- Planteamiento del
problema - Definiendo
informalidad - Propuestas para
disminuir la economía informal en
venezuela - Conclusión
INTRODUCCIÓN
El tema que hoy nos aborda, y que es objeto del presente
trabajo, es el
análisis de la informatización de la
economía;
éste es un tema de vieja data y que se encuentra latente
en diferentes latitudes, especialmente en países
tercermundistas, como es el caso no solo de Venezuela,
sino de toda Latinoamérica. En Venezuela existen
factores multidisciplinarios que influyen en la creación
y/o incremento de la economía informal; tipo de
economía por medio del cual un conjunto de sujetos
comercializan producto bajo
la estela de la ilegalidad; citar dichos factores sería
una tarea agotadora, pero es un hecho notorio que el ejecutivo
posee en sus manos las herramientas
necesarias para disminuir la tasa de desempleo, y por
consiguiente, como consecuencia de ello, atenuar el número
de vendedores informales que se agrupan en el
país.
En un estudio realizado por la Dirección del Instituto Nacional de
Estadísticas (I.N.E.) – antes OCEI
– nos revela que la tasa de desempleo en nuestro
país se ubica en el 14% y la economía informal se
ubica en un 61%; estas cifras son alarmantes en el sentido que si
realizamos un ejercicio mental y observamos que nuestro
país está compuesto por un gran porcentaje de
menores de edad, entonces podemos concluir que la farsa de la
economía formal relativamente baja.
Todos sabemos o para casi nadie es un secreto que el
marco jurídico de un país o como señala la
cúpula empresarial (Fedecamaras) "Las Reglas Claras" es
motivos preponderantes para aumentar o disminuir el flujo de
capital
extranjero y por ende aumentar o disminuir la tasa de desempleo;
pues bien nos encontramos en la actividad con una inestabilidad
jurídica y poca independencia
de los poderes públicos que impiden de una u otra forma
que la inversión
extranjera vea con buenos ojos, su inversión en suelos de
Bolívar; solo por citar tenemos el proyecto de la
Ley
Orgánica del Sistema de
Seguridad
Social, propuesto por el ejecutivo y que viene a mermarlas
aspiraciones esperanzadas alcanzadas durante el Gobierno
Calderita; es un proyecto que pasa del estado
supervisor al estado monopolista y que abarca su campo de
acción
no solo a los trabajadores cotizantes sino a todos los habitantes
del país, y en un estado donde el desempleo alcanza el 14
% y la tasa de informalidad el 61%; podemos afirmar que seria una
carga casi imposible el llevar por parte del sector de la
economía formal para tener una idea de la carga fiscal que
esto representa, es bueno recordar que en Venezuela mas del 50%
de cómo ya lo diríamos, se encuentra en el sector
informal de la economía y por lo tanto no cotizará
a la seguridad social.
Estos sin contar que la tasa de desempleo podría estar
cercana al 20% de la fuerza
laboral. Si a
esto se suma que buena parte de la población es menor de edad y tampoco
cotizará a la seguridad social, parece aconsejable, que el
ejecutivo informe como se
va a pagar la factura de la
seguridad social.
Otro de los aspectos estudiados de la economía
pública, en el presente proyecto es los aspectos
influyentes en la informatización de la economía,
es el aumento de la pobreza y el
bajo índice de estudiantes permanentes en las esferas
bajas de la población, ya que al haber un incremento en la
pobreza
producto de la inflación, el poder
adquisitivo de los ciudadanos merma y por consiguiente la
persona busca
mecanismo para poder subsistir y para ello recurre a los puestos
de trabajo, pero como hay en la actualidad una baja oferta laboral
y estas personas no posee conocimientos técnicos, ni
científicos que la hagan competitiva, pues recurre a una
labor poco exigente en ese sentido y que le dará por lo
menos respuestas inmediatas a sus problemas,
estamos hablando del buhonerismo, parte fundamental de la
economía informal. Pero no solo es la falta de conocimiento y
el de ser menos competitivos con respecto a los demás;
porque encontramos casos en que las personas poseen credenciales
a nivel técnico y/o universitario y caen en la misma masa
informal, lo cual conlleva a un desmejoramiento de las
credenciales.
Ahora bien, otro de los aspectos que contribuyen a la
informatización de la economía es el aspecto
fiscal, debido a esta gran masa laboral no se encuentra
circunscrita dentro de un plan o sistema
que permita llevar un control para
obtener información de las operaciones, y
así poder mediante un proceso
transparente y objetivo
implementar políticas
fiscales, que sirva para mejorar el espacio donde estas personas
laboran y del mismo modo poder realizar aportes al fisco y ayudar
a incrementar el tesoro nacional, de esa forma pensamos, que
estas personas podrían cotizar al sistema de seguridad
social y así existiría mayor liquidez de dinero y mayor
equidad, entre
todos los habitantes del país que se encuentren en la
economía formal o informal; de esta forma el ejecutivo
garantizaría una redistribución de las riquezas de
una manera equitativa y consecuencialmente mejoraría en
gran medida la calidad de
vida de los venezolanos; dentro de los factores que pudiesen
influir en el crecimiento de la economía.
