La obra de arte en el proceso de comunicación artística
La obra de arte como emisor
en el proceso de
comunicación artística para una
nueva concepción didáctica en el actual contexto educativo
cubano
Resumen
En el presente artículo se realiza un análisis acerca de las posibilidades
educativas que se brindan desde la filosofía para la
utilización de la obra de arte con fines educativos. Para
ello se tiene en cuenta el proceso de comunicación
artística a través de la percepción
artística y las funciones del
arte en el ámbito educativo.
ABSTRACT
In this work the authors analyze the possibilities
offered by Phylosophy to use the works of art with educative
purposes. The artistic communication process is taken into
consideration by means of the artistic perception and the
functions of art in the educative context.
Desarrollo
Mucho se ha hablado sobre las posibilidades educativas
del arte. La estética se refiere a determinadas
funciones dentro de las cuales se destaca para el ámbito
pedagógico la función
educativa, aunque todas las funciones cumplen con el fin de
educar. Para comprobarlo se puede responder a la siguiente
pregunta: ¿Cómo desarrollar la función
educativa sin tener en cuenta las funciones sociotransformativa,
cognitiva o previsora? En la pregunta se ha hecho referencia a
tres funciones además de la educativa, pero sin dudas
podrían mencionarse otras.
En la Filosofía, con respecto al arte
Konstantinov expone:" Las obras de arte, expresadas con
determinados medios
materiales,
pasan de una generación a otra y son
simultáneamente un medio cognoscitivo de la vida social, y
un medio de educación
ideológica, estética y moral de las
nuevas generaciones".
A partir de esta concepción, y de las funciones
del arte, se evidencia la necesidad de educar a través de
la Apreciación Artística a las nuevas generaciones,
a la vez que se desarrolla la sensibilidad y el sentido humanista
de nuestras ideas.
En la obra de arte se expresa una forma de conocimiento
de la realidad, basado en sus propias leyes
estéticas y mediante una forma de aprehensión de
del mundo circundante diferente al de la ciencia,
pero tan importante como ella.
Teniendo en cuenta estos elementos se puede desarrollar
un proceso de enseñanza– aprendizaje donde
el centro de este sea el
conocimiento que en la obra está contenido. Los
elementos formales (simbólicos) son la vía de
expresión que utiliza el creador para la expresión
del contenido antes enunciado. El arte permite transformar la
sociedad en
pos de nuestras necesidades, lo que incluye la
consolidación de nuestros mejores valores.
La
comunicación artística es la vía
idónea para la educación a
través de la de la obra de arte, esta tiene su base en el
carácter semisemiótico de la
percepción del arte y en el proceso de cocreación
artística. Por un lado se incorpora el elemento del
simbolismo en este proceso de comunicación, pero no de un
simbolismo donde predominan los significados semánticos,
sino que en este caso, la relación entre significante
(constituidos por los medios expresivos del arte) y el
significado (proceso que exige de la descodificación por
parte del perceptor utilizando su experiencia) adquiere un
carácter subjetivo en dependencia de los intereses y
gustos del sujeto que percibe.
Si entendemos la comunicación como intercambio de
información, habría que recurrir a
Arnol Hauser cuando asevera "Las obras de arte son cimas
inalcanzables. No vamos a ellas directamente, sino que más
bien giramos en su torno."
En el pensamiento
anterior se expone que en el decursar de una obra por el tiempo, en
distintas épocas y momentos de la historia, tan diferentes
como lo pueden ser la prehistoria, la
antigüedad, la edad media y la era moderna, ésta se
encuentra lejos de ser explicada, más bien ha se enriquece
con las interpretaciones, que sobre ella se emiten.
Este proceso de enriquecimiento se relaciona con la
comunicación artística, que es definido por uno de
los estudiosos del tema de la siguiente manera: "La
comunicación artística es un suceso (….)
Este suceso se desdobla en dos vertientes: se produce en la
creación de la obra, e igualmente en cada una de sus
recepciones-interpretaciones que reactivan el movimiento
originario."
En esta definición ofrecida por Nicole
Everaert-Desmedt, se percibe la dialéctica de la unidad
entre contenido y forma en el proceso de comunicación del
hombre con el
arte. Cuando se habla del arte no se habla de un concepto general
(suprauniversal), sino que debe comprenderse que este proceso de
comunicación es posible entre el hombre y la
obra, concretamente.
Por una parte si la comunicación se produce, como
se manifiesta al inicio de la cita anterior, en la
creación de la obra, hay que advertir que en cada interpretación (recepción) de la
obra por parte del espectador, éste la reconstruye para
sí.
Sin caer en un absoluto subjetivismo debemos precisar
que una obra se reconstruye entonces de manera diferente para
cada perceptor, e incluso, para el mismo perceptor en momentos
diferentes, en dependencia del enriquecimiento de su experiencia
temática o conceptual para enfrentarse al proceso de
descodificación de la obra y del grado de dominio que este
vaya adquiriendo en el proceso de descodificación de los
lenguajes artísticos.
En la dialéctica que acontece en la
relación contenido- forma, para la proyección
axiológica de la Apreciación
Artística, se le concede la primacía
al contenido en la obra de arte.
Esta intención de concederle la primacía a
lo conceptual en el proceso de descodificación y
creación en la obra de arte se percibe en el propio
concepto de comunicación artística ofrecido por
Nicole Everaert-Desmedt, donde habla de un movimiento originario,
el cual no puede ser otro que el proceso de creación de la
obra de arte. Ante ello cabe preguntarse: ¿qué es
lo primero que se concibe justo antes de comenzar el momento de
concreción de la obra a través del proceso
creativo?, el tema, es la respuesta lógica,
y luego se buscan los medios (formales) para expresar lo que en
modo de contenidos: conceptos, ideas, conocimiento e
interpretaciones de la realidad se necesitan expresar.
Para lograr la proyección axiológica de la
Apreciación Artística en la enseñanza media,
no hace falta demostrar que el arte es una forma de conocimiento
de la realidad, lo que se ha tratado en numerosas ocasiones y
como tal es considerado por la filosofía.
El conocimiento es definido de la siguiente forma
por Felipe Sánchez Linares :"… proceso mediante el
cual el conjunto de propiedades del objeto (su ser) se reproduce
idealmente en nuestra conciencia."
En el caso del arte (mediando la percepción
artística entre el objeto –obra de arte- y el
sujeto- preceptor-) la obtención del conocimiento se hace
más compleja:
- Primero: se necesita de un individuo
entrenado en la descodificación del sistema de
signos y
símbolos que constituyen los lenguajes
artísticos. - Segundo: el conocimiento acerca de una obra de arte
se manifiesta en tres direcciones: conocimiento formal
(relacionado con el sistema de signos y símbolos con que
el artista materializa la obra); el conocimiento
conceptual (relacionado con el sistema de ideas, emociones
sensaciones etc. que se transmiten a través del sistema
de signos y símbolos), y una última dirección que surge a partir de las
diferentes maneras en que se puede dar la relación
contenido- forma según las capacidades,
experiencias, necesidades e intereses de los
individuos.
En la reorientación de estas concepciones, del
arte como forma de conocimiento, solo cabe apuntar lo que expresa
Vigotsky en su
obra Psicología
del arte cuando afirma:" El arte difiere de la ciencia
únicamente por su método, es
decir, por el carácter de las vivencias, es decir,
psicológicamente."
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