- Resumen
- La inquietud científica
por los terremotos en el siglo XIX - La ciencia madura del siglo
XX - El
aporte del ingeniero Enrique Silgado - Registro de los
sismos a lo largo del siglo XIX, XX y XXI - Bibliografía
"El
conocimiento de los fenómenos de
la
naturaleza
que amenazan a la sociedad
ha
dejado de ser propiedad de
los especialistas.
Ha cambiado la política de no
informar para
evitar el pánico. Ahora es necesario
tener
conciencia
de cuales son los peligros naturales
que nos rodean, que es la
base de las medidas
preventivas". José
Lugo Hubp y Moshe Inbar,
México, 2002, p.
31.
RESUMEN
La Historia de la
sismología en el Perú como ciencia data
del siglo XIX y de las tempranas exploraciones científicas
y explicaciones del alemán Alexander Von
Humboldt mas su pleno desarrollo se
realizó en la segunda mitad del siglo XX. Esta ciencia
debe su desarrollo tanto al mecenazgo extranjero como al apoyo
nacional. Actualmente quien desarrolla la labor de investigación en torno a
sismología es el Instituto Geofísico del
Perú.
Palabras Clave: Historia de los desastres
naturales, historia de la ciencia,
sismología, terremotos,
Alexander Von Humboldt, Enrique Silgado.
INTRODUCCIÓN
La sismología es la ciencia que estudia todo lo
referente a los sismos: la fuente
que lo produce (localización, orientación,
mecanismo, tamaño, etc.), las ondas
elásticas que generan (modo de propagación,
dispersión, amplitudes, etc.), es reciente; sin embargo
los sismos datan de la antigüedad.
Los sismos constituyen un tipo de fenómenos que
se manifiestan por un movimiento que
tiene su origen en el interior de la tierra y se
registra en la superficie. Los hay desde los someros, del orden
de 5-10 km, los medianos que alcanzan 30-60 km y los muy
profundos, de hasta 400 km. Las zonas de actividad sísmica
están bien definidas y América
del sur es una zona de alta sismicidad. Esta actúa en los
límites
de las placas litosféricas.
Los terremotos, como fenómeno natural por
sí mismos, no son peligrosos para los humanos, pero
sí los efectos diversos que causan cuando se convierten en
desastres: el derrumbe de construcciones urbanas, los
desprendimientos de rocas en las
elevaciones montañosas, los tsunamis, los incendios de
ciudades se les considera los culpables de grandes
tragedias.
LA INQUIETUD CIENTÍFICA POR LOS TERREMOTOS EN
EL SIGLO XIX
En el Perú, los registros
sismológicos tuvieron sus inicios en los escritos de los
cronistas y curas que interpretaban este fenómeno natural
como sobrenatural. Los datos de que se
dispone son incompletos y se encuentran esparcidos en diversas
obras inéditas o poco conocidas, en las crónicas de
los religiosos, o en las narraciones de los viajeros ilustres que
visitaron esta parte del continente.
Durante el siglo XIX sucedieron varios sismos; uno de
los principales por su intensidad fue el de 1868, que
devastó Arequipa, Tacna y Arica. Este movimiento fue
seguido de un tsunami que puso en conmoción a todo el
Oceáno Pacífico, llegando a las alejadas playas del
Japón,
Nueva Zelandia y Australia.
El siglo XIX fue el escenario de la inquietud
por realizar primero un registro
sistemático de los sismos y luego por obtener una
explicación de la causa de aquellos. La labor de registro
se la debemos al historiador José Toribio Polo
(1904) quien analizó un conjunto de fuentes y
estimó que se habían producido más de 2,500
temblores en territorio peruano, desde la conquista hasta fines
del siglo XIX y advirtió que por varias causas no se
anotaron muchos sismos, en el período de 1600 a 1700.
Huelga decir
que, probablemente fue Alexander Von Humboldt el primero en
brindar una explicación científica a los
terremotos. Humboldt estableció una relación entre
las fallas geológicas y los terremotos mas su teoría
no fue aceptada por muchos científicos de la
época.
Figura tomada del Centro
Alexander Von Humboldt de Argentina.
LA CIENCIA MADURA DEL SIGLO XX
En el presente siglo, los sismos fueron
notables por la intensidad y estragos que causaron, los
terremotos que afectaron a Piura y Huancabamba (1912),
Caravelí (1913), Chachapoyas (1928), Lima (1940), Nazca
(1942), Quiches, Ancash (1946), Satipo (1947), Cuzco (1950),
Tumbes (1953), Arequipa (1958-1960), Lima (1966), Chimbote y
Callejón de Huaylas (1970), Lima (1974), Pisco
(2007).
En los albores del siglo XX, se instalaron
sismógrafos de
diversas marcas: Wiechert,
Mainka, Bosch Omori, Galitzin Wilip, Milne -con
amplificación mecánica entre 1: 100 y I: 1500, en
diversas ciudades capitales sudamericanas: Bogotá, Buenos
Aires (La Plata), Caracas, La Paz, Lima, Quito,
Río de Janeiro y Santiago. La estación de Lima se
destacó por ser una de las más antiguas (1907),
pero también aquella que funcionó con muy poca
continuidad. Todo indica que este fue el motivo por el cual el
U.S. Coast and Geodetic Survey, entidad responsable del Servicio
Sismológico de los Estados Unidos,
propusó al Departamento de Magnetismo
Terrestre la instalación de una estación
sismológica en Huancayo, donde existían todas las
facilidades y el personal apto
para instalar y supervisar el funcionamiento de los modernos
sismómetros de tipo electro-magnético. En 1931 se
construyó la Estación Sísmica (HUA), se
instalaron dos sismógrafos horizontales (Wenner, 10 s) y
un sismómetro vertical (Benioff 1 y 100 s), con registro
en papel fotográfico. Esta estación fue la
más moderna del continente durante casi tres
décadas.
Los estudios sismológicos del siglo XX
se han encargado de explicar con minuciosidad la intensidad de
cada sismo. La sismología en el Perú pasó
por un lento periodo de institucionalización que data de
1922 hasta 1947. Huelga decir que anteriormente se había
creado el Observatorio Geofísico de Huancayo
(Junín) hacia 1920, el cual sería el punto de
inicio de la institucionalización de la
investigación.
En esta primera etapa, el Observatorio
Magnético de Huancayo estuvo bajo la
administración del Departamento de Magnetismo
Terrestre de la Institución Carnegie de Washington. En
1947 pasó a convertirse en un organismo autónomo
del gobierno del
Perú, tomó el nombre de Instituto Geofísico
de Huancayo hasta 1962 fecha en la cual se acordó
trasladar la sede ejecutiva del Huancayo a Lima, cambiando el
nombre de esta entidad por Instituto Geofísico del
Perú. El 21 de Marzo de 1969, esta institución es
reconocida como organismo oficial encargado de realizar estudios
e investigaciones
de carácter geofísico y el 12 de Junio
de 1981, se promulgó la ley de
creación del Instituto Geofísico del Perú en
el sector educación.
El Instituto Geofísico del
Perú es reconocido actualmente como la institución
que incentiva y lidera la investigación científica en
geofísica en el país. Mediante su programa de
investigación científica contribuye con el Estado y la
sociedad civil
en el desarrollo del conocimiento
de la realidad nacional y aporta en el avance
científico
internacional.
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