrancas y
Tucupita.
* Orientación de los esfuerzos, en una primera
etapa, a los desarrollos caribeños.
* Localización, a mediano plazo, de industrias
mecánicas de apoyo a la actividad agrícola en los
espacios intermedios.
* Desarrollo de la fase industrial asociada a las
explotaciones madereras.
* Desarrollo de un turismo ecológico y de
aventura de navegación fluvial.
El establecimiento de estos Ejes de Desarrollo es una
respuesta a una nueva etapa del proceso descentralizador que
aspira a la descentralización desconcentrada para el
establecimiento de una distribución territorial del
desarrollo más equilibrada. Ello ofrecerá una
respuesta al crecimiento
económico, la equidad social
y la protección ambiental de tal forma que coordine y
propicie la compatibilidad de los requerimientos de las
municipalidades y los estados con los de la nación.
Un Proyecto Que Tendrá
Continuidad
El plan de Descentralización Desconcentrada tiene
como propósito fundamental aprovechar las potencialidades
del país para lograr una distribución más
equilibrada y sostenible de las actividades productivas, las
inversiones y la población a lo largo del territorio
nacional, a través del indetenible proceso de la
descentralización. Contempla un instrumento, que es la
descentralización desconcentrada, un concepto, el
desarrollo
sostenible, y que son las distintas regiones involucradas en
el Plan.
El proyecto desconcentrado prevé así a
decir de Buenaño un desarrollo sustentable basado en el
crecimiento económico con equidad social y cuidado del
ambiente. Como puesta en marcha del Plan y de forma paralela se
están desarrollando tres regiones del país: Eje
Orinoco-Apure, Eje Occidental Maracaibo-Guasdualito y el Eje
Oriental Margarita, Ciudad Guayana.
El Eje Orinoco-Apure es un sector a desarrollar cuyo
concepto no es nuevo. Lejos de ello, puede tener quizá
treinta años. Sólo que lo hemos retomado y ya se
están haciendo trabajos con miras a su
implementación. La primera fase contempla la puesta en
marcha de un Plan Maestro de Navegación para cuya
ejecución hemos contado con un crédito
por el orden de los 100.000 millones de dólares, otorgado
por la Corporación Andina de Fomento (CAF). El estudio fue
desarrollado por dos empresas de capital francés y
japonés y tiene como objetivo fomentar el transporte de
carga y pasajeros mediante gabarras por todo el complejo fluvial
que atraviesa la zona, de tal forma que todos los recursos en
cuanto a materia prima
y producción que se encuentran al sur del país
recorran el mapa y puedan alcanzar el Eje Occidental, hasta
Guasdualito y. a su vez se produzca la conexión en
dirección contraria, con miras a que el
occidente pueda hacer llegar sus recursos a la zona suroriental,
apuntó Buenaño.
La implementación del eje de Desarrollo
Orino-Apure tiene como finalidad fundamental considerar las
áreas de influencia inmediata de los ríos
Orinoco-Apure, para fomentar focos de desarrollo. Considera la
totalidad o parcialidad de 11 estados y alrededor de 30 a 40
municipios que se verán beneficiados con su
implementación, lo que en términos de
población implica que cerca de 2 millones de personas
incrementarán su productividad y nivel de vida sin
desplazarse de la zona de donde son originarios.
Señala Buenaño que la desconexión
actual entre la zona occidental y suroriental está
favoreciendo, por ejemplo, la importación de materia prima que produce
algunas de ellas, pues se hace más fácil y
económico acceder a ciertos insumes a través del
Océano Atlántico para alcanzar la región
suroriental que la naturaleza nos
ofrece los ríos Orinoco y Apure, la conexión de
ambas regiones y de éstas, a su vez, con el tercer eje,
con sólo es relativamente sencilla sino
estratégicamente imperativa.
Otra área fundamental de conexión y
comercio que
fomenta el Eje Orinoco-Apure es la relacionada con las fronteras
en Guasdualito y Santa Elena de Uairén, con Colombia y
Brasil, respectivamente.
