El
diagnóstico
La Organización Mundial de la Salud (OMS) propone en 1998
criterios de clasificación, según los cuales, para
poder hacer el
diagnóstico de Síndrome
Metabólico, deben existir al menos uno de los dos
parámetros principales y dos de los restantes (tabla
I).
La OMS señala que es indispensable para el
diagnóstico de Síndrome Metabólico (SM) la
presencia de resistencia a la
insulina y/o alteración en la tolerancia a la
glucosa. A
esto debe sumarse al menos dos de los siguientes: hipertensión arterial, dislipidemia,
obesidad o
microalbuminuria. Es importante destacar que la microalbuminuria
es, para la OMS, un importante predictor de riesgo
cardiovascular.
Tabla I. Criterios propuestos por la OMS para | |
Parámetros principales | Definición |
Intolerancia a la glucosa o Diabetes Mellitus tipo2 | Glucemia de ayuno ≥110 mg/ dL y/o 2 |
Resistencia a la insulina con tolerancia a la | Captación de glucosa por debajo del |
Otros parámetros | |
Presión arterial | ≥140/ 90 mmHg |
Triglicéridos | ≥150 mg/ dL |
HDL colesterol | Hombres < 35 mg/ dL |
Obesidad abdominal | Circunferencia abdominal: Hombres >102 cm y Índice de Masa Corporal: >30 kg/ |
Microalbuminuria | Excreción urinaria de albúmina |
Tomado de World Health Organization. Definition,
diagnosis and classification of diabetes mellitus and its
complications. Report of a WHO consultation. Geneve: WHO;
1999.
Un aspecto central en la definición del SM propuesta por
la OMS es la descripción biológica y
fisiológica de la resistencia a la insulina. Sin embargo,
posteriormente se identificaron varias limitaciones a la
definición propuesta; ya que es necesaria la
aplicación de técnicas
de alto costo, complejas
y de no tan sencilla aplicación, como la técnica
del «clamp» euglucémico-hiperglucémico
para determinar la sensibilidad frente a la insulina. Esta
complicada técnica hizo que fuera prácticamente
imposible el uso de esta definición, tanto en la
práctica clínica como en los estudios
epidemiológicos (7).
Dos años después, el Adult Treatment Panel
III (ATP-III) del National Cholesterol Education Program
(NCEP)
introdujo una nueva definición; propuesta para su
aplicación en la práctica clínica. Esta
definición no incluía una cuantificación
específica de la sensibilidad a la insulina y
adoptó un abordaje menos
«glucocéntrico»; considerando por igual todos
los componentes del SM. El parámetro de
cuantificación de la obesidad seguía siendo el
perímetro de la cintura (8).
La definición ATP-III alcanzó una gran
popularidad debido a su sencillez. Sus componentes se pueden
determinar fácilmente y de manera sistemática en la
mayor parte de los contextos clínicos y de investigación. No obstante, a diferencia de
lo que ocurría con la definición de la OMS, la
definición ATP-III no incorporaba variables
proinflamatorias ni protrombóticas como parte de una
definición ampliada (tabla II).
Tabla II. Criterios propuestos por el ATP III | |
Factor de Riesgo | Niveles de corte |
Obesidad abdominal* | Hombres: 102 cm Mujeres 88 cm |
Triglicéridos | > 150 mg/ dL |
HDL colesterol | Hombres ≤ 40 mg/ dL |
Presión arterial | ≥ 130/ 85 mmHg |
Glucosa de ayuno | ≥ 110 mg/ dL |
*circunferencia abdominal |
Tomado de Executive Summary of The Third Report of
The National Cholesterol Education Program (NCEP) Expert Panel on
Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Cholesterol in
Adults (Adult Treatment Panel III). JAMA. 2001; 285:
2486–97.
La definición del ATP-III se basa en la
coexistencia de cualquier combinación de tres
alteraciones: en la distribución de grasa corporal, presión
arterial, triglicéridos, HDL y glucemia en
ayunas.
A diferencia de lo establecido por la OMS, el NCEP no
recomienda una medición rutinaria de la insulinemia por no
considerarla esencial para el diagnóstico de SM. Se tienen
en cuenta parámetros clínicos mucho más
accesibles y costo/ efectivo. Así, se puede arribar a un
diagnóstico con tan sólo una cinta métrica y
un esfigmomanómetro.
