- Vida, obra y legados éticos
y morales del General Don José de San
Martín - Conclusiones
- Bibliografía
- Bibliografía
comentada
Introducción
En los años que llevo como estudiante, siempre se
me intentó inculcar que la Historia debía ser
abordada con objetividad, pues es ésta la única
manera de lograr imparcialidad en los resultados que se
obtendrán. Objetivo que
no supe o no quise alcanzar, pues siempre sentí que
debía comprometerme en alguna forma con lo que
leía, que la historia debe ser abordada con pasión,
con compromiso, debe generar discusión, debates que lleven
no solo a entender lo que pasó con la frialdad de un
matemático, sino que debe ser rescatada para ejemplo de
las generaciones que son producto de
ese entramado de pequeñas y grandes historias. Destacar
las acciones de
aquellos que pese a las limitaciones que todos tenemos tuvieron
el coraje de enfrentar sus miedos e intentaron alcanzar sus
sueños, sueños que significaron la libertad de
millones y el sacrificio de muchos que acabaron generalmente
olvidados, muriendo la mayoría de ellos en circunstancias
extrañas o en la mayor de las pobrezas.
Este trabajo no ha
sido relizado con la finalidad de resaltar las hazañas
bélicas del General San Martín. Es nuestra
intención la de intentar desentrañar su parte
más ¨humana¨, analizando su niñez, su
temprana partida hacia Europa y
cómo allí fue forjando su temple y espíritu
en los campos de batalla más diversos. Apreciaremos en el
transcurso del trabajo que San Martín no sólo fue
un gran estratega, sino que fue una persona honesta,
sensible ante el dolor o la necesidad ajenos, padre amoroso y
amigo incondicional, supo apreciar el arte en todas sus
formas, fomentó y creó bibliotecas,
estricto frente a las indisciplinas pero reconocedor de los que
valientemente defendieron los ideales revolucionarios,
magnánimo con el enemigo vencido, poco amigo de la
política,
siempre prefirió estar junto a sus hombres antes que
ocupar cómodos escritorios, en definitiva un ser virtuoso
al cual es necesario rescatar como ejemplo en este presente donde
predomina la individualidad, el narcisismo y el ostracismo.
Rescatándolo no como un héroe de bronce, sino como
ejemplo de valores
morales y éticos que lamentablemente parecen "pasados
de moda" en estos
tiempos que nos tocan en suerte transitar.
Vida,
obra y legados
éticos y morales del General Don José de San
Martín
Su vida
Yapeyú, fundada en febrero de 1627, pueblo de
misiones jesuíticas, era cabeza del Departamento que
reunía también a los pueblos de La Cruz, Santo
Tomé y San Borja. Se ubicaba en la margen derecha del Alto
Uruguay, en
una zona de fértiles planicies y tupidos
bosques.
¨A él llegó hacia el año
1775, con el cargo de Teniente Gobernador, el oficial del
ejército español,
Don Juan de San Martín, quien había sido ascendido
al grado de oficial Mayor el 1° de abril de 1769¨ (1)
Estando él en la banda oriental del río Uruguay,
contrajo matrimonio por
poder, el
1° de octubre de 1770, con Doña Gregoria Matorras, una
joven española que residía en la capital del
virreinato, la cual se trasladó a Yapeyú poco
tiempo
después.
¨De ese matrimonio nacieron los hijos: Manuel
Tadeo, en 1772 y posiblemente en Buenos Aires;
Juan Fermín, en 1774; Justo Rufino (posiblemente en 1776),
en Yapeyú; José Francisco, casi con seguridad en
1777, (25 de febrero), también en Yapeyú y
María Elena, en La Calera (Uruguay), el 18 de agosto de
1778.¨ (2)
Al poco tiempo Don Juan fue sustituido en su cargo de
Teniente Gobernador y se trasladó a Buenos Aires con toda
su familia. ¨Llegados a Buenos Aires, Juan compró
dos propiedades, una casa pequeña en el barrio de
Montserrat y otra grande en la calle San Juan, donde se
instaló la familia.¨(3)
Con apenas seis años cumplidos, en 1783,
José partió hacia España,
desembarcando en Cádiz; recalan más de un
año en Madrid y
finalmente su padre, que ya contaba con 57 años, es
destinado a un regimiento en Málaga como ayudante
supernumerario. Hacia 1785 , José de San Martín
ingresa al Seminario de
Nobles de Madrid, donde estudió francés,
latín, castellano,
baile, música, dibujo,
poética, retórica, esgrima, equitación,
historia natural, física experimental y
matemática.
