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Inteligencia Emocional (página 2)



Partes: 1, 2, 3

  1. Teorías Fisiologistas o Biologistas: Identifican a
    la inteligencia como una superación de los procesos
    captativos de los animales
    superiores. Es el cerebro capaz
    de registrar y coordinar los datos
    sensoriales. La inteligencia se explica por la riqueza
    asociativa del cerebro.
  2. Teorías Aptitudinales y Operativas: Son todas
    aquellas que sin entrar en la esencia de la capacidad
    intelectual ni del hombre,
    hacen de la inteligencia una facultad para elaborar productos
    abstractos a los que denominan habilidades mentales. (A. Bidet,
    M.L. Terman, A.Genelli, J. Piaget.)
  3. Teoría Creativista: Fue J. P: Guilford en el
    año 1950 publicó un ensayo
    con el título "Creatividad"
    En él , entendía la inteligencia como la
    capacidad de enfrentar la creatividad con la realidad.

La inteligencia está asociada no solamente al
número de neuronas, sino también y sobre todo al
número al número de conexiones entre ellas
(sinapsis). Los lóbulos frontales no tienen el mismo
papel: el lóbulo frontal izquierdo participa en el lenguaje,
las matemáticas, el sentido crítico y el
pensamiento
lógico; el lóbulo frontal derecho interviene
más en la percepción
del espacio; la imaginación, las artes, la creatividad y
el pensamiento inductivo. Los dos están interconectados:
así un niño que tiene dificultades para leer
(lóbulo frontal izquierdo) podrá progresar en
la lectura si
se le hace trabajar su imaginación (lóbulo frontal
derecho).

La inteligencia puede ser medida a través de test, en la
actualidad existen innumerables test de inteligencia para medir
la capacidad intelectual. Hay pruebas
generales y otras específicas que intentan
desentrañar las habilidades lingüísticas,
espacio- temporales o numéricas de una persona. Sin
embargo, a pesar de la abundancia de test, es muy difícil
encontrar pruebas imparciales que midan la inteligencia sin
"tendenciosidad cultural".

El primero en elaborar un test científico de
inteligencia fue A. Bidet, que en 1905 trató de medir la
inteligencia por su capacidad de resolver cuestiones o problemas. El
fue quien habló del concepto de madurez mental,
estableciendo la relación entre capacidad de
instrucción y edad cronológica.

D. y Weschler a partir del concepto de cociente mental
elaboró una escala de
medición de inteligencia.

Los test de inteligencia establecen su puntuación a
partir de un promedio considerado normal, al que se le da el
valor 100. Se
ha determinado que el 70% de la población tiene un cociente intelectual
(CI) de 85 a 115. Por debajo de un CI de 70se considera un nivel
intelectual muy deficiente, mientras que por encima de los 130 se
trata de un nivel intelectual muy superior.

Con todo, los valores CI
deben tomarse como una mera indicación.

La inteligencia no es una capacidad aislada de la mente
humana, sino que se integra en otras facultades nobles del
sistema nervioso.
Por ejemplo la creatividad (pensamiento original) es un don
soberbio no siempre ligado a la inteligencia.

Tanto la herencia como el
medio ambiente
configuran la capacidad intelectual del ser humano. Ambas
circunstancias son esenciales y deben ser favorables para que una
determinada persona pueda desarrollar su potencial intelectual al
máximo.

El ser humano nace inteligente y se hace más
inteligente con el paso de los años. El desarrollo de
la inteligencia no se detiene en la infancia o en
la juventud sino
que sigue creciendo o evolucionando a lo largo de toda la vida,
siempre que las estructuras
nerviosas y cerebrales se mantengan sanas y en "alegre"
actividad.

3. Inteligencia
Emocional:

3.1. Concepto de Inteligencia Emocional.

La inteligencia emocional es un término que fue
introducido por primera vez en 1990 por Peter Salovey y Jhon
Mayer, Pero no fue sino hasta 1995 que este termino fue difundido
por el mundo gracias a los aportes de Daniel Goleman.

El término Inteligencia Emocional hace referencia a la
capacidad o facultad humana que le permite al hombre reconocer
sus sentimientos y emociones y a la vez emplearlas de manera
productiva haciendo uso de destreza, actitudes y
habilidades, las mismas que determinan su conducta y le
permite establecer buenas relaciones con su entorno hacer un
correcto uso de sus emociones.

