A)
RERUM NOVARUM.-
Es la primera encíclica social de la Iglesia
Católica. Fue promulgada por el papa León XIII el
viernes 15 de mayo de 1891. Fue una carta abierta
dirigida a todos los obispos, que versaba sobre las condiciones
de las clases trabajadoras. En ella, el papa dejaba patente su
apoyo al derecho
laboral de formar uniones o sindicatos,
pero sin acercarse al socialismo
marxista, pues también se reafirmaba en su apoyo al
derecho de la propiedad
privada. Además discutía sobre las relaciones entre
el gobierno, las
empresas, los
trabajadores y la Iglesia, proponiendo una organización socioeconómica que
más tarde se llamaría corporativismo.
Mientras que mucho se ha debatido sobre sus posiciones o
declaraciones particulares, es claro que este trabajo fue
notable como resumen de muchos asuntos planteados por la revolución
industrial, por el creciente problema obrero y las sociedades
democráticas modernas. Con esta encíclica la
Iglesia pretendió, entre otras cosas, paralizar la
"descristianización" de las masas trabajadoras, en un
período en el cual la credibilidad de la Iglesia era
disminuida porque los sectores populares de la cristiandad e
incluso del clero, se inclinaban por las ideas revolucionarias.
Se acepta generalmente que la encíclica Rerum Novarum es
la carta de
fundación de la democracia
cristiana y una pieza clave de la Doctrina social de la
Iglesia.
A1) SUS EFECTOS.-
Conjuntamente con el resto de su obra durante su largo
reinado como Papa (1878-1903), la encíclica tuvo un efecto
profundo en la Iglesia Católica, en su jerarquía y
en el mundo moderno. En esa época su apoyo a los
sindicatos de trabajadores y un salario justo
fueron vistos como radicalmente izquierdistas. Otras
declaraciones también parecían ser opuestas al
capitalismo.
Muchas de las posiciones de Rerum Novarum fueron
completadas por encíclicas posteriores, especialmente
Quadragesimo Anno (1931) de Pío XI, Mater et Magistra
(1961) de Juan XXIII, y Centesimus Annus (1991) de Juan Pablo II.
Provocó una reforma en medio de una Iglesia donde varios
sectores reclamaban que se abandonaran posiciones políticas
afines a los gobiernos y a los sectores dominantes para que la
Iglesia se encargara únicamente del oficio religioso
ecuménico.
Como conclusión puede señalarse que
Rerum Novarum diseñó una estrategia que
logró contribuir a salvar el período de crisis que
enfrentaba la Iglesia y que la reestructuración doctrinal
y práctica que provocó delineó la nueva
imagen de la
Iglesia Católica actual. El arzobispo de Westminster,
cardenal Henry Edward Manning, influyó mucho en la
redacción de Rerum Novarum.
Él fue antes clérigo anglicano con lazos
evangélicos, y trajo una sensibilidad a la iglesia
católica moderna que tenía sus orígenes en
el trabajo de
John Wesley[1].
B) DEMOCRACIA
CRISTIANA,-
Es una ideología política que ha
existido desde los fines del siglo XIX, cuando el papa
León XIII escribió la encíclica Rerum
Novarum, una respuesta al socialismo y a los nuevos sindicatos en
la cual el Vaticano reconoció las privaciones del
trabajador y se dispuso a aliviarlas.[2]
La iglesia católica aclaró su
posición al respecto en la Quadragesimo Anno, una
encíclica hecho por el papa Pío XI en 1931. Aunque
hay muchas formas de democracia cristiana, generalmente
están de acuerdo en ciertas materias. Su idea del Estado no
corresponde a la de los liberales: debe ser descentralizado y
estar compuesto de varios conjuntos,
pero debe tener una capacidad indiscutible. Los
democratacristianos creen que la sociedad debe
de ser responsable por la economía, pero no
discuten los principios del
capitalismo, creen que debe haber un capitalismo con rostro
humano, lo que lo diferencia de la socialdemocracia. La democracia cristiana se
parece más al socialismo cristiano en que cree que el
deber del Estado es cuidar por sus ciudadanos. Los
democratacristianos generalmente siguen la posición del
Vaticano en temas morales. Sin embargo, la mayoría de
ellos ha aceptado el divorcio y el
gobierno secular, y algunos han aceptado el
aborto.[3]
Los partidos democratacristianos suelen decir que son de
"inspiración cristiana", en buena parte por influencia
maritainiana. Incluso al calificar de cristiana la democracia
parece subrayarse esta idea. Dentro de las filas del propio
social-cristianismo
la cuestión del nombre ya ha sido muy debatida. Y de hecho
algunos de estos grupos
políticos han desechado la etiqueta por cuanto compromete
y responsabiliza a los miembros en esta
cuestión.
La democracia cristiana ha sido más prominente en
Italia, Alemania,
Países Bajos y América
Latina, destacando Venezuela,
México, y
Chile, el primero ha tenido dos presidentes (Rafael Caldera y
Luís Herrera Campíns), el segundo también
dos (Vicente Fox y Felipe Calderón), el el tercero tres:
(Eduardo Frei Montalva 1964-1970, Patricio Aylwin Azócar
1990-1994, Eduardo Frei Ruiz-Tagle 1994-2000).
En América
Central después de años de dictaduras y gobiernos
autoritarios algunos de los primeros presidentes civiles electos
fueron democratacristianos: José Napoleón Duarte (El Salvador (1984-1989),
Marco Vinicio Cerezo Arévalo (Guatemala,
1986-1990). En Costa Rica, han
sido electos presidentes por el Partido Unidad Social Cristiana
(PUSC) ha sido gobernada por Rafael Ángel Calderón
Fournier (1990-1994), Miguel Ángel Rodríguez
Echeverría (1998 – 2002) y Abel Pacheco de la Espriella
(2002 – 2006)[4].
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