Análisis Literario
El título nos da una indicación temporal,
hay un pequeño lapso de tiempo entre
levantarse y el desayuno. El drama de los personajes se va a
desarrollar durante ese poco tiempo.
Toda esta primera parte constituye una acotación
escénica. En esa acotación escénica que hace
el dramaturgo nos enteramos como es el lugar.
Va a suceder un hecho trágico en un
pequeño tiempo y en una pequeña habitación.
Nos da otra ubicación geográfica de donde
exactamente se encuentra la casa: en la calle Christopher en
Nueva York. El dramaturgo al describir el lugar menciona la
palabra foro que es el
fondo del escenario. En esa descripción nos enteramos que el lugar
sirve como cocina y comedor. La obra se realiza a telón
abierto para que el espectador descubra poco a poco los detalles
de la situación económica de la familia,
antes de que entren los personajes.
La familia es
humilde, la casa consta de tres habitaciones, una cocina que a la
vez sirve de comedor y un dormitorio. Un detalle importante son
las ventanas que dan sobre una escalera de emergencia. Esto nos
sugiere que la casa está en un ambiente
cerrado y oscuro. "Las plantas agonizan
en el abandono", esto nos da la idea de que en el ambiente hay
tristeza, falta de vida, descuido e indirectamente la
agonía de las plantas nos sugiere también la
agonía de los personajes. Al mencionar las dos sillas nos
damos cuenta que en esa casa viven solamente dos personas. La
ropa en la cuerda nos da la idea de desorden, descuido y falta de
espacio. Ese desorden en la habitación nos sugiere
también un desorden en la vida de los personajes. La
puerta del foro va a cobrar importancia en toda la obra, esa
puerta va a significar un límite, va a permanecer
entreabierta durante todo el desarrollo de
la obra. Esa puerta va a constituir un límite
infranqueable a causa del sentimiento de fracaso y
desilusión entre los personajes, eso no va a permitir el
pasaje de un lado a otro.
En el segundo párrafo
el dramaturgo nos da una ubicación temporal precisa cuando
habla del tiempo: "son aproximadamente las ocho y media de la
mañana de un día hermoso y lleno de sol, a
comienzos del otoño" hay una cierta relación con el
título. También hay un contraste entre el exterior
con el interior de la casa. El tiempo no influye pues dentro de
la casa hay un ambiente de tristeza, falta de vida, humedad,
donde se va a desarrollar una tragedia, ni aún la
alegría del día impide que se lleve a cabo la
tragedia.
Luego el dramaturgo nos describe al personaje femenino,
hay un pormenorizado retrato de la señora Rowland. A
través de los detalles físicos de la señora
Rowland el dramaturgo trata de mostrar que recién se ha
levantado, el aspecto de su cabello es sucio y aparentemente
tiene el pelo largo. Su estatura es mediana, es un poco gorda y
aparece nuevamente la idea de desproligidad y descuido al ponerse
un vestido que le acentúa cada vez más la gordura.
Su rostro es impersonal y lo único que resalta son los
ojos azules. Notamos que el personaje es infeliz, está
atormentada, pero el dramaturgo exagera en los detalles de los
personajes. Nos dice que tiene más de veinte años y
parece mucho mayor. Hay un desajuste entre la edad y la
apariencia. El hecho de decir que su boca es débil y
rencorosa nos anticipa que el personaje es rencoroso, anticipa el
discurso de
dicho personaje. El dramaturgo utiliza un recurso de estilo
llamado sinécdoque (que toma una parte como un todo), para
demostrar que la rencorosa es la señora Rowland y no solo
su boca.
En el tercer párrafo el dramaturgo describe los
movimientos de la señora Rowland que están
relacionados con su personalidad,
esos movimientos adelantan el carácter del personaje. La señora
Rowland trata de descargar todo su malhumor en el delantal y deja
escapar una imprecación que va dirigida al delantal y a su
propia vida. Recién se levanta y parece estar muy cansada,
luego demuestra una reacción como que le doliera la cabeza
al ponerse la mano sobre la misma, pero en realidad está
pensando. El dramaturgo se detiene en la forma de mirar de la
señora Rowland.
De pronto su rostro se ilumina como si recordara algo al
mirar el armario de los platos, pero luego cambia su mirada al
mirar penetrantemente a la puerta del dormitorio, para saber lo
que está sucediendo, escucha atentamente a ver si su
marido se está levantando y mira a ver si se asoma a la
puerta, o sea que pone sus sentidos de alerta. Todo esto indica
como son los personajes y como se desarrolla la obra.
Durante el desarrollo de la obra las acotaciones
escénicas se vuelven menores dando lugar a los
monólogos, a pesar de que no es exactamente un
monólogo sino que es un diálogo
atípico porque no recibe respuestas verbales y
elíptico porque no existe la respuesta pero el personaje
sí está presente. Desde el punto de vista
técnico es un monólogo técnico pero desde el
punto de vista real es un monólogo elíptico porque
sabemos que la señora Rowland no está sola sino que
a pesar de no recibir respuesta, hay otra persona.
Esa puerta es una frontera
infranqueable porque ni la señora Rowland entra al cuarto
ni Alfredo sale del mismo. Esa puerta también incentiva al
espectador a que se concentre mirando la puerta por la curiosidad
de lo que hay detrás de ella. El dramaturgo no describe
nada de lo que hay detrás de la puerta, o sea, que
describe solamente un escenario. Esto nos obliga a que
participemos con nuestra imaginación para saber lo que hay
más allá de ella. Tampoco nos menciona nada acerca
de cómo es Alfredo. Lo que nosotros imaginamos es
más importante de lo que diga o haga la señora
Rowland.
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