3.2. Componentes de la Inteligencia Emocional:

Los Componentes de la inteligencia emocional son los
siguientes:

  1. Autoconciencia: Tener profundo entendimiento de nuestras
    emociones, fortalezas, debilidades, necesidades e
    impulsos.
  2. Autorregulación: Nos permite regular nuestros
    sentimientos y canalizarlos de manera útil.
  3. Motivación: Son impulsos que nos permiten alcanzar
    logros por encima de las expectativas propias y de los
    demás.
  4. Empatía: Tener en cuenta los sentimientos de los
    demás en la toma de nuestras decisiones.
  5. Habilidad Social: Se basa en la amistad con el
    primer propósito de conducir a las personas hacia la
    dirección que desee.

3.3. Educación de las
Emociones.

El planteo de D. Goleman, un típico producto de la
psicología
norteamericana, propone a la inteligencia emocional como un
importante factor de 'éxito',
y básicamente consiste en la capacidad – aprensible- para
conocer, controlar e inducir emociones y estados de ánimo,
tanto en uno mismo como en los demás.

Es así que Goleman no propone solamente una teoría,
sino también una manera de aplicarla en la práctica
para alcanzar ese 'éxito' que siempre hemos anhelado. A
continuación, intentaremos explicar su punto de vista, que
no deja de tener sus aristas interesantes.

Ser inteligente no alcanza. Señala Goleman que la
inteligencia, como la entendemos habitualmente, no alcanza para
triunfar en la vida. Al respecto, se apoya en la opinión
de otros muchos colegas suyos para quienes la inteligencia
representa solamente el 20% de los factores que determinan el
éxito, mientras que el 80% restante depende de otros
varios factores, entre los cuales está la llamada
'inteligencia emocional'.

Podríamos caracterizar la inteligencia emocional como
la capacidad para conocer y controlar las emociones propias y
ajenas, con el fin de obtener determinados fines.

Las principales cualidades de la inteligencia emocional son
cinco la posibilidad del sujeto de poder conocer
las emociones propias. La teoría de Goleman no propone
sofocar o eliminar las emociones, sino de controlarlas:.

1. Conciencia de uno
mismo
.- Es la capacidad de reconocer los propios
sentimientos, emociones o estados de ánimo.

Sabemos que las emociones tienen diversos grados de
intensidad: algunas son lo suficientemente intensas como para
poder percatarnos de ellas en forma conciente, pero otras
están por debajo del umbral de percepción
conciente.

Por ejemplo, si a una persona que teme a las serpientes le
mostramos una fotografía
de uno de estos reptiles, probablemente la persona
afirmará no tener miedo, pero los sensores que
hemos colocado en su piel
detectarán transpiración (signo de ansiedad).

Desarrollar esta primera cualidad implicará la
posibilidad de poder modificar este umbral que separa las
emociones concientes de las no concientes, haciendo que
éstas últimas puedan ser percibidas. Para Goleman,
mediante un esfuerzo deliberado podemos hacernos más
concientes de nuestras reacciones viscerales y, con ello, de
nuestras emociones antes imperceptibles.

Después de una discusión violenta, luego de un
tiempo una
persona puede sentir concientemente que ya se tranquilizó,
pero sin embargo los efectos de la discusión
continúan, y es posible que esta persona no se de cuenta
que está nerviosa o irritable. De hecho, cuando se lo
hacen notar se sorprenderá.

La importancia de conocer nuestras emociones reside en el
hecho de que a partir de allí podemos controlarlas,
pudiendo modificar los estados de ánimo desfavorables. Las
emociones no concientes suelen, en efecto, traicionarnos, y si
estamos bajo su influjo sin ejercer sobre ellas un cierto
control,
podremos fracasar en una entrevista
laboral o en
cualquier otra situación que represente un escalón
hacia el éxito. Las tres cualidades siguientes se
refieren, precisamente, a la posibilidad de controlar los estados
de ánimo.

2. Equilibrio
anímico.-
Goleman llama así a la capacidad de
control del mal humor para evitar sus efectos perjudiciales,
entendidos estos en términos de conductas indeseables.

El ejemplo típico es la ira, uno de las emociones
más difíciles de controlar. Si otro coche se
interpone de repente en nuestro camino, nuestra ira hará
que comencemos a manejar de manera imprudente (conducta
indeseable).

En este momento podremos recurrir a nuestra inteligencia
emocional, y, más concretamente, a varios recursos para
controlar la ira. Goleman cita por lo menos cuatro de ellos: a)
Reconsideración: lo que implica interpretar la
situación de una manera más positiva. Pensar, por
ejemplo, que el conductor que se interpuso en nuestro camino
estaba apurado porque debía atender una emergencia. b)
Aislamiento: alejarse de la situación y estar unos
momentos a solas, con el fin de obtener serenidad. c)
Distracción: hacer otra cosa, como por ejemplo salir a dar
un paseo a pie. d) Técnicas
de relajación como la respiración profunda o la meditación
también ayudan. La respiración profunda no debe ser
confundida con respirar pausadamente cuando se experimenta la
cólera,
ya que parece haberse constatado que este es uno de los peores
remedios, por cuanto la oxigenación estimula el sistema
nervioso y empeora el mal humor.

