CARTA
DE JAMAICA
"Muy señor mío: Me apresuro a
contestar la carta de 29
del mes pasado que usted me hizo el honor de dirigirme, y yo
recibí con la mayor satisfacción.
Sensible como debo, al interés
que usted ha querido tomar por la suerte de mi patria,
afligiéndose con ella por los tormentos que padece,
desde su descubrimiento hasta estos últimos
períodos, por parte de sus destructores los
españoles, no siento menos el comprometimiento en que me
ponen las solícitas demandas que usted me hace, sobre
los objetos más importantes de la política americana.
Así, me encuentro en un conflicto,
entre el deseo de corresponder a la confianza con que usted me
favorece, y el impedimento de satisfacerle, tanto por la falta
de documentos y de
libros,
cuanto por los limitados conocimientos que poseo de un
país tan inmenso, variado y desconocido como el Nuevo
Mundo.
En mi opinión es imposible responder a las
preguntas con que usted me ha honrado. El mismo barón de
Humboldt, con su universalidad de conocimientos teóricos
y prácticos, apenas lo haría con exactitud,
porque aunque una parte de la estadística y revolución de América es conocida, me atrevo a asegurar
que la mayor está cubierta de tinieblas y, por
consecuencia, sólo se pueden ofrecer conjeturas
más o menos aproximadas, sobre todo en lo relativo a la
suerte futura, y a los verdaderos proyectos de
los americanos; pues cuantas combinaciones suministra la
historia de las
naciones, de otras tantas es susceptible la nuestra por sus
posiciones físicas, por las vicisitudes de la guerra, y
por los cálculos de la política.
Como me conceptúo obligado a prestar
atención a la apreciable carta de usted,
no menos que a sus filantrópicas miras, me animo a
dirigir estas líneas, en las cuales ciertamente no
hallará usted las ideas luminosas que desea, mas
sí las ingenuas expresiones de mis
pensamientos.
«Tres siglos ha —dice usted— que
empezaron las barbaridades que los españoles cometieron
en el grande hemisferio de Colón». Barbaridades
que la presente edad ha rechazado como fabulosas, porque
parecen superiores a la perversidad humana; y jamás
serían creídas por los críticos modernos,
si constantes y repetidos documentos no testificasen estas
infaustas verdades. El filantrópico obispo de Chiapa, el
apóstol de la América, Las Casas, ha dejado a la
posteridad una breve relación de ellas, extractada de
las sumarias que siguieron en Sevilla a los conquistadores, con
el testimonio de cuantas personas respetables había
entonces en el Nuevo Mundo, y con los procesos
mismos que los tiranos se hicieron entre sí: como consta
por los más sublimes historiadores de aquel tiempo.
Todos los imparciales han hecho justicia al
celo, verdad y virtudes de aquel amigo de la humanidad, que con
tanto fervor y firmeza denunció ante su gobierno y
contemporáneos los actos más horrorosos de un
frenesí sanguinario.
Con cuánta emoción de gratitud leo
el pasaje de la carta de usted en que me dice «que espera
que los sucesos que siguieron entonces a las armas
españolas, acompañen ahora a las de sus
contrarios, los muy oprimidos americanos meridionales».
Yo tomo esta esperanza por una predicción, si la
justicia decide las contiendas de los hombres. El suceso
coronará nuestros esfuerzos; porque el destino de
América se ha fijado irrevocablemente: el lazo que la
unía a España
está cortado: la opinión era toda su fuerza; por
ella se estrechaban mutuamente las partes de aquella inmensa
monarquía; lo que antes las enlazaba ya
las divide; más grande es el odio que nos ha inspirado
la Península que el mar que nos separa de ella; menos
difícil es unir los dos continentes, que reconciliar los
espíritus de ambos países. El hábito a la
obediencia; un comercio de
intereses, de luces, de religión; una
recíproca benevolencia; una tierna solicitud por la cuna
y la gloria de nuestros padres; en fin, todo lo que formaba
nuestra esperanza nos venía de España. De
aquí nacía un principio de adhesión que
parecía eterno; no obstante que la in conducta de
nuestros dominadores relajaba esta simpatía; o, por
mejor decir, este apego forzado por el imperio de la
dominación. Al presente sucede lo contrario; la muerte,
el deshonor, cuanto es nocivo, nos amenaza y tememos: todo lo
sufrimos de esa desnaturalizada madrastra. El velo se ha
rasgado y hemos visto la luz y se nos
quiere volver a las tinieblas: se han roto las cadenas; ya
hemos sido libres, y nuestros enemigos pretenden de nuevo
esclavizarnos. Por lo tanto, América combate con
despecho; y rara vez la desesperación no ha arrastrado
tras sí la victoria.
Porque los sucesos hayan sido parciales y
alternados, no debemos desconfiar de la fortuna. En unas partes
triunfan los in dependientes, mientras que los tiranos en
lugares diferentes, obtienen sus ventajas, y
¿cuál es el resultado final? ¿No
está el Nuevo Mundo entero, conmovido y armado para su
defensa? Echemos una ojeada y observaremos una lucha
simultánea en la misma extensión de este
hemisferio.
