Pérez Fragoso, en 2001, culminó una
investigación dirigida a presentar las
bases de un modelo para la
evaluación de cursos en línea
impartidos en la Universidad
Autónoma de Baja California (UABC) de México.
Comprobó que el curso tiene definidas las actividades de
aprendizaje,
normas de
comportamiento
y formas de evaluación, de manera que el estudiante sabe
que se espera de su participación y cual es el porcentaje
mínimo de avance necesario para aprobar determinada
asignatura.
Por otra parte, el modelo que propone la autora
contempla los elementos intervinientes para que se realice la
interacción con la calidad necesaria
para lograr el aprendizaje
significativo, la enseñanza eficaz y la satisfacción
de los participantes. Asimismo, pudo comprobar que trabajar en la
Red ofrece
más posibilidades que trabajar sólo con los textos
impresos, lo que permite al estudiante profundizar según
su interés, tiempo y
capacidad. Además, señala que, tanto el profesor como
el estudiante, tienen que realizar cambios en su comportamiento
habitual al utilizar la computadora
para fines de aprendizaje.
El modelo plantea la realización de
valoración en diferentes etapas del esfuerzo
instruccional, incluyendo la valoración de las
características mínimas requeridas para llevar
cursos a través de la computadora,
como es el contar con el acceso al equipo necesario, habilidades
y voluntad para el aprendizaje y
habilidades de lectoescritura. También contempla la
valoración del proceso
mediante una lista de verificación elaborada por el
docente, y la aplicación de un cuestionario
de opinión. Posteriormente se realiza la valoración
final del curso por parte de los estudiantes, por ser
éstos unos de los mejores indicadores de
la efectividad de la evaluación.
Sobre este mismo indicador, Castillo de Flores (2002)
efectuó un estudio dirigido al diseño
de un curso en línea para la asignatura Base de Datos,
atendiendo instrucciones del Manual para el
Diseño de Cursos en Línea, en la UCLA, 2002, y
elaborando los módulos instruccionales
necesarios.
La autora encontró que en el ámbito del
aprendizaje en línea, el alumno es responsable de su
formación y aprendizaje, puesto que con el material
presentado en cada clase debe
completar e investigar lo tratado, debe mantener una actitud
participativa en todas las actividades planificadas; de igual
manera, el uso de este recurso permite una atención más individualizada al
estudiante, por cuanto el docente le hace un seguimiento semanal
por su participación en las actividades.
Los planteamientos referidos en los estudios e investigaciones
reseñadas constituyen aportes significativos y valiosos
para el presente trabajo, por
cuanto en ellos se evidencia la importancia de incluir y aplicar
en la actividad instruccional las nuevas
tecnologías, como computadora e Internet, mediante la
elaboración de cursos en línea por ser recursos que
posibilitan la optimización del proceso de
enseñanza-aprendizaje y permiten actualizar las estrategias
didácticas a las necesidades del educando del nuevo
milenio. Por ello es plausible la intención de implementar
prototipos en línea basados en la
comunicación electrónica para administrar la asignatura
Operaciones
Unitarias I y, específicamente, el tópico
Evaporación, lo cual podría facilitarse mediante
el
conocimiento extensivo de los basamentos teóricos que
lo sustentan.
FUNDAMENTOS TEÓRICOS
Dentro del marco de los objetivos por
lograr mediante la realización del estudio que se
presenta, se exponen a continuación una diversidad de
argumentaciones teóricas que le conceden la
sustentación bibliográfica requerida para orientar
el desarrollo
apropiado del mismo. El arqueo bibliográfico se centra en
destacar los aspectos que definen y caracterizan los cursos en
línea, su aplicación en la educación;
diferencias entre el proceso instruccional en cursos presenciales
y cursos en línea; además de los elementos a
considerar para la confección del conjunto de archivos que
soporta el desarrollo del curso en línea, sus normas de
uso, aspectos evaluables, así como el diseño
ajustado al prototipo de un curso en línea para una unidad
programática específica. A continuación, se
expone las ideas, opiniones, hallazgos, que en torno a los
tópicos mencionados manifiesta una diversidad de autores
especializados.
Educación en Línea en el Proceso de
Instrucción
Tomando como base el desarrollo tecnológico y la
modernización organizacional de las universidades
tradicionales del país, se hace necesario impulsar un
proceso de aprendizaje e innovaciones que les permita responder a
la creciente demanda de la
sociedad por
la formación de profesionales que puedan actualizarse
continuamente, a través del dominio de los
recursos de comunicación e información que propician la
búsqueda de nuevos conocimientos, requeridos para
enfrentar las exigencias de un mundo cada vez más
productivo y competitivo.
La relación implícita entre educación y
tecnologías se encuentra definida por la gran variedad de
posibilidades que ésta última puede ofrecer en el
campo educativo, lo que puede sintetizarse por el conocimiento
extensivo de los siguientes elementos contextuales:
Cursos en Línea y Educación en
Línea
"En Línea" significa, en sentido
estricto, la conexión de una computadora con un servidor,
utilizándose en el ámbito educativo, para denotar
el trabajo
interactivo realizado no solo en una computadora local, sino en
conjunto por lo menos con una remota: el servidor, (Pérez
Fragoso, 2001, p.186). De acuerdo a la autora el ambiente de
aprendizaje de los cursos en línea es electrónico,
y consiste, generalmente, en varios programas
integrados en una página de la Red (ó World Wide
Web) como organizadores de discusión académica
(generales o por tema) y social, direcciones de correo
electrónico individuales y del grupo, un
programa para
charla en tiempo real, secciones permanentes de
información, contenidos, actividades y tareas, así
como una guía de estudio y las herramientas
necesarias para el tipo de curso: graficador, calculadora,
simulaciones para ejercicios de laboratorio, y
otros.
Asimismo, el curso debe tener definidas las actividades
de aprendizaje, normas de comportamiento y formas de
evaluación, de manera que el estudiante sepa qué se
espera de su participación y cuál es el porcentaje
mínimo de avance necesario para aprobar determinada
asignatura.
En opinión de Pulido (2001) los cursos en
línea constituyen tecnologías que permiten superar
las restricciones espacio-temporales, que favorecen a la
adaptación del proceso de enseñanza y de
aprendizaje a los ritmos, posibilidades y tiempos de cada
individuo, y
que utilizan como ambiente de aprendizaje el World Wide Web, siendo
éste la herramienta de Internet considerada como una gran
red mundial que une millares de computadoras
en el planeta.
De este contexto, el World Wide Web (WWW) es considerado
como entorno gráfico de navegación por la red
Internet, que provee análisis y aprendizaje autodirigido,
además de favorecer los estilos de aprendizaje visual y de
auditorio. Actualmente está potenciado porque dispone de
interacción y retroalimentación limitada, con interfases
que incluyen conferencias, las cuales proveen un rango completo
de atributos de texto de
discusión.
En torno a este indicador, la Universidad de
Guadalajara, en el año 2000, define el curso en
línea como:
Conjunto de contenidos temáticos, estrategias y
recursos que, de forma integral y por medio del Web,
están metodológicamente estructurados para
proporcionar al estudiante un ambiente adecuado de aprendizaje.
Un curso en Web debe proporcionar los puntos esenciales, temas
y actividades a desarrollar, asesoría especializada,
evaluación pertinente, continua y al propio ritmo del
estudiante; información administrativa e institucional;
orientación personal y
apoyo; espacios para compartir y publicar trabajos,
experiencias e inquietudes; así como el acceso a
materiales
(libros,
revistas, gráfico, audio, video) y
herramientas necesarias durante el proceso de aprendizaje.