Estos recursos son también útiles en otros casos
de sentimientos y emociones igualmente indeseables, como la
ansiedad o la depresión.

3. Motivación.- Es la capacidad para
autoinducirse emociones y estados de ánimo positivos, como
la confianza, el entusiasmo y el optimismo. En una investigación realizada en EEUU, se
comparó el rendimiento de dos grupos distintos
de vendedores: el primer grupo estaba
constituído por vendedores aptos pero pesimistas, y el
segundo grupo por vendedores que no pasaron la prueba de aptitud,
pero sí la de optimismo. Resultado: los vendedores
optimistas vendieron más que los pesimistas, por cuanto
estos últimos tendían a interpretar la negativa del
cliente como
prueba de su fracaso. Los optimistas, en cambio, se
motivaban pensando "estoy errando la estrategia" o "el
cliente estaba de mal humor", es decir, atrubían su
fracaso a la situación, pero no a ellos mismos, con lo
cual podían motivarse para hacer nuevos intentos.

Señala Goleman que la predisposición al
optimismo o al pesimismo puede ser innata, pero la
práctica puede revertir esta situación si la
persona es capaz de detectar el pensamiento derrotista y
reconsiderar el problema desde un ángulo menos
sombrío.

Advirtamos, entonces, la diferencia entre esta cualidad y la
anterior: en el equilibrio anímico el problema que debe
resolverse es una emoción intensa, como la ira, mientras
que en la motivación
debe resolverse el problema de un sentimiento de pesimismo y
autodesconfianza. En ambos casos se impone un control del
estado de
ánimo correspondiente.

4. Control de los impulsos.- Goleman define esta
cualidad de la inteligencia emocional como la capacidad de
aplazar la satisfacción de un deseo en aras de un objetivo. En
términos psicoanalíticos, de lo que se trata es que
el aparato psíquico pueda funcionar bajo el régimen
del principio de realidad a través del aplazamiento de la
descarga.

En una investigación iniciada en EEUU en los
años '60, se les dijo a un grupo de niños
que podían ya mismo tomar un chocolate, o bien, que
podían tomar dos si esperaban a que el investigador
volviese de hacer un mandado.

Años después, se constató que los
niños que pudieron esperar para comerse dos chocolates
conservaban la capacidad de postergar el placer en interés de
sus metas, y eran además más desenvueltos, seguros de
sí mismos y más tolerantes a las decepciones. Los
niños que no pudieron esperar demostraron ser, en la
adolescencia,
más caprichosos, indecisos y propensos al estrés,
atributos estos que difícilmente podrían asociarse
con el éxito.

5. Sociabilidad.- Si las cuatro cualidades anteriores
tienen relación con el conocimiento y
el control de las propias emociones, la sociabilidad tiene que
ver en cambio con el
conocimiento y control de las emociones y estados de
ánimo de los demás.

En este punto, Goleman nos dice que cuanto más
hábiles seamos para interpretar las señales
emocionales de los demás (muchas veces sutiles, casi
imperceptibles), mejor controlaremos las que nosotros mismos
transmitimos.

El concepto de Goleman es similar al de inteligencia social en
la teoría de Weschler, en la medida en que apunta a una
capacidad para entablar vínculos con los demás que
de una u otra manera puedan beneficiar al sujeto.

Es así que un profesional puede tener grandes
conocimientos sobre su materia y un
alto coeficiente intelectual, pero si no sabe relacionarse con
los demás, tener amigos o 'relacionarse', como se dice
entre nosotros, sus posibilidades de éxito se verán
muy disminuidas. Por lo tanto, deberemos relativizar aquello de
que "el conocimiento es poder", siempre y cuando lo entendamos
como simple conocimiento teórico y no como una saber
acerca de las emociones de los demás. Un ejemplo nos viene
a la memoria:
hace varios años, el periodista B. Neustadt le
hacía un reportaje a un sujeto que comenzó a
ponerse violento. Para controlar la situación, el
periodista le preguntó ¿es usted agresivo?. Para
preservar su buena imagen, el hombre se
vio obligado a contestar que no, y de ahí en más se
calmó para evitar una disonancia cognitiva entre sus
asertos y sus emociones.