Oriente Y Occidente Intercambian
Recursos
El Eje Oriental comienza en la Isla de Margarita y llega
a Ciudad Guayana. Su puesta en marcha a decir del viceministro
contempla en su primera fase un desarrollo armónico del
sector petrolero, el desarrollo sustentable del Delta, y el
aprovechamiento de tierras aptas para el turismo al norte, hacia
Margarita. Prevé también la creación de una
nueva represa (Caruachi) que surta de electricidad a los sectores
nororientales y la colocación de tendido eléctrico
hasta Brasil.
Asimismo, la concentración de industrias
básicas y recursos minerales que se verifica al sur del
eje, en Ciudad Guayana bien pueden llegar ahora a regiones cuyo
traslado se hacía muy costoso y favorecer su
explotación para beneficio de todo el
territorio.
El Eje Occidental Maracaibo-Guasdualito, que se
emplazará con el oriental a través del
Orinoco-Apure, contempla toda la franja desde la capital zuliana
hasta Guasdualito, relativamente cerca de Apure, en muchos casos
sus potencialidades se complementan con los otros dos sectores
definidos, a lo que se agrega recursos agropecuarios y un marcado
potencial industrial. Un factor importante de comercio en la zona
es el Golfo de Venezuela, donde se estudia la construcción
del puerto de aguas profundas. Otros proyectos que están
en estudio para el desarrollo del Eje Occidental, son la
implementación de sistema de riego y saneamiento al sur
del Lago, que según recientes estudios se está
salinizando y su imperativa protección ambiental. Hacia
los Andes, la explotación del sector turismo y el
agrícola es tarea fundamental dentro de los planes de
desarrollo, las condiciones naturales lo precisan y estimulan, a
decir de Buenaño.
Finalmente consultamos a Gilberto Buenaño sobre
la viabilidad del Plan de descentralización,
desconcentrada que promete largo alcance y extraordinarios
frutos, pero también años de trabajo incesante y
continuidad de políticas, en un país donde
precisamente esta no es la norma:
– ¿Cómo garantizar que los
ejes continúen desarrollándose independientemente
de quién ejerza los poderes central y regional?
- Esa garantía viene dada por tres razones
fundamentales: en principio, porque se trata de un proyecto de
país, que se coloca por encima de los personalismos o
los actores que lo estén conduciendo en la actualidad;
en segundo término, porque tiene como base la gente de
cada una de las poblaciones y regiones que se verán
beneficiadas con su implementación y exigirán a
sus autoridades regionales y a las centrales su continuidad y
con ello se convertirán en garantes de su
evolución, para terminar, estos ejes seguirán
atrayendo la inversión privada, local, foránea,
etc; y "decimos seguirán", porque alguno de ellos forman
ya parte de los proyectos.
Esta continuidad se tiene que hacer realidad a
través de políticas de inversión y
reinversión en obras e infraestructura a lo largo del eje.
También ejecutar políticas sociales como algo
esencial para la parte humana.
CAPÍTULO III
VISIÓN GEOPOLÍTICA
Es preciso retomar lo expuesto en
capítulos anteriores para enfocar lo que representa la
visión geopolítica del Eje
Orinoco-Apure.
El Eje Orinoco-Apure tiene como objetivo establecer una
autopista fluvial para la
comunicación y transporte de este a oeste del
país. Además la estructuración de un eje de
desarrollo en el área de influencia inmediata de los
ríos Orinoco y Apure a través de la
identificación, promoción y ordenamiento de una
serie de actividades productivas y sociales, capaces de generar
un importante proceso de ocupación territorial e
intercambio económico de bienes y
servicios.
Travieso y Pacheco, (1999).Afirma
La importancia, diversidad y magnitud de los estudios y
obras involucradas sitúan al Eje Orinoco – Apure
como un gran proyecto nacional, con un alto componente
estratégico y geopolítico, que persigue una
ocupación más racional del territorio venezolano y
mejor aprovechamiento de sus recursos (p. 24).
Esto indica que debe existir una política de
planificación y desarrollo por parte del gobierno nacional
para sustentar este proyecto. El Gobierno Nacional debería
diseñar políticas en la mayoría de los
ámbitos para darle sustentación a este proyecto.
