- Resumen
- Generalidades de
Aparato Reproductor Femenino - Ovogénesis
- Ovarios
- Consideraciones
Clínicas - Oviductos o
Trompas Uterinas - Útero
- Vagina
- Genitales
Externos - Tracto
reproductor femenino y gestación - Sistema
Reproductor Masculino - Conductos
Excretores - Genitales
Externos - Diferencias en las
divisiones meióticas de las células germinales
femeninas y masculinas - Conclusión
- Bibliografía
Resumen
En el presente trabajo
están expuestos todos los puntos referentes al aparato
reproductor masculino, según su morfología
y ultraestructura. Para indagar más sobre el tema
recomiendo la lectura de
la introducción del trabajo, donde se
podrá apreciar su contenido y una breve reseña de
lo que después se desarrollará.
"Posiblemente nos irritare ver
cuán
rápidamente fluye y nos abandona
nuestro
corto período de vida, si no
fuera que
en lo más profundo de nuestro
ser
somos conscientes en secreto de
nuestra
participación en la incansable
primavera
de la eternidad, de manera que siempre
nos
queda la esperanza de encontrar
vida
en ella nuevamente."
Schopenhauer
Introducción
La capacidad de producir nuevos individuos es una de las
características fundamentales de los organismos vivos.
Todas las especies de animales
pluricelulares tienen un período de vida limitado, y la
supervivencia requiere de un mecanismo que permita la producción de nuevas generaciones de la
misma especie, es decir, la capacidad de reproducción
Todos los vertebrados se reproducen bisexualmente, ya
que existe un sexo masculino
y uno femenino, cada uno de los cuales produce células
sexuales especializadas denominadas gametos Los gametos son
producidos en las gónadas (gr. done semilla) u
órganos sexuales primarios, que en la mujer son los
ovarios y en el hombre los
testículos. Los gametos femeninos se
denominan oocitos, mientras que los masculinos se denominan
espermatozoides. Cuando un oocito se une a un espermatozoide, por
el mecanismo de fertilización (lat. fertilitas) o
concepción se produce una célula
nueva, el cigoto.
En cada sexo, los órganos sexuales primarios son
asistidos por órganos sexuales secundarios o accesorios.
Estos también son de importancia para el transporte de
los gametos o funcionan como glándulas anexas. En la
mujer se trata
fundamentalmente de las trompas uterinas, el útero y la
vagina, mientras que en el hombre los
principales son los epidídimos. los conductos deferentes,
las vesículas seminales, la próstata, además
del pene. Por carácter sexual primario se entiende el
tipo de glándula sexual primaria o gónada, es
decir, el ovario o los testículos, mientras que los
caracteres sexuales secundarios comprenden los demás
caracteres sexuales. Los caracteres sexuales secundarios pueden
dividirse en caracteres secundarios genitales y extragenitales.
Los órganos sexuales accesorios pertenecen a los
caracteres sexuales secundarios genitales, mientras que las
muchas diferencias sexuales, por ejemplo la distribución de vello y grasa, la constitución física, etc.,
pertenecen a los caracteres sexuales secundarios extragenitales.
Los caracteres sexuales secundarios se denominan caracteres
sexuales somáticos y conforman en conjunto el sexo
somático.
No puede definirse brevemente el sexo, pero desde el
punto de vista biológico de la reproducción puede
considerarse a un individuo como
de sexo femenino, cuando normalmente ha sido, es o será
capaz de producir oocitos, mientras que un individuo se considera
de sexo masculino cuando ha sido, es o será capaz de
producir espermatozoides.
La determinación del sexo del ser humano depende
de factores cromosómicos genéticos y endocrinos. El
sexo cromosómico se define en la concepción, puesto
que el cromosoma Y es fundamental en la determinación
sexual provocando la aparición del sexo masculino Por el
contrario, el número de cromosomas X no
es tan importante en la diferenciación del
sexo.
El sexo cromosómico puede determinarse por el
estudio de la cromatina en un estadio muy temprano del desarrollo.
Pero no pueden diferenciarse caracteres sexuales
histológicos en las gónadas del ser humano antes de
la sexta a séptima semana de vida fetal. El período
previo se denomina estadio gonadal indiferente. La
diferenciación de las glándulas sexuales a partir
de la sexta a séptima semana, que determina el sexo
gonadal, es controlada por los cromosomas sexuales. Ante la
presencia de un cromosoma Y la gónada indiferente es
estimulada a desarrollarse en una gónada masculina, puesto
que el cromosoma Y tiene un fuerte efecto determinante de
testículo. La ausencia de un cromosoma Y implica que se
desarrollará un ovario. Posteriormente los genitales
secundarios adoptan las características masculinas o
femeninas. De este modo se determina el sexo genital (que junto
con las características sexuales secundarias
extragenitales determinan el sexo somático). El desarrollo
de los caracteres sexuales secundarios genitales depende de las
gónadas, fundamentalmente del testículo, que
presenta mucha mayor actividad endocrina que el ovario. El
testículo fetal secreta por lo menos dos hormonas, la
testosterona, que es androgénica. Las hormonas
testiculares fetales son responsables del desarrollo masculino.
La presencia o ausencia de testículos actúa
entonces sobre el desarrollo en dirección masculina o femenina
respectivamente, sin tener en cuenta el sexo cromosómico,
mientras que la presencia o ausencia de ovarios no tiene
importancia. El testículo fetal determina entonces el
desarrollo masculino, lo que puede considerarse como una
desviación del esquema femenino básico.
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