CAPÍTULO
II: LA IRA

1. Concepto de IRA.

Ira: Enfado muy violento, en el que se pierde el
dominio sobre
sí mismo y se cometen violencias de palabras o de
obra.

2. Anatomía de la
ira.

La cólera o ira es una reacción repentina de
tipo violento-agresivo. El acceso de cólera produce
trastornos neurovegetativos que pueden manifestarse en forma de
sudor, palidez, o por el contrario, enrojecimiento del rostro,
temblores, gestos desproporcionados con gritos y violencias,
sentimientos apasionados de odio que disminuyen
momentáneamente el raciocinio. Por lo general, la persona
iracunda sufre una contracción del rostro,
acompañada de una mímica que manifiesta estupor y
rabia a la vez. Cuando habla aumenta el tono de la voz, esta
conducta emocional -más comúnmente- va
acompañada de una tendencia exagerada a la
gesticulación.

La agresividad propia de la cólera puede ir dirigida
contra la causa de la contrariedad y suele terminar cuando se
genera una respuesta violenta ante el estímulo que la
provocó. Pero puede también, y con frecuencia,
hallar otro objeto (cosa o persona) desviando su atención hacia él a fin de no
enfrentarse con la causa verdadera. Es conocido el hecho de la
persona, pusilánime en su entorno social, que descarga su
cólera al llegar a casa.

La cólera, la ira, la indignación y el comportamiento
agresivo son reacciones de luchas fundamentales e instintivas
cuando nos amenaza algún peligro. El psicólogo
Raymond W. Novaco distingue entre cuatro clases esenciales de
provocación que pueden desencadenar nuestra
indignación:

· Frustraciones: una mala nota, un plantón.

· Sucesos irritantes: una llave perdida, el ruido en el
jardín de los vecinos.

· Provocaciones verbales y no verbales: la
sarcástica observación del jefe, el coche que nos
adelanta por la derecha en la autopista.

· La falta de corrección y la injusticia: una
crítica
fuera de lugar, el aumento de los impuestos
desproporcionado desde el punto de vista social.

La ira está muy relacionada con los fracasos,
frustraciones y conflictos del
hombre. Hay quienes opinan que la ira, al igual que otras
emociones, es innata y congénita, pero estudios más
recientes apuntan hacia el hecho de que lo único innato y
congénito es la respuesta de los individuos ante las
situaciones desagradables que, a través de procesos de
maduración y de aprendizaje, se
van haciendo diferentes en cada persona.

3. La ira es un código

Pocas veces se presenta la ira en primer término, y sin
causa. Con frecuencia los seres humanos transformamos en ira
nuestros sentimientos primarios de preocupación, culpa,
decepción, rechazo, injusticia, choque, incertidumbre o
confusión.

La ira puede llegar después del TEMOR (por ejemplo, de
que un hijo se lastime).

La ira también puede llegar desde la FRUSTRACIÓN
(intentamos infructuosamente llevar adelante una tarea, porque un
obstáculo se nos interpone en forma permanente).

Si nos sentirnos CELOSOS -y por lo tanto AMENZADOS- podemos
disfrazar nuestras reacciones primarias con sarcasmo, y -por
ejemplo- sentir el impulso de agredir verbalmente a nuestro
cónyuge.

Incluso la FATIGA puede transformarse instantáneamente
en hostilidad. También la TURBACIÓN puede desatar
la ira, y la HUMILLACIÓN transformarse en furia.

El saber que la ira generalmente cubre una emoción
anterior nos ayuda a manejarla con más eficiencia. El
verla como un código
la hace menos amenazante. Cuando uno desconoce este hecho, es
proclive a responder en forma directa, echando leña al
fuego con la negación, la represión o la
manifestación crónica y sin límites.

No es necesario comentar demasiado los efectos nocivos de esta
emoción, que nos perjudica tanto en nuestra vida familiar,
académica, social y laboral.

Ha dicho de ella el filósofo Denis Diderot: 'La
cólera perjudica el sosiego de la vida y la salud del cuerpo, ofusca el
juicio y ciega la razón'

4. Descifrando el código de la Ira

La ira puede llegar después del temor (por ejemplo, de
que un niño se lastime). La ira también puede
llegar desde la frustración (uno intenta un poco
infructuosamente llevar adelante una tarea, y nuestro hijo de
seis años nos complica el trabajo
sacando cosas de lugar). De pronto, gritamos sin la menor
consideración: ‘¡Fuera de aquí!
¡Ya estoy harto de ti!.

Nuestra frustración se transformó en ira, y
ésta cayó sobre su hijo.