(p.21)
Alfonso y otros (2002) sostiene que "curso en
línea es el nombre generalizado para identificar cualquier
oferta
académica vía Internet" (p.1). Agregan que esta
denominación hace referencia específica a la oferta
de asignaturas de pregrado o postgrado, insertadas en proyectos de
educación a
distancia, centrados en el aprendizaje y no en la
enseñanza, en los alumnos y no en el profesor, dirigidos a
generar programas académicos, sin las limitaciones de
espacios, horarios y distancias.
En correspondencia con la terminología "cursos en
línea" se usa con frecuencia la expresión
"educación en línea", la cual es conceptualizada
por diversos autores, entre los cuales Moreno (2000)
señala que la educación virtual (on line o en
línea) surge como el único sistema capaz de
satisfacer las necesidades de aprendizaje y adiestramiento
continuos, que puede convertirse en una importante herramienta de
apoyo para la democratización del proceso instruccional.
El autor afirma que la educación on line o en línea
se basa en la red de informática y representa una de las
transformaciones más radicales que, desde el año
1995, está experimentando el sistema
educativo, especialmente a nivel de la educación
superior.
Por su parte, la Universidad de Guadalajara (2000)
explica que la educación on line es una forma del trabajo
de enseñar que se realiza exclusivamente en
comunicación mediada por la computadora; que requiere de
metodologías especiales y de saber utilizar las
tecnologías disponibles en Internet.
Es necesario conocer que los términos E-learning,
educación on line y teleeducación, son algunos de
los términos que se emplean como sinónimos de
educación en línea, y que hoy en día
identifican a la enseñanza a distancia, flexible e
interactiva, basada en el manejo de las nuevas tecnologías
de la información y comunicación, aprovechando los
recursos que ofrece Internet. Puede afirmarse que la
educación en línea está en rápido
crecimiento de uso por las grandes ventajas que ofrece y ha
tenido una respuesta muy positiva por parte de los profesionales
que desean mantener una formación continua en un mundo tan
cambiante.
En este sentido, la educación en línea
intenta superar las restricciones de tiempo y espacio, ampliar
las posibilidades de acceso a los servicios
educativos, recurrir al uso de diversos medios para
promover el aprendizaje, desde materiales impresos,
información en línea, uso de correo
electrónico, así también, promover la
actitud autogestiva ante el aprendizaje, donde la
participación activa del alumno es el elemento fundamental
de esta modalidad educativa, dado el grado de compromiso,
concentración y autocontrol que requiere.
Por otra parte, con el empleo eficaz
y pertinente de un curso en línea se puede fortalecer el
proceso de aprendizaje de los estudiantes por medio de una serie
de alternativas asociadas a formas de trabajo cooperativo, en
donde la información es solo un aspecto que fortalece la
creación de nuevos acontecimientos, acompañada de
las competencias que
serán de utilidad a lo
largo de la vida, siempre en un entorno humano en beneficio de la
sociedad en su conjunto. De hecho, se pretende fomentar el
desarrollo de la actividad académica, con la
intención de generar un cambio de
paradigma
educativo, dirigido a un modelo de aprendizaje centrado en las
habilidades de los estudiantes, con un toque eminentemente
humanista, más que con enfoque dirigido al proceso de
enseñanza, centrado en el profesor y en la sola
transmisión de información.
Como es de suponer, con la educación en
línea el accionar del docente se minimiza y transfigura
hacia la del tutor o instructor, es decir, como sujeto que
articula procesos y
anima la labor de autoaprendizaje, tratando de que exista un alto
grado de interactividad y participación. No obstante, si
en este escenario la figura del docente en forma presencial se
disminuye porque la distancia, la economía de costos y la
tecnología
así lo imponen, su función
sigue siendo insustituible, sobre todo cuando genera
retroalimentación efectiva, al interactuar con los
alumnos, enviándoles sus observaciones y comentarios por
correo electrónico, incrementando así el compromiso
y la participación de los estudiantes.
Ubicado en este contexto, el Centro de Formación
ARGO ISI (2001) refiere que Beverly Hunter, miembro del Grupo de
Investigación de Comunidades de Aprendizaje en Boston
Collage, EEUU, afirma que la base de todas las formas existentes
de educación en línea es el Correo
Electrónico, el cual proporciona una experiencia de
aprendizaje altamente valiosa. Además, expresa que,
después del correo electrónico, el
ciber-útil más común es el Foro, también llamado
Conferencia
Asincrónica.
Concretamente las ventajas que un curso en línea
tiene para alumnos y docentes son,
entre otras, las siguientes:
- Obtención de información en cualquier
momento. - Eliminación de barreras temporales y
geográficas. - Colaboración y conexión con alumnos y
profesionales de todo el mundo. - Material de aprendizaje actualizado.
- Control más detallado por parte del
profesor. - Rol más activo del alumno en su
formación. - Globalización de la demanda.
- Posibilidad de comunicación asincrónica
y sincrónica entre los alumnos; y entre éstos y
el docente.
Por consiguiente, un curso en línea ofrece una
experiencia de aprendizaje autodirigido, cuyos participantes
tiene la oportunidad de trabajar a su propio ritmo, en cualquier
momento y en cualquier lugar que le sea conveniente. Asimismo, el
estudiante tiene acceso a los diversos cursos y materias
ofertadas a nivel de pregrado, postgrado y extensión. El
sistema además de permitir la publicación de los
contenidos en formato Web (página virtual) y la
colocación de documentos en
línea, listos para ser descargados, brinda diversos
servicios que facilitan la interacción continua del
profesor con los participantes a través de mecanismos
sincronos y asíncronos de comunicación (salas de
chateo, foros de discusión, correo electrónico,
servicio de
mensajería interna), garantizando un aprendizaje
integral.
Complementariamente, la aplicación de la referida
tecnología en el ámbito educativo hace posible que
el estudiante interactúe con el profesor a través
de los mensajes que le deja, posiblemente de manera
asincrónica, lo que implica la necesidad del docente de
estar preparado para diseñar estrategias de
asesoría interactiva que fortalezca el desarrollo
cognoscitivo en el estudiante. También es responsabilidad del docente el propiciar la
construcción de conocimientos, así
como fortalecer los estados motivacionales y emocionales que van
a permitir el aprendizaje significativo del estudiante, puesto
que al no tener una relación presencial con el docente se
comunica con él mediante correo electrónico,
fax, teléfono, audio-conferencia y otros medios
tecnológicos.
Características y Organización de un Curso en
Línea
Es a mediados de la última década del
siglo XX, específicamente en 1995, cuando se comienza a
incorporar la educación en línea como
tecnología de apoyo docente, siendo la Universidad de
Phoenix, en Arizona (Estados Unidos),
la primera institución en hacer uso del Internet de manera
integrada al proceso de instrucción (Moreno, 2000). A
partir de ese momento, las instituciones
de educación superior están recurriendo en
número cada vez mayor a emplear la plataforma
tecnológica para mejorar los programas educativos,
así como para el diseño y aplicación de
cursos en línea.
Dado el poco tiempo que relativamente tiene el curso en
línea como un asistente emergente del docente en el
proceso de instrucción, se hace necesario dar a conocer
sus características más importantes así como
las secciones principales que identifican la
organización del curso.
