PRÓLOGO
La salud es el regalo
más preciado de la vida, sin esta es difícil
disfrutar al máximo todos los acontecimientos especiales
en los que ríes, juegas amas, sientes, sueñas,
anhelas, viajas y demás momentos que se nos presentan en
la vida.
Para quien goza de buena salud es casi imposible
percibir el dolor, ansiedad, depresión
e impotencia que padece un enfermo; lo que si es imposible de
creer es que existiendo la manera de salvar múltiples
vidas, esta oportunidad se desperdicie por falta de información o desconfianza, al negarnos a
donar nuestros órganos a nuestra muerte o a
la muerte de
algún familiar, sin pensar que un ser querido nuestro o
nosotros podríamos estar en la misma situación de
ese enfermo, en un futuro.
Donar o recibir un órgano parece estar lejos de
nuestro entorno cuando en nuestra vida todo marcha bien con
nuestra salud y la de nuestra familia, pero es
bien conocido que la salud no es para siempre y que no estamos
exentos a perderla, es por eso que en este trabajo quiero
hablar sobre lo que es y significa la donación de
órganos. No es un simple problema de doctores y algunos
enfermos; esto es un problema de carácter moral que
envuelve a toda la sociedad, y
debido a que concierne a la sociedad, concierne de igual manera a
las leyes que nos
rigen.
CAPÍTULO I
MARCO TEÓRICO
- CONCEPTO
La donación de órganos se percibe en
abstracto como un acto que ocurre cuando una persona fallece;
la donación y el trasplante de órganos son
percibidos como experiencias ajenas a su propia realidad, que
denota su desconocimiento hacia este tipo de procesos. Es
algo que sucede en la vida de los otros y no creen que todos y
cada uno de nosotros o de nuestros seres queridos estamos
expuestos tanto a requerir un trasplante como en un momento dedo
a ser candidatos a donadores. La necesidad de un órgano o
el ser donadores se percibe más como un problema
individual o de una familia en especia que como un problema
social.
A groso modo, distinguen do clases de donaciones; la
donación en vid, que resulta conocida por las donaciones
de sangre, y la
donación al termino de la vida.
El concepto muerte
cerebral, el cual se confunde con otros diagnósticos que
son del conocimiento
popular a través de películas, cuentos o
experiencias cercanas son: "entro en coma", "esta descerebrado",
"quedo en estado
vegetal" o "se recupero después de estar en coma" que
suscitan las mas diversas y controvertidas respuestas con las
cuales se fortalecen los mitos y la
ignorancia acerca de otro tipo de muerte de la convencionalmente
conocida.
Al referirnos al tema de donación de
órganos surgen miedos y dudas. Algunos de los miedos que
podrían traer la obligación legal de donar nuestros
órganos a nuestra muerte sería que ya nosotros no
somos dueños de nuestro propio cuerpo, que nuestros
derechos tal vez
podrían ser violados
Pero ¿qué tan real sería esto?
¿Podría afectar a nuestra vida el hecho de saber
que a nuestra muerte sea obligatorio donar nuestros
órganos?
Esto no debería causarnos temor ya que nuestros
derechos de la
personalidad culminan con la muerte además de que al
suceder ésta, nuestra conciencia
termina.
Lo que sí nos debería de preocupar es el
peligro latente de ser presa de un tráfico de
órganos, de ser asesinados tal vez solo para obtener un
órgano que, si todos en la sociedad donaran a su muerte no
tendrían necesidad de hacerlo.
Este problema debería ser 100% moral pero a
medida que va pasando el tiempo nos
damos cuenta de que necesitamos una solución rápida
a estos problemas, una
solución que involucre a todos como sociedad.
Es por esto que tal vez sea necesario hacer obligatorio
la donación de órganos a la muerte de las personas
y que aparte de ser una esperanza de vida para muchos enfermos,
seria la salvación de otros tantos que están o
podrían estar en la mira de despiadados traficantes de
órganos.
Un trasplante es la sustitución de un
órgano o tejido que ya no funciona con el objetivo de
restituir las funciones
perdidas. En muchos pacientes, el trasplante es la única
alternativa que puede salvarle la vida y recuperar la calidad de la
misma. Los trasplantes de órganos constituyen un logro
terapéutico, vinculado históricamente al propio
desarrollo
cultural de la Humanidad y al deseo de perpetuarse y de alcanzar
la inmortalidad.
Pueden necesitar un órgano las personas con
insuficiencia renal, hepática, cardiaca, pulmonar,
ceguera, leucemia, etc., en fase terminal e irreversible, quienes
tienen la esperanza de recibir un órgano o tejido para
poder ampliar
su esperanza de vida. Un familiar tuyo o tú mismo pueden
necesitarlo o ser beneficiados por un trasplante. Y se obtienen
de vivos relacionados: padres, hijos, tíos, hermanos,
etcétera y de personas que en vida han decidido que
después de su muerte sus órganos y tejidos salven o
mejoren la vida de otros.
Los donadores pueden ser personas vivas, quienes
solamente pueden donar aquellos órganos que no afecten las
funciones que requiere el organismo para mantener un buen estado
de salud.
También existen donantes de órganos de
cualquier edad, que a causa de traumatismos y hemorragia
cerebral, etcétera, fallecen en un hospital con problemas
que afectan directamente al cerebro
provocando el estado que
se conoce como muerte cerebral que es muerte total e irreversible
a pesar de que el corazón
sigue latiendo.
La muerte cerebral es el estado fisiológico que
se caracteriza por ausencia completa y permanente de conciencia,
de respiración espontánea y de los
reflejos de los pares craneales y medulares; falta de percepción
de los estímulos externos; atonía de todos los
músculos. Todo ello debido a la pérdida de la
función
cerebral lo que constituye muerte total e irreversible pero con
corazón latiente y respiración sostenida por un
respirador mecánico.
Página siguiente |