El belicoso estado de
las provincias del Río de la Plata ha purgado su
territorio y conducido sus armas vencedoras al Alto
Perú, conmoviendo a Arequipa, e inquietado a los
realistas de Lima. Cerca de un millón de habitantes
disfruta allí de su libertad.
El reino de Chile, poblado de ochocientas mil
almas, está lidian do contra sus enemigos que pretenden
dominarlo; pero en vano, porque los que antes pusieron un
término a sus conquistas, los indómitos y
libres araucanos, son sus vecinos y compatriotas; y su ejemplo
sublime es suficiente para probarles, que el pueblo que ama su
independencia, por fin la logra.
El virreinato del Perú, cuya población asciende a millón y
medio de habitantes, es, sin duda, el más sumiso y al
que más sacrificios se le han arrancado para la causa
del rey, y bien que sean vanas las relaciones concernientes a
aquella porción de América, es indubitable que ni
está tranquila, ni es capaz de oponerse al torrente que
amenaza a las más de sus provincias.
La Nueva Granada que es, por decirlo así,
el corazón
de la América, obedece a un gobierno general,
exceptuando el reino de Quito que
con la mayor dificultad contienen sus enemigos, por ser
fuertemente adicto a la causa de su patria; y las provincias de
Panamá y
Santa Marta que sufren, no sin dolor, la tiranía de sus
señores. Dos millones y medio de habitantes están
esparcidos en aquel territorio que actualmente defienden contra
el ejército español bajo el general Morillo, que es
verosímil sucumba delante de la inexpugnable plaza de
Cartagena. Mas si la tomare será a costa de grandes
pérdidas, y desde luego carecerá de fuerzas
bastantes para subyugar a los morigeros y bravos moradores del
interior.
En cuanto a la heroica y desdichada Venezuela
sus acontecimientos han sido tan rápidos y sus
devastaciones tales, que casi la han reducido a una absoluta
indigencia a una soledad espantosa; no obstante que era uno de
los más bellos países de cuantos hacían el
orgullo de América. Sus tiranos gobiernan un desierto, y
sólo oprimen a tristes restos que, escapados de la
muerte,
alimentan una precaria existencia; algunas mujeres, niños
y ancianos son los que quedan. Los más de los hombres
han perecido por no ser esclavos, y los que viven, combaten con
furor, en los campos y en los pueblos internos hasta expirar o
arrojar al mar a los que insaciables de sangre y de
crímenes, rivalizan con los primeros monstruos que
hicieron desaparecer de la América a su raza primitiva.
Cerca de un millón de habitantes se contaba en Venezuela
y sin exageración se puede conjeturar que una cuarta
parte ha sido sacrificada por la tierra,
la espada, el hambre, la peste, las peregrinaciones; excepto el
terremoto, todos resultados de la guerra.
En Nueva España había en 1808,
según nos refiere el barón de Humboldt, siete
millones ochocientas mil almas con inclusión de Guatemala.
Desde aquella época, la insurrección que ha
agitado a casi todas sus provincias, ha hecho disminuir
sensiblemente aquel cómputo que parece exacto; pues
más de un millón de hombres han perecido, como lo
podrá usted ver en la exposición de Mr. Walton que describe con
fidelidad los sanguinarios crímenes cometidos en aquel
opulento imperio. Allí la lucha se mantiene a fuerza de
sacrificios humanos y de todas especies, pues nada ahorran los
españoles con tal que logren someter a los que han
tenido la desgracia de nacer en este suelo, que
parece destinado a empaparse con la sangre de sus hijos. A
pesar de todo, los mejicanos serán libres, porque han
abrazado el partido de la patria, con la resolución de
vengar a sus pasados, o seguirlos al sepulcro. Ya ellos dicen
con Reynal: llegó el tiempo en fin, de pagar a los
españoles suplicios con suplicios y de ahogar a esa raza
de exterminadores en su sangre o en el mar."
Bolívar no
era un inmortal, era un hombre de
carne hueso que resistía, se expresaba, tratando
enseñar sus ideales a un pueblo que sufría y
padecía. Bolívar trato que su pueblo
resolviera sus propios problemas,
dejándonos documentos que siempre estarán en
nuestro destino. Carta de Jamaica (6 de septiembre de
1815)
De este segundo exilio surge el documento inspirado por
Simón Bolívar.
En 1816 fue ratificado como Jefe Supremo de
La República y realizó la expedición de los
Cayos para volver nuevamente a Venezuela.
La influencia de la época era:
Lo contagio La Revolución
Francesa, proceso social
y político acaecido en Francia entre
1789 y 1799, cuyas principales consecuencias fueron el
derrocamiento de Luís XVI, perteneciente a la Casa Real de
los Borbones, la abolición de la Monarquía en
Francia y la proclamación de La I República, con
final al Antiguo Régimen de este país.
