INTRODUCCIÓN
Entre 1350 y 1550 la sociedad
europea occidental conoció y vivió una
auténtica revolución
espiritual, una crisis de
perfiles muy nítidos en todos los órdenes de la
vida; una profunda transformación del conjunto de los valores
económicos, políticos, sociales,
filosóficos, religiosos y estéticos que
habían constituido la vieja civilización medieval,
aquella que había sido definida, con un cierto desprecio,
como la edad de las tinieblas. La imagen que
historiográficamente poseemos de aquel período que
denominamos Renacimiento es,
por consiguiente, la de una época cuyo común
denominador fue la transformación, la renovación y
la creación de nuevos códigos de conducta. Son
precisamente éstos los términos más
utilizados por Burckhardt para caracterizarla: el Renacimiento
es una época de ruptura con el oscurantismo medieval, un
período de renovación del arte y de las
letras, de recuperación y de acercamiento a los
clásicos, de restauración de la antigüedad, de
un uso novedoso de la razón en todos los campos del saber.
Asimismo, el período se caracteriza por la
aparición de un fuerte proceso de
secularización de la vida política y por la
presencia de una escuela de
pensamiento
nueva, el Humanismo.
El término Renacimiento adquirió su
sentido actual hacia 1860 cuando J. Burckhardt publicó "La
civilización del Renacimiento en Italia". Es
cierto que otros historiadores habían empleado la palabra
más o menos en idéntico sentido, pero sólo
gracias a Burckhardt el vocablo pasó a definir un
período concreto, con
sus propias y peculiares características y acabó
convirtiéndose en un concepto
histórico. Con todo, el término implica una
noción comparativa. Por consiguiente, para conocer su
contenido originario será necesario acudir a las obras de
aquellos que crearon el término para denominar su propia
época.
HUMANISMO
CAPÍTULO I: CONCEPTO
Movimiento intelectual desarrollado en Europa durante
los s. XIV y XV que, rompiendo las tradiciones
escolásticas medievales y exaltando en su totalidad las
cualidades propias de la naturaleza
humana, pretendía descubrir al hombre y dar
un sentido racional a la vida tomando como maestros a los
clásicos griegos y latinos, cuyas obras exhumó y
estudió con entusiasmo
El Humanismo instaura una actitud que,
sin cuestionar, en general, lo religioso, impone el
reconocimiento de los derechos terrenales de los
humanos; como consecuencia de esta nueva mentalidad, los
humanistas hablan de la dignidad del
hombre, independizan la filosofía de la teología y
desean que la razón actúe en zonas antes reservadas
a la fe revelada.
CAPÍTULO II: FACTORES DEL
HUMANISMO
- La emigración de sabios griegos: Debido a que
el imperio
bizantino estaba siendo asediado por los turcos, muchos de
ellos buscaron refugio en Europa Occidental, especialmente en
Italia, llevando con ellos textos greco latinos, promoviendo la
difusión de la cultura, los
valores y el
idioma griego. - La invención de la imprenta:
Este invento de Gutemberg permitió el abaratamiento del
costo y la
difusión de los libros,
permitiendo la masiva difusión de ideas
humanistas. - La acción de los mecenas: Los mecenas eran
personas que con su protección política o con su
contribución de materiales,
facilitaron el desarrollo
del Humanismo. Estas personas reunían obras
clásicas y llamaban a eruditos conocedores de la
literatura
griega y romana, además por si eso fuera poco, los
acogían en sus palacios. Entre los mecenas más
destacados sobresalen: la familia
de los Médicis de Florencia Lorenzo de Médicis,
llamado el Magnífico y su hermano Juliano de
Médicis, los pontífices romanos Julio II y
León X, Cristina de Suecia. - Las universidades y las escuelas: las universidades
(como la de Alcalá de Henares, Lovaina, etc.) y las
escuelas del siglo XV contribuyeron en gran parte a la
expansión del Humanismo por toda Europa.
Página siguiente |