- Origen y
precedentes de la persona en la historia, en el ordenamiento
jurídico y en el valor trascendente del Derecho. Persona
y Derecho - La
Bioética actual - Inciso:
Declaración Universal de los Derechos
Humanos - Sobre
la Vida y la Muerte y del desarrollo de los valores. "Noble
Asesinato" - Acortamiento
"voluntario" de la vida - Dignidad y
Decisión. Débil Dignidad - La
diversidad humana - Después de
la Dignidad humana - Conclusiones
- Bibliografía
DIGNIDAD HUMANA Y VIDA COMO PATRIMONIO DE
LA HUMANIDAD
Consideraciones.
"La principal cuestión,
la única decisiva para el
futuro,
es contar con los medios
políticos, sociales e individuales,
para aplicar los principios
y transformar
los derechos
humanos
en una realidad cotidiana".
Federico Mayor
INTRODUCCIÓN
"La nueva tecnología es la
telecomunicación y la nueva filosofía es la
Bioética".
Dr. Potter (Oncólogo -conocido como
padre de la Bioética-).
La Bioética; esa ciencia que
parte de la vida misma y de los principios
éticos y se hace efectiva a través de todos y cada
uno de los individuos de la especie humana como una nueva
filosofía, un apoyo fundamental para cada
institución que desempeña la relación entre
personas, médico-paciente y humana en general en las que
se debe promover, mediante la enseñanza, educación,
ejecución, pericia y respeto a cada
uno de los derechos y libertades de las cuales gozan todas las
personas por la única razón de ser personas,
recogidos o no en un texto
Constitucional.
La libertad no es
una consideración ondeante en un asta. La justicia no
tiene por que someterse a la riqueza; y el poder y la paz
entre los pueblos, debe tener por fundamento, el reconocimiento
de la dignidad
esencial y la promoción de los derechos por igual a todos
los seres humanos. Derechos humanos.
No es admisible que, en ocasiones y por desconocer sus derechos
más fundamentales y humanos, el más débil
ante la justicia -dígase: pobre, maltratado, mujer, ignorante
o inocente- sea quien padezca o el objeto sufriente de las
decisiones externas; menospreciar los derechos de otro ser humano
es el comienzo de la gran cadena de actos de injusticia y
desprecio para con la humanidad. La indignidad.
Se ha hablado, discutido y proclamado; pero el temor y
la miseria, son los que disfrutan real y verídicamente de
la libertad de decisión y el derecho a la
palabra.
La persona es un ser
esencial y humano, no existe hasta hoy otra forma distinta que no
sea la de persona humana, a no ser la divina, pero dicha
cavilación no nos corresponde. No es nuestro caso de
estudio. Los derechos de cada persona deben ser respetados como
derechos humanos y, a su vez protegidos por un régimen de
derecho, a fin de que el hombre no
se vea compelido por la tiranía de otro hombre. La
opresión.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos
ha reafirmado de forma tajante su fe en los derechos
fundamentales del hombre: libertad, dignidad, igualdad,
fraternidad, vida; se ha apoyado éste en la dignidad, el
valor
intrínseco de la persona humana y en la igualdad de
derechos de hombres y mujeres, y se ha propuesto el progreso
social, el desenvolvimiento individual y nivel de vida dentro del
espacio social. Por ello, el compromiso y salvaguardia que
cada uno tenemos en este proyecto -que
llamamos vida- es un deber de todos y no sólo del Estado.
El Estado
será garante de cumplir y comprometerse en esta
cooperación de respeto efectivo y duradero de los derechos
del hombre, que nacido como ideal común para que cada
individuo al
igual que las instituciones,
promuevan y aseguren el reconocimiento y aplicación de
cada principio y, de esa forma, conseguir que cada ser humano sea
reconocido como persona, gozando y exigiendo los derechos que le
corresponden por su sola, idéntica y específica
personalidad.
Única; pero igual en sus derechos, porque lo que
verdaderamente diferencia al ser humano no son sus
genes.
Los seres vivos que aparecieron hace siglos, se han ido
sucediendo haciéndose cada vez más complejos,
gracias a procesos de
mutaciones aleatorias por el que han aparecido constantemente
nuevas estructuras y
debido también al proceso de
selección natural que ha asegurado su
adaptación a un medio cambiante. La constatación de
la unidad del código
genético ha proporcionado la información decisiva: todo lo que vive
sobre la tierra,
desde las bacterias a
los primates, tiene su lugar en un árbol
genealógico común. Los seres humanos, estamos en el
extremo de una de las ramas más jóvenes de ese
árbol y nos separamos de nuestros primos, los primates,
para dejar en evidencia que la especie humana posee un status
diferente.