Al sentirnos AMENZADOS y CELOSOS, disfrazamos nuestras
reacciones primarias con sarcasmo, y abofeteamos verbalmente a
nuestro cónyuge.

Volver a la casa exhausto y encontrar a los niños
‘haciendo lío’. Entonces gritamos, la FATIGA
se ha transformado instantáneamente en hostilidad.

Robertito no permite tener una reunión tranquila con
unas visitas, y la turbación de la madre va en aumento.
Por último, e incapaz de tolerar más, le dice
secamente:

-¡Vete a tu cuarto, y quédate allí hasta
que puedas comportarte como un caballero!

-¡No voy nada!- retruca el muchacho.

La TURBACIÓN se hizo ira, y la HUMILLACIÓN se
transformó en furia.

Con frecuencia los seres humanos transformamos en ira nuestros
sentimientos primarios de preocupación, culpa,
decepción, rechazo, injusticia, choque, incertidumbre o
confusión.

POCAS VECES SE PRESENTA LA IRA EN PRIMER TÉRMINO, Y SIN
CAUSA.

CAPÍTULO III: LA CULPA

  1. Definición: Es la responsabilidad de una acción o un suceso relativo a una falta
    más o menos grave, cometido a sabiendas o
    voluntariamente.

    La culpa va acompañado de un sentimiento de pesar
    que proviene de haber reflexionado

    Sobre lo hecho, esto es, el peso del arrepentimiento que
    gravita sobre nosotros.

    El sentimiento de culpa provoca en la persona angustia, y
    no a la inversa como a primera vista puede parecer. Surge
    ante la impotencia de deshacer lo ya hecho. Es el "esto ya no
    tiene remedio", la imposibilidad de la reparación es
    lo que ocasiona la angustia.

    Haber hecho algo que el sujeto cree no tener remedio va
    preocupándolo y ese sentimiento de culpa se vive como
    una preocupación.

    El sentimiento de culpa in fluye en el tiempo y su efecto
    fundamental es la lentificación del mismo. El tiempo
    transcurre lentamente porque tener una preocupación
    constante sobre ello mismo pensamiento hace que nuestro vivir
    sea una monotonía que nos aplasta. Pero no es solo el
    presente lo que enlentece, a veces se hace muy lento el
    pasado también; lo que preocupa enérgicamente
    es la atención que se da al pasado "si hubiera hecho
    esto en vez de eso, creo que habría sido mejor…"

    La falta de decisión por miedo a equivocarse
    nuevamente produce inseguridad.

    Podríamos decir que a través de este
    sentimiento el sujeto toma conciencia de la importancia de la
    acción y que ocasionará tal o cual efecto y
    adquiere una visión más exacta de su propia
    situación.

    ¿Es racional el sentimiento de culpa?

    El estado de ánimo, cuando está en
    relación directa o indirecta con la culpa, hace que el
    sujeto se encuentre desamparado en su mundo, en su realidad y
    desvinculado de los demás ante lo que siente la culpa.
    El hombre es un ser racional que también puede generar
    pensamientos irracionales, irreales que forma parte
    básica del sentimiento de culpa.

    Esto es estudiado desde la realidad ya que el sujeto no le
    interesa acercarse a esa realidad que le perjudica, que le va
    arañar en lo más íntimo de su personalidad; para defenderse la distorsiona y
    crea fantasías (irrealidades).

  2. Estructura psicológica de la culpa:

    Realmente son dos los elementos básicos,
    íntimamente relacionados:

    1. el sujeto (vivenciador de la culpa) y
    2. el objeto (materia, persona, asunto sobre el que versa
      la culpa)
  3. Relación Objetal.

En el desarrollo de culpa estos dos factores, sujeto y objeto,
tienen la relación de cómo "la persona A" (sujeto)
siente, percibe, vivencia la otra parte "la persona B"
(objeto).

Ejemplo:

Observemos la diferencia de relación entre una
secretaria y su jefe, pero la relación objetal es la que
se establece entre la secretaria (sujeto) y cómo vivencia
a su jefe (objeto).

La mala relación entre su secretaria y su jefe ante un
trabajo de
última hora, hace que la secretaria entre a la
mañana siguiente despotricando. Alude a él ante los
otros compañeros como egoísta, con una considerable
falta de sensibilidad hacia sus subordinados, por supuesto que el
jefe no tenía la menor idea y pensaba que la secretaria
había aceptado el trabajo de buen agrado.
¿Qué ocurre? Que la secretaria se siente culpable
por haber desacreditado a su jefe en presencia de otros, se
arrepiente de haberlo hecho.