Al respecto, Cabero (1996) considera que algunas de las
características propias de las nuevas tecnologías
de la información y comunicación son:
inmaterialidad, interactividad, instantaneidad, innovación, elevados parámetros de
calidad en imagen y sonido,
digitalización, influencia, más sobre los procesos
que sobre los productos,
automatización, interconexión y
diversidad. De hecho, los medios
electrónicos permiten mayor cobertura, rapidez,
interacción, manejo de información e intercambios,
concediendo, dinamicidad y versatilidad al proceso
instruccional.
Según McAnally Salas y Pérez (2000), las
características más importantes que se deben
considerar para la adopción y
uso de tecnologías orientadas, específicamente, a
la educación en línea, son: (a) transmisión
y acceso, (b) control, (c)
interacción, (d) características simbólicas
del medio, (e) la presencia social creada a través del
medio y (f) la interfaz entre el usuario y la máquina.
Cada una de estas características se define a
continuación:
Transmisión y Acceso.
Se refiere a la forma en que la tecnología
distribuye el material del curso y a la facilidad que los
usuarios tienen para acceder a este canal de distribución que, en el caso que nos ocupa,
es mediante el uso de Internet como medio de distribución,
y a través del diseño de una interfaz que
privilegia la facilidad de uso y de navegación.
Control
Las características intrínsecas del curso,
impartidas a través de una tecnología de
fácil uso, donde las hiperligas permiten una trayectoria
de aprendizaje no lineal, así como la comunicación
asincrónica, inciden directamente sobre la
sensación de control por parte del estudiante. En 1992,
Bayton (citado en McAnally Salas y Pérez, 2000) el control
es algo más que la independencia
del usuario, ya que requiere un marcado balance entre tres
factores: la independencia del estudiante, su competencia, es
decir, su habilidad y destreza; y el apoyo requerido, humano o de
infraestructura.
Sobre el mismo indicador, en 1996, McIsaac y Gunawardena
(citado en McAnally Salas y Pérez, 2000) consideran que
este factor se puede definir como la capacidad de control que el
usuario puede tener sobre el medio, por la flexibilidad que
éste presenta para ser usado en el lugar y el tiempo de
acuerdo a sus necesidades.
Interacción
Para facilitar el éxito
de un curso en línea, todo prototipo debe promover la
interacción no sólo con los contenidos a escala
individual, sino sobre todos los participantes. La
interacción está relacionada con la distancia que
existe en las relaciones instruccionales. Por su lado, la
distancia está determinada por la cantidad de diálogo
que se da entre el estudiante y el instructor, y el nivel de
estructura que
existe en el diseño del curso, por lo que se tendrá
mayor distancia transaccional cuando en un curso se tiene mayor
estructura que diálogo entre estudiantes e instructor, y a
este respecto debe enfatizarse que para la educación en
línea la interacción con los condiscípulos
es fundamental, ya que la construcción del conocimiento se
considera tanto una actividad individual como grupal.
Por otra parte, en un curso en línea la
interacción con el contenido se promueve fundamentalmente
por la posibilidad de la navegación no lineal en el uso de
hipertexto, mientras que la interacción entre
participantes se facilita mediante el uso de correo
electrónico (asincrónico), la discusión
diferida (asincrónico) y la charla en tiempo real
(sincrónico).
Características
Simbólicas
Se refiere al sistema simbólico que puede ser
utilizado durante el curso: icónico, digital y
analógico. El curso en línea se apoya
fundamentalmente en el sistema icónico, utilizando
representaciones pictóricas; y el texto o digital,
utilizando el lenguaje
escrito.
De acuerdo a Schwler y Misanchuck (1993) y a Lynch
(1996), citados en McAnally Salas y Pérez (2000), los
íconos utilizados en un curso en línea deben
representar una acción
de manera gráfica, así como las
características del contenido, además de describir
su función en pocas palabras. El color de los
íconos y gráficos se utilizan como apoyo al ambiente
de estudio y no sólo al lado estético del
diseño del curso, puesto que se toma en
consideración que el color en la interfaz no debe distraer
al usuario del aprendizaje propiamente dicho.
En cuanto a los textos, varios autores han establecido
que para la composición de las lecciones se debe tomar en
cuenta no sólo la longitud de los textos para así
evitar su amontonamiento en las páginas, sino que
también se debe buscar la utilización óptima
del espacio en blanco, el cual debe considerarse como un elemento
que permite unir o separar ideas, darle "aire" a la
página y dar la sensación de limpieza y orden.
Adicionalmente, otro elemento importante para la
definición de las características del texto lo
constituyen los patrones de reconocimiento, los cuales sirven de
apoyo para facilitar el flujo de lectura porque
ayudan al lector a reconocer con rapidez las letras y palabras,
además de ubicar la lectura en
los párrafos.
Presencia Social
La presencia social creada a través del medio se
conoce como la capacidad de que los participantes se vean
mutuamente como personas reales. El medio utilizado debe ser bien
seleccionado para que sea flexible y propicie un clima social
favorable para el aprendizaje. Por su parte, en 1995, Gunawardena
(citado en McAnally Salas y Pérez, 2000) define presencia
social como la capacidad de conectarse, de comunicarse con los
estudiantes que se encuentran en distintos lugares y tratar de
que éstos vean al profesor y a los demás
participantes como personas reales.
Lo anteriormente expresado se puede lograr porque el
prototipo facilita la interacción mediante la integración de modalidades de
comunicación sincrónica y asincrónica; sin
embargo, los medios de
comunicación disponibles no garantizar el
establecimiento de una presencia social conducente al
aprendizaje, sino que ésta la establece el docente
responsable, apoyado en el diseño instruccional del
curso.
La Interfaz entre el Usuario y la
Máquina
El tipo de interfaz que emplee la tecnología
tiene implicaciones para el tipo de capacitación u orientación que
estudiantes e instructores deben recibir para ser usuarios
competentes en el medio instruccional. Según algunos
autores, para lograr la sensación de estabilidad en la
interfaz se debe obtener un número definido y finito de
objetos y de las acciones que
éstos realizan. Es recomendable que el interfaz tenga un
alto componente gráfico, de modo que parte del uso de
íconos representen un objeto o una acción; con la
convicción de que el número de objetos y acciones
son suficientes para darle funcionalidad a la interfaz en el
contexto de su objetivo.
Sobre la base de las informaciones referidas puede
afirmarse que cualquier proceso social y en especial el
educativo, difícilmente puede estar al margen del
desarrollo de las tecnologías de la comunicación e
información, cuyo uso será exitoso sólo si
se cuenta en la colaboración coordinada de equipos de
trabajo interdisciplinario, siendo necesario para ello
incorporar todos los elementos que incidan en la
implementación a través de redes de cómputos
denominados cursos en línea, cuya organización gira
alrededor de secciones que dividen los contenidos y actividades
con base en su función principal, sin olvidar la
importancia de considerar la portada que, aunque no es una
sección en sí misma, tiene una función
primordial, ya que además de dar acceso a las secciones
principales, mantiene al tanto a los estudiantes sobre el
progreso del curso, notificando las actividades de la semana
además de los avisos de ocasión
pertinentes.