Además tenemos las ideas de: Enciclopedistas y liberales
procedentes de Francia influyendo en los dirigentes
independentistas. Otros de los problemas grandes eran los
abusos por los españoles, marginamiento de los criollos,
además existía una grande ignorancia. Hay que
recordar el pensamiento de
Bolívar a través de la Historia. "Un hombre sin
estudios un ser incompleto" El Libertador en La Carta de Jamaica
veía la situación muy difícil entre los
lazos de España y nuestra Patria. Su sentimiento exploto
en la carta cuando se refiere a un pueblo que esta desolado,
triste donde hay tantas bellezas no teniendo que envidiarla a
nadie.
"En cuanto la a la heroica y desdichada
Venezuela, sus acontecimientos han sido tan rápidos, y sus
devastaciones tales, que casi la han reducida a su absoluta
indigencia y una soledad espantosa; no obstante que era uno
de los mas bellos países de cuantos hacían
orgullo de América. Sus tiranos gobiernan un desierto; y
solo oprimen a triste restos que, escapados de la muerte,
alimentan una existencia: algunas mujeres, niños y
ancianos son los quedan. Lo mas importantes de los hombres han
perecido por no ser esclavos, y los que viven, combate con furor
en los campos y en los pueblos internos, hasta expira arrojar al
mar a los que, insaciables de sangre y de crímenes,
rivalizan con lo primeros monstruos que hicieron desaparecer de
la América a su raza primitiva. Cerca de un millón
de habitantes se contaba en Venezuela, sin exageración, se
puede asegurar que una cuarta parte ha sido sacrificada por la
tierra; la
espada, el hambre la peste y las peregrinaciones; excepto el
terremoto todo resultado de la guerra.
En La Carta de de Jamaica (1815) ya
había expuesto la idea de unir toda Sudamérica,
de Chile hasta México.
Bolívar le preocupa su pueblo cuando hablaba de la masacre
mediante la palabra exterminio que segó una octava
población.
Profetizar sobre el tipo de gobierno era
difícil, por las condiciones que estaba la patria un
pueblo gobernar es una tarea ardua: "Toda idea
de relativa al porvenir de este país me aparece
aventurada.
Tomando en cuenta las condiciones que estaba la
patria, la existencia política era nula. De acuerdo
a este comentario la política debió manejarse con
cuidado. Sobre todo se realizo énfasis sobre los
invasores. La disertaron se hace enfática que a ese
tiempo estaba en una situación de servidumbre.
"El pueblo es esclavo cuando el gobierno,
por su esencia o por sus vicios, huella y usurpa los derechos del ciudadano o
súbditos" La carta de Jamaica (1815) ya
había expuesto la idea de unir toda Sudamérica,
desde Chile hasta México era un ideal
más.
La preocupación de Bolívar era los
conocimientos, que el pueblo este preparado para manejar un
poder grande
le preocupaba la anarquía y desear un buen
gobierno.
Prácticamente el destino de la patria que
tanto hablaba Bolívar estaba en sus gobernantes. "Se
erigió un gobierno democrático, federal, declarando
previamente los derechos del hombre, manteniendo el equilibrios
de los poderes y estatuyendo leyes generales a
favor de la libertad civil de imprenta y
otras; finalmente se constituyo un gobierno independiente".
Bolívar deseaba que América sea la nación
más grande del mundo por su libertad y gloria.
"Yo deseo más que otro alguno ver formar en
América la más grande Nación
del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su
libertad y gloria, aunque aspiro a sea por el momento regido por
una gran república como es imposible, no me atrevo a
desearlo, y menos deseo una monarquía universal de
América porque este proyecto, sin ser
útil, es también imposible. Los abusos que
actualmente existen no se reformarían y nuestra
regeneración seria infructuosa" Palabras de
BOLÌVAR
El gobierno debe ser paternal significa el
padre que cuida a sus hijos. Los Estados americanos
han de ser menester de los cuidados de gobiernos paternales
que curen las llagas y las heridas del despotismo y la
guerra
Un pueblo que paso por lo, difícil no era
convenientes los reyes sino una república, el sistema federal
lo consideraba demasiado elaborado.
Un sueño:
- La Nueva Granada una unión con
Venezuela - Capital Maracaibo, o una nueva ciudad que, con
el nombre de Las Casas, en honor de este
héroe. - Su gobierno imitación del Ingles
- Ejecutivo electivo
- Cuando más vitalicio y jamás
hereditario - Si se quiere una Republica
- Una cámara, Senado legislativo hereditario,
que en las tempestades políticas se interpongan entre las olas
populares y los rayos de gobierno. - Cuerpo legislativo de libre
elección - Pronostica los Tipos de Gobierno:
- Repúblicas Federales y
Centrales.
Bolívar no dejo sus mensajes, estudiar la tarea
de gobernar que es muy difícil, porque una
decisión, la responsabilidad esta su gobernantes y involucra el
pueblo. Para ello se debía educar el pueblo instruirlo,
una decisión se debe tomar el beneficio del pueblo. La
Carta de Jamaica es un documento parte de la historia, nos
permite observar las condiciones de la época lo
crudo que fue el proceso de pasar una etapa a otras.
