Muchos han destacado en estas obras al concepto
aristotélico de la tragedia: que el protagonista debe ser
un personaje admirable pero imperfecto, con un público
capacitado para comprender y simpatizar con él.
Ciertamente, cada uno de los personajes trágicos de
Shakespeare es capaz de ejercer el bien y el mal. La
representación siempre insiste en el concepto del libre
albedrío; el (anti)héroe puede degradarse o
retroceder y redimirse por sus actos. El autor, en cambio, los
termina conduciendo a su inevitable perdición.
Comedias
Entre las características esenciales de la comedia
shakespeariana encontramos la vis cómica, la
dialéctica de un lenguaje lleno de juegos de
palabras, el contraste entre caracteres opuestos por clase social,
sexo,
género o poder (un
ejemplo representativo sería La fierecilla domada,
también traducida a veces como La doma de la
bravía); las alusiones y connotaciones
eróticas, los disfraces y la tendencia a la
dispersión caótica y la confusión hasta que
el argumento de la historia desemboca en la
recuperación de lo perdido y la correspondiente
restauración en el marco de lo natural.
El panorama de la comedia supone además la
exploración de una sociedad donde
todos sus integrantes son estudiados por igual de forma muy
distinta a cómo es vista la sociedad en sus obras
históricas, montadas sobre la persecución
maquiavélica del poder ("una escalera de arena", a causa
de su vaciedad de contenido) y el trastorno del orden
cósmico divino que el rey representa en la tierra.
Como galería de tipos sociales la comedia es, pues, un
espacio más amplio en Shakespeare que el trágico y
el histórico y refleja mejor la sociedad de su tiempo, si
bien también resalta en este campo el talento del autor
para crear personajes especialmente individuados, como el
bufón y arquetipo de lo sanchopancesco llamado
Falstaff.
Capítulo 3
Miguel de Cervantes
Miguel de Cervantes
Saavedra, novelista, poeta y dramaturgo español
(*1547 – †1616). Nació el 29 de septiembre de 1547
en Alcalá de Henares y murió el 22 de abril de 1616
en Madrid (fue
enterrado el 23 de abril y popularmente se conoce esta fecha como
la de su muerte).
Es considerado la máxima figura de la literatura española.
Es universalmente conocido, sobre todo por haber escrito El
ingenioso hidalgo Don Quijote de la
Mancha, que muchos críticos describen como la primera
novela moderna
y una de las mejores obras de la literatura universal. Se le ha
dado el sobrenombre de Príncipe de los Ingenios.
Poesía
Cervantes se afanó en ser poeta, aunque llegó a
dudar de su capacidad, como él mismo dijo antes de su
muerte en Viaje del Parnaso:
Yo que siempre trabajo y me
desvelo
por parecer que tengo de poeta
la gracia que no quiso darme el cielo
Se han perdido o no se han identificado casi todos los versos
que no estaban incluidos en sus novelas o en sus
obras teatrales; aunque se le suele llamar inventor de los versos
de cabo roto, en realidad no fue él. Cervantes declara
haber compuesto gran número de romances, entre los cuales
estimaba especialmente uno sobre los celos.
En efecto, hacia 1580 participó con otros grandes
poetas contemporáneos como Lope de Vega, Góngora o
Quevedo en la imitación de los romances antiguos que dio
origen al Romancero nuevo, llamado así frente al
tradicional Romancero viejo del siglo XV, el cual era
anónimo.
Inicia su obra poética con las cuatro composiciones
dedicadas a Exequias de la reina Isabel de Valois. Otros poemas fueron:
A Pedro Padilla, A la muerte de
Fernando de Herrera, A la Austriada de Juan Rufo. Como poeta sin
embargo destaca en el tono cómico y satírico, y sus
obras maestras son los sonetos Un valentón de
espátula y greguesco y Al túmulo del rey Felipe II,
del cual se hizo famoso los últimos versos:
Caló el chapeo, requirió la espada,
miró al soslayo, fuese, y no hubo nada.
La Epístola a Mateo Vázquez es una
falsificación escrita por el erudito decimonónico
Adolfo de Castro, como asimismo lo es el folleto en prosa El
buscapié, una vindicación del Don Quijote escrita
también por este erudito. Asentó algunas
innovaciones en la métrica, como la invención de la
estrofa denominada ovillejo y el uso del soneto con
estrambote.
Teatro
Dadas sus penurias económicas, el teatro fue la
gran vocación de Cervantes. Escribe que cuando era mozo
«se le iban los ojos» tras el carro de los
comediantes y que asistió a las austeras representaciones
de Lope de Rueda. Sin embargo, su éxito,
que lo tuvo, pues sus obras se representaron «sin ofrenda
de pepinos», como dice en el prólogo a sus Ocho
comedias y ocho entremeses nunca representados, fue
efímero ante el exitazo de la nueva fórmula
dramática de Lope de Vega, más audaz y moderna que
la suya, que hizo a los empresarios desestimar las comedias
cervantinas y preferir las de su rival.
El teatro de Cervantes poseía un fin moral,
incluía personajes alegóricos y procuraba someterse
a las tres unidades aristotélicas de acción,
tiempo y
lugar, mientras que el de Lope rompía con esas unidades y
era moralmente más desvergonzado y desenvuelto, así
como mejor y más variadamente versificado.