Vemos aquí una doble relación que va a producir
comportamientos diferentes:

  1. Los de la secretaria a su jefe (con sentimiento de culpa
    incluido)
  2. Los del jefe hacia su secretaria (al conocer el
    desprestigio producido por ella sobre su persona)

4) El objeto de la culpa.

El objeto de culpa es la transgresión de un valor por
medio de nuestra conducta, de nuestros actos; puede ser muy
variado y tiene que ser interpretado dentro del contexto en que
la mala acción se llevó a cabo. Es esta la
única forma en que se puede explicar porqué se
ejecutó esta mala acción y porqué se
originó, después de ella, el sentimiento de
culpa.

Ya sabemos que la culpa es de alguien que está en una
situación que tiene que atenerse a unas normas, a unas
reglas y si las infringe, ello generará el sentimiento de
culpa correspondiente.

A veces, si una mala acción no sólo es cometida
por una persona, sino también por otros cercanos a ella,
cuando es llevada entre varios es menos la culpa, esto viene del
principio de la responsabilidad diluida.

5) Efectos de la acción culpable.

Los efectos de la acción culpable dependen de lo que
los otros saben con respecto a ella, veremos tres tipos en el
grado de conocimiento de la culpa del individuo y
cómo se comporta el "culpable" en cada uno de ellos para
salvaguardarse de su acción culpable.

-La culpa no vista

-La culpa sospechada

-La culpa vista

5.1 La culpa nos visita.

Los efectos de ésta aparecen para la propia persona que
realiza el acto. Para él, su objeto fundamental es que los
demás no perciban su culpabilidad.

Esta alteración que viene provocada por el tener la
culpa en secreto ocasiona aguda crisis.

La culpa entonces se nos plantea con una doble vertiente
según e conflicto que
soporta la tensión la persona:

-La culpa se convierte en un factor que intenta expresarse
para lograr su propia reparación.

-Hay que reprimir la culpa, que es lo que de modo consciente o
inconsciente intenta la persona.

La preocupación que siente la persona por reprimir la
expresión de su culpa le impide desarrollarse en otros
campos o en otras facetas de su vida.

El culpable vive abstraído y distraído respecto
del resto de sus obligaciones,
pero tiene que seguir viviendo como si su culpa no existiese. La
pérdida de unidad de la persona (disociación) va
gastando al culpable, siendo fácil de ver cómo se
resuelve este conflicto en la mayor parte de las ocasiones en
psicosis o
suicidio,
siendo así para todas las que la conocen en su modo de
comportarse, expresarse, resulta sorprendente incomprensible.

¿Cómo afecta la culpa íntima?

El secreto es el que más altera el equilibrio de la
persona y el que con más probabilidad
lleva a la autodestrucción en cualquiera de sus formas, no
sólo al suicidio. El propio secreto es el que hace
aumentar la preocupación convirtiéndose así
en una carga insostenible.

Si expresamos nuestro arrepentimiento, previamente a decir la
culpa, estamos haciendo que el otro, una vez oídos
nuestros reproches no se sienta capaz de recriminarnos ni nos
retire su afecto o cariño.

5.2 La culpa sospechada.

Aquí lo que preocupa es ¿Hasta dónde
saben los otros de mi culpa? Cualquier cosa que los otros hagan
va a estar siendo estudiada por la persona culpable, que
tendrá en cuenta de los demás fundamentalmente:

-Las palabras

-Gestos

-Silencios

-Miradas

Ahora ante esto va a tener que:

*Defenderse intentando aparecer no culpable.

*Defenderse frente a los intentos de los demás, que le
quieren aparecer como culpable.

A partir de aquí el individuo pone en marcha su
mecanismo de defensa para evitar que la culpa aflore de forma
intempestiva y ocasione unas consecuencias que teme.

La negación es la forma más simple y elemental
de defensa. En el caso del culpable el olvido es necesario y lo
que hay que pretender de modo consciente es poder olvidar. No
solo olvida el culpable sino que si se va dejando pasar el tiempo
este hace que los demás se olviden igualmente de lo
ocurrido, como en el caso que se dice "si me olvido yo de ello,
con más motivo se olvidarán los demás.

5.3. El aislamiento como protección.

La soledad que el aislamiento proporciona acomoda a la persona
culpable a estar consigo mismo, así se trata de proteger
de las posibles alusiones, comentarios, recuerdos del momento en
que la persona fue culpable.

Hace su vida por si misma al margen de cualquier comunicación y contado con los demás
de esto resulta muy penoso para la persona que se siente
culpable: que su conciencia del mundo, su contando con los
demás se va limitando, cerrándose en si misma de
tal forma que, a la larga estará temiblemente sola,
incomunicado y aislado de todo lo que le rodea.