El hombre es todo lo que debe ser desde el momento mismo
de la concepción. ¿Qué otra forma de vida
podría tener a no ser la humana? Mas, antes de afirmar
apodícticamente, debemos preguntarnos la base de estas
consideraciones: ¿qué es la vida?
Biológicamente es la capacidad de una molécula de
doblarse a sí misma es decir, de reproducirse. Esa
capacidad se debe a su estructura de
doble hélice y no tiene nada especialmente misterioso: es
el producto de
las mismas interacciones entre átomos que las que hay en
las demás moléculas. La palabra "Vida" no
define, por tanto, una capacidad específica de
determinados objetos o sujetos; simplemente traduce la
reacción, la reproducción y la lucha como un resultado
de las mismas fuerzas naturales que intervienen en todas las
cosas.
En el caso específico del ser humano y debido al
desarrollo,
éste crecerá y se desenvolverá;
creará sus intereses: materiales,
espirituales, intelectuales
y todo aquello, que como necesidades vitales necesite.
Creará también una dependencia a un modo de vivir,
como una forma de reflejarse a través de derechos y
libertades, de acostumbrarse y de proyectar sus ideas,
inquietudes dentro de una sociedad,
etc., es posible que aquí sea el nacimiento del campo
ético y de derechos, para poder convivir mejor. Y como
principio, una "tabula rasa".
Ese ser humano mediante la participación efectiva
y cotidiana conseguirá hacer frente a la fragilidad de la
vida dentro de una sociedad. Nace con unos derechos. Los llamamos
y conocemos como "Derechos Humanos". Palabra prohibida, ante sus
andamiajes y decorados que hoy, en el sentido más vivido
de la palabra logra a veces una excelente apariencia, pero
esconde, tristemente, mecanismos de poder autoritarios que nos
predeterminan, igual que la cultura y la
moda, el camino a
seguir en cuanto a nuestros valores,
libertades y derechos.
La persona es un entramado multidisciplinar, social y
vulnerable que se va desarrollando poco a poco; por ello no se
trata de agotar las cuestiones en cuanto a persona, dignidad o
defensa de sus derechos en estas páginas, pero sí
se aspira a que lo que en ellas se contiene constituya una base
mínima y segura sobre la que se pueda fundamentar unos
criterios tan básicos acerca de tema tan controvertido
como es específicamente el derecho y los derechos
debilitados de la dignidad humana en momentos y circunstancias
específicas "reales" que nos alejen, debidamente, de una
percepción superflua e irreal de las
teorías
distantes de la vida cotidiana.
¿Deber? tal vez, ¿ético?
debería ser. Sólo es una perspectiva que nos
dirige, ineludiblemente, por medio de los valores y
el justiprecio de la vida por sí misma, al fin bueno y
mejor que todos buscamos. La razón bioética
podríamos concluir.
La ciencia
como estudio de las realidades del mundo por sus causas
próximas a través del método
experimental y pragmático, exige un cauce efectivo ante la
consecución de los frutos de la inteligencia y
la capacidad de acción
en los avances y desarrollos tecnológicos, estos, deben
estar iluminados por una actitud humana
y ética,
debido a que la ciencia avanza más rápido que el
derecho, y éste no consigue frenar, lo que en aras del
progreso, vulnera cosas tan íntimas en el hombre como son
sus derechos y específicamente, su dignidad. Es
lógico que nos apoyemos en valores, principios y
diálogos… pero ¿qué tipo de valores y
principios rigen hoy nuestra vida? tal vez, estemos bajo el
dominio de
la
globalización o la moda. No es una aseveración,
es sólo una consideración.
Las sociedades
modernas han experimentado cambios sustanciales y no menos
espectaculares en el último siglo, producidos por el
desarrollo de la ciencia y de las técnicas
en todos los aspectos de la vida. En cierto modo, "todos queremos
ser iguales", compartir los mismos beneficios de la
técnica, aunque muchas veces no los entendamos. Es una
razón que a través de la historia y en diferentes
etapas, se ha hecho parte íntima del hombre y de su
quehacer, intentando explicar las realidades del mundo y al
hombre mismo en su estrecha relación con su entorno, en su
tiempo. El
mundo siempre cambia y cambiará. Lo que hoy es verdad,
mañana; quién sabe. La luna no es de
queso.
Descubrir la articulación fundamental de la vida,
en todo lo que concierne específicamente al avance
tecnológico, los alcances científicos y las mejoras
jurídicas, que nos hacen vivir una era acelerada en la
cual hechos que nos parecían imposibles o fruto de la
imaginación se convierten en realidades comunes y
cotidianas que no asombran ni a un niño; pero que las
necesitamos para poder complementar nuestra percepción de
los principios, derechos y valores como tales.
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