El NHANES III (Third National Health and Nutrition
Examination Survey) reportó la prevalencia del SM,
definido según los criterios del ATP-III. La prevalencia
del síndrome metabólico en adultos mayores de 20
años fue del 24%, sin embargo el rango de edad
aumenta rápidamente. En adultos mayores de 50 años
la prevalencia fue de 30% y en mayores de 60 años fue el
40%; fundamentalmente en la población hispana
(4).
En general, en el estudio NHANES III, se obtuvo como
resultado una prevalencia del SM de 60% (mayor que la de DM tipo
2, en la misma población); además, la prevalencia
de SM entre sujetos diabéticos fue del 86% y la
prevalencia de enfermedad coronaria (EC) fue mucho mayor entre
pacientes con ambas patologías (SM y DM) (figura
2).
Adaptado de Alexander
CM. NCEP-defined metabolic syndrome, diabetes, and prevalence of
coronary heart disease among NHANES III participants age 50 years
and older. Diabetes. 2003 May;52(5):1210-4.
Existieron otros
intentos diagnósticos del SM, como los del European Group
for the Study of Insulin Resistance (EGIR)
; basados en la definición de la OMS
(7) y el de la American Association of Clinical
Endocrinologists (AACE), sobre la base del ATP-III del NCEP
(9); los cuales no trascendieron por su
complejidad.
Desde hace algunos años, la International
Diabetes Federation (IDF) ha señalado la necesidad urgente
de racionalizar la gran variedad de definiciones desarrolladas
sobre el SM. Esta necesidad se ha objetivado tanto en la
práctica clínica como en los ámbitos de
investigación.
Un componente importante de esta nueva iniciativa fue la
elaboración de una serie de directrices para compensar las
diferencias en el perímetro de la cintura y la
distribución del tejido adiposo entre los distintos
grupos de
población, especialmente en las personas de origen
asiático (10). El grupo de
consenso también elaboró una serie de
recomendaciones para utilizar criterios adicionales que se
pudieran incluir en el estudio del SM en los trabajos de
investigación. Finalmente, la IDF propuso en el año
2004 nuevos criterios diagnósticos (tabla III).
OC: Para la población centro y suramericana:
Hombres + 90 cm. y mujeres + 80 cm.
Tomado de Alberti KGM, Zimmet P,
Shaw J, for the IDF Epidemiology Task Force Consensus
Group. The metabolic syndrome—a new worldwide
definition. The Lancet 2005; 366:1059-
62
El Síndrome Metabólico se está
convirtiendo en uno de los principales problemas de
salud
pública del siglo XXI; asociado a un incremento de 5
veces en la prevalencia de DM tipo 2 y de 2-3 veces la de ECV. La
morbididad y la mortalidad prematuras debidas a la ECV y DM,
podrían desequilibrar completamente los presupuestos
sanitarios de muchos países desarrollados o en vías
de desarrollo
(11,12).
La "epidemia" de obesidad se ha extendido hasta los
grupos poblacionales más jóvenes; llegando a
afectar en una elevada proporción a niños y
adolescentes.
Asociado a la obesidad, en los últimos años se ha
incrementado en estos pacientes la incidencia y prevalencia de
Síndrome Metabólico, Diabetes Mellitus tipo 2,
dislipidemias e hipertensión arterial; con una presencia
precoz de lesiones ateroscleróticas en las arterias
coronarias y la aorta, aumentando la morbididad y mortalidad, de
etiología cardiovascular aterosclerótica
(13).
En un estudio realizado recientemente en niños de
los Estados Unidos,
se determinó una prevalencia de sobrepeso del 13%; con un
costo anual para 1000 niños con sobrepeso de,
aproximadamente, $42 000 (USD) por consultas de enfermedad en
atención primaria y $32 000 (USD) por
consultas de salud mental
(14). El SM tiene una prevalencia del 50% en
jóvenes severamente obesos (15).
Tomando en consideración la magnitud del
problema, la ausencia de una herramienta diagnóstica de SM
en adolescentes y que en las investigaciones
clínicas se han utilizado los criterios para adultos;
Jolliffe y Janssen, basándose en las definiciones de
Síndrome Metabólico del ATP-III y la IDF,
recientemente propusieron los criterios diagnósticos de SM
para adolescentes; en el cual los datos
representativos del NHANES III (1988-1994) y del periodo
1999-2002, fueron utilizados para desarrollar las curvas de
tendencia (16,17).