Por lo consiguiente el Plan de Desarrollo nacional 2001-2007 del
Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela tiene
sus objetivos propuestos para incentivar y consolidar el Eje
Orinoco – Apure.
Se tiene por ahora:
La construcción del segundo puente sobre el
río Orinoco y su conjunto de carreteras y vías
férreas, que le permitirán la integración
de la región sur oriental del país;
facilitará la integración de región
Guayana con los Estados: Anzoátegui, Delta Amacuro,
Monagas y Sucre de manera directa y con incidencia con otros
Estados del norte y centro del país. El Universal, 20
febrero, 2005, p.17).
Salazar (2005)
Esto significa que se pueden establecer vínculos
de transporte masivo entre las empresas básicas de Guayana
y puertos de exportación al norte del país.
También permitirá una integración con el
norte de Brasil, lo que generará un impacto positivo en el
intercambio comercial y la activación económica de
la región; por otro lado se plantea la fabricación
de coque a partir del carbón, en asociación con
CORPOZULIA con la intención de su colocación en las
empresas básicas de Guayana, producto que tendría
su traslado por el Apure – Orinoco hasta Puerto Ordaz, y de
regreso se pudiera aprovechar las mismas barcazas para trasladar
parte de la producción de aquellas empresas, con mercados
en las regiones central, centro-occidental y occidental por la
misma vía.( p.1).
Esto implica que se puede generar una integración
de las ciudades en el aspecto de la dinámica de las
actividades productivas y económicas del país.
Igualmente PDVSA GAS tiene intenciones de instalar al sur del
estado Anzoátegui una planta generadora de electricidad a
partir de gas, asociado al petróleo pesado,
extraído en la faja petrolífera del Orinoco con la
finalita de interconectar la red de distribución
nacional; pero también para posibilitar la
ubicación de emprendimientos productivos en torno a las
poblaciones de: Pariaguán, Mapire, Santa Maria de Ipire y
aledañas que permitan la creación de empleos
permanentes y la fijación y atracción de
población, el mejoramiento de calidad de los servicios y
en fin la ocupación de esos espacios contenidos en el eje
Orinoco- Apure.
Dentro de este contexto geopolítico se pretende
ocupar y consolidar el territorio.
La política territorial estará dirigida a
disminuir los desequilibrios territoriales, modificando el
patrón de poblamiento, consolidando y diversificando la
actividad económica a lo largo del país en
armonía con la vocación específica y
ventajas comparativas de cada región, racionalizando los
criterios de inversión, distribución y
recaudación de recursos públicos, incentivando la
inversión privada.
- Aumentar las actividades productivas y la
población en áreas de
desconcentración.
El propósito fundamental de la política
territorial en el período 2001-2007 estará
destinado a fortalecer la capacidad para fijar e incrementar la
población y las actividades económicas en las
áreas de desconcentración (ejes de desarrollo,
regiones y zonas especiales de desarrollo sustentable). A tales
fines se deben lograr condiciones que permitan a la
población alcanzar un adecuado nivel de calidad de
vida y evitar sus desplazamientos hacia grandes centros
urbanos.
- Incrementar la superficie ocupada.
La agricultura es ampliamente reconocida como actividad
empleadora y desconcentradota en términos territoriales.
De los 40 millones de hectáreas con vocación
agrícola que existen en el país, actualmente se
ocupa escasamente alrededor de un millón, mientras se
importa una gran cantidad de productos agrícolas. El
aumento de la superficie cultivada y la protección de las
áreas con potencial agrícola son requerimientos
para el desarrollo del país. Por lo tanto, la
diversificación productiva en sectores como agricultura y
agroindustria, forestal, turismo, energía, entre otros, y
la localización más racional de la actividad
económica en las zonas de desconcentración, con
base en el uso racional de los recursos
naturales, la dotación de tierras e insumos para la
producción y la infraestructura de apoyo a las mismas,
representan esfuerzos fundamentales para la ocupación y
consolidación del territorio.
Amaro. (2000).Afirma.