5.4 Consecuencias de la culpa vista.

Pierde su identidad su
personalidad o características propias.

  1. Se bloque por la marginación que a si mismo se ha
    impuesto al
    tener conciencia de la irreversibilidad de su acto o
    actos.
  2. El fracaso y el tener la conciencia del mismo, nos hace
    sentirnos incapaces de seguir en el ámbito en el que se
    ha fracasado.
  3. El sentimiento de culpa se origina a partir de la
    decisión del individuo del hacer una cosa, valorada
    negativamente por el entorno, o no hacer lo que debiera hacer.
    La persona sabe que ha obrado mal o al menos incorrectamente y
    sabe, que es lo peor, que los demás también
    saben.
  4. El sentimiento de culpa es racional; es decir: lo sienten
    todos los hombres y constituirá una mayor o menor carga
    para el sujeto según la escala de valores del
    propio sujeto infractor.
  5. Diferenciamos dos angustias vividas por la persona: la que
    le produce tener que decidir sobre la realización
    valorado positivamente y otra valorado negativamente. Una vez
    que decide pasa a la acción y esta se constituye en
    comportamiento de la persona.

CAPÍTULO IV: LA SERENIDAD-PAZ
INTERIOR

1) Definición de serenidad: Es la calma, es la
paz interior, también se le llama equilibrio emocional o
autodominio en situaciones de peligro ante emociones
difíciles (ira, pena, dolor soberbia, etc.). Este valor es
el requisito dispensable para la reflexión de nuestros
actos; este valor nos lleva a soportar los golpes de la vida, nos
conduce a la tolerancia y por
ende la justicia con
esto se logra una forma especial de tener dominio sobre nosotros
mismos.

Es decir, nos ayuda a controlar los impulsos de nuestras
carácter, con esto se afronta los
contratiempos que hay en la vida diaria; a tener paciencia y
comprensión en las relaciones personales.

2) Características de la serenidad:

  • La persona serena no se ofusca ni pierde el control de sus
    actos en situaciones difíciles o enojosas. Sabe muy bien
    que es precisamente la calma la que permite mirar con claridad
    y tomar decisiones acertadas.
  • La persona serena sabe que una mente ofuscada jamás
    es dueña del buen juicio y que en esas condiciones no
    siempre se dice lo que realmente se piensa o se cree, ni se
    demuestra aquello que de verdad se siente.
  • Una persona serena no solamente procura enviar mensajes de
    calma y tranquilidad sino que cada movimiento
    de su cuerpo es apacible y sosegado. La serenidad contagia el
    ambiente de cordialidad, prudencia y tolerancia.
  • La persona serena son bondadosas por naturaleza y
    se hallan dotadas de fuerzas morales para reaccionar contra las
    tendencias y pasiones violentas e intempestivas.
  • La persona serena tienen el sentido de la oportunidad.

3) Comportamiento para lograr la serenidad:

  • No hacer declaraciones ni tomar decisiones en medio de olas
    encrespadas de la vanidad ofendida y de la ira. Porque en esas
    situaciones la pasión arrastra a las obras, obras que a
    los cinco minutos somos los primeros en lamentar.
  • Mantener la calma ante resultados negativos o situaciones
    enojosas.
  • Mantener el control cuando alguien opina de una manera
    diferente a la nuestra.
  • No ser más hiriente cuando se recibe un mensaje
    ofensivo.
  • Mantener la cordura y ser analítico ante las
    críticas y llamadas de atención.

4) Realidades que nos impiden lograr la serenidad:

Debemos hacer conciencia de algunas realidades que nos impiden
lograr desarrollar este valor con eficacia:

  • No podemos abandonar nuestras ocupaciones habituales y
    escaparnos a algún lugar lejano para meditar con
    tranquilidad; dejarnos arrastrar por la tristeza: Trabajar con
    menos intensidad o esperar a que alguien tome nuestro problema
    en sus manos y lo resuelva.
  • Toda dificultad ve más difícil y más
    grave que las anteriores.
  • Nos empeñamos en encontrar la solución casi
    de manera simultánea al surgimiento del problema,
    algunas veces se da, pero no siempre. Por lo general toda
    situación requiere un consejo o un análisis profundo y detenido.
  • En estado de tensión, por nuestra mente pasamos y
    repasamos las mismas palabras, las mismas opciones y los mismos
    pensamientos sin llegar a nada y aumentar nuestra ansiedad,
    perdiendo muchas veces tiempo, energía y buen
    humor.
  • La serenidad no se da con el simple deseo, si así
    fuera, no tendríamos tiempo de sentirnos intranquilos o
    desesperados. Usualmente reaccionamos y actuamos por impulsos,
    privando a nuestra inteligencia de la oportunidad de conocer y
    dilucidar todos los ámbitos del problema.