LEY DE
ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD
"El Senado y Cámara de Representantes de la
República de Venezuela reunidos en
Congreso
DECRETAN:
Artículo 1° Queda abolida para siempre la esclavitud en
Venezuela.
Art. 2° Cesa la obligación legal de
prestación de servicios de
los manumisos, quedando en pleno goce de su libertad y
sometidos sólo a la patria
potestad o cualquiera otra dependencia de sus ascendientes
como ingenuos.
Art. 3° Se prohíbe para siempre la introducción de esclavos en el territorio
de la República; y los que sean introducidos contra esta
prohibición, bajo cualquier pretexto, entrarán
por el mismo hecho inmediatamente en el goce de
libertad.
Art. 4° Los dueños de esclavos
serán indemnizados del valor que
éstos tengan por la tarifa, o a juicio de facultativos
en caso de enfermedad, con los fondos destinados o que se
destinen al efecto y en justa proporción,
recibiéndose en pago de contribuciones que por esta
ley se
establezcan, acreencias contra el fondo de
indemnización.
Art. 5° Se destinan para la
indemnización de que habla el artículo anterior,
las cantidades siguientes: 1°, el 10 por ciento con que las
rentas provinciales contribuyen al Tesoro público
según la Ley; 2°, la suma a que monta el impuesto que se
establece por tres años de cinco reales sobre los
alambiques de destilar aguardiente y sus compuestos,
cobrándose dichos cinco reales por cada galón de
cuatro y media botellas que mida el alambique; 3°, la suma
a que monta el impuesto que se establece por tres años
sobre los individuos que se expresarán, a saber: cinco
pesos anuales los que tengan la renta requerida para elector, y
diez pesos los que tengan la renta necesaria para ser Diputado
provincial, Representante o Senador; 4°, la suma a que
ascienda el subsidio que se impone por tres años a todos
los ciudadanos que reciban del erario público o de las
Rentas Municipales, sueldo, pensión o comisión
cualquiera, de este modo: 2 por ciento de los que gocen hasta
la suma de 800 pesos; 3 por ciento a los de 800 hasta 1.600; 5
por ciento a los de 1.600 hasta 3.000; y 10 por ciento de 3.000
en adelante; 59, los fondos recaudados y que han debido
recaudarse del ramo de manumisión, conforme a la ley que
ha regido hasta ahora; 6°, la parte que corresponde a la
nación de los derechos de registro, luego
que haya cesado el objeto para que fue destinada por el
articulo 38 de la ley de la materia;
7°, el 3 por ciento del total de los bienes de
los que mueren dejando herederos colaterales; 8°, el 20 por
ciento del total de los bienes de los que mueren dejando
herederos extraños; y 9°, los bienes líquidos
de los que mueren y no dejan herederos en grado en que por las
leyes deben sucederles
ÚNICO. Los individuos que estén
comprendidos en más de un caso de los designados en este
artículo, sólo abonarán el impuesto mayor
que corresponda, quedando libres del pago de toda
contribución aquellos individuos que hayan dado la
libertad a sus esclavos desde el día 1° de febrero
último hasta la sanción de esta
Ley.
Art. 6° Para la recaudación de estos
impuestos y
otros actos que se dirán, se organizarán Juntas
superiores en los cantones capitales de provincia, compuestas
del Gobernador que será su Presidente, del Vicario o
Cura párroco más antiguo, del Procurador
municipal y de dos vecinos nombrados por el Poder
Ejecutivo; y Juntas subalternas en las cabeceras de los
demás cantones, compuestas del Jefe político, que
será su Presidente, del Cura párroco, del
Procurador Municipal y dos vecinos nombrados por la Junta
Superior.
ÚNICO. Cada una de las Juntas nombrará un
Tesorero que tenga las cualidades de Senador, honradez y
probidad, y que dé una fianza suficiente a juicio de la
corporación que le elige, para que sea el depositario de
los fondos designados en esta Ley, que de ningún modo
entrarán en las cajas nacionales, percibiendo el de la
capital de
la República el 4 por ciento de la recaudación y
los de l os demás puntos el 10 por ciento
Art. 7° Todos los demás destinos que se
establecen para el cumplimiento de esta ley, se reputan cargas
concejiles por tiempo determinado.
Art. 8° Publicada que sea esta Ley, se establecerán
las Juntas a que se refiere el artículo 6º e
inmediatamente procederán a formar un censo de todos los
esclavos residentes en la provincia, con expresión de
sus dueños, edad y valor.
Art. 9° Para la fácil formación de este
censo, los que fueron dueños de esclavos y éstos,
que quedan en el goce de su libertad, tendrán la
obligación de presentarse ante la Junta respectiva
dentro del término perentorio de cuatro meses, corridos
desde la publicación de esta Ley en su respectivo
vecindario acompañando los primeros los títulos
que justifiquen su anterior propiedad.