Si bien es cierto que el eje Orinoco – Apure
requiere varios lustros para su desarrollo, su importancia
estratégica y neoeconómica advierte que no hay
justificación para postergar la materialización de
las primeras etapas de esta gran empresa. (p.
10).
Los árboles que duran más en crecer son
precisamente los que hay que sembrar cuanto antes. La puesta en
marcha de este proyecto permitirá aprovechar fabulosos
recursos naturales y reducir los desequilibrios de la zona
central del país, generados por su excesiva
concentración urbana e industrial.
Mejorar la infraestructura física y social para
todo el país.
Esto representa ocupar y consolidar el territorio de
forma más equilibrada demanda la
articulación de los centros de producción con los
centros de consumo y centros de exportación a nivel
nacional, por lo que se requiere emprender esfuerzos para la
dotación y mejoramiento de la infraestructura de
equipamiento urbano de los centros poblados, infraestructura
necesaria para garantizar adecuadas condiciones de salud,
educación y seguridad, los sistemas de vialidad y
transporte multimodal, las redes de telecomunicaciones y los sistemas de
generación, transmisión y distribución de
energía que permitan el disfrute de una calidad de vida
acorde con la sociedad contemporánea.
El eje Orinoco – Apure se identifica usualmente
como una autopista fluvial dotada de grandes ventajas de
transporte, cuando en realidad representa la posibilidad de
desarrollar desde Delta Amacuro hasta Barinas un sinnúmero
de polos de desarrollo que se insertarían al eje, formando
una estructura neoeconómica que surcaría al paisaje
nacional.
Se deberá mejorar los servicios públicos y
las condiciones ambientales en el área de
descentralización.
Integrar redes de servicio, educación, salud,
cultura, recreación
y seguridad, así como el manejo y tratamiento de aguas
servidas, lo que contribuirá a elevar la calidad de vida
de la población y estimular la localización de las
actividades productivas en las áreas de
desconcentración.
Mejorar las condiciones de salubridad ambiental,
armonizar planes de energía para generar actividades
productivas en los ejes de desconcentración.
Armonizar los planes sectoriales de energía, agua
y transporte para generar actividades productivas en los ejes de
desconcentración.
Establecer programas de desarrollo rural
integral.
Garantizar la seguridad alimentaría del
país, la atención a los centros poblados del campo
significa impulsar en forma definitiva la producción
agrícola básica y la agroindustria, las cuales
requieren el desarrollo de las cadenas productivas de los rubros
bandera y estratégicos de forma competitiva, en coherencia
con prácticas conservacionistas y con el diseño de
formas organizativas que estimulen a los productores a asociarse
en las distintas actividades de la cadena productiva.
Por otro lado, mejorar las condiciones de la vivienda,
la salud y la educación en
centros poblados rurales.
Promover incentivos para
la localización de actividades productivas y de
población.
El logro de un mayor crecimiento y desarrollo
económico en las zonas de desconcentración con base
en las potencialidades y ventajas comparativas que ellas poseen,
es uno de los soportes de la nueva política territorial.
Con el propósito de desarrollar actividades productivas y
generar empleo con fines desconcentradotes que contribuyen a
sentar nueva población y se requiere establecer un
programa de incentivos y subsidios que promueva las inversiones
privadas.
Travieso y Pacheco. (1999).Afirma.
Dicho programas de incentivos y subsidios
permitirá estimular a la pequeña y mediana empresa
en diversos sectores de la producción de bienes y
servicios, la cual contribuirá a activar el mercado
inmediato, creando circuitos económicos. (p.
135).
Esto estaría contribuyendo al incremento del
poder adquisitivo de la población. En síntesis a
elevar el modo de vida en las zonas de
desconcentración.
Desarrollar programas de vivienda y producción
para pobladores y nuevos pobladores de las zonas contenidas en
poligonales urbanas de razonable densidad.
Promover el establecimiento de zonas especiales de
desarrollo acorde con las características y necesidades de
los grupos humanos.
Teniendo presente el objetivo de ocupar y consolidar el
territorio, se promoverán áreas del territorio,
cuya vocación y potencialidades naturales serán
aprovechadas para localizar de forma sustentable actividades
productivas, asentamientos humanos e infraestructura
física y social y contribuir a mejorar la calidad de vida
de la población y a lograr un mayor equilibrio
territorial.
Incrementar la superficie cultivada en las zonas de
desconcentración.
Racionalizar el uso de los recursos naturales. Se
aprovecharán de manera sustentable los recursos que se
ubican en el espacio marítimo, entre otros, razón
por la cual, la recuperación, conservación de las
cuencas hidrográficas críticas en prioridad para
los próximos años, así como el mantenimiento
y preservación de los suelos de categoría I, para
la producción agrícola, los reservorios de aguas
subterráneas y el uso de las energías primarias,
como el carbón, bitumino, gas y agua, para la
energización del país.
Dotar de tierras e insumos para la
producción.
La tierra constituye uno de los factores claves para
impulsar el desarrollo productivo; por lo tanto, la
aprobación e instrumentación de un marco legal que
permita administrar este recurso en función del desarrollo
sustentable del país se convertirá en requerimiento
básico para aumentar la superficie ocupada. Este elemento
servirá de estímulo a la producción de los
rubros bandera y estratégicos del sector agrícola,
sector forestal, turístico, minero y a la
agregación de valor a través de la grande,
pequeña y mediana industria.
Incrementar la infraestructura de apoyo a la
producción.
El elevado riesgo y la baja rentabilidad
de un medio rural que no cuenta con la infraestructura requerida
ha originado el retraimiento de las actividades productivas y,
particularmente, de la actividad agrícola.
Se instrumentarán programas para la
construcción, mantenimiento optimatización de los
embalses y sistemas de riego, así mismo, se prevé
la construcción, reparación y mantenimiento de la
vialidad agrícola, obras de saneamiento y comercialización de productos. Esta
infraestructura contribuirá a dinamizar los diferentes
sectores, incrementando el empleo y mejorando las condiciones en
el medio rural.
Morín y Kern. (1998).Afirma.
La falsa racionalidad, es decir, la
racionalización abstracta y unidimensional triunfa sobre
las tierras: las apresuradas concentraciones parcelarias, los
surcos demasiado profundos y longitudinales, la deforestación y desarborización no
controlada, el asfaltado de los caminos, el urbanismo que
sólo pretende rentabilizar la superficie del suelo. (p.
195).
La seudo planificación puede generar
consecuencias irreparables en el medio natural. Por querer
trabajar en función de la razón y el
progreso.
Por otro lado la vocación natural y las
potencialidades que tiene cada zona de desconcentración
constituyen aspectos fundamentales para convertir sus ventajas
comparativas en ventajas competitivas.
Mejorar la vialidad y el transporte
multimodal.
La vialidad y el transporte son elementos esencialmente
ordenadores del territorio. A los fines de la estrategia
territorial es importante garantizar un sistema vial que permita
la conexión entre los diferentes centros
poblados.
Por su parte el sistema multimodal de transporte
integrará el territorio nacional, horizontal y
verticalmente, uniendo eficientemente las fuentes de
materia prima, los centros de producción, los centros de
consumo y de comercialización, este tipo de transporte
podría generar beneficios a largo, mediano y corto plazo,
pues contribuiría a la interconexión de los
distintos espacios y zonas del país que se encuentran y
son de difícil acceso, lo que puede generar un desarrollo
económico y social en estas localidades apostadas en el
eje Orinoco – Apure.
Esto implica que se avanzará en la
recuperación, mantenimiento y construcción de la
vialidad urbana y rural, en coherencia con el desarrollo de los
modos de transporte aéreo, fluvial, marítimo y
ferroviario. El desarrollo de un sistema multimodal de transporte
para motorizar las actividades productivas y estimular los ejes
de desarrollo.
Mejorar y construir sistemas de
información y comunicación.
Promover el establecimiento y mejorar los servicios de
información y telecomunicaciones en las
zonas urbanas y rurales.
Construir sistemas de generación,
transmisión y distribución de
energía.
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