- El sistema óseo y el
esqueleto - Funciones básicas del
esqueleto - Hueso
- Composición y
estructura de los huesos - Tipos de
huesos - Principales
funciones de los huesos - Articulaciones
- El esqueleto
humano - Enfermedades y
accidentes del sistema óseo - Referencias
Bibliográficas - Conclusión
- Anexos
Introducción
El siguiente trabajo tiene
por finalidad estudiar el Sistema
Óseo, sus componentes y funciones
principales. El esqueleto formado por un conjunto de huesos constituye
el armazón o soporte del cuerpo y a la vez le sirve de
protección. El esqueleto constituye la parte pasiva del
sistema locomotor
El sistema
óseo está formado por un conjunto de estructuras
sólidas compuestas básicamente por tejido
óseo, que se denominan huesos.
Los huesos cumplen tres funciones fundamentales:
proporcionar sostén al organismo, constituir los segmentos
móviles del sistema de palancas configurado junto a las
articulaciones y
músculos, brindar protección a los órganos y
tejidos
internos. Otras funciones importantes de los huesos son
participar en el metabolismo de
diversos minerales, como
el calcio o el fósforo, y en la formación de la
sangre,
proceso en el
que está involucrada la médula ósea interior
de algunos huesos. El esqueleto humano cuenta con aproximadamente
208 huesos. Esta cifra no es constante porque algunas personas
poseen algunos pequeños huesos, conocidos como
supernumerarios, que se localizan en el cráneo o en los
dedos. Un bebé puede tener hasta trescientos huesos ya que
nace con algunos separados para facilitar el
nacimiento.
Los huesos son de variadas formas y tamaños:
largos, planos, cortos, esponjosos y compactos. Cada hueso cumple
una función
especial en el sistema. Los huesos no son estructuras lisas,
ellos presentan protuberancias y partes rugosas.
Para el estudio del esqueleto humano se toman en cuenta
4 regiones: cabeza (cráneo y cara), tronco (columna
vertebral, costillas, esternón, omóplato y
clavícula), extremidades superiores (hombro, brazo,
antebrazo y mano) y por último aunque no menos importante
las extremidades inferiores (caderas, muslo, pierna y
pies).
El sistema
óseo
El sistema
óseo y el esqueleto:
El sistema óseo está formado por un
conjunto de estructuras sólidas compuestas
básicamente por tejido óseo, que se denominan
huesos.
Un esqueleto interno consiste en estructuras
rígidas o semirrígidas dentro del cuerpo, que se
mueven gracias al sistema muscular. Si tales estructuras
están mineralizadas u osificadas, como en los humanos y
otros mamíferos, se les llama huesos. Otro
componente del sistema esquelético son los
cartílagos, que complementan su estructura. En
los seres humanos, por ejemplo, la nariz y orejas están
sustentadas por cartílago. Algunos organismos tienen un
esqueleto interno compuesto enteramente de cartílago, sin
huesos calcificados, como en el caso de los tiburones. Los huesos
y otras estructuras rígidas están conectadas por
ligamentos y unidas al sistema
muscular a través de tendones.
El esqueleto humano es una forma de poder
sumamente criticable ya que las diferencias entre las partes las
llevan al enfrentamiento de los huesos coquitlicos. A
excepción del hueso hioides —que se halla separado
del esqueleto—, todos los huesos están articulados
entre sí formando un continuum, soportados por estructuras
conectivas complementarias como ligamentos, tendones, y
cartílagos.
El esqueleto de un ser humano adulto tiene,
aproximadamente, 206 huesos, sin contar las piezas dentarias, los
huesos sutúrales o wormianos (supernumerarios del
cráneo) y los huesos sesamoideos.
El conjunto organizado de huesos —u órganos
esqueléticos— conforma el sistema
esquelético, el cual concurre con otros sistemas
orgánicos (sistema nervioso,
sistema articular y sistema muscular) para formar el aparato
locomotor.
El esqueleto óseo es una estructura propia de los
vertebrados. En Biología, un
esqueleto es toda estructura rígida o semirrígida
que da sostén y proporciona la morfología
básica del cuerpo, así, algunos cartílagos
faciales (nasal, auricular, etc.) debieran ser considerados
también formando parte del
esqueleto.
Funciones
básicas del esqueleto:
Los huesos desempeñan funciones importantes entre
las cuales se pueden mencionar las siguientes.
1) Función de sostén. El esqueleto
constituye un armazón donde se apoyan y fijan las
demás partes del cuerpo, pero especialmente los
ligamentos, tendones y músculos, que a su vez mantienen en
posición los demás músculos del
cuerpo.
2) Locomoción. Los huesos son elementos pasivos
del movimiento,
pero en combinación con los músculos permiten el
desplazamiento, ya que les sirven de punto de apoyo y
fijación.
3) Protección. En muchos casos los huesos
protegen los órganos delicados como en el caso de los
huesos del cráneo, que constituyen una excelente
protección para el encéfalo; la columna vertebral y
las costillas protegen al corazón y
los pulmones; las cavidades orbitarias protegen a los ojos; el
hueso temporal aloja al oído, y la
columna vertebral protege la médula espinal.
4) Hematopoyesis. En la médula roja de los huesos
largos se producen los glóbulos rojos y en menor cantidad
linfocitos y monocitos.
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