- En torno a los conceptos de
funcionalismo e integración. Los procesos de
integración regional - Concepto de
integración - Características
de los procesos de integración - Tipologías de
integración - Clasificación de
la integración según sus
grados - Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
Ya hace varios siglos atrás, existían
ideas integracionistas y de cooperación entre
países, especialmente entre aquellos que comparten un
territorio continental en común.
En las últimas cinco décadas del siglo XX,
los fenómenos de integración se han hecho mucho más
comunes. Características más actuales del mundo,
como son la creciente globalización sobre todo en la
década del 90, acompañado del predominio de un
modelo
económico de libre mercado el cual
se nutre del intercambio entre los Estados-nación,
ha hecho necesario adoptar medidas tendientes a mejorar la
posición negociadora frente a otros Estados. Esto
último se ha logrado por medio de los procesos de
integración regional, que permiten a los países
negociar como bloque. Los casos más conocidos en la
actualidad son: MERCOSUR,
NAFTA y la
UE.
Primeramente profundizaremos los conceptos de funcionalismo e
integración como principales objetos de estudio del
presente trabajo,
abarcando desde aspectos básicos como las respectivas
definiciones, pasando luego por las implicancias y
características que va adoptando cada uno de estos
conceptos a medida que se avanza en su aplicación, todo
esto con la finalidad de establecer una visión bastante
clara de ambas concepciones.
El trabajo
aquí realizado es de carácter descriptivo, y se ha llevado a
cabo recurriendo a bibliografía primaria y secundaria con
contenidos afines a los temas que aquí se desarrollan. Lo
anterior nos ha permitido estructurar el marco
teórico necesario para la consecución de los
objetivos
generales y específicos previamente planteados.
EN TORNO A LOS
CONCEPTOS DE FUNCIONALISMO E INTEGRACIÓN
Desde mediados del siglo XIX, hasta la Primera Guerra
Mundial, Gran Bretaña en su carácter de gran
potencia mundial,
había sido el eje dominante del comercio
internacional, que sin estar institucionalizado se hallaba
basado en el librecambio, debido a su economía fuertemente
dependiente del comercio
exterior, es decir, un sistema sin
trabas comerciales y barreras arancelarias importantes, que no
tenía tampoco obstáculos serios para el movimiento de
los factores de la producción – trabajadores y capitales- y
convertibilidad de las monedas al patrón oro, siendo la
principal la libra esterlina.
Al terminar la Primera Gran Guerra, Gran
Bretaña, a pesar de haber sido uno de los países
triunfadores de la contienda bélica, a raíz de la
pérdida de poder
ocasionado por los esfuerzos de la guerra, empezó a dejar
de ser el centro de la política
internacional. Esto impactó en las relaciones
económicas internacionales, diluyéndose
gradualmente en líneas generales el sistema liberal del
comercio
internacional.
La Gran Depresión
de 1929 y la crisis
económica mundial que se desató con tal motivo,
acentuó la decadencia del sistema comercial, por lo que
los gobiernos ya sea por estrategias o
para proteger sus economías internas de la
recesión, se volcaron a un nacionalismo
económico proteccionista, utilizando como instrumentos la
elevación de los aranceles
aduaneros y la fijación de limitaciones a la importación.
En 1930, Estados Unidos
promulga la ley Smooth Hawley
por la que se aumentan los aranceles de 900 artículos.
Gran Bretaña a su vez, abandona el patrón oro en
1931 y en 1932 aprueba la Ley de Derechos de
Importación, con lo que acaba con un siglo de libre comercio.
El comercio internacional descendió de tal manera que a
fines de 1932 el volumen del
intercambio de manufacturas había bajado un 40
%.
Ante estas circunstancias, a partir de 1934, al
ratificar la Ley de Acuerdos Comerciales Recíprocos,
Estados Unidos -potencia ascendente- comienza a aplicar una
política comercial basada en la negociación de acuerdos bilaterales de
comercio con determinados países, que básicamente
consistía en la apertura de los mercados mediante
la reducción de aranceles por productos, a
cambio de un
trato equivalente o recíproco, es decir, utilizando el
principio de la reciprocidad.
Otro principio que reinstauran los Estados Unidos en ese
período, es el principio de la "Nación
más favorecida", que provenía del siglo XVII y que
significa que cualquier preferencia que otorgara un Estado
contratante a un tercer país, es automáticamente
extendido a las otras partes que firmaron el tratado con dicha
cláusula.
El "bilateralismo" sustituye así al "libre
cambio" como forma predominante de las relaciones
económicas internacionales y se caracteriza por el aumento
significativo de los aranceles aduaneros y el establecimiento de
restricciones cuantitativas a los intercambios internacionales,
fijándose topes a la importación de cada
mercadería. Se instaura el monopolio
estatal sobre el comercio exterior, el control de
cambios y la no convertibilidad de las monedas nacionales, de
suerte que si un Estado tenía un saldo acreedor al final
del ejercicio respecto de otro, no podía emplearlo en la
adquisición de productos o en saldar cuentas con
terceros países. En una palabra, el comercio se realizaba
en compartimentos estancos entre los Estados.
El "bilateralismo" subsistió hasta el termino de
la Segunda Guerra Mundial. Al concluir ésta, emergen en la
escena internacional como potencias excluyentes los Estados
Unidos y la Unión Soviética, lo que trae aparejado
que por primera vez en la historia, el centro de
decisión político mundial deja de ser Europa y se
traslada a un país americano y a otro euroasiático.
Se conforman dos bloques ideológicos con sus respectivas
"esferas de influencias".
Los Estados Unidos, siguiendo la visión liberal
de sus gobernantes, pregonan la reconstrucción del mundo
de posguerra, lo que para ser posible, desde el punto de vista
económico, debía estar estructurado en un
trípode institucionalizado.
De esa manera, en 1944, en Bretton Woods (EE.UU.) se
crean el Banco
Internacional de Reconstrucción y Fomento, y el Fondo Monetario
Internacional, que van a estar dentro de la
Organización de las Naciones Unidas
(ONU) como
organismos especializados.
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