Desde este contexto, el nombre y las
características de las secciones principales son: (a)
Información General: su objetivo es ofrecer al
estudiante acceso a toda la información referente a las
características del curso (entre otros: datos del
facilitador del curso, descripción y objetivos, programación del curso y procedimiento del
curso); (b) En contacto: es la sección de
comunicación en la cual gira el desarrollo del curso, por
lo que se integran cuatro módulos para la
comunicación entre los participantes, llamados: correos
electrónicos de los participantes, los organizadores de
discusión asincrónica para los foros de
discusión y charlas de café,
así como un programa de charla en tiempo real o
sincrónico; (c) Unidades: proporciona acceso al
temario, contenidos y tareas de cada una de las unidades que
comprende el curso; (d) Tareas: referida a la
descripción de las tareas por unidad, pudiéndose
presentar hiperligas a las secciones relacionadas; (e)
Exhibición: sección donde se publican todos
los productos de los estudiantes, organizados por unidades; (f)
Apoyo: contiene el acceso a tutórales sobre el uso
de algún programa a utilizar durante el curso o sobre el
procedimiento para realizar alguna acción. También
pueden encontrarse las hiperligas a sitios de interés
relacionados con el curso, así como el acceso a la libreta
de notas o pequeño programa para ir llevando sus propias
notas del curso.
Lo anteriormente descrito conduce a la necesidad de
considerar la estructura más conveniente a la hora de
definir la estrategia que
permita iniciar un curso en línea y en consecuencia lograr
así su efectividad como herramienta que facilita el
aprendizaje.
Factores Determinantes en la Estructura de
un Cursos en Línea
Desde los inicios de este siglo XXI se ha evidenciado
que una de las funciones que
primordialmente deben desempeñar quienes ejercen la
función docente en el nivel de Educación Superior
es la utilización eficiente y eficaz de los recursos
tecnológicos audiovisuales e informáticos vigentes,
que favorecen la autoformación y propician una
comunicación sincrónica y asincrónica por
medio de las diferentes herramientas telemáticas,
disponibles y utilizables en la red.
En el marco de este planteamiento, luce imperativo para
el docente asumir el diseño, producción y aplicación de
materiales cónsonos en las nuevas tecnologías de
telecomunicación, siendo necesario para ello estar
familiarizado con algunos enfoques acerca de la estructura
general de un curso en línea, sabiendo que cualquier
estructura que se adopte será producto de
modificaciones que se realicen en las secciones que se estime
conveniente. Al respecto, McAnally Salas y Armijo de Vega (2000)
sostienen que si bien es cierto que por lo general la estructura
de los cursos en línea en los sistemas
integrados está diseñada por la misma plataforma,
su operación es una actividad que suele quedar como
responsabilidad del docente. La estructura general de un curso en
línea involucra factores
didácticos-pedagógicos, tecnológicos y
administrativos determinantes.
Desde estas circunstancias, y para la
dinamización de los procesos de
enseñanza-aprendizaje, el docente debe conocer las
propuestas de los diferentes paradigmas
didácticos-pedagógicos enmarcados en las
teorías del
aprendizaje referidas al conductismo,
la gestalt, el
cognoscitivismo y el constructivismo,
y en las teorías
de la comunicación para la educación.
Con relación a las teorías del
aprendizaje, el constructivismo es hoy en día el paradigma
que más responde a la modalidad de instrucción no
tradicional, por lo que el docente debe tener el conocimiento
necesario para lograr que sus guías didácticas y
sus propuestas curriculares respondan a este enfoque y para
obtener mejores resultados. No obstante, es necesario que
amplíe su preparación pedagógica con
estudios sobre estas propuestas educativas como: el aprendizaje
cooperativo, la creatividad en
educación, así como los fundamentos, estructuras y
posibilidades de la educación en línea.
En 1997, Herring (citado en López López,
2000) sostiene que muchas personas han sugerido que el
constructivismo soporta visiones del siglo XXI como, por ejemplo,
salones de clase ricos en tecnologías. Discusiones sobre
el rol apropiado de la tecnología en el proceso de
aprendizaje han enfatizado fuertemente el constructivismo como
teoría
del aprendizaje. Para conocer al respecto la autora cita a
(Sheingold, 1991) quien expresa que el constructivismo se enfoca
en el desarrollo
personal de conocimiento y aprendizaje, describiendo al mismo
tiempo lo que se está aprendiendo así como el
proceso mediante el cual se aprende. Los estudiantes están
comprometidos en las tareas de aprendizaje que les permiten
seleccionar por si mismo los caminos a seguir con el
aprendizaje.
A medida que se van moviendo por sus propios caminos de
aprendizaje, intentan darle sentido a la información y
experiencias nuevas, transformándolas en relación a
sus propias bases de conocimientos. Los profesores sirven de
facilitadores de aprendizaje para los estudiantes, proveyendo
retroalimentación y guías durante el proceso de
aprendizaje. Tanto como sea posible los ambientes de aprendizaje
replican los ambientes reales de trabajo, proporcionando a los
estudiantes las oportunidades de aprender en ambientes conectados
con el mundo fuera de la escuela. A si
mismo los autores afirman que Herring (1997) identifica un
núcleo de principios de
guía del diseño instruccional para ambientes de
aprendizaje a distancia basados en el constructivismo.
Como la mayoría de los recursos basados en la WWW
constituyen ambientes de aprendizaje a distancia, la autora
considera que estos principios pueden ser la base para la
producción de cursos en este medio y que tengan al
constructivismo como teoría de aprendizaje fundamental.
Dichos principios guías fueron obtenidos a partir de un
panel de catorce expertos en las áreas de constructivismo,
la educación medida por la tecnología, el
diseño instruccional, el diseño de ambientes de
aprendizaje y los ambientes virtuales. Como resultado se obtuvo
un conjunto de cinco principios guía para desarrollar
ambientes de aprendizaje basado en el constructivismo. Estos
son:
Principio 1: proveer experiencias de aprendizaje que
promuevan la reflexión del estudiante sobre los contenidos
aprendidos y sobre el proceso de aprendizaje con el objeto de
desarrollar en los estudiantes la autoconciencia en la interpretación del conocimiento y su
autocontrol sobre el proceso de aprendizaje.
Principio 2: Crear ambientes de aprendizaje
dinámicos y cambiantes, que sean apropiados para el nivel
de experiencia, desarrollo y cultura de los
estudiantes así como también que alienten,
faciliten y soporten su apropiación del proceso de
aprendizaje.
Principio 3: dado un dominio relativamente definido del
conocimiento y las metas de aprendizaje, diseñar
situaciones de instrucción que tengan relevancia, o que a
través de la mediación del profesor, puedan hacerse
relevantes para los estudiantes y que los comprometan activamente
en la construcción de significados
transferibles.
Principio 4: desarrollar experiencias de aprendizajes
que fomenten la negociación social del conocimiento, para
proveer a los aprendices la oportunidad de evaluar entendimientos
individuales de conceptos, así como para expandirlos y
compartirlos.
Principio 5: usar una evaluación formativa
auténtica y dinámica que esté embebida en el
proceso instruccional para evaluar tanto el aprendizaje del
estudiante como el ambiente de aprendizaje.
Lo expresado en el párrafo
que antecede lo refuerza Díaz Camacho y Ramírez
(2000) quienes, de manera esquemática, presentan las
teorías del aprendizaje que sirven de soporte a la
educación en línea, tales como:
- El repertorio inicial del
Estudiante?Cognoscitivismo - Definición de los
objetivos-Conductivismo. - Definición de las habilidades
parciales?Estructuralismo. - Secuencias de las actividades
parciales?Estructuralismo, Constructivismo. - Estímulos Ambientales?Teoría de la
información. - Medios de Comunicación –Teoría de la
comunicación. - Sistema
Motivacionales?Conductivismo. - Evaluación?Conductivismo,
cognocitivismo. - Instrucción
Correctiva?Constructivismo. - Transferencia de aprendizaje?Constructivismo,
Teoría ACT.