5) Ideas básicas para generar serenidad:

Hay cuatro ideas básicas para generar la serenidad en
nuestro interior:

  • Evitar "encerrarse" en sí mismo: Encontramos mejores
    soluciones
    cuando buscamos el apoyo y el consejo de aquellas personas que
    gozan de nuestra confianza ( los padres, un buen amigo,
    algún director espiritual, un profesor,
    etc. ) porque sabemos de antemano que su opinión
    estará siempre de acuerdo a la razón, la verdad y
    la justicia.
  • Concentrarse en una labor o actividad: Parece
    contradictorio pensar en mantener la atención rodeados
    de tanta tensión y preocupación, pero es posible
    salir de este estado encaminando nuestros esfuerzos a realizar
    nuestras labores con la mayor perfección posible. Lo que
    necesitamos es liberar nuestra mente, salir del círculo
    vicioso y estar en condiciones de salir analizar las cosas con
    calma. No existe mejor distracción que el propio trabajo
    y la actividad productiva.
  • Gozar de la alegría ajena: Normalmente las personas
    que nos rodean se percatan de nuestro estado de ánimo.
    ¿Porqué volvernos chocantes y agresivos? Los
    hijo, el cónyuge, los compañeros de trabajo no
    tiene la culpa, tampoco son indolentes a nuestro sentir,
    simplemente intentan hacernos pasar por un momento agradable,
    no debemos dejarnos, ni rechazar estas pequeñas luces
    que iluminan nuestro día. Escuchar las anécdotas,
    sonreír, ayudar a los hijos.
  • Cuidarnos físicamente: Parece elemental y obvia esta
    observación, pero hay personas que se sienten afectadas
    de tal modo que dejan de comer y dormir por sus preocupaciones.
    Todos sabemos que las personas se vuelven más irritables
    ante la falta de alimento y descanso, por lo tanto, este
    descuido merma nuestra capacidad de análisis y
    decisión.

Seguramente todos hemos tenido la experiencia de "distraernos
del problema" sin darnos cuenta; cuando volvemos a ser
conscientes del mismo, no sentimos liberados de la ansiedad y el
pesimismo, es entonces cuando podemos pensar y decidir.

La serenidad hace a la persona más dueña de sus
emociones, adquiriendo fortaleza no sólo para dominarse,
sino para soportar y afrontar la adversidad sin afectar el trato
y las relaciones con sus semejantes.

CONCLUSIONES

  1. Es necesario el conocimiento, dominio y práctica de
    la inteligencia emocional en la conservación de nuestra
    salud mental.
  2. La inteligencia emocional juega un papel importante en el
    desarrollo de las diferentes áreas cognitivas como por
    ejemplo la estimulación en la creación de obras
    literarias.
  3. La serenidad es un valor indispensable para la sana
    convivencia, pues implica aprender atolera y pasar por alto las
    pequeñas ficciones cotidianas.
  4. la inteligencia emocional nos enseña a dominar y a
    emplear correctamente nuestras emociones para crear mejores
    relaciones con la sociedad.

    BIBLIOGRAFÍA

    • GOLEMAN, DANIEL., 1998 La Inteligencia Emocional.
      Buenos Aires Argentina
    • KLEIN MELANIE, JOAN. , 1982 Emociones Básicas
      del Hombre
    • MORA G, GUILLERMO., 1988 Valores Humanos y Actitudes
      Positivas.
    • Nueva Enciclopedia Didáctica. , Tomo IV. Editorial
      LEXUS.
    • Enciclopedia Larousse Ilustrada. Ediciones Larousse
      S.A.

    INTERNET

    • www.encuentra.com/includes/documentos
    • www.proyestosalonhogar.com

    Dedicatoria: A nuestros padres que con esfuerzo y apoyo
    nos ayudan a alcanzar nuestros sueños e ideales de ser
    grandes profesionales para el desarrollo de nuestro
    país
    .

     

    Deysi Coronel Zabalbu

    UIGV

    Facultad: Estomatología

    Docente: Rosario Zárate Cardenas

    Biografía

    Bautizada con el nombre de Deysi Coronel Zabalbu, nacida
    en Lima Perú en el año 1988, hija de padre
    Odontólogo y procedente de familia
    medico-dentistas. Realizó estudios básicos y
    actualmente estudios superiores en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega
    (Perú).

    Perú, Lima-Lima, 20 de Octubre 2007

  5. Partes: 1, 2, 3
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