Dentro de los factores que pudiesen influir en el
crecimiento de la economía informal pareciese
contradictorio, pero se encuentra inmerso en el mismo factor
fiscal pero no en la aplicación de sus planes y sus
normas todo lo
contrario en la no aplicación de manera eficiente y eficaz
de las normas, del resguardo y control de las mercancías
que entran del país de una manera ilegal; estamos hablando
del contrabando,
factor fundamental en el crecimiento del sector informal, porque
permite la inserción de mercancía de manera ilegal
y que no son pechadas por el fisco, todo lo cual resulta que el
costo de la misma
es inferior a la mercancía de la misma naturaleza que
si paga sus impuestos, lo
cual hace que la competitividad
no sea transparente, es por ello que muchas de estas
mercancías y productos son
colocados dentro de la economía formal, lo cual hace que
se incremente la misma; según informaciones del anterior
Intendente Nacional de Aduana,
José Vielma Mora, este problema de contrabando se ubica en
el 52%, pero la meta es del
10%, empezándose a sentir que comparando a las cifras de
comienzos de años ha disminuido significativamente,
señala Vielma Mora que el rubro mas afectado por el
comercio
ilegal es el de los cigarrillos y fósforos, dado que el
impuesto que
este debe cancelar es superior al 50%, no obstante, en los
últimos meses ha disminuido 2 puntos y actualmente el
comercio ilegal se ubica en el 56%; aunado a este problema
podemos decir que muchas son las razones y los factores que
inciden en la situación, como es la baja en la
inversión privada, la desconfianza, la congelación
de los productos, y el aparato económico reducido a su
mínima expresión de hecho en 1980 la
economía formal en Venezuela alcanzaba el 57.7%, ahora en
esta década que recién comienza apenas el 37% de la
población esta inmersa dentro de la economía
formal, lo que significa una merma del 20% en dicha
economía.
En otro orden de ideas, podemos señalar las modalidades de
la economía informal son variables,
pero dentro de las más comunes existe el buhonerismo, que
es el que mayor impacto social tiene, ya que no aporta al fisco,
y también por el caos que circundan alrededor de ello, y
la proliferación de la delincuencia
como producto de ese caos; la economía informal esta
constituida por trabajadores no registrados que no pagan
ningún tipo de impuestos; este incluye los servicios
domésticos y pequeños negocios con
no más de cinco empleados.
Para darle termino a esta introducción queremos señalar que el
creciente desarrollo de
la economía informal en Venezuela, impone un reto y
reclama la atención de los lideres encargados de la
marcha económica del país, atención que debe
materializarse mediante la potenciación del desarrollo de
la pequeña y mediana empresa, con el
propósito de lograr la estabilización
económica venezolana que todos deseamos.
CAPÍTULO I
1.1
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Marcado por incertidumbre y estancamiento, el clima
político y económico de Venezuela ha continuado
engendrando actividad informal; ya no solo entre los pobres y
tradicionalmente desatendidos, sino entre los jóvenes que
anualmente se suman al mercado de
trabajo y los antes empleados asalariados formales, quienes se
han visto forzados a saltar de status socio-económico en
un proceso de movilidad social descendente. De acuerdo con la
data del Instituto nacional de Estadísticas (INE), para
fines de 2003 cerca del 53% de la población
económicamente activa se encuentra desarrollando
actividades económicas informales.
La informalidad tiene diversas causas conceptualmente
superpuestas y co-determinadas. Hay cierto consenso en torno a que los
elevados costos de hacer
negocios que desincentivan la iniciativa privada, en paralelo con
la recurrente inestabilidad macroeconómica que hace lo
propio y genera desempleo, en un entorno en el que la
transición demográfica que renueva la fuerza de
trabajo se impone, tienen efectos claros en el incremento de la
informalidad. Nuevas ideas surgen para dar explicación a
este fenómeno, recientemente asociado con las reglas de
juego que
niegan las oportunidades de inversión privada en los
sectores de mayor rentabilidad
comparada en nuestra economía.