Considerando estos aspectos, se presupone que se
logrará promover en el estudiante el desarrollo de la
creatividad requerida para estimular en el individuo una alta
capacidad de abstracción, juicio crítico e
imaginación para realizar tareas de diseño,
reinterpretación, formulación de
analogías; capacidad de exploración mediante
el ensayo,
el descubrimiento y el aprendizaje por error, que permitan
construir nuevos conocimientos, además desarrollar la
habilidad de realizar un análisis dinámico a
través de la retroalimentación y actuar con
autonomía y libertad,
así como asumir una conducta
proactiva en el proceso de enseñanza y de
aprendizaje.
En concordancia, también es necesario que el
docente que utilice la educación en línea conozca
la teoría de la comunicación para la
instrucción, que le permita establecer un verdadero
contacto con los estudiantes, con el código
preciso y los medios adecuados. Es importante, además, que
sepa redactar con mayor claridad y coherencia, previa consulta
sobre cómo se elaboran materiales impresos
específicos; y, por otra parte, debe ser conocedor de
dinámicas grupales para que la socialización de los estudiantes se
estimule.
En este sentido, algunos autores consideran que las
teorías de la comunicación para la educación
están determinadas por los siguientes factores y sus
respectivos elementos:
- Niveles de comunicación; pueden ser: colectiva
o masivo, intermedio, interpersonal e
intrapersonal. - Formas de comunicación:
En función del tiempo:
sincrónica y asincrónica.
En función del medio de
comunicación: real y simulada.
Sobre este particular la Universidad de
Guadalajara (2000) define la comunicación
sincrónica como aquella que se realiza en tiempo real
caracterizada por la interacción directa de los
participantes, ya sea en forma presencial o con separación
física.
Tiene como limitación que genera problemas en
cuanto a la probabilidad de
participar todos al mismo tiempo y con la misma
tecnología.
Por su parte, Alfonso y otros (2002) expresan que entre
las técnicas
para comunicación sincrónica están: sala de
conversación o Chat, mensajes
instantáneos, audio conferencias, video conferencias,
pizarras electrónicas, mensaje de texto (SMS) y mensajes
multimedia (MMS).
Asimismo, los autores manifiestan que para realizar este tipo de
interacción, los participantes deben estar al mismo tiempo
en línea, además de usar el mismo programa para
interactuar. Al contrario la comunicación asíncrona
o atemporal se establece sin que coincida el tiempo real para los
interlocutores mediante: cartas, manejo de
video, audio grabaciones, comunicaciones
mediadas por computadora, y otras más.
Adicional a lo anteriormente descrito, puede
señalarse que actualmente los principales medios de
comunicación en un curso en línea son de uso
frecuente el Chat o sala de conversación, el correo
electrónico y el foro de discusión.
Sobre el particular, Alfonso y otros (ob.cit.)
consideran que la sala de conversación o Chat es una de
las bases para la interacción alumno-profesor-alumno,
cuyos usos dependen de la capacidad del computador
utilizado por el alumno o el profesor, ya que exige ciertas
características o dispositivos adicionales. No obstante,
no se requiere tener instalado algún programa de
aplicación adicional al Navegador Web (Internet
Explorer, Nestcape, y otros.) para su ejecución, por
lo que puede tener acceso a ella desde cualquier computador
conectado a Internet y que posea un navegador Web.
Para entrar a la interfaz del Chat de los cursos en
línea se accesa desde el centro de recursos de cada unidad
o módulo del curso, activando el enlace (Chat), en la que
se pide el login y el password del usuario, que una vez realizada
se ingresa a la siguiente pantalla que representa la sala de
conversación y es donde se lleva la interacción
entre alumno-profesor- alumno. Sobre el mismo tópico se
reporta:
El Chat o IRC (Internet Relay Chat) es un programa
interactivo de intercambio de mensajes entre individuos a
través de computadoras conectadas a Internet, que da la
oportunidad de que los usuarios charlen en tiempo real. El "Chat"
se utiliza en el ambiente educativo para discutir temas de manera
rápida y si se quiere poca profunda, para facilitar el
trabajo en equipo
entre estudiantes; para intercambiar información o
comentarios y para resolver dudas que requieran una respuesta
concreta e inmediata. (Universidad de Guadalajara, 2000,
Pág. 18).
Por su parte, el correo electrónico, como
herramientas primordial de la interacción en los cursos en
línea, constituye una técnica asíncrona que,
de acuerdo a los referidos autores, para el envío de
correo desde la interfaz de los recursos en línea se pide
el correo electrónico del remitente, el asunto o
razón del envío del correo y su mensaje. El
interfaz aludido no exige la instalación de ningún
programa para el envío del correo, solo requiere el uso de
una computadora conectada a Internet y que tenga instalado un
navegador Web (Internet Explore, Nestcape).
Según reporte de la Universidad de Guadalajara
(ob.cit.), el correo electrónico o e-mail es un servicio o
aplicación de Internet para enviar mensajes de un usuario
a otro, siendo de gran utilidad en educación al permitir
el intercambio entre estudiantes y asesores. Además, ahora
es posible agregar attachments o archivos ?pegados a los
mensajes? y también con voz e imágenes
de los interlocutores, con los que se pueden enviar documentos de
apoyo, "sus mayores ventajas son la rapidez de envío y su
bajo costo; los
mensajes pueden ser leídos, guardados, impresos,
reenviados a otros y, por supuesto pueden ser respondidos y
borrados." (p.20).
Con respecto al foro de discusión presente en la
interfaz de los cursos en línea, señalan que
"presentan solo la exigencia de acceso a través de una
computadora con conexión a Internet y que tenga instalado
un navegador Web (Internet Explorer, Nestcape)". Puede agregarse
que el foro de discusión se concibe también como un
espacio de interacción que permite que estudiantes y
asesores remotos intercambien puntos de vista mediante
computadores enlazados a una red, en la cual las
participaciones pueden ser sincronas o
asíncronas.
Con relación a los factores
tecnológicos que conforman parte de la estructura de
un curso en línea, se mencionan como soportes principales:
(a) Equipo de cómputo, (b) Redes, y (c) Software. Al respecto, se
hace necesario que en la dinamización de los procesos de
enseñanza y de aprendizaje se tengan nociones precisas de
los componentes de los equipos de cómputo,
fundamentalmente lo referido a computadores o CPU, monitores,
scanner e
impresoras.
Respecto a la estructura física, a los nodos de
conexión física, a los flujos de datos y otros, una
Red está constituida por dos o más ordenadores que
comparten determinados recursos, sea hardware (impresoras,
sistema de almacenamiento)
sea software (aplicaciones archivos y datos). Por otra parte, una
red, más que varios ordenadores conectados, la constituyen
varias personas que solicitan, proporcionan e intercambian
experiencias e informaciones, a través de sistemas de
comunicación. Comúnmente se llama red a un conjunto
de computadores interconectadas entre sí, de modo que, en
cualquier parte del mundo, gracias a las redes una computadora se
comunica, comparte datos, realiza transacciones en segundos. En
este contexto, hoy en día se considera a la Internet como
la dueña de las redes, además de otras grandes
redes como BITNET, USENET ENDONET. Puede afirmarse que lo que
verdaderamente interesa en la tarea docente es el flujo y el tipo
de información que en estás redes circula, es
decir, que las redes deben ser lo más transparentes
posible, de tal forma que el usuario final no requiera tener
conocimiento de la tecnología (equipos y programas)
utilizada para la comunicación.