Cervantes nunca pudo sobrellevar este fracaso y se
mostró disgustado con el nuevo teatro lopesco en la
primera parte del Don Quijote, cuyo carácter teatral aparece bien asentado a
causa de la abundancia de diálogos y de situaciones de
tipo entremesil que entreverán la trama. Y es, en efecto,
el entremés el género
dramático donde luce en todo su esplendor el genio
dramático de Cervantes, de forma que puede decirse que
junto a Luis Quiñones de Benavente y Francisco de Quevedo
es Cervantes uno de los mejores autores del género, al que
aportó una mayor profundidad en los personajes, un humor
inimitable y un mayor calado y trascendencia en la
temática. Que existía interconexión entre el
mundo teatral y el narrativo de Cervantes lo demuestra que, por
ejemplo, el tema del entremés de El viejo celoso
aparezca en la novela
ejemplar de El celoso extremeño.
Otras veces aparecen personajes sanchopancescos, como en el
entremés de la Elección de los alcaldes de
Daganzo, donde el protagonista es tan buen catador o
«mojón» de vinos como Sancho. El barroco tema
de la apariencia y la realidad se muestra en El
retablo de las maravillas, donde se adapta el cuento
medieval de don Juan Manuel (que Cervantes conocía y
había leído en una edición
contemporánea) del rey desnudo y se le da un contenido
social. El juez de los divorcios tocaba también
biográficamente a Cervantes, y en él se llega a la
conclusión de que «más vale el peor concierto
/ que no el divorcio
mejor».
También poseen interés
los entremeses de El rufián viudo, La cueva de
Salamanca, El vizcaíno fingido y La guarda
cuidadosa. Para sus entremeses adopta Cervantes tanto la
prosa como el verso y se le atribuyen algunos otros, como el de
Los habladores.
Capítulo 4
Comparación Entre Ambos Genios de la
Literatura
Puedo dar un hincapié y detallar algo que se denota muy
bien en las obras de Shakespeare y de
Cervantes, y es el modo de darles una personalidad,
posición social, educación y
culturalización a los personajes con el uso de un
vocabulario particular para cada uno.
Dándonos el ejemplo de Don Quijote y de Romeo y Julieta,
podemos denotar muy bien como hay 2 tipos de personajes:
- La Alta Sociedad (también llamada Realeza)
con alto nivel de culturalización, educación y
respeto.
(Como es el ejemplo de los personajes de Shakespeare en Romeo y
Julieta, y el ejemplo del mismísimo Don Quijote en la
obra que lleva su nombre) - La Baja Sociedad (también llamados Siervos)
con bajo nivel de educación, y culturalización en
general. (Como es el ejemplo de Sancho Panza en la obra Don
Quijote)
En el caso de Shakespeare, él utiliza un vocabulario
muy amplio y desarrollado y se los imprime a sus personajes en
las obras. También se caracteriza Shakespeare por darle
éste nivel sociocultural a la mayoría de sus
personajes en todas sus obras.
Y en el caso de Cervantes, dado el ejemplo del Quijote, se
rescatan los dos personajes, siendo uno, en algunos momentos (El
Mismo Don Quijote) maleable en su vocabulario. Éste es el
momento, en que Don Quijote le quiere explicar sus ideales a
Sancho Panza, y utiliza un vocabulario un tanto más vulgar
para lograr coincidir en su código.
Hablando un poco de las actitudes de
los personajes, Shakespeare le da más Romanticismo, y
seriedad a cada conversación que se establece entre los
personajes; parecido pero no igual, el caso del mismo Don
Quijote, en donde una pisca de humor se adentra en el relato,
siendo superado mucho mas por Sancho Panza, en donde muchas de
sus frases llevan algún doble sentido expresando y
denotando un sano humor.
Conclusión: Shakespeare prefiere la tragedia, el amor, lo
imposible, lo inalcanzable, lo puro, lo esencial, lo perfecto en
pocas palabras. Mientras que Cervantes prefiere mantenerse en el
marco de la buena lectura basada
en buenos relatos con toques de humor camuflados.
Capítulo 5
Curiosidades
- * Se suele decir que Miguel de Cervantes y William
Shakespeare fallecieron el mismo día. Sin embargo eso es
un dato erróneo, ya que aunque murieron en la misma
fecha, en Gran Bretaña se usaba el calendario juliano,
mientras que en España
ya se había adoptado el calendario gregoriano. - * El Primer Ministro israelí, David Ben-Gurión,
aprendió español para poder leer
Don Quijote de la
Mancha en su idioma original. - * No existen retratos reales de Cervantes. Sólo
existen pinturas basadas en las descripciones físicas
que el propio autor escribió.
Bibliografía
- Wikipedia España – http://es.wikipedia.org o
(sección España) - Buscador Google –
http://www.google.com.ar - Buscador Google Académico – http://scholar.google.com.ar/
- Monografías On-Line – http://www.monografias.com
- Blogs Personales Públicos
Alumno:
Broda Favio Noel
Fecha: 18/09/2007
17 años
Localidad: San Antonio de
Litin – Córdoba – Argentina
Cursando Secundaria
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