Art. 10. La Juntas se reunirán cada tres meses a pasar
un tanteo de los fondos ingresados, y examinar las cuentas de
los respectivos tesoreros, cuyos resultados comunicarán
las Juntas subalternas a la superior y ésta al Poder
Ejecutivo.
Art. 11. Hecho el censo de cada Provincia, se remitirá
copia de él al Poder Ejecutivo para que se forme y
publique el general que comprenda todos los esclavos existentes
en la República y quedan favorecidos por esta Ley, a fin
de que llegando la noticia de todas las autoridades no tenga
lugar la doble indemnización por un mismo esclavo en dos
o más lugares diferentes.
Art. 12. En las reuniones de las Juntas, conforme al
artículo 10, se distribuirán los fondos
existentes entre los acreedores a prorrata.
Art. 13. Los fraudes de cualquiera clase que se
cometan en el manejo del fondo de indemnización
destinado por el artículo 59, se castigarán con
el reintegro de la cantidad defraudada desde uno hasta diez
años de presidio e inhabilitación perpetua para
obtener cargo alguno público; estas penas se
aplicarán simultáneamente.
Art. 14. La contribución y fondos a que se
refiere el artículo 5° no podrán ser
destinados por ninguna autoridad ni
corporación a un objeto distinto cualquiera que sea la
porción que se pretenda distraer y el fin que se le
quiera dar.
Art. 15. El Poder Ejecutivo reglamentará esta Ley y
dispondrá lo conveniente, a fin de que sea ejecutada y
que no haya fraude o
abuso alguno, llenando los vacíos que en la
práctica se observen; y dará cuenta anualmente al
Congreso, de las cantidades recaudadas, su inversión nombre de los acreedores,
cuáles han sido satisfechos y lo que se adeude por
virtud de la abolición de la esclavitud en
Venezuela.
Art. 16. Se derogan la Ley de 28 de abril de 1848
sobre manumisión y el decreto de 15 de mayo de 1852 que
destina el 10 por ciento al pago de lo que las rentas
nacionales adeudan a las provinciales
Dada en Caracas, a 23 de marzo de 1854, año
25 de la Ley y 44° de la Independencia. El Presidente del
Senado, RAFAEL HENRÍQUEZ. -El Presidente de la
Cámara de Representantes, J. A. FERNÁNDEZ.-El
Secretario del Senado, J. A. Pérez.- El Secretario de la
Cámara de Representantes, J. Padilla.
Caracas, 24 de marzo de 1851, año 25 de la Ley y 44 de
la Independencia.-Ejecútese.-J. G. MONAGAS.-Por S. E.-
El Secretario de Estado en los Despachos del Interior, Justicia
y Relaciones Exteriores, Simón Planas."
Entre, los objetivos
inmediatos de la lucha en pro de la emancipación nacional,
se han de apreciar: la búsqueda de la autonomía
política, la implantación del libre comercio,
la puesta en práctica de un gobierno republicano y
constitucional y sobre todo la creación de una
nación soberana que concordara con los intereses
económicos-sociales y políticos de los mantuanos,
representantes de los terratenientes, amos de esclavos y
comerciantes.
Para comprender a cabalidad el despertar independista de
Venezuela, hay que tomar en cuenta, que tal hecho no se
gestó en el transcurso de 1810-1811, sino que fue producto de
múltiples luchas y sacrificios, destacándose: el
levantamiento dirigido por José Leonardo Chirino en Coro
(1795), la acción
revolucionaria de Manuel Gual y José María
España en la Guaira (1797). la insurrección de
Francisco Javier Pirela en Maracaibo (1799), las invasiones de
Francisco de Miranda por Ocumare de la Costa y por la Vela de
Coro en 1806 y la conspiración de Caracas de
1808.
La lucha en pro de la emancipación nacional
desencadenó numerosos enfrentamientos bélicos, los
cuales se prolongaron por trece años (1810-1823),
convirtiéndose Venezuela a lo largo de toda su
extensión geográfica en un sangriento campo de
batalla. Además, tales conflictos
bélicos tuvieron un carácter de guerra civil y social.
En el transcurso del primer semestre del año 1812, la
labor de los republicanos se ve truncada por la reacción
realista que para ese momento encabezan Monteverde y sus aliados
tanto españoles como criollos; quienes logran derrotar a
los patriotas en Coro, en Guayana y en otras áreas del
país. El terremoto del 12 de marzo fue utilizado por los
realistas para hacer proselitismo a favor de su causa, lo mismo
que el levantamiento de los esclavos de la región de
Barlovento. De ahí, vemos que:
"Se disuelve el Congreso que se había trasladado
a Valencia. Miranda asume la dictadura. Se
disuelve el Ejecutivo. Bolívar pierde la plaza de Puerto
Cabello. Miranda, de acuerdo con los patricios, capitula el 25 de
julio en San Mateo, Monteverde entra en Caracas y viola la
capitulación".
