Crónica de los Instintos: El
erotismo fisiológico, el religioso y la Neurociencia
Aplicada (V) o DSM y sus
caprichos…
En esta quinta y última ponencia en
esta serie, deseamos abordar las dificultades que, en nuestra
opinión, encontraremos si deseamos analizar
psicológicamente todos los problemas que nos confrontan en
nuestras vidas.
Hemos utilizado el psicoanálisis en
tiempos pasados para intentar explicar ad nauseam, todos los
fenómenos — peculiares o no — que nos llenaban de
curiosidad, más que nada, por no entenderlos
bien.
Su inclusión en la nomenclatura,
privilegio de algunas condiciones: ¿Bueno o
malo?
La taxonomía diagnóstica no
diferencia en detalle muchos de los trastornos que son
indígenas a la naturaleza del ser humano — y,
quizás, por extensión, a otros géneros
animales — lo que a veces, a menudo, nos confunde.
La ansiedad frente a extraños, es
parte del desarrollo normativo de nuestra especie y constituye
una modalidad de nuestro comportamiento que nos asiste a evitar
riesgos asumidos con quienes nos son desconocidos. Aunque, hoy se
considera como otra forma de desequilibrio emocional —
así lo dicta nuestra Biblia,
DSM-ETC…
La enuresis. El destacado Profesor Richard
Jenkins, la consideró un "evento fortuito" de la
niñez. DSM-IV-TR, la incluye como una más de sus
extravagantes categorías diagnósticas.
(Véase la bibliografía de esta
lección).
Nuestro hijo se hace pipí en la
cama. ¡O Tofranil o el psiquiatra!…
Existen algunos animales, cuyos
comportamientos han sido, por inferencia, entendidos como
expresiones de la capacidad del altruismo que lindan en los de
nuestra moralidad humana. Este aspecto único de la
conducta animal, J. B. S. Haldane lo había designado como,
"selección de familiares" (kin selection).
Concepto que formó parte esencial del constructo de la
sociobiología de E. O. Wilson, quien lo ha repudiado
recientemente, para el asombro de muchos.
La ventaja de poder entender el altruismo
animal como programa estructurado en los genes, era que nos
permitía pensar que poseemos virtudes que son favorables a
nuestra supervivencia y que éstas son programadas o
instintivas.
Pero, no siempre las verdades en que se
fundan nuestras teorías, permanecen inmutables.
El mundo de la ciencia cambia subrepticia y
vertiginosamente. Acerca de este fenómeno discurriremos
cuando examinemos los instintos y sus aplicaciones a la conducta
del ser humano.
Lo que más adelante
haremos.
Para el diagnóstico
psiquiátrico, "DSM-ETC". No nos ofrece ayuda
auténtica, ya que, por muchos, está siendo
considerada, justificadamente, como lo que es: un arma del
mercadeo de la psiquiatría, un subterfugio poderoso en la
lucha contra las constricciones impuestas por los seguros
médicos norteamericanos para no pagar por los
diagnósticos psiquiátricos y un artilugio
nosológico para enriquecer a las compañías
productoras de fármacos, quienes se benefician de la
introducción de medicinas para enfermedades ilusorias —
la última: prosperidad compartida y demostrada.
En su libro de aparición reciente,
Shyness: How Normal Behavior Became a Sickness, autor,
Christopher Lane; relata de cómo en los años
setentas del siglo pasado, un grupo de psiquiatras
norteamericanos redactó la nosología de nuestra
profesión, desde sus butacas bien "aceitadas" por los
intereses creados de los productores de medicinas
psicotrópicas — varios de entre ellos aún son mis
muy estimados y, acaudalados, amigos, residentes de Orange
County, San Diego.
Dicho sea de paso, el libro de C. Lane y su
compañero en espíritu, The Loss of Sadness: How
Psychiatry Transformed Normal Sorrow into Depressive
Disorder por A. Horwitz, deben de ser estudiados por toda
persona preparada.
Los psiquiatras en cargo del DSM
proyecto, se dedicaron , bajo la dirección de Robert
Spitzer en 1974, a la expansión de un librito delgado,
DSM I que en los años setentas se publicó
presentado con una encuadernación humilde, con espina de
espiral plástico negro, y que pocos usaban o entendieran.
Logrando una transformación dramática a la
divulgación actual de un manual voluminoso que se vende
con libretos accesorios, y, que combinados, se hacen pasar como
una verdadera enciclopedia de conocimientos que no contienen. En
la última edición (DSM-IV-TR), el
número de los diagnósticos psiquiátricos ha
crecido vertiginosamente. Uno de entre ellos, la ansiedad social,
y otros más, sin razón justificadora, se
convirtieron clasificable dentro de la categoría de los
Trastornos de la Ansiedad y de la Personalidad.
Lo que consiste en una parodia de la
realidad.
El precio para adquirir estos libros es muy
alto, pero atrae a quienes, sin saber nada acerca de la
psiquiatría, como tantos terapeutas, pretenden
conocerla…
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