La actuación investigativa como índice de competencia comunicativa del estudiante
Resumen
El presente artículo está dirigido a
reflexionar acerca del papel que desempeña la
actuación investigativa del estudiante como índice
de desarrollo de
la competencia
comunicativa en lengua
extranjera. Se aborda la relación competencia comunicativa
e investigativa, imbricando en una totalidad a procesos de
búsqueda e indagación, de síntesis,
de solución de problemas,
comunicación y otros con los cuales se
reconoce una fuerte vinculación entre competencia
comunicativa y competencia investigativa.
La competencia investigativa se vislumbra como un
elemento integrador que regula el modo de actuación
comunicativo del estudiante . El quehacer investigativo se
constituye en un aspecto de máxima generalidad en la
competencia comunicativa en tanto el estudiante no solo denomina
la realidad y predica sobre ella haciendo uso de la lengua
extranjera, sino también problematiza, fundamenta y
comprueba la realidad educativa.
Introducción
El aprendizaje de
lenguas está estrechamente vinculado con la actividad del
estudiante que condiciona sus posibilidades de conocer y,
consecuentemente, poder
comprender y transformar la realidad objetiva. En el curso de ese
aprendizaje, el estudiante debe ser capaz de desarrollar diversos
tipos de competencias que
confluyen en la llamada competencia comunicativa, en cuyo
desarrollo se revelan estrategias para
interpretar, expresar y negociar significados.
La competencia comunicativa se concibe como una
competencia que requiere, según palabras de Santiago
Correa y otros, "el dominio de la
búsqueda de información, procesamiento adecuado y
pertinente para los fines que se persiguen, interpretación acertada de dicha
información, la realización de actos comunicativos,
la comprensión y el establecimiento de la
significación, con la cual la
comunicación tendrá éxito"
.
Generalmente, se toma como índice de competencia
comunicativa, el uso de operaciones
básicas del idioma de carácter instrumental por parte del
estudiante. Pero es importante añadir a esto el desempeño, realizaciones y actuaciones del
alumno en diferentes situaciones o problemas que la vida le
impone. Debe ser objeto de consideración no sólo el
poseer un volumen alto de
conocimiento
de la lengua, sino saberlo utilizar de manera adecuada y flexible
en diferentes contextos o situaciones, de carácter
docente, laboral o
investigativo.
Las actividades que se utilizan en la clase de
idiomas descansan aún en ciertas situaciones
problémicas simples que constituyen el
corpus del que se obtiene la generalización
del grado de competencia comunicativa alcanzada por el
estudiante. Aún es insuficiente la utilización de
situaciones más complejas que tienen que ver, por ejemplo,
con la consulta de diferentes fuentes
bibliográficas, con el estudio de aspectos que ayuden a
comprender y entender un problema del ámbito escolar con
diversas implicaciones pedagógicas. Solo mediante la
investigación es posible lograr el
conocimiento necesario para enfrentar el trabajo
pedagógico. Ese quehacer científico-investigativo
en la actuación del estudiante es el mayor reflejo, a
nuestro modo de ver, del desarrollo de su competencia
comunicativa.
El presente artículo está dirigido a
reflexionar acerca del papel que desempeña la
actuación investigativa del estudiante como índice
de desarrollo de la competencia comunicativa en lengua
extranjera.
Desarrollo
La actuación comunicativa del estudiante no debe
identificarse sólo con la realización de trabajos
extraclases en la lengua extranjera, sino analizarla en su
concepción más amplia, lo que significa el
desarrollo de una mentalidad científica que propicie una
actuación comunicativo-profesional consecuente con los
retos de la escuela actual.
El estudiante tiene que enfrentar desde el inicio de su carrera,
con un fin predeterminado, la solución de tareas de
carácter investigativo, presentar los resultados en la
escuela y participar activamente en diferentes actividades de
carácter científico. Ello evidencia, por ende, la
participación del estudiante en todo un complejo proceso, para
el cual necesita hacer uso, lo más eficiente posible, de
la lengua extranjera como medio para la indagación y la
comunicación de resultados de su quehacer
científico-investigativo.
Al abordar, entonces, la relación competencia
comunicativa e investigativa es necesario imbricar en una
totalidad a procesos de lectura,
escritura,
oralidad, comunicación no verbal, solución de
problemas y razonamiento, como posibilitadores del desarrollo de
estructuras de
pensamiento,
con lo cual se reconoce una fuerte vinculación entre
competencia comunicativa y cognitivas, las cuales se evidencian
de manera marcada en la competencia investigativa.
Ahora bien, sería oportuno destacar que no debe
identificarse competencia comunicativa y competencia
investigativa. Sin embargo, aún cuando no exista un
paralelismo estricto entre ambas, es lícito también
señalar que mientras que el estudiante no logre
problematizar su realidad a través de métodos de
la investigación científica, no
construya por sí mismo generalizaciones a modo de hipótesis, pertinentes a los problemas
formulados, y no confirme o impugne dichas hipótesis mediante
la demostración científica, no podrá
hablarse de formación de conocimientos y, por ende, de una
competencia investigativa, la cual permite trascender la realidad
concreta o abstracta, penetrando en su esencia. Ese ascenso a la
esencia de la realidad objetiva solo podrá hacerlo aquel
estudiante que logre integrar en su actuación comunicativa
su quehacer científico-investigativo.
Con tal propósito y dada la diversidad de
vías de acceso al conocimiento (la clase, el software, el libro de
texto, etc.),
es de vital importancia priorizar el trabajo
independiente de los estudiantes, a partir del cual se propicia
el debate como
punto de partida para la realización de trabajos
científicos. Luego este elemento en ningún momento
puede considerarse ajeno a la actuación comunicativa e
investigativa del estudiante. Al contrario, es un elemento
subyacente y coadyuvante del aprendizaje que deviene en
concreción del proceso y del resultado de la actividad
científica.
Resulta esencial atender al desarrollo y evaluación
de la actuación investigativa como índice de
competencia comunicativa del estudiante en dos planos: oral y
escrito. "Desde el punto de vista escrito es necesario analizar y
evaluar cómo el estudiante es capaz de sintetizar las
ideas que va a defender, cómo realiza la valoración
crítica
de la literatura,
con atención a los diferentes enfoques
teóricos y a la toma de partido científico. En la
comunicación oral valorar cómo es capaz de expresar
sus ideas con claridad, fluidez y argumentos sólidos." En
esta evaluación deben conjugarse los aspectos comunes,
dimensiones e indicadores
tanto de la competencia comunicativa y competencia
investigativa.
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