La Segunda República (1813-1814), se establece
durante los meses iniciales del año de 1813,
después del triunfo de los patriotas dirigidos por
Santiago Mariño, Manuel Carlos Piar, José Francisco
Bermúdez y otros, en la región del Oriente y sobre
todo con la reconquista de los Andes y áreas centrales del
país, llevada a cabo por Bolívar a través de
la Campaña Admirable, la cual se inicia en la Nueva
Granada.
" … llega al Táchira el 12 de abril con 500
hombres y marcha sobre Caracas [ … ] Mérida le da el
título de Libertador de la Patria (Junio). En Trujillo
decreta la guerra a muerte, el 15 de Junio. Después de las
batallas de Niquitao, Los Horcones, Los Pegones o Taguanes, ocupa
Caracas el 7 de agosto y asume el Gobierno Supremo […] La
Municipalidad de Caracas confiere a Bolívar el
título de Libertador de Venezuela (14 de octubre), y le
nombra Capitán General de las Tropas … "
La "Proclama de la guerra a muerte, nos presenta a.
Bolívar planteando la Justificación de la lucha que
los patriotas estaban realizando por la libertad e Independencia,
sin desconocer su interés en señalar quienes eran
los verdaderos enemigos de la patria: "españoles y
canarios", sin que omitamos que muchos criollos engrosaban las
filas del ejército realista.
"… La guerra a muerte inevitablemente incremento la
tasa de mortalidad, y las pérdidas aumentaron con la
emigración. La población de Caracas
descendió de alrededor de 32.000 habitantes en 1810 a
11.720 en 1815. La de la Provincia de Caracas disminuyó
desde 250.278 en 1810 a 201.922 en 1816. En toda Venezuela,
el número de muertos desde 1810 a 1816 alcanzó los
134.487. Entre 1810 y 1822 la población total
disminuyó desde 898.043 a 767.100 […] Mientras que la
aristocracia colonial se redujo en número e importancia,
las grandes haciendas pasaron a manos de una nueva
oligarquía, los victoriosos caudillos de la guerra de
independencia que adquirieron propiedades que en muchos casos
habían sido asignadas a las tropas",
La denominada Segunda República, se ve amenazada
y posteriormente destruida por las hordas realistas, que bajo el
mando de José Tomás Boves, Francisco Morales,
Rosete y otros, se enfrentan en numerosas ocasiones al bando de
los patriotas, dirigido este último por Bolívar,
Santiago Mariño, Campo Ellas, José Félix
Ribas, Juan Bautista Arismendi, Antonio Ricaurte, Rafael
Urdaneta, José Francisco Bermudez, etc.
En tal sentido, las fuerzas realistas en el transcurso del "
terrible alo 1814", logran establecer su poderío al
derrotar al ejército republicano en los encuentros
bélicos que siguen: la 1ra. Batalla de la Puerta (3 de
febrero), en donde Boves destruye a Campo Ellas; el triunfo de
Rosete sobre Arismendi en Ocumare del Tuy (16 de marzo); la
pérdida del parque de San Mateo (25 de marzo); la victoria
de los realistas en Aroa; en la 2da. Batalla de la Puerta (15 de
junio); al ocupar Boves la ciudad de Valencia en donde sacrifica
a miles de patriotas.
Después de la caída
de la Segunda República, específicamente hacia los
años de 1815 a 1818, el panorama de nuestra nación
entra en una nueva fase en su lucha contra la hegemonía
del Imperio Español, todo ello debido a la presencia en su
territorio de un ejército venido directamente desde la
Metrópoli (abril de 1815), el cual es dirigido por el
general Pablo Morillo, quien como Jefe Expedicionario y
Gobernador y Capitán General de Venezuela, logra entre
otras cosas: internacionalizar el conflicto bélico,
derrotar transitoriamente a algunos grupos patriotas
y ocasiona el destierro de varios de los máximos oficiales
independentistas, tal como ocurre con Bolívar, quien se
vio obligado a viajar a la Nueva Granada, luego a Jamaica y
posteriormente a Haití; país en donde obtiene la
ayuda del Presidente Petión y en donde organiza la
Expedición de Los Cayos, la cual le permite desembarcar en
la isla de Margarita en el mes de mayo de 1816. Acontecimiento
que contribuye con el triunfo de los republicanos en la isla
antes mencionada y en otras zonas del oriente de
Venezuela.