Estos criterios diagnósticos son
específicos para adolescentes de 12 a 20 años de
edad, según sexo y
clasificaciones del ATP-III e IDF, según combinaciones de
los parámetros: circunferencia abdominal, presión
arterial, bajos niveles de HDL colesterol, hipertrigliceridemia e
hiperglucemia.
Diagnóstico basado en
ATP-III:
Cualquier combinación de tres (o más)
factores de riesgo.
Diagnóstico basado en
IDF:
Obesidad central más presencia de otros dos (o
más) factores de riesgo.
Criterios diagnósticos específicos por edad y | |||||||
Edad | Circunferencia Abdominal en | PA (mmHg) | HDL-c (mg/ dL) | TG (mg/ dL) | Glucosa (mg/ dL) | ||
ATP III | IDF | Sistólica | Diastólica | ||||
12 | 94.2 | 85.1 | 121 | 76 | 44 | 128 | 100 |
13 | 96.2 | 87.0 | 123 | 78 | 42 | 131 | 100 |
14 | 98.0 | 88.9 | 125 | 79 | 41 | 135 | 100 |
15 | 99.5 | 90.5 | 126 | 81 | 40 | 138 | 100 |
16 | 100.6 | 91.8 | 128 | 82 | 40 | 141 | 100 |
17 | 101.4 | 92.7 | 128 | 83 | 40 | 143 | 100 |
18 | 101.8 | 93.4 | 129 | 84 | 40 | 146 | 100 |
19 | 102.0 | 93.8 | 130 | 85 | 40 | 148 | 100 |
20 | 102.0 | 94 | 130 | 85 | 40 | 150 | 100 |
Criterios diagnósticos específicos por edad y | |||||||
Edad | Circunferencia Abd | PA (mmHg) | HDL-c (mg/ dL) | TG (mg/ dL) | Glucosa (mg/ dL) | ||
ATP III | IDF | Sistólica | Diastólica | ||||
12 | 79.5 | 72.5 | 121 | 80 | 48 | 142 | 100 |
13 | 81.3 | 74.2 | 123 | 82 | 48 | 135 | 100 |
14 | 82.9 | 75.7 | 125 | 83 | 49 | 129 | 100 |
15 | 84.2 | 76.8 | 126 | 84 | 49 | 127 | 100 |
16 | 85.2 | 77.7 | 128 | 84 | 49 | 129 | 100 |
17 | 86.2 | 78.5 | 128 | 85 | 49 | 135 | 100 |
18 | 87.0 | 79.2 | 129 | 85 | 50 | 142 | 100 |
19 | 87.7 | 79.8 | 130 | 85 | 50 | 149 | 100 |
20 | 88.0 | 80 | 130 | 85 | 50 | 150 | 100 |
En la última década, el SM ha incrementado
dramáticamente su prevalencia entre adolescentes.
Basándose en estos nuevos criterios diagnósticos de
SM para adolescentes, la prevalencia entre estadounidenses
aumentó de 4.7% a 7.6%, según el perfil del ATP III
y de 5.3% a 9.6% sobre la base de los criterios de la IDF
(17).
La identificación y tratamiento precoz de estos
factores de riesgo, es de gran importancia para la
prevención de la morbilidad y mortalidad de
etiología aterotrombótica y por Diabetes Mellitus
tipo 2, en adultos jóvenes.
Aunque se necesitan estudios que validen estos
criterios, este estudio representa el primer intento de
acercamiento a la creación de un sistema de
clasificación del Síndrome Metabólico en
adolescentes; "epidemia" con consecuencias
devastadoras.
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Adult Treatment Panel III and International Diabetes Federation
Criteria. J Am Coll Cardiol 2007;49:891–8.
Autor
Dr. Ernesto Guevara Sierra MD. MSGG.
FAHA
Doctor en medicina,
especialista en Gerontología y Geriatría, miembro
de la American Heart Association.
Nacido en Holguín, Cuba y
radicado en Costa
Rica.
Trabajo realizado en: San José de Costa
Rica, noviembre 1ro del 2007.
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