En el año 1789 egresó del Seminario de
Nobles y presentó su solicitud, con la edad mínima
requerida, para iniciarse en la carrera de las armas en el
Regimiento de Murcia. El color del
uniforme del Regimiento de Murcia era celeste y blanco, colores que
coincidieron casualmente con los que orgullosamente
libertaría medio continente treinta años
después. En la edad en que los destinatarios de este
trabajo dedican sus horas al sano estudio y a la no menos sana
diversión, el cadete José de San Martín fue
destinado junto con su regimiento a Melilla, una
guarnición en África. Tuvo allí su bautismo
de fuego contra un ataque de los moros, sitio que duró
unos 37 días, sufriendo el hambre y el insomnio con el que
tuvo que convivir en las campañas militares en las que
participó, tanto en África, Europa o América.
De África pasó a Europa, más
exactamente al ejército de Aragón, donde
luchó contra los ejércitos napoleónicos.
Pronto, debido a su valentía y astucia se destacó
en diferentes batallas, siendo ascendido a Segundo Subteniente
del Regimiento de Murcia, contaba solo con 16 años. En
1795 y debido a su comportamiento
fue ascendido nuevamente, esta vez con el grado de Teniente
Segundo.
En 1795 España fue derrotada por Francia
firmándose el Tratado de Basilea, siendo obligada a
convertirse en aliada de esta última, entrando de esta
manera en guerra con
Inglaterra.
Por más de un año, San Martín y su
Regimiento fueron parte de una escuadra naval. Tuvo allí
su bautismo de fuego en el mar y en 1798 fue derrotada su
escuadra siendo tomado prisionero por un barco inglés.
A pesar de ello su carrera militar continuó y
debido a sus actuaciones en 1808 es ascendido a Teniente Coronel.
Una afección en las vías respiratorias que no lo
dejaría en paz por el resto de su vida lo mantuvo unos
meses lejos del frente de batalla; pese a sus problemas de
salud San
Martín pidió su reincorporación y
combatió con valor en
varias batallas que le sumaron más prestigio al ya
obtenido anteriormente y admiración por parte de
subordinados, pares y superiores.
Por más de dos décadas San Martín
luchó contra moros, franceses, ingleses y portugueses,
pero su vida no transcurrió solamente de batalla en
batalla. En sus momentos de descanso y paz solía debatir
con sus compañeros de armas y con algunos americanos,
sobre los vientos de libertad republicanos que soplaban desde la
Revolución
Francesa. Poco a poco se fue dando cuenta de que la causa en
España estaba perdida frente al control
napoleónico, es entonces que decidió continuar su
lucha en América. Cuando más tarde se le
preguntó con respecto a esta cambio en su
vida él respondió: ¨La revolución
de España es de la misma naturaleza que
la nuestra; ambas tienen la libertad como objeto y la
opresión por causa¨(4)
Esta síntesis
de la vida que llevó el General Don José de San
Martín antes de volver a su tierra natal
fue realizada con el ánimo de que el lector comprenda, en
principio, el contexto internacional en que se desarrolló
la infancia y
juventud de
Don José y como influyó esto en su
formación. Visto desde nuestra óptica
actual quizás no parece muy importante, pero en esos
momentos el mundo era un gran campo de batalla donde los
intereses mezquinos de una nobleza enquistada en el poder durante
siglos se resistían agónicamente a ser suplantados
por el derecho de los pueblos a ser libres y artífices de
su propio destino.
Este fue el clima
político y social en el que creció y se
desenvolvió San Martín; sintió, pese a los
años que no estuvo en su tierra natal, el llamado que de
allí provenía, y tras una breve estadía en
Londres, se trasladó hacia Buenos Aires a escribir las
páginas gloriosas que le estaban destinadas en la
incipiente historia sudamericana.
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