Observamos que la Venezuela de 1816, aún arrastra
consigo el problema de la esclavitud, pero dichos régimen
para el año antes mencionado ha sufrido un conjunto de
modificaciones ocasionadas por el impacto de la guerra de
independencia y los cambios legislativos que ocurren durante ese
período; tal como lo podemos apreciar, al tomar en
consideración que en 1810. la Junta Suprema de Gobierno,
que se instala después de los acontecimientos del 19 de
Abril, prohíbe el tráfico y comercio de esclavos,
pero, no plantea nada con relación a la abolición
de la esclavitud. Posteriormente en el contexto de las luchas
sociales que acontecen en la llamada Primera República, el
Generalísimo Francisco de Miranda, cuando ve amenazada la
estabilidad del gobierno que él preside, decreta en 1812,
la libertad de los esclavos siempre y cuando éstos se
incorporaran al Ejército Patriota. Tal medida, no logra
consolidar los esfuerzos de los independentistas por destruir a
las fuerzas españolas que en poco tiempo frustran los dos
primeros intentos de organización republicana. Además, en
el transcurso de la guerra muchos esclavos logran su libertad al
participar como soldados en los distintos bandos en conflictos y
en otras circunstancias, cuando huyen de sus sitios de trabajo y se
trasladan a las comunidades integradas por negros cimarrones, en
las cuales consiguen tanto protección como alimentos.
En 1816 el Libertador Simón Bolívar,
inicia su campaña abolicionista, la cual estará
acompañada desde el primer momento por la oposición
que le manifiestan los sectores oligárquicos y los
terratenientes amos de esclavos, quienes actúan desde el
mismo seno del Ejército Patriota y de las instituciones
gubernamentales. Entre los decretos más importantes
promulgados por Bolívar en pro de la abolición de
la esclavitud, encontramos los siguientes: los emitidos el 2 de
junio y el 16 de julio de 1816, el primero en Carúpano y
el segundo en Ocumare de la Costa. En ambos decretos, la
abolición sólo beneficiaría a los esclavos
que se Incorporaran al servicio
militar.
Posteriormente en 1819, en su discurso al
Congreso de Angostura, plantea que la libertad absoluta de los
esclavos es tan necesaria como su propia vida y la de la
República. La solicitud antes mencionada, no obtuvo el
consenso mayoritario de los representantes y senadores y por tal
motivo es rechazada.
En el transcurso del año de 1820, el Libertador
por la vía de un decreto (23 de octubre), decide la
confiscación de la hacienda "Ceiba Grande" y la
liberación de sus esclavos. En 1821 en el Congreso
celebrado en la Villa del Rosario de Cúcuta, nuevamente
Bolívar suplica en pro de la abolición de la
esclavitud, pero el parlamento sólo acepta promulgar la
libertad de vientre a través de la Ley de
Manumisión, donde se contempla la libertad de los hijos de
las esclavas nacidos a partir de tal fecha, aunque no
gozarían de sus "derechos civiles" sino cuando cumplieran
los 18 años de edad.
Encontramos que en el año de 1821, después de la
Batalla de Carabobo, el Libertador le otorga la libertad a
algunos de los esclavos que aún poseía en la
Hacienda de San Mateo, situada en los Valles de Aragua. Pensamos
que esa decisión es tomada en medio de la euforia que le
ocasionó a Bolívar su triunfo en el campo de
Carabobo, sin omitir su interés en que otros propietarios
repitieran dicha acción.:
Advertimos que en la documentación consultada,
solamente hemos localizado los nombres de seis esclavos,
quienes fueron favorecidos por la decisión antes
mencionada. Al respecto veamos:
Nombres de los esclavos | localización |
María Jacinta Bolívar | Hacienda de San Mateo |
José de la Luz Bolívar | Hacienda de San Mateo |
María Bartola Bolívar | Hacienda de San Mateo |
Francisca Bárbara | Hacienda de San Mateo |
Juan de la Rosa Bolívar | Hacienda de San Mateo |
Nicolasa Bolívar | Hacienda de San Mateo |
La preocupación del Libertador, por el problema
de la esclavitud no culmina en 1821, ya que el 24 de marzo de
1824 redacta un decreto en el cual solicita "Protección a
los esclavos para que escojan en libertad el dueño que les
convenga" y el 28 de junio de 1827, emite otro decreto: "Dando
eficacia a la
Ley de Manumisión".
Pensamos que el interés de Bolívar por el problema
de la esclavitud, también lo refleja en su relación
con su antigua aya, pues, Jamás olvidó a
Hipólita, en una carta que le envía a su hermana
María Antonia, estando en la ciudad del Cuzco
(Perú) fechada el 10 de Julio de 1825, le recomienda " …
que le des todo lo que ella quiere; para que hagas por ella como
si fuera tu madre, su leche ha
alimentado mi vida y no he conocido más padre que ella
…" Posteriormente, vemos que cuando Bolívar, hace su
ultimo viaje a Venezuela en el año de 1827, no desatiende
a su antigua nodriza, le escribe de nuevo a su hermana
María Antonia, el día 2 de junio del año
antes mencionado, señalándoles que " … Del
dinero que
queda en tu poder procedente de la letra, tendrás la
bondad de dar a,.Hipólita cuarenta pesos. Yo te la
recomiendo….
En la Constitución de la Republica de Bolivia,
aprobada en el año de 1826, el Libertador incluyó
en el artículo 10, Ordinal 5, su idea en pro de la
abolición de la esclavitud en dicho país, la cual
fue expuesta de la siguiente manera : "Todos los que hasta el
día han sido esclavos, y por lo mismo quedarán, de
hecho, libres en el acto de publicarse esta Constitución.