Esos elevados niveles de informalidad tienen un efecto
devastador sobre el proceso democrático en Venezuela,
principalmente debido a que estos emprendedores operan
completamente fuera de las esferas de la legalidad, del
proceso económico e incluso del político. La
informalidad está también indefectiblemente ligada
a la pobreza: un trabajador desvinculado del salario efectivo,
lo está también de otras condiciones relacionadas
con el trabajo
formal: seguridad social, acceso al crédito, etc., razón por lo cual es
mas vulnerable a los vaivenes de la economía que el
trabajador asalariado. Por último informalidad significa
la pervivencia de un sistema de reglas que da vida a la sociedad y en
medio de las cuales el capital humano,
indispensable para el trabajo formal, se deteriora, con
importantes implicaciones sobre el potencial de crecimiento
económico de una sociedad.
De los 5 millones de personas que en Venezuela trabajan
en actividades de comercio informal, el 30% se dedica al
comercio. Los comerciantes ambulantes o buhoneros, son un
sub-grupo dentro
del comercio informal, y en relación con la
economía informal como un todo, son tan solo la punta
visible de ese enorme iceberg. Para nuestro contexto
más específico, se estima que en el Distrito
Metropolitano de Caracas cerca de 50.000 familias se dedican al
buhonerismo.
Al buhonerismo como actividad económica, se
asocian serios problemas que son expresión del deterioro
social: mala calidad e
improductividad del trabajo, delincuencia, niñez
abandonada, trabajo
infantil y prostitución, etc. Estos problemas afectan
de forma compartida tanto a los comerciantes informales como a
vecinos, transeúntes peatones, trabajadores de la zona, y
comerciantes formales. Sin embargo no solo hay grupos afectados
por el crecimiento del buhonerismo. Otras ramas de actividad
económica, aguas arriba, reconocen en esta actividad un
potencial de negocios importante al significar un descentralizado
y eficiente ejército de vendedores. De igual forma
delincuentes, mafias, y otros grupos, se benefician de la
aparente anarquía que prevalece en las zonas donde
prolifera esta actividad. Por último algunos servidores
públicos parecieran reconocer en el buhonerismo un
importante "caldo de cultivo" para el desarrollo de
prácticas clientelares-populistas o para la corrupción.
Sin embargo, la demanda social
a favor de la búsqueda de soluciones a
tan dramático problema, pareciera hoy alentar la
consecución de una solución compartida que revierta
las tendencias negativas y valorice las positivas del
fenómeno. Hay un evidente cambio de
actitud: desde
la negación y el odio a los buhoneros hasta el compromiso
para fomentar entre ellos una "solidaridad
productiva"; una nueva mirada del empresario de
las finanzas o del
ramo inmobiliario que descubre que un buhonero paga 350% de
interés
anual y que, a lo mejor, su negocio podría estar
allí; una nueva actitud del político que hoy
apuesta a ganar legitimidad trabajando en la búsqueda de
soluciones; incluso un nuevo pensarse del buhoneros que desea un
trabajo digno.
En el Centro de Divulgación de Conocimiento
Económico CEDICE, organización venezolana dedicada a promover
los principios de una
economía fundamentada en los principios de libertad y
responsabilidad, la libre empresa y la propiedad
privada, nos hemos sumado a esta nueva perspectiva. La realidad
de nuestro país obliga a un acercamiento con la gente, sus
vivencias y problemas: obliga a reconocer que el mercado debe
tener un sentido humano.
La incapacidad de asomar alternativas de soluciones
válidas y compartidas entre los actores a quienes afecta
esta realidad, deriva en principalmente del desconocimiento
generalizado sobre la dinámica socio-económica y política que opera en
torno al buhonerismo como fenómeno.
En la búsqueda de soluciones a los problemas que
este fenómeno plantea, privan orientaciones en las que
cada sector, de forma poco organizada y actuando a favor de sus
intereses, trata de imponer su visión. En paralelo y
también como consecuencia de lo anterior, las
insuficiencias del liderazgo
local para conformarse en oferentes de soluciones y demandantes
reales de acciones de
política pública, a través de los mecanismos
de participación democrática, refuerzan la
tendencia a la pervivencia de tales problemas
sociales.
Hay la imperiosa necesidad de quitar el velo que esconde
la dinámica de la interacción gobierno – comerciantes
informales-comerciantes formales-vecinos, que tal como existe
hoy, tiende a reforzar el no predominio de los derechos de propiedad y el
ejercicio de la ley. Predominan las relaciones clientelares, el
soborno, la subasta por el apoyo político. Una propuesta
de políticas públicas tiene que partir de un
acercamiento conceptual de los propios actores a la
dinámica en la cual están involucrados, que permita
dar una alternativa de solución. Para ello es
indispensable potenciar el capital humano de los comerciantes
informales y reivindicar el papel e importancia del diálogo en
la solución de conflictos.
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