Artículo Original
Empleo de la ultra- altafrecuencia
en el tratamiento del edema macular quístico
afáquico
RESUMEN
Se realizó un estudio prospectivo, descriptivo en
50 pacientes operados de catarata que acudieron a la consulta de
oftalmología, (especialidad de retina) en el
período comprendido entre septiembre del 2004 a junio del
2006 en el Hospital "Dr. Carlos J. Finlay", los cuales posterior
a la operación presentaron una disminución de la
agudeza visual por edema macular quístico.
Se les aplicó tratamiento con ultra alta
frecuencia a 20 watt, en un período de 10 a 20 sesiones.
Al finalizar el tratamiento, el 94% de los pacientes
mejoró la agudeza visual, lo que demostró la
utilidad del
método
empleado en esta patología.
INTRODUCCIÓN
La disminución de la agudeza visual provoca una
discapacidad que
afecta severamente el estado
biológico, psíquico y social del ser humano, al
afectar las actividades de la vida diaria (AVD), la recreación
y la capacidad laboral, lo que
trae como consecuencia una minusvalía que cambia
totalmente las expectativas de calidad de
vida del individuo
(1,2). Una causa frecuente de la disminución de
la agudeza visual es el edema macular quístico
(3,4), el cual se presenta por diferentes
etiologías, una de las cuales es la que nos ocupa, como
complicación en el postoperatorio de la cirugía de
catarata (5,6).
El edema macular quístico se define como la
acumulación de líquido en la capa plexiforme
externa y nuclear interna de la retina, que por su
disposición anatómica en la región foveal
tiende a formar espacios quísticos (7), (Anexo
#1).
Fue descrito inicialmente por Irving, quien en 1953
realizó la primera descripción del edema macular luego de
cirugía intracapsular de catarata, y más tarde Gass
en 1966 documentó angiográficamente el
patrón característico en forma de pétalo de
flor. De allí surge la denominación de
síndrome de Irving-Gass (8,9), en el cual se
describen cambios degenerativos tanto a nivel del epitelio
pigmentario retinal como de los fotorreceptores, los cuales
pueden ocasionar un deterioro de la agudeza visual irreversible
(10-11).
Actualmente, sin embargo, tiende a denominarse esta
complicación por su nombre descriptivo de edema macular
cistoideo, ya que en la gran mayoría de los casos no
responde a la etiopatogenia inicialmente descrita, debido a que
la cirugía intracapsular de catarata está
actualmente en desuso (12).
El edema macular cistoideo suele encontrarse en
pacientes con uveítis de diferentes causas, tumores y
traumatismos oculares, en enfermedades retinales como
las trombosis venosas, retinitis pigmentaria (13),
retinopatía diabética (14,15) e
hipertensiva (16,17). Puede asociarse a la
administración tópica de medicamentos como la
Epinefrina (18), el Latanoprost (19-21), algunos
antiglaucomatosos, la Zidovudina (22) o aparecer
después de procesos
quirúrgicos como la trabeculectomía, queratoplastia
penetrante (23), capsulotomía posterior con
Láser.
Se puede observar además como complicación de la
cirugía de catarata (24,25) que inicialmente se
realizó mediante la técnica intracapsular
(26), actualmente en desuso, aunque aún en
algunos de nuestros centros se realiza por no haber desarrollado
de manera sistemática la extracción extracapsular y
además por la falta de microscopio de
luz coaxial
(27).
Existen trabajos que mencionan el edema macular en la
cirugía extracapsular por ruptura de la cápsula
posterior por movimientos intempestivos o capsulotomía
intencional (28,29).
La técnica actualmente utilizada es la
facoemulsificación de la catarata
(30,31).
La incidencia del edema macular quístico luego de
una cirugía de catarata no complicada ha disminuido
gracias a la mejora de la técnica quirúrgica y a la
incorporación de modernos equipamientos para llevarlas a
cabo (32,33). Sin embargo, suele existir una evidencia
angiográfica en un 19% de los casos y pueden presentar una
disminución transitoria de la agudeza visual en un 8%
luego de una facoemulsificación realizada sin
complicaciones según la bibliografía revisada
(34).
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