Por una ley especial se determinará la
indemnización que se debe hacer a sus antiguo
dueños" . En el lapso comprendido entre 1828 y
1830.Bolívar mantuvo una conducta de indiferencia con
respecto a la suerte de la población sometida a esclavitud
y pensamos que en ella debió Incidir su temor a la llamada
"guerra de razas" o "de colores" * tal
como se había desarrollado en Haití y en otras
islas antillanas.
Durante el primer gobierno del General José
Antonio Páez, la Constituyente de Valencia, promulga el 2
de octubre, la Ley de Manumisión conocida como la de 1830,
la cual modifica la aprobada en 1821 por el Congreso de
Cúcuta y deroga todos los decretos y demás
disposiciones que sobre la materia habían sido formulados
por la República de Colombia. Esta
nueva Ley, está integrada por 25 artículos y se
elaboró en base a un proyecto introducido por los
diputados: Francisco Javier Yanez, J.M. de los Ríos,
Matías Lovera, José María Vargas, Miguel
Peña y Bartolome Balza.
. En dicha Ley, observamos cinco aspectos
fundamentales:
- Se prolonga la edad para lograr la
manumisión, ya que señala que los hijos de
esclavas podrán gozar de su libertad sólo
cuando cumplan los veintiún años; - Los padres o los hermanos legítimos, siempre
y cuando sean libres, pueden si cancelan los gastos
ocasionados por alimentos y crianza "… sacar al niño
ó Joven del poder del amo de la madre, y este acto le
pone en posesión de todos los derechos
civiles"; - Se prohíbe la venta de
esclavos tanto para Provincias distintas a las de su
residencia como fuera del territorio de
Venezuela; - Los fondos económicos necesarios para
fomentar la manumisión debían provenir
principalmente de impuestos asignados a las personas que al
morir dejaran bienes y si la suma obtenida era insuficiente
el Tesoro Público suministraría sus respectivos
aportes y - En la capital de las distintas Provincias debe
existir una Junta Superior de Manumisión e igualmente
en cada "cabeza de cantón", habrá una Junta
Subalterna, las cuales tienen por misión, supervisar y controlar el
proceso de manumisión.
La Ley de Manumisión de 1830, responde a los
Intereses del bloque de clases dominantes: latifundistas y
comerciantes, quienes detentan el poder político al
servicio de sus privilegios y desean con dicha Ley, Continuar
explotando a los grupos
sociales sometidos a esclavitud, ya que prolongan la edad
para que el manumiso pueda ser libre, ofrecen sólo un
reducido aporte económico al fondo de manumisión y
a pesar de establecer la libertad de vientre en el
Artículo 5º, se destaca que el niño o joven
que se encuentre bajo el control del
dueño de la madre, será avaluado por " … la mitad
del valor que tendría por la tarifa siendo
esclavo"
Con la promulgación de la Ley de
Manumisión de 1830, según la acertada
opinión de R.A. Rondón Márquez. " … se
nota ya la influencia de muchos propietarios, algunos enemigos de
la Independencia, que estaban regresando al País, y de los
mismos propietarios que ahora se aprovechaban de los beneficios
de la paz para remachar sus derechos privilegiados"
Observamos, que el interés de Bolívar por
abolir en forma definitiva la esclavitud, no llegó a
consolidarse, ya que distintas fuerzas de carácter
político y económico obstaculizan tal proceso. Sin
olvidar que en la mayoría de nuestros próceres
estuvo presente el temor a la llamada "guerra de razas", tal como
ocurrió en Haití y en otras islas antillanas, como
lo señalamos en párrafos anteriores."
BIBLIOGRAFÍA:
- Diccionario de Historia de
Venezuela. 2da Edic. Caracas: Fundación Polar, 1997.
Tomo II, pp. 845-861 - Enciclopedia Microsoft
Encarta (1998): "Bolívar, Simón". Microsoft
Corporation. - USLAR PIETRI, A. (1990): Bolívar hoy.
Monte Ávila Editores. Caracas. p. 17 - USLAR PIETRI, A. (1981): Cuéntame a
Venezuela. Ed. Lisbona. Caracas. p.78. - MIJARES, A. (1987): El Libertador. Academia
Nacional de la Historia. Caracas. P 104. - ROMERO MARTÍNEZ, V. (1976): Las aventuras
de Simón Bolívar. La autobiografía del
Libertador. Ministerio de Educación. Venezuela. - HERRERA LUQUE, F.(comp.) (1994): Bolívar de
carne y hueso, y otros relatos. Ed. Pomaires.
Caracas.
Yibetza Romero
PARTICIPANTES
Ana Velero
Celso Ruben
Ercilia Andara
Miguelangel Castro
Keyserlin Alvarez
Mariela Bortot
Ilisay Muñoz
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR
CONVENIO CADA – UNESR
CARACAS NOVIEMBRE/2007
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