- ¿Cómo
oímos? - Bebés
y niños con discapacidades - Información
básica - Diagnóstico
Precoz de la Sordera - La
educación de la persona sorda - El
niño sordo y su familia - Conclusión
- Bibliografía
Asistencia temprana de los niños
sordos y Orientación familiar
Diariamente y alrededor del mundo, en los medios de
comunicación se puede encontrar algo nuevo sobre la
importancia fundamental que tienen los cinco primeros
años en la vida de un niño. A los padres se les
dice sobre la variedad de cosas que pueden hacer para estimular
el crecimiento y desarrollo
de su bebé. Se publican revistas nuevas, nuevas
páginas de internet,
grupos de
consulta ante las agencias de las Naciones
Unidas, organizaciones
no gubernamentales internacionales nuevas y fundaciones que
dedican tiempo y
dinero a la
atención temprana y desarrollo del
niño. ¡Hasta la propaganda
de pañales y juguetes de
cuna ya traen mensajes importantes sobre la atención y
desarrollo primario del niño!
Todo padre quiere lo mejor para su hijo. Los
niños sordos pueden desarrollarse normalmente, pero
necesitan ayuda extra para no retrasarse en su aprendizaje y
desarrollo.
Sabemos que el diagnóstico precoz de la sordera es
indispensable porque:
- Tres niños de cada mil nacen con
algún tipo de deficiencia auditiva - Uno de cada mil niños nace afectado por una
sordera profunda. - Existen grupos de riesgo donde
es más alta la posibilidad de sordera (antecedentes
familiares, infecciones víricas durante el embarazo,
etc.). El diagnóstico precoz es indispensable para que
no quede comprometida la adquisición del lenguaje
del niño, sus aprendizajes futuros y su desarrollo
personal.
Pero cuando los niños son pequeños pasan
por las mismas etapas vocálicas que otros niños del
mundo porque "jugar" con su voz les brinda sensación de
placer. Recién a los 18 meses de edad aproximadamente, el
bebé comienza a tener noción de su voz cuando se
oye y se reconoce; en los bebés sordos, esto no sucede
porque no hay retroalimentación de ese sonido que
produce.
Pero es en el ingreso al jardín de infantes (3
años de edad) donde se distingue una alteración o
problemática, porque hasta el momento puede haber pasado
desapercibida su deficiencia auditiva, ya que los padres que le
hablan a su hijo y éste no les responde y sigue con sus
juegos es
considerado un niño disperso, desatento.
La pregunta es ¿Qué pasa con esos tres
años de vida en que el niño ha "perdido" la
oportunidad de conocer el mundo por vía auditiva?
¿Cómo puede un padre reconocer en su hijo una
discapacidad
auditiva? ¿Cómo se trabaja con los niños
discapacitados auditivos? ¿De qué modo se
interviene para estimular su desarrollo "normal"?…
El presente trabajo ha
sido realizado con la intención de profundizar más
nuestros conocimientos acerca de las problemáticas del
niño hipoacúsico como consecuencia de su
discapacidad auditiva, y la forma en que se trabaja con los
padres para que su hijo reciba una estimulación adecuada
para poder
acercarlo a los parámetros de "normalidad" estipulados
acorde a su edad en cuanto a su desarrollo en general.
Hemos utilizado bibliografía
extraída de internet, de la Biblioteca
Popular Central de la Provincia "General José de San
Martín", de la Biblioteca del Instituto Pablo VI
"Asunción de Nuestra Señora" y de material
facilitado por docentes.
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