Concretamente, la configuración de servicios
educativos o redes de aprendizaje, debe apoyarse en:
- Videoconferencias, posibilitarían la
asistencia remota a secciones de clase presencial, a
actividades especificas para alumnos a distancia, o a
desarrollar trabajo colaborativo en el marco de la presencia
continuada. - Conferencias electrónicas, que basadas en el
ordenador posibilitan la comunicación escrita sincrona,
complementando y/o extendiendo las posibilidades de la
intercomunicación a distancia. - Correo electrónico y listas de
discusión, que suponen poderosas herramientas para
facilitar la comunicación asíncrona mediante
ordenadores. - Apoyo hipermedia (Web), que servirá de
bancos de
recursos de aprendizaje, donde el alumno pueda encontrar los
materiales, además de orientación y
apoyo. - Otras aplicaciones de Internet, tanto de
recuperación de ficheros (Gofher, FTP…) como
de acceso remoto (Telnet).
Para Pérez Fragoso (2001) los cursos impartidos a
través de redes de computo se denominan cursos en
línea, por constituir, en esencia, la conexión de
una computadora con un servidor, y en educación se utiliza
para denotar el trabajo interactivo realizado no sólo en
una computadora local sino en conjunto, por lo menos, con una
remota: el servidor. Asimismo, la autora utiliza el termino Red
como sinónimo de la gran telaraña mundial ó
World Wide Web, es decir, la herramienta de Internet considerada
como una gran red mundial que une millones de computadoras en el
planeta.
En torno a este mismo indicador Salas y Rivas de Salas
(1993) expresan, entre otros aspectos, que una red "es un
conjunto de equipos conectados por cable u otros medios, donde
todos utilizan un software que les permite compartir dispositivos
(como impresoras) e intercambiar información" (p.439).
Agregan que las redes están compuestas por un servidor,
estaciones de trabajo, medios de comunicación y por
software del sistema.
El software del sistema es concebido como "el conjunto
de programas que permiten administrar eficientemente los recursos
del sistema" (p.440). Señalan que dentro del grupo de
programas están los que conforman el sistema operativo
en sí y los que controlan las comunicaciones entre los
distintos componentes de la red. De acuerdo a Paredes (2001), la
Organización Internacional de Estándares, considera
que el software son todos los programas, procedimientos,
reglas y cualquier documentación relacionada a la
operación de un sistema de cómputo. Adicionalmente
Rodas (2002) manifiesta que el software son las instrucciones
electrónicas que van a indicar al ordenador que es lo que
tiene que hacer; o son los programas usados para dirigir las
funciones de un sistema de computación o un hardware (unidades
físicas que constituyen un computador).
El autor indica los siguientes tipos de
software: (a) Sistema Operativo: tipo de software que
controla la ejecución de todas las aplicaciones y de los
programas de software de sistema; (b) Programas de
ampliación o software de
aplicación, diseñado y escrito para realizar
una tarea especifica, ya sea personal o de procesamiento;
incluyéndose las bases de datos,
tratamientos de texto, hojas electrónicas, gráficas, comunicaciones, entre otros; y
(c) Lenguajes de
programación o herramientas empleadas por el usuario
para desarrollar programas que luego van a ser ejecutadas por el
ordenador.
Para efectos de la presente investigación, los
factores y/o soportes administrativos están
constituidos por la institución, el estudiante y el
docente. En esencia puede afirmarse que, recientemente, las
instituciones universitarias apuestan por la utilización
estratégica de estas tecnologías y dedican un
esfuerzo tecnológico y humano de alto valor, por
estimar que estas estrategias afectan a la naturaleza del
trabajo de los docentes, a la relación entre éstos,
los estudiantes y la organización y gestión
del centro educativo.
Rol de los
Actores Académicos en la Educación en
Línea
La incorporación de nuevas tecnologías en
el quehacer universitario supone, entre otras cosas, un replanteo
del rol no sólo del docente sino también del
estudiante, como actores que constituyen un factor determinante
en los procesos de cambio, innovación y mejoras educativa;
conminados a actuar como constructores y diseñadores
activos de
recursos materiales adaptados a las características de la
tecnología que se implemente.
Obviamente, el docente no puede seguir asumiendo el rol
de transmisor de conocimientos, sino que debe estimular el
pensamiento de
los estudiantes, que fortalezca operaciones mentales, que
desarrolle habilidades cognoscitivas y que despierte el
interés por el conocimiento. Por otra parte, es obligante
que sea un conocedor de la asignatura, medios y recursos con los
que trabaja. Concretamente, "el docente cobra un papel destacado
porque es quien planea la enseñanza con base en la
cognición de sus estudiantes, su actuación implica
facilitar, propiciar y estimular la actividad de los alumnos".
(Hernández Gallardo, 2000, p.122).
Sobre el mismo punto, Alfonso y otros (2002)
reseñan, en el Manual para el diseño de cursos en
línea en la UCLA, el rol que en esta estrategia le
corresponde desempeñar al docente y al estudiante. El
docente será "un administrador de
recursos tecnológicos y metodológicos que facilitan
el aprendizaje significativo con enfoque constructivo, por parte
de los estudiantes" (p.3).
Asimismo, entre otros aspectos importantes, el docente
debe; (a) Fomentar la participación activa de los
estudiantes en tareas de investigación y búsqueda
de información; (b) Adoptar una posición de
administrador de recursos, guía, orientador y mediador
entre los estudiantes y los conocimientos deseados,
ayudándolos a organizar y regular sus actividades
académicas; (c) Estudiar permanentemente las implicaciones
del uso de las nuevas tecnologías con fines educativos,
esmerándose en utilizarlas adecuadamente; (d) Reconocer
que cada estudiante tiene su propio ritmo de aprendizaje,
prestándole atención individualizada con respecto a
sus capacidades intelectuales;
y (e) Reconocer que no hay lugar para la improvisación y
que un curso en línea debe estar bien planificado desde un
principio, demandando mayor tiempo de
preparación.
Por consiguiente, siendo la Internet una herramienta de
soporte en la metodología docente aplicada en los cursos
en línea, se hace obligante que este profesional haga un
esfuerzo de adaptación tanto en la preparación y
elaboración de materiales apropiados como en el
replanteamiento de sus propias metodologías de
instrucción y en las metodologías de aprendizaje de
los estudiantes.
En este sentido, los docentes deben estar preparados
para diseñar estrategias de asesoría interactiva
que fortalezcan el desarrollo cognoscitivo en el estudiante. Es
responsabilidad del docente:
- Propiciar y estimular en el estudiante el
fortalecimiento de operaciones mentales, el desarrollo de
actividades cognoscitivas y el interés por el
conocimiento. - Desarrollar destrezas de procesamiento y de
análisis de la información. - Participar de manera activa en la elaboración
del conocimiento. - Facilitar el aprendizaje.
- Ampliar la información de algunos
tópicos. - Interesarse en los alumnos en todos sus aspectos, a
fin de conocer, hasta donde sea posible, los problemas que
pueden afectar el proceso
enseñanza-aprendizaje. - Crear la necesidad del deseo de aprender para que el
alumno se estimule a fijarse un objetivo y a esforzarse para
alcanzarlos.
Es fácil suponer que la práctica educativa
en línea, a través de redes de cómputo,
implica concebir la enseñanza de manera diferente a la
tradicional y, por ende, lleva implícito un cambio de
roles de estudiantes y docentes.
Sobre este particular, el Centro de Estudios Alpha
(2000) reseña que autores como Paulsen (1998,1995), Berge
(1996,1995) y Mason (1991), describen las funciones del docente
en línea, de la manera siguiente:
Organizacional:
funciones de procedimientos, administrativas y de liderazgo.
Estas incluyen la instrumentación de la agenda del curso: los
objetivos generales y de las actividades de aprendizaje, el
calendario, las reglas de procedimientos y las normas para la
toma de
decisiones. El manejo de interacciones con una dirección de liderazgos fuertes se
considera de gran relevancia para el éxito de un curso en
línea.
Intelectual: funciones pedagógicas
relacionadas con la tareas de moderación y
tutóriales. Es el rol de facilitador educativo; involucra
la manera en que el maestro plantea las preguntas y comentarios
para enfocar las respuestas del estudiante hacia el objeto de
estudio.
Social: La creación de un ambiente social
conducente al aprendizaje es una función fundamental del
maestro en línea. Esto incluye la promoción de interacciones interpersonales,
el desarrollo de la cohesión del grupo, el mantenimiento
del grupo como unidad, y el apoyo al grupo de trabajo para el
trabajo colaborativo hacia objetivos.
Técnico: Berge (1995,1996) incluye las
funciones de apoyo técnico, en el sentido de que el
facilitador debe hacer sentir a los participantes confortables
con el sistema y los programas utilizados. Considera esencial que
el instructor logre hacer la tecnología transparente para
que el estudiante se pueda concentrar en las
actividades.
Evaluación: Paulsen (1998) añade
esta categoría a las tres básicas propuestas por
Mason (1991) por considerar que dentro de la docencia en
línea esta función requiere atención
especial dado que, a diferencia de la docencia tradicional, en
esta modalidad la evaluación de los aprendizajes le
requiere más tiempo de preparación, revisión
continua y calificación. Sin embargo, solo señala,
por un lado, la importancia de las herramientas de
evaluación y, por el otro, de las autoevaluaciones y las
evaluaciones tanto de los participantes como de los mismos
maestros.
El Centro de Estudios Alpha (ob.cit) relata las
sugerencias generales que para la conducción exitosa de un
curso en línea presentan autores como Harasim et al
(1995); Green (1998); Eisley (1992); Andrusyszyn y Pritchard
(1996) y otros, las cuales están especificadas por las
siguientes funciones:
Función Pedagógica
- Mantener la flexibilidad posible: más
que presentar una agenda muy elaborada al inicio del curso y
mostrar un proceso complejo para los estudiantes, se sugiere
seguir el ritmo de la conversación al tiempo de guiarla
hacia el contenido de la materia.
(Berge, 1996; Paulsen, 1998; Fennberg, 1989). - Adoptar un estilo no autoritario: evitar la
figura autoritaria cuando se enseña en línea,
especialmente con estudiantes adultos. (Berge, 1996). Mantener
un estilo amigable. (Harasim et al, 1995). - Ser objetivo: antes de hacer generalizaciones
hacia el grupo sobre una contribución específica,
considerar el tono y contenido de la aportación, los
conocimientos, habilidades y actitudes
del autor o autora mostrados a través de otras
colaboraciones y el tiempo de la contribución en
relación al hilo de la discusión. (Berge, 1996;
Paulsen, 1998; Feenberg, 1989). - No esperar demasiado: los maestros en
línea deben concentrarse si dos o tres puntos
críticos, bien articulados, son comunicados en un
momento especifico de la discusión. (Berge, 1996,
Paulsen, 1998, Feenberg, 1989). - No confiar en materiales que no estén en
línea: presentar todas las lecturas y actividades en
línea para que la discusión permanezca
autocontenida (Berge, 1996, Paulsen, 1998, Feenberg,
1998). - Promover las conversaciones privadas tanto como
las grupales: diseñar oportunidades para
conversaciones entre dos o más participantes cuyos
intereses por el contenido puedan ser similares. (Berge,
1996). - Encontrar hilos unificadores: enlazar varios
hilos de la discusión en un resumen para incitar su
estudio a mayor profundida. Referirse a los estudiantes por su
nombre; no es conveniente responder a cada estudiante de manera
individual sino hacerlo en forma grupal. (Berge, 1996, Paulsen,
1998). - Requerir respuestas: solicitar comentarios
específicos de los estudiantes con relación a
temas relevantes a su formación (Paulsen, 1998) y
designar el tiempo para las respuestas, por ejemplo: para
mañana. (Berge, 1996). - No dar conferencias: las experiencias sugiere
que los comentarios largos y elaborados traen como resultado el
silencio de los interlocutores. Se recomienda utilizar
comentarios abiertos, ejemplos e ilaciones lógicas de
las aportaciones para iniciar comentarios y otros puntos de
vista. (Berge, 1996, Paulsen, 1998, Feenberg, 1989, Harasim et
al, 1995). - Invitar visitantes expertos: se pueden unir a
la discusión para responder a las preguntas de los
estudiantes o invitar a estos a que pregunten. (Berge, 1996,
Paulsen 1998). - Utilizar tareas sencillas: los trabajos
grupales son apropiados para este medio, pero un diseño
muy complicado dificulta su logro. (Berge, 1996, Paulsen, 1998,
Feenberg, 1989). - Convertir el material en relevante para los
estudiantes: desarrollar preguntas y actividades que tengan
relación con las experiencias de los estudiantes y con
eventos
actuales (Berge, 1996, Paulsen, 1998). - Presentar opiniones encontradas: exponer
perspectivas contrarias, direcciones diferentes u opiniones
encontradas para debate y
crítica por los participantes (Berge,
1996, Paulsen, 1998). - Solicitar contribuciones regulares: para
mantener el diálogo activo es necesario exhortar a los
participantes para que accesen el sistema por lo menos dos
veces por semana. En algunos sistemas el estudiante no tiene
acceso a las respuestas de su compañero hasta que ha
colaborado con la suya. (Berge, 1996, Paulsen,
1998). - Resumir la discusión: cuando una
discusión es muy larga resulta conveniente presentar
resúmenes ocasionalmente. (Paulsen, 1998, Eisley,
1992). - Escribir comentarios de enlace
periódicos: resumir el estado de
la discusión cada una o dos semanas como forma de
enfocar la discusión. (Paulsen, 1998, Feenberg,
1989).
Función social:
- Reforzar y modelar comportamientos apropiados:
para promover la cortesía y la interrogación es
conveniente, por ejemplo, agradecer los comentarios efectivos
en línea. (Berge, 1996, Paulsen, 1998, Feenberg, 1989,
Eisley, 1992). - No ignorar los comportamientos inapropiados:
solicitar, en privado, cambios en los comportamientos negativos
y remitir a los participantes a la lectura de las normas de
comportamiento esperados, escritas y presentadas con
anterioridad (Berge, 1996); y, de acuerdo a Paulsen (1998) y
Eisley (1992), solicitar al grupo ser más considerado
hacia los comentarios de los otros. - Facilitar la interacción: el sentido de
participación interactiva se promueve utilizando
técnicas de presentación personal adecuadas,
formando parejas; y a través de algunas actividades que
faciliten la discusión informal entre los participantes
(Berge, 1996). - Resguardar la discusión: Algunos
estudiantes pueden sentir temor al ridículo en
público; ser amable al aceptar sus comentarios y
resolver las excepciones en privado. (Berge, 1996). - Ser considerado: responder a cada
contribución en privado o nombrar a los autores de los
comentarios en la discusión grupal. (Berge, 1996,
Paulsen, 1998, Harasim et al, 1995). - Solicitar meta-comentarios: invitar a los
participantes a que expresen sus sentimientos sobre el curso en
línea.(Berge, 1996, Paulsen, 1998,
Feenberg,1998). - Aceptar a los observadores: reconocer que
habrá observadores que no participan con comentarios.
Algunas personas aprenden escuchando las aportaciones de otros.
Darles la bienvenida y reconocer su presencia. (Berge,
1996). - Cuidar el uso del humor y el sarcasmo: es muy
difícil mostrar la intención y el tono en las
comunicaciones basadas en texto, a menos de que se conozca muy
bien a los estudiantes (Berge, 1996).
Función Organizacional:
- Ser claro: iniciar con un comentario abierto
que defina el tópico de las discusiones y expectativas
iniciales del moderador; continuar clarificando el tema y las
expectativas en el transcurso de la discusión (Berge,
1996, Paulsen, 1998, Harasim et al, 1995). - Promover la participación: animar a los
estudiantes para que dirijan a sus compañeros y
maestros. (Paulsen, 1998, Eisley, 1992). - Dinamizar la participación cuando
decae: solicitar comentarios y respuestas directas hacia
los temas de discusión (Paulsen, 1998; Eisley,
1992). - Cuidar la proporción de las
aportaciones: como regla general, maestros o moderadores
deben contribuir entre un cuarto y un medio al material total
en línea (Berge, 1996; Paulsen, 1996; Feenberg,
1989). - Leer las aportaciones a diario: no dejar que
muchos participantes se atrasen. (Paulsen, 1996; Feenberg,
1989). Si hay estudiantes que no hayan accesado el sistema por
una semana o más, llamar por teléfono. (Harasim
et al, 1995). - Distribuir la lista de los participantes:
hacer accesible las direcciones electrónicas de todos
los participantes al inicio para que se puedan comunicar en
privado entre ellos. (Berge, 1996). - Enviar mensajes privados para promover la
participación: el facilitador puede exhortar a los
participantes para unirse a la discusión, iniciar
debates y enviar mensajes. - Se paciente: estar preparado para esperar las
respuestas algunos días; no apresurarse a llenar los
silencios con contribuciones del maestro. (Berge, 1996;
Paulsen, 1996; Feenberg, 1989); guiar la conversación
sin dominarla (Harasim et al, 1995). - No sobrecargar la información: no
contribuir con más de un comentario largo al día.
Si los estudiantes tienen mucho que aportar, el maestro debe
contribuir menos para que los participantes más lentos
puedan ajustarse al ritmo de la discusión. (Berge, 1996;
Paulsen, 1996; Feenberg, 1989). Varias notas cortas son
más apreciadas que una larga. (Harasim et al,
1995). - Terminar sesiones: señalar el cierre de
los tópicos de discusión; concluir con un resumen
para que no sean motivo de distracción.(Berge, 1996;
Paulsen, 1996; Eisley, 1992). - Mover de inmediato las aportaciones mal
colocadas: colocar las aportaciones en el lugar indicado de
inmediato para evitar que otras respuestas se unan a las mal
colocadas. (Berge, 1996; Paulsen, 1996; Eisley,
1992). - Manejar las tangentes de inmediato: regresar
las aportaciones fuera del foco de la discusión al autor
o guiar a los participantes hacia el tópico original.
(Berge, 1996; Paulsen, 1996; Eisley, 1992). - Variar la cantidad de las aportaciones:
solicitar en privado a los estudiantes muy participativos que
esperen las respuestas de sus compañeros antes de
contribuir inmediatamente; de la misma manera, solicitar
más callados que participen activamente. (Berge, 1996;
Paulsen, 1996; Eisley, 1992). - Sincronizar y resincronizar el curso:
asegurar, dentro de lo posible, que todos los estudiantes
realicen a lo unísono y de manera organizada.
Diseñar manera en que los estudiantes puedan reiniciar
juntos en el transcurso del curso. (Berge, 1996; Paulsen, 1996;
Eisley, 1992). - Designar líderes de discusión:
con base en el tópico de la discusión y en las
habilidades, conocimientos y actitudes de los participantes,
diseñar actividades donde los estudiantes se turnen en
el rol del moderador y guíen la discusión.
(Berge, 1996; Paulsen, 1996; Eisley, 1992). - Definir liderazgos en los procedimientos: el
maestro en línea debe iniciar los procedimientos y
eliminar los procedimientos de discusión frustrantes.
Cambiar lo que no funciona y no deja que el objetivo de la
discusión no se cumpla. (Berge, 1996; Paulsen, 1996;
Eisley, 1992). - Calcular el tiempo de preparación: la
preparación de materiales en línea requiere a
veces más tiempo del anticipado; considerar los tiempos
de preparación de manera sobrada. (Berge,
1996). - Impartir materias con las que se tiene
experiencias: evitar dar curso en línea por primera
vez, elegir uno que ya se haya impartido con anterioridad.
(Berge, 1996).
Función Técnica
- Utilizar apoyo técnico: proveer
entrenamiento para los estudiantes en
línea novatos; cuando esto no sea posible, solicitar que
se le otorgue a través del correo electrónico y/o
teléfono. Asimismo, antes de iniciar el curso, conocer
al personal de apoyo técnico para las dudas o problemas
técnicos del curso que el maestro no pueda resolver, si
se presenta. (Berge, 1996; Hiemstra, 1994). - Dar retroalimentación: contestar las
dudas técnicas de los estudiantes. (Berge, 1996;
Hiemstra, 1994). - Desarrollar una guía de estudio: una
guía de estudio o cuaderno de trabajo que considere
tanto el contenido como los problemas técnicos
más comunes es importante para el éxito de un
curso en línea. Puede servir de base para las
discusiones, presentar información introductoria,
describir las actividades y materiales de estudio, así
como los componentes y procedimientos del curso. (Berge; 1996;
Hiemstra; 1994; Moore,1997 ). - Dar tiempo para aprender a usar el sistema:
los estudiantes novatos necesitan tiempo para poder usar
el programa y familiarizarse con la tecnología antes de
participar activamente en el curso. (Berge, 1996). - Diseñar procedimientos para la
retroalimentación: Diseñar normas y
estándares para la retroalimentación en
línea sobre el trabajo de los estudiantes. Definir al
inicio como se manejarán las correcciones. (Berge,
1996). - Promover el aprendizaje de pares: animar a los
estudiantes novatos en el uso del sistema para trabajar con
estudiantes experimentados. (Berge, 1996). - Limitar la extensión de las
aportaciones: las contribuciones individuales no debe
exceder de dos pantallas ya que entre más largas,
más difíciles de leer, lo que las vuelve tediosas
y obstaculizan la discusión. Cuando se requiere de
textos largos, deben enviarse por separado, por correo
electrónico o por FTP. (Berge, 1996). - Moderar las instrucciones: es importante no
excederse en las instrucciones, y no diseñar estructuras
excesivas. (Berge, 1996).
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