Resumen:
Pequeño análisis sobre el texto "El
canto de las Sirenas" del filósofo colombiano William
Ospina.
Para empezar
citaré el canto XII de La
Odisea:
Vamos, famoso Odiseo, gran
honra
de los aqueos,
ven aquí y haz
detener
tu nave para
que puedas oír
nuestra
voz. Que
nadie ha pasado de
largo
con su negra
nave sin escuchar
la
dulce voz de
nuestras bocas,
sino
que ha
regresado después de
gozar
con ella y
saber más cosas.
Pues
sabemos todo
cuanto los argivos
y
troyanos
trajinaron en la vasta
Troya
por voluntad
de los dioses.
Sabemos
cuanto
sucede sobre la tierra
fecunda.
William Ospina con su texto me recordó a
qué pasaje del libro de
Homero (La
Odisea), aunque no lo descubrí al principio, sino mientras
avanzaba en el texto cuando comprendí a lo que se
refería el autor cuando citaba "las sirenas", aquellas que
con su canto (según la mitología
griega), podían engañar a los marineros
atrayéndolos a una trampa mortal, a esto es a lo que se
refiere el autor cuando nos habla del paraíso que nos
vende la sociedad
actual, un paraíso que solo existe en nuestras mentes y
que cuando creemos que lo tocamos o lo alcanzamos nos damos
cuenta de que hemos sido engañados.
El hombre es la
maquina mas destructiva que jamás había pisado el
planeta, juntos y con la ayuda de muchas de las cabezas mas
brillantes de la historia hemos acabado con
nuestra atmósfera, hemos
contaminado las aguas, hemos puesto en amenaza de
extinción a cientos (si no son miles) de especies de flora
y fauna (sin contar
con las que ya hemos extinguido), y todo gracias a que somos
humanos, una especie que no se satisface siempre quiere mas y mas
sin llegar a un limite y que se llegara a establecer ese limite
este buscaría la forma de justificar o mas bien de
disculpar